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ESTUDIO COMPARATIVO DE PROGRAMAS DE VIVIENDA SOCIAL, GUATEMALA-ESPAÑA 1950

ESTUDIO COMPARATIVO DE PROGRAMAS DE VIVIENDA SOCIAL, GUATEMALA-ESPAÑA 1950

Doctor Omar Maldonado

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En el año 2007 se llevó a cabo un convenio de estudio doctoral entre la Universidad de Navarra, España, y la Universidad del Istmo, Guatemala. El estudio debía suscribirse a una época determinada -1950- y el tema elegido por mi persona fue: ¨Estudio comparativo de programas de vivienda social, Guatemala-España 1950¨. Con este tema busqué despertar la sensibilidad social que todo arquitecto debe poseer y que se puede llegar a agudizar aún más cuando se palpa la carencia de una vivienda digna, que cumpla realmente con los parámetros de servicios públicos1, además de considerar que los materiales con los que se construya sean de buena calidad, que posea confort, vías de acceso y un equipamiento urbano2 adecuado, sin descuidar su función y forma.

Teniendo conocimiento de que en Guatemala existe más de un millón de déficit habitacional3, más de cien asentamientos humanos, más de 2800 puntos vulnerables que son habitados por personas que buscan protección de las inclemencias del tiempo; es evidente la poca o nulas propuestas urbanas adecuadas al espacio. Todo esto me llevó a preguntar: ¿es posible hacer una propuesta de programas para vivienda social y digna, tomando como base las buenas prácticas llevadas a cabo en un tiempo y país determinado? Ante esta interrogante busqué una propuesta de mejora, para lo cual era necesario realizar un estudio comparativo, en este caso particular entre Guatemala y España. De esto se esperaría que pudiera surgir una propuesta de vivienda social digna: viable y factible.

Para la realización del estudio empleé un método de investigación comparativo de casos análogos entre Guatemala y España en la década de 1950; con el objetivo de poder crear un diálogo transatlántico entre estos países y entre 1956 -1965, años que se ven marcados por varias similitudes; es decir, situaciones paralelas en diversos niveles históricos en el orden político, financiero, poblacional y económico. De esa cuenta, fue necesario tener claro el valor que tendría el poder rescatar un legado, una historia de lo que se hizo en un momento determinado en Guatemala y en España.

Se definió la metodología presentado en un concepto el ¨qué¨ refiriéndose a las intervenciones que ofrecen ideas generales para desarrollar un proyecto, el ¨cómo¨ basado en análisis comparativo en cuestiones puramente sociales, económicas, financieras, políticas y de diseño; para, finalmente, definir la ¨fuente¨ que se refiere a la información obtenida de ambos países, a través de la revisión bibliográfica, entrevistas de campo y uso de la tecnología actual.

Dentro de las similitudes identificadas cabe mencionar: • Las políticas de vivienda en España fueron marcadas por una planificación estatal estratégica; mientras que en Guatemala estas fueron iniciadas por la autoridad militar, y no presentaban una planificación estratégica, por lo que estas no encajaron en la sociedad. • Ambos países vivían bajo gobiernos militares. • Se presentaron propuestas de solución de vivienda social bajo la lupa de protección del Estado. Esta ayuda a los más necesitados abrió paso a la solidaridad, por lo que encajó en forma perfecta el sistema “ayuda mutua esfuerzo propio”, que se practicaba en Guatemala. Este sistema consistía en que los futuros beneficiarios debían participar en la construcción de las viviendas, luego de cumplir con su jornada de trabajo de lunes a viernes (de 8 a 17:00 h) y el fin de semana inclusive, por ello surgió el nombre ayuda mutua esfuerzo propio. Era un trabajo agotador; sin embargo, la voluntad y la esperanza de poder contar con un techo propio pudo más que el cansancio. Este sistema de autoconstrucción, también se dio en España, con la diferencia de que los futuros propietarios solo llegaban los domingos, de ahí surge el término de domingueros, para todas las personas que colaboraban en la construcción de su futura vivienda. • En la década de 1950, en ambos países se vivió un fenómeno migratorio del campo a la ciudad, de forma escalonada. Todas estas personas que migraban a la ciudad buscaban mejores oportunidades de desarrollo y, por ende, de calidad de vida; sin embargo, ese sueño se veía frustrado porque no encontraban trabajo, y como consecuencia no tenían dinero para poder solventar sus necesidades básicas, se les hacía imposible pagar un alquiler, mucho menos pensar que podrían llegar a comprar una vivienda. Esto provocó que con el tiempo se vieran envueltos en pobreza, y no todos encontraban apoyo por parte del Estado. Ante esta necesidad urgente de proteger a su familia, se vieron obligados a apropiarse de espacios que no eran adecuados, pues se trataba de lugares vulnerables, principalmente porque se encontraban ubicados en laderas, cuyo peligro inminente eran los deslaves. Sumado a todo esto, en ambos países se vivían las secuelas de guerra: una civil en España, y una revolución cívica en Guatemala (1944). Es a partir de 1939, que se puede hablar de proyectos que se presentaron inicialmente como modelos a seguir, tanto en Guatemala como en España debido a su diseño, calidad de materiales y sistema constructivo; sin embargo, en Guatemala, con los constantes cambios de gobierno, no se respetaron dichos planes, ya que cada gobierno de turno deseaba implementar su propio programa, dejando por un lado la continuidad que debió darse.

En 1939, en España surgió el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), que dio inicio a los poblados de absorción4, cuyo objetivo principal era dar acceso a una casa barata, en un corto tiempo. En estos proyectos se puede notar la influencia que tuvieron en los arquitectos españoles, lo que se ejecutaba en Italia y Alemania. Es así como se puede apreciar en los proyectos de Oíza la influencia minimalista en Fuencarral A, mientras que De la Sota presenta un proyecto que traduce el lenguaje ruralista a través de su sensibilidad plástica.

La Elipa, cinturones de Madrid, vivienda social 1950

Los primeros proyectos de absorción dieron paso a los poblados dirigidos5, como Caño roto, que es un ejemplo de arquitectura que posee una sensibilidad neorrealista, además se pueden apreciar sus fachadas e interiores neoplásticos. Todos los arquitectos que sobresalen con sus proyectos en este período, habían viajado al extranjero, y es notorio –según sus propias vivencias-, la influencia que plasmaron a una cultura propia como la española.

En la Guatemala de los años cincuenta, se evidenció un crecimiento constante de la ciudad, y mayor al que se dio en España. Esto provocó que, al haber un aumento de vecinos, se diera la anexión de pueblos y municipios enteros a la ciudad. Para hacerle frente a esta problemática, en 1956 se realizó un convenio entre los gobiernos de Estados Unidos de América (USA) y el gobierno de Guatemala, a través del Instituto Interamericano de Vivienda (ICIV) con la propuesta varios proyectos de vivienda, dentro de los cuales se puede mencionar por su calidad y estudio urbano: los proyectos 4-3, 4-4 y 4-10 en la zona 6 de la ciudad capital6 .

Lo que tipificó al Proyecto 4-3 fue la optimización del espacio en una forma racional, pero en el que se olvidó por completo de un equipamiento urbano adecuado para el uso de los propietarios. No sucedió así en el proyecto denominado 4-4 en el que ya quedaron identificados los nodos de comercio. El proyecto que presenta ciertas modalidades que difieren de los anteriores, es el denominado Proyecto 4-10, el cual, al tener un área o plaza central con rasgos de identidad maya, pudo concentrar un equipamiento urbano y crear además un punto de encuentro, el cual provocó un espíritu de pertenencia. Mientras tanto, en España se estableció el plan Bidagor que hizo olvidar los tiempos y criterios con que se reconstruyó la ciudad en 1939. La época de los años cincuenta, estuvo marcada por una generación de jóvenes arquitectos, tales como Oíza, Sota, Cabrero, Fisac, entre otros. Gracias a la originalidad en sus propuestas, lograron que su nombre y piezas trascendieran. Lo que verdaderamente significó un aporte fue la solución presentada para la construcción de viviendas, con el fin de atender la creciente emigración que llegaba a los núcleos urbanos, así como para quienes vivían en los límites de la miseria, luego que sus viviendas fueran destruidas durante la guerra.

Vivienda Colonia C.A, zona 7, ICIV 1950. Fuente: CIRMA

Plano general de la distribución de vivienda de interés social, Proyecto 4-10, ubicado al norte de la zona 6, Ciudad de Guatemala, 1956 Fuente: Elaboración propia

Urbanismo y vivienda en Guatemala

El encuentro que tiene la pobreza con el tema urbano, da como resultado lo que se denomina “asentamientos humanos”. En los años cincuenta, como se indicó anteriormente, se dio un fuerte y marcado fenómeno de migración del interior hacia la capital. Las familias buscaban es un espacio donde habitar y desarrollarse, pero al no encontrarlo, se apropiaron de terrenos baldíos del Estado, ubicados en las laderas. Es así como en 1959 se forma la colonia “La Limonada”, un asentamiento humano informal en la compleja topografía del barranco ubicado en una de las zonas centrales de la capital, como lo es la zona 5.

La vulnerabilidad de los lugares elegidos para poder establecer un espacio donde habitar, la no intervención del Estado en este tema, provocó un crecimiento desmedido de asentamientos precarios hasta pleno siglo XXI, provocando invasiones de propiedades privadas, improvisación de uso de materiales no adecuados para la construcción; tal es el caso de uso de láminas y cartones, existencia de deficientes condiciones topográficas y de acceso vial. Esto dio como resultado vivienda totalmente vulnerables a desastres, viniendo a confirmar las pocas o nulas propuestas urbanas adecuadas al espacio.

Expansión de la ciudad

La expansión de los municipios que se da en la década de 1950, fue un buen momento para poder realizar una planificación de ensanche, se trazaron y ampliaron las vías hacia el sur y poniente de la ciudad, se definieron algunas trazas urbanas; pero no hubo continuidad, por lo que el crecimiento fue desordenado y, a partir de los años sesenta, no se hicieron estudios adecuados por parte de un equipo profesional para hacerle frente a un tema de gran envergadura como es la vivienda. Este crecimiento trajo consigo que la población más pobre siguiera también en un crecimiento desordenado, a tal punto de que en la actualidad en los barrancos de la capital viven más de medio millón de personas, en aproximadamente 214 asentamientos humanos precarios.

Maqueta proyecto Vivienda social, Multifamiliares, zona 3, Guatemala 1960, ICIV

La poca formación académica o de especialidad en un oficio de la población más necesitada, no permite el pago adecuado para calificar en crédito de vivienda. Se ha detectado históricamente que las personas que viven en el campo, al no poder encontrar medios de superación en su lugar de origen, se ven en la necesidad de migrar hacia la ciudad, pensando que acá lo encontrarán; sin embargo, al carecer de estudios adecuados, solo encuentran oficios informales, cuyo pago les hace imposible el poder siquiera rentar un espacio donde vivir y, ante la necesidad de protección, no les importa la construcción en áreas vulnerables como laderas.

Ante la alta densidad poblacional en la ciudad, una propuesta que vendría a aliviar este problema sería el apoyarse en el sistema de vivienda multifamiliar, lo que facilitaría una regulación de la ciudad. El único proyecto ejecutado en los años cincuenta por el Estado, bajo la supervisión del ICIV, fue el llamado Multifamiliares zona 3, (a la par de este sector, se encuentra el vertedero de basura más grande de la ciudad).

A partir de los años setenta, se realizan otros proyectos de propiedad en horizontal, pero se nota con claridad que no responde por completo para cubrir la necesidad de las personas que llegarán a ocupar dicho espacio, debido a que no hay un estudio previo para el equipamiento urbano y no es tomado en cuenta su entorno. Aprender del pasado para adaptarlo al presente, dar continuidad a lo bueno, es la clave para dar a la persona lo que merece como persona que es. Es ver cómo el pasado sí debe contar, para cuando se adapta a una época. Tal es el caso de lo que se hizo en la década de 1950 en España por Javier Saénz de Oíza y obras del siglo XXI por la firma “ah asociados”.

A nivel de vivienda social, se percibe un lucro sin medida de los ¨ lotificadores ¨ y no se ve potenciada la actividad de verdaderos ¨urbanizadores ¨ (constructor de ciudad). El efecto no es positivo sino todo lo contrario, no solo para estos habitantes sino para el resto de la ciudad.

Desde el pasado se ha demostrado que la no ordenación territorial, la falta de políticas de vivienda social, y el no procurar la vivienda vertical, no permiten consolidar zonas, provocando que no haya una integración. Además, estas fallas llevan que no existan áreas verdes, ni comunes para uso mixto; induciendo todo a la no inclusión de los usuarios y la comunidad, como los proyectos que actualmente se realizan.

Conclusiones y recomendaciones del estudio

El estudio comparativo permitió concluir y recomendar que: • El rescate de un legado histórico, de una historia, en el caso particular de Guatemala, demuestra cómo los buenos proyectos que pudieron ser referentes para el país, como los proyectos 4-3, 4-4 y 4-10 solo quedaron en una buena intención, debido que no tuvieron continuidad, tanto en lo morfológico como en lo edificatorio. • El origen conceptual con que se hicieron estos primeros proyectos en Guatemala (bien común, pensar en la persona) no se tomaron en cuenta para los siguientes proyectos en las distintas épocas. • En el caso de España, los proyectos que se iniciaron en los años 50, al tener un seguimiento de unas políticas de vivienda bien definidas, respetando su origen conceptual, en la persona y el bien común, sirvieron como referentes, para los proyectos que hoy en pleno siglo XXI se siguen desarrollando. • El hacer uso de las manifestaciones éticas8 de un profesional de la arquitectura, dan como resultado una buena propuesta de diseño para las personas que harán uso de ese espacio, y esto evidentemente coadyuvará a desarrollarse y crecer como lo que es: persona. • Se puede aprender del pasado, y de las buenas prácticas, que deben ayudarnos a hacer planteamientos estratégicos para el presente y futuro; pero para ello es necesario tener responsabilidad social empresarial.

• No se trata de copiar la experiencia española u otros proyectos realizados en distintas partes del mundo, sino de tomar como referencia dichas experiencias, y además es recuperar la experiencia guatemalteca en el proceso de hacer arquitectura. Es aprender de lo bueno que se hizo en un determinado momento como lo realizado en España y adaptarlo a una realidad en nuestra cultura y sociedad guatemalteca. • Dejar las puertas abiertas para poder abrir un diálogo sobre el tema y para desarrollar futuras investigaciones, que lleven a concretar manuales específicos para el desarrollo de proyectos urbanos de interés social y se vea clara la participación multidisciplinaria de profesionales.

Puente del Incienso ciudad, Guatemala

Notas

1 Se denomina servicio público, a la actividad que desarrolla un organismo estatal o una entidad privada bajo la regulación del Estado para satisfacer cierta necesidad de la población. (http://www.definicionabc.com/economia/ servicio-publico.php) 2 Conjunto de edificaciones y espacios, predominantemente de uso público, en los que se realizan actividades complementarias a las de habitación y trabajo, o bien, en las que se proporcionan a la población servicios de bienestar social y de apoyo a las actividades económicas. (http://www.hic-al.org/glosario_ definicion.cfm?id_entrada=27) 3 De acuerdo con información del Fondo

Guatemalteco de la Vivienda (Foguavi), del

Ministerio de Comunicaciones, el déficit de vivienda llega a un millón 220 mil 207. 4 Omar Maldonado Valle. La vivienda de interés social, análisis comparativo de programas de vivienda social, España-Guatemala, 1950. (España, Universidad de Navarra: 2015). P.101 5 Ibid. P. 132 6 Ibid. P.173 7 Ibid. P. 259 8 Ibid. P. 257

Referencia

Maldonado, Omar. La vivienda digna, la vivienda de interés social, análisis comparativo de programas de vivienda social España-

Guatemala, 1950. Tesis doctoral para obtener el título de Doctor. España, Universidad de

Navarra: 2015. # 401 p. Vivienda Social, Mendillori, España 2008 Fuente: personal

Intervención del Estado, vivienda Social 2015

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