Jardin des plantes
Para el joven axolotl, aquella estrecha pecera del acuario público no es otra cosa que una lúgubre celda de vidrio. Pero no se lo ve triste. Se limita a devolver una mirada fija e inexpresiva a sus visitantes porque ya ha pergeñado su perfecto plan de escape. Sólo debe esperar al escritor adecuado.
175