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Historia

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La Pluma Invitada

La Pluma Invitada

Cuando nuestro país vivía sumergido en la

asfixiante y pacata tradición cultural del

tardofranquismo, cuya política de odio y represión consideraba a los homosexuales como ‘desviados y maleantes’, una marea volcánica de libertad y diversidad recorrió, como una onda expansiva, la costa malagueña. Su centro fue Torremolinos y su núcleo más incandescente no podía ser otro que el conocido como Pasaje Begoña.

Separado del núcleo urbano y compuesto por un centenar de apartamentos, el Edificio Begoña albergaba en su seno el citado pasaje, con numerosos locales en los que se promocionó todo tipo de oferta cultural y musical: flamenco, rock, jazz o folk. Todo ello desde un aperturismo social y sexual que atrajo, incluso, a un cada vez más numeroso y diverso público europeo y americano.

Nombres como La Sirena, La Boquilla, The Blue Note, Le Fiacre o Serafino, algunos de ellos regentados por extranjeros residentes en aquellos años en Torremolinos, fueron locales de ambiente conocidos y frecuentados por las celebridades de la época. Así, durante

la década de los 60 e inicios de los 70,

intelectuales, políticos y celebridades de la talla de Waldo de los Ríos, John Lennon,

el mánager de los Beatles Brian Epstein,

Massiel o Sara Montiel, frecuentaron la también llamada ‘isla de la libertad’.

Pasaje Begoña de Torremolinos: historia viva del movimiento LGTBI

El espacio conocido como “Stonewall español” cumple el 50º aniversario de la redada policial que mermó su actividad en 1971.

La diversidad cultural y sexual fue la seña de identidad de este rincón del municipio malagueño. Con la libertad como emblema, Torremolinos se convirtió en destino turístico clave para aquellos homosexuales, turistas o ciudadanos que pedían vivir al margen de las restricciones de la dictadura.

Pero este clima feliz, vivo durante más de una década, quedó herido de muerte hace ahora 50 años. Efectivamente, el 24 de junio de 1971 -Noche de San Juan- acontece la famosa redada policial

que reprimió el Pasaje Begoña, oscureciendo este punto de color que brillaba con luz propia

desde Torremolinos en aquella España en blanco, negro y grises. En torno a 300 personas fueron identificadas y más de un centenar detenidas y trasladadas a Málaga para su identificación. A causa de dicha redada, el Pasaje Begoña es también

conocido como el Stonewall español.

Ordenada por el Gobernador Civil de Málaga, Víctor Arroyo, aquella maldita redada supuso que muchos de los locales fueran clausurados. La mayoría cerraron para siempre, iniciándose así un período oscuro para el Pasaje Begoña; aunque cueste creerlo, este icónico callejón ha permanecido en

la sombra de la memoria colectiva durante más de 40 años.

Estos acontecimientos han sido recordados por la intensa labor de la Asociación Pasaje Begoña, fundada en 2018. Gracias a su trabajo de investigación y de divulgación, que ha dado visibilidad a esta historia de diversidad y libertad, el Pasaje Begoña hoy es considerado como Lugar

de Memoria Histórica y Cuna de los Derechos y Libertades LGTBI.

Sirva este artículo como alegato a favor de la

libertad, la diversidad y la tolerancia. Sirva para recuperar la memoria de aquellos acontecimientos aún no tan lejanos. Y sirva de aviso para aquellos que piensan que los derechos conquistados son ya definitivos. La mecha del odio puede prender en cualquier momento -los inquietantes acontecimientos de este verano son prueba de ello- para volver a tiempos pasados en blanco y negro. Y con nuevos grises.

César López Gómez

Docente y divulgador del patrimonio

Pasaje Begoña. Medalla de Torremolinos

La Medalla de Torremolinos, máximo galardón de la ciudad, se ha otorgado el mes de septiembre “a la memoria viva del Pasaje Begoña, en el cincuenta aniversario de la redada que aconteció en dicho enclave, y a la asociación que trabaja por la recuperación de la memoria histórica, la libertad y la diversidad”.

Pasaje Begoña. Foto: Diario Sur

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