Vivir, Vivir

Discursos del odio. El poder de la palabra

El poder de la palabra es mucho más grande de lo que nos podemos imaginar, no somos conscientes de su gran impacto, y no solo en el exterior, en otras personas, sino también en nosotrxs mismxs, mismamente en la manera que tenemos de hablarnos.

La palabra es el vínculo que da expresión a nuestros pensamientos y viceversa, nuestras palabras son semillas en nuestra mente que provocan pensamientos.

El poder de la palabra era bien conocido desde el principio de los tiempos, su poder para crear, invocar, curar… era frecuentemente utilizado, al igual que para todo lo contrario, como lo sigue siendo en la actualidad.

La palabra es vibración en definitiva y la vibración es uno de los componentes principales

del universo junto con la energía y la frecuencia, que dan sentido y forma a todo lo que es, de lo que existe, de lo que está hecho todo y en consecuencia también nosotrxs mismxs, como se podría explicar desde la perspectiva de la ciencia. Desde la metafísica, o desde un plano más espiritual y religioso la palabra es una manera de conectar con los demás y comunicarnos con Dios, (*entendiendo en este punto lo que cada unx entienda por Dios) de aquí la importancia de las oraciones, plegarias, invocaciones, mantras, etc. El poder de la palabra y su significado e intención son indudables.

Precisamente no ser conscientes de este inmenso poder, o serlo cínicamente y sembrar con palabras y mensajes tóxicos no importando sus consecuencias, es lo que en demasiadas ocasiones hacen todo tipo personajes con mucho poder de expansión en sus mensajes, y que contaminan de manera consciente o inconsciente nuestras vidas.

En los últimos tiempos y en una sociedad cada vez más polarizada, donde el equilibrio comienza a brillar por su ausencia, los discursos extremistas y

de odio, han cogido mucha fuerza, y sus efectos se están empezando a notar y las cifras nos dan fe de ello.

Es nuestra responsabilidad estar despiertos ante este tipo de mensajes de odio, de la separación, del sálvese quien pueda, o esto no va conmigo, y de no entender y respetar la diversidad.

Ser conscientes de su poder e impacto, y no dejarnos atrapar por ellos, identificarlos, conocer cómo nos afectan y obrar en consecuencia, es también parte de nuestro trabajo interior.

Buscando el equilibrio

Podemos tener una actitud pro-activa en lugar de re-activa y trabajar en/por:

+Ser espejo y hacer conscientes a las personas

que lo utilizan, así como de el efecto que provoca en los demás.

+Ser ejemplo con nuestras palabras y más aún con nuestros actos de que buscamos el equilibrio frente al extremismo.

• Personas que buscamos la unión y no la confrontación. • El respeto frente a la intolerancia. • Aceptación frente al rechazo. • Generosidad frente al egoísmo. • Amor frente al miedo. • Mirar desde la curiosidad y no desde el juicio. Este es un trabajo interno de cada unx de nosotrxs, como lo es también ser muy conscientes de que tipo de palabras, de qué tipo de historias nos contamos a nosotrxs mismxs, porque de cómo nos hablamos (la mayoría de las veces inconscientemente o en modo automático) así serán los resultados que obtengamos en nuestra vida.

Tenemos el poder de cambiar el mundo y la palabra es una gran herramienta, pero más aún lo eres tú con tu ejemplo, así que emplea palabras amables, positivas a tu alrededor y verás los resultados.

Demuestra con tus actos que también eres coherente entre lo que dices y lo que haces.

Sé tú, el ejemplo con tus actos. Ya sabes el refrán que dice: el movimiento se demuestra andando.

Pedro Serrano

LGTBCoach /Hazte Consciente

www.pedroserrano.coach