10 Año 1, N° 10, FEBRERO de 2009, Magazine DE distribución gratuita, CIUDAD DE MéXICO / Oaxaca
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E
n estos tiempos y en tantos otros, el amor se ha fumado y esfumado. Sólo queda un valiente que se dice santo pero ya no piensa en la salutación de los astros y las estrellas ni en las cartas melosas ni en las rejas nocturnas ni en los seres respirables. No. Aburrido de tarjetas ofensivas e inútiles, chocolates rancios y corazones chillones atravesados por flechas, el valiente Valentín eligió la investidura del pachuco, en ocasiones también la del emo, para fumar uno de esos churritos freudianos que revelan los hondos y profundos temores subyacentes del ser, mientras piensa en cómo sería su clon y en la rigurosa educación que le daría para prevenirlo de eso que mal llaman amor, que no es otra cosa que una melodramática fábula sin final o como dice aquel de Úbeda llamado Joaquín: “el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño”.
Rodolfo Villagómez P. Director general editorial rodolfo@tocatuvida.com Renato Galicia M. Director editorial renato@tocatuvida.com Fabián Aranda Calderón de la Barca COORDINADOR MUST fabian@tocatuvida.com Irma Julieta Jiménez G. María Lu Mendoza Arturo Ríos Alejo Harlen Vega Soria Rodrigo Villegas Ruster Giovanni Gómez Luis Manuel Ortiz Ivonne Villagómez Equipo editorial Abigail Matías O. Ilustración
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Carlos Salazar Director Financiero carlos@tocatuvida.com Raúl Jiménez Director de Arte y diseño raul@tocatuvida.com Alberto Vázquez Gerencia planning alberto@tocatuvida.com Javier Villagómez P. Dirección planning México javier@tocatuvida.com Integral Media Arts Comunication Dirección Internacional Información y ventas editorial@tocatuvida.com ventas@tocatuvida.com tocatuvida@hotmail.com Móvil: 951.155.72.84 951.141.47.65
Tangente
EL A NEGRITO N U L LA LA BOT ELLA Ilustración: Abigail Matías
Año 1, N° 10, febrero 2009. Tangente toca tu vida® es una publicación mensual editada y distribuida por Imaginario Colectivo/ Agencia de Comunicación bajo la dirección internacional de Integral Media Arts Comunication para América Latina. Editor responsable Rodolfo Villagómez P. Reservas de derechos al uso exclusivo del título en trámite, Certificado de licitud de título en trámite, Certificado de licitud de contenido en trámite, ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. El contenido de los artículos firmados no refleja necesariamente la opinión del editor. Los artículos contenidos en esta publicación, con excepción de las imágenes, podrán ser reproducidas siempre y cuando se cite la fuente, solicitándolo previamente por escrito al editor. Impreso en Oaxaca, México, Formas Continuas España S.A. de C.V. Tangente toca tu vida® no realiza intercambios de publicidad, ni acepta cortesías a cambio de reportajes, garantizando un punto de vista independiente. Tangente toca tu vida® investiga sobre la seriedad de sus anunciantes, pero no se responsabiliza por las ofertas o informaciones expresadas por los mismos. www.tocatuvida.com
FICHA TÉCNICA Precio: 300,000 Libras. Largo: 18 pies. Altura: 5 pies, 10 pulgadas. Motor: diesel de 6.5 litros. Velocidad máxima: 60 mph. 0.60 mph: 15 segundos. Consumo de combustible: alrededor de 8 millas por galón.
BOTA Contiene suministro de oxígeno y sistema contra incendios.
TANQUE DE GASOLINA. Blindado y equipado con espuma especial que evita su explosión aun si recibiera un golpe directo.
ASIENTOS TRASEROS En la parte inferior del asiento de Obama se encuentra un paquete ejecutivo que contiene una impresora láser plegable, laptop con wi-fi y teléfono satelital exclusivo que incluye línea directa con el vicepresidente y el Pentágono.
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CHASIS. Con una placa de acero reforzado de 5 pulgadas por debajo del coche, en el improbable caso de una bomba colocada en ese sitio.
COMPARTIMENTO DEL CONDUCTOR Volante estándar, tablero con centro de comunicación y sistema de rastreo GPS.
CUERPO DEL AUTO Combinación de acero de doble dureza, aluminio, titanio e incluso cerámica, resistente a los proyectiles.
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VENTANA DEL CONDUCTOR. De alta resistencia contra balas perfora-blindaje. Es la única ventana que se puede abrir sólo 3 pulgadas con el fin de pagar casetas o comunicarse con los agentes del servicio secreto que corren al lado del auto.
LLANTAS Reforzadas con material Keviar, resistente a ponchaduras y rasgaduras. Bordes de acero en su interior que permiten al auto escapar a velocidad aún si los neumáticos explotaran por disparos.
CONDUCTOR. Entrenado especialmente por la CIA para resolver situaciones de alto riesgo al manejar.
ACCESORIOS DE DEFENSA. Equipado con cámaras de visión nocturna y rifles a presión con bombas de gas lacrimógeno. También se encuentran aquí bolsas con el tipo de sangre del presidente para trasfusiones de emergencia.
COMPARTIMENTO TRASERO Capacidad para cuatro personas. Aditamento de vidrio que aísla al conductor del pasajero y cuenta con un switch de manipulación al que sólo Obama tiene acceso. Ventanas más amplias que las de autos presidenciales anteriores. Botón de pánico en caso de que el Presidente necesite ayuda.
CADILLAC UNO: EL AUTO QUE SE CREE TANQUe
Omiyage
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Que cada quien entienda lo que quiera
La historia de un valiente
EL ACCI
>>A rturo Ríos
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ué tan acostumbrados no estaremos a escuchar cada año la verdadera historia de san Valentín, que con la misma puntualidad, cada año la olvidamos. Tantos besos a la sombra de aquel valiente Valentín, tantas caricias lícitas como la tarde y prohibidas como la mujer de tu prójimo, tanta urgencia de globos y hoteles y amor un día, tanto tanto cada 14 de febrero y no sabemos nada del santo patrono de los enamorados. Hay dos historias. Una: la de la tele, que suelen llamar verdadera historia del día del amor. Otra: la oculta y verdadera, pero verdadera verdadera historia del santo Valentín.
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Una Lo cierto es que la primera carta de san Valentín la escribió, ni más ni menos, el mismo Valentín, que por aquel entonces, hace mucho tiempo, no era ningún santo. Sólo porque no lo era fue capaz de escribirle una carta de amor a su querida Julia. Julia y Valentín. Valentín y Julia. Aquella primera carta de la que todas las nuestras son el eco, la escribió Valentín poco antes de cumplir su sentencia de muerte, un 14 de febrero de un año casi tan viejo como el coliseo romano. Bien podría decirse que lo mató el amor. No el amor por Julia, por quien más bien hubiera vivido demasiado. No, Valentín fue sentenciado por órdenes de Claudio II, entonces emperador de Roma. Y es que Claudio II les prohibió el matrimonio porque sabía que el soldado, como el futbolista, es mejor soltero. Al soldado romano se le quería desarraigado, mientras más solo más valiente y temerario. Nada de jamaicones. Por aquel entonces vivía en Roma el sacerdote Valentín, que creía, como sigue creyendo aun ahora en nuestros corazones, más en el amor que en la guerra. Así que si bien no se dedicó a hacer el amor para hacerle la guerra al emperador, pues tampoco era un hippie, sí lo hizo organizando casorios a escondidas. A tantos casó Valentín, que el secreto sepulcral vino a ser del dominio popular. Llegó a tal grado su soterrada celebridad, que el mismo Claudio II quiso conocer a Valentín. Para no hacer el cuento largo, mencionemos de pasada que cuando Valentín estaba a punto de convencer al emperador de cuanto le decía, aun de convencerlo de convertirse al catolicismo, incluso de que un día Roma sucumbiría, sucedió lo que suele sucedernos a todos, todos los días. Se quedó, digámoslo así, en el ya merito.
EL COR
EL VALIENTE
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EL PEL
Nimiedades sin interés le sucedieron en la cárcel (a quién puede interesar que devolviera la vista a una mocosa). Lo que sí importa decir es que fue en la cárcel, durante su proceso, que conoció a Julia, humilde e inocente hija del celador que lo custodiaba, a quien instruye a petición del padre. Se enamoró Valentín con el amor más puro. Antes de morir escribe y obsequia una carta y un globo y un peluche para celebrar el primer 14 de febrero. Ella se puso muy contenta. Dos siglos más tarde la Iglesia lo santifica; dieciocho siglos después, el mercado agradece a Dios por regalar a la tierra con Valentín.
IDENTE
RAZON
LUCHE
Otra
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Valentín era un sacerdote muy amoroso. Cuando el emperador Claudio II levantó prohibiciones contra el matrimonio, muchos de los que así veían frustrada su voluntad, pensaron que era Valentín su última esperanza. Varios fueron los grupos de hombres que acudieron a su iglesia a rogarle: que por favor, que nadie se enteraría, que, literalmente, por el amor de Dios. Al César lo que es del César, contestaba invariablemente Valentín, que no deseaba ver sobre sí o sobre su iglesia la furia del emperador. Los hombres, que sabían que cualquier hombre que no fuera santo, y Valentín aún no lo era, sucumbían diez veces antes frente a una mujer que delante de diez mil hombres, decidieron enviar con Valentín a sus virginales novias. Fueron a la iglesia de Valentín, volvieron de la iglesia de Valentín sus novias. Juraron ellas que juraron ante Dios que no dirían a nadie lo que el padre Valentín les dijo. Juraron también, sin embargo, que había esperanza, que pronto podrían casarse si volvían la próxima semana a donde el padre Valentín. Pasó una semana y la respuesta de las novias a los ansiosos enamorados fue la misma. Pasó un mes y cada domingo era lo mismo. Cada hermosa novia dijo a su dubitativo novio que el domingo 14 de febrero sería la última reunión con el padre Valentín antes de la boda. Los celos, hilos del demonio, son tan absurdos y estúpidos que los novios pensaron mal de sus novias y aun del santo Valentín, que desde luego aún no era ningún santo. Cegados, decidieron espiar lo que ocurriría ese primer 14 de febrero en la iglesia del padre Valentín. Con artimañas dignas de la noche lograron entrar a la iglesia. La luz de las velas y los suspiros de alguna virgen los guió hasta la capilla correcta. Valentín repartía el amor como ellos jamás imaginaron que se podía repartir algo. Lo hallaron en una posición imposible, maestra, envidiable. La novia en turno entrevió a los hombres que entraban en la capilla, pero ya nada podía importarle. Contra el demonio, Valentín siguió haciendo el amor hasta el último momento porque, dice alguna fuente supuestamente apócrifa, fue Valentín el primer hippie de la historia. Otras opinan que tan sólo fue el segundo. Haciendo el amor, Valentín fue asesinado por un novio celoso. Valentín y Julia. Julia y Valentín. Dos siglos después, para olvidar, la Iglesia inventó un santo que lleva en la izquierda un globo, a la derecha un peluche y entre los dientes una carta muy aburrida. Se llama Valentín, pero cada 14 de febrero responde a cualquier nombre. Quién soy yo para decir algo. Don Nadie. Pero la única verdad asequible en ambas historias, es que lo que de Valentín persiste, es el amor. Hacerlo. Y que cada quien entienda lo que quiera.
LOS NOVIOS
El autor es historiador. ardarial@hotmail.com
En Israel no sólo hacen campañas bélicas como la perpetrada en la franja de Gaza, sino también campañas divertidas, las cuales nada tienen que ver con el oficio genocida del ejército de aquel país. La agencia MacCann Erickson en Tel Aviv ha desarrollado esta genial campaña para una compañía cervecera con el eslogan Gracias a Dios eres hombre. Esperemos que simplemente sea un aporte gracioso al comportamiento de cada género y no una provocación a generar otra guerra: la de los sexos.
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Must Pinchadas Norteñas
DJ Sultán >>Fabián A randa Calderón de la Barca
Hiss… hiss… hiss...
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ara muchos, sobre todo los más jóvenes, la onomatopeya carece completamente de sentido: nada más que un artilugio retórico para dar a entender quién sabe qué. Quizá el silbido nocturno de algún reptil o tal vez el quejido que las pantuflas de un anciano murmuran al arrastrar por el suelo. Pero algunos otros reconocerán en tales sílabas el peculiar sonido de una aguja de diamante en cuyo extremo inferior gira y gira un cilindro negro a 33 revoluciones por minuto. Hiss… hiss… hiss. Un susurro venido de tiempos donde el policarbonato aún no hacía imperio. Un sonido perdido en los vaivenes de la tecnología, hoy liberado tan sólo por los adictos a lo viejo y por aquellos que hacen gala de sus melómanas costumbres en bares, clubes, discotecas y cualquier agujero que preste oídos para gozar de las mezclas. Pinchadiscos, como suelen llamarlos algunos, los DJs pasan y repasan la música, pintando paisajes desconocidos cada vez que la ocasión lo amerita. Los hay para todos gustos: salseros de corazón con sus discografías del Blades, de Oscar de León y uno que otro de Chico Ché y la Crisis; ochenterísimos que rayan desde The Clash hasta Sisters of Mercy, pasando por Joy Division y el Depeche; camaleones expertos de la fusión, que liberan en su consolas una Mano Negra, unos Ojos de Brujo, unos Decadentes y a Todos Tus Muertos.
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Acompañado en escena por Vati (una especie de slowhand mexicano que empuña la guitarra portuguesa) y el multifacético Chukupaka (elocuente percusionista que le revolotea duro a los cueros), DJ Sultán se monta en escena para clavarnos en un viaje doblemente norteño, pues sus pasos recorren dos nortes distintos: uno, el mexicano, el de María Victoria y el “Piporro”, dándose sus escapadas por el mambo perezpradense; el otro, el norteño africano, ese que desconocemos pues “estamos muy acostumbrados a escuchar la música afrocubana, todo lo que nos trajo el sur de África de percusión, pero de pronto desconocemos lo del norte”, comparte Chukupaka. Y un poco más allá, pues “el nuevo giro ha sido meter por ejemplo un poco de la cumbia y del mambo que están muy emparentadas con esta música que no es sólo del norte de África, sino es una fusión del norte de África con el sur de Europa mediterránea, es decir, los Balcanes”, explica DJ Sultán. Enrolados en un proyecto hasta ahora sin bautizar, este trío hace y deshace la tradición, mezclando el sonido de tierras distantes y jugando al encuentro de culturas sobre la tarima. Una muestra jugosa y paladeable de eso que llaman la globalización: “Hay una parte de la globalización que casi todos odiamos: el capitalismo global. Pero existe una parte de aquélla, la globalización cultural, que es la parte positiva de este proceso, el cual, aunque mucha gente tal vez no lo ha visto así, comenzó a finales del siglo XIX: toda esta cuestión de cómo se van interconectando las culturas del planeta, en principio en una base comercial de intercambio de productos. Y no se puede dejar atrás el intercambio cultural, porque es de lo que somos nosotros resultado”, confiesa el pinchadiscos. Mestizos de natura e híbridos por convicción, el trío formado por Chukupaka, Vati y DJ Sultán resultan una inmejorable opción para aventurarse por los senderos del llamado Balkan Beat y el norte paisano: en una sesión podemos apreciar los diversos matices de la locura balcánica: desde el punk de Gogol Bordello hasta la estridencia de Kusturika, pasando por Goran Bregovic, Taraf de Haïdouks y uno que otro atisbo del balkan beat contemporáneo como Besh O Drom, !DelaDap o Balkan Beat Box. Además de, por supuesto, repeinar el sonido norteño mexicano, dándole un aire nuevo y a la vez familiar, tirando mensajes en una lengua por todos conocida y practicada en cada rincón del planeta: la música.
EL DJ
Viaje en alfombra Pero hay también los viajeros: aquellos que nos montan en su alfombra mágica para pasearnos por los rincones más ocultos del orbe. Justo como el mismísimo DJ Sultán, del que se dice que “era una criatura totalmente ajena al mundo de la música en 1996 cuando súbitamente, una mañana primaveral, mientras se echaba una cascarita de baloncesto en la prepa cayó y se fracturó tres dedos del pie izquierdo. Fueron semanas interminables de estar encallado en cama, y además de devorar libros cual enfermo del pie, decidió tomar un casete de su hermana, y prender ese aparato tan extraño para él y que el resto del mundo solía llamar estéreo.”
Para ver la entrevista y al mismísimo trío en acción desde el Ombligo del Mundo Subterráneo, pícale a TV Neta.
El autor es comunicólogo martinromaosis@yahoo.com.mx
Chapulín
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, si r mensa y a hace o nv a s te y o pura , cóm llegado cuernos a, s s d ra n lo e ie ti b to u s la si tú h el de he pue o n o te m c o a s c c , ó n re s u n jam n, má uere nto, ade ías tus q adora de te amo ta , si bien que ten ó contra la cort mos, hasta mi e arg igo ada perd llí va todo el ta te rec ta conm llí, esas has de eso, vamos, n í, a e s o está a d x e a e u s n q l u e s ta go sí, en sobre por és ntublemo , o a le o h h a el domin va ri c ic o e d s n s ro a n re e n y a d e p h , a , ro ir p o e te d a y p a y e s e s van sáb í, qu te ue sabe olescente das lascivas qu su novia e no puedes el o, que s y p m fe e odo lo q el orgasmo: ad je a ti , ir te vas a a u te nfren a sé q gresar o las m tar, que e ed y s d c , re a a n n ’ o g a g a a d u n a p lc n g o s a u o ti a l a m tes les p pran no v ué la can sos novias a mina se ones y envidio mos tem oler, que doración, ¡oh q con mi a d fé v a s ta a o n v rientos; n a a e s panz en a cu decanes que no te , eres mi pero imagínam ios dirig as por e ; hombre a gustar, e sí, ya te lo dije ás, bailando m y sus nov o, de espaldas res son seducid mas cometan ré re g ta u s ti q l , le e ir o : d rt m h a e a je y d ic o iv d n, n la ra iao al oído mejor d an cómo las mu s, hacen que las as, lesb a está bie perfumado por mientras te dig d y a !, v a n rv ri c e ió p a s c b in s ; , , que o , sin esp s, fiesta rnostars cho bola chondón nes que erciante ilicón de las po calzón e ás pa ti, muy ca ?” n; a ió it c is fortacho rostitutas; com a v s l m le m e a n la te p pa’ ti, no ¿unos brincos m e derrite ona de na, excesos; é, paras qu hichona o nalg egetaria m v lá a , id s y “Tons qu m a más c las, co nas, g e sexo e d la h s c n , lo s o u c o c c as es ctá aclaró, fotografí sas, pizzas, refr ables para espe e México país dose sed n já d e a e d d u s in iu a la c este hamburg mas, filas interm dance; secretari se en tarimas Sexo de exual en ble , ca ndo , la Expo e la educación s anzar el ritmo ta é s s ti n io a is lo c ic v z n s in e cigarros e e s d d us qu s ofr s saben oficinista revolucionarios Desde s lo sabía, ndo un lo que le en vivo, ni mujere todo sigue sie uien no dildos o tadas y pecadoers; s lg o p a re i s rip b s e r tr c m s o a o e r p fr ni h in emba y qu orepin ducir po condones o dis lla o él; s rtical, la iste, que de las caricias, edieras, rados y querend e x e m l, r e a o s a n n la im a c n para g , niñas lhumo s; estas más a , la rima onrisa ve iguaulizarlos licías ma or 150 morlaco olas del sexo veriguar quién e urgentes de la s asión in b p para ridic onferencias”, po s a 0 e in 0 e h a l s o un oc ego d s, cua tu coc er en 1 m , “c ju a re o n e c o c a , , in d n por uno s id c o a a ja ; u d c iz e s c n ra libertad hacie te la d y bron s que s organ s n n e r, a ro lo o e u , c d ie le u q o u r e to ” ig g a q n s s r o a o tu o menn, y lo vez p nes; fr s por d torizad úes, ac ta a ro u b n ro lu ta e u “a ta o n s s s e s e a u b s d tr lo to a a n o, pre o, y ajo s la m cionamie o sin albur), pate , cansancio, tod botes, el sitio echar ab uede todo el añ ás voluptuosa e artes e d le s e b R ía im p la m e las (esto últ los, carteras vac el Palacio de los e charol, que ue entre erán en días, si s ce sd cuantos de esa idea de q mbre, mejores s en mano y la ía d to rg s a o o p s a e la z b insultos, o n y s s e o a lo el h eseo está allí, on tang olvidarn entra en la tenga s, con d zan para te todo, o te recuerda, c , se encu s grande iles de persona lovers, se disfra á le s m ib o tu c r ti a s je tin dmirado sí, m l insu donde B rias. 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Otra vez con é in u h a q m ue ¿N mis coc ez@hot modo q animas? a, que no hago illagom ues sí, ni v p _ , ? o ic e lf n ic o ú h d ro eres la que las lo juro, ¿ nadie, te
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no. Chismografía arqueológica: luego que el entonces omnipotente Carlos Salinas destinó cuantioso presupuesto para los 12 megaproyectos arqueológicos de 1992, por los despachos publicados en Excélsior del corresponsal en México del New York Times, supimos cómo la mafia del INAH había agandallado el de Filobobos al investigador gringo Jeffrey Wilkerson; también que los políticos se frotaban las manos porque se especulaba que el sitio formaba parte del corredor cultural prehispánico Golfo-gran Tenochtitlan –la ruta por donde llevaban el pescado fresco a Moctezuma, pues—y, por lo tanto, era prospecto de jugoso negocio; y que cuando se descubrió que el lugar poseía gran valor histórico mas no la espectacularidad soñada, las ambiciones recularon. Ahora estábamos en medio del juego de pelota de Cuajilote, la arqueóloga en jefe nos ilustraba sobre la excelsa conciencia cultural de los ex propietarios del predio, ubicado a la vera del río Bobos, corriente de rápidos y práctica del kayac: organizaban expediciones Indiana Jones para ver qué tesoros descubrían –contaba--, cavaban por doquier y saqueaban indiscriminadamente. Después explicaba a los reporteros la razón de ser del juego de pelota… --¿Y éstas eran las gradas?, preguntaba el camarógrafo de Televisa con esa vulgaridad inculta tan común en esos homo videns, al tiempo que señalaba los taludes del edificio. --Sí, y también había Pronósticos Deportivos--, se le contestaba. Fue entonces cuando bajamos hasta el fondo de la zona, cenagosa en esa parte, y nos sorprendimos con la onírica escena prehispánica –como que no por nada André Bretón dijo que México era el país surrealista por antonomasia--: ahí estaba el gigantesco Bufo marinus, sapo-piedra degollado, señal que en su garganta contenía sustancia mágica-divina (bufotenina), igual que el hongo alucinógeno de boñiga común en la región (psilocybe mexicana, que contiene la sustancia psicoactiva psilocina), como vigía del paso de los principales totonacos al ritual temazcal colectivo. Qué alucine, vida de tlatoanis, elixir de dioses, en otros tiempos en Cuajilote, Filobobos, Veracruz. Dos. En el Cuarto poder (FCE), Carlos Castaneda, el antropólogo-chamán converso negociante de su mito –parafraseando a Ernesto Sabato cuando dice que los escritores comunistas se volvieron empresarios del libro, y aquí imagine el lector a cualesquiera gurús de los snobs soy totalmente Condechy—, nos aclara por qué necesitó del hongo alucinógeno durante su aprendizaje chamánico con don Octavio en Huautla de Jiménez, Oaxaca: a él, Carlos Castaneda, había que sacarle mucha mierda de cultura occidental de su cabeza; al otro aprendiz, un indígena mazateco, no. La droga sagrada no era indispensable para el viaje iniciático.
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EL CHURRO
Tres. En cierto momento, a los pobladores de Huautla de Jiménez ya los tenían hasta la madre los jipitecas y hippies que bajaban enloquecidos de la punta del cerro donde vivía María Sabina, así que optaron por agarrarlos a varazos y meterlos al bote, a ver si entendían y dejaban de hacer tanta visión, como diría mi madre. Ellos, los mazatecos, consumían ritualmente el hongo desde tiempo inmemorial y nada querían saber de psicoanalíticos viajes y pirados mafufos que luego, ya en el alucine en la Zona Rosa, decían que habían encontrado su tona y ahora iban por su nagual. Cuatro. Ciudad indígena, Huautla de Jiménez: son ya 40 mil habitantes. Es una población rara, una simbiosis de fuerte raíz prehispánica y aculturación occidental. Por ejemplo: lo mismo enajenación de música grupera que ritmos populares cantados en el idioma materno, el mazateco, el cual lo habla una mayoría: desde los niños hasta los viejos. Es 2004: subimos a la choza de María Sabina, ya no existe… ni ella ni su morada, en una de cuyas paredes, cuenta la leyenda, John Lennon ---quien habría viajado ahí con George Harrison—escribió un poema. En cambio, la casa prefabricada que el lamentable José López Portillo le mandó instalar a Sabina y que ella nunca ocupó, la habita, ya acondicionada, el nieto de la mujer mágica: Filogonio, quien heredó el changarro. Nada que ver con aquel sencillo indígena que en 1988, entrevistado por el entonces corresponsal de La Jornada, Rafael Bermúdez, lloró al rememorar a su abuela. Ahora Filogonio viste de catrín y cuando se le solicita la entrevista pide “mil pesitos” para darla. Mejor nos vamos a La Casa del Chamán: ahí llegan de todos lados de la sierra mazateca, a pernoctar y dar consultas. Cinco. Principios de los años noventa, viernes social. Esperamos a un invitado especial, amigo del Mon, hijo pródigo de familia adinerada orgulloso de haber ingerido por lo menos diez drogas diferentes –de mezcalina a cocaína, pasando por los hongos alucinógenos de Teotenango, Estado de México, y anexas como LSD--; lector de William Burroughs –Yonqui, El almuerzo desnudo--; amante de la arqueoastronomía; melómano: de Bob Dylan, el padrino de mota de John Lennon y George Harrison --“Mr. Tambourine”, “Like a rolling stone” --, al ahora género World Music --bastante antes del furor Putumayo y demás--. Toca el susodicho. Según nos dice Mon, es un funcionario de los Centros de Rehabilitación Juvenil. Sabrá Dios. Viene impecablemente trajeado. Entra a nuestro depa de la Escandón. Se quita el saco, se afloja el nudo de la corbata, se sienta en la silla, desprecia el sorbo de caguama: él a lo que va, su pericazo de coca. Qué más. Casualmente encuentra ahí a un brother de los buenos tiempos, quien cero rocanrol ya, se dedica a su boutique psicodélica de la calle Génova: él también a lo que va, mota y chela. Nada más. Seis. Fue poco antes del inicio de esa plaga llamada narcomenudeo; es decir, de la nacanización del consumo de la droga. No hace mucho, pero cuando todavía nadie sospechaba que había iniciado ya el narcosunami que hoy tiene en jaque a nuestro magnífico aunque desafortunado país y, según versión gringa, en vías de “fallido” al Estado Mexicano. Todavía la banda hablaba del “churro”, el “son” y el “chucho”; aunque empezaba a oírse cada vez más de las “tienditas”; de los equis y ye que vendían “piedra” --quienes después se saturarían de teles, videos y cuanta madre pudiera empeñarse por un “papel”--; de los riesgosos viajes nocturnos, sorteando a la poli, para surtirse de material. En ese tiempo regresó unos meses del gabacho el “Panter”, traía la inercia gringa, no compraba six sino doce de Modelo, los cuales se estibaban sin ser abiertos, porque él, forrado de dólares como venía, no se surtía de un “papel” sino de una docena, y toda la banda se atascaba: piedra tras piedra, silencio y silencio; piedra tras piedra, mal del pollito y mal del pollito. Así hasta la madrugada, durante infinitos días.
Fz10 Siete. El mundo está jodido. Nadie lo compone, mas nunca falta quien, cual ratoncito Cerebro, diariamente quiera salir a conquistarlo optimista, moral, económica, política, ideológica, militar, violentamente. Y ahora en México el gobierno conservador nos sale con la idea liberal de que, dentro de su guerra contra el narco se entiende, quiere despenalizar el consumo de la mota, la coca, la piedra, las metanfetaminas, ¡hasta el chemo!, y los mochos callan, no saben cómo reaccionar, qué hacer con su hipocresía, o asienten con su silencio, quién sabe, ya sabemos como son de convenientemente camaleónicos. Y, oh paradoja, el gobierno liberal nos sale con la idea conservadora de que en el Defectuoso nel, o al menos se divide, porque a los parasitarios pero entusiastas diputados se les ocurre que la tatacha sí, y sus fans progres, intelectuales y cultos izquierdosos, revolucionarios de yet set, ponen cara de what?, se revuelven inquietos, porque ellos se identifican con el simón, con la postura de Carlos Fuentes o las tesis filosófico-políticas sobre la droga de Fernando Savater. Y ahí viene el chou mediático y el legislativo. Todos los dioses nos salven. Ocho. Filosofa el “Pelón” (sin albur): “Me da igual que la legalicen o no, de todos modos yo voy a seguir fumando mota”. Nueve. Releguemos a gobernantes, diputados, partidos políticos, periodistas e intelectuales orgánicos --en el sentido gramsciano, desde luego-- y demás canibalescos depredadores, ellos nunca van a resolver nada –a ver, por qué no develan las rutas y los quiénes del lavado de dinero del narco, si, como dice el especialista René Jiménez, necesariamente se realiza a través de vías institucionales bancarias nacionales e internacionales--, no les interesa, son parte del chou, enviémoslos a echar su mismo desmadre pero a la luna, Marte, Plutón; ocupémonos, asumamos el asunto como sociedad, realicemos propuestas. Ahí va una: ¿qué tal una Escuela de Drogos, eh? Veamos. Según el adictólogo Antonio Elizondo, los europeos son más chingones para chupar que los mexicanos, pues a la semana ellos ingieren en promedio 30 drinks, mientras que nosotros la mitad. El problema es que, por ejemplo, los irlandeses toman cinco o seis diarios y los chilangos 15 en un sábado-distrito-federal, diría Chava Flores: aquéllos se la llevan tranquis; a nosotros nos llevan los accidentes, la cirrosis, la violencia, la chingada. La diferencia es la cultura de consumo; lo necesario, por lo tanto, una Escuela de Borrachos. El filósofo Fernando Savater, quien está a favor de la despenalización del consumo de drogas, señala el punto crucial: la dosificación, enseñaraprender a consumir, a manejar nuestras adicciones, nuestros vicios. Así que, por qué no, bienvenida una Escuela de Drogos. Diez. Porque, como apunta en su sabiduría popular don Cheto, “si no tienes un vicio, hay que tener otro”. Por los siglos de los siglos, amén.
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EL VIAJE
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EL BORRACHO
El autor es periodista galiciamiguel@yahoo.com.mx
De paso Te vendo un clon
Genpets >>Ninho Machete
N
o sé qué puedan opinar ustedes, versados lectores, pero siendo sinceros, a mí me gustaría mantener la dirección de la cadena alimenticia en el mismo sentido que hasta ahora, durante toda una eternidad y además sabiendo que así es como mejor funciona: quiero seguir siendo yo quien muerda la comida y no ella a mí. ¿Qué tiene que ver esto con nosotros y nuestras mascotas? Todo y nada. Es simple cuestión de no permitir que las dollys inunden nuestros puestos de barbacoa; es cuestión de no llegar al punto de vacunar contra la rabia a las legumbres que compramos antes de comerlas; es cuestión de no intentar hacer atole o tamales con maíz genéticamente manipulado; es cuestión de no dejarse engañar. Ni apocalíptico ni integrado, más bien fuera de los dos puntos beligerantes pero manteniendo la perspectiva: ¿es correcto crear una mascota a nuestro capricho y berrinche? ¿Podemos hibridar especies reconstruyendo la evolución hasta llegar a nuestra moderna quimera? Y ¿después de las mascotas seres humanos, versiones humanas de los muñecos Playmobil? Llevo el razonamiento más lejos de los que me gustaría pero quiero dejar en claro que jugar con materia viva es jugar a Godzilla. El escultor Adam Brandejs lo demuestra al crear mascotas a partir de específica y vanguardista manipulación genética: un perro-gato-hurón-mapache-furby en animación suspendida aguarda en su incubadora de plástico a una familia ansiosa de nuevas tendencias en mascotas. El mensaje es contundente: no podemos manipular la vida pero si podemos manejar vida con registro de patente. ¡Ándale! Me pregunto qué sucedería cuando sea preciso, por salud pública y por ejemplo, un transplante de corazón modelo HTTPLAMXCOMORGANS1234321-2010, es decir, en el instante que la segunda generación de órganos humanos emule las normas de partición audiovisual, o sea, un corazón Región IV. En ese momento, ese día, si permitimos eso, todo habrá terminado, una nueva generación de esclavitud habrá surgido y pueden despedirse
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de una farsa llamada ONU para comenzar la era corporativismo global. ¡Uuuy! El coco… A estas alturas, estoy seguro que todos ustedes saben sabidamente (Sí, así) que son esculturas. Es sólo precaución, no otra cosa. Leonard Cohen lo llama El Futuro, un futuro posible y no distantemente lejano gracias a compañías como Glofish en Asia y Allerca en EUA, algo para reflexionar. Cuando se dice que el destino nos alcance no es precisamente la fácil transmisión de datos de un extremo del mundo al otro. El debate no se hace esperar, colectivos a favor de la vida animal acosan al artista detrás de estos pequeños robots, con citas textuales de leyes contra el maltrato, algunos más comparten cierta sensación de incertidumbre en cuanto a dónde conducirá la industria genética. Otros, diametralmente opuestos, acogen la llegada de las nuevas mascotas como un paso más hacia un futuro ideal (un ideal de ciencia ficción), es decir, mejor para el hombre. El debate continúa con las precauciones de la ciencia ficción, el riesgo de nuevamente utilizar ese tipo de tecnología contra nosotros mismos y en pos de mantener el poder sobre otras personas: cada quien piense el ejemplo que mejor le parezca. No me gustaría despertar a mitad de la noche para ver a mi tecnomascota blandiendo un cuchillo y mirándome con ojos asesinos. Brandejs ha trabajado también en la creación de animatrónicos para la película El huésped, cuyo detonante es el desecho de sustancias tóxicas a nuestros ecosistemas. “Los Genpets están ahí para suscitar alguna emoción” declara en su página web en el comunicado acerca de sus esculturas más recientes. El arte como medio de resistencia al uso de las tecnologías de forma vanal y vehículo de reflexión acerca de ellas. Personalmente, versados lectores, no compraría uno de ellos. No aduciré ideologías propias o principios que me impidan hacerlo, el motivo es simple: no hay lana. Cada una de éstas pequeñas dulzuras llega a costar hasta mil doscientos dólares, eso, claro, si preferimos la versión robotizada. Además, bien podría gastar ese dinero en tacos de barbacoa.
El GENPET
El autor es comunicólogo rataenescabeche@hotmail.com
LA EMA
A
l conjunto de conocimientos, costumbres, creencias, arte y valores morales acumulados a lo largo de la historia se ha acordado llamarle cultura. Cuando ésta se vuelve dominante, caduca o autoritaria, surgen expresiones que critican y proponen nuevas maneras de interpretar y expresar al mundo. Esto es conocido como “contracultura”. El término surgió en la década de los sesenta del siglo XX en los Estados Unidos con el colorido movimiento hippie. Quienes con su activismo, psiquedelia y espiritualidad lucharon por derechos políticos y raciales, o contra la guerra de Vietnam. Esto no quiere decir que ese tipo de expresiones no existieran en otros lugares del planeta, o en otras épocas. Como así fue al sur de su frontera... En México, las expresiones por un cambio ante distintas circunstancias sociales, políticas y económicas han alcanzado distintos niveles en la historia, incluso la revolución. Sin embargo, en el pasado siglo, no sólo las armas propusieron un cambio, también las manifestaciones dentro de la vida cotidiana ante la pobreza, la marginación o el autoritarismo.
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>>Rodrigo Villegas Ruster
Kontracultura en México
Guía panorámica del pachuco al emo
Chido 6
EL PACHUCO
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LA JANIS EL JIP
PITECA EL PUNK
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EL SKATO
El autor es comunicólogo rustermendoza@hotmail.com
Para empezar, en la década de los cuarenta surgieron los pachucos. En la frontera, ante la naciente migración obligada de trabajadores mexicanos al “primer mundo”, el pachuco propuso una expresión que fusionaba el mundo anglosajón con el latinoamericano. Una lucha de identidad con trajes amplios y sombreros, ritmos latinos y una peculiar lengua: el espanglish. En los sesenta, los jipitecas o chavos de la onda, fueron el símil mexicano de los hippies. Culturalmente más cercanos a la botánica y mística mesoamericana que los estadounidenses, también compartían muchas luchas sociales que explotaron en el 68. El Festival de Avándaro fue su más grande expresión y un evento sin precedentes en la historia de nuestro país. En los setenta con el advenimiento mundial del punk, surgieron los punketos y los chavosbanda. Integrados en su mayoría por jóvenes que vivían en condiciones económicas muy desfavorables y con la consigna de rebelarsecontra-todo, mostraron su descontento con toda clase de transgresiones. En los ochenta se vislumbraron los góticos o darketos. Su especial respeto a la muerte y la tristeza, ante el caos de la existencia, caracterizó su indumentaria, música y arte. En los noventa, aparecieron los cholos, en esa misma lucha de identidad en la frontera norte. También los eskatos, asiduos a las suertes con patinetas y a pintar muros como avisos de inconformidad, o de simple expresión personal. Y finalmente, aprovechados como fenómeno mediático, los emo. Contracción de “emocional” por manifestar sus emociones sin ataduras, además de orientarse a la androginia y fusionar su apariencia con otros grupos contraculturales. De esta manera, los diversos grupos contraculturales no tienen una línea de identificación inflexible, y tanto unos como otros, han utilizado distintos elementos para integrar sus identidades y expresiones. Lo que los seguirá caracterizando es su necesidad de proponer nuevos códigos de convivencia, cuando la civilización del hombre vuelva a resultar culturalmente dominante e insuficiente.
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EL DARKETO
LA BANDERA