Mentes Abiertas Ed. 8 / Revista Académica UVC y CSE

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EDICIÓN NO. 8

MENTES ABIERTAS

REVISTA ACADÉMICA

CARTA EDITORIAL

Queridas lectoras y lectores:

Es un honor presentarles esta edición de Mentes Abiertas, una revista académica de la Universidad de la Vera-Cruz que refleja el talen to, la sensibilidad y el compromiso de nuestra comunidad universitaria.

En estas páginas encontrarán una rica diversidad de temas, que van desde profundas reflexiones sobre la violencia familiar, la esencia de la vida y el poder transformador del arte y el deporte, hasta colaboraciones que abordan la ecología de la comunicación, la inspiración en el fútbol y la magia de las artes escénicas. Cada artículo, ensayo y reflexión ha sido elaborado con pasión y entrega por estudiantes y docentes que asumieron el reto de compartir su voz y su visión del mundo.

Quiero expresar mi más sincero reconocimiento y felicitación a todos los autores, al equipo de investigación, al área de arte y diseño, y a cada uno de los colaboradores que hicieron posible esta publicación. Su trabajo no solo enriquece esta revista, sino que fortalece los lazos de nuestra comunidad académica.

Los invito a sumergirse en estas páginas con mente abierta y espíritu curioso. Estoy seguro de que encontrarán en cada texto una oportunidad para reflexionar, emocionarse y dejarse inspirar.

¡Gracias por ser parte de este proyecto que nos enorgullece como universidad!

Por: Ing. Carlos Gabriel López Aranda Rector de la Universidad de la Vera-Cruz

CONTENIDO

Panorama de la violencia familiar en Zacatecas.

La casita del terror.

Lo efímero de la vida.

TEBAS.

Universidad de la Vera-Cruz firma convenio de colaboración con Mineros de Zacatecas.

El ala del ruiseñor.

Árbol.

Ecología de la comunicación.

La esencia de Pinocchio.

MUSA.

El fútbol como forma de inspiración.

Presentación musical RENT.

La violencia a lo largo de mi vida.

DIRECTORIO

DIRECTOR

Ing. Carlos Gabriel López Aranda

ARTE Y DISEÑO

LDG. Diana Isabel De la Torre Rodríguez

COLABORADORES

LCyC. Mario Soulé Pérez

Juan M. Díaz

Mtro. Pablo Ignacio Benítez Reyes

Ana Patricia López Jiménez

Misael Zorrilla García

Vanessa Guadalupe Martínez Arias

M.I.H.E. Pablo Esparza Flores

María Camila Huerta Pacheco

Panorama de la Violencia Familiar en Zacatecas.

CONTEXTO ACTUAL

En el contexto actual, que enmarca la violencia en el país, no es de extrañarse que Zacatecas presente sus efectos, como los enfrentamientos contra el crimen organizado, desapariciones, secuestros, narcomenudeo, entre otros delitos. Dando lugar a lo que podríamos llamar “proceso de deshumanización” ya que, al encontrarnos bajo el fenómeno de la violencia, nos habituamos a ella, Sutherland lo explica en Teoría de la Asociación Diferencial, donde el individuo que es expuesto a un estímulo que contravenga en bien común, este terminará introyectando “un nuevo sistema de valores”. Tomando esto como punto de partida, tendremos como consecuencia, una sociedad que se encuentra tan habituada a vivir en continuo estado de violencia, con tazas de percepción de inseguridad elevadas, donde situaban a Fresnillo como uno de los municipios más inseguros y violentos del país, es bajo este contexto, que la violencia, sus tipos y manifestaciones son interiorizados, normalizados e invisibilizados; y en ese caldo de cultivo, es donde la violencia familiar, obtiene su origen en nuestro Estado.

La violencia familiar en Zacatecas es uno de los delitos que tienen más presencia. Según datos correspondientes al primer corte del año en curso (2024) por parte del Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres y el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, sobre el comparativo realizado desde el 2021, se observa un incremento del 30.8%, esto se traduce, en un problema vigente,

real y contemporáneo que afecta a las familias de nuestro Estado. Actualmente, existen hipótesis que indican que estas cifras de tendencia al alza, se deben al periodo de confinamiento, y posterior a este, la cifras y la tendencia tendrían que ir a la baja. Sí bien, la violencia familiar, puede ser el resultado principal de las secuelas que dejó la pandemia en 2020 por el virus. SARS-COV-19 no se explica, cómo este delito en lugar de ir hacía una

tendencia negativa, como supuesto de la hipótesis antes formulada, sigue con una preocupante tendencia al alza.

Actualmente se cuentan con 1,979 expedientes de investigación por el delito de violencia familiar, en la Fiscalía General de Justicia del Estado, para la Región “Guadalupe” — la cual consta de 13 municipios —, los cuales fueron integrados en el periodo de Enero a Octubre del

presente año en curso, lo que se traduce en un total de 3,762 casos de violencia familiar, lo que significa, un promedio aproximado de 376.2 casos mensuales, que nos permite observar que los factores etiológicos de este delito tienen más capas de análisis, que la hipótesis correspondiente a la cifras elevadas de violencia familiar como el resultado de la pandemia; debido a que esta, solo contempla el confinamiento como la causa de la violencia y no como

un medio. Lo que podemos observar, bajo el comportamiento de la tendencia estadística y los datos proporcionados por el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres, la pandemia o el confinamiento, fueron el medio, para que se visibilizara este delito, ya que durante el tiempo que se estuvo bajo resguardo ante un inminente contagio, las llamadas al sistema de emergencias 9-1-1 aumentaron, y el delito que hegemónicamente se ha mantenido oculto, bajo el dinámica de poder control,

sobre el generador al receptor de la violencia fue evidenciado por terceras personas.

VIOLENCIA FAMILIAR EN LA REGIÓN

Por lo que respecta a la contemporaneidad y vigencia de este delito, encontramos, que las causas más comunes para que se den estos casos de violencia, son la poca tolerancia a la frustración,

“GUADALUPE”

dinámicas de codependencia emocional, drogodependencia y marginalización. Estos factores etiológicos del delito, encuentran sus cimientos en las bases psicodinámicas del Ciclo de la Violencia de Leonor Walker, donde podemos explicar, que una persona que está habituada a la violencia, y además crece en un hogar donde es violentado tiene una gran taza de probabilidad de repetir de los patrones de conducta, de este modo el niño que sufre abuso y violencia familiar por parte de su padre, tiene una gran tendencia a convertirse en agresor o generador de violencia, y que la niña que es expuesta a muestras de violencia como un mecanismo de poder-control, o se desarrolla en un ambiente donde es habitual y normal que se les pegue a la mujeres, buscará noviazgos de riesgos con personas agresivas o donde sufra violencia porque en ella encuentra su “lugar como mujer”.

Dentro de los diversos tipos de violencia que considera la Legislación vigente para el territorio mexicano, nos encontramos que el tipo más habitual de manifestación de la violencia es la psicológica, representando

el 56.37% de la cifra total, es decir 3,303 casos, seguido de violencia física que reporta un total de 23.72% lo equivalente a 1390 casos, siendo del tipo económico el tercero con mayor incidencia reportando el 11.74% de los casos; lo obstante la violencia también se manifiesta de manera sexual (3.89%, es decir el 228 casos), patrimonial (3.45% equivalente a 202 casos) y teniendo casos de violencia no especificada dentro de las cifras oficiales constando el 0.84% lo que equivaldría a 49 casos.

Las cifras anteriormente expuestas, no solo son alarmantes en el sentido cuantificable, ya que se los valores porcentuales están calculados en 5,329 reportes, son alarmantes en el plano cualitativo porque hay una discrepancia de 1,567 casos, que no fueron judicializados, es decir, que no hay denuncias, carpetas de investigación o casos abiertos, en este sentido, la discrepancia se puede deber a una multiplicidad de factores, pero sin duda uno que no podemos dejar pasar, el poder de manipulación psicológica a la que está expuesta la víctima que se ve inmersa en un sistema de poder-control por parte del generador de la violencia.

La casita del terror

Con motivo de las festividades de Día de Muertos, el día 7 de noviembre se llevó a cabo en la Cineteca Zacatecas, la proyección de cortometrajes realizados para el primer concurso universitario de cortometrajes de terror “La Casita del Terror”.

La Casita del Terror es un evento organizado por exalumnos de la Universidad de la Vera-Cruz que tiene como principal objetivo promover y fomentar el talento de la comunidad universitaria en materia de proyectos cinematográficos.

El proyecto nace como una propuesta para generar eventos y espacios de proyección

en Zacatecas. Así como contribuir dentro de las actividades culturales programadas en las fechas correspondientes.

En el evento participaron alumnos de distintas universidades del estado de Zacatecas. Además del jurado que estuvo conformado por distintos talentos artísticos e intelectuales.

Fueron seis los proyectos participantes, “I´m watching you”, “DL”, “Aquí no es mañana”, “El Cuarto”, “Amor que mata” y “Entrevista de trabajo”; de los cuales el cortometraje Aquí no es mañana resultó el ganador del jurado y el cortometraje El Cuarto ganando el premio del favorito

de la audiencia. Todos los responsables de los cortometrajes fueron acreedores de un reconocimiento entregado por parte del cuerpo organizador del evento, así como una pintura de uno de los monstruos clásicos.

Como cierre de este primer episodio, se agradeció a todos los presentes por su asistencia y participación en el evento, finalizando con la invitación para futuras ediciones de La Casita del Terror, a su vez de un ofrecimiento a una convidada en uno de los locales de los patrocinadores, siendo “La Majada”, “BRIX PUB” y “Bombas CRAFT”, representados por su directora la licenciada Esmeralda López, los negocios que gracias a su apoyo hicieron de este evento una realidad.

Lo efímero de la vida

P or: Mtro. Pablo Ignacio Benítez Reyes

“Si pensáramos alguna vez en el efímero instante que es la vida, cambiaríamos nuestro modo de pensar y actuar, dejando atrás envidias, rencores, ingratitudes, egoísmos y un sinfín de cosas más que nos han hecho infelices desde el inicio de los tiempos, pintando a la humanidad de oscuros colores que solo nos han dado tristeza y sufrimiento, problemas y vicisitudes, guerras e injusticias; cambiemos, que aún estamos a tiempo.”

TEBAS

Cada que te veo siento un hormigueo incesante, es aquel que me ínsita a querer besarte.

Cada que te veo, mi corazón late exageradamente, con ganas de no solo una mirada robarte.

P or: Ana Patricia López Jiménez

Por las noches te robas mis sueños, todo con el fin de quedarte en ellos. Anoche sin quererlo apareciste en alguno, fue sublime minuto a minuto.

Sinceramente no me gusta el café amargo, pero en ti me pierdo un tiempo largo, esa boca tan linda me hace temblar, cada que mi nombre llega a pronunciar.

El sonido de tu voz roba mi atención, provoca en mis ojos una clara reacción, quisiera decir que con un beso me conformaría, pero la verdad ahí mentiría.

Aquí me tienes una noche más en mi escritorio, escribiendo entre líneas este cortó oratorio, en el cual plasmo mi gran amor por ti, sin saber desde cuando lo sentí.

Esto tal vez no tiene pies ni cabeza, pero quiero expresar del amor la belleza, aquella que no es perfecta ni intenta serlo, si no que de lejos puedes verlo.

¿Cómo no perder por minutos la mirada? Si a ti te daría mi alma relajada. Más de una vez han chocado nuestras miradas, para contestarlos con sonrisas calladas.

En otra vida construiría un templo en Tebas para ti solamente, para formar un hogar para este amor creciente. Por el momento aguardo tranquila, callando el amor que me aniquila.

UNIVERSIDAD DE LA VERA-CRUZ

FIRMA CONVENIO DE COLABORACIÓN CON MINEROS DE ZACATECAS.

En el 20 de Septiembre del 2024 se llevó a cabo la presentación del convenio de colaboración entre la Universidad de la VeraCruz y el equipo de futbol Mineros de Zacatecas.

En un partido lleno de emociones, en el que los Minero de Zacatecas resultaron vencedores por goleada se llevó a cabo la presentación del Convenio de colaboración entre ambas instituciones.

Fue durante el medio tiempo del partido cuando el Maestro Emmanuel Salas Enciso en media cancha, acompañado por autoridades del equipo zacatecano dio a conocer el convenio que estará vigente. Dicho convenio incluye la posibilidad para los alumnos de diversas licenciaturas para realizar sus prácticas profesionales en la institución deportiva. Además, de fortalecer el desarrollo deportivo de la Universidad.

Si eres alumno de nuestra universidad y deseas obtener mayor información sobre los beneficios que este convenio tiene para ti, acércate al departamento de asuntos estudiantiles o al departamento de relaciones institucionales.

El ala del ruiseñor

Por: Ana Patricia López Jiménez

En algún bosque a la sombra de un viejo roble nació el séptimo ruiseñor. Siendo el más pequeño de su parvada, al instante que nació, su madre se dio cuenta que una de las alas de la pequeña ave era más corta que la otra.

Su madre siempre lo alimentaba al final sabiendo que él sería el único de sus hijos que se quedaría en aquel bosque rocoso, ya que nunca podría elevarse en vuelo como sus hermanos. Conforme pasaban los días, el pequeño comenzó a ver como sus hermanos aprendían a volar y como sus patas dejaban poco a poco el suelo, a lo lejos observaba los movimientos y trataba de imitarlos, pero sin éxito alguno. Un miedo se apoderaba de él, sentía como su pequeño cuerpo temblaba al pensar que algún día se quedaría solo. Como si alguna fuerza mayor a él lo escuchara, sus hermanos poco a poco aprendían a volar, al ver esto, su madre decidió dejarlo en aquel bosque para poder cuidar al resto sus otros hijos, abandonando al pequeño ruiseñor.

Al estar tanto tiempo solo, aprendió a subir a los árboles sin usar sus alas para volar. Al ver su reflejo en los charcos, odiaba cada día más esa ala deforme e inservible. Un día mientras escalaba el árbol en el que había nacido, decidió subir a la rama más alta de aquel roble, aquella que se veía solo

un poco debido a la espesa neblina. Comenzó a sentir algo extraño en las alas, se sentían cálidas, ese frío que había sentido toda su vida ya no estaba, esto era algo nuevo para él. Notó que ese calor venía de una bola de fuego lejana, por primera vez tenía una razón para subir a esa rama todos los días.

Un día, maravillado por el sol, dejó de pisar la delgada rama que lo sostenía. Al caer, regresaba a su cuerpo ese temblor que sentía cuando era solo un pichón, cerró los ojos esperando el golpe de la caída, pero después de unos segundos, no sintió nada. Al abrir los ojos, se dio cuenta de que seguía en el aire y el suelo, aunque cerca, ya no parecía aproximarse.

Él no lo sabía, pero su ala, aunque pequeña era, servía, y eso lo había salvado de la caída. Sus alas por instinto comenzaron a aletear poco a poco.

Comenzó a elevarse y cuando subió tan alto como el sol, se dio cuenta de que si podía llegar tan alto como quisiera, sabía que era momento de abandonar su hogar, aquel que, aunque fangoso estaba, lo había arropado en las tormentas más intensas. Por un momento pensó en bajar a despedirse del lugar, pero sabía que todo aquello que le podía haber brindado ya lo tenía, eso era la seguridad de que, aunque sea tardía, llega la libertad.

Árbol

Elías y Guadalupe mecen las rodillas, al pie de un roble torcido.

El tronco está doblado hacia abajo, seco. Si la flora razonara —y, en consecuencia, sintiera—, seguramente ésta sería la imagen más gráfica y significativa —y evidente— de un árbol triste, caído, cabizbajo, con el caparazón reventado.

Elías se permite fantasear en la imposibilidad y en el delirio de quien ya está más ido que lúcido; más borracho de optimismo que sintonizado con la vida y la verdad. Se figura en la mente la fabulosa e irrazonable idea de que, cuando solucionen el calor — los de allá arriba—, podrían escribir, juntos — Guadalupe y él, por supuesto—, un cuento de fantasía titulado: “El roble que ya no

quiso ver el sol”. Era cierto que, en tiempos como estos (de necesidad, hartazgo e incertidumbre), ya nadie quería ver el sol. También es cierto que, en tiempos como estos, sería más interesante o encantador —y para este punto, fresco y novedoso (porque todo el mundo ya conoce y es muy consciente de sus propias motivaciones, válidas y reales, para maldecir la luz de día)— conocer la perspectiva de la copa de un árbol que ha decidido darle la espalda al destello diario.

El destello permanente ha carcomido pieles, y tiene la hazaña de derrumbar estructuras enteras al filo de una iluminación ininterrumpida, absoluta. Ante todo esto, el Roble actuaría como un símbolo de indignación e intolerancia para con la

inclemencia de un astro que se hace llamar “Rey”. El árbol es más Rey, porque no se asume, es: guía la esperanza, acción y agencias de quienes como él, se dejan morir no sin significado trascendente. A quien llaman Rey de Reyes (Jesucristo) lo colgaron en una cruz.

El árbol se describiría, en su cabeza —la de Elías—, como un soldado que ha caído por un mal golpe de guerra, y ha quedado desarticulado, de rodillas. Él (el árbol, vaya) no será recordado como el vencedor de la contienda; será reconocido por ser el

último en pie; aquél que ha perdido en el propósito de plantarle cara a la luz solar, pero sigue dando batalla con la cáscara del cuerpo que aún le queda. El Roble sería ícono y símil de resistencia: de alzarse en armas y perder de ser necesario, porque existen causas altas que no requieren de victoria explícita.

Cristo le dio la mejilla al mal de su tiempo; el árbol al mal de los “ahoras”. El mesías es quien tenga el valor de enfrentarse a los horrores del mundo, y morir para que otros puedan contarlo. A veces, la tragedia de la muerte llega a significar más que la propia vida, porque inspira. El mesías es quien se atreve a inspirar, y a bloquear con su cuerpo carcomido la muerte inminente de otros. Para Elías, el Roble destejido es el salvador que les da minutos más de vida.

El árbol en el que están recostados no es tan interesante, a decir verdad. No es tan interesante, pero para Elías le significa todo, porque ya no hay nada. Es el último

dentro de un radio con los kilómetros suficientes, repletos de aridez, para afrontar la posibilidad de muerte joven de seguir andando, en búsqueda de algún otro en el perímetro cercano. Las casas no son opción de refugio, en los primeros días: el concreto de los edificios en su municipio se cuarteó, se expandió, y el agua en él se evaporó. Todo está caído, como el Roble.

La periferia conurbada a la ciudad se inundó, y en la capital pasó lo mismo. Y lo que no cedería ante la inminente sequía, se fue en los deslaves, fue arrastrado por el caos climático.

Pero así fue en todo el mundo, supone. El fallo eléctrico global le dejó sin saber muy bien qué había ocurrido. ¿Pero quién piensa en otros, cuando uno mismo se está descaramando? Nadie, él tampoco. Piensa en Guadalupe, que le importa, verdaderamente le importa, pero tampoco piensa demasiado en ella; no porque no quiera, se le olvida. Las ideas van y vienen como la marea y la humedad en el aire, que de vez en cuando se asoman, pero se vuelven a secar.

¿Y de dónde vino todo esto?, quién sabe. Dios debe tener las respuestas, y Elías solo podrá acceder a ellas cuando se le apaguen el corazón y los oídos. Cuando le fallen los órganos, ¿irá al cielo?

El árbol, inclinado como está, al suelo, se ve reducido significativamente en el nivel de sombra que puede proporcionar; aún así, es mejor que nada. Ya no hay árboles por la zona: los que había han marchitado

sus tejidos hasta la raíz y se han caído de putrefacción. Se han deshecho, deshilachados por resequedad.

Pese a todo, ambos están apoyados en la superficie rugosa de este (Elías y Guadalupe, porque incluso él —Elías— tiene la sensación de pasar por alto quién lo acompaña, por momentos de desconexión mental—, que aún queda, con la base firme e inamovible, con esquirlas de madera marcando sus espaldas, y los relieves puntiagudos que trepan por toda la superficie de madera vieja, dura y espinosa rastrillándoles los músculos de la espalda. El borde puntiagudo de todas las astillas del árbol les acaricia el hueso de la columna y lame las costras de sus heridas, para reemplazarlas por unas nuevas, de carne viva y abierta.

Elías mueve el pie un poco más rápido, en un aleteo ansioso. Tiene sed; el dolor en su cerviz es fácilmente obviable cuando existe un malestar más profundo. Su mamá decía que uno se acostumbra a todo. Sí, uno es capaz de acoplarse y adaptarse a cada situación, menos al hambre; esa siempre duele. Da fe de eso, porque el pinchazo en su estómago es más urgente que el nivel de sensaciones físicas a las que ya se ha vuelto insensible. Todas las quemaduras que le achicharran la piel y le deforman los cartílagos se han vuelto menos sensibles con el paso de los días, o quizá su umbral del dolor solo se ha extendido, y no ha tenido tiempo de reflexionarlo.

Pero Guadalupe es importante, se acuerda. Es su novia, se acuerda. Entonces, la abraza, y pretende que ambos no

sueltan un silbido de dolor punzante por el esfuerzo que el movimiento implica. Le pasa la mano por el hombro, y le ayuda a descansar en su pecho. Todo eso le arranca a él lágrimas y un temblor que retuerce sus nervios y venas por el roce en las úlceras cutáneas que tiene regadas en la base del torso. A “Lupita” las lesiones y la fricción en las ampollas que florecen a lo largo de sus manos y brazos parecen no perturbarla demasiado, aunque existe un estremecimiento constante de dolor que la sacude, no se aparta.

¿Y cómo Dios podría haber mandado a matar a Lupita, que es tan buena?, ¿Noé vivió algo similar? Noé, el de la barca. Elías no tiene ni los animales, ni embarcación en la qué llevar a Guadalupe, y aguardar a que el mundo vuelva a su curso cuando la lluvia cese.

¿Por qué mandaron a matar a Lupita, que es tan buena?, es su novia, y es buena. Seguro que Lupita es buena, es tan buena que el mundo no merece besarle los pasos para después tener la intención y facultad de asesinarla.

Pero está seguro, también, de que ellos no son los elegidos, ¿cómo lo serían, si están agonizando?

¿Habrá alguien en el mundo ahora, al que el espíritu santo se le haya apersonado —Eminente, ilustre, divino—, y le haya advertido? ¿Habrá ahora un Héroe de parajes futuros? Que en vez de montar una barca, tenga un enorme e indestructible campo que cubra el sol —o no se imagina bien el qué— para sobrevivir a la catástrofe.

La obviedad es latente: ellos no son los elegidos, y si no calcula mal, hoy se les va la vida. A ellos los mandaron a matar.

Cuando Guadalupe muera, Elías no tendrá nada más que un recuerdo en común con el mundo, en donde ella piso su tierra, y ahora la arena ansía comérsela.

La abraza más fuerte, y piensa en la inutilidad de ponerse a llorar. Elías comienza a empaparle la cabeza —y el pelo graso— de lágrimas, y se vuelve incontrolable y abrumadora la manera en la que no puede cerrar la quijada. Su pecho sufre de contracciones, los oídos le palpitan, y se siente presa de todo y todos. Es víctima de nadie, porque no hay persona alrededor de ellos que pudiese haber orquestado sus males. Es víctima de los cielos, porque tanta crueldad no pudo haber

sido pensada por “nadie” —gratuita—; y es víctima de los de arriba. Debe haber más que solo uno o unos cuantos allá, donde todo se decide.

Todo lo que sabe ya no es: el sol no se va. El sol brilla todo el tiempo, por todas partes, a toda hora, escalofriante. Eso supone una mentira central del conocimiento humano. La tierra gira alrededor del sol, y, sin embargo: él no se ha movido.

Debe ser el diablo, el demonio, los de arriba. La noción psicótica de que la tierra no es como debería ser, y la paranoia de la incapacidad de defenderse contra lo intangible lo deja apretándose contra el cuerpo de Lupita sin ninguna otra posibilidad que quedarse ahí, en un abrazo doloroso.

A Elías le gustaría ser como el árbol, parado, ecuánime, cubriéndolos contra la hostilidad de su verdugo. A Elías le gustaría dedicar su vida a blindar e impedir que las infamias de la vida alcancen a Lupita; Elías no cree que deba ser enclenque, y limitarse a llorar para contrarrestar la sensación de deterioro y condena.

Levanta el brazo, y ante la mirada atónita de Guadalupe, se talla la mano contra las ramas puntiagudas que sobresalen del Roble.

No representa un episodio maniaco por la sobredosis de angustia. Esto es para quien lo vea, aunque no haya nadie. Para los de arriba, que hicieron todo eso, y se divierten viéndolos despedazarse de a poco.

Elías se va a despedazar de tajo, por voluntad propia —en rebeldía, adelantándose al destino final al que le están encaminando—, para que Guadalupe pueda hidratarse una última vez, de su sangre, en un acto de radicalismo silencioso y sublevación al destino.

Elías es quien ha perdido en el propósito de plantarle cara a la luz solar, pero sigue dando batalla con la cáscara del cuerpo que aún le queda. No necesita una victoria explícita, necesita que vean que ambos van a fallecer en sus propios términos, conectados hasta el final. Que disfrute el espectáculo quien esté sintonizándolo. Este no sólo es un anuncio de amor; es una declaración de guerra.

Ecología de la comunicación

P or: M.I.H.E. Pablo Esparza Flores

(Sobre una comunicación más humana).

De alguna manera, en la actualidad, pensar nuestra sociedad, nuestra realidad, o nuestra manera de vivir está ligado a la comunicación, ya sea a través del uso cotidiano de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs) o al uso y desarrollo de los Medios Masivos de Información. Vivimos inmersos en un mundo constantemente comunicado, el cual de alguna manera sería imposible de comprender si no fuera a través de algún tipo de proceso comunicativo, por ello, es indudable que “La Comunicación” ocupa un lugar preponderante y medular dentro de nuestra forma de vivir, ya que como “animales sociales” la comunicación se vuelve la herramienta más eficaz para conectar con el mundo que nos rodea.

Sin embargo, en la actualidad es innegable que los mecanismos de comunicación, así como las autopistas de la información mantienen al ser humano “alimentado” de forma constante de estímulos informacionales que de alguna manera

saturan nuestro ambiente comunicacional, es precisamente aquí, en esta dinámica de saturación y exceso en donde surge una de las más profundas necesidades actuales para el quehacer comunicativo: Encontrar un equilibrio, un balance en la forma en la que hacemos, recibimos e interpretamos la comunicación, es decir, buscar un desarrollo “ecológico” del quehacer comunicacional.

Sin duda, el término “Ecología de la Comunicación” pudiera parecernos acoplado de manera forzada a un tratamiento progresista de la realidad comunicativa actual, en donde todo tiene que ser maquillado, “ecologizado” y tamizado ante el interés de las nuevas mayorías que dictan las agendas mediáticas, sin embargo, el re pensar la comunicación en la búsqueda de una “comunicación” más orgánica y humana se vuelve muy importante para el desarrollo y concepción de la comunicación sobre todo ya entrado el siglo XXI. Si bien, es cierto que el buscar nuevos procesos comunicacionales que promuevan algún tipo de “equilibrio dinámico” en las nuevas formas de comunicación no es algo nuevo (los primeros antecedentes de una comunicación más ecológica y global quizá los podamos encontrar desde la década de los sesentas en La Galaxia Gutenberg de McLuhan) es una realidad que en la actualidad la búsqueda por una comunicación más humana y menos tóxica se vuelve relevante debido sobre todo al desarrollo y crecimiento de nuevas dinámicas de información, así como a las nuevas oportunidades en la producción y transmisión de mensajes.

Es evidente que la comunicación, como necesidad, como herramienta, como “realidad” permea cada uno de los registros que nos catalogan como seres humanos, es por ello que retomando a Vattimo hace falta desarrollar una “Ontología hermenéutica contemporánea” que tenga la capacidad de ayudarnos a dilucidar dentro de los quehaceres filosóficos, históricos, lingüísticos, pero sobre todo comunicacionales nuestra propia humanidad dentro de las nuevas dinámicas comunicativas, sobre todo, tomando en cuenta que vivimos en un momento en donde los Medios Masivos de Información ya no se separa entre sí, sino que se concatenan y forman lazos estrechos entre aquello que comunican e informan. Por una parte, entender a la comunicación como un entorno total, entendiendo a la comunicación como esa nueva “naturaleza” que

nos enriquece, pero a su vez, se desarrolla alrededor y a través nuestro, logrando, de esta forma posicionar y establecer lo que ya vislumbraba McLuhan en la Aldea Global, pero ahora, potenciada mediante la instrumentalización y el desarrollo de las redes digitales, para de esta forma, caer en la contradicción actual (y principal motor del desarrollo de una comunicación orgánica y más ecológica) el vivir en un mundo completamente informado, pero con poca capacidad para comunicar.

Entender nuestro entorno comunicacional como una nueva “naturaleza de desarrollo humano” nos permitirá en cierta medida establecer dinámicas de comunicación que nos ayuden a fundamentar nuevas directrices para una comunicación más humana y menos “instrumental, técnica y

funcionalista” sino un espectro de canales, experiencias y estructuras que nos permitan comunicarnos mejor y generar menos caos en un entorno saturado de información, por ello, la “Ecología de la comunicación” no pretende convertirse en el discurso salvífico, metafísico y utópico que fundamente el desarrollo de la comunicación del futuro, lo que pretende es sentar las bases de nuevos discursos y estudios que permitan al hombre establecer nuevos paradigmas comunicacionales que ayuden a un mejor entendimiento de su propia naturaleza, si, como entes sociales, pero también como elementos integrales de una nueva naturaleza que se desarrolla y crece a través de sí misma, es por ello, que la búsqueda por nuevos esquemas y modelos de estudio en nuestra forma de comunicar se vuelven fundamentales para el desarrollo de nuestra propia humanidad.

La esencia de Pinocchio

¿Cómo una simple trama de un cuento infantil puede llegar a albergar un contexto sumamente complejo y existencialista?

Esta pregunta no es algo que se nos venga a la mente cuando recordamos la historia de Pinocchio. En líneas generales, nosotros asimilamos la historia de muñeco de madera que quiere convertirse en un niño de verdad. No obstante, aquí es cuando nos ponemos reflexivos (filosóficos) y comenzamos con los cuestionamientos de carácter filosofal, analizando los términos “convertirse” y “ser”, ambos conceptos íntimamente ligados al personaje epónimo del cuento.

Se tratan de conceptos sumamente complejos si se piensa en ellos detenidamente, pero que en realidad pasan desapercibidos para el espectador común cuando observamos la travesía de Pinocchio para poder ser un niño de verdad. Como ya sabemos, este viaje es el proceso que nuestro personaje tiene que experimentar para poder convertirse en una persona real, tratando de ser bueno en su actuar, a pesar de las difíciles circunstancias a las que se ve obligado a enfrentar, todo sea con tal de conseguir su objetivo. A este periplo se le conoce como el “Viaje del Héroe”, es decir, una odisea que un personaje tiene que vivir para poder conseguir un objetivo, normalmente complicado de lograr, consiguiendo

en el proceso conocerse a sí mismo, sus capacidades y límites como individuo.

Este asunto en concreto de Pinocchio, resulta ser un caso sumamente interesante, pues una marioneta que busca “ser de verdad” cuando éste ya existe como un muñeco por sí mismo en un mundo físico, haciéndolo ya técnicamente de verdad, hace que su búsqueda por convertirse en un ser humano (concepto muy diferente a “ser de verdad”) sea una cuestión cuanto menos llamativa ¿Para qué buscar ser un humano si ya tienes cualidades de una persona viva? Detrás de esa piel de madera se esconde un intenso anhelo en querer experimentar la sensación de “estar vivo”, claro que dependiendo de la versión de Pinocchio que se vea este asunto puede variar en ciertas cosas, el tema relacionado a la vida es algo que prevalece en todas sus versiones. Pinocchio es una marioneta que está viva, pero que en su profundo deseo por conseguir lo que quiere no logra dimensionar lo que en verdad significa el concepto de “vida”.

Ya que hablamos de esta idea de la “vida”, repasemos brevemente nuestros casos de estudio para analizar cómo es que este concepto tiene algún peso en el personaje. De primeras en las versiones tanto del cuento clásico como

en las versiones de Disney, esto pasa más desapercibido a diferencia de la versión de Guillermo del Toro y Mark Gustafson, la cual esta última podría ser de las versiones más complejas abordando este asunto de la “vida” que el resto de las versiones existentes del relato.

El cuento clásico y ambas versiones de Disney son realmente similares sobre este asunto, aunque con ligeras diferencias. En el primero, para Pinocchio no era su objetivo realmente convertirse en un niño de verdad, pero a raíz de sus buenas acciones y haber aprendido la lección ya para el final, despierta un día y ya es un niño de verdad. Mientras que las versiones de Disney, Pinocchio cobra vida gracias al hada madrina por el deseo de su creador, quien a la postre, se convertirá en su padre, Geppetto, negociando con la marioneta en que él debe portarse bien para que ella (el hada) lo convierta en un niño de verdad y al final como ya sabemos lo termina consiguiendo. Se cumple el hecho de que Pinocchio se convierta en un niño de verdad, pero el asunto relacionado a la vida en general queda en un segundo plano.

Ahora, hablando de la versión de Guillermo del Toro, el asunto de la vida no podría estar completo si no se habla también de la muerte, siendo esto último algo incluso confirmado por el otro director de este proyecto, Mark Gustafson, “Es una película sobre la muerte. No hay película sobre la vida sin película sobre la muerte.” (DEL TORO, 2022). Para ser breves, en esta versión el concepto de vida se aborda más en profundidad que el resto de las versiones, ya que el

concepto de morir toma un significado más complejo para el desarrollo del personaje, tanto por las reiteradas veces que él muere durante la película como en las paulatinas pérdidas de los miembros de su familia al final de ésta. Ayudando al personaje a comprender lo finito de la existencia, y como dato adicional, es la única de las tres películas donde Pinocchio no se convierte en un niño de verdad al final de la historia.

Entonces, volviendo de nueva cuenta al asunto del concepto de “vida” asociado al personaje, podemos decir que, en todas estas versiones, Pinocchio solo experimenta una especie de “vida artificial” al no ser, precisamente, un ser humano de carne y hueso sino hasta el final de las películas (obviamente exceptuando la versión de Guillermo del Toro, donde nunca sucede tal cosa). Esto último sobre la vida artificial del personaje resulta ser también otro tema aparte en cuanto a la carga existencialista que esta obra indirectamente posee, pues Pinocchio al no adquirir “vida de forma natural”, esto lo vuelve una especie de monstruo de Frankenstein. Ambos personajes existen por la obra y acciones de su respectivo creador y cuando ambos seres adquieren vida tiene que lidiar con la difícil carga que existir significa. Inclusive el propio Guillermo del Toro relaciona a estos dos personajes en este mismo apartado, “Yo me identifico con criaturas extrañas como Frankenstein o Pinocchio, con tener que entender el mundo tú solo porque lo que te cuentan no es suficiente” (DEL TORO, 2022).

En el cuento clásico y las versiones de Disney pasa desapercibido que un muñeco de madera cobre vida de la nada. Todos actúan con relativa normalidad y las cosas suceden sin mucho lío, muy diferente a la versión de Guillermo del Toro, en el cual desde el momento en que Geppetto se da cuenta que la marioneta está viva, reacciona aterrado al verlo caminar por sí solo. Lo que más adelante hace que Pinocchio se cuestione el por qué él no es del agrado de las personas, pero una figura de Cristo crucificado, también hecho de madera, sí.

Por lo que hasta ahora tenemos a un “ente” cuya vida adquirió de forma “no natural” y que tiene anhelos de convertirse en un niño de verdad, lo único que restaría en este análisis filosófico es lo más importante en aquel deseo que él tiene. Ya que ese deseo, nuevamente dependiendo de la versión que se esté viendo, tendrá una carga especial en el personaje.

En el cuento clásico esto pasa por alto, pues como ya dijimos, Pinocchio no tenía en sus planes convertirse en un niño de verdad, muy diferente a las versiones de Disney, donde es Geppetto quien pide un deseo de tener un niño y es cuando el hada madrina le brinda vida a la marioneta. Mientras que la versión del Guillermo del Toro, Geppetto pierde a su hijo Carlo a causa de la guerra y éste pide que él regrese a como dé lugar, y es cuando el hada hace lo suyo también. En todas las versiones la marioneta cobra vida a raíz del deseo de Geppetto, solo que, en las

versiones de Disney, Pinocchio sí tiene la intención y el deseo de convertirse en un niño de verdad, mientras que, en la versión de Guillermo del Toro, Pinocchio cobra vida y es Geppetto quien encarecidamente quiere convertir a la marioneta en alguien que no es, en alguien que ya no existe (el difunto hijo de Geppetto). Inclusive en esta versión se recalca el hecho de que Pinocchio nunca será un niño de verdad, algo que le mortifica pues él quiere hacer feliz a su padre, pero esto no resulta de la manera en la que a todos les hubiera gustado. Guillermo del Toro comenta sobre esto también, “Para mí, hay una fragilidad en el hecho de que Pinocchio sea sobrenatural y no puedan verlo como un niño de verdad por no ser como lo que la gente cree que es un niño de verdad” (DEL TORO, 2022).

Hasta este punto, podemos ver que estas cuestiones filosóficas ocultas a la vista en el relato hacen acto de presencia en la película de Guillermo del Toro. Quién parece que tomó nota de los aspectos más íntimos del personaje y los aborda de manera ingeniosa en su propia adaptación del cuento. Y continuando, hablando de esta versión, aquel conflicto del deseo de Geppetto cala profundamente en Pinocchio, quien a causa de eso tiene que lidiar con el rechazo de un padre que ahora lo ve a él como una carga de la que tiene que hacerse responsable.

Es difícil no analizar estas implicaciones filosóficas sin mencionar el proyecto de Guillermo del Toro, quien termina por

exponer estos puntos de la manera más sensible y que en primera instancia sería muy difícil explorarlas en una película infantil, sin dejar algo pendiente en el camino. Todo esto nos deja con un mensaje extra al espectador, sobre que todo lo que aparenta ser sencillo a simple vista, puede esconder una enorme complejidad en los temas que se tocan.

No obstante, el relato de Pinocchio no estaría completo sin terminar de mencionar el tan anhelado logro del personaje. Durante su largo viaje, nuestro protagonista aprendió varias cosas de suma importancia, que también dependiendo de la versión puede variar. Empezando por el principio, comprendió que estar vivo supone tener responsabilidades y obligaciones, en su caso, ir a la escuela. Descubrió que hay personas mal intencionadas dispuestas a mentirle y hacerle daño, aprendió que la desobediencia trae consecuencias negativas y que comportarse bien tiene su recompensa, todo esto en muy resumidas cuentas. Sin embargo, ¿Qué hay de todas esas cosas y pensamientos que a la larga un ser humano experimenta con forme va creciendo? La sensación de envejecer, sentir que se está perdiendo el tiempo, enfrentar miedos e inseguridades, la pérdida de seres queridos, contraer enfermedades, la preocupación de morir, no terminar de hacer todo aquello que nos gustaría antes dejar este mundo, entre muchas otras cosas.

Pinocchio siendo un muñeco de madera, si se le tratase de explicar todo lo que implica

ser una persona de verdad, le costaría entender en profundidad todas estas inquietudes de un ser humano común. Al vivir una vida inorgánica, éste no estaría atado a estas limitaciones existenciales y biológicas, volviendo a su deseo una condena en todo caso. No obstante, al conseguir su cometido él se verá obligado a afrontar todas estas vicisitudes de la vida, descubriendo en el proceso que existir es de lo más complicado en la vida por todo lo que se puede llegar a experimentar y pensar a lo largo de nuestra existencia, preocupaciones y problemas que terminan por opacar la felicidad por instantes o en casos peores de por vida. Esa imagen de infantilidad e inocencia, también ligado estrechamente al personaje, se esfumaría en un instante.

Al final del día, todo lo mencionado anteriormente solo se trataría de algo que se vería en una continuación de la historia, algo como Pinocchio viviendo la pubertad o algo así. Cuesta imaginar a este personaje viviendo una etapa diferente que no sea la niñez, pues incluso imaginando que tampoco se hubiera convertido en un niño de verdad al final de la historia y esta secuela se diera, otras interrogantes tendrían cabida pensando ahora en una marioneta con la madurez de un adulto. Cosas del tipo ¿Cuál es el sentido vida? ¿Cuál es mi propósito? ¿Qué me espera en el futuro? ¿Soy feliz? Etcétera. Que, si bien podrían ser cuestionamientos genéricos además de poco novedoso por ser inquietudes comunes de una persona normal, el factor de ser un muñeco de

madera lo cambia todo.

Para terminar, al personaje de Pinocchio lo envuelve un aura de incertidumbre si se piensa en él a profundidad, son más las preguntas que respuestas las que puede brindar ya que son cosas que nunca logramos ver reflejadas en alguna versión de la historia, dejándolo a libre interpretación del espectador. Dejamos claro que la versión de Guillermo del Toro sí termina haciendo de su travesía algo más completa en estos apartados que el resto de las versiones, pero finalmente no puede abarcarlo todo, sigue persistiendo más las preguntas. Guillermo del Toro nos dice, “Las películas de Pinocchio suelen ir de lo que aprende él en el mundo y se convierte en un niño de verdad por ser buen chico, pero nuestro Pinocchio no es así. Él cambia a todo el mundo porque es muy puro. Cambia a Geppetto, cambia al grillo. Cambia a Spazzatura… Los cambia a todos y aprende quién es como ser humano” (DEL TORO, 2022).

Podemos decir que Pinocchio podría ser el equivalente a un robot en su mundo, un ser cuya existencia está atada a otro tipo de limitaciones contrarias a las de un humano, y que, aunque pudieran aparentar serlo, simplemente las personas las rechazarían por esto mismo, por aparentar serlo mas no siéndolo completamente.

DEL TORO, G. (Dirección). (2022). Pinocho de Guillermo del Toro: Cine tallado a mano [Película].

MUSA

P or: “Aries”

Vanessa Guadalupe Martínez Arias

Caro, pese a que aún me quieras, no eres mi musa, no creo que puedas serlo alguna vez. En contraposición a lo que estoy diciendo: Me siento, y te escribo estos versos.

Me siento, y pretendo que se publiquen, y entonces; también pretendo que no los leas. Pretendo que tú, que me conoces, no me conozcas de esta manera.

Lo cierto es que me obligaste a irme. Yo, que no sé cómo disculparme, y que tampoco sé cómo extrañarte —ni amarte—, no te he llorado ni un mar; ni una lágrima.

Mi intención no es menospreciarte con esa afirmación. Caro, no pretendo hacerme la interesante. Ésta es una serie de confesiones que tú, que me conoces, seguramente ya sabes, o intuyes.

Caro, para un desconocido se deduce: que te hablo insensible, inestable, irónica y acusadora. Asemeja a decirte que si bien, tú aún me amas; a mí no me conmueve el hecho en absoluto.

Estoy consciente de que todo esto parece, sino una declaración de culpas que te doy,

una afirmación de que me importas casi nada. Pero tú sabrías que no es así, me conoces el alma.

Sabes, entonces, que ésta es una crónica en la que escondo mi vergüenza, porque lo cierto es que: He llorado por cosas menos importantes de lo que tú has significado en mi vida.

Sabes, entonces, que me gustaría hacerte mi musa. Sabes, entonces, que me gustaría: Me gustaría regalarte mi trabajo, mis sueños, y mi vida. Me gustaría que inspiraras.

Y no es que no inspires; pero tú sabes. Sabes que no tengo sueños, ni trabajo del qué enorgullecerme.

No puedes ser mi musa, porque yo: No sé sentir la vida, ni tu ausencia. No es tu culpa, es mía.

Caro, me conoces. Afortunadamente, no me conoces lo suficiente. Disfruta tus hijos y matrimonio. No me leas.

No descubras lo infeliz que me desconoces ser.

Caro, no puedes ser mi musa, pese a que aún me quieras; no creo que puedas serlo alguna vez.

En contraposición a lo que estoy diciendo: Me senté, y te escribí un texto ambiguo, en el que niego que te extraño en más de cuarenta líneas.

El fútbol como forma de inspiración

El fútbol, además de su función como deporte, sirve también como un medio de cohesión social, además de crear un sentido de pertenencia, ésta puede ser con una corriente de pensamiento, una idea, un sentimiento, un club, etcétera.

Debido a esto y a la diversificación y expansión del fútbol en los medios de información como la televisión, el radio, los medios impresos, las redes sociales, entre otros, es que el fútbol se ha convertido en una cultura global que abarca muchos aspectos dentro de la vida del ser humano, su historia y la forma en la que se expresa, es decir, el arte.

Existe entonces una relación estrecha entre el arte y el fútbol, comencemos por ejemplo con la rama del arte que está ligada al sentido auditivo; la música.

La música es definida como:

“Mezcla de sonidos y silencios, la música es una de las bellas artes, encierra emociones y, en especial, evocaciones. Por ello se dice que “a veces llamamos música a lo que en realidad es escuchar recuerdos”; sensibiliza y produce diferentes estados de ánimo.

Es considerada uno de los factores que causa mayor placer, porque escucharla favorece la producción del neurotransmisor llamado dopamina, que también se genera con la comida o el sexo.”

O definida como “el arte que consiste en dotar a los sonidos y los silencios de una cierta organización. El resultado de este orden resulta lógico, coherente y agradable al oído.”

Ahora que conocemos la definición de la música podemos comenzar analizando de que forma el fútbol actúa y actuó como forma de inspiración dentro de la misma.

Recordemos que el arte puede ser comunicación ya que presenta de determinada manera un mensaje sea claro o no, puede existir la retroalimentación, los canales son diversos, entre otros elementos de la comunicación que se pueden encontrar en el arte o en este capítulo en específico, en la música.

Bersuit Vergarabat – Toco y me voy “Este es el juego que siento y no pienso parar, yo pongo el cuerpo hasta el final, en una cacha o en un bar.”

Por ejemplo, con una de las canciones más famosas inspiradas totalmente en el fútbol. “Toco y me voy” de Bersuit Vergarabat.

La banda de rock creada en 1987 procedente de Buenos Aires, Argentina, creó el que muchos aficionados del fútbol llaman el “himno del fútbol” debido a su manera tan particular de relacionar y asimilar el fútbol con una poesía, un fenómeno bello y maravilloso y como una noche bohemia dentro de la vida de cualquier persona que se pudiera encontrar en un bar.

“«Toco y me voy» es, musicalmente una original mezcla de rock, bossa, ska y

murga , con un ritmo bien marcado y una letra donde se exalta la belleza de éste deporte, y un llamado a inmortalizarlo, fue originalmente dedicada a Juan Román Riquelme y Ronaldinhio. El tema, además, fue seleccionada para diferentes propagandas y publicidades, entre otras, para la TV Pública y el diario Clarin.”

“‘Toco y Me Voy’ es una oda al fútbol. La letra utiliza metáforas futbolísticas para hablar sobre la vida y la importancia de vivirla con pasión y entrega, sin importar los obstáculos que se presenten”

“Toco y me voy” es una canción perteneciente al quinto álbum de estudio

de la banda argentina llamado “Los Hijos del Culo” del año 2000, la cual narra figurativamente el proceso y la experiencia estética que vive un jugador de fútbol dentro de la cancha cuando todo le sale y esto le da confianza para sentirse el mejor del mundo. Toca de primera, se mueve, regatea, aunque el rival coloque la barrera él la manda a guardar. Es un jugador excepcional.

“La frase ‘Te la toco de primera’ hace referencia a una técnica en el fútbol donde el jugador pasa el balón rápidamente sin detenerlo, simbolizando la toma de decisiones ágil y la habilidad para adaptarse a las circunstancias.”

Después de experimentar estas sensaciones y sentimientos dentro de la cancha, la banda relaciona lo que comúnmente en el mundo del fútbol se conoce como un “baile”, es decir, una forma de jugar en la que el equipo que tiene el control del juego la mueve de un lado al otro de manera bella, haciendo que parezca que el rival baila de un lado al otro al ritmo del equipo que domina, tanto dentro de la cancha como pudiera suceder dentro de un bar, relacionándolo con la vida cotidiana del aficionado.

“‘Toda la vida es un baile y te pueden bailar’ sugiere que la vida está llena de movimientos inesperados y que uno debe estar preparado para enfrentarlos.”

Luego comienza a hablar de lo que experimenta el aficionado fuera de la cancha, una psicosis colectiva que lo motiva a alentar a su club, mientras que, en su interior pasa por una experiencia estética, lo que pasa también por su mente y lo hace penar en que lo que está viendo, para él, es algo sagrado. Bien dice el coro de esta canción: “Toco y me voy, la camiseta es como un Dios, toco y me voy, no importa cuál sea el color”.

Haciendo referencia a que, dentro de esta psicosis colectiva, sin importar si los demás son simpatizantes o rivales de su equipo, todos los que participan son parte de esta “religión” que han formado. Se deben a una misma idea, deidad o Dios.

“La canción también habla de la devoción hacia la camiseta, que representa la lealtad a un equipo o causa, y cómo esta devoción es casi religiosa (‘La camiseta es como un Dios’).”

Bersuit Vergarabat, conocida por su estilo de rock con influencias de música latina y letras cargadas de crítica social y política, en esta ocasión se centra en el aspecto más festivo y unificador del fútbol. La canción celebra la alegría y la comunidad que se forma alrededor del deporte, independientemente de los colores o equipos que se sigan (‘No importa cuál sea el color’).”

Presentación musical RENT

P o r: Juan M. Díaz

Tras luego de una larga y extenuante preparación por parte del grupo de décimo cuatrimestre de la licenciatura en Comunicación, finalmente se estrenó el lunes 2 de diciembre en el teatro Fernando Calderón el musical RENT, una puesta en escena que le exigió a todos sus involucrados más que sudor y lágrimas para conseguir sacar adelante este ambicioso proyecto.

Fueron dos las funciones en las que el público fue testigo de esta impresionante muestra de talento de todos los estudiantes de la carrera de comunicación, más específicamente los grupos de décimo y cuarto cuatrimestre de la carrera, quienes lograron una gran sinergia en el escenario junto a otras instituciones educativas. Este proyecto tiene como objetivo culminar la última etapa en la vida universitaria del grupo organizador, haciendo de éste el primer “proyecto profesional” antes de dar comienzo a la vida laboral fuera de las aulas.

En ambas funciones, además del público, se contó con la presencia de las autoridades educativas de la Universidad, quienes al final de las presentaciones dedicaron unas últimas palabras de felicitaciones a los responsables, ofreciendo elogios al trabajo realizado y finalmente agradeciendo la presencia de todos en el auditorio.

El musical RENT forma ahora parte de una lista de proyectos que otra generación de alumnos ha culminado de manera exitosa en el legado de la licenciatura, siendo además de una calificación para la materia, un logro personal para los estudiantes de esta licenciatura que, a pesar de las dificultades que atravesaron

a lo largo del año, se van más que complacidos con el resultado final, el cual será recordado con aprecio a lo largo de los años.

Es considerada uno de los factores que causa mayor placer, porque escucharla favorece la producción del neurotransmisor llamado dopamina, que también se genera con la comida o el sexo.”

O definida como “el arte que consiste en dotar a los sonidos y los silencios de una cierta organización. El resultado de este orden resulta lógico, coherente y agradable al oído.”

“La violencia a lo largo de mi vida”

Un día, en clase con una maestra de la universidad, discutíamos cómo corregir a un niño que estaba siendo grosero o agrediendo a sus compañeros y a nosotros, los docentes. Las respuestas que propusimos fueron todas agresivas. La maestra nos comentó: “Me preocupa la manera en que quieren abordar estas situaciones, ya que es igual de agresiva.” Desde ese momento, me di cuenta de que había normalizado la violencia, y como ella dijo, eso es realmente preocupante.

No puedo describir lo impactante que fue para mí el primer congreso estatal de eliminación de las violencias. No solo por los temas que se abordaron, sino también por todo lo que aprendí sobre mi propio pasado y presente. Me hizo reflexionar sobre mis relaciones con los demás, cómo me he relacionado con ellos y cómo han sido mis experiencias pasadas. He comentado con mis amigos y mi familia que este congreso se centró mucho en temas legales, abordando leyes, artículos y otros aspectos que, como estudiante de psicopedagogía, me resultaron un poco confusos. Sin embargo, en ocasiones se presentaron datos estadísticos que eran tanto sorprendentes como alarmantes, lo que me llevó a reflexionar sobre la violencia que se está viviendo en todo el país.

No quiero detallar todas las conferencias que se llevaron a cabo en este congreso, ya que fueron muchas y, siendo sincera, algunas no las entendí del todo, mientras que en otras me enfoqué en los aspectos más importantes. Sin embargo, me gustaría resaltar algunas que realmente me dejaron una impresión duradera, que me llamaron la atención y que complementaron mi reflexión sobre la violencia y mi propia experiencia.

Mi experiencia desde pequeña con la violencia.

Es muy lamentable cómo, de pequeños, normalizamos muchas cosas; al menos, eso me ocurrió a mí. Crecí principalmente con mi mamá, mi papá y mi perro, ya que soy hija única. Cada domingo y en las festividades, visitábamos a mi abuela (la mamá de mi mamá), donde toda la familia se reunía: tíos, tías y primos. Siendo la más pequeña, pasaba tiempo con adultos y escuchaba todo tipo de comentarios que, como niña, no llegaba a comprender. Sin embargo, al ir creciendo y relacionándome con compañeros y amigos en la escuela, me daba cuenta de las diversas dinámicas en las que convivían en sus propias familias. Las cosas de las que hablan y su forma de

actuar reflejaban la convivencia a la que estaban acostumbrados.

Los comentarios de mi familia, que aún siguen, suelen ser pasivo-agresivos, llenos de sarcasmo y burlas sobre el físico de los demás, menospreciándolos. Yo prefería no participar en ese juego y siempre trataba de hacerme a un lado. Sin embargo, en la secundaria conocí a personas que mantenían la misma dinámica, y ahora, como adulta, entiendo que reflejaban lo que había vivido en mi familia. Me quedé con esas amistades, ya que era lo que conocía, pero mi forma de relacionarme con ellas era bastante brusca y “pesada”, como suelen decir.

Luego, como adulta, conversando con mis primos, reflexionamos sobre lo tóxica que era nuestra convivencia familiar. Siempre había menosprecio hacia los demás y críticas por las más mínimas cosas. Esta dinámica nos generó inseguridades y nos llevó a cuidarnos de otras personas, temerosos de ser juzgados, ya que constantemente nos juzgábamos entre nosotros.

Gracias a este congreso, me di cuenta de que sigo reproduciendo esas conductas, y lo peor de todo es que no soy la única. Las practicó, las recibo y las permito. Hablé con mi psicóloga sobre esto, expresándole que ya no quiero ser tratada de esa manera. Me duele que mis propios amigos

me digan insultos como si fuera una broma. Después de un tiempo, he decidido dejar de normalizar esas actitudes. Incluso llegué a pensar que estaba exagerando y que todo me lo estaba tomando demasiado a pecho.

Tipos de violencias

Quiero destacar que he tenido la suerte de no haber sufrido ninguna forma de violencia sexual en mi vida hasta ahora, y espero nunca tener que enfrentarlo. A veces olvidamos que la violencia se manifiesta de diversas maneras, no solo físicamente. Puede presentarse en distintos ámbitos: en el hogar, en la escuela, en la calle, entre otros. A continuación, describo algunos tipos de violencia:

● Física: Es la más conocida y a menudo la que consideramos como la única. Incluye todas las agresiones que afectan el cuerpo de una persona, como golpes, empujones y estrujones.

● Psicológica o emocional: Creo que esta es la más normalizada. Se refiere a cualquier acción u omisión destinada a controlar o degradar las decisiones, comportamientos o creencias de otros, a través de la manipulación, amenazas, humillaciones, entre otros.

● Sexual: Esta forma de violencia afecta a muchas mujeres diariamente. Incluye cualquier acto sexual, físico o verbal, no deseado o no aceptado por la otra persona. Puede dirigirse tanto a hombres

como a mujeres, utilizando fuerza física o psicológica.

● Económica: Común en las relaciones de pareja, ocurre cuando se utiliza el dinero para dominar o establecer relaciones de poder perjudiciales.

● De género: Este tipo de violencia es alarmantemente frecuente y puede llevar a feminicidios. Se refiere a actos violentos dirigidos contra una persona en función de su sexo o preferencia sexual. A menudo, estos actos son perpetrados contra mujeres y están relacionados con el control que algunos hombres creen tener sobre ellas.

Personas narcisistas

En el congreso había diversos talleres y mesas de trabajo muy interesantes que abordaban distintos temas. Uno de los talleres en el que participé fue el de relaciones narcisistas, ya que me despiertan mucha curiosidad. He leído y escuchado a varios profesionales hablar sobre cómo identificar a las personas narcisistas, pero a veces resulta bastante complicado.

Intentaba informarme sobre qué son las personas narcisistas, porque quería saber si en ese momento estaba conviviendo con alguien así o si lo había hecho en el pasado. Afortunadamente, no he tenido pareja hasta ahora y espero que cuando decida tener una, no sea una persona narcisista.

Sin embargo, me di cuenta de que algunas

de mis tías y, en ocasiones, mi propia mamá presenta rasgos narcisistas muy marcados.

Este taller me ayudó a complementar y profundizar mi comprensión sobre el tema. Algunas de las características son:

● Tienen un sentido exagerado e infundado de su propia importancia y talento (grandiosidad).

● Se preocupan por fantasías de logros ilimitados, influencia, poder, inteligencia, belleza o un amor perfecto.

● Creen que son especiales y únicos, y que solo deben relacionarse con personas de alto estatus.

● Necesitan ser admirados incondicionalmente.

● Se sienten con derecho a exigir atención y privilegios.

● Explotan a los demás para alcanzar sus propios objetivos.

● Carecen de empatía hacia las necesidades y sentimientos ajenos.

● Sienten envidia de los demás y creen que otros les envidian.

● Son arrogantes y altivos en su comportamiento.

Uno de mis miedos irracionales es que me encuentre con una persona narcisista o que, en algún momento, yo misma me convierta en una. Sin embargo, la psicóloga Zhiomara Velázquez nos recordó que todos tenemos rasgos narcisistas. Al escuchar su exposición, en varias ocasiones pensé: “Creo que yo también tengo alguno”. Pude identificar algunos de esos rasgos en mis propios amigos, pero pienso que el

simple hecho de cuestionarse sobre esto es una buena señal, o al menos eso espero.

Mamás buscadoras

Las mamás buscadoras compartieron con nosotros sus testimonios sobre la desaparición de sus hijos y el proceso que han vivido. Al principio, entendía que sería difícil, pero cuando comenzaron a hablar, pensé que sería más una exposición de datos estadísticos. No quiero decir que la presentación fuera ligera, ya que describían su experiencia, incluyendo el traslado a los diferentes lugares donde encontraban cuerpos sin vida o restos, sin saber si eran de humanos o animales. Sin embargo, en ese momento, las emociones no parecían desbordarse.

Al principio, realmente cantaba victoria, pensando que no sería una experiencia tan pesada, pero resultó ser todo lo contrario. La situación se volvió más difícil cuando una maestra del público agradeció a las dos mamás y a la hermana que siguen buscando a sus seres queridos. Después de siete años sin ver a su hijo, una de ellas expresaba su esperanza de seguir buscándolo; otra, tras meses sin ver a su hermano, se mantenía firme en su deseo de compartir más momentos juntos; y la tercera mamá, que llevaba dos años sin ver a su segundo hijo, seguía aferrándose a la esperanza de encontrarlo y poder velar a sus dos hijos juntos.

Solo vi cómo las lágrimas comenzaron a brotar de una mamá mientras miraba la

sudadera con la foto de su hijo, deseando con todo su corazón volver a verlo, no solo en una imagen, sino en persona y poder abrazarlo. Me rompí al escuchar a una de ellas llorar desconsoladamente mientras compartía su dolor: “Solo quiero encontrarlo. Ya no me importa si está vivo o muerto, solo quiero saber dónde está”. Hablaba de cómo, después de siete años, seguía mirando su cuarto, esperando verlo allí, cumplir su sueño de ser oftalmólogo y cómo, cada día, cada hora, cada minuto, lo extrañaba.

En ese momento, una hermana que buscaba a su hermano se levantó y comenzó a consolar a esa mamá. Fue una imagen dolorosa pero hermosa al mismo tiempo. Ellas mencionaban que, a pesar de los meses y años transcurridos, son principalmente las mamás y los papás quienes siguen buscando. Al final, te quedas sola, solo con la compañía de otras mamás buscadoras que comparten el mismo dolor.

Son personas fuertes, trabajadoras, valientes y con un gran valor. Una de ellas, además de haber tenido a su hijo secuestrado, perdió a su otro hijo meses después. A pesar de todo, sigue luchando por encontrarlo y poder hacer su duelo por ambos. Además, es una mujer ciega que se esfuerza continuamente por salir adelante.

A cualquiera de nosotros puede pasarnos algo así; un familiar puede verse afectado, e incluso nosotros mismos. Nos repetían:

“No confíen en cualquiera; ahora no sabes quién es quién, cuídense”. Ese día salí con el corazón destrozado y con mucho miedo. Vivir en México, y especialmente en Zacatecas, no hace más que afectar mi ansiedad social, y cada vez me siento menos inclinada a salir. Sin embargo, trato de cuidarme y, si algún día me encuentro en una situación así, que espero que Dios no suceda, deseo tener la misma fuerza y esperanza que tienen estas mamás para seguir buscando.

Sugerencias para intervenir en situaciones de violencia.

Creo que gracias a este congreso hemos tomado conciencia de cómo nuestro país y nosotros como individuos estamos expuestos a diferentes formas de violencia todos los días. ¿Pero qué podemos hacer al respecto? Como futuros psicopedagogos, nos enfrentaremos a generaciones cada vez más violentas, y debemos estar preparados para ello. A continuación, se presentan algunas sugerencias para ayudar específicamente a los alumnos:

Estrategias para crear un entorno educativo seguro:

1. Establecer un entorno seguro: Fomentar un ambiente donde todos los estudiantes se sientan seguros y respetados, implementando políticas claras contra el acoso y la violencia.

2. Capacitar al personal: Ofrecer

formación a docentes y personal sobre cómo identificar y manejar situaciones de violencia, así como sobre estrategias de intervención.

3. Fomentar la comunicación: Animar a los estudiantes a expresar sus preocupaciones y sentimientos, creando espacios seguros para compartir experiencias.

4. Promover la empatía: Realizar actividades que fomenten la empatía y el respeto entre compañeros, como juegos de rol, debates y trabajos en grupo.

5. Fomentar la participación estudiantil: Involucrar a los estudiantes en la creación de soluciones, así como organizar talleres recreativos o deportivos para promover la convivencia social.

Implementar estas estrategias puede contribuir a crear un entorno educativo más seguro y acogedor, donde se minimicen las situaciones de violencia y se promueva el bienestar de todos los estudiantes.

Sugerencias para intervenir en situaciones de violencia en el momento:

1. Evaluar la seguridad: Asegurarse de que es seguro intervenir. Si la situación es peligrosa, considera llamar a las autoridades o buscar ayuda profesional.

2. Ofrecer apoyo a la víctima: Acercarse a la víctima y ofrecerle apoyo. Preguntar si necesita ayuda y escuchar sin juzgar.

3. Hablar con la persona agresora: Si es seguro hacerlo, hablar con la persona que está actuando de forma violenta en un lugar privado y en un momento tranquilo.

Expresar preocupación y preguntar sobre su comportamiento.

4. Reportar la situación: Si la violencia es grave o persistente, considerar informar a las autoridades o a una organización de apoyo.

Conclusión

He tratado de cambiar como le hablo a los demás y a mí misma, ya que suelo a ser muy agresiva. He llegado a pensar que esto se debe a un miedo a ser vulnerable, utilizando la “broma” como mecanismo de defensa. O también por cómo me relacionaba o convivía con mi familia. Sin embargo, he comprendido que esto no justifica el acto de violentar o humillar a alguien.

La violencia en el país se ha vuelto cada vez más preocupante, al punto que ya no pienso dos veces en salir sola, ni de día ni de noche. Y no soy la única que siente así. La violencia abarca desde agresiones disfrazadas de bromas hasta feminicidios, homicidios o golpes. Es crucial entender que no debemos normalizar estas conductas; debemos hablar, establecer límites y no quedarnos en silencio.

Es complicado, especialmente porque a veces somos nosotros mismos quienes, de manera masoquista, elegimos permanecer en situaciones que nos dañan. Sin embargo, es fundamental estar conscientes y cuidarnos a nosotros mismos.

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