8 minute read

Nuestra Deuda Incalculable con Yeshe Tsogyal, Anam Thubten Rinpoche

Next Article
Notas

Notas

N U E S T R A D E U D A I N C A L C U L A B L E C O N Y E S H E T S O G YA L

AN AM TH UBT EN RI NPO CHE

Advertisement

El antiguo Tíbet se encuentra entre las grandes civilizaciones de la India y China, cuyas ricas culturas han extendido gran influencia sobre sus vecinos. Las fronteras entre las naciones Asiáticas han fluctuado dramáticamente con el tiempo. En ciertos períodos de la historia, el Tíbet tuvo poderosos imperios que gobernaban vastas tierras y grandes poblaciones que rivalizaban con las de otras potencias Asiáticas.

Al principio, la espiritualidad principal del Tíbet era el chamanismo indígena basado principalmente en la tradición oral. En el siglo VII, el rey Songtsen Gampo se casó con una princesa China y envió a su ministro, Thönmi Sambhota, a la India para estudiar idiomas y Budismo con el fin de desarrollar una lengua escrita para el Tíbet. Songsten Gampo construyó templos y tradujo textos del Sánscrito al Tibetano. Durante su vida, el Budismo en el Tíbet era todavía bastante nuevo y su pueblo no lo abrazó completamente.

El Budismo comenzó a tomar raíces más profundas y se convirtió en una tradición completa en el Tíbet durante el largo reinado del rey Trisong Detsen en el siglo VIII. Invitó a yoguis y eruditos de la India y otros países a traducir sutras, tantras y shastras al Tibetano, incluido el canon Budista. Construyó el Monasterio de Samye como el primer verdadero centro de aprendizaje Budista en su país. Shantarakshita estableció la orden monástica ordenando Tibetanos como monjes durante ese tiempo. Más tarde, el gran Mahasiddha Padmasambhava trajo el Budismo tántrico y las enseñanzas de Dzogchen y creó un orden yóguico. Muchos Tibetanos se iluminaron a través de sus enseñanzas, y algunos de sus famosos estudiantes son conocidos como los veinticinco discípulos. Esta fue una edad de oro para el Tíbet en todos los aspectos, tanto espiritual como políticamente. Los textos históricos a menudo describen a Shantarakshita, Guru Padmasambhava y el rey Trisong Detsen como los tres individuos responsables de establecer la tradición Budista completa en el Tíbet.

Pero hay otro individuo que es igualmente importante en la realización de tales tareas y esa es la dakini Yeshe Tsogyal. Nació en una familia noble y más tarde se convirtió en una gran yoguini y la discípula más cercana de Guru Padmasambhava. Padmasambhava dio muchas enseñanzas tántricas y de Dzogchen profundas porque ella las solicitó. Enseñó y mantuvo el linaje de Padmasambhava. Estamos en deuda con ella, porque si no fuera por ella, no podríamos disfrutar de estas enseñanzas invaluables del Budismo Tibetano, especialmente del linaje Ñingma. Alguien como yo que nació en la tradición Ñingma y se benefició enormemente de sus enseñanzas siente una fuerte afinidad y gratitud hacia ella.

Estoy muy emocionado de ver que la biografía de Yeshe Tsogyal, revelada por el Tertön Drime Kunga, ha sido traducida al Inglés. Esto será de beneficio para muchos, brindándoles una ventana a su vida iluminada que puede ser una poderosa fuente de inspiración y devoción. Este libro ilustra más que su vida exterior; también elucida su vida secreta suprema de despertar, su viaje hacia lo incondicionado o nirvana. Se llama “supremamente secreto” porque este aspecto de la vida no puede ser visto fácilmente por el mundo exterior. Por lo general, en la tradición Tibetana, los escritos sobre la vida de santos, místicos y Mahasidhas que se pueden ver se llaman biografías “externas”. Muchos de los eventos que tienen lugar en la biografía secreta de los maestros deben ser considerados como partes de un viaje trascendental que se desarrolla en su mundo “interno” de despertar espiritual. La mayor parte de la historia de la vida de Yeshe Tsogyal se encuentra en escritos reveladores, como los atribuidos a Taksham Dorje. Ella es mencionada en el antiguo registro histórico El Testamento de Ba (Sba bzhed), que es el texto más confiable sobre el establecimiento del Budismo en el Tíbet durante el reinado del rey Trisong Detsen. El autor era miembro de la corte del rey.

Este es un texto sagrado inspirador desde el punto de vista espiritual. Contiene una prosa bellamente escrita con el poder de conmover nuestros corazones. Describe a Yeshe Tsogyal como un ser humano auténtico, que pasó por sucesivas pruebas y tribulaciones. Muestra que, al principio, se enfrentó a muchos desafíos en su determinación de cultivar la Bodichita, el deseo ardiente de iluminarse por el bien de todos los seres vivos. Fue tratada como un objeto y maltratada por otros, incluso por sus seres queridos. ¡Qué penurias tuvo que pasar! Es algo con lo que podemos relacionarnos fácilmente. Su humanidad puede ser un puente entre nosotros y la iluminación, que parece estar más allá de nuestra comprensión. Por un lado, es iluminada y exaltada; por otro lado, es completamente humana y no se libró de las dificultades de la vida. Esto nos da a nosotros, que nos sentimos tan ordinarios, una aspiración a la liberación interior. Ella es un verdadero Bodisatva que nunca huye por el bien del consuelo ordinario, e invita a las circunstancias más desfavorables cuando es necesario para su despertar interior.

El texto nos da una imagen clara de ella siendo una verdadera tantrika que emprendió el camino de la devoción. La devoción es considerada uno de los principales métodos en el Budismo tántrico. Nos lleva a la entrega total, lo que lleva a dejar ir el aferramiento obsesivo a uno mismo, así como a conceptos dualistas. En cierto sentido, la devoción puede ser considerada como un camino extático, orientado al corazón que es dinámico y sorprendentemente transformador. Podemos experimentar la verdadera entrega a través de la devoción hacia varios objetos, como una deidad, un Buda o un gurú. Cultivar la devoción hacia un guru podría ser una práctica única del Vajrayana en lo que respecta al Budismo. Tal práctica puede ser muy poderosa, especialmente cuando el guru es una encarnación del amor y sabiduría. Uno de los puntos culminantes de su vida es su relación con Guru Padmasambhava, quien la abrazó con amor incondicional. Uno puede decir que es afortunada de haberse reunido no con cualquier guru, sino con Padmasambhava, quien es considerado por los Budistas Tibetanos como el segundo Buda, el océano de todas las cualidades iluminadas. Otras relaciones gurúdiscípulo, como las entre Tilopa y Naropa y, entre Marpa y Milarepa, son testimonio de lo poderoso que puede ser este camino.

Esta biografía muestra no solo que Yeshe Tsogyal es valiente y está llena de devoción sin ego a su camino y a su gurú, sino también que es una sostenedora de sabiduría al más alto nivel. De hecho, la primera parte de su nombre es la palabra “yeshe”, que significa “sabiduría primordial.” Esto es lo mismo que el término “sahaja jina” en la tradición Vajrayana, que es la sabiduría innata que conoce la verdad más profunda de todo, incluyendo la verdadera naturaleza de uno. Esta visión va más allá del intelecto o del conocimiento conceptual. Ella es alguien con la visión más profunda de la vacuidad que tiene la riqueza del amor y la compasión. Esta es la razón por la que se convirtió en una maestra extraordinaria con la capacidad de enseñar el Dharma más profundo y despertar a otros en su vida. Es considerada como una de las principales maestras del linaje Dzogchen.

Yeshe Tsogyal es venerada como un ser iluminado en un cuerpo humano, inseparable de Buda Samantabhadri y Vajravarahi. En el linaje Ñingma, la consideramos como uno de los principales maestros del linaje. Practicamos su sadhana, donde se la representa en la forma de una diosa tántrica divina o una dakini. Un ejemplo de esto es una sadhana revelada por Jigme Lingpa en la que aparece en la forma de Vajrayoguini. En el pasado, esta sadhana en particular era practicada por casi todos los monasterios Ñingma.

Al final, puedes considerar tanto a Padmasambhava como a Yeshe Tsogyal como maestros fundadores del linaje Ñingma. Incluso hoy en día, sus enseñanzas están influenciando constantemente en las mentes y los corazones

de muchos. Sus enseñanzas llegaron principalmente a través de las revelaciones visionarias de varios tertöns.

Podría haber habido yoguinis Tibetanas antes que ella, sin embargo, es justo decir que Yeshe Tsogyal es la primera mujer Tibetana notable que se convirtió en una gran maestra de la práctica del Budismo. Esto confirma que es una figura histórica importante, como algunos de esos iconos espirituales que permanecerán en nuestra memoria colectiva durante muchas generaciones. Después de ella, hubo muchas mujeres místicas, santas y Mahasidhas en el Budismo Tibetano, como Machik Labdrön. En general, la tradición Ñingma ha producido un gran número de maestras veneradas, desde el pasado hasta el presente. También es inspirador ver que muchas excelentes maestras de Dharma están emergiendo tanto en Oriente como en Occidente en la actualidad.

Estoy muy agradecido a Lama Yeshe Wangmo por crear esta biografía en Inglés. Ella ha sido una buena amiga mía durante muchos años. Es una maravillosa maestra de Dharma Occidental que ha completado el retiro tradicional de tres años dos veces, es una maestra de rituales sagrados y es muy erudita en la doctrina. Por encima de todo, es alguien que encarna la sabiduría interior y vive el Dharma. Ha estado trabajando incansablemente para compartir la sabiduría de Yeshe Tsogyal durante muchos años. Lama Wangmo también ha estado ayudando al convento de monjas en Tsogyal Latso en el Tíbet, el lugar de nacimiento de Yeshe Tsogyal. Recientemente, Lama Wangmo construyó un hermoso templo, que es una gran bendición para las monjas. Le agradezco todas las cosas buenas que está haciendo en este mundo. Muchas gracias a la traductora, Chöñi Drolma, y a Shambhala Publications por colaborar en este esfuerzo.

ANAM THUBTEN RINPOCHE es el fundador y consejero espiritual de la Fundación Dharmata. Es el autor de Embracing Each Moment (Shambhala, 2016), No Self, No Problem: Awakening to Our True Nature (Shambhala, 2013), y The Magic of Awareness (Shambhala, 2012).

This article is from: