#40 ''Infancia''

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Publicación Gratuita ISSN: 2007-3119

Octubre-Noviembre-Diciembre 2016, Año 8 Número 40

Revista oficial de la uanl a través de la Facultad de Psicología


No. 40

“Infancia” Una publicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León

CONTENIDO EDITORIALES:

Ing. Rogelio Guillermo Garza Rivera Rector M.A. Carmen del Rosario de la Fuente García Secretaria General Dr. Juan Manuel Alcocer González Secretario Académico Dr. Celso José Garza Acuña Secretario de Extensión y Cultura Lic. Antonio Ramos Revillas Director de Publicaciones Dr. Álvaro Antonio Ascary Aguillón Director de la Facultad de Psicología Mtra. Magaly Cárdenas Rodríguez Subdirectora Académica Mtra. Nora Isela Macías Nuñez Subdirectora Administrativo Dr. Guillermo Vanegas Arrambide Subdirector de Proyectos Educativos y Asistenciales

1- “Los Padres: El lado oscuro de la clínica con niños” Por Angélica Limón

Dr. José Cruz Rodríguez Alcalá Subdirector de Posgrado

21- “Entrevista a la Mtra. Martha Patricia Zavala”

Dr. Carlos Sánchez Sosa Subdirector de Investigación

23- “Entrevista al Lic. Guadalupe Rocha Guzmán” Por Editores

3- “La agonía de la infancia hoy en día” 7- “Psicopatía infantil”

Por Luis Chávez

Por Dr. César Saucedo Pérez

10- “Feminismo en la infancia: Una perspectiva psicológica” Por Jesús Alberto Fraire García

TEMA CENTRAL: 12- “La importancia de la capacidad de autorregulación emocional en el desarrollo infantil” Por Dra. Martha Alicia Sánchez Muñoz LA ENTREVISTA: 16- “Entrevista a la Dra. Esperanza Pérez de Plá” Por Iris Reyes 18- “Entrevista a la Dra. Ana Fabre del Rivero” Por Iris Reyes 20- “Entrevista a la Dra. Mariana Osorio Gümá” Por Iris Reyes Por Nelly Garza y Axel Herrera

Mtro. Omar Méndez Castillo Director y Editor responsable Iris Reyes Escobedo Co-editora responsable Ivan Guerrero Vidales Jefe de redacción Christian Alanis Contreras Ivan Guerrero Vidales José Vieyra Rodríguez Baruch Martínez Comité editorial Irma Irene Manzano Cantú Nelly Deyanira Garza García Axel Alejandro Herrera Salazar Veronica Lorena Hernandez Ribbon Leslie Monserrat Sifuentes Reyes Equipo de Redacción Ramiro Ruiz Castillo Fe de errores: Diseño En el número 39 de nuestra puAlejandro Guerrero blicación, en la página 2 debió Diseño de Portada decir “¿Cuál es la función del Marcelino Solís diagnóstico en la salud mental?” Diseño Contra Portada en lugar de “Diagnósticos”

25- “Entrevista a Jessica Alejandra Berzosa Flores” Por Editores DOSSIER: 27- “La bella infancia: breve historia de la niñez y su representación en el arte” Por Ana Martha Hernández Castillo MAKTUB: 30- "Civilizados" Por Pedro Reyes EN CONSTRCCIÓN: 33- “La infante escritura y la política de la memoria” Por Baruch Martínez Treviño

QUID: 36- “El valor de la imaginación de los niños” Por Iván Guerrero ENTRE MEMORIAS Y LOCURA: 38- “Terremoto en Ecuador, mi experiencia dos meses después” Por Guillermo Rocha

SUIGENERIS SUI GENERIS, Año 8, Nº40 , Octubre-Noviembre-Diciembre 2016. Es una publicación trimestral, editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología. Domicilio de la publicación: Dr. Carlos Canseco y Mutualismo No. 110, Colonia Mitras Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P.64460. Teléfono: +52 8183 33 7859 ext. 510. Fax. +52 81 83337859. Editor Responsable: Omar Méndez Castillo. Reserva de derechos al uso exclusivo No. 04-2010-030514053000-102. ISSN 2007-3119 ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Licitud de Título y Contenido No. 14,927 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro de marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial: II83057. Impresa por: EDIREY, Narciso Mendoza 4024, Col. Niño Artillero, Monterrey, Nuevo León, México. Fecha de terminación de impresión: 16 de Enero de 2017, Tiraje: 1,000 ejemplares. Distribuido por: Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología, Carlos Canseco y Mutualismo No. 110 Colonia Mitras Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P.64460. Las opiniones y contenidos expresados son responsabilidad exclusiva de los autores. Prohibida su reproducción total o parcial, en cualquier forma o medio, del contenido editorial de este número. Impreso en México Todos los derechos reservados © Copyright 2016 suigeneris.fapsi@uanl.mx


Editoriales Los Padres: El lado oscuro de la clínica con niños Por Angélica Limón

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nicio esta reflexión con un fragmento de De la primera tesis concluí que los autores principales del psicoanálisis hablan de la imporuna canción de Alejandro Filio que, a mi tancia de la primera infancia, de la necesidad parecer, refleja mucho de lo escuchado en las entrevistas con padres, un tema que me in- de obtener la información del desarrollo desde el nacimiento hasta el momento de la consulta, vita constantemente a reflexiones profundas. Los padres que llegan a solicitar atención psi- y pues los niños no pueden dar esa información, cológica traen un motivo de consulta específico; son los padres los que nos la otorgan. su hijo no. En ocasiones llegan con una carta Los enfoques teóricos nos dirán una serie de la escuela, del médico, la recomendación de explicaciones sobre lo pertinente desde su quizá de alguien con una buena intención; lle- bagaje teórico, lo que cada uno podrá desprengan buscando una solución, der de la experiencia clínica algo que los ayude en su misma, pero puntualicemos Despierta problema. Nadie llega algunas cosas. Cuando dejas tus zapatos por gusto; regularmente Cuando llega un niño a Pegaditos a los míos, no sé bien, como última opción. la consulta, ese niño tendrá No entiendo bien si estoy Hace años hice mi teunos padres, o quienes hasis de maestría sobre la gan esa función, ellos serán Construyéndote un futuro para ese infante su mundo y importancia de los padres O curándome un pasado sólo ellos podrán dar cuenta en la psicoterapia infantil Pero sé que este cuento no acabó.» de su historia (y no sólo hay ahora estoy terminando —Alejandro Filio blo de los padres biológicos, la tesis del doctorado cenhay tíos, abuelos, cuidadores que realizan la trándome en la figura de la madre, y es que función paterna), y esta consulta con un espeal hablar de la infancia no podemos negar la cialista será un golpe al narcisismo, ¿qué hice presencia de los padres. Preguntas constantes en la formación, en las o dejé de hacer para que mi hijo necesite venir supervisiones y en la clínica misma, ¿qué hace- al psicólogo? mos con los padres?, ¿los incluimos?, ¿estarán Los que trabajamos en la clínica infantil desde la primer entrevista?, ¿cada cuando los sabemos lo difícil de los encuentros con los citamos?, ¿qué les decimos? padres, es por ello que lo llamo «el lado oscuro de la clínica con niños», y no es porque sea muy difícil el trato con ellos, sino que lo que convoca a estos encuentros son las resonancias del sufrimiento de un infante en sus padres, retomo el fragmento de la letra de Filio, «no entiendo si estoy construyéndote un futuro o curándome un pasado». Y ante esta resonancia y la habilidad del psicoterapeuta para nombrar lo acontecido es que los padres podrán darse la oportunidad de acompañar a su hijo a concluir un proceso

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Editoriales: Los Padres - El lado oscuro de la clínica con niños

psicoterapéutico que lo posibilitará a ya no tener/ser síntoma. Por otro lado debemos de tener en claro que existen parámetros legales y normativos en la clínica con niños que es imperativo considerar, son los padres los únicos con posibilidad de decidir sobre sus hijos, por lo que un derecho que tienen es saber sobre la modalidad de intervención y una obligación por parte de nosotros a explicarles. Diversos autores, desde múltiples disciplinas, hablan de la importancia de la primera infancia en la constitución de la persona, y qué podemos agregar a esto si el humano es el ser vivo que requiere de más tiempo de sus padres para sobrevivir, si ellos no otorgan los medios necesarios el bebé no podrá desarrollarse de forma óptima. Los niños requieren constancia, afecto, atención, alguien que le ayude a entender el mundo que lo rodea. Donald Winnicot, pediatra y psicoanalista inglés, señalaba que se requería de una madre suficientemente buena para dar condiciones óptimas para el desarrollo del psiquismo (cabe aclarar que el término «suficientemente buena» es que la madre otorgue y límite, nutra y frustre en la medida necesaria, un equilibro difícil de delimitar), también hacía referencia a un ambiente facilitador del desarrollo. La interpretación del entorno será metabolizado por el adulto inmediato, el niño percibirá de su ambiente lo que el adulto le describa de él, así se construye el psiquismo, de pequeñas donaciones de los adultos que acompañan el desarrollo del infante. No siempre las donaciones son de lo mejor, pero en toda historia hay cosas buenas y malas, ambas necesarias. Desde nuestra disciplina, la psicología, regresando al punto inicial de la reflexión, nosotros no podemos emitir juicio alguno sobre ejercicio del paternaje, son los padres, en un acto de amor, que llevan a su hijo al psicólogo, un acto que los confronta a un cuestionamiento directo sobre su función paterna. Más bien los encuentros nos darán la ocasión de reflexionar. Entonces, ¿qué es lo que hacemos en las entrevistas con los padres? Reflexionamos en 2

torno al ejercicio de ser padres de quien llevan a la consulta, de la historia que envuelve al encuentro con su hijo, al hecho de que un día fuimos hijos y aprendimos en esa experiencia lo que debemos y no debemos de hacer al ser padres, lo que queremos y no queremos repetir en ese ejercicio. Al estar frente a un niño nos enfrenta a nuestra propia infancia, en la consulta, en la docencia, en la paternidad. Es tan vulnerable este periodo, es por ello la necesidad de manifestar la importancia sobre las necesidades primarias para un desarrollo adecuado, buscando el bienestar. Desde nuestro lugar tenemos mucho que aportar para acompañar en el crecimiento del niño, es un deber ser de la psicología acompañar y proporcionar estrategias de intervención social para brindar condiciones apropiadas para crecer. La infancia nos convoca a todos. Sobre la autora: Mtra. María Angélica Limón García Licenciada en Psicología Clínica y Maestría en Psicología Clínica por la Facultad de Psicología, U.A.N.L. Se especializa en Psicoterapia psicoanalítica. Candidato a Doctor en Investigación Psicoanalítica, por el Colegio Internacional de Educación Superior (CIES) México, D.F. Encargada de la Coordinación del Departamento de Psicología en la Clínica Teresita A.C. Encargada de Coordinación (área clínica). Profesora de Licenciatura y Maestría, supervisión de práctica clínica a alumnos en la Facultad de Psicología, U.A.N.L. Cuenta con práctica clínica privada. Referencias de imágenes: FourTreesPhotography (s.f.) Como padre como hija [Fotografía] Recuperado de: https://www.etsy.com/mx/listing/102287171/comopadre-como-hija-fotografia-de-tono?ref=market [Fotografía de Donald W. Winnicott y el juego del garabato] Recuperado de: http://psicdv.com/squiggle-game/


Editoriales: La agonía de la infancia hoy en día

La agonía de la infancia hoy en día Por Luis Chávez

Pedro tiene 7 años. Desde los 3, edad a la que entra al 1º de kínder, la escuela lo remite a neuro-feedback debido a que «se la pasa jugando y no se queda sentado, poniendo atención.» Se le ha etiquetado como un niño con falta de maduración por estos motivos, y se le ha sometido cuatro veces por semana a dicha terapia, junto con las clases de futbol, de natación y tenis. Su semana está ocupada por actividades que no ha elegido, cumpliendo constantemente con la demanda de los adultos, los cuales parecen buscar que se convierta en uno de ellos lo más pronto posible. Sus padres en entrevista comentan «lo vemos muy inmaduro, tiene 7 años y todavía juega con muñecos, lo que sus compañeros de escuela ya no hacen». Jorge, de 9 años, entra al consultorio, mira a su alrededor, se entretiene mirando algunos juguetes. Se acerca a un castillo con guerreros y dragones, los cuales le llaman la atención. La toma, observa, da vueltas. Me mira y pregunta: «¿cómo se juega con esto?»

La infancia de estos y muchos más niños parece estar en agonía. Las exigencias sociales llevan cada vez más a que el infante deje de jugar a muy temprana edad. Escuchamos constantemente pequeños que se aburren con gran facilidad, les es difícil vivir momentos de silencio, vacío de actividad, pero sobretodo, sin aparentemente tener la capacidad de hacer algo con ese vacío, de inventarse algo. Las escuelas prohíben los juguetes, las tarjetas de Pokemon, los tazos, incluso los dibujos. En el recreo se les pide que platiquen, que convivan con otros niños, pero que no jueguen, que no lleven balones, cuerdas, etc. La intención es que «no se lastimen». Se les prohíben los juegos rudos, incluso los juegos de palabras. El niño queda limitado a tener todo, menos un recreo: no hay tiempo para re-crearse. Podemos observar además cómo cada vez más el niño es objetivo para las modas en turno, promoviendo vestimentas que los hacen parecer adolescentes chiquitos, más que niños. Pareciera que ante la voracidad del capitalismo y su racionalismo de producción-consumo y eficacia, la infancia es un mal que necesita ser suprimido, y el juego «una pérdida de tiempo». No sorprende entonces recibir niños que no saben jugar, o niños que, haciendo resistencia, prefieren refugiarse en el juego antes que poner atención a tan devastadora demanda del mundo. Esta es una problemática social sumamente grave, porque al hablar de la infancia es inevitable hablar del juego, de esa actividad tan humana, creativa y transformadora que constituye el motor de toda metamorfosis social. No hay infancia sin juego, no hay juego sin infancia. Podríamos ir aún más lejos: no hay posibilidad de constituir autonomía si no hay posibilidades de jugar. Y si no hay, en ese sentido, movilidad social, entonces, ¿en qué nos convertimos como sociedad? Sociedad apática, centrada en la producción y el consumo, sin cuestionar la realidad social, viviéndola como si ésta fuese natural, como si las cosas fuesen de esta manera y no pudieran ser de otra, sin posibilidad de imaginar (jugar) con otras realidades. 3


Editoriales: La agonía de la infancia hoy en día

Jugar no es, entonces, una actividad cualquiera, mucho menos reducida al ocio o al «tiempo libre». Jugar es el motor de toda sociedad en su transformación, es la actividad más importante en la subjetivación, actividad que vale la pena examinar de cerca.

Jugar es hacer-se(r) un mundo

Jugar, como insistió Winnicott a lo largo de su obra, es una capacidad innata. Podríamos reposicionar esa frase y decir que es una potencialidad innata. Potencia que requiere de otro con quien pueda ponerse a circular dicha actividad. Pero no de otro que done el juego. No. Se trata sobre todo de otro que, de principio, facilite un ambiente de calma y tranquilidad para el bebé, momento precioso en el que el jugar tiene lugar para el pequeño, y que si el otro está abierto a la experiencia, facilitará que ese jugar se despliegue, entrando en esa actividad, jugando y dejándose ser jugado por el bebé. Al entrar en ese estado de calma, el bebé deja de hacer un intento de deshacerse de la excitación en más, del displacer. Ese resto de excitación, de vida, le permite estar, por ejemplo, acostado en su cuna, moviéndose. Sus movimientos no son coordinados, pero observamos que sí hay un disfrute del movimiento. Mueve las manos, las piernas, los brazos, los piecitos, los dedos, abre y cierra los ojos, produce sonidos, saca la lengua, ejercita los músculos de su cara. Momento de encuentro con partes del cuerpo que aún no reconoce como propias, pero que le producen diferentes sensaciones, algunas placenteras, otras no tanto, pero con las cuales comienza a conocer el mundo, partiendo desde su cuerpo hacia el encuentro con los objetos y los otros-humanos, quienes de a poco lo introducen al mundo simbólico. Es en ese estado, sostenido (holding) por un ambiente que facilita la calma, la tranquilidad del vivir para el bebé, donde éste crea el mundo, lo inventa, de una manera única e irrepresentable en términos lingüísticos. No hay representación, palabra que dé cuenta de ello. Hay pictogramas, figuras hechas de movimiento, de sonidos, de texturas, de sensaciones múltiples 4

que le permiten inventar su cuerpo, los objetos, el cuerpo de los otros, a los otros humanos. Pictogramas que son también los restos creados de un encuentro humano, de un vínculo hecho de amor, de deseo, y sobre todo, de la suposición de un sujeto, que deja abierto el vacío para que un niño aparezca, en su singularidad, con sus capacidades innatas de jugar, de asombrarse, de ser espontáneo, de contemplación.

Ahí surge el juego como pura acción; el jugar, al crear un dedo que sirve para chupar y despertar sensaciones diversas (cosquillas, calor, humedad, etc.), mismo que será tal vez después algo con lo que acerca la cobijita a la boca, la cual produce nuevas sensaciones de las que no huye, que no teme, pero con las que va aprendiendo a distinguir aquellas que le agradan y las que no. Aquí no hay un adulto que prohíbe y anticipa el malestar que significa las cosas como buenas o malas, como permisibles o prohibidas, hay un ser en el encuentro solitario (y paradójicamente acompañado) con el mundo, creándolo y comenzando una muy rústica clasificación de este: aquello que agrada o no. Ese juego es la ilusión con la que entramos al mundo, ilusión de ser dioses en la creación; ilusión imposible de sostener todo el tiempo, pues lo real y la realidad histórico-social serán también un tope, un dique que rompe la ilusión, que al desilusionar introduce la violencia de lo que es, con autonomía del sujeto (el cuerpo, por


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ejemplo); que también introduce a la violencia de la interpretación, del mundo simbólico que, por un lado, dota de sentidos a las cosas y por otro, procura (vía las instituciones sociales) cerrarlos, haciéndolos leyes. Pero es gracias a esa ilusión por la que podemos soportar las vicisitudes de la vida. Dicha ilusión deja un resto al cual no dejamos de entrar, en donde la fantasía, la imaginación, los sueños, los múltiples sentidos de las palabras, la asociación libre, etc., se vuelven espacios de juego con los otros y lo otro del mundo. Espacios que hacen más habitable el mundo, lleno de incertidumbres que descolocan al Yo, quien requiere de ciertas certezas y de cierta estática. En ese sentido y con la posibilidad de dar lugar a la ilusión, a los estados de no-integración, el Yo es más flexible, capaz de transformarse al transformar su entorno, sin sentirse a la deriva y sin cerrarse en una imaginaria quietud e inmovilidad. El juego abre la posibilidad de hacerse de un cuerpo, de crearlo, de crear igualmente los objetos del mundo, a los otros con quienes construye una relación así, lúdica, donde no todo está anticipado ni dado, donde ese encuentro abre lo inconmensurable del acontecimiento, la incertidumbre de una danza que solo es posible si ambas partes se abren al encuentro, mismo que construye a su vez un espacio-otro, que no es ni del bebé ni del adulto, un espacio tercero, espacio donde ambos habitan, espacio transicional, el cual es mucho más que tan solo el espacio de juego. Se convierte en un espacio donde habitamos el mundo más allá de las supuestas certezas que ofrece el imaginario instituido de lo históricosocial; espacio donde el pensamiento se vuelve también creación ex-nihilo, manifestación de la imaginación radical capaz de crear nuevos sentidos en un flujo incesante de deseos, afectos y representaciones. Ese espacio es potencia de transformación, de uno mismo y del entorno, asumiendo que nada está dado de antemano de forma natural, que la creación es parte de lo humano, creación de sujetos y de sociedades en procesos históricos que son creación en sí mismos.

Es en ese jugar donde nos hacemos, es en esa infancia donde la potencia se abre o no, donde lo infantil y el jugar se convierten en más que meras referencias sobre el crecimiento o el desarrollo normal de un sujeto. Pero para que ese jugar se ponga en circulación, requiere, como lo hemos expuesto, de otro quien se abra a la experiencia del jugar, facilitando la misma. Esa potencialidad humana requiere del sostén del otro, quien a su vez encuentra doble sostén en el bebé (en cuanto a su jugar) y en las instituciones sociales (en cuanto a su identidad social – contrato narcisista). Ese otro adulto, aunado al sostén que encuentra en su propia experiencia como hijo y niño, en la fantasmatización producto del Complejo de Edipo, también requiere del sostén que, en el grupo de adultos y las instituciones sociales que representan, se facilita o no.

La agonía no es solo la infancia del niño

Volvamos un momento a la introducción del presente trabajo. Si las instituciones sociales actualmente demandan de todo sujeto el aumento de la producción, del consumo, la sumisión a los estatutos presentes de trabajo y sus abusos; si se le demanda renunciar a sus ideas en favor de las ideas impuestas socialmente; si se le demanda cumplir con las expectativas sociales de tener antes que ser; si se le transmite constantemente la presión del tiempo, la necesidad de vivir por 5


Editoriales: La agonía de la infancia hoy en día

siempre, negando la muerte (esa otra gran figura subjetivante), corriendo por cumplir con lo que los otros demandan de éste. ¿Qué infancia se posibilita hoy en día? ¿Qué lugar se le puede otorgar al jugar, si de antemano es considerada una actividad meramente de ocio e improductiva? ¿Cómo puede un adulto dar lugar a su infancia en el encuentro consigo mismo y con los otros, principalmente con los niños, si se le demanda de esta manera tan avasalladora? ¿Qué calma, qué tranquilidad puede encontrar también el adulto para facilitar el jugar en los niños y a sí mismo? Vemos escuelas presionando a niños a aprender antes de tiempo. Niños de kínder a quienes se les fuerza a aprender a leer, sumar y restar, habilidades que son adquiridas alrededor de los 6 años. Instituciones escolares que prohíben el juego, que ven en todo juego agresivo un foco rojo de bullying, sin entender que la agresión jugada permite elaborar la violencia del mundo, la propia y la ejercida por los otros, y encontrando, al prohibir esos juego, paradójicamente, un incremento en la violencia entre los niños. Ni qué decir de los adultos, del mismo modo vemos cómo a los maestros se les coarta constantemente la creatividad, se les exige cumplir programas acelerados, previamente planeados por otros, cumplir con una serie interminable de papeleos administrativos que lo desvían del encuentro con sus alumnos, viéndose tan sometido y tan reificados en su trabajo que no encuentran tampoco esos momentos de calma susceptibles de ser transformados en momentos de juego y creación consigo y sus alumnos. Vemos padres de familia abrumados por el trabajo, por tener más para darles más cosas a sus hijos; por supuesto, cosas materiales. Padres bombardeados por ideas que implican una buena paternidad si pueden darle todo lo que no tuvieron ellos de niños y comprarles todo lo que se ofrece como importante para el desarrollo armónico de un niño: clases de música, de inglés, un deporte, la tecnología de punta, la escuela de moda, etc. Dejándolos exhaustos para conseguir el dinero necesario para cubrir todas esas «necesidades». Pero sobretodo, de6

jándolos fuera de su función paterna, incapaces de encontrarse con su propia experiencia como hijos, como niños, sin encontrar ese estado de calma que facilita el encuentro con el jugar de uno mismo y con el otro.

Y así podríamos pensar en todas aquellas situaciones sociales que vivimos en México que ejercen tal presión, violencia de Estado, crisis económica, crisis laboral, crisis educativa, crisis de seguridad, y un largo, triste y funesto etcétera. Por ello, la infancia y su agonía no es cosa menor, nos abre preguntas sobre el futuro, sobre las generaciones que crecen ya en estas condiciones, sobre las patologías que nos encontramos cada vez más en la infancia, en los adolescentes y también en los adultos. Tomemos en serio el juego y la infancia, porque jugar es a fin de cuenta cosa seria, muy seria. Sobre el autor: Lic. Luis Fernando Chávez Díaz Psicoanalista y Acompañante Terapéutico. Miembro de REDES (Equipo Interdisciplinario en Atención a los Problemas en el Desarrollo). Es maestro de Creatividad en Encuentro, un Lugar para Hacer y Ser, A.C. Centro de día para jóvenes con discapacidad intelectual. También es co-coordinador del taller de juego en REDES y co-coordinador del equipo de Acompañantes Terapéuticos en REDES. Referencias de imágenes: Armstrong Roberts, H. (s.f.) 3 niños de 1970 sentados en una acera [Fotografía] Recuperado de: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/0 7/06/577bd70422601d10218b4584.html [Imagen de niños vestidos como adultos] Recuperado de: http:// www.clutchmagonline.com/2014/10/baby-fashionistas-social-mediahappened-kids-dressing-like-kids/


Editoriales: Psicopatía infantil

Simón J. (2013) Bebé jugando en corral [Fotografía] Recuperado de: https://papapalabras.files.wordpress.com/2013/04/img_1356.jpg Grupo de niños jugando en la calle en Cerezales del Condado [Fotografía] (1976) Recuperado de: http://www.territorioarchivo.org/ wp-content/uploads/cerezales/imagenes/CE_0527.jpg

Psicopatía infantil Por Dr. César Saucedo Pérez

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a conducta agresiva es un comportamiento básico y primario en la actividad de los seres vivos que está presente en la totalidad del reino animal. Se trata de un fenómeno multidimensional (Huntingford y Turner, 1987). La familia como institución generadora de los valores y lineamientos de personalidad en los niños marca la pauta de la formación de los estilos de comportamiento para la socialización y fuentes de satisfacción en la vida. También es donde los menores practican la repetición de patrones de violencia con base a los modelos de identificación encontrados en la célula social. Los fundamentos psicológicos señalan que una de las razones más frecuentes de la emisión de conductas agresivas en los niños se debe al aprendizaje y repetición de modelos que implican maltrato a los demás.

El término psicopatía se reserva habitualmente para adultos y el DSM-IV no permite este diagnóstico antes de 10 a 18 años. Sin embargo, la mayor parte de los clínicos y los investigadores probablemente estarían de acuerdo en que las características personales y conductuales que definen la psicopatía, como las conductas sádicas, planeación de agresiones premeditadas hacia los demás, falta de sentimientos de remordimiento y compasión ante las actividades realizadas, no aparecen súbitamente en la adultez, sino que se manifiestan en etapas más tempranas de la vida (Forth y Burke, 1998). La detección temprana de la psicopatía es una tarea crucial, y dado que el tratamiento se ha mostrado cargado de dificultades, la actuación preventiva en edades tempranas se revela como una alternativa de gran interés. Desde sus diferentes campos la psicología ha realizado descripciones y diversos razonamientos a este respecto. La escuela psicoanalítica americana describe que la relación objetal y las influencias medioambientales integran en el yo infantil los introyectos superyoicos que regularán los principios éticos y morales del infante. En estudios realizados en Sudamérica se encontró que a mayor nivel académico logrado por las madres y los padres, menor es el nivel de violencia ejercido contra sus hijos e hijas como medidas disciplinarias, además que la falta de estudios está generalmente vinculada con el nivel de ingreso familiar y por tanto con las condiciones de vida y los ideales superyoicos (Gaona, 2009).

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Editoriales: Psicopatía infantil

Así mismo los patrones de agresión tienden a socializarse y a incorporarse como una actividad formativa en el caso de los patrones disciplinarios como lo describen los niños, niñas y adolescentes encuestados en Paraguay, argumentando que el castigo físico es útil, algunas ocasiones, para su propia formación. Son castigados prin-

cipalmente por desobedecer, faltar el respeto y hacer cosas prohibidas (Gaona, 2009). En un estudio realizado en la ciudad de Monterrey con una muestra compuesta por 60 pacientes infantiles que acudieron durante el año 2014 al Instituto de Salud Mental de Nuevo León, se reportaba que vivían bajo la modalidad de familia extensa y con datos positivos con respecto a reportes de agresión, tanto en el ámbito familiar como en el escolar. El estudio concluyó que no había correlación positiva entre la variable de familia extensa y hacinamiento con las conductas agresivas, ya que cuando algún otro familiar como tíos, abuelos, medios hermanos, etc., retomaban el papel de modelo positivo y sostenían patrones de disciplina, la variable de agresión podía ser controlada en límites lejanos al nivel de psicopatía (Puente, 2015). Dentro del espectro psicoanalítico, la escuela inglesa describe que los niños incapaces de alcanzar la posición depresiva no llegan a experimentar una culpa reparatoria, capaz de permitir los sentimientos de vergüenza y culpa por el daño a los objetos buenos y se mantienen 8

ligados a fantasías persecutorias con objetos malos, generando entonces personalidades infantiles con altos niveles antisociales que desafían constantemente las normas y la autoridad. Son sujetos fríos, manipuladores, mentirosos, con bastante dificultad para experimentar determinadas emociones (sobre todo aquellas asociadas al miedo) y, como consecuencia de ello, no aprenden de los castigos, por lo que es muy complicado socializarlos. Sin duda este tipo de jóvenes requieren una atención especial, ya no estamos hablando únicamente de problemas de comportamiento, sino también de rasgos de personalidad como: frialdad emocional, manipulación, falta de empatía para con sus padres y que, asociados a una falta de internalización de las normas, hacen niños muy problemáticos para la sociedad y con claros rasgos psicopáticos. Las neurociencias han destacado dos aportaciones importantes en este campo: la primera incluye a aquellos niños con problemas o trastornos de conducta como el trastorno oposicionista desafiante o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), quienes presentan una forma grave de comportamiento antisocial y fallas neuropsicológicos de bajo arousal cortical o déficit en la función ejecutiva que hacían que este grupo de niños tuviera características similares a las de los adultos con psicopatía (Lynam, 1996); la segunda línea de investigación pretende poner énfasis en el rasgo de CU (insensibilidad emocional o callous unemotional), que englobaría la falta de empatía, falta de culpa, encanto superficial y constricción de las emociones, como rasgos altamente asociados a la psicopatía adulta (Frick, 2000). Los elevados niveles del rasgo de CU predicen una menor sensibilidad a la recompensa y a los estímulos aversivos y apetitivos, dificultando la discriminación y la capacidad de integrar sensaciones de miedo.


Editoriales: Psicopatía infantil

En la gente normal existe el temor a ser castigados o a que otra persona sufra las consecuencias de nuestro comportamiento, pero en el caso de los psicópatas, reaccionan sólo a los castigos inmediatos que les afectan a ellos; son, así, insensibles al dolor y al malestar ajeno. En consecuencia, el psicópata persigue fines egoístas sin importarle el daño que inflige a otras personas o los problemas que sus actos pueden ocasionarle a largo plazo. Resulta muy complicado socializar a un niño que no es capaz de aprender del castigo, que no procesa de la misma manera que los demás las expresiones emocionales de los otros asociadas a la tristeza o al miedo y que, por lo tanto, no tiene los frenos naturales para su comportamiento. Los padres deberán aplicar diferentes técnicas de socialización. Es preciso encontrar la manera de conseguir que estos sujetos sigan las normas y, por lo tanto, saber qué técnicas de disciplina son las más adecuadas para lograr que los niños sean capaces de integrarse a los grupos de manera constructiva. Como propuestas preventivas considero que se debe puntualizar en: a) La implicación o supervisión parental, ya que la cercanía afectiva en la relación objetal es un factor de extrema importancia.

Sobre el autor: Dr. César Saucedo Pérez Especialista en Psicoterapia Infantil y de Adolescentes. Egresado del Instituto de Salud de Nuevo León y egresado de la Maestría en Psicoterapia Psicoanalíticamente Orientada para Adultos de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Es también asesor de tesis de maestría del Instituto de Salud Mental de Nuevo León. Autor del libro: «Introducción a la Entrevista Psicológica», ed. Trillas. Es titulado del Doctorado en Filosofía con Especialidad en Psicología de la U.A.N.L. Con mención honorífica cum laude. Es autor de la tesis doctoral titulada: «La supervisión clínica psicoanalíticamente orientada desde la visión de alumnos, supervisores y expertos». Algunos artículos publicados: «Características, personales, formativas y didácticas requeridas en un supervisor psicoanalítico, según la percepción de profesionales dedicados a la formación de psicoterapeutas» en la revista: Acheronta: Revista de Psicoanálisis y Cultura, y «Aspectos que buscan los formadores de psicoterapeutas en un supervisor psicoanalítico» En la revista: Epsys, revista española de psicología y humanidades. Bibliografía: Forth, A.E. y Burke, H.C. (1998). «Psychopathy in adolescence: Assessment, violence, and developmental pre- cursors. » En D.J. Cooke, A.E. Forth & R.D. Hare (Eds.), Psychopathy: Theory, research and implications for society (pp. 205-230). London: Kluwer. Frick P. y otros (2000). «The importance of callous-unemotional traits for extending the concept of psychopathy to children». J Abnorm Psychol; 109: 335-40. Gaona, O. (2009). «Estudio sobre el maltrato infantil en el ámbito familiar.» Artes Gráficas Zamphiropolos. Paraguay. Huntingford, F. y Turner, A. (1987). «Animal conflict.» London: Chapman-Hall. López, L., y otros. (2012). «Rasgos psicopáticos y prácticas educativas en la predicción de los problemas de conducta infantiles. Anales de psicología,vol.28,nº2(mayo),pp.629-637 http://dx.doi.org/10.6018/ analesps.28.2.147591. Lynam D. (1996). Early identification of chronic offenders: who is the fledgling psychopath? Psychol Bull. Vol. 120: 209-34. Puente, A. Ana L. (2015). Análisis descriptivo de la incidencia de conductas agresivas en niños pertenecientes a familias extensas. Tesis para obtener grado de maestría. Instituto de Salud Mental de Nuevo León. Monterrey, México. Referencias de imágenes: [Fotografía de niño enojado] Recuperado de:http://www.lifemartini. com/5-negative-and-positive-impact-of-emotions-on-stuttering/

b) La consistencia en la disciplina y el adecuado manejo de la agresión por parte de los padres, pues frecuentemente su incapacidad para ser consistentes los vuelve dóciles ante el niño o extremadamente crueles y proveen un modelo inadecuado a imitar.

[Fotografía de un niño con máscara]http://4.bp.blogspot.com/_ WmeP6rbjvKw/S3aepOafLqI/AAAAAAAABtw/Q7pLqsexnqs/ s1600-h/carnaval.jpg

c) El asesoramiento psicológico desde una perspectiva teórica que favorezca según las particularidades del caso.

[Fotografía de niño detrás de rejas creada por ibrahim62] Recuperado de: https://pixabay.com/en/boy-hungry-sad-1226964/

adnrey (s.f.) C O R E [Digital Art] Recuperado de: http://adnrey. deviantart.com/art/C-O-R-E-53544792 [Fotografía de niños] Recuperado de: https://ytimg.googleusercontent. com/vi/CAH-PSviCv8/mqdefault.jpg

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Editoriales: Feminismo en la infancia

Feminismo en la infancia: Una perspectiva psicológica

han hecho con anterioridad los han quitado volviendo al esquema anterior y así, sin más, podría pasar aquí.

Por Jesús Alberto Fraire García | jesuspsiclinico@hotmail.com

P

ara empezar este texto quiero citar a Amelia Valcárcel respecto a lo que es feminismo: «El feminismo es una teoría, es un conjunto teórico explicativo, un grupo reducido de demanda, es una vanguardia, es una agenda, un conjunto de acciones no particularmente dirigidas o no premeditadas por la vanguardia». El feminismo protege la igualdad de derechos. Habiendo dejado esto en claro prosigamos, ¿cómo es que alguien se hace feminista? O una pregunta más inverosímil: ¿para qué ser feminista? Trataré, en la medida de lo posible, de desarrollar estos dos puntos en este texto. Digo en la medida de lo posible porque siempre habrá más qué decir, puntos que no fueron escritos o cosas que se dieron por sentadas, pero es imposible abarcar todo eso en un pequeño texto. Menciono que dichas preguntas me parecen inverosímiles por lo siguiente: si se plantea que el feminismo está defendiendo derechos que se le están siendo negados a más de la mitad de la población, ¿por qué se le ha mirado con tan mala prensa? Existen hoy en día personas (hombres, mujeres, inter, etc.) que dicen con una mano en la cintura que sí creen en la igualdad, pero no son feministas, algo que es muy contradictorio. Abordo esto porque se escucha en aulas universitarias, alumnas mujeres (disculpen un tanto la aclaración) que lo dicen, y no sé ustedes pero yo me pongo a pensar «y ella sabrá cómo es que puede estudiar aquí, o estudiar, o que le presten atención a su opinión», pues por las personas feministas que han hecho posible eso, y digo hecho por que no es como que hayan llegado y dicho: «oiga que está mal que no las dejen estudiar» y la otra persona haya contestado «oh que tienen razón en que hemos estado pensando, pasen, una disculpa»; han sido (y son) años de constante lucha para que eso sea posible y que en muchos países, logros que se

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Adjunté a propósito la imagen del libro El Mago de Oz ya que existen anécdotas de que en ciertos lugares fue censurado por mostrar a una niña tan independiente. ¿Qué habrá sido lo problemático de eso? ¿Cuál es la diferencia entre Dorothy y Huckleberry Finn?, por ejemplo. Hago todo este desarrollo por lo siguiente, y retomo, es increíble que alguien siga haciendo esas preguntas; porque quiero dejar en claro y mucho lo absurdo que es pensar que esa otra persona que está frente a ti es igual de humana, independientemente del color, aspecto, olor, o lo que quieras que tenga que sea diferente de ti. Y bien, ¿qué tiene que ver todo esto con la infancia? Pues que muchas de las ocasiones, en la infancia, cuando nos meten en la cabeza que esa otra persona es diferente a ti y por lo tanto pues cómo va a tener lo mismo que tú; en el esquema binario en el cual estamos inscritas, que si es niña: rosa; si niño: azul; y si no corresponde pues lo que más se le parezca: «los hombres no lloran», «las mujeres a la cocina»; se siguen escuchando, y en las universidades también, el machismo no respeta estudios, posición económica, orientación sexual o lo que quieran, si no me creen observen a el ahora candidato republicano de Estados Unidos Americanos. Es un machista y misógino. El feminismo es más necesario que nunca y es preciso empezar con una educación tem-


Editoriales: Feminismo en la infancia

prana, hacerle mención desde la infancia. Si esa persona enfrente de ti es otra, pero es tan humana como tú y tiene los mismos derechos, así sin más. Pareciera algo no muy complicado, pero toda la cultura, el mundo, la mayoría de las veces si lo dice, pero al actuar es diferente. ¿Cómo se hace alguien feminista? Creyendo en la igualdad, respetando las diferencias y denunciando las injusticias. Si aún preguntan ¿por qué es tan importante? o me están teniendo por exagerado. Les contare una anécdota. Una vez estaba en una capacitación y la ponente Celeste Pimentel (que es muy buena amiga mía) dijo: «los edificios determinan quien entra o quien sale»; yo inmediatamente pensé en los anuncios de ciertos restaurantes en lo que se menciona que cuando alguien va tiene que ir vestido de determinada manera (personalmente trato de evitar esos lugares), pero no, resulta que era algo mucho más sencillo y a la vez complejo; ella literalmente se refería al edificio, a la estructura de la forma en que está construido. El pequeño detalle que omití al principio de esta anécdota es que Celeste se transporta en silla de ruedas; si no creen que tenga que ver con la igualdad, fíjense en los edificios, las calles, todo, cómo está construido y diseñado, se darán cuenta que en efecto en muchos edificios no pueden entrar o sería sumamente difícil. Es verdad que infancia no es destino, pero es determinante. Mi propuesta es por una crianza en la cual se respeten las diferencias, pero con igualdad de derechos; y para eso qué más sencillo y accesible que los cuentos, las historias, las

películas, los comerciales, todo lo que vemos y vivimos en nuestra vida cotidiana. Sobre el autor: Jesús Alberto Fraire García Psicólogo y feminista en formación, lector crónico, autodidacta en diversas temáticas. Bibliografía: Valcárcel, A. (2013) «Seminario Ni más, ni menos: ¿iguales?» Nuevo León: Instituto Estatal de las Mujeres. Pendzik, S. (1992). «Manual de técnicas de apoyo para el Trabajo con Mujeres Maltratadas». México: Colectivo Feminista de Xalapa A.C. Varela, N (2013) «Feminismo para principiantes». España: Ediciones B. Puleo, A. (2013) «Ecofeminismo para otro mundo posible». España: Catedra. Baum, L.F. (1900) «The wonderful wizard of Oz». United States of America: George M. Hill Company. Referencias de imágenes: [Imagen de película titulada Brave] (2012) Recuperado de: http://pixar. wikia.com/wiki/File:Brave_widescreen_22.jpg [Portada del libro The wonderful wizard of Oz] Recuperado de: http:// suzannejumps.com/wp-content/uploads/2014/04/The-WonderfulWizard-of-Oz.jpg

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Temática central:

La importancia de la capacidad de autorregulación emocional en el desarrollo infantil Por Dra. Martha Alicia Sánchez Muñoz

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Introducción

l tema de regulación emocional ha cobrado gran interés en el área de la investigación del desarrollo infantil desde la década de los 80's a través de la observación directa a infantes. Uno de los hallazgos significativos en este sentido es el de considerar al desarrollo emocional en relación con un contexto social, esto quiere decir que el desarrollo emocional va desde la regulación diádica cuidador-niño hasta la autorregulación emocional. Distintos autores coinciden en enfatizar la etapa neonatal de la infancia temprana, donde el niño progresa de una dependencia de sus cuidadores a una independencia de su regulación emocional, en la cual podrá integrar estrategias y comportamientos usados por sus cuidadores en la interacción diádica (Ribé, 2008; Sroufe, 2000). A continuación una breve revisión sobre las implicaciones para el logro de la capacidad de autorregulación como un continuo del desarrollo integral afectivo, cognitivo y conductual en la infancia.

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Definición del concepto regulación emocional

El constructo de regulación emocional, en un sentido neurobiológico, se define como «la capacidad para mantener un óptimo estado de activación del sistema nervioso central» (Dio Bleichmar, 2005, p. 68). La interacción interpersonal determinará el nivel de activación para facilitar la atención y percepción, las cuales son facultades esenciales para el desarrollo cognitivo. Una sobre estimulación podrá afectar la atención y curiosidad del niño. Por su parte, Calkins y Hill (referidos por Ribé, 2008) definen: «los procesos de regulación emocional constituyen comportamientos, habilidades y estrategias, conscientes o inconscientes, automáticas o con esfuerzo, que se hallan al servicio de modular, inhibir y enlazar experiencias con expresiones emocionales» (2008, pg. 1). Hay dos elementos que se distinguen dentro de la regulación emocional: Una dimensión de control y otra de reactividad emocional; esta última se encuentra influenciada por los factores


Tema central

genéticos y biológicos pero ambas son imprescindibles a lo largo de la vida en las relaciones interpersonales y en el ajuste socioemocional. Las habilidades de la regulación emergen desde la infancia como elementos basados en procesos muy rudimentarios de tipo atencional, fisiológico, comportamental, cognitivo e interpersonal que serán el núcleo de una propia y compleja regulación en el comportamiento y en la cognición de etapas posteriores del desarrollo del niño.

Mecanismos neurobiológicos en el desarrollo de la regulación emocional Sroufe (2005) ha subrayado el supuesto básico de la unidad del desarrollo de la emoción en el que las emociones y su regulación deben ser congruentes con el desarrollo cerebral. La inmediata reacción de la emoción ante un suceso tiene como base estructuras subcorticales junto con reacciones autonómicas asociadas. En este proceso se identifica al hipotálamo y las estructuras límbicas, como la amígdala, implicadas en las reacciones emocionales; al sistema límbico conectado con la corteza frontal y el sensorio. Todos los modos sensoriales se procesan a través del sistema límbico. Las conexiones de doble vía entre la corteza frontal y el sistema límbico son clave en la rápida reacción de la emoción. En esta misma línea Dio Bleichmar (2005) reporta hallazgos en los cuales la amígdala es la estructura que contribuye a dar significado a las emociones, especialmente del miedo. A

esta estructura se le considera como el eje de la ansiedad humana dado que las expresiones de ansiedad son similares a la respuesta del miedo. Así mismo el hipocampo es otra zona cerebral que podría informar sobre la localización del estímulo peligroso. La importancia del doble circuito cerebral se basa en un sistema subcortical cuyas estructuras anatómicas principales como la amígdala, el hipocampo, son centros en los que se localiza la memoria emocional que se constituye por medio de procesos inconscientes y mecanismos de condicionamiento. Calkins y Hill (referidos por Ribé, 2008) a partir de los más recientes avances en neurociencias, reconocen a nivel de la corteza prefrontal varias áreas implicadas en el proceso de la regulación emocional. El córtex se halla conectado a través del cíngulo con dos subdivisiones de éste: una primera subdivisión que se encarga de los procesos de cognición y atención, y otra de los procesos emocionales mediante conexiones con el sistema límbico, visceromotor, autónomo periférico y endocrino. A través de la conexión de estas estructuras se establece un mecanismo biológico que integra los diferentes procesos que actúan en el desarrollo de la propia regulación emocional en la edad temprana. Por lo anterior, las respuestas emocionales son innatas y se hallan estructuradas en el cerebro, sin embargo lo que nos convierte en seres emocionales se construye a través de las experiencias afectivas tempranas.

La regulación emocional y el apego en la interacción temprana Se entiende por apego la relación especial entre el bebé y su cuidador en el transcurso del primer año de vida, el cual posteriormente se convierte en un constructo emocional. Es cuando el bebé realiza conductas y acciones para establecer contacto e interacción con el cuidador con el objetivo de la regulación emocional. Va más allá de un lazo afectivo, se trata de la regulación emocional diádica como el antecedente de la propia autorregulación.

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Tema central

Sroufe (2000) describe signos evidentes de la manifestación de apego en la relación bebé y cuidador: uno es la angustia de separación a los nueve meses y el otro es el de la «base segura» que se refiere a la capacidad del niño para explorar y jugar cerca de la madre o cuidador haciéndolo sentir seguro. Aunque puede mostrar simpatía por los demás, cuando se siente amenazado regresa especialmente con la persona que lo cuida. La relación de apego se consolida entre los 6 y 12 meses pero los primeros meses de interacción con el cuidador serán determinantes para su capacidad de modulación emocional. Una relación diádica eficaz de la emoción en la primera infancia tendrá consecuencias en la expresión, modulación y control flexible de las emociones por el niño. Esta se caracteriza por cuidadores que se encuentran disponibles y responden cuando el bebé esta excitado emocionalmente; tal excitación no es desorganizadora y si llegara a serlo, la re estabilización se consigue rápidamente. Thompson y Meyer, (referidos po Ribé 2008) han enfatizado en la forma en que los procesos de socialización generan una gran influencia en la manera en que los niños aprenden a apreciar sus sentimientos, a adquirir habilidades específicas para manejar y regular sus emociones en muy diversos contextos sociales, particularmente en la atmósfera familiar como maestra en el desarrollo de formas de manejo de las emociones. Estos autores estudian: 1) la calidad de las interacciones parentales en el manejo de las emociones de sus hijos; 2) la influencia que ejercen los padres al evaluar las emociones de sus hijos; 3) el efecto emocional de un buen clima familiar en los niños; 4) el cómo conversan padres e hijos y los efectos que esto tiene en el desarrollo de la regulación emocional, y 5) la relación entre padres e hijos como fuente de apoyo y progreso. Thompson y Meyer también consideran estas variantes para la comprensión de la regulación emocional: a) la regulación emocional permite mantener un nivel emocional continuo ante emociones positivas y negativas; b) las estrate14

gias de regulación emocional, no hay buenas o malas, deben valorarse según la finalidad en sí mismas y c) la regulación emocional implica como cada uno se maneja personalmente con sus emociones en función de expectativas y patrones culturales que constituyen elementos clave en el desarrollo de la regulación emocional. Básicamente, en la experiencia temprana del cuidador y el bebé, su función consistirá en la regulación de la nutrición, estados fisiológicos y el apego. Esta se transformará en una regulación psicobiológica recíproca. En el caso en que el cuidador no cuente con los recursos necesarios para el establecimiento de una adecuada regulación emocional del bebé, esto repercutirá en dificultades en la propia autorregulación del niño afectando distintas áreas de su funcionamiento.

Fallas en la capacidad de la autorregulación emocional Al llegar a los tres años de edad se espera que los niños cuenten con sus propios recursos para la autorregulación emocional con base en una experiencia eficaz con su cuidador que le permita manejar adecuadamente la frustración y en general la modulación de la expresión emocional. Con respecto a esto, Sroufe et al. (1984, pg. 267) afirma que: «Las relaciones adecuadas con los padres implican no sólo una comprensión de las reglas del toma y daca, sino la capacidad de participar emocionalmente y de encontrar la diversión y compartirla, la capacidad para entender y responder a los sentimientos de los otros y la


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capacidad de regular la tensión, que es inevitable en las complejas interacciones sociales». Sroufe explica también que en el caso de que exista desadaptación, estos niños se mostrarán agresivos, no pro-sociales, notablemente dependientes, poca curiosidad, no participación, evitativos, algunos con dificultad para expresar el enojo o el miedo y otros con ansiedad difusa y falta de límites interpersonales. Dio Beichmar (2005) ha encontrado en niños distintas manifestaciones de ansiedad debidas a fallas en la capacidad de autorregulación tales como: balanceo o golpes en la cabeza, mordisqueo en ropa o labios, inquietud en manos o pies, agitación motriz desordenada, pataletas y berrinches, hiperactividad, reacciones impulsivas, falta de concentración, desorden, dificultad en el aprendizaje, etc. El déficit en la capacidad de regulación de las emociones se ha asociado con los trastornos límite de personalidad la cual se refleja en oscilantes estados de ánimo y conducta explosiva (Kernberg, 1987); falta de autocontrol y mentalización (Bateman y Fonagy, 2005); experiencias afectivas extremas (Yeomans y Diamond, 2010).

La calidad de apego en la díada madre bebé será un factor para el logro de la capacidad de la autorregulación. Los padres o cuidadores serán una influencia clave para su desarrollo normal o patológico. Fallas en la regulación emocional afectarán áreas cognitivas, conductuales y afectivas en el niño. Sobre la autora: Dra. Martha Alicia Sánchez Muñoz Psicoanalista Didacta y Dra. en Psicoterapia por la Asociación Psicoanalítica Mexicana A.C. (APM de API); Ex Presidenta (2014-2016) y Miembro Fundador del Centro de Educación e Investigación de Psicoanálisis de Monterrey A.C. (CEIP Mty) Sociedad Provisional de la Asociación Psicoanalítica Internacional (API); Directora Actual de Instituto de Psicoanálisis CEIP Monterrey; Ex Directora Académica del Instituto de Psicoterapia de Monterrey; Profesora Invitada de la Maestría en Clínica Psicoanalítica de la Facultad de Psicología de la UANL. Consulta Privada en la Cd. de Monterrey, N.L. email: psicoanalisis.sm@gmail.com Bibliografía: Bateman, A. y Fonagy, P. (2005) «Psicoterapia para el trastorno límite de la personalidad. Tratamiento basado en la mentalización». México: Editorial Universitaria. Dio Bleichmar, E. (2005). Manual de psicoterapia de la relación padres e hijos. España: Ed. Paidós. Kenberg, O. (1987). «Trastornos Graves de la Personalidad». México.: Manual Moderno. Ribé, J. (2008). «Regulación emocional. Influencias del cuidador y socialización de la regulación emocional en la familia». Aperturas psicoanalíticas. Revista internacional de psicoanálisis. 29. Recuperado de: http://www.aperturas.org/articulos. php?id=0000538&a=Regulacion-emocional-Influencias-del-cuidador-ysocializacion-de-la-regulacion-emocional-en-la-familia Sroufe, A. (2000) «Desarrollo emocional. La organización de la vida emocional en los primeros años». México: Oxford University Press Yeomans, F. y Diamond, D. (2010) «Transference-focused psychoterapy and borderline personality disorder». En Clarkin, J; Fonagy, P and Gabbard, G. (Eds) Psychodynamic psychoterapy for personality disorders. A clinical handbook (pp. 209 -238). Washington, DC: American Psychiatric Publinshing, Inc. Referencias de imágenes:

Conclusiones

La capacidad de autorregulación emocional refiere la posibilidad de modular la propia expresión de las emociones y supone un antecedente de relación diádica psicobiológica. La regulación emocional tiene un substrato neurobiológico en el cual la amígdala, el hipocampo y el tálamo cerebral son determinantes para su desarrollo.

[Fotografía de madre e hijo] Recuperado de:http://assets.babycenter. com/ims/2013/09/5months-IMG_1304_4x3.jpg [Fotografía de padres e hijo] Recuperado de:http://cdn.content. compendiumblog.com/uploads/user/a811d913-0b90-470a-92f05a349c189669/47c83daf-6999-47a1-94b5-a935683e266f/Image/ b1f2aeb18abf3dbd8259143ffa092f64/momdad_nb_282_w640.jpeg [Imagen de áreas cerebrales, adaptado de Stahl SM. Stahl's Essential Psychopharmacology, 2008] Recuperado de: http://es.slideshare.net/ FundacionAreces/rafaela-santos-denovae [Fotografía de infante haciendo una rabieta] Recuperado de: http://1.bp.blogspot.com/bSE4kNBLfhQ/T48Ge8D5pvI/ AAAAAAAABvU/qTPR9jZvp4o/s1600/images+(1).jpg

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La(s) Entrevista(s) Entrevista a la Dra. Esperanza Pérez de Plá Por Iris Reyes

Dra. Esperanza Pérez de Plá Es médico psiquiatra y psicoanalista. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional (I.P.A.) y de las Asociaciones Mexicana A.P.M. (Asociación Psiquiátrica Mexicana) y Uruguaya A.P.U (Asociación Psiquiátrica del Uruguay). Es maestra en Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay. También es miembro Fundador de la Federación Latinoamericana de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia (FLAPIA), miembro fundador y primer presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio del Retardo Mental y la Psicosis Infantil (AMERPI) desde 1987. Cuenta con la especialización de niños, adolescentes y bebés y en los problemas de la psicosis y la discapacidad intelectual. La Dra. Esperanza Plá es miembro fundador y coordinadora del Espacio de Desarrollo Infantil e Intervención Temprana (EDIIT) desde 2005. Ha publicado más de 80 artículos en revistas científicas nacionales e internacionales. Además ha presentado más de 100 conferencias, cursos, talleres, trabajos libres y comentarios en foros nacionales e internacionales.

1.- Desde su experiencia profesional ¿Cómo podría definir la infancia? La infancia es un hecho de la vida, de la biología, también lo que lo acompaña que es el desarrollo psíquico; tiene todo una importancia en que es la etapa en que se genera una persona, un sujeto psíquico, y una persona que tiene que desempeñarse en una sociedad. La infancia es un periodo que antes se veía como un periodo secundario y la cosa era pensar en los adultos, hasta que se dieron cuenta que el adulto es hijo del niño y que va a ser de acuerdo a como haya sido ese niño, o sea que hay que atender a los niños para que los adultos sean buenos adultos. Eso ya es un conocimiento que lleva todo el siglo XX y que por supuesto se sigue viendo ahora, así que es una etapa que ha tomado más y más importancia. 2.- ¿A qué cree que se refería Freud cuando dijo «infancia es destino» y sigue siendo aplicable? Justamente se refiere a esto que acabo de decir, que durante la infancia se van produciendo una serie de hechos que se encadenan de tal manera que van a ir dando una fortaleza psíquica o no, una capacitación para la vida o no, una experiencia enriquecedora o no, o sea que todo esto es muy definitivo, es una etapa en que el hijo es el padre del adulto.

3.- De acuerdo a su práctica clínica ¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrenta en la actualidad con la clínica infantil? Yo creo que cada época tiene sus carac-

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terísticas, podemos decir que hay más patologías en algún sentido pero creo que es un punto de vista que también se puede cargar de prejuicios. No es cierto que las diferencias siempre son patologías, por ejemplo, estábamos el otro día pensando en porqué dicen que hay niños que le gustan tanto los juegos electrónicos; son diferencias, si antes jugaban con carritos y ahora juegan con los carritos a través del aparato electrónico corresponde a la época y los efectos de esto, no necesariamente son patologías; lo que sí es patología es que los niños lo hacen no con una situación creativa, sino con una resituación de soledad, de desatención o dejarlos frente a la televisión para que se entretengan desde que son bebés y eso si es muy alienante, este tipo de cosas ya son los malos usos de la tecnología y de la época. Creo que es una época acelerada y a mí no me gusta nada porque creo que los niños necesitan tiempos, tiempos de atención, tiempos de madurez, no acelerar procesos, no acelerar separaciones, a la vista está lo que está pasando en los países más desarrollados, que tienen mejores niveles en primaria, secundaria, que tienen un mejor desarrollo de los niños, a las madres se les da más tiempo para quedarse en sus casas y a los padres también, o sea, hay vacaciones por maternidad y paternidad de ambos padres para que el niño empiece sólidamente.


La Entrevista: Dra. Esperanza Pérez de Plá

Y ¿eso donde?, en Finlandia, en los países escandinavos. Finlandia lo digo porque parece que Finlandia y Escandinavia son los países que tienen los mejores niveles de primaria, pero primero le dieron padres que tenían tiempo, que se quedaban en su casa y que no tenían la prisa de volver a trabajar. Grave problema en México.

4.- Calidad de vida, aprovechamiento académico, o sea, como dice en la adultez son productivos de diferente manera ¿no? Exacto, o sea que lo que damos son padres que están a gusto cuidando a sus hijos y les dan el tiempo y la buena relación temprana, están permitiéndole que marche mucho mejor en el futuro, que vaya después a la guardería; hay muchos bebés que tienen que ir a la guardería a las 3 o 4 semanas, esto sí es algo que es una separación dolorosísima para todos y creo que esto sí corresponde a unas condiciones laborales/sociales no favorables. 5.- ¿Hacia dónde cree usted que se dirige la clínica infantil en los siguientes años? Yo creo que lo que hemos ido aprendiendo es a irnos hacia atrás en relación ya no al niño, sino inclusive al trabajo desde el útero durante en embarazo, la preparación a las madres y luego el nacimiento y como se haga en esta etapa, porque ahí hay mucha problemática que están poco conocidas pero que podría hacerse un trabajo preventivo. Yo creo que el tema sería si podemos hacer la preven-

ción , pero si no podemos hacer la prevención de que no es bueno que los niños vayan tan temprano a la guardería mientras la madre se va a trabajar 10 o 12 horas, ¿qué vamos a estar haciendo por la infancia? Vamos a estar haciendo que la infancia sea una infancia muy abandonada en manos de cuidadores que no tienen esa especificidad que necesitan los bebés y los niños de todas las edades. Hay algo que es ineludible que es el estar de la madre y del padre con el bebé y no con el niño y con toda la etapa de la infancia directamente, o sea, por algo en países como Israel, que intentaron hacer que mientras trabajaban los padres, los niños, siempre la cosa colectiva, se fueron dando cuenta que era algo que no era bueno y trataron de que las madres se quedaran con sus hijos, les dieran pecho; no tenían que pensar en que era mejor que estuvieran en manos de cuidadores, por más preparados que fueran, y hacer una enseñanza masiva, sino una enseñanza y una relación afectiva que nos traten de a uno por uno. Eso es lo que yo podría decir, hacer verdadera prevención es una serie de medidas de preparación de las madres pero también de que la sociedad no nos coarte en ese sentido. Eso sería lo que yo recomendaría, ojalá se pueda hacer y si no vamos a tratar de estar mejorando todos los errores cometidos en esa etapa y entonces sería la evolución de nosotros como psicólogos, como psicoanalistas, como médicos, en lugar de hacer las cosas a tiempo, hacerlas tardíamente; estamos en lo peor si se ocurre, pero bueno, no depende de nosotros. Gracias, pero hay también que enseñarle también a los padres mucha educación para que los padres no crean que lo mejor es que ésta cuidadora está preparada, no es así. Referencias de imágenes: Herrera, A. (2016) Fotografía 2 [Fotografía] Esperanza [Fotografía] (1999). Recuperado de: http://www.cartapsi.org/mexico/espla.jpg Esperanza Pérez [Fotografía] (2015). Recuperado de: http://amerpi.com/wp-content/uploads/2016/01/esperanza-1.png

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Entrevista a Dra. Ana Fabre del Rivero Por Iris Reyes

Dra. Ana Fabre del Rivero Miembro fundador y expresidenta de la Asociación Mexicana para el Estudio del Retardo y la Psicosis Infantil (AMERPI), pionera en el trabajo de autismo y psicosis infantil en la modalidad de acompañamiento terapéutico. Es catedrática, tutora y supervisora del área del posgrado de la Facultad de Psicología del posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La Dra. Ana Fabre es participante en las actividades de Ítaca desde su fundación, espacio teórico-clínico centrado en las dificultades, trastornos y enfermedades mentales.

1.- Desde su experiencia profesional ¿Cómo podría definir la infancia? La infancia es una promesa, es la oportunidad de que alguien tenga una linda vida y creo que nuestro trabajo está en proteger que esa vida pueda ser linda inclusive que pueda ser a chicos que tengas vidas muy difíciles porque esa infancia no fue bien recibida. El abandono de la infancia es un problema muy grave; la desnutrición por las políticas económicas del país es un problema muy serio; la presencia del narco; el temor con el que viven las familias; la migración y las rupturas familiares; todo eso que ha ido rompiendo el tejido social y no sabemos dónde va a acabar el país y a que horrores se van a encontrar las siguientes generaciones, con esa cosa que lo más fácil es matar o despedazar a alguien, toda la cosa de crueldad que se ha despertado en el país. Entonces, la infancia es en este momento, en todo el mundo, porque estamos

viendo también en Siria; la gente que está tratando de cruzar para tener una mejor vida en Europa; la infancia está abandonada, maltratada, como que esta idea de que la infancia es el futuro pareciera olvidada o que la gente no le importa que tengamos un futuro ominoso porque esos niños, que son abusados cuando cruzan fronteras o abandonados a su suerte, que padecen hambre, que padecen frio, que tienen necesidad de ser protegidos, acogidos, cuidados y no hay quien los cuide, si no quien abuse de ellos, ese es un problema muy serio, eso pienso de la infancia en nuestro país y de la infancia a futuro en el mundo. 2.- ¿A qué cree que se refería Freud cuando dijo «infancia es destino» y sigue siendo aplicable? Siempre es aplicable, porque estas cosas que estoy mencionando justamente tienen que ver con eso. Si los chicos están teniendo esa infancia, ¿cómo van a evolucionar? Es una vida a niños que no pueden comer, están desnutridos, familias disfuncionales. Ha aumentado el problema con la crisis económica. Claro que esperamos un mal destino, por eso me refería yo al tejido social, como lo vamos a reestructurar. 3.- De acuerdo a su práctica clínica ¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrenta en la actualidad con la clínica infantil? La clínica infantil paradójicamente está teniendo cada día más presencia y más aceptación porque la gente se está dando cuenta que es necesario que los chicos tengan un espacio donde hablen, incluso en algunas instituciones esto está incluido el trabajo psicológico y el mío, que me interesa y en el que creo que es el que práctico, si no, practicaría otro que

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La Entrevista: Dra. Ana Fabre del Rivero

es el psicoanálisis. Creo que muchas cosas derivadas de la práctica psicoanalítica se están considerando cada vez más.

4.- ¿Hacia dónde cree usted que se dirige la clínica infantil a mediano o a largo plazo? Esta clínica se dirige a palear grandes males que estamos atravesando y también la comprensión de ciertas formas de vivir que pueden ser diferentes y mejores. La práctica clínica a veces se ve rezagada porque hay mucha gente creyendo que es mejor medicar

a un niño que entenderlo y escucharlo, pero las pastillas o medicamentos pueden palear ciertas acciones o ciertas conductas pero no las va a hacer que el niño entienda «yo pego», «yo me lastimo». Cuando un niño entiende, o un adulto, qué es lo que le pasa y porqué hace las cosas, realmente hay la posibilidad de modificación, entonces yo creo que la práctica clínica psicoanalítica ofrece la posibilidad de un cambio más estable y más inteligente. Referencias de imágenes: Herrera, A. (2016) Fotografía 3 [Fotografía] Ana Fabre [Fotografía] (2015). Recuperado de: http://amerpi.com/ wp-content/uploads/2016/01/ana-fabre-1.png Dra. Ana María Fabre del Rivero en 1er Ciclo de Foros Ítaca 2012 [Fotografía] (2012). Recuperado de: http://www.itaca.com.mx/itaca. com.mx/Galeria_Fotos/Pages/1er_ciclo_de_foros.html#5

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Entrevista a Dra. Mariana Osorio Gumá Por Iris Reyes

Dra. Mariana Osorio G. Nació en La Habana, Cuba, es psicoanalista y escritora, radicada en México desde hace veinte años. Trabaja en un consultorio privado con niños, adolescentes y adultos. Ha publicado ensayos psicoanalíticos y relatos de ficción, así como libros para niños y jóvenes, también ha publicado ensayos en distintas revistas de circulación nacional e internacional. Ha trabajado con niños adolescentes y adultos desde 1993. Ha ejercido la docencia en diversas universidades, seminarios y cursos. Es coautora del libro «Sujeto, Inclusión y Diferencia» editado por la Universidad Autónoma Metropolitana, del libro “Imaginario” editado por Landucci Editores, de la novela «El Paraíso de las Moscas» publicado por Ediciones B (2010) y reeditado en España en 2011 y autora de la novela «Tal Vez Vuelvan los Pájaros» Ediciones. Es también autora del libro «Hablemos de Violencia: un monstruo de mil cabezas», su última novela publicada fue «Escucha las Sombras Bajo el Palmar» (Edic. Castillo 2016).

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1.- Desde su experiencia profesional ¿Cómo podría definir la infancia? Como uno de los periodos fundamentales de la vida del ser humano, donde se van a marcar la entrada, las posibilidades o las dificultades, de un sujeto para relacionarse con el mundo. Es un periodo donde eventualmente se puede generar la posibilidad también de la experiencia que pueda tener en el futuro una persona, el periodo fundamental de la vida. 2.- ¿A qué cree que se refería Freud cuando dijo «infancia es destino» y sigue siendo aplicable? Bueno, infancia es destino porque se generan las primeras marcas de cómo vive el mundo una persona y es destino, relativamente, porque sí son marcas importantes pero eso no quiere decir, pensado desde el psicoanálisis, que no sea algo que pueda transformarse hasta cierto punto, hasta un cierto margen; es algo que se puede transformar y se puede cambiar. Es un destino pero no un destino rígido, es algo paradójico, un destino en un cierto sentido pero en otro también hay cosas qué hacer en un caso menos sufriente. 3.- De acuerdo a su práctica clínica ¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrenta en la actualidad con la clínica infantil? Creo que parte de las dificultades de la clínica infantil, sobre todo cuando es desde la lectura psicoanalítica, es que hay situaciones sociales que son importantes de considerar. Estamos muy apurados por que los niños crezcan de manera muy prefijadas y se escucha muy poco el deseo del sujeto, el desear de un niño, lo que le pasa a un niño; en realidad se escucha poco al niño en la actualidad, entonces, es todo un trabajo con los padres,

con las escuelas, con los adultos a cargo para empezar a escuchar a un niño, pues sabemos que a veces los síntomas de un niño son manera de expresar algo que no está bien, un conflicto, y se trata de callar muchas veces el síntoma cuando en realidad el síntoma es una vía para abrir la posibilidad de escuchar a un niño y de atenderlo en todo caso. 4.- ¿Hacia dónde cree usted que se dirige la clínica infantil a mediano o a largo plazo? Honestamente esa pregunta no puedo contestarla. Te puedo hablar de mi deseo. Viendo el impacto que tienen otro tipo de métodos, que tienen más gente, cómo se han ido abriendo puertas aquí en Monterrey en relación a una clínica tan particular como la que hace vista desde el psicoanálisis, pero además sobre todo desde estos grupos: AMERPI, REDES, etc., que es una mirada que hay poco en México, no solo en Monterrey y en la cuidad. Mi deseo es que esto se siga abriendo a un campo de pensamiento de trabajo, porque eso finalmente va a impactar socialmente en la infancia, en la manera de escuchar a los niños, en la manera de trabajar en las escuelas, los padres, la manera de poder escuchar a sus hijos tiene un impacto. Ese es mi deseo. Referencias de imágenes: Herrera, A. (2016) Fotografía 4 [Fotografía] Mariana Osorio [Fotografía] (2015). Recuperado de: http:// amerpi.com/wp-content/uploads/2016/01/mariana-1.png


Entrevista a Mtra. Martha Patricia Zavala Por Nelly Garza y Axel Herrera

Martha Patricia Zavala Licenciada en Psicología, maestría en Psicología Clínica, especialidad en psicoterapia Psicoanalítica. Ha trabajado como psicóloga clínica en la dirección de Educación Especial de la Secretaria de Educación en el área de deficiencia mental; en el colegio Mexicano en el departamento psicopedagógico, en ISSTELEON en las áreas de Consulta externa y en Interconsulta hospitalaria. También ha trabajado como docente en las siguientes instituciones, U-Erre, UNITEC, UVM, ITESM y UANL. Actualmente es docente de tiempo completo en la facultad de Psicología de la UANL, labor que combina con el trabajo clínico psicoanalítico con niños, adolescentes y adultos en su consulta privada. De igual manera tiene a su cargo los cursos taller de Clínica Psicoanalítica con Niños y Clínica Psicoanalítica con adolescentes así como el diplomado de Trabajo Psicoanalítico con niños, en el Departamento de Educación Continua de la Facultad de Psicología de la UANL.

1.- Desde su experiencia profesional ¿Cómo podría definir la infancia? Yo definiría la infancia como un momento muy importante en la historia del individuo, me refiero a un momento no porque sea un solo día, sino pensando en la historia, es un momento histórico muy importante donde se construye la base de la personalidad, donde la persona va a formar quien va a ser principalmente el resto de su vida; es un momento histórico en donde más que nunca se requiere de un apoyo, un ambiente que ayude a que la persona se sostenga, se construya, y que se de todo el proceso por el cual se pueda desarrollar; es el momento histórico más importante de la vida del ser humano y no se limita a una etapa, a unos años. Habrá quien diga que la infancia es primera infancia, segunda infancia, yo me refiero a todo el momento de construcción que puede abarcar si pensamos cronológicamente desde el nacimiento hasta que el niño ya «es»... Y más adelante explico que es «ser».

2.- ¿A qué cree que se refería Freud cuando dijo «infancia es destino» y sigue siendo aplicable? Perdón, pero me llama la atención la pregunta, porque ¿cómo no va a ser aplicable? Freud hablaba citando a Napoleón, que hablaba de que anatomía es destino, es decir, depende mucho cómo es el soporte biológico con base al cual uno se construye y Freud dice que infancia es destino precisamente por lo que te contestaba anteriormente, es la etapa más importante de la historia del ser humano. Lo que descubre y sobre lo que construyen muchos después es que no es una tapa de inconsciencia ni de ignorancia, de ajenidad a las cosas, es una

etapa en la que el niño está sumamente sensible y atento a lo que está pasando y a lo que se está desarrollando profundamente, infancia es destino se refiere, para sintetizarlo, a que lo que vivimos en nuestra historia va a depender o depende cual va ser nuestro devenir como sujeto y yo creo que esto es una premisa actualmente básica del psicoanálisis, cuando una persona va a análisis la base con la que trabajamos es que nos hablará sobre su historia y esta nos va a explicar cómo se ha convertido en este sujeto, en esta clase de persona; y su historia, de toda, la más importante es la historia infantil. 3.- De acuerdo a su práctica clínica ¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrenta en la actualidad con la clínica infantil? Es una pregunta muy importante porque lo que estamos viendo ahora, los que trabajamos con niños, es que hay una especie de prisa. Hay autores que le llaman demanda social o la demanda cultural es que los síntomas de los niños se quitan rápido, una especie de fast food, también hay una fast psico que lo que se busca es que los síntomas de los niños desaparezcan rápidamente y eso nos lleva a dos problemas: uno de los problemas básicos es el apresuramiento de los papás en la consulta, de que a los niños se les quite rápido sus malestares; otro problema que vemos es que, precisamente para apresurar el proceso, se tiende a medicalizar a los niños; el problema que tiene es que nuestra cultura tiende a medicar ante cualquier malestar, medicar para suprimir el síntoma más rápido, entonces esos son los dos grandes problemas que tenemos que de alguna manera se relacionan, una prisa para que el niño mejore, una medicina para que mejore rápido y eso nos lleva también a una prisa para que no haya infancia. 21


La Entrevista: Mtra. Martha Patricia Zavala

Tú me preguntabas al principio ¿Qué es la infancia? A mí me parece que es un momento muy importante y creo que culturalmente estamos viendo una demanda de que la infancia ya no exista, lo vemos en la prisa de que los niños se curen, en quitarle a los niños tiempo para jugar, ahora se le llena a los niños de actividades y el jugar a no hacer nada está mal visto, entonces creo que además de estos dos problemas básicos nuestra cultura está siendo cada vez más enemiga de los niños, obligándolos a ser adultos rápidamente y obligándolos a hacer las cosas que nosotros queramos que hagan. Y si me permites otra cosa que quisiera comentar, otra cosa que veo con en la clínica con niños o en la infancia en la sociedad es que al mismo tiempo que se les apresura, no se les estructura, yo creo que ustedes han visto y que se habla mucho en la clínica de que nos encontramos con papás en la consulta que quieren que a los niños se le quiten los síntomas, que no se explican de donde vienen esos malestares de los niños y que se les ocurre pensar que ellos tienen relación con los problemas que los niños presentan, y con esto me refiero a que los papás tienen que ver con muchos malestares porque no dan estructura a los niños y creo que lo habrán escuchado como parte de unos padres que no ponen la ley, unos padres que están muy preocupados por no molestar a los niños, por no traumarlos o por no hacerse responsables de los niños, entonces los dejan que hagan las cosas solos, entonces también estamos viendo en la clínica unos padres que no están ayudando a estructurar y que les cuesta ser autoridad. Unos amigos y yo comentábamos hace poco que es muy rara esta costumbre de decirle a los niños «papás» como una forma de hablar: «a ver papi, qué quieres que haga», el padre al hijo y esta forma de hablar que no tiene nada que ver con psicoanálisis, si tiene que ver, es como decir: «yo no soy la ley, yo te doy la ley a ti, tu eres el papá y yo soy el hijo, yo hago lo que tú me digas», entonces el tercer problema que estamos viendo en la clínica es la desaparición de la autoridad de los padres. 4.- ¿Hacia dónde cree usted que se dirige la clí22

nica infantil a mediano o a largo plazo? Para empezar no estoy de acuerdo con la definición de clínica infantil, porque también al hablar de infantil es como si desmereciéramos como lo infantil y lo maduro, como lo malo y lo bueno, entonces me gustaría llamar mejor a la clínica con niños, más que la infantil. La clínica con niños contemporánea ya habilita cada vez más al trabajo por ejemplo con niños con problemas graves del desarrollo, que antes no estaban dadas las condiciones para que pudiéramos trabajar con niños con problemas del desarrollo y precisamente, antes era trabajar con niños en ciertas condiciones de analisabilidad. Actualmente la clínica psicoanalítica ya permite incluir a niños con problemas graves del desarrollo y esto nos lleva a otra situación muy buena que es al trabajo en equipo, a la interdisciplinar o transdisciplina. En mi tiempo aquí en la facultad, la formación te llevaba mucho a trabajar por ti solo en el consultorio, encerrado, aislado del mundo. La formación actualmente detonada por la clínica en los problemas graves del desarrollo nos lleva cada vez más a un trabajo en interdisciplinar o mejor aún, en transdisciplina. Ya aprendemos a colaborar con otros especialistas y aprendemos a conocer a otros idiomas y también a nuestro propio idioma del psicoanálisis tratar de facilitarlo para ser comprendidos y no encerrarnos en una muralla de conocimientos teóricos inexplicables. Eso nos va a permitir hacer crecer la clínica con niños. Referencias de imágenes: Garza, N. (2016) Fotografía 1 [Fotografía) Martha Patricia sentada [Fotografía] (2016). Recuperado de: https:// www.facebook.com/photo.php?fbid=10154332910174913&set= pb.625644912.-2207520000.1480034071.&type=3&theater Patricia Zavala en paisaje [Fotografía] (2016). Recuperado de: https:// www.facebook.com/photo.php?fbid=10154400949279913&set=a.4923 44309912.265110.625644912&type=3&theater


Entrevista a Lic. Guadalupe Rocha Guzmán Por Editores

Guadalupe Rocha Guzmán Licenciada en Psicología, Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones y Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco. Especialidad en Psicoanálisis con niños bajo la asesoría científica de la Dra. Silvia Bleichmar en la Clínica San Rafael por convenio de formación y prácticas profesionales con la Universidad Autónoma Metropolitana. Socia Fundadora y Presidente del Centro de Investigaciones en Psicoanálisis y Ciencias Sociales. Docente en diversas instituciones de educación superior en Ciudad de México y Cuernavaca en la Maestría de Psicología Clínica de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos así como en la Maestría del Centro Universitario del Sur. Ha participado en diversos Congresos y coloquios y ha sido coordinadora de dos Congresos realizados en Cuernavaca sobre Psicoanálisis y Ciencias Sociales. Práctica la clínica psicoanalítica con niños, adolescentes y adultos de 1985 a la fecha.

1.- Desde su experiencia profesional ¿Cómo podría definir la infancia? Como ese lapso de vida que abarca desde que el cachorro humano es arrancado de la biología y colocado en el lugar del deseo del agente materno, de la pareja parental, y se le brinda también un lugar en el orden de lo social, que será transmitido a través del discurso familiar. Ese arrancamiento de lo biológico hay que comprenderlo en tanto sexualización y narcisización del infans, lo cual implica la implantación de la pulsión, del enigma y del deseo. Abarcará por lo tanto ese período en que el ser humano se encuentra en los momentos de mayor indefensión y dependencia, así como sometido al embate pulsional, por lo que el papel del agente materno es indispensable para su sobrevivencia y humanización, en un proceso que implica la constitución del psiquismo hasta la represión de la sexualidad infantil y el «sepultamiento del Edipo». 2.- ¿A qué cree que se refería Freud cuando dijo «infancia es destino» y sigue siendo aplicable? Si se comprende como algo del orden de la predicción sería totalmente errado suponer que Freud pudo haber afirmado tal cosa, pues no forma parte del poder del psicoanálisis la predicción de nada y menos aún del destino que tendrá un ser humano. Sin embargo, Freud siempre insistió en la importancia de los primeros años de vida como algo que marcará al sujeto a nivel psíquico, de tal suerte que los deseos, las fantasías, las huellas que quedaron reprimidas, tenderán a su reactivación en búsqueda de satisfacción y podrán reactivarse produciendo

efectos en cualquier momento de la vida, de ahí que se hable de la sobre determinación del Inconsciente y de las determinaciones que en su fundación dejó lo infantil. La sexualidad infantil sigue ocupando un lugar central en la historia singular de cada individuo y forma parte de las determinaciones para que el psiquismo se organice de tal o cual manera, con sus puntos de fijación y sus núcleos defensivos. La idea entonces de que la infancia es destino habrá que comprenderla en términos teóricos y apelando a la metapsicología para no caer en reduccionismos. Si tenemos las herramientas teóricas y hemos tenido un proceso de formación sólido para ejercer el psicoanálisis, podremos investigar en cada uno de nuestros pacientes las condiciones y vicisitudes de su historia (por corta que sea) que se anudaron para derivar en los padecimientos o síntomas del sujeto en cuestión, tomando en cuenta lo que Freud definía como series complementarias y distinguiendo lo que son condiciones necesarias de condiciones suficientes para poder dibujar la dirección de la cura. 3.- De acuerdo a su práctica clínica ¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrenta en la actualidad con la clínica infantil? Son varias de gran importancia pero pienso que las más relevantes y graves tienen que ver con la insistencia en la medicalización de la infancia derivada de la invención de patologías para beneficio de grandes farmacéuticas (como por ejemplo el TDA) y el afán de homogeneizar, anular, domesticar la inquietud, curiosidad, y creatividad de los menores. 4.- ¿Hacia dónde cree usted que se dirige la clínica infantil a mediano y/o largo plazo? Pienso que dependerá fundamentalmente de lo que podamos hacer para 23


La Entrevista: Lic. Guadalupe Rocha Guzmán

despejar los postulados teóricos del psicoanálisis y su práctica, de tal forma que a pesar de todos los cambios que estamos viviendo, puedan sostenerse y conserven un valor explicativo, así como estrategias de intervención apropiadas. Por poner un ejemplo, la función de la sexuación en el interior de la familia, y por lo tanto los modelos identificatorios están variando profundamente, por lo que se tienen que replantear una serie de paradigmas relacionados con las formas de constitución de la subjetividad. Asimismo, los modos compulsivos que encontramos actualmente en los niños, la exacerbación de la agresividad y las formas crueles de relación que establecen con su entorno no pueden ser explicados únicamente desde el concepto modelo edípico desarrollado por Freud, hay que tomar en cuenta la exacervación de la violencia, impunidad y desvalimiento promovidos por el régimen actual en el que vivimos para poder pensarlos como efecto

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de fallas severas en el establecimiento del vínculo y de la genitalización temprana sobre la infancia que se está produciendo hoy por hoy, con lo cual estamos frente a un enorme reto que implica la obligación de hacer perdurar el psicoanálisis de manera digna y sin caer en banalizaciones, sostenidos en un modelo metapsicológico sólido. Referencias de imágenes: Guadalupe Rocha 1 [Fotografía] (s.f) Guadalupe Rocha 2 [Fotografía] (s.f)


Entrevista a Jessica Alejandra Berzosa Flores Por Editores

1.- Desde su experiencia profesional ¿Cómo podría definir la infancia? La infancia es la sorpresa, la construcción prístina de un mundo interno, también lo pienso como un lugar. Un lugar primordial de partida hacia la búsqueda y recepción de exJessica Alejandra Berzosa periencias que devengan en aconteciEs psicoterapeuta, estudió la licenciatura de Psicología en mientos, subrayando la palabra «lula Universidad Autónoma gar» porque aunque cronológicamente de Nuevo León, hizo una se pueda estar ubicado como infante, maestría en Psicología con Orientación en Clínica Psi- no siempre se vivencia de manera plecoanalítica, tiene estudios de na esta apertura al encuentro debido intercambio en la Maestría a inhibiciones que obturan las expeen Psicoanálisis de la Universidad Nacional de Mar riencias, así mismo podemos escuchar del Plata, Argentina, cuenta al adulto que con gran entusiasmo en con un seminario de clínica su voz y con sonrisa genuina puede con niños y adolescentes en detallar una escena vivida que produel Centro de Intercambio de la Asociación Psicoanalíti- jo un encuentro interno transformaca del Uruguay, obtuvo un dor, ahí sentimos la sorpresa infantil diplomado en Clínica Psi- que moviliza. coanalítica con Niños por Por experiencias me refiero a esos parte de la UANL, y recibió el curso: “Abordaje Interdis- encuentros-desencuentros que van arciplinario de los Problemas mando cadenas de representaciones del Desarrollo Infantil”, en la Fundación para el Estu- que conforman la red simbólica indio de los Problemas de la dispensable para la construcción del Infancia (FEPI) en Buenos psiquismo. Aires, Argentina. TrabaCuando tengo entrevistas con ja como psicoterapeuta de REDES, (Equipo Interdis- padres y se aborda este tema de las ciplinario en Atención a los experiencias, nos encontramos en Problemas en el Desarrollo) ocasiones con una saturación o bien, y co-tallerista del Taller de una escasa oferta de actividades para Juego en REDES. También es psicóloga esco- el pequeño, y aquí es donde se vuelve lar en Encuentro A.C. «Un sustancial pensar con ellos la diferenlugar para hacer y ser» cia entre actividades en serie, vacías y las que son significativas, movilizadoras. Con los padres , lo pienso desde la analogía de los bloques de construcción, los «legos», entre más se le convoque al niño a diferentes experiencias, es como adquirir legos (representaciones) de distintos colores, tamaños y formas, teniendo así la posibilidad de armar, cambiar, intercambiar y desarmar diferentes figu-

ras. De esta manera van comprendiendo que su pequeño está en un momento fértil de construcción y requiere ser acompañado para encontrarse con la sorpresa de lo otro. 2.- ¿A qué cree que se refería Freud cuando dijo «infancia es destino» y sigue siendo aplicable? Es una frase que puede circular como sentencia, sin embargo, también se puede leer como invitación al movimiento. Evidentemente sabemos que las experiencias tempranas van asentado imágenes, sensaciones, emociones, percepciones, sabores que colorean el espacio físico y psíquico. Freud nos abrió la puerta a una psicología profunda para investigar los efectos de esas construcciones primarias, y al estudiar la metapsicología encontramos que hay representaciones que al no ser simbolizadas no cambian, lo que no cambia es lo no simbolizado, de manera que la apuesta es hacia las intervenciones que a su paso vayan ramificando aquello que aparece lineal, inhibido, obturado. Cuando un adulto refiere que un niño requiere un espacio terapéutico, de alguna manera es guiado por ese saber sobre lo infantil y sus bases constitutivas, sabe que si no se hace una intervención en ese caso las cosas pueden endurecerse con el paso del tiempo y dificultar sus vínculos. También ocurre que le dejamos caer todo el peso (¿de la culpa?) a las experiencias de la infancia, incluso nos volvemos un cliché o personaje de chiste, en el cual a los terapeutas que trabajamos desde el psicoanálisis nos retratan con las frases clásicas de «hábleme de su infancia», «hábleme de su madre», « ¿cómo fue su control de esfínteres?», anulando así la posibilidad de historizar mas escenarios que también dan giros al mundo interno. 25


La Entrevista: Jessica Alejandra Berzosa Flores

3.- De acuerdo a su práctica clínica ¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrenta en la actualidad con la clínica infantil? La prisa, definitivamente. Llegan a la consulta niños referidos por dificultades de atención, socialización y/o conductas agresivas, sin embargo, pronto se hace notar que también tienen un ritmo acelerado en sus actividades diarias ya que van de un curso a otro, tienen pocas experiencias de juego, de descanso, e incluso, poco tiempo de aburrirse para entonces, crear. Es muy preocupante el manejo que se tiene con la noción del tiempo, en el cual, la prisa es el ingrediente común en la mayoría de los discursos, particularmente quisiera poner énfasis en las escuelas. Si bien, es de suyo que en la clínica con problemas en el desarrollo, los terapeutas estamos comprometidos a defender el tiempo y las pausas que los chicos requieran para la comprensión de cada una de sus actividades, hoy encontramos lo mismo en la clínica con niños regulares. Ocurre que en ocasiones nos citan en la escuela de algún paciente y encontramos que muchos colegios tienen programas académicos de alto rendimiento desde primero de kínder, previo a ello, solo en la sala de maternal se tuvo la oportunidad de tener actividades «recreativas» como cantar, bailar, jugar, después de ello, el plan se enfoca más en las actividades «cognitivas». Siempre hay niños que se sobre adaptan y pueden seguir este modelo, pero otros no y empieza la cacería de escuelas, padres angustiados porque en las evaluaciones de ingreso no aceptan a sus hijos, o condicionan su matrícula a que tenga un maestro sombra, otros más les recomiendan a los padres enviar a sus hijos a una escuela de educación especial en las que puedan aprender a jugar, socializar, esperar turnos y seguir una indicación, ¿no es esto lo que se hace en el jardín de niños? La prisa de acortar los tiempos de la infancia es preocupante.

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4.- ¿Hacia dónde cree usted que se dirige la clínica infantil a mediano y/o largo plazo? Esta pregunta iría ligada con la anterior respecto al tema de la prisa. En la clínica con niños, escucho cada vez más a los padres considerando volver a experiencias más básicas en todos los sentidos, desde objetos más simples, tiempos más prolongados, más artesanales podría decir. Creo que estamos en tiempo de detenernos a mirar, acompañar en las entrevistas con padres a cuestionarse sobre el lugar que tiene la infancia de sus hijos en su propia historia. También me parece que hay una sobredemanda de terapia para niños y poca para los adultos, por ello considero que es de primer orden que en el encuadre, el trabajo con los padres sea constante y cercano, las entrevistas con padres son tan importantes como las sesiones de juego con los niños, claro, no son fáciles sobre todo por la resistencia del terapeuta pero es la manera de llevar un tratamiento sostenido por la demanda y no un niño-encargo hacia el terapeuta. Referencias de imágenes: Herrera, A. (2016) Jessica 1 [fotografía] Herrera, A. (2016) Jessica 2 [fotografía]


Dossier La bella infancia: breve historia de la niñez y su representación en el arte Por Ana Martha Hernández Castillo

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n la sociedad actual la niñez es el centro de muchos estudios, leyes y programas gubernamentales que buscan el desarrollo y bienestar de éste sector de la población. En la concepción habitual de familia nuclear -no entraremos en temas de disfuncionalidad-, la madre, el padre y los hijos son la base de la sociedad y los niños reciben toda clase de atenciones; se crea un sentimiento de afectividad en torno a la presencia infantil observable en prácticamente todos los aspectos del ámbito familiar. Sin embargo, no siempre fue así, la historia de la infancia nos brinda rastros de una percepción completamente diferente en diversas épocas de la humanidad, apreciación que es fácilmente rastreable mediante las crónicas de la época, pero también, en la plasmación artística. De acuerdo a Lloyd DeMause (1974), la historia de la infancia es una pesadilla de la que hemos comenzado a despertar hace muy poco. El niño ha sido visto en distintos momentos históricos como un ángel inocente o un demonio portador del mal, como el producto de la necesidad del cuerpo o bien un ser incompleto que requiere moldeamiento. En las civilizaciones antiguas como la babilónica, la egipcia, la griega y la romana, el niño no era un individuo importante, más bien, no era un individuo, era prácticamente invisible. Desde la raíz etimológica de la palabra infancia, se percibe ésta falta de interés en denotar su individualidad, pues la palabra latina infaris significa «no hablar», es decir, no tener voz, no ser escuchado. Cómo lo menciona Meraz-Arriola (2010), el lugar histórico del niño en las civilizaciones antiguas era un tanto escabroso pues se relaciona

con temas de infanticidio, sacrificio, abandono y filicidio. El niño era más bien un esclavo del adulto, se le integraba al trabajo desde los 5 años y los padres tenían propiedad sobre él: podían entregarlo, venderlo o abandonarlo. Los romanos, por ejemplo, sacaban provecho económico de sus niños cuando ya no podían mantenerlos y los vendían a los tratantes de esclavos. En la intimidad familiar, la prerrogativa de aceptar y reconocer al niño era del padre. Si éste lo rechazaba, era común el abandono del recién nacido. En la tradición mitológica griega hay un sinnúmero de referencias a los niños expósitos: muchos morían, otros eran recogidos por pastores y criados como hijos propios para ser integrados al ámbito laboral. El infanticidio se practicaba profusamente en el caso de niños con defectos físicos, de hijos ilegítimos o por falta de recursos para mantenerlos y no era considerado como un asesinato. Tal vez por estas razones, rara vez encontramos niños representados en el arte antiguo. Sin embargo, resulta interesante el papel que jugaba el niño en las sociedades primigenias que imprimieron en las cuevas sus actividades artísticas. Por ejemplo, en el Parque La Poma en Soacha, Colombia se pueden ver las impresiones en rojo de pequeñas manos de niños, lo cual nos habla de que todos los miembros de la comunidad participaban en todas las actividades, incluida la artística. Así, en el arte rupestre hay un claro registro de la presencia de niños, pero no se trata de una representación artística de la infancia como tal. Esto no pasa en otras culturas antiguas; el niño era prácticamente invisible. En el arte egipcio, por ejemplo, ocasionalmente encontramos 27


Dossier: La bella infancia

niños representados, aunque en la época Ramésida (1295-1186 a.C. aproximadamente) serían relativamente frecuentes, sobre todo en escenas de banquetes. Si bien no se ha determinado la motivación de su representación: ¿se trataba de una figuración realista de la presencia de los infantes en éste tipo de actos? ¿Sucedía lo mismo con los niños representados en algunas tumbas de la necrópolis de Tebas? ¿Su presencia en estas representaciones artísticas responde únicamente a una percepción simbólica o realmente se buscaba plasmar a la infancia? No hay una respuesta a estas preguntas, considerando que la representación infantil no es una constante en las subsecuentes representaciones artísticas dinásticas, por lo que un intento realista podría no ser la motivación original. Hay un solo caso en el arte egipcio que podría dar respuesta a nuestras inquietudes: las representaciones del faraón Akhenatón y sus hijas, que son plasmados en escenas de recreación familiar. No se vinculan con elementos ceremoniales o simbólicos, sino con la vida diaria.

Estas podrían ser las primeras representaciones artísticas de una infancia individualizada. Infortunadamente, debido al proceso de damnatio memoriae que sufrió la figura de Akhenatón, el arte producido en su época fue destruido poco después de su muerte, por lo que no podemos determinar la continuidad del modelo y la veracidad de nuestra hipótesis. En el arte griego hay muchas imágenes de Eros, dios niño que representa la fuerza del amor, que lo muestran con proporciones claramente infantiles. Sin embargo, esto no responde 28

a un intento realista, sino más bien a una carga simbólica relacionada con la impulsividad del amor y la similitud con el actuar de un niño que no piensa antes de actuar. Es decir, el niño Eros no representa la infancia, sino el concepto subjetivo del impulso del amor. Aparte de los ejemplos mencionados, no hay más representaciones infantiles en el arte antiguo. En los primeros años del cristianismo el niño era concebido como un ser perverso y corrupto que debía ser redimido mediante la disciplina y el castigo. La representación artística paleocristiana, al abrevar de fuentes romanas, no reproduce figuras infantiles; será hasta la Edad Media cuando a través del concepto «infancia divina» encontremos niños representados en el arte, por ejemplo, el Niño Dios. En éste período, el niño es percibido como «homúnculo» (hombre en miniatura) que se encuentra en un estadio inferior del desarrollo humano, y que a través de la educación y la reforma, ascenderá a la superioridad, a la adultez. En estas épocas, educar implicaba el cuidado físico, pero más la disciplina y la obediencia; hasta el momento no hay referencias del amor de los padres a los hijos. Posteriormente, los pasajes dogmáticos de la religión católica relacionados con niños que fueron profusamente representados a partir del medievo, como el Niño Dios, la Virgen niña o San Juan Bautista niño, acompañados de los ángeles y querubines de los rompimientos de gloria, no pueden ser tomados como el producto de un interés artístico o social en la infancia, sino como un acto de refuerzo de la religión a través de representaciones que incluían niños, que al ser santos, no podían ser malos ni inferiores. Esta carencia de individualidad de la infancia es visible a través de la representación de los niños como hombres minúsculos sin rasgos de infancia, con


Dossier: La bella infancia

una musculatura pequeña y un rostro adusto, aunque en escala menor; no hay una representación realista de rasgos específicos de la infancia, a excepción del Niño Dios en escenarios como la Adoración de los Reyes o de los pastores en donde se le presenta como un bebé regordete. Ya en pleno Renacimiento se observa un nuevo interés en el desarrollo infantil y se determina que el niño no nace ni bueno ni malo, todo lo que llegue a ser y hacer dependerá de sus experiencias. Hasta éste momento no hay idealización de la infancia en el arte, aunque sí presencia, pues ya se retrataba a las familias con sus hijos e hijas, incluso niños, en retratos individuales, sobre todo de la realeza. A mediados del s. XVIII Jean Jacques Rousseau revoluciona el concepto de la infancia que se tenía hasta el momento con la publicación de su obra Emilio o de la educación (1762), ahora se promueve el respeto a la individualidad del niño, éste es bueno por naturaleza, es la sociedad la que puede llegar a pervertir sus buenas inclinaciones. Tal vez debido a la revolución conceptual de Rousseau es que en el siglo XVIII los niños ya son retratados con más realismo en el arte, incluso, hay retratos de niños en solitario que ya no aparecen como «homúnculos». El arte del siglo XIX, por ejemplo en el romanticismo español, ya denota la individualidad de la infancia que provino de la revolución del pensamiento de Rousseau: los niños en el arte ya son representados con rasgos infantiles y ya no como adultos pequeños, ya se proveen tratamientos plásticos especiales como la escala, las facciones y la vestimenta adecuada, se logra plasmar la afectividad que rodea la figura infantil dentro del ámbito familiar, ya que el encargo de obras de arte era costoso y el hecho de que los padres encargaran

un retrato del niño significa un interés afectivo más que cualquier otro de naturaleza negativa como los que hemos podido reconocer en la breve revisión histórica de la infancia que hemos descrito en párrafos anteriores. La influencia de Rousseau comenzó a sentirse hasta bien entrado el siglo XX en el desarrollo de la pedagogía, la puericultura, la medicina infantil y la psicología evolutiva. El niño, por primera vez, se concibe como sujeto. Desde entonces, el niño como individuo es un elemento constante en el arte: en la escultura, la pintura, la fotografía, y en el mundo moderno y globalizado, su presencia inunda los diversos medios de comunicación masiva como parte importante de la familia y la sociedad. Como lo citan muchos especialistas en la actualidad, la infancia es la etapa más importante del desarrollo humano, ya que determina los aspectos de una persona durante su vida. Así, las palabras de Rousseau no pierden validez hoy día: la experiencia de un niño es la que determina su actuar como adulto y el arte ha sido un claro ejemplo de la evolución en la concepción de la infancia. Sobre la autora: Ana Martha Hernández Castillo Licenciada en historia del arte por la Universidad de las Américas Puebla y Maestra en la misma disciplina por la Universidad Nacional Autónoma de México, se ha desempeñado desde hace 15 años en el ámbito de la gestión cultural en la ciudad de Puebla. Actualmente, trabaja de forma independiente en proyectos de investigación y gestión cultural y ha participado en diversas publicaciones, impresas y digitales. Bibliografía: DeMause, Lloyd. «La evolución de la infancia». The Psychohistory Press, Nueva York, 1974. Meraz-Arriola G. «Historia Universal de la Infancia» en Acta pediátrica de México. Volumen 31, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2010. Referencias de imágenes: [Estela de Akhenatón, Nefertiti, y sus hijas] Recuperado de: http://2.bp.blogspot.com/-0Bx01Ll6AsY/VQou1oyv8PI/ AAAAAAAAACg/6FDT8dbWXHk/s1600/image001.jpg Pablo de San Leocadio (ca. S.XVI) Virgen del caballero de Montesa [Pintura] Recuperado de: http://www.artehistoria.com/v2/jpg/SAV00103.jpg Martini, S. (ca.1310) Virgen y el Niño [Pintura] Recuperado de: http://4. bp.blogspot.com/_onB-4lmtWgk/SzonbcES1eI/AAAAAAAAJXU/ irPAUq6w49A/s400/1madonna+y+el+ni%C3%B1o.jpg Esquivel Y Suarez De Urbina, A. M. (1855) Raimundo Roberto y Fernando José, hijos de S.A.R. la infanta Dña. Josefa de Borbón [Pintura]. Recuperado de: http://e02-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/10/18/14767919562039.jpg

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»Civilizados«

Serie de poemas escritos por Pedro Reyes | reyes_mtz_13@hotmail.com

Los dos somos civilizados Hablaremos de nuestros días, de cómo nos sentimos; o que las cosas se complican.

No plantearemos cara al futuro no huiremos al mar no hablaremos de amor abstracto no veremos a los ojos. Mañana cumple años el amor de mi vida.

Seremos civilizados, caminando de un lado a otro pensando en que haremos mañana. Seremos civilizados. Seremos civilizados. Seremos civilizados. Ninguno de los dos se atreverá a decir «desde que te conozco las noches empiezan tarde» Seremos civilizados. Ninguno de los dos se atreverá a plantearle cara al futuro. Seremos civilizados. -Son las 7:13-

Mañana Mañana cumples 20 años. No te felicitaré no llegaré a tu casa con un regalo no haremos el amor no te besaré. Mañana cumples 20 años. 30

Mañana, ¿día feliz o triste? mañana, todo mi mundo, mañana…


Maktub

Latinoamérica Siempre he pensado a Latinoamérica como un refugio, un lugar donde estirar los pies es lo más común, donde el sol no aparece y cuando aparece quema... Siempre he pensado a Latinoamérica como una trinchera, para mi mal de amores con su Gardel de voz delicada, donde encuentro escondite para mi miedo a la soledad... Siempre he pensado a Latinoamérica como una persona, por sus ojos negros, su piel quemada y esos brazos que se tocan en la cordillera, donde no basta decir nada para tirarse a soñar... Siempre he pensado en Latinoamérica como un órgano extirpado, como mi corazón latiendo fuera de mí sin poder regresarlo a mí, donde me muero, pero me muero como una delicia tarde interminable... Siempre he pensado en Latinoamérica como el paraíso, cuando nada queda, ni esperanza, siempre queda ella, donde me acurro y lloro en silencio la canción de Cabral...

V

Eres fuerte Eres viento ¿Cómo tocarte, sin que desaparezcas? ¿Cómo delinearte, sin que te esfumes? Eres viento mujer, mujer eres viento. ¡Desordena mis papeles, tiempo habrá después para juntarlos!

XVII Desde la última vez que escribí Han pasado cuatro años Dos Papas y varias crisis religiosas.

XI He llegado a odiar la literatura Quisiera solo llegar, platicar de temas banales Sexo, porno, deportes y algo de lo último del cine -claro que puedo platicarlos- Pero no. Lo que me emociona es la literatura Libros, autores, poesía… siempre es la poesía

XII La poesía no sirve ni siquiera para conseguir un beso Referencia de imagen: Reyes P. (s.f.) Fotografía de ventana. [Fotografía]

Me aterra ser un falso. ¿Poeta? Yo no puedo nombrarme así

XXII No quiero lástima, ni eufemismo y a la vez, no quiero que te vayas.

Tu nombre me sabe a viento Tú nombre me sabe a viento, remolino mío que desordenas mis apuntes. Eres libre 31


1er certamen de Portada y Contraportada

¡Felicidades a los ganadores! Marcelino Solís

2do Lugar

Alejandro Guerrero 1er Lugar

Mario Gutiérrez 3er Lugar

Gracias a los demás participantes

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Alejandro Guerrero

Marcelino Solis

Mario Gutiérrez

Jorge Gómez

Casandra Ramos

Jorge Gómez

Eduardo Benavides

Marco Antonio Pérez


En construcción La infante escritura y la política de la memoria Por Baruch Martínez Treviño

I.

La política de la memoria es dar al espacio una marca que abra a los sentidos diversos cuando el futuro esté en deuda ante su llamado. Es abrir sentidos múltiples desde lo que nos está aconteciendo, sentidos que se entretejen en las voces y los cuerpos de los que leemos el diario demandar a la dignidad de una vida alegre. La política de la memoria es resistir al olvido desde la fuerza de la vida. Porque hay marcas que quieren ser enviadas al olvido. El olvido está posibilitado por la moral que signa el reclamo como un pecado, como un mal, como un maleficio, como una peste. El olvido está empujado; estamos re-negando de que estas cosas existan: muertes, desapariciones, feminicidios. Re-negamos, empujamos al silencio lo que no escuchamos. Porque el olvido es olvidar cómo escucharnos, porque el olvido es olvidar cómo encontrarnos. Por eso una política de la memoria es la marca que retoma la voz, es el cuerpo que se vuelve resonante ante lo que agravió la vida y la dignidad. Y la política es por la fuerza que exige esta reparación del daño. Pero las historias dadas al no olvido no garantizan su lectura fiel; es aquí donde podemos volver a leer desde nuestra actualidad constante que el pasado no ha pasado, que el pasado nos persigue (a nuestra condición) para volver a situarnos en ese lugar que se aproximó a un vacío. Porque la política de la memoria es hacer de los vacíos que nos han tocado de cerca un constante susurro por el cual se entretejen las furias de una vida digna.

II.

El pasado está pasando. El pasado se presenta ante nuestra idea de futuro; amenaza al futuro. Es desde la memoria que el pasado habrá de devolver la fuerza de la vida. Porque lo que resiste es no dejarse llevar al olvido de lo que nos ha pasado. Así, el futuro quizá pueda escuchar lo que resiste como la insistencia de la vida que marca, que escribe, que danza, que grita, que empuja a las instituciones a abrir sus puertas y ciudadanizar la justicia y la verdad. Porque dicen algunos funcionarios que continuemos con nuestra vida, pero sostenemos, hacia el olvido, una necesidad de expulsar esa atrocidad, esas pequeñas muertes que nos cortan. Es como cuando, impune y cínicamente, se adjudican su poder saltando la ley. Esto se siente como una ofensa y si es llevada al olvido, no recordarla no significa que no exista, sino que es ese veneno del rencor que se expulsa en otras direcciones. Por eso el pasado habrá de estarnos pasando como memoria digna, ética 33


En construcción: La infante escritura y la política de la memoria

y creadora, que reclame y vuelva responsables los que por acción u omisión han permitido que esto esté pasando. La infante escritura es darnos cuenta de la a-historicidad de nosotros como seres psíquicos ante la demanda de lo que no ha sido atendido. Porque esta escritura es la que nos lleva a volver nuestros pasos a un lugar donde no existe zona diferenciable entre mi infancia y mí por-venir como adulto. La infante escritura es situar mi cuerpo al embate de los sentidos dados ante la memoria. La memoria tanto me pertenece como ha sido escrita en mi cuerpo, en mis gestos, en mis obligaciones, en mis responsabilidades, en mis deberes, en mis ideales. La memoria se olvida, porque la in-corporamos, la volvemos cuerpo en nuestro ser con los demás. Es una memoria que opera desde el olvido el encuentro con los demás. Es el obrar cotidiano del cual obturamos su historia. Es nuestro devenir olvido constante con los demás. Y entonces la memoria-olvido podría volverse una apertura a la ética si convierte los términos en olvido-memoria. Como haciendo del olvido una memoria, y esta memoria es posible por las preguntas que nos enfrentan ante lo mostrado en los espacios públicos, en las noticias, en esa marca que, ante el sinsentido, nos obliga, por necesidad, a generar preguntas. Las preguntas entonces abren una vía a la memoria. ¿Qué dejamos de hacer para que esto (nos) pasara? Pero que no se entienda (y en esto soy muy insistente) una culpa; siglos bajo el yugo de la culpa individualizamos la problemática y respondemos como deuda, nos endeudamos creyendo ser el proyecto-sujeto-único que hará el cambio por sí mismo: esta lógica apesta a culpa. No se trata de culparnos, sino de saber que esta memoria llama a los factores que fueron responsables del hecho. La responsabilidad recae en la desigualdad dada en esos momentos, quienes tenían en su ejercicio un lugar explícito de gobernabilidad, un lugar y un hacer claro y entendido de obligaciones para con la ciudadanía. La responsabilidad no es lo mismo que la culpa.

III.

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IV.

La memoria del cuerpo que desmemoriza las formas de exclusión del otro. La memoria del cuerpo que resuena con el memoria colectiva posibilita el sentido naciente desde nuestra cercanía; una ética del decir en conjunto con las marcas que abren al sentido múltiple por las atrocidades sociopolíticas que estamos pasando. La memoria de nuestro ser sujetos que vitalice la memoria de nuestro ser actual en constante apertura. Es como dar cuenta de cómo ha sido desde esa micropolítica que nuestra fuerza fue llevada a su olvido por intereses idealizados. Nos volvimos ajenos a nosotros mismos, la única posibilidad para dar cuenta del íntimo ser sujeto de obediencia. Ideales como obligación nos obturaron fuerzas y las encausamos hacia un «deber ser». Por eso el olvido-memoria nos interpela con la memoria colectiva para ser fuerza que demanda un no olvido de lo que la violencia estatal ha cortado insistentemente en nuestros lazos. Por eso el aprendizaje colectivo de memorizar lo que hemos sido nos depara un futuro posible de otros lazos. Por eso la política de la memoria necesita de una infante escritura. La infante escritura es la que nos vuelve sentidos nacientes. Sentidos nacientes como memoria que se politiza, porque escribir es hacer de la marca olvidada fuerza para interpelar el agravio. La marca está dada por condiciones sociopolíticas que agencian en micro-política (escuela, hogar, trabajo), y estos microprácticas son las fuerzas que agencian en

V.


En construcción: La infante escritura y la política de la memoria

breves centros de poder (instituciones, medios de comunicación, etcétera). La infante escritura es volver a ver el gesto de la memoria con la fuerza para abrir las preguntas hacia la politización del no-olvido; por lo tanto, la política de la memoria habrá de abrir las vías para hacer de nuestra escritura una enseñanza a las nuevas generaciones sobre la infancia que nos depara. La política de la memoria es la marca que dejamos en constante disco-rayado. El disco-rayado, como sabemos, es una violencia que le hicimos al acetato que no nos deja de recordar, en su propia repetición, que algo fue cortado. La política de la memoria necesita esta infante escritura como un naciente decir que genere vida, que realice la crítica a las nociones que usamos para darnos existencia. Así, esta fuerza constantemente nos recuerda lo que no queremos que nos vuelva a pasar, a nosotros, como testamentarios al presente que reclama la presencia de nuestros desaparecidos, de nuestras manos y nuestro cuerpo, de nuestra voz y nuestra infancia hacia el por-venir. Y si la infancia es lo que nos depara, no desarropemos los sentidos de las fuerzas múltiples que son la infancia; fuerza antes que individuo, esto es: pura diferencia antes que homogeneización de formas, pura potencia antes que dominio de las pasiones. La infante escritura en la política de la memoria es la fuerza de las pasiones para darnos vida en los sentidos. Sentidos abiertos por las heridas que esta guerra contra el narcotráfico quiere hacernos recordar

como olvido a la infancia: necesitamos recuperar la memoria de la infancia como potencia para politizar la memoria colectiva. Pero la infante escritura es ser marca insistente que dé lugar a la memoria colectiva. Nuestra infancia siempre pudo haber sido mejor, pero afrontar la futura infancia es hacer una memoria que no se reduce a un adulto, sino que es transgeneracional. ¿Cuántas infancias hemos olvidado en esta politización de nuestro dolor y amor? ¿Cuánta infancia hemos recordado en esta demanda a mejores condiciones de vida? ¿Cuánta infancia hemos aprendido del hacer fuerza la vida que también ellas y ellos demandan? ¿Cuánta infancia es la fuerza que nos empuja a trabajar con todos nosotros (de cualquier edad, de cualquier experiencia, de cualquier profesión, de cualquiera que, dispuesta o dispuesto a escuchar y congeniar, empujamos en conjunto el hacer de memoria colectiva)? Y porque en cada edad es posible sabernos implicados, la política de la memoria será transgeneracional o no será.

VI.

Noviembre, 2016. Ciudad de México. Referencias de imágenes: [Fotografía de persona escribiendo en un cuaderno] Recuperado de: https://alcyoneguillevic.wordpress.com/ [Fotografía de mujer viendo una pintura] Recuperado de: http://french. beijingreview.com.cn/magazine/2012-05/28/content_455874.html [Fotografía de niña pintando en el suelo] (2015) Recuperado de: http:// www.luckysophie.com/2015/07/l-apprentissage-de-l-ecriture.html

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Quid

El valor de la imaginación de los niños Por Iván Guerrero Vidales | gv.ivan8@gmail.com

E

n algún momento escuché en Duerme Soñando (1998) que «la vida que es la vida en tratar de entenderla se nos va la propia vida». De la algarabía de la frase puedo extraer que para entender la vida hace falta imaginación, y para que haya imaginación hay que crear vida. Entonces, ¿qué es la imaginación y porqué se debe dormir soñando? Murray Hunter (2013, pg. 113) define la imaginación como la habilidad de formar imágenes mentales, pasajes fonológicos, analogías, o narrativas de algo que no es percibido a través de los sentidos. La imaginación es una manifestación de nuestra memoria que nos permite escudriñar en nuestro pasado y construir escenarios hipotéticos futuros que aún no existen, pero podrían hacerlo. La imaginación también nos proporciona la habilidad de ver las cosas desde otro punto de vista y empatizar con otros. Si situamos la imaginación en momentos del desarrollo, para los niños la imaginación se convierte en momento de re-creación, de encontrar diferentes formas de divertirse, aún y cuando los materiales o los espacios son insuficientes para lograrlo; la imaginación es la chispa que enciende el deseo de crear una realidad alterna, en donde lo imposible se hace posible porque sabe que la imposibilidad es una circunstancia, un momento imaginario. En la escuela, la imaginación es un estímulo para la creatividad, inclusive abre la posibilidad de encontrar significado en los aprendizajes y la utilización del conocimiento en nuevas formas. El reto del niño es tener tiempo de crear lo imaginado, y a ese reto se suman los adultos que tratarán de medir el preciado momento de la imaginación, que es demandante y buscará hacerse notar a través de miles de formas: dibujos,

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personajes, historietas, etc. El adulto disfrazado de padre de familia, docente, cuidador, etc., no puede ni debe frenar esta potencia, sino formar parte de ella y orientarla para que el niño obtenga la mayor cantidad de beneficios posibles. Permitir que la mente del niño divague en un entorno libre, seguro, como lo es el hogar o el salón de clases, puede traer grandes beneficios en el desarrollo emocional y en el proceso de aprendizaje de vida del niño. La imaginación para el adulto es momento de relajación, para reacomodar las ideas; una reflexión de higiene mental, es decir, de deshacer los pensamientos absurdos y limitantes para que, en su lugar, acomode pensamientos constructivos y libres. En el trabajo, la imaginación es útil para aliviar el estrés, fomentar el pensamiento creativo y solucionar problemas; es provechosa también para la toma de decisiones, los procesos de innovación y para fomentar el trabajo colaborativo con los compañeros. En la vida, es beneficiosa para conectarse de diversas maneras con las personas, ser empáticos al asumir puntos de vista de otros, inclusive puede ayudar en la búsqueda de significado de la propia existencia.


Quid

El reto para el adulto es hacer frente a los mitos alrededor del empleo de la imaginación, en donde muchas veces es necesario detenerse y dejar de ser «productivo» o ser visto como «ocioso». Para eliminar estas creencias es necesario crear un ambiente laboral en donde esté permitido el ocio constructivo, es decir, que las personas se sientan libres para imaginar y seguros para poner en práctica sus ideas; a su vez, es necesario que en la vida permitamos los momentos lúdicos, de meditación, en donde sea más fácil llevar un proceso de autodescubrimiento y redirección de la vida utilizando la imaginación. Es fundamental aceptar que la imaginación es parte de la naturaleza humana, un antídoto para olvidarnos un poco del estrés cotidiano. A través de la imaginación podemos darnos tiempo de pensar las cosas de manera diferente, incluso con un poco de humor, que es una característica que olvidamos cuando más estresados nos sentimos. Creo que como adultos debemos convertirnos en niños y como niños no debemos permitir que los adultos nos midan el tiempo de imaginar. Como niños disfrutemos el tiempo de imaginación y como adultos facilitemos la imaginación en los niños, aceptemos la imaginación en los adultos, en cualquier forma de su manifestación. Dice la imaginación: «Declaro la guerra en contra de mi peor enemigo que es… que es…». Mientras observa al niño y al adulto, sus fieles compañeros y amigos, dice: « ¡el tiempo!», y todos se tumban al suelo entre risas, nadie corre, porque le dan valor a la ocurrencia, no a la consecuencia. Y así la ocurrencia, que nace de la imaginación, perdura en el recuerdo. Por

eso «dormir soñando» es importante, para dejar que nuestra imaginación se manifieste en la realidad, aunque sea solo por algunos instantes de nuestras ocupaciones cotidianas. Alfred de Musset lo expresó magníficamente: «La imaginación abre a veces unas alas grandes como el cielo en una cárcel grande como la mano». Hagamos una promesa: promovamos la imaginación del niño, del adulto, pues el valor de ese mundo imaginario, que proviene del acto de «dormir soñando», hará falta en los momentos más difíciles de la vida.

Referencias: Hunter, M. (2013). Imagination may be more important than knowledge: The eight types of imagination we use. Review of Contemporary Philosophy, (12), 113-120. El Gran Silencio (1998) Duerme Soñando. [Grabado por El Gran Silencio]. Libres y Locos. [CD] Ciudad de México, México: EMI. Referencias de imágenes: ArchanN (s.f.) IMAGINATION [Ilustración digital] Recuperado desde http://www.deviantart.com/art/IMAGINATION-101986460 JennaleeAuclair (s.f.) Depths of Imagination [Ilustración digital] Recuperado desde http://jennaleeauclair.deviantart.com/art/Depths-ofImagination-353057632 IngridTan (2016) Puzzles of Imagination: Koi Pond [Ilustración digital] Recuperado de: http://ingridtan.deviantart.com/art/Puzzles-of-Imagination-Koi-Pond-593169295

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Entre MEMOrias y locura Terremoto en Ecuador, mi experiencia dos meses después (2 de 2) Por Guillermo Rocha

L

legar a una zona de desastre posterior a un terremoto, era algo totalmente nuevo para mí, encontré escenarios que nunca hubiera imaginado. Cada mañana me levantaba muy temprano para poder asearme en el baño de una ferretería, lo prestaban durante la noche y hasta antes de las 8 que iniciaran sus actividades, aún no había actividad así que durante rato jugaba con «dos caras», un perrito criollo que llegó al centro de acopio y ahí se le adoptó. Mi recorrido era diferente cada día, generalmente dependía de las actividades programadas por el equipo Khare que se encontraba enfocado en apoyar a los mas afectados y a reactivar la funcionalidad de la zona. Las actividades eran desde conseguir material de construcción hasta limpiar los escombros de una casa derrumbada.

Muy pronto me contacté con los encargados de un albergue, ahí se encontraban 300 familias que habían perdido todo y que les facilitaron unas carpas en un espacio seguro resguardado por el ejército, inmediatamente me dirigieron con la persona a cargo de las situaciones de riesgo, entonces me dieron una lista de las personas que presentaban alguna dificultad que iba 38

desde un cuadro de ansiedad, hasta víctimas de violación o intentos de suicidio.

Para llegar al albergue caminaba cerca de 8 kilómetros, pasaba por una primera que estaban derrumbando por los daños que había sufrido y que representaban un riesgo. Empecé a entrevistarme con cada uno de las personas de la lista, de entrada se sorprendían porque un psicólogo mexicano se encontraba en esta zona de Ecuador, pude tener breves y pocas sesiones con cada uno de ellos, así que la intervención era dirigida a las situaciones de riesgo. De la misma forma, tuve la oportunidad de capacitar al personal a cargo del cuidado y la convivencia del albergue, un grupo de mujeres de profesión maestras o educadoras que fueron asignada para


Entre MEMOrias y locura

esta labor que también les resultaba algo nuevo, les hablé sobre la intervención en crisis y las estrategias de acción en situaciones de riesgo, generalmente la plática se orientaba al tema de la resiliencia y el crecimiento postraumático. Pasaban los días y empezaba a ser parte de la comunidad, me ofrecían alimento que generalmente era mariscos y plátano frito, me ayudaban con la limpieza de mi ropa y principalmente me enseñaban sobre la capacidad de compartir, que aún y en la humildad que se encontraban, puedo decir que nada me faltó. En mi segunda semana conocí a Byron, asistía cada semana al centro de acopio a pedir víveres para llevar a su comunidad, la zona llamada «el relleno», probablemente las más afectada por la intensidad del temblor, por los daños que dejó y por la dificultad que tenían para comunicarse al exterior, ya que se encontraba en una zona muy adentro de la sierra. Me comentó de las condiciones en que se encontraban y me animé a ir con ellos por unos días, probablemente fueron los días más complicados que pasé en esta experiencia. La zona estaba marcada como de alto riesgo, prohibía a

los habitantes a permanecer por las condiciones que presentaba, en esta localidad varias casas cayeron por completo y la tierra se abrió y se elevó en muros de 15 metros, el apoyo era casi nulo. Dyron me llevó a visitar a los habitantes de ahí, llevamos víveres y tuve posibilidad de atender un poco a las familias, desarrollé protocolos dirigidos al estrés pos trauma buscando aligerar un poco el sufrimiento provocado por el evento y las condiciones en que se encuentran.

Desde el principio viví las secuelas del terremoto, todo el tiempo tuve en mente la posibilidad de que se presentará otro movimiento igual de fuerte y la amenaza de tsunami, conocí de cerca a los afectados, me llené de sus historias y su fortaleza, puedo decir que crecí en lo profesional y mucho más en lo personal. Esta experiencia reafirmó mi idea de la experiencia práctica sobre la teórica, mis argumentos sobre las crisis y su intervención han tomado fuerza y sobre todo han generado una inquietud por seguir avanzando. Al día de hoy me encuentro planeando mi siguiente movimiento. Referencias de imágenes: [Fotografía de hombre y niño sosteniendo a un perro] (2016) Recuperado de: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10154100803091294&set =a.114514381293.134154.585206293&type=3&theater [Fotografía de hombre frente a casa derrumbada] (2016) Recuperado de: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10154091223086294&set=p cb.10154091223346294&type=3&theater [Fotografía de edificio y cartel] (2016) Recuperado de: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10154091222811294&set=pcb.101540912233 46294&type=3&theater [Fotografía hombre en campamento] (2016) Recuperado de: https://www. facebook.com/183321792013309/photos/pcb.291237107888443/2912369 47888459/?type=3&theater [Fotografía grupo de personas] (2016) Recuperado de: https://www. facebook.com/183321792013309/photos/pcb.291237107888443/2912369 91221788/?type=3&theater

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