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HAMILTON Y SU VIETNAM

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LEWIS 2023

LEWIS 2023

El triplete que recordó a Hamilton su Vietnam particular

Las últimas carreras del Mundial han dejado al heptacampeón británico en una clara situación de desventaja competitiva y moral y ofreciendo señales de reeditar la temporada 2016, la única en la que fue vulnerable con Mercedes

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Por: Rubén Carballo

El primer triplete de Grandes Premios de esta tan emocionante temporada nos ha servido para sacar dos conclusiones evidentes: Max Verstappen, al resultar como claro vencedor del mismo tras ganar todas las carreras de manera incontestable, es junto a Red Bull el principal contendiente al título, mientras que el binomio formado por Lewis

Hamilton y Mercedes ha confirmado su vitola de segundo en cuestión, y no solo eso, sino que además sale bastante tocado, aunque no hundido, al menos por el momento. triaco están absolutamente de dulce. Red Bull no deja de firmar estadísticas que no conseguían desde 2013, su último año como campeones con el Sebastian Vettel más dominador, entre las que destacan cinco victorias consecutivas hasta la fecha, de las cuales cuatro han sido de Verstappen, aunque la de Bakú perfectamente podría haber sido suya sin la trampa de

los Pirelli que la F1 sufre desde hace más de una década.

Así, mientras que el equipo austríaco aprovecha tres pilares muy importantes -a un hambriento y descomunal Mad Max, preparado para afrontar este reto desde

Hamilton y Verstappen se saludan en el GP de Estiria

© Mercedes-Benz Media

hace años; la maestría técnica que siempre les ha caracterizado y que en 2021 ha vuelto a fluir y la importancia de poder contar con un segundo piloto tan fuerte como Checo Pérez para poder echar el resto- que le recuerdan a sus mejores etapas en el Gran Circo, en Mercedes se vive una incertidumbre y una inferioridad jamás vista en la época de la era híbrida, que sin embargo Hamilton sí puede reme morar.

El gran quiebro de esta batalla lo vivimos en Francia. En Paul Ricard, uno de los grandes feudos de los teutones, que desde semanas antes focalizaron el Gran Premio en aprovechar su buen hacer en la FIA para traer nuevas medidas que detuvieran una presunta superioridad de sus rivales en la flexibilidad de sus alerones traseros, Verstappen y Red Bull asestaron un golpe muy fuerte, una de las derrotas con seguridad más dolorosas que las flechas doradas han sufrido en los últimos años.

Mercedes cayó en tierra gala con todas las de la ley: Hamilton luchó con todo, pero ni al 100 por 100 pudo contener a Verstappen, la batalla estratégica volvió a caer del lado de Red Bull, Checo Pérez sacó las vergüenzas a Valtteri Bottas, aunque esto no sea una novedad, y para colmo el propulsor Honda demostró que también puede luchar cara a cara con su homónimo alemán, si no vencerle.

Con un panorama tan desolador llegaron Mercedes y Hamilton hace dos semanas al Red Bull Ring, que ya de por sí se le dio bastante bien al equipo anfitrión y a Verstappen cuando el coche no estaba tan a la altura como en esta temporada. Los vigentes campeones llevaban las de perder, pero uno esperaría que Hamilton pudiera

Hamilton concentrado antes de salir a pista en Paul Ricard

Hamilton ha saldado el Gran Premio de Austria con una pérdida de 14 puntos, que le dejan a 32 de Verstappen, más de una carrera de distancia, en la general del Mundial

haber puesto algo de lo que vle faltaba al coche para evitar una doble derrota sonrojante. Finalmente, ésta se produjo sin paliativos.

Es por eso que este cierre de triplete del heptacampeón británico ha sido decepcionante. Ninguno de sus dos Grandes Premios ha sido una maravilla, puesto que en el primero solo pudo aceptar la pérdida de ritmo del coche con respecto al Red Bull de unas dos décimas por vuelta, sin poder sacar algo más, como sí ha hecho Verstappen contra él en varios momentos de las últimas temporadas; mientras que en el segundo un enorme Lando Norris y Checo Pérez se le colaron delante en la clasificación para posteriormente acabar cuarto en carrera, tras no poder batir a su compatriota británico de McLaren durante 20 vueltas y tener que cederle la tercera posición a Bottas tras romper el coche en un error en la última curva del trazado austriaco.

Hamilton ha saldado el Gran Premio de Austria con una pérdida de 14 puntos, que le dejan a 32 de Verstappen, más de una carrera de distancia, en la general del Mundial. Son unos números que al campeón, naturalmente, le hacen daño, y muy probablemente, más allá de la derrota en sí, porque él mismo también esperaba una mejor actuación en esta situación de desventaja.

El accidente que lo cambió todo: GP de España de 2016 © Mercedes-Benz Media

Hamilton ha saldado el Gran Premio de Austria con una pérdida de 14 puntos, que le dejan a 32 de Verstappen, más de una carrera de distancia, en la general del Mundial

Señales de ello son sus declaraciones a la prensa tras las clasificaciones o las carreras, en las que se mostró resignado, sabedor de no poder hacer nada para al menos poner en algún problema a Verstappen y rebajar la enorme distancia con la que le ha terminado batiendo por partida doble, una versión muy lejana del Hamilton combativo, que no suele darse por vencido, y que en días que se le han torcido ha sabido alejarse de todo, meterse en una burbuja de extrema concentración e ir con todo para acabar sacando petróleo de días en los que tocaba carbón.

Ello, unido a claros signos de derrota como su reacción tras su cuarto puesto en la Q3 de este pasado fin de semana, cuando le costó salir del coche por la triste sorpresa de encontrarse con dos rivales más que Verstappen por delante, evidencian en parte que Hamilton está empezando a revivir tiempos para él afortunadamente pasados hasta el momento, de derrota y de cierto agotamiento mental: la temporada 2016, en la que acabó cayendo contra su compañero, Nico Rosberg. Su Vietnam particular en la Fórmula 1.

Es por todos conocido que la estrategia del alemán para vencer a Hamilton fue puramente mental: aprovechó todo lo que estuvo a su alcance, en la pista y fuera de ella, para desquiciar al británico, traicionando incluso la amistad que les unía desde niños, para conseguir alzarse con

el título más prestigioso del motorsport mundial.

En esta temporada, lo que Hamilton empieza a demostrar es que está volviendo a caer en esa batalla psicológica, tal vez no de una manera tan clara aún, porque no está ocurriendo de forma similar y Verstappen está ganando con claridad en la pista, mientras que el enfrentamiento dialéctico lo protagonizan Christian Horner y Toto Wolff, pero sí en cuanto a la tenacidad y a la rabia que debería estar mostrando para sobreponerse a las derrotas en este punto del año, cuando aún puede darle la vuelta a la tortilla.

El reto no es fácil, porque enfrente tiene a un caníbal precoz convertido en piloto y al peor equipo contra el que jugarte hasta una mísera cena en los últimos años, pero un siete veces campeón del mundo como él debe estar en posición de poder plantarles aún más cara y, sobre todo, de ofrecer algo más, aunque la moneda tenga muchas opciones de salir cruz.

Lo bueno para Hamilton es que, aparte de que aún queda más de la mitad de la temporada por delante, ahora llegan circuitos que se le dan bien a él y a su equipo. Debe contar con una única misión, reponerse y recordar a todo el mundo quién es, en lo que puede significar para él el inicio del modo remontada que nos continúe ofreciendo un Mundial apasionante. Y debe intentar cumplirla con todas sus ganas, porque un triunfo de Verstappen en Silverstone, Hungría o Spa… puede decantar finalmente la pelea hacia su terreno.

Hamilton celebra la victoria del GP de Baréin 2021

© Mercedes-Benz Media

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