Fig. 13. La Tercera Piedra o Intiwatana
El MP se ubica en el área de mayor elevación del sitio arquelógico, sobre la colina terraceada de Concacha a 3.620 msnm. Se puede acceder a la plataforma donde está colocada, por una puerta a doble jamba. La doble jamba en el pensamiento incaico señala un espacio sagrado donde podía entrar solo una élite. El MP es un peñasco de forma ovoidal con un peso estimado de 36 toneladas, 4 metros de diámetro y 2,15 metros de altitud, dividido longitudinalmente en dos por un borde cincelado por la mano del hombre. Es probable que sea una roca andesítica (Castro Tamayo 2011:121) porque las medidas de su campo magnético evidencian como algunas partes tienen valores elevados, más de 100 μT (micro Tesla). Entonces, se trata de una roca dura, que presenta en su composición hierro. Su parte superior está grabada con más de 200 figuras: estructuras arquitectónicas, nichos, plataformas, canchas, canales, manantiales, andenes, estructuras geométricas que parecen reproducir qullka, o sea, lo que para los estudiosos representa el ordenamiento agrícola y social del Tahuantinsuyu, y con figuras antropo, zoo y fitomorfas. Sobre todas estas figuras se destacan, por número y dimensión, las de los felinos (Fig. 14).
Fig. 14. Particulares del MP
La cabeza de un puma está grabada en la parte inferior lisa, del monolito: Barrionuevo se refiere a él como al “puma que soporta al mundo’ (Castro Tamayo 2011:80), como si la roca hubiera sido el cuerpo de un felino llevando al cosmos sobre sus espaldas. Las imágenes presentes en la parte superior de la roca están en su
mayoría desfiguradas, puede ser por el vandalismo efectuado por los Españoles durante las campañas conducidas en el siglo XVI con el fin de desarraigar la idolatría. La mayoría de las partes claramente amputadas, atañe a una parte anatómica con la que se podía identificar más fácilmente al sujeto: la cabeza, que representa simbólicamente el resumen de lo mismo. Entonces, varias representaciones no son reconocibles a causa de las mutilaciones coadyuvadas por la erosión de agua y viento. Por eso, la ayuda de Ponce, que ha hecho una reconstrucción grafica del MP, es importante porque facilita el reconocimiento. También la postura de algunos animales representados nos ayuda: (por ej.: estar tendidos con las patas alargadas adelante, o con la barriga hacia abajo y las patas anteriores extendidas delante de la cara, o nada menos con la cara apoyada en la tierra entre las patas, son actitudes típicas de los felinos cuando están en una condición pacífica de descanso más o menos vigilante). Encontramos otros felinos, serpientes, lagartijas, cangrejos, sapos, langostas, un mono, aves, auquénidos, la representación fitomorfa de dos plantitas de maíz, 10 figuras antropomorfas, generalmente dispuestas en ‘pareja’, las que pueden ser representaciones de dioses, guerreros o antepasados, que según Gutiérrez, podrían recordar a las imagenes estilo Tiwanaku. En el MP está grabado un complejo sistema de canales que simbolizan acequias: el MP actúa la función de phaqcha simbólica, con su sistema hidráulico que lleva la lluvia u otros líquidos sagrados (chicha, sangre y orina) y los transporta hasta la tierra, o sea, la Pachamama, uniendo lo alto: hanan y lo bajo: hurin, el cielo y la tierra, los dioses y los hombres. Como sabemos, los líquidos que se deslizan representan a la fuerza creadora o camac que anima a la materia, de otro modo inerte, devolviéndola viva e impregnada de poder sagrado. En el MP están esculpidas argollas, muchas de ellas permiten el pasaje de los líquidos a través de su agujeros, los que van a caer sobre la Pachamama. Otras muchas, ubicadas sobre el borde cincelado, están encerradas y recuerdan a las descritas por Garcilaso de la Vega (1982), o sea, sobre el borde cincelado pudo haber una chapa de metal, quizás de oro, como las encontradas por los Españoles en el Qoricancha o Templo del Sol en Cuzco: los huecos servían para encastrar en la roca, oro o piedras preciosas. Como evidenció Pardo, las colas de algunos felinos y de algunas serpientes parecen confluir las unas en las otras y además en los canales que sirven para transportar los líquidos sagrados subrayando así la sinonimia entre felinos y serpientes y su relación con el agua. Según Van de Guchte, “the symbolic association of feline imagery with channeling fluids may also be related to the tail of the feline, which is thought to control the force of water and fertility in the lower part of Apurímac” (Staller 2008:301-2). Según Zuidema (1985:226), que considera el MP de Saywiti como la simbólica representación del valle donde está ubicado, “if the puma stone [el MP] represents the valley as a political unit, we can consider the irrigation system to be its tail”. El MP podría ser también una descripción topográfica correspondiente a la transposición simbólica del cielo sobre la tierra y con sus representaciones podría constituir “la imagen plástica de lo alto de la Divinidad que anima la tierra ordenada por la obra TESAPE ARANDU
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