Las comarcas del Ebro son tierras con un gran patrimonio cultural e histórico. A lo largo de los siglos, el río Ebro se ha convertido en una gran vía de comunicación entre las zonas de costa y del interior de la península, un punto de convergencia de gentes y culturas. Por otra parte, el carácter de territorio puente entre Catalunya, País Valencià y Aragón ha convertido las Terres de l’Ebre en núcleo central de negociaciones, repoblamientos y expansión del cristianismo. El conjunto de todo este legado es muy rico: pinturas prehistóricas, castillos, iglesias y palacios, construcciones modernistas... acompañadas con una buena dosis de tradiciones.