CDMX BAJO EL AGUA

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CDMX BAJO EL AGUA

COLAPSA MOVILIDAD TRAS ANEGACIONES

CICLOVÍA EN DISPUTA

La Ciudad de México se encuentra nuevamente en un debate urbano que trasciende el pavimento: la instalación de una nueva ciclovía sobre Avenida Universidad, proyectada como parte del ambicioso corredor ciclista “La Gran Tenochtitlán” que recorrerá más de 30 kilómetros desde el Zócalo hasta el Estadio Azteca.

Aunque el proyecto ha sido presentado como una apuesta por la movilidad sustentable.

la seguridad vial y la recuperación del espacio público, su implementación ha desatado tensiones entre vecinos, comerciantes y autoridades locales.

En colonias como Villa de Cortés y otras aledañas, los comerciantes han alzado la voz, preocupados por la pérdida de espacios de estacionamiento que, según ellos, podría traducirse en una disminución drástica de clientes.

Restaurantes, papelerías, ferreterías y pequeños negocios familiares temen que la ciclovía desplace el flujo vehicular que tradicionalmente alimenta su actividad económica. Algunos han reportado caídas de hasta un 50% en sus ingresos en zonas donde ya se han instalado tramos piloto.

ES LEGAL Y ÉTICAMENTE VÁLIDO PRIORIZAR

LA MOVILIDAD CICLISTA SOBRE EL ESTACIONAMIENTO VEHICULAR

Los vecinos, por su parte, se dividen entre quienes celebran la iniciativa como una forma de mejorar la calidad del aire y reducir accidentes, y quienes consideran que el proyecto fue impuesto sin suficiente consulta ciudadana.

El caso de Avenida Universidad es emblemático de los retos que enfrentan las ciudades contemporáneas: cómo equilibrar sostenibilidad, economía y participación ciudadana en un entorno cada vez más complejo

A pesar del rechazo por parte de locatarios ubicados en Avenida Universidad, en la Alcaldía Benito Juárez, al proyecto de una ciclovía, los vecinos pidieron mejorar el diálogo y la difusión de información para evitar su aplazamiento.

A raíz de la licitación para la ciclopista en Calzada de Tlalpan, y sus conexiones en Acoxpa y División del Norte, los reclamos por la infraestructura en Avenida Universidad cobró fuerza, sobre todo por empresarios y locatarios que señalan una posible afectación económica por la pérdida de espacios para estacionamientos de clientes.

“Los restaurantes han tomado este argumento de un posible aumento a la inseguridad, afectación a sus ingresos y un supuesto caos vial, todo sin pruebas, cuando ya se ha comprobado que las ciclovías aumentan el flujo peatonal y, a su vez, el consumo en negocios locales”, comentó Ximena Rojas, ciclista y habitante de la Alcaldía Benito Juárez.

La ciclovía, aún sin licitación formal, fue anunciada por el Gobierno de la Ciudad de México a principios de junio con una ruta desde la Glorieta SCOP hasta Ciudad Universitaria, esto como parte de la meta de 80 kilómetros anuales de inversión en infraestructura ciclista.

Sin embargo, habitantes de las colonias aledañas aseguran que no fueron consultados para el proyecto, razón por la que han impulsado una petición en línea que acumula 7 mil 793 votos en contra.

“Esta avenida no está preparada para tal cambio, principalmente por la insuficiencia de estacionamientos y el elevado volumen de tráfico vehicular que ya soporta. Solo en el primer tramo de la Avenida Universidad operan más de 300 negocios”, detalla la petición en contra del proyecto.

Sin embargo, ciclistas señalaron la necesidad del confinamiento sobre la vialidad debido a la existencia de cruces peligrosos que ya han ocasionando siniestros viales.

“Cada sentido de la avenida tiene al menos un carril completo que se usa para estacionamientos, a pesar de estar prohibido por ser vía primaria, entonces, la colocación de un carril para bicicleta sólo significa recuperación del espacio público que ya se había perdido al automóvil”, comentó Julio Suárez, ciclista de la Alcaldía Benito Juárez.

CIUDAD DE MÉXICO

CDMX BAJO EL AGUA

COLAPSA MOVILIDAD TRAS ANEGACIONES, por AIRE, TIERRA y SUBTERRÁNEA

Pasajeros varados en AICM, vialidades se convirtieron en corredores fluviales

La Ciudad de México ha vivido una semana marcada por el caos, la incertidumbre y la vulnerabilidad urbana.

Las lluvias torrenciales que azotaron la capital desde el pasado lunes no solo dejaron calles inundadas, sino que evidenciaron con crudeza las fragilidades estructurales de una metrópoli que, pese a su tamaño y complejidad, sigue sin estar preparada para enfrentar fenómenos climáticos extremos.

Las anegaciones alcanzaron niveles históricos, provocando el colapso simultáneo de los principales sistemas de transporte: aéreo, terrestre y subterráneo.

El Aeropuerto Internacional Benito Juárez suspendió operaciones por más de una hora, afectando decenas de vuelos nacionales e internacionales.

Las pistas se convirtieron en espejos de agua, y las maniobras de aterrizaje y despegue fueron canceladas ante el riesgo de accidentes.

de afectaciones.

En tierra, el panorama fue igualmente desolador. Las principales avenidas Viaducto, Periférico, Insurgentes, Circuito Interior se transformaron en corredores fluviales, con vehículos atrapados, árboles caídos y pasos a desnivel completamente inundados.

Bajo puentes como el de Tlalpan y Zaragoza, el agua alcanzó niveles que obligaron a cerrar el tránsito por horas, generando un efecto dominó en toda la red vial.

El Metro, columna vertebral del transporte público capitalino, sufrió interrupciones críticas.

La Línea A suspendió servicio entre Peñón Viejo y La Paz debido al ingreso de agua a las vías, mientras que otras líneas reportaron retrasos, filtraciones y estaciones cerradas.

El Metrobús, por su parte, tuvo que cerrar 17 estaciones de la Línea 1, dejando a miles de usuarios sin alternativas de movilidad.

atrapadas en sus hogares, trabajadores sin forma de llegar a sus empleos, estudiantes sin clases, y una ciudadanía que, una vez más, se enfrenta a la fuerza de la naturaleza con recursos limitados y respuestas tardías.

Las autoridades han desplegado operativos de emergencia, pero el llamado sigue siendo claro: evitar salir de casa salvo en casos estrictamente necesarios.

Esta semana, la CDMX no solo se inundó de agua, sino también de preguntas urgentes sobre resiliencia, planeación urbana y justicia climática.

¿Cómo se prepara una ciudad para lo imprevisible? ¿Qué infraestructura necesitamos para proteger a sus habitantes? ¿Cuánto más podemos resistir antes de transformar radicalmente nuestra relación con el entorno?

El calvario del AICM, Dejan las lluvias varados vuelos nacionales y extranjeros y se Cuestionan obras de mantenimiento y los recursos que se destinaron.

horas del domingo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), sin embargo, las inundaciones en las pistas debido a una fuerte tormenta provocó que la aeronave fuera desviada.

Su intención era llegar a la Ciudad para tomar un vuelo de All Nippon Airways (ANA) con destino a Tokio, Japón, en donde tenía programado reunirse con su novia, pero el avión en el que viajaba fue desviado a Acapulco, Guerrero. Después de un rato, abordaron nuevamente y esperaron por más de una hora a que se les autorizara despegar. Finalmente, el vuelo fue cancelado.

Dieron boletos de comida y de estancia en un hotel, pero las filas eran enormes, yo creo que éramos, pues imagínate, los pasajeros de seis vuelos, todos ahí”, indicó.

Mientras esperaba para registrarse en un hotel, Pacheco revisó si podía cambiar su vuelo a Tokio, que salía a las 6:00 horas de la Ciudad, sin embargo, no había opciones, más que presentarse en el mostrador.

El domingo, a las 19:45 horas y por un espacio de cuatro horas, el AICM suspendió las operaciones de aterrizaje y despegue, lo que afectó 104 vuelos y a 14 mil 892 pasajeros.

Entre los afectados estuvo Antonio Castillo, quien volaría con Aeroméxico a Hermosillo, Sonora, después de haber estado en la CDMX.

“Mi vuelo para Hermosillo salía a las 9 de la noche del domingo, pero se canceló por la lluvia. Nos mandaron a formar, pero había muchísima gente, miles, me atendieron a las cuatro y media de la mañana y me dieron un boleto para las 2 de la tarde del lunes.

“Yo conseguí hospedaje en un hotel del Centro y cuando me levanto en la mañana veo que lo reprogramaron para las cuatro de la tarde. Cuando ya venía para acá ya estaba cancelado. Entonces, tengo que formarme para que me reasignen otro vuelo”, narró.

Ante la suspensión de vuelos en el AICM, especialistas consideraron urgente revisar el sistema de drenaje de la terminal aérea. Rogelio Rodríguez, especialista del sector, comentó que las anegaciones se producen por el lugar en la que fue construido, pues son terrenos improvisados en los llanos de Balbuena, que por su naturaleza son fangosos y poco absorbentes.

Recordó que desde el sexenio del ex Presidente Vicente Fox se llevaron a cabo inversiones para crear un sistema de drenaje y cuestionó si estas han recibido mantenimiento.

“Lo que se debería revisar es ¿qué ha pasado con estas obras? Saber si se les ha dado mantenimiento o si ya no son eficientes.

Sabemos que el aeropuerto carece de recursos, porque los recursos que deberían tenerse se van al pago de los bonos de la cancelación del aeropuerto de Texcoco”, apuntó.

Recordó que antes de 2019 se hacían mantenimientos constantes y permanentes, y reconoció que, aunque actualmente se asignan recursos para ese rubro, no son suficientes. Fernando Gómez, también especialista, coincidió en que faltan recursos.

“Es un problema anual y estructural, el cual ya se debió haber atendido con un presupuesto para el aeropuerto. Urge revisar que está pasando con el sistema de desazolve”, destacó.

La Ciudad de México, normalmente vibrante y caótica por su tránsito, se ha transformado en una metrópoli detenida por el agua. Las lluvias torrenciales que azotaron la capital durante la última semana no solo desbordaron coladeras y canales.

Sino que convirtieron sus arterias principales en ríos urbanos, desdibujando los límites entre infraestructura y naturaleza.

Viaducto, Periférico, Insurgentes y Circuito Interior vialidades que sostienen el pulso diario de millones de personas— se vieron sumergidas bajo corrientes de agua que arrastraron vehículos, derribaron árboles y bloquearon pasos a desnivel.

Bajo el puente de Francisco Morazán, en Jardín Balbuena, el agua alcanzó niveles que impidieron el paso vehicular en ambos sentidos.

En Avenida 8 y Circuito Interior, un camión quedó atrapado por la acumulación de agua, mientras que en Gran Canal del Desagüe se cerraron carriles por completo.

La escena se repitió en múltiples puntos de la ciudad: autos flotando como barcas improvisadas, peatones buscando refugio en banquetas elevadas, y brigadas de emergencia trabajando sin descanso para desazolvar drenajes colapsados.

Las imágenes que circularon en redes sociales mostraron un Viaducto Río de la Piedad irreconocible, con el agua cubriendo por completo la carpeta asfáltica.

Este colapso vial no solo representa una crisis de movilidad, sino también una advertencia urgente sobre la fragilidad de la infraestructura urbana frente a fenómenos climáticos cada vez más intensos.

Las autoridades han activado operativos de limpieza y desagüe, pero el llamado a la ciudadanía es claro: evitar transitar por zonas afectadas y atender las indicaciones de seguridad.

La CDMX, por ahora, sigue luchando por recuperar su ritmo, mientras sus calles recuerdan que, cuando la lluvia cae con furia, hasta el concreto más firme puede ceder ante la fuerza del agua.

Tláloc, nos recordó el poder de la naturaleza y sin infraestructura pluvial el caos y el desborde en la Ciudad de México.

ROBO DE AUTOPARTES en la CIUDAD

Hace pocos días, se implementó un operativo coordinado entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Fiscalía General de Justicia y fuerzas federales; Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina y la Guardia Nacional.

La operación terminó con la detención de un hombre y el aseguramiento de 16 toneladas de autopartes en la Colonia Santa María Aztahuacán (Iztapalapa).

El despliegue es parte de la estrategia integral para combatir el robo de vehículos y autopartes en la Ciudad de México.

Los inmuebles intervenidos quedaron bajo resguardo policial. Fue un operativo importante, pero no el primero y definitivamente no el último.

Apenas en junio pasado, se detuvo a Adrián Escobar (“El Raider”) y se aseguraron 81 toneladas de autopartes en la Colonia Ex Hipódromo de Peralvillo (Cuauhtémoc).

En mayo, las autoridades federales y locales realizaron un megaoperativo (Fortaleza) en 2 alcaldías de la CDMX y 17 municipios del Edomex, donde detuvieron a dos hombres y decomisaron un total de 203 toneladas de autopartes.

Y así sucesivamente, sólo el operativo Fortaleza ha alcanzado casi las tres mil toneladas de autopartes decomisadas entre CDMX y Edomex:.

OPERATIVOS CDMX

Los operativos son rentables: dan buena imagen, se decomisa mucho, salen bien en la prensa, pero no detienen el delito.

30 cateos en CDMX con mil 600 toneladas de piezas aseguradas y 52 cateos en el Edomex con mil 200 toneladas incautadas.

Todo esto sin contar con las detenciones e inmuebles asegurados. Sin embargo, a pesar del esfuerzo, el robo de autopartes sigue creciendo de manera imparable. En 2015 comenzó el aumento de este delito hasta llegar al 2018 (SESNSP, 2025).

Ese año fue un parteaguas porque el aumento del robo de autos (similar al de autopartes) se detuvo y comenzó a decrecer hasta el 2024, cuando registró un ligero aumento (frente al de autopartes que después de una breve caída se recuperó de inmediato).

Hasta que en el 2021 después de la pandemia se produjo el “sorpasso”: el robo de autopartes superó al de los autos.

El incremento llegó en el 2023 a su punto más alto (11 mil denuncias), en un delito donde casi nadie denuncia (al revés del robo de auto donde hay que denunciar para el seguro).

ROBO DE AUTOPARTES

Y lo último, ¿ha visto que las dos líneas de tendencia del robo de autopartes-auto se comportan igual hasta el 2021, donde se comportan de manera exactamente inversa? ¿Sabe qué puede significar eso? Que son los mismos ladrones que dejaron un mercado; el robo de autos para pasarse al de autopartes.

Esto se entiende perfectamente porque, el robo de autopartes es menos peligroso, la pena es menor, la flagrancia no existe y además, la “reducción” de lo robado es muy sencilla. El problema es que hay que robar mucho para tener buenas ganancias.

Estos números muestran un mercado maduro con capacidad para manejar grandes volúmenes de stock y reponer cortes sin dificultades.

El Gobierno sabe esto, pero la única solución que propone es el operativo. De hecho, desde el 2015 se han sucedido oleadas de operativos sin que los números dejen de crecer. No lo hacen, precisamente porque el mercado puede suplir esas cantidades relativamente pronto.

En este sentido hay dos detalles a considerar: ¿ha notado que se decomisan 3 mil toneladas, pero se detiene sólo a una persona (el cuidador del almacén)? ¿Y el resto de los operadores? ¿Por qué nunca caen? La respuesta es sencilla: ya sabían del operativo.

Y lo último, ¿ha visto que las dos líneas de tendencia del robo de autopartes-auto se comportan igual hasta el 2021, donde se comportan de manera exactamente inversa? ¿Sabe qué puede significar eso? Que son los mismos ladrones que dejaron un mercado (el robo de autos) para pasarse al de autopartes.

Y esos, nunca caen.

TAPAN UN SOLO BACHE Y SE FORMAN 28 MÁS

Automovilistas esquivan baches del tamaño de un auto en la carretera PicachoAjusco.

En un recorrido de 2.4 kilómetros se detectaron 28 hundimientos en la carpeta asfáltica provocados por las intensas lluvias.

Los vecinos afirman que cada temporada sufren por las inundaciones, el tráfico y los pozos, aunque advierten que ahora son más grandes y profundos que en años pasados.

En la esquina de la Calle Acanceh hay cuatro y ocupan dos de los tres carriles; para no caer en ellos, los conductores provocan largas filas de autos. “Vinieron a tapar los baches, pero dejaron su basura”, lamentó un conductor que cayó en uno.

La mayoría de los pozos tienen 15 centímetros de profundidad. Y tampoco los peatones se salvan. La intensa corriente de agua que baja por la carretera panorámica ha provocado deslaves y daños en aceras.

“Está horrible, te patinas con la tierra, los hoyos no se ven en la noche y pueden provocar accidentes dijo un motociclista.

De acuerdo con información de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), el 29 de julio se realizó una jornada para atender 97 baches en la Ciudad, uno de ellos ubicado en la carretera PicachoAjusco.

El 31 de julio la arquitecta Analleli Ramírez y personal de la Alcaldía Tlalpan realizaron un recorrido de diagnóstico por la zona afectada. Desde entonces, afirman automovilistas, no sólo no se han tapado los baches, sino que se han formado más

El 31 de julio la arquitecta Analleli Ramírez y personal de la Alcaldía Tlalpan realizaron un recorrido de diagnóstico por la zona afectada. Desde entonces, afirman automovilistas, no sólo no se han tapado los baches, sino que se han formado más.

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