Esto no hay. Pero están todas las condiciones dadas para que haya. Sería inscribir el poema en el territorio de una ausencia. ¿O sería inscribir, hacerle un lugar, un hueco, a la ausencia en el territorio del poema? Se cree que el poema es lo que está escrito. El poema es lo que hay. La letra. Pero la letra no está compuesta sólo de lo que hay, ni el poema. Hay el poema que olvida la ausencia en que cayó el que alcanza a subir desde el fondo de un pozo para reclamar su derecho a la claridad y al aire puro. Hay poemas que huyen de su propia consumación. Hay poemas que regresan al regodeo del lector conocido. Poemas que huyen de la pura de su consumación, poemas que toman consciencia de su estar ahí en acto. Poemas que no dicen nada.