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¡A la carga, gente!

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A LUZ del amanecer del jueves 21 de septiembre, el día después, expuso la destrucción creada por el huracán María en Puerto Rico: hogares destrozados, balcones derrumbados, árboles arrancados desde las raíces y el agua inundaba las calles. Desde 1932, no llegaba un huracán a la isla de la magnitud del huracán María. Puerto Rico enfrenta numerosos problemas mientras comienza a salir de la emergencia de la tormenta: el peso de la extensa deuda y la crisis por la bancarrota; un proceso de recuperación iniciado después del huracán Irma, que causó la muerte de tres personas y dejó a cerca del 70 por ciento de los hogares sin energía. “Irma nos perdonó pero María nos destruyó”, dijo Edwin Serrano, un trabajador de la construcción en San Juan. María entró por el lado sureste de Puerto Rico el miércoles 20 de septiembre con categoría 4 por lo que desarrolló vientos de 250 kilómetros por hora pero posteriormente perdió intensidad. El jueves volvió a fortalecerse y continuó su furioso trayecto hacia el norte, generando lluvias torrenciales y fuertes vientos en República Dominicana. El día después de que el huracán María arrasara Puerto Rico y destruyera casas, hoteles, torres de telefonía móvil y toda la red eléctrica de la isla, el miedo y la frustración se podían sentir en cada rincón el jueves 21 de septiembre. En ningún lugar había electricidad. Los teléfonos celulares prácticamente se volvieron inútiles. La mayoría del agua de la isla no

estaba en condiciones de ser bebida. Los caminos están cubiertos de escombros. Y todavía se desconoce la situación exacta de los daños. La noche del jueves, Bernardo Márquez, el alcalde de Toa Baja, un poblado al noreste de la isla, dijo que ocho personas se ahogaron tras la inundación. Eso elevó a 34 el número de personas que han muerto en Puerto Rico debido al huracán María. La tormenta también causó la muerte de quince personas en Dominica y dos en Guadalupe. Para Puerto Rico, desde hace mucho tiempo afectado por su enorme deuda y un sistema financiero básicamente en bancarrota, el camino hacia la recuperación pasó de muy largo a posiblemente infinito. Todavía en recuperación tras el huracán Irma, que dañó, a su paso el siete de septiembre, el 70 por ciento de la electricidad, enfrenta una montaña de necesidades en los próximos meses conforme el gobierno federal se esfuerza al máximo para lidiar con la destrucción dejada por los huracanes Harvey e Irma. A diferencia de Texas y Florida, estados políticamente poderosos en el continente, Puerto Rico es un Estado asociado empobrecido e hispanohablante. Además, es una isla, por lo que llevar ayuda se vuelve caro y pesado. “La ironía es que estamos en crisis aquí e imagínese, un fenómeno como este viene a destruirnos”, dijo Edwin Serrano, de 37 años, un trabajador de la construcción que vive en el distrito histórico Por favor, pase a la página siguiente.

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La devastada economía complica la crisis

del Viejo San Juan. “Se necesitará un prolongado esfuerzo”. La isla fue declarada como zona de desastre federal, lo cual liberó los recursos federales de emergencia. Los primeros grandes pasos hacia la recuperación se dieron cuando una pista de aterrizaje en San Juan, ya sin escombros, reabriera para comenzar a recibir aviones cargadps con generadores, agua, carpas, catres y otros artículos muy necesitados, dijo Alejandro de la Campa, el director en Puerto Rico de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés). Aviones comerciales y militares fueron usados para los vuelos. Equipos de emergencia también comenzarán a recorrer la isla para ayudar a los habitantes con sus necesidades inmediatas. Un total de 3200 empleados federales estaban en tierra en Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos para ayudar con la

respuesta y la recuperación. Restablecer las comunicaciones es una prioridad, dijo el gobernador, aunque la tarea será monumental. La Comisión Federal de Comunicaciones estima que Puerto Rico había perdido el 95 por ciento de sus células de telefonía móvil. Lo que complica la recuperación de Puerto Rico es la devastada economía de la isla. La isla ha estado atascado en una profunda recesión durante más de una década y tiene una deuda de 74.000 millones de dólares. Sin disponer de vías para pagarla, Puerto Rico se declaró en una especie de bancarrota en mayo, la primera vez en la historia que un estado o territorio estadounidense ha tomado esa medida extraordinaria. Las finanzas de la isla son supervisadas por un comité federal de control. Si existe algo promisorio en eso, como un Estado libre asociado

Destrozos causados por el huracán María en la barriadas La Perla, en San Juan, Puerto Rico.

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Estado en que quedó este vecindario de Cataño.

Ardua y difícil la recuperación de la Isla

de Estados Unidos, es que Puerto Rico puede recibir dinero de FEMA. Ese dinero proveerá la mayoría de lo que Puerto Rico necesita para reconstruir infraestructura esencial, la cual ha sufrido por la negligencia y las malas condiciones mucho antes del huracán, así como hogares y edificios. Existe la esperanza de que, como resultado de la ayuda por el desastre, Puerto Rico pueda modernizar su red eléctrica, sus caminos y sus puentes. Es un objetivo que el gobierno federal comparte. ero el impacto del huracán María es tremendo. Reconstruir Puerto Rico será especialmente difícil —y caro— porque es una isla. Todo debe ser llevado en avión o barco, lo cual requiere más tiempo y dinero que si los bienes pudieran ser transportados por tierra. La gran cantidad de personas que no cuentan con seguros o con un seguro con la cobertura necesaria también hará más lento el proceso. Los nombres de los pueblos los carga el diablo. Una de las casas más maltratadas por el huracán María, se llama Villa Calma. Y allí, por la tarde, Carmen Navedo seguía sentada en una silla en la segunda planta de su casa desde que se subió el miércoles 20 de septiembre– el domingo siguiente, cuatro días después, cien horas atrás– escapando de la inundación de la planta baja, donde el agua subió veloz, demente, mortal, hasta tres metros. ¿Cómo no iba a echarse a llorar Carmen Navedo, de 65 años –tardó un minuto en pensar su edad; le dijo sin gran convicción–, si cuando le dijeron que venía el río no le dio tiempo a guardar nada, si aún tiene fresca la cicatriz de la prótesis que le pusieron hace un mes en el hombro, si durante el ciclón le empezaron a picar tanto los tobillos que se puso a rascarse y ahora los tiene ulcerados? Gualesca Almézquita, su nuera, le acariciaba el pelo mientras ella

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sollozaba con la cabeza baja, sentada en la silla de plástico que es como el trono de desdicha desde el que contempla la maldición que ha caído sobre su vida y la de los vecinos. Encima de ella resiste medio techo de zinc. El resto se fue con el huracán. Ella, viuda, lo vio volar pedazo a pedazo; estaba sola, su nieta se había ido a un refugio, ella no quiso –”es de las que se aferró a su casa”, dice Almézquita– salir de Villa Calma, y como las rachas de aire dentro de la casa la tiraban al suelo, se encerró en el cuarto pequeño, se sentó en el suelo arrinconada contra una pared y se quedó ahí, dice, “en nombre de Dios”. Aún no se atreve a bajar. Villa Calma es un sector del municipio de Toa Bajal, de los municipios que componen el área metropolitana de la capital, San Juan (390.000 habitantes), que quedó más deshecho y en el que la amenaza de muerte llegó a niveles más insostenibles. Más de 2.000 personas tuvieron que ser rescatadas en helicópteros de los techos a los que habían trepado para no ahogarse. El gobernador Ricardo Rosselló participó en ese rescate. Vio aterrado a familias pasar a niños de techo en techo bajo un torrente de lluvia. En Toa Baja murieron al menos dos de las 16 víctimas registradas hasta ahora en todo Puerto Rico por causa directa del huracán. Aunque las cifras son provisionales, La solidaridad entre vecinos y las alertas oficiales fueron decisivas para evitar que la isla se haya convertido en una morgue. Hablamos del peor huracán en casi un siglo en Puerto Rico. En 1928 el ciclón Felipe causó 312 muertes. Este, por fortuna y prevención, no ha sido tan asesino pero a cambio se ha llevado por Por favor, pase a la página siguiente. 5


Viene de la página anterior.

Tardará varios meses reparar las redes

delante toda la infraestructura de una isla en bancarrota financiera y con casi la mitad de la población en la pobreza. Hoy el gobierno con ayuda de las agencias federales de EE UU lucha por poner a andar de nuevo el país, que se ha quedado, básicamente, como un carro sin gasolina, varado en el lodo. No hay casi de nada. Filas por combustible con familias turnándose 24 horas –barbacoa incluida en algunos casos– para poder comprar 20 dólares de diésel. En general, sin electricidad en toda la isla. Más de la mitad de la población sin agua corriente. Tres cuartos, sin celular. Todo mal, pero un poco menos mal que el día anterior. Si bien la ansiedad entre la población crece de manera alarmante, la administración se mueve paso a paso en un estado de excepción que incluye ley seca –prohibido vender al alcohol, “aunque, si tiene en su casa, claro que puede tomar un buchito”, dijo un oficial en la radio– y un toque de queda indefinido con excepción de las autoridades y los periodistas. “Andan los títires robando y asaltando las casas”, decía, un par de horas antes del toque de queda, un individuo flaco y burlón que parecía hablar con sorna de sí mismo. Andaba rondando una es-


Las inundaciones peramenecieron varias días después del huracán. Los jóvenes se divertían en los charcos.

Puerto Rico sumido en el caos y la desesperanza tación de gasolina donde había una fila de cientos de coches que llevaban horas esperando para comprar lo que se vende –máximo– a cada coche: 20 dólares de combustible. El domingo por la noche las calles de la zona vieja de San Juan eran como la boca del lobo. Pasaban patrullas policiales y se veía alguna sombra furtiva escurrirse por las esquinas. A la entrada iluminada de un hotel, Samuel Cruz, un cachazudo empleado de 27 años, leía en la acera en una silla de mimbre El sabueso de los Baskerville, de Sherlock Holmes. –No hay internet, chacho –dijo.

Pero en el Viejo San Juan, precioso enclave colonial, joya turística, había, por ejemplo, agua corriente. Las catástrofes no tratan a todos igual de mal. En Villa Calma, José Cruz, decía que lo más urgente era que les lleven agua para limpiar el lodo que se está secando y preña el aire de un polvo asfixiante. El miércoles Cruz, a sus 72 años, fue el marinero más valiente durante la tempestad en Villa Calma. Con su botecillo de pesca de bajura, se dedicó a sacar vecinos de los Por favor, pase a la página siguiente.

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techos bajos para llevarlos a otros más altos. Así que lo han perdido casi todo, Carmen Navedo y sus vecinos del barrio pobre con nombre de balneario, pero han sobrevivido, y José Cruz, un boricua tranquilo de bigote gris, dijo, con la resignadísima experiencia de los eternamente damnificados: “Ahora a llenar papeles del gobierno, ¿verdad?”.

Días críticos

Pasados los días más críticos de rescate de gente en peligro –unos 6.000 boricuas fueron evacuados de inundaciones que amenazaban sus vidas y más de 15.000 permanecían en refugios–, el desafío es Esta vecina de Yabucoa requisa sus pertenencias en su hogar que fue dejado sin llegar a auxiliar a todo un país con techo por el huracán. la mitad de la población en la pobreza y en el que han volado por los aires miles de viviendas precarias. Tras la tempestad, se aclara el panorama y alrededor emergen penurias de las que las autoridades, casi sin comunicación con varios municipios rurales desde el impacto de María, van recibiendo noticia como ganchos un boxeador noqueado. Ejemplo de la crisis vividas tras el azote de María es el hecho de la macabra e insalubre situación que vive el municipio de Lares (centro de la isla), donde una veintena de cadáveres han aflorado en el camposanto. Otro ejemplo crítico: la Guardia Nacional trata de abrirse paso hacia el pueblo de montaña de Orocovis, aislado tras el huracán, y los vecinos ponen de su parte a base de machete y palas. Según Estos apartamentos en Santurce perdieron la fachada, con todo y balcón. testimonio de una vecina, “un señor del pueblo que estaba solo “Y tenemos agua”, añadió un cliente. “Cada vez que abro el grifo murió de un infarto y lo encontraron dos días después por el mal de la ducha y la veo caer me parece como si estuviese obrando un olor”. La carencia de morgues operativas es un problema que milagro”. Según la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados un afectaba a otros municipios de la isla. 40% de los boricuas han vuelto a tener agua en sus casas, un porHasta ayer la cifra oficial de víctimas mortales del ciclón se eleva- centaje compuesto sobre todo de hogares del área metropolitana, ba a 16 por golpes, deslaves, crecidas de río, ahogamientos y otros donde también se encuentran ranchos en los que suspiran por unos accidentes. Las pérdidas económicas podrían estar en 34.000 y litros para retirar lodo. 72.000 millones de dólares, según estima la firma AIR Worldwi- San Juan funciona mal que bien con generadores eléctricos. Resde; ello viene a sumarse a los 73.000 millones de dólares que debe taurantes, hoteles y cualquier otro servicio abierto dependen de su Puerto Rico a sus acreedores y a un agujero de 50.000 millones en energía. También los fabricantes de hielo, un elemento que adquieel fondo de pensiones. La tormenta financiera perfecta para una re tanto valor en este purgatorio tropical que resulta evidente por isla que ya estaba en quiebra. qué García Márquez dedicó la primera línea de Cien años de soleY cada vez se hace más notorio el diferente calibre de la crisis dad, obra cumbre de la prosa caribeña, al primer encuentro de un entre la zona metropolitana de la capital, San Juan (390.000 habi- niño con el hielo. Ayer ya se estaban formando colas a las puertas tantes), y el campo. En San Juan y entorno, si bien hay distintos de las hieleras. niveles de carencia y focos de extrema necesidad, se van restable- Aunque con sus vientos de 250 kilómetros por hora María tumciendo, aún de modo lento, precario e irregular los servicios bá- bó multitud de torres de telecomunicación, en esta zona urbana sicos. “Aquí somos privilegiados”, decía Juan Conde, empleado la señal de teléfono va asomando harto defectuosa. “No sé cómo, de un hotel del casco antiguo, sentado ante un ventilador viejillo he podido recibir dos llamadas de unos segundos de mis hijas de cuyo aire le parecía valioso “como el oro”. California y sin embargo no he podido hablar con otras hijas mías

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que viven aquí cerca en un pueblo a un rato de San Juan”, se extrañaba Conde. Según datos oficiales un 27% del servicio celular de la isla está (es un decir) “funcionando”. Vuelven a estar hábiles algunos cajeros automáticos. La gente se está quedando sin dinero en efectivo y las terminales de tarjeta no funcionan. Tomando un café y unos huevos fritos con papas en el abarrotado café Manolín de San Juan, Lidy ‘Paoli’ López, documentalista y acróbata de 27 años, contaba que se le habían acabado los billetes y estaba echando mano de la caja donde tenía monedas acumuladas.

Las colas en las gasolineras de San Juan son interminables. Se vende solo 20 dólares por coche. Con cientos de clientes encerrados en sus coches a más de treinta grados centígrados y con un bochorno que ahoga, la tensión se palpa en el aire y cada gasolinera está vigilada por policías armados. “Esta situación es bien difícil, bien apretada”, decía Radamés Calaf, de 27 años, justo en el momento de alivio en que enchufaba en su tanque la pistola del combustible después de seis horas de fila. Siguen vigentes la ley seca y el toque de queda de siete de la tarde a cinco de la mañana.

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En dificultades el turismo

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RIMERO llegaron los huracanes con grandes lluvias y poderosos vientos que causaron la ruina de San Martín, una pequeña isla del Caribe. Después, dijo Corby George, un taxista local de 41 años, una oleada de residentes abandonaron la isla y quizá nunca regresen. “Sus trabajos ya no existen”, dijo. Este mes, en menos de dos semanas, dos feroces huracanes causaron devastación en todo el Caribe, provocaron decenas de muertes, dejaron a millones de personas sin electricidad ni agua potable y destruyeron miles de casas.

Alfredo Gómez, de 42 años, dueño desde hace mucho tiempo de El Farol, un puesto de comida en la concurrida zona de la playa al este del aeropuerto de San Juan, dijo que ha sufrido daños a lo largo de los últimos 20 años, pero nunca había visto que volara el techo de su local. Dijo que eso lo dejó pensando si esta vez valdría la pena comenzar de nuevo. “Estuve tentado a ni siquiera volver para hacer reparaciones”, dijo Gómez desde el techo de su restaurante. “¿Qué tal si nadie regresa?”. El restaurante reabrió para hacer platillos fritos, más que nada para

Las tormentas también arrasaron con la industria del turismo en una región que depende completamente de los visitantes acaudalados, donde la economía local está impulsada por una creciente red de hoteles, tiendas de regalos, taxis, botes de pesca deportiva y restaurantes. Después de los huracanes Irma y María, los puertos de cruceros y aeropuertos de la región están cerrados, los bares a la orilla del mar se inundaron y en muchas zonas ya no hay turismo. La región corre el riesgo de sufrir una catástrofe más duradera que amenaza su capacidad de reconstrucción: si se interrumpe el constante flujo de efectivo de los turistas, los negocios sufren, los empleadores recortan gastos y los residentes pierden sus trabajos. Los trabajadores podrían irse a otros sitios en busca de oportunidades, lo que afectaría aún más la economía local. ¿Estás ahí, papá? Soy yo, tu hija “En este momento, la supervivencia de todo el turismo está en coma”, dijo Jen Liebsack, de 45 años, administradora de eventos y ventas en Zemi Beach House, un hotel de lujo en Anguila, un territorio británico donde casi el 90 por ciento de la infraestructura eléctrica está dañada. El hotel donde trabaja canceló sus reservaciones hasta fines de octubre. Hillary Bonner, de 36 años, quien trabaja en un bar en Saint John, en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, dijo que la mayoría de sus amigos eran empleados de barcos y hoteles, y que casi todo lo demás depende de la suerte de esas fuentes de empleo. “Sin turismo, no necesitas diez policías, necesitas dos”, dijo Bonner, quien se fue a Nueva York, mientras le permiten volver a la isla que quedó severamente golpeada. “No necesitas tres bancos, necesitas uno”. En la región del Caribe, el turismo y los viajes representan una

parte del producto interno bruto mayor que en cualquier otra región del mundo, según informa el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, y las autoridades dicen que todavía es muy pronto para saber si la industria se recuperará totalmente. Están en riesgo muchos de los más de 2,3 millones de trabajos relacionados con viajes y turismo en la región. Según la Organización de Turismo del Caribe, casi 30 millones de turistas visitaron la zona en 2016 y gastaron más de 35.000 millones de dólares. Sin embargo, conforme las autoridades se apresuran a restablecer la electricidad y comienzan a reconstruir los servicios básicos, aún no se sabe con exactitud cuáles fueron los daños que sufrió la industria del turismo. Algunas islas, como San Cristóbal, parecen poco afectadas pero otras, como Barbuda, están prácticamente destruidas. Maria Blackman, una vocera de la Autoridad de Turismo de Antigua y Barbuda, dijo que la mayoría de los hoteles estaban cerrados por ser la temporada baja, que es cuando normalmente se realizan las remodelaciones anuales. El puerto de cruceros y el aeropuerto continúan abiertos. “En Antigua, abrimos de nuevo prácticamente al día siguiente”, dijo.

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Sin embargo, en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, el daño fue tan grande que se les pidió a los visitantes que cancelaran cualquier viaje planeado, dijo Beverly Nicholson-Doty, comisionada de turismo. “Exhortamos a los viajeros a que pospongan sus viajes a las islas en estos momentos, pues estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para reconstruir las comunidades y restablecer los servicios básicos de manera que los podamos recibir en los próximos meses”, explicó Nicholson-Doty en un correo electrónico. Robertico Croes, director asociado del Instituto de Estudios de Turismo Dick Pope Sr. de la Universidad de Florida Central, dijo que no espera que el Caribe pierda turistas. Los visitantes simplemente

visitarán las islas que los huracanes no tocaron y se alejarán de las que están afectadas, señaló. “No creo que durante los próximos dos años Saint John pueda hacer algo respecto al turismo”, dijo, recalcando que el daño fue especialmente devastador en esa isla. “En Puerto Rico es menos grave”. No obstante, los residentes no lo ven así. Antes de los huracanes, que dañaron la red eléctrica en toda la isla, Puerto Rico ya atravesaba una fuerte crisis económica debido a las deudas que empobrecieron al territorio. La isla tiene 74.000 millones de deuda y se declaró en quiebra en mayo. Un consejo de control federal está supervisando sus finanzas.

La tragedia de las temporadas ciclónicas Roberto Marcallé Abreu

rmarcalle@gmail.com. El espíritu se estremece ante las escenas de desprotección y miseria de las que somos testigos en estos días de “temporada ciclónica”. La devastadora realidad perturba y conmueve. Ríos desbordados que multiplican sus cauces y arrastran con cuanto tropiezan sus airadas corrientes. Personas impotentes, aterradas, que observan cómo sus frágiles viviendas se desmigajan. Automóviles cubiertos por las aguas. Arboles caídos, tendidos eléctricos desparramados sobre el asfalto y la tierra. Calles y carreteras intransitables. La asistencia tarda demasiado en llegar. Ha llovido más allá de lo concebible. Desaguan las presas y el caudal de ríos, riachuelos, cañadas y arroyos se agiganta. Las escenas se suceden. Un niño de meses sobre un trozo de colcha espuma en la salita de una casucha al borde del colapso. Mujeres vestidas de miseria cargando bebés desnudos. Personas de todas las edades cuyos rostros son máscaras de impotencia. Centenares de casas anegadas, algunas hasta el techo. Infelices luchando con el agua marrón de calles como ríos. Colchones empapados, arrojados inservibles sobre el fango. Personas recostadas en el piso de un refugio sobre endebles colchonetas de dos pulgadas. Una señora que pelea y se resiste a abandonar su vivienda por miedo a los robos.

En barrios de Santiago, San Francisco de Macorís, San Pedro, Samaná, Santo Domingo, Mao, El Seybo, en todas partes, las aguas inundan las casas y obligan a huir a sus habitantes. Hay tantos lugares ignorados en los que gente abatida se queja de que las autoridades no las asisten. En otros hay una presencia de miembros de instituciones entregados a hacer su trabajo de advertencia, ayuda, prevención, rescate. Resulta imposible que, por intensa que sea su diligencia, estén en todas partes. El realidad es superior a todo lo previsto. Asombra la vocación de servicio de muchos dominicanos, pese a las calamidades. Miembros de la Defensa Civil, de las Fuerzas Armadas, de la Policía, así como gobernadores, regidores, síndicos, diputados y senadores, hacen lo que pueden ante la situación. Enfrentar estos fenómenos ha sido en parte un esforzado ejercicio de asistencia a ciudadanos demasiado pobres. Solo que son muchas las fallas, hace falta más personas y recursos. Es imprescindible un diagnóstico actualizado sobre áreas vulnerables y sus moradores y la implementación de un programa de rescate masivo de las familias que residen en zonas deprimidas. De lo contrario, esta tragedia se seguirá repitiendo cada año. Dejará de ser eso –una tragedia− en la medida en que las labore s se coordinen con mucha antelación, se integre un mayor volumen de personas y se disponga de sustanciales facilidades.

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Arrasada la agricultura

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ABUCOA, Puerto Rico — José A. Rivera, un agricultor en la costa sureste de Puerto Rico, estaba parado en medio de su granja aplanada de plátano el domingo e intentó estimar cuánto le había costado el huracán María. “¿Cómo calculas el costo de todo?”, dijo Rivera. Desde ese punto hasta donde yo podía ver, cada uno de sus 14.000 árboles estaba caído. Lo mismo para los cultivos de camote y pimiento morrón. Su vecino, Luis A. Pinto Cruz, conocido por todos en ese lugar como Piña, calcula que perdió alrededor de 300.000 dólares en cultivos. El capataz al final de la calle, Félix Ortiz Delgado, pasó la tarde jalando con el rastrillo los pedazos restantes de la granja que él administra. Encontró cerca de diez mazorcas de maíz secas con las que podría alimentar a las gallinas. El viento se llevó lo demás. “No habrá comida en Puerto Rico”, Rivera predijo. “Ya no hay agricultura en Puerto Rico. Y no habrá durante un año o más tiempo”. El huracán María tocó tierra aquí el miércoles 20 de septiembre como un huracán categoría 4; su fuerza y furia arrancaron de cada árbol las hojas y también la corteza, lo que hace lucir a la que era una rica región agrícola como el escenario de una sequía posapocalíptica. Filas y filas de campo fueron despojadas de todo. Las plantas simplemente volaron. En unas horas, el huracán María devastó aproximadamente el 80 por ciento del valor de la cosecha en Puerto Rico —lo que convierte a María en una de las tormentas más costosas en impactar a la industria agrícola de la isla, dijo Carlos Alberto Flores Ortega, el secretario de Agricultura de Puerto Rico. En la isla, el prolongado ataque de María acabó con plantaciones completas y destruyó graneros de lácteos, así como gallineros industriales. Los cultivos de plátanos y café fueron los más dañados, dijo Flores Ortega. Los deslaves en las áreas montañosas del interior de la isla acabaron con muchos caminos, una gran parte de la infraestructura agrícola. La isla sufrió pérdidas por 780 millones de dólares en ganancias agrícolas, de acuerdo con las cifras preliminares del Departamento de Agricultura. El huracán Georges en 1998 acabó con el 65 por ciento de las cosechas y el huracán Irma, que solo tocó superficialmente la isla, causó daños por cerca de 45 millones de dólares a la producción agrícola. Durante más de 400 años, la economía de Puerto Rico se fundamentó en su agricultura, históricamente basada en la caña de azúcar, el tabaco y los cítricos. La economía de la isla rápidamente se industrializó después de la Se-

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gunda Guerra Mundial, lo que causó la caída de la producción agrícola. En años recientes, en parte debido a la recesión económica, las personas han vuelto al campo y la industria atraviesa un pequeño renacimiento, al crecer entre tres y cinco por ciento cada año durante los seis años pasados, dijo Flores Ortega. Un creciente movimiento del campo a la mesa ha generado optimismo en años recientes sobre un renacimiento agrícola. ivera dijo: “Cuando escuché al meteorólogo decir que el huracán de categoría dos se ha había convertido en uno de tres y luego en uno de cuatro, pensé: ‘Se acabó la agricultura en Puerto Rico’. Esto es realmente una catástrofe.” Precisó que otras islas que exportan comida a Puerto Rico, como la República Dominicana, Dominica y la isla de San Martín, también fueron impactadas y que el abasto de comida podría ser más precario si los otros proveedores de la isla también resultaron afectados. Ortiz Delgado, de 80 años, dice que ha trabajado en estos campos durante siete décadas. Él ha sobrevivido su parte de huracanes, incluido Georges, que arrasó la refinería de azúcar local en 1998. Efraín M. Robles Menéndez, un productor de lácteos, dijo que los ganaderos habían recibido un duro golpe, porque no solo hay un gran daño a la infraestructura necesaria para mantener en pie el negocio, pero la cadena de suministro también fue cortada. Con las tiendas cerradas y sin energía eléctrica, los camiones para transportar los lácteos no han llegado. “Desde el el paso del ciclón, he tirado 4000 litros de leche al día”, dijo. “Regresen más tarde y vean cómo la arrojo al drenaje”. Algunos ven el potencial para que algo positivo surja a raíz del desastre. Los funcionarios de agricultura esperan que sea una oportunidad para la isla de modernizar su atrasada industria agrícola. Puerto Rico actualmente importa alrededor del 85 por ciento del alimento que consume y exporta solo 15 por ciento de lo que produce, según cifras del gobierno. Puerto Rico, afirma Eduardo Bhatia Gautier, un senador local, podría dar servicio a una creciente demanda de alimentos orgánicos en la porción continental de Estados Unidos. Él estima que podría tomar por lo menos un año para volver a poner en marcha la industria, mientras el suelo se recupera y los agricultores vuelven a plantar los árboles. Pero el optimismo a largo plazo es de poca ayuda para los agricultores que contemplan la destrucción a su alrededor. Pinto Cruz, de 62 años, viajó a la capital en su auto la semana pasada para abastecerse de vegetales para vender en un kiosco que opera con su esposa. Lo hizo porque sus 14.000 árboles de plátano están muertos y no tiene nada de su cosecha para vender. En el viaje a San Juan, observó los árboles caídos, los postes de teléfono derribados, los enredados cables de electricidad, así como los techos y las estructuras destrozadas y rompió en llanto. “No puedo soportar ver a mi país en pedazos”, dijo, conteniendo las lágrimas. Pinto Cruz también perdió todo su ganado. Literalmente: no sabe dónde se encuentra. Él planea empezar desde cero como lo hizo hace una década cuando perdió todo debido a una inundación. Él recibirá cerca del 35 por ciento del valor de parte de la aseguradora, y no se rendirá, dijo, al usar una expresión que se ha convertido en una popular etiqueta en redes sociales: #YoNoMeQuito.

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La ley que asfixia a Puerto Rico

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Por NELSON A. DENIS L HURACAN María es la tormenta más poderosa que ha azotado a Puerto Rico en más de 80 años. Dejó a la isla sin electricidad, servicio que quizá tarde seis meses en restablecerse. Derribó árboles, rompió ventanas, se llevó techos y convirtió las calles en ríos. El presidente Donald Trump dijo que “arrasó por completo a Puerto Rico”, y lo declaró como zona de desastre federal. Sin embargo, Estados Unidos debe tomar medidas adicionales y suspender la aplicación de la Ley Jones en Puerto Rico. Después de la Primera Guerra Mundial, el tema de los submarinos alemanes que hundieron casi 5000 barcos durante el conflicto armado era motivo de inquietud en Estados Unidos. En respuesta, el congreso promulgó la Ley de la Marina Mercante de 1920 (conocida como la Ley Jones), cuyo objetivo era garantizar que el país pudiera mantener su industria de construcción naval y proteger a su fuerza de trabajo marítima. La sección 27 de esta ley establece que solo los barcos estadounidenses pueden transportar bienes y pasajeros entre puertos de ese país. De igual manera, solo ciudadanos estadounidenses pueden construir los barcos, trabajar en ellos o ser sus propietarios. Casi un siglo después, ningún submarino acecha la costa de Puerto Rico, así que el propósito original de la Ley Jones ya no tiene razón de ser. Sin embargo, su aplicación sigue asfixiando la economía de la isla. Conforme a esta ley, para poder ingresar a Puerto Rico cualquier embarcación con registro extranjero debe pagar aranceles, cuotas e impuestos proteccionistas, que termina absorbiendo el consumidor puertorriqueño. Las embarcaciones extranjeras tienen otra opción: cambiar de ruta y dirigirse hacia Jacksonville, Florida, donde pueden trasladar toda su mercancía a una embarcación estadounidense para enviarla a Puerto Rico. También en este caso el consumidor termina absorbiendo los costos derivados del cambio de ruta. Un informe que publicado en 2012 por dos economistas de la Universidad de Puerto Rico reveló que la Ley Jones provocó pérdidas equivalentes a 17.000 millones de dólares en la economía de la isla entre 1990 y 2010. A causa de esta ley, el precio de la mercancía proveniente del área continental del país se dispara por lo menos al doble que en las islas vecinas, incluidas las Islas Vírgenes de Estados Unidos donde no se aplica esa ley. También cabe destacar que el costo de vida en Puerto Rico es un 13 por ciento más elevado que en 325 áreas urbanas del resto de Estados Unidos, aunque el ingreso per cápita es de unos 18.000 dólares, casi la mitad que en Misisipi, el más pobre de los 50 estados. Se trata de una extorsión, un vil chantaje, y el mercado de Puerto Rico se encuentra cautivo. La isla es el quinto mayor mercado del mundo para los productos de Estados Unidos; en Puerto Rico hay más Walmarts y Walgreens por kilómetro cuadrado que en cualqui-

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er otra parte del planeta. Un informe publicado en 2012 por dos economistas de la Universidad de Puerto Rico reveló que la Ley Jones provocó pérdidas equivalentes a 17.000 millones de dólares en la economía de la isla entre 1990 y 2010. Otros estudios calcularon que esa medida le causa a Puerto Rico, Hawái y Alaska daños anuales de entre 2800 y 9800 millones de dólares. Según estos datos, si no existiera la Ley Jones, Puerto Rico no tendría deuda pública. Tres territorios estadounidenses están exentos de la aplicación de la Ley Jones, entre ellos las Islas Vírgenes de Estados Unidos. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York determinó que la Ley Jones afecta la economía puertorriqueña y dos republicanos, el senador John McCain de Arizona y el representante Gary Palmer de Alabama, presentaron proyectos para revocar o suspender esta ley (la industria de la construcción naval apoya su aplicación). Los submarinos han desaparecido pero esta ley proteccionista continúa en vigencia. El capitalismo vinculado con la Ley Jones no “protege” a nadie y asfixia la economía de Puerto Rico. Si a Estados Unidos le preocupa un poco la gente de Puerto Rico que sufrió los embates del huracán, debe liberarla del peso de esa ley… pronto. Recuperarse del desastre será difícil en cualquier caso, pero la Ley Jones lo hará mucho más difícil. Los alimentos cuestan el doble en Puerto Rico que en Florida. Eliminar la Ley Jones salvaría a muchos puertorriqueños, en especial a niños y adultos mayores, de la hambruna. También permitiría que adquieran medicinas, en particular medicamentos canadienses, a precios asequibles para salvar vidas. Además, les daría acceso a los mercados internacionales de petróleo, que es crucial para la operación de su red eléctrica, sin tener que pagar el 30 por ciento adicional que le suma la Ley Jones.


Sufrimiento en el interior

Suspender o revocar esta ley también es fundamental para la ardua tarea de reconstrucción que tienen por delante. Tan solo en un pueblo, 70.000 personas fueron evacuadas porque un dique estaba a punto de romperse. Eliminar esta medida permitiría que los residentes compraran materiales, reconstruyeran sus casas y evitaran que se multiplique el número de indigentes. No solo está en juego la recuperación tras los efectos del huracán María. También está en juego el futuro de Puerto Rico a largo plazo. Si se suspende la aplicación de la Ley Jones, los precios al consumidor podrían bajar entre un 15 y 20 por ciento y el costo de la energía se reduciría. En la era posterior a la Ley Jones, Puerto Rico podría modernizar su infraestructura y desarrollar su propia industria de construcción naval. De hecho, la isla podría convertirse en un centro importante de navegación entre América del Sur, el Caribe y el resto del mundo. Esta industria generaría miles de empleos y oportunidades para trabajadores calificados y pequeñas empresas. En un territorio con una cifra oficial de desempleo superior al diez por ciento (y de alrededor del 25 por ciento en términos reales), un cambio así sería muy positivo para la fuerza de trabajo en su conjunto. Una crisis humanitaria está a punto de estallar en Puerto Rico. No obstante, las consecuencias de suspender la Ley Jones serían inmediatas y tendrían grandes efectos. No es momento de aprovecharse de la población con precios elevados. Ya es hora de que el congreso estadounidense actúe con ética y responsabilidad y suspenda la aplicación de la Ley Jones en Puerto Rico. Nelson A. Denis, exasambleísta por el estado de Nueva York, escribió “War Against All Puerto Ricans: Revolution and Terror in America’s Colony”.

La tormenta atacó Puerto Rico hace diez días, pero su estela de destrucción persiste y empeora. La ayuda de las autoridades ha llegado parcialmente a la capital San Juan, pero en el interior los habitantes lidian con una cotidianidad apocalíptica. Abandonados, piden auxilio y se encomiendan a Dios. No hay ninguna necesidad básica cubierta: agua, comida, medicinas, gasolina, electricidad ni telecomunicaciones. En la municipalidad de Comerío, en el centro de este territorio estadounidense, nadie ha visto ninguna ayuda del gobierno de Puerto Rico ni del gobierno federal, en Washington. Sólo hay que preguntarle a Subjehily López, una mujer de 34 años que detuvo su camioneta al borde de una carretera para, junto a sus cinco hijos, llenar decenas de botellas plásticas con el agua que sale de estos caños clavados en la montaña como agujas. “Pasamos por aquí y vimos esto”, dice a la AFP, señalando los tubos. “Es agua de manantial, es agua buena”. No obstante, el presidente estadounidense, Donald Trump, asegura que está atendiendo a la isla de 3,4 millones de habitantes y se defiende de las críticas que lo acusan de haber demorado demasiado la respuesta. Elisa González se ríe. “Todo es blablablá y no están haciendo nada. Ninguna ayuda. Nada, ni de (la agencia de gestión de emergencias) FEMA, ni del gobierno federal, ni de nada”, dice esta mujer de 49 años que perdió su casa en Comerío por la tormenta. Desde ese día vive en su automóvil porque los refugios, repletos, no la reciben. No tiene qué comer ni beber. Y aún así mantiene su buen humor: “Soy ama de casa. Bueno, ¡ahora soy ama de carro!”, bromea. La municipalidad es un área agrícola. Las siembras de plátano y de tubérculos como yautía, ñame y batata están destruidas. También las granjas de pollos se ven aplastadas como latas de refresco. En el propio pueblo, el río La Plata creció cerca de 1,5 metros y la inundación arruinó casas y negocios, que todavía este viernes apilaban la mercancía embarrada para tirarla. Lo poco que no se arruinó fue luego saqueado. Las calles aún están cubiertas de lodo húmedo y la gente intenta limpiar sus negocios en una tarea que parece colosal. “Aquí la gente está bregando por su propia cuenta”, dice López. “Aquí en el campo no se ve la ayuda. Es que no se ve”. - “Comida tenemos, gracias a Dios” -

Cogiendo agua en los manantiales de la montaña.

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C

Por LUIS FERRE-SADURNI UANDO el huracán María golpeó Puerto Rico, María Martínez Espada, de 86 años, se resbaló porque el agua se había colado a su apartamento y se rompió la cadera. Casi una semana después, los doctores del Hospital del Maestro no han podido operarla por un desabasto de material médico. “El dolor es horrible”, dijo Martínez Espada desde su sofocante cama del tercer piso en el hospital, donde la directora médica, Verónica Rodríguez, dijo: “A las tres de la tarde hace tanto calor que es casi imposible soportarlo”. Para los enfermos y los ancianos, el calor puede ser mortal. Sin electricidad suficiente, las máquinas de rayos X, las de tomografía computarizada y las de cateterismo cardiaco no funcionan, y los generadores no tienen la potencia necesaria para echarlos a andar. Solo uno de cinco quirófanos está en funcionamiento. Es difícil encontrar diésel. Con la escasez de agua potable, hay otro peligro inminente: una posible crisis de salud pública debida a las condiciones insalubres. En Washington, los funcionarios hicieron un barullo para mostrar su compromiso con las islas golpeadas por los huracanes mientras que los demócratas, y algunos republicanos, los presionaban para hacer más. El presidente Trump anunció que visitaría Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos el próximo martes para asegurar a los habitantes que el gobierno federal estaba movilizándose para ayudar en la reconstrucción. “Ambos quedaron devastados —y quiero decir totalmente devastados— por el huracán María”, dijo. “Y estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para ayudar a la gente más afectada de

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los dos lugares”. Un paso que dio Trump fue desistir de un requisito que habría forzado a Puerto Rico, que está prácticamente en bancarrota, a contribuir con dinero al fondo federal de emergencia. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, alabó a Trump y resaltó que había hablado con él cinco veces y había participado en la sesión informativa en la Sala de Situaciones. “Ha estado actuando de manera proactiva”, dijo Rosselló, y añadió que el presidente declaró a Puerto Rico zona de desastre desde que la tormenta comenzó a destruir la isla. Sin embargo, “aún necesitamos más, y el presidente lo entiende y su equipo lo entiende”. El gobernador subrayó que lo que la isla experimentó en septiembre fue un desastre extraordinario. “En el lapso de dos semanas, Puerto Rico recibió dos huracanes, de categorías cuatro y cinco”, dijo. “Eso nunca había pasado en ningún lado. La devastación ha sido enorme”. De hecho, Puerto Rico es un amasijo de arreglos desesperados: con 3,4 millones de personas que improvisan maneras de conseguir los muy necesitados medicamentos, diésel para sus generadores, comida para sus despensas y agua para tomar o bañarse. Sin elección, la gente espera sin descanso, algunas hasta un día para conseguir gasolina o bien horas para comprar comida en los supermercados locales, que solo dejan entrar a 25 personas al mismo tiempo para evitar tumultos. Hay algunos avances. El gobernador dijo que 450 de las 1100 gasolineras de la isla ya estaban trabajando. Los peligros a la salud se acumulan. Rosselló expuso que hacer que todos los hospitales de la isla estén en funcionamiento es una prioridad.


S

AN JUAN — Cuando Carmen Yulín Cruz fue candidata a la alcaldía en 2012, muchos dijeron que se convirtió en un “pitirre”, un pequeño pájaro que es conocido por atacar sin temor a los más grandes. Ahora, en su segundo mandato como alcaldesa de San Juan, la capital de esta isla devastada por las tormentas, Cruz ha protagonizado un altercado político de alto perfil. Esta funcionaria de 54 años ha criticado públicamente al gobierno estadounidense por su respuesta a la devastación causada por el huracán María, críticas a las que el presidente Donald Trump respondió con múltiples reproches.En Puerto Rico, la franqueza de Cruz no sorprende a nadie. Antes del huracán, ya era conocida por su discurso populista de izquierda y una tendencia a hablar en términos contundentes y emocionales. “Nos estamos muriendo aquí”, dijo en una conferencia de prensa el viernes, con los ojos llenos de lágrimas, en la que también dijo “Mayday”, señal de socorro verbal. EXPLORA NYTIMES.COM/ES

otra época en la que la visión política estadounidense era adorada en los barrios más pobres de la capital puertorriqueña. También ha apoyado a Oscar López Rivera, el militante puertorriqueño asociado con un grupo que organizó una campaña mortal de bombardeos en Nueva York y otras ciudades en los años setenta y ochenta. Cruz, según una biografía de la página web de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, fue una estudiante brillante y una estrella en las competencias de atletismo en la isla. Además cursó estudios en la Universidad de Boston y la Universidad Carnegie

¿Estás ahí, papá? Soy yo, tu hija Cruz incluso fue a evacuar a los residentes de unas instalaciones de vida asistida después de que estalló un incendio. Cuando se le preguntó por qué lo hacía ella misma, corriendo el riesgo de que la acusaran de convertir esas operaciones de rescate en un espectáculo mediático, fue rápida con su respuesta. “Ese es mi trabajo”, dijo el sábado en una entrevista en su centro de mando después de responder, en lenguaje fuerte, que no le importaba cómo eran percibidos sus esfuerzos. “Mi trabajo es mejorar la vida de la gente, y no puedes hacerlo si estás en un helicóptero. No puedes mejorar sus vidas si no puedes tocarlas”. Cruz dijo que no tenía tiempo para las mezquindades de la política mientras había que salvar vidas. “A veces tienes que sacudir el árbol para hacer que las cosas sucedan”, dijo. “Y si eso tiene un costo político, lo aceptaré, siempre y cuando salve vidas”. Su estilo retórico después de los huracanes Irma y María difiere del usado por el gobernador Ricardo Rosselló, quien elogió la respuesta del gobierno de Trump. “Siempre que hemos hecho una petición para este esfuerzo, ellos han respondido”, dijo Rosselló, miembro del Partido Nuevo Progresista. Es posible que Rosselló, un gobernador que acaba de iniciar su primer mandato en enero de este año, no tenga otra opción que deshacerse en alabanzas con el gobierno estadounidense porque criticar al actual presidente, célebre por su personalidad impredecible, podría afectar la entrega de ayuda a la isla. Eso ha permitido que Cruz se convierta en la principal voz crítica de Puerto Rico ante los esfuerzos de recuperación. Ella es un producto tanto de la isla como de Estados Unidos, una estrella de

Mellon en Pittsburgh. Posteriormente trabajó como directora de recursos humanos para empresas como Colgate-Palmolive, Banco Popular y Scotiabank, así como en el Departamento de Hacienda. Regresó a la isla en 1992, como asesora de un anterior alcalde de San Juan, y en 2008 fue elegida a la Cámara de Representantes de Puerto Rico. Cuando fue candidata a la alcaldía de San Juan en 2012, no era una figura muy conocida y se enfrentó contra Jorge Santini, un funcionario que llevaba 12 años en el cargo y que intentó minimizarla al llamarla “esa señora” o “esa mujer”. También la definió como una socialista de estilo venezolano. Cruz, por su parte, juntó a una coalición de estudiantes, así como de personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, y la gente simplemente cansada del statu quo la eligió. En 2016 fue reelegida fácilmente. Cruz es miembro del Partido Popular Democrático, que apoya el mantenimiento de la condición de Estado Libre Asociado de la isla, en lugar de la posibilidad de independizarse. Pero Cruz está firmemente instalada en la pequeña ala de izquierda del partido. Ella permitió la sindicalización de los trabajadores sanitarios del gobierno de San Juan, y este año apoyó una huelga dirigida por estudiantes universitarios que se opusieron a las medidas estrictas de austeridad después de que la isla, asfixiada con una deuda de 74.000 millones de dólares, tuvo que declararse en bancarrota. En junio, Cruz explicó su oposición a la estadidad (el movimiento Por favor, pase as la página siguiente.

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En las montañas boricuas las aguas representaron un grave peligro para los reidentes. que propone que Puerto Rico se convierta en un estado de Estados Unidos de América) a un reportero de The Guardian. “Usted no lucha contra la injusticia al pedir convertirse en parte del sistema que, en primer lugar, cometió la injusticia contra usted”, le dijo al periódico. “Eso es como un esclavo liberado que trata de convertirse en un dueño de esclavos”. Este año, la alcaldesa le ofreció a López Rivera, el militante nacionalista, un trabajo en el gobierno de San Juan después de que él fuera liberado de prisión en mayo, después de pasar 35 años tras las rejas. López Rivera dijo que no aceptaría el trabajo pero la noticia provocó fuertes críticas contra la alcaldesa en algunos medios de comunicación. Los críticos dicen que la calidad de vida no ha mejorado mucho bajo el mandato de Cruz. “Los primeros cuatro años no hizo nada”, dijo Irene Junco, de 65 años, dueña de una pizzería en San Juan. Las críticas contra Trump, según Junco, le parecen una estrategia para acelerar su campaña a la gobernación. “Creo que está aprovechando el momento, como todos los políticos, para su propio beneficio”, dijo Junco. En las calles de San Juan muchos no saben sobre los altercados entre su alcaldesa y el presidente estadounidense por los problemas en las redes de telecomunicaciones de la isla. Pero algunos dijeron que se sentían orgullosos porque ella estaba expresando sus frustraciones. “Ha hecho lo que puede bajo estas circunstancias, y las circunstancias son difíciles”, dijo Hugo Figueroa, ingeniero de sistemas de 28 años. “Entendemos que es difícil conseguir ayuda porque estamos en

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una isla. Pero faltó una acción rápida por parte del gobierno”. El centro de mando de Cruz está en el Coliseo Roberto Clemente, donde ella, su esposo, su hijastra y otras 689 personas esperaron a que la tormenta pasara. Dijo que estaba aterrorizada. En un momento dado, el techo comenzó a tambalearse. Cruz leyó un texto de otro alcalde de la ciudad que decía que había una “desesperación total”. No tenía agua. “Algunos de los alcaldes con los que me he podido contactar o que han llegado aquí tienen miedo de expresar su preocupación, porque les preocupa que si lo hacen, ni siquiera recibirán una botella de agua”, dijo. “Cuando el miedo se apodera de la gente es una situación triste en una sociedad democrática, entonces sabes que algo no está funcionando”. Ahora, dijo, no era un momento para el “cálculo político” o incluso para la “corrección política”. “Si el presidente Trump dijera: ‘Voy a ir a San Juan a ver a esa alcaldesa desagradable’, lo recibiría con los brazos abiertos, porque la democracia es más grande que yo”, dijo. “Él fue elegido democráticamente. Representa a Estados Unidos de América y merece todo el respeto de ese cargo”. La tormenta atacó Puerto Rico hace diez días, pero su estela de destrucción persiste y empeora. La ayuda de las autoridades ha llegado parcialmente a la capital San Juan, pero en el interior los habitantes lidian con una cotidianidad apocalíptica. Abandonados, piden auxilio y se encomiendan a Dios. No hay ninguna necesidad básica cubierta: agua, comida, medicinas, gasolina, electricidad ni telecomunicaciones.


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Por PEDRO REINA PEREZ ESOLADO por la destrucción y sumido en la espera de ayuda para atender una crisis humanitaria inédita en su historia, Puerto Rico enfrenta un panorama incierto tras el paso del huracán María. El cuadro general de los daños es todavía preliminar debido al derrumbe de las telecomunicaciones, pero las pérdidas aseguradas se estiman en más de 70.000 millones de dólares, cifra solamente comparable con el daño que dejó en 2005 el huracán Katrina. La isla recibió en apenas 24 horas el total de lluvia que recibió Houston por el huracán Harvey en tres días. Sin embargo, a 12 días del evento atmosférico, la mitad de la isla sigue sin servicio de agua y las imágenes de las inundaciones en los litorales costeros desnudan una historia compleja de desposesión y explotación colonial que requiere una solución inmediata. Entender esta historia en todas sus dimensiones es imperativo. La situación puertorriqueña no se puede comprender plenamente sin tomar en cuenta el estado precario de la administración pública antes de recibir el azote de este huracán apocalíptico. La Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (ley Promesa, por su sigla en inglés) de 2016 suspendió el orden democrático y puso las finanzas en manos de la Junta de Control Fiscal, con siete miembros designados por el congreso para controlar el erario de la isla, bajo cuya tutela se inició un proceso de bancarrota que apenas comenzaba. ¿Cómo se reconstruirá Puerto Rico y para quién será esta reconstrucción si el gobierno ha sido privado de manejar su propia chequera, no tiene acceso al crédito internacional y depende de lo que el Congreso de Estados Unidos apruebe en asistencia ? Eso no es todo: ¿cómo se subsanará esto de cara a la presente emergencia si, antes de que María azotara la isla, en el congreso se cabildeaba para subsanar un déficit en fondos federales para salud que se proyecta en $369 millones para este año, pero que puede crecer a $1.200 millones en 2018? Los pocos hospitales que están abiertos con generadores de emergencia están abrumados con la demanda de servicios, mientras fuera de ellos la gente muere por no tener electricidad para sus equipos médicos. Para colmo de males, se estima que la crisis en este territorio no incorporado requerirá una asignación federal adicional de decenas de millones de dólares para auxilio inmediato, y para ello tendrá que competir con Texas y Florida, que también padecieron los huracanes Harvey e Irma respectivamente y que

por ser estados poseen un derecho político pleno para exigir ayuda ante el desastre. La ausencia de acceso a los mercados y el golpe del huracán a la economía dibujan un panorama complejo que requerirá voluntad política en un momento de tensiones. Tómese por ejemplo el éxodo de puertorriqueños hacia Estados Unidos como consecuencia de la depresión económica. Se estimaba que al menos un médico abandonaba la isla diariamente, y el Instituto de Estadísticas anticipa en un reciente estudio que la población general disminuirá a razón de 1,4 por ciento anuales, a menos de tres millones para 2025. Esta tasa es siete veces mayor que la estimada por el gobierno y la Junta de control fiscal en sus proyecciones para el mismo periodo. ¿Cómo articular una respuesta justa y sostenible ante estas circunstancias? No es difícil imaginar la bandada de aves de rapiña que se muestran ansiosas de agarrar un pedazo de la presa. Al menos una tercera parte de la deuda pública está en manos de fondos buitres, que son los que poseen el capital para préstamos de reconstrucción. Antes, estos fondos de inversión luchaban para asegurar alguna ganancia para sus bolsillos; ahora lo harán porque, sin nuevos empréstitos, el gobierno no tendría salida. Otra manera sería empujando la privatización de bienes y servicios, lo que acabaría por desarraigar el patrimonio que resta a los puertorriqueños luego de los recortes efectuados para reparar la deuda anterior. En ambos casos, los habitantes de la isla quedarían a merced de fuerzas sobre las que tienen poco o ningún control. Es urgente que el Congreso de Estados Unidos intervenga directamente para crear una solución abarcadora del problema fiscal y político que ellos ayudaron a crear. Con el grado de destrucción al que se enfrentan, resultará muy difícil culpar a los puertorriqueños y dar media vuelta. Existe un costo electoral enorme de no asumir responsabilidad y ese costo hay que recordárselo; sobre todo los boricuas residentes en Florida, New Jersey y Nueva York, estados con comunidades significativas. Solamente en la Florida central hay un millón de puertorriqueños que para 2020 superarán a los cubanos como mayor grupo latino en el estado. Estos puertorriqueños deberán ejercer el poder que ahora detentan para decidir elecciones a nivel nacional. Lo contrario sería permitir que el gobierno federal subaste la isla, desahucie a los pocos que queden y la reconstruya para nuevos dueños. Y ese escenario sería la mayor de las infamias. Pedro Reina Pérez es catedrático en la Universidad de Puerto Rico e investigador visitante en la Universidad de Harvard.

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“Como barco a la deriva”

Roberto Pagán lleva una gorra de comandante en jefe de Estados Unidos pero no lo es. Él es alcalde de Lares, un municipio rural del centro de Puerto Rico que después del huracán María ha quedado, dice, “como un barco a la deriva”. Pagán, del Partido Nuevo Progresista —que ostenta el poder en la isla—, tiene 74 años y solo cree en dos cosas en este mundo: en Dios y en Estados Unidos. “En este momento, la única solución es Washington. Dependemos al 100% de ellos”, afirmaba el martes este regidor, que llegó a su puesto “llamado por el Señor”. Su pueblo está ahora como estaba ese día, y como seguía estando ayer, prácticamente todo Puerto Rico, pasados 11 días del ciclón. Bajo mínimos en agua potable, en acceso a alimentos, en combustible, sin electricidad. La isla es un país El cementerio de Lares fue arrasado por el ciclón María , cuya fuerza sacó cientos roto por los cuatro costados que de cadávares de las tumbas. tardará meses en arreglarse. Un purgatorio tropical en el que la luz tos políticos —siempre ciclónicos— ya se dejan sentir a distancia. podría tardar en llegar más de un año a muchos rincones. El sábado levantó revuelo al criticar en Twitter a la alcaldesa caRoberto Pagán, además, tenía otro problema muy truculento. Un pitalina, Carmen Yulín, por tener una “pobre capacidad de liderazcorrimiento de tierras en el suelo del cementerio partió el campo- go” y deslizar que en Puerto Rico —Estado Libre Asociado de EE santo en dos y los panteones se desplazaron cuesta abajo. Algunos UU, una entidad entre la autonomía y la dependencia— “quieren féretros quedaron abiertos al aire. todo hecho”. A la entrada de la alcaldía, en la acera, un señor mayor con una El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, no deja de lanzar botella en la mano, retrato del desamparo, preguntaba: “¿Cuándo el mensaje de que Washington está trabajando a una con ellos y pondrán la luz, usted sabe?”. Estos días en Puerto Rico en cual- que las agencias federales y el ejército se están volcando en la isla, quier forastero que aparece se ve la ilusión —a menudo, el espe- aunque al tiempo recuerda que los suyos deben ser tratados como jismo— de la llegada de ayuda oficial. “¿Es usted de FEMA?”, “ciudadanos americanos” y urge al Capitolio a aprobar un fondo preguntaba unos kilómetros sierra arriba Eleutemia Rivera, de 81 de rescate extraordinario. Rosselló ha asegurado que el desastre años, refiriendo por sus siglas inglesas a la agencia de emergencias de María solo es comparable con el Katrina en Nueva Orleans y de EE UU. Ella aún estaba turbada por el “ruido de motor prendi- sostiene que la reconstrucción de Puerto Rico requiere “decenas de do” del ojo del huracán, “que estuvo aquí mucho rato rompiéndolo miles de millones” de dólares. todo”. A su vez, Trump lleva días en la ambigüedad, mostrando su comLas dos casas al lado de la suya perdieron paredes y techo. Eran promiso con la isla pero soltando puyas que sientan como puñacadáveres deshabitados. Frente a la vivienda afectada pero entera ladas a los boricuas, gentilicio de los locales. En otro tuit, esta de la señora había caído un tendido eléctrico. Su yerno, Nehemías semana, recordó que Puerto Rico, pese a su catástrofe, tiene una González, de 60 años, que estuvo en la guerra de Afganistán con el deuda con Wall Street y los bancos que, “tristemente, tendrá que Ejército de EE UU, limpiaba el terreno con un machete y decía que asumir”. La isla ha declarado la quiebra, debe 73.000 millones de María había sido “lo más malo” que había visto en su vida: “Aún dólares (unos 61.782 millones de euros) a sus acreedores y ya andiría que peor que aquellos talibanes”. tes del huracán pasaba serios apuros para sostener sus sistemas de En Utuado, municipio vecino de Lares, el mismo desastre. Las ca- salud y de pensiones. rreteras de la sierra eran una jungla de árboles rotos y postes de la En Puerto Rico, pese al discurso de cohesión con Washington del luz caídos, altas matas de bambú enmarañadas como jeroglíficos, gabinete de Rosselló, cada día que pasa crece la opinión de que trozos de asfalto hundidos. En casa de José Pérez, de 41 años, se Estados Unidos está descuidando la tragedia de los boricuas en vino abajo el cerro que tenía a sus espaldas y quedaron sepultados comparación con la rapidez y la cantidad de recursos que ha puesto tres vehículos. “Esta propiedad era bella y mira cómo quedó”, la- para auxiliar a Texas y Florida tras los huracanes Harvey e Irma. mentaba. Su perro, llamado Clinton, ladraba a los visitantes. Tu- La alcaldesa de San Juan ha expresado su malestar con la gestión vieron un Bush y un Reagan, porque a su suegro le da por ponerles del FEMA y ha declarado: “Si alguien allá afuera nos está escua los canes nombres de presidentes de EE UU. chando, nos estamos muriendo y ustedes nos están matando con su Quién sabe si tendrán un Trump. El actual jefe de la Casa Blanca ineficiencia y su burocracia”. llegará el martes a la capital de Puerto Rico, San Juan, y sus vien- Mientras tanto, familias como la de Nydia Rosario, de 51 años y

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Vieques aún más aislada Por JACK HEALY

V Un vecino de Lares limpia de escombros el frente de su casa.

Uno de cada dos supermercados de la isla estaba cerrado y contaban con escasos suministros aquellos que tenían abiertas sus puertas. Por otra parte, solo un 10% de las torres de telefonía estaba en funcionamiento. vecina del municipio de Salinas (costa Caribe), esperan la anunciada llegada masiva de ayuda. El pasado jueves, todo lo que tenían ella y sus dos niñas —Nydialis y Nydianyelis— era una caja de alimentos enlatados y 24 botellas de agua. Ni un dólar en efectivo, pues los 60 que tenían antes del huracán se acabaron y los cajeros no funcionan. Sin ventiladores ni botes de repelente, la señora Rosario rezaba por que los mosquitos no se cebasen con sus hijas y trajesen enfermedades. Y miraba al futuro con ironía amarga: “Estas navidades no habrá bombillas”.La devastación de las infraestructuras ha sido total en la isla de Puerto Rico. Ayer, solo un 5% del sistema eléctrico de todo el país (que tiene 3.400.000 habitantes) estaba en funcionamiento. Un 35% de las gasolineras seguían cerradas y en las que permanecían abiertas las colas eran interminables. Uno de cada dos supermercados de la isla estaba cerrado y contaban con escasos suministros aquellos que tenían abiertas sus puertas. Por otra parte, solo un 10% de las torres de telefonía estaba en funcionamiento. Más de 10.000 puertorriqueños seguían sin vivienda y estaban distribuidos en 150 refugios habilitados a lo largo de toda la isla, aunque muchos otros miles que también han perdido sus casas se las arreglan con las de familiares o amigos. Según el Gobierno, el huracán había dejado 16 víctimas mortales.

IEQUES, Puerto Rico – La soledad era un atractivo de la vida en esta isla separada de otra isla. En las cabañas de pescadores se servía mero sacado directamente del mar. Caballos salvajes vagaban por los sinuosos caminos. Los turistas llegaban en bandadas a las playas y las brillantes bahías de un área que se había dejado sin edificar durante décadas, cuando era un campo de pruebas de la Marina de Estados Unidos. Ahora esa soledad es un gran problema. Las 9000 personas que viven en esta isla a 13 kilómetros al este de la isla principal de Puerto Rico en gran medida han quedado aisladas del mundo durante once días, desde la llegada del huracán María, sin electricidad ni comunicaciones y, en el caso de muchos, sin agua corriente. La gente vigila el cielo y el mar esperando ver la ayuda que ha estado arribando a cuentagotas, en lanchas, helicópteros o en el interior de aeronaves de hélices de ocho asientos. “Estamos en esta isla, no podemos dejarla”, dijo el sábado Aleida Tolentino, de 56 años, mientras miraba hacia las laderas color café con árboles desenraizados y ramas sin una sola hoja, la lluvia deslizándose desde el este. ¿Estás ahí, papá? Soy yo, tu hija La desgastante falta de electricidad y servicios de comunicación ha creado archipiélagos de aislamiento en Puerto Rico. Decenas de pueblos y vecindarios, desde las montañas cafetaleras hasta los conjuntos industriales de la capital, ahora son islas virtuales, encerrados por los caminos destrozados, los cables caídos y las torres de telefonía móvil deshechas. En Vieques, la gente hace fila en la plaza principal del vecindario Isabel Segunda para usar uno de cuatro teléfonos satelitales donados para tratar de llamar a su familia. Esperan una hora para recibir una bolsa donada de almuerzo con Pringles, puré de manzana y pasas. La fábrica local de hielo no está trabajando, así que cuando sale un camión de hielo refrigerado de algún ferri que llega, la gente lo sigue a través de las calles cubiertas de árboles. Cuando el agua comienza a fluir de la llave de alguien, los vecinos y familiares corren con botellas y cubetas. Las personas discuten cuánto tiempo llevará para que se restauren la electricidad y el servicio telefónico. ¿Seis meses? ¿Un año? Victor Emeric, alcalde de Vieques, dijo que no hubo habitantes que murieran o quedaran gravemente heridos durante la tormenta, pero conforme la situación se extiende, se ha evacuado a algunos por razones médicas, en helicóptero, ferri o a través de los aviones de hélices que entran y salen del pequeño aeropuerto de la isla. Emeric habló en una oscura oficina municipal resbalosa por el agua, junto a una pequeña sala donde un grupo de funcionarios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, la Fuerza Por favor, pase a la página siguiente.

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Viene de la página anterior. Aérea y otras agencias del gobierno de Estados Unidos llenaban el pequeño espacio sobre computadoras portátiles y radios. La Guardia Costera también está aquí, proporcionando ayuda, y el gobernador Ricardo Rosselló dijo el domingo que visitará esa isla y su vecina, Culebra. “Ha llegado muy poca ayuda”, dijo Emeric. “Hay que tener paciencia”. Los grupos de voluntarios se organizan para proporcionar a la comunidad actualizaciones y organizar vuelos de socorro privados; unas cuantas organizaciones sin fines de lucro ya están apostadas aquí. La Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos por lo general se enfoca claramente en la atención a los animales pero, cuando sus miembros llegaron, la situación era tan extrema que comenzaron a organizar vuelos humanitarios para llevar pañales,

anterior. Alguien se robó su generador, por lo que no cuenta con electricidad para embalsamar los cuerpos ni manera de mantenerlos en almacenamiento frío. También se robaron el generador de respaldo del hospital, dijo, por lo que tampoco puede guardar los cadáveres ahí. “Necesito féretros”, dijo. “¿Cómo diablos voy a atender a los familiares si no tengo féretros? Necesitamos deshacernos de los cuerpos rápidamente. No puedo embalsamarlos. No puedo hacer nada”. Melany Díaz, de 22 años, dijo que le tomó tres días conseguir medicina de venta libre para su hija de dos años, Edlianysha, quien presentó tos aguda como consecuencia de María. La tormenta destrozó la casa de madera de la familia, desperdigando la ropa de los niños y sus carriolas en el lodo.

Marlon Esquilín, a la derecha, director funerario en Isabel Segunda, no tiene electricidad para embalsamar a los cuerpos y tampoco para mantenerlos fríos en almacenamiento. agua, alimento para bebé y otros artículos personales a Puerto Rico.Algunos residentes ya huyeron de la isla, preocupados por tener que pasar meses sin electricidad y por cómo obtendrían ayuda médica si al único hospital de la isla se le está acabando el diésel para su generador. Tammy Simpson estaba sentada en la fila de una farmacia en Isabel Segunda, esperando una receta de insulina. Su doctor dejó la isla por problemas de salud, dijo, pero por el momento ella no lo seguirá. impson dijo que ya se quedó sin efectivo y que no hay bancos abiertos ni cajeros automáticos que funcionen en la isla para poder conseguir más. Así que, ¿cómo le haría para pagar? Incluso si llegara a San Juan, ¿dónde se quedaría, si todos los hoteles están llenos? ¿A dónde se escaparía si todos los aviones que salen están retacados? Por lo menos aquí en Vieques, ella y su hija tienen arroz, salsa de tomate y alimentos enlatados. “Realmente no puedo irme a ningún lado”, dijo. Marco Calzada, sentado nerviosamente en un asiento cercano, esperaba conseguir más insulina para su padre diabético, que solo tenía una dosis más.“Si no la tiene, colapsará”, dijo Calzada.Incluso la muerte constituye una emergencia. El sábado por la mañana, Marlon Esquilín, el director funerario en Isabel Segunda, abrió las puertas de su carroza para sacar el cuerpo en una bolsa negra de una anciana que había muerto por causas naturales la noche 22

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“Perdimos todo”, dijo Díaz, al regresar del hospital con su hija y la medicina.Se paró sobre el lodo de lo que antes fue su patio delantero, mientras sus vecinos y miembros de la familia separaban la madera laminada y lanzaban muebles arruinados y tablones al suelo. Esperaban rescatar suficiente madera para parchar los huecos en el techo corrugado de una habitación que sobrevivió a la tormenta. El agua se acumulaba sobre el piso y goteaba desde el techo, pero Díaz dijo que tenían la esperanza de poder hacerla habitable mientras decidían qué hacer a continuación. Perdió su trabajo como recepcionista en un hotel local debido al huracán y dijo que no tiene idea de cuándo podrá conseguir trabajo de nuevo. Sus amigos y parientes han ofrecido una camioneta y su trabajo, pero eso es toda la ayuda que ha recibido hasta ahora, dijo Díaz. “Nada del gobierno ni nadie de ninguna parte”, dijo. “Es el infierno”. Les dio de desayunar a sus dos hijas cereal y leche en polvo el sábado en la mañana, y solo le quedan 50 dólares en efectivo. No sabe qué hará cuando se le acabe el dinero, pero está decidida a quedarse. “Esta es mi casa”, dijo. “Aquí he criado a mis hijos. Rezo por quedarme aquí. Esto es todo lo que tenemos”.


Cientos de edificios en Ciudad de México que no colapsaron tampoco son accesibles o son inhabitables.

Ansiedad tras el sismo

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Por Marina Franco y Kirk Semple

IUDAD DE MÉXICO – Es toda una población que se encuentra a la deriva por un desastre. Duermen en sillones de conocidos, en albergues algo improvisados y hasta dentro de sus autos, con ropa prestada o recién obtenida de centros de acopio y que, alejados forzosamente de sus cocinas y de sus pertenencias, recuerdan con cada comida fuera de su hogar la incertidumbre que enfrentan. El terremoto del 19 de septiembre pasado en la zona central de México ha cobrado la vida de más de 330 personas hasta el momento; más de 5000 personas han sido atendidas en diversos hospitales y clínicas. Pero el sismo también resultó en muchas más víctimas: aquellos damnificados y desplazados de sus casas. Son miles de personas, de clase alta y de escasos recursos, de edificios en ciudades y de poblados donde abundaban las casas de adobe. Incluyen a quienes habitaban en inmuebles colapsados por el movimiento telúrico, pero también a aquellos cuyos hogares han sido calificados como inhabitables o con daños estructurales y que, aunque siguen en pie, podrían ser demolidos o cuya reconstrucción tardará mucho tiempo. Otros incluso han tenido que desalojar sus casas porque edificios circundantes están en riesgo de colapsar. “Lloro mucho todavía”, dijo Elizabeth Flores, administradora de

50 años cuyo departamento en el primer piso de un edificio al sur de la capital tiene fuertes daños tras el sismo. Actualmente, está viviendo con amistades. “Esta era mi casa”, añadió la mujer. “Esa misma mañana todavía tendí mi cama y desayuné ahí. Pasamos de una comodidad modesta a que de repente tanto tu hogar como tu vida están en ruinas”. No queda claro aún cuántos edificios en México serán completamente inhabitables después del sismo ni cuántas personas han tenido que desalojar. Funcionarios federales dijeron el miércoles que el sismo del 19 de septiembre y uno anterior del 7 de septiembre, que azotó con particular fuerza los estados de Oaxaca y Chiapas, causaron daños graves en más de 153.000 inmuebles; de estos, por lo menos 24.000 fueron destruidos y 46.000 presentan daños que los vuelven inhabitables. En Ciudad de México colapsaron 38 inmuebles y el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera ha indicado que 500 están en riesgo y podrían ser demolidos o requerirán bastantes obras de reconstrucción antes de volver a ser habitables. La mayoría de estos edificios con residenciales. El gobierno de Ciudad de México estima que 500 edificios son de alto riesgo después del terremoto y varios han sido desalojados.

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Viene de la página anterior.

“Lo bueno es que podemos dar gracias de que la mayoría seguimos vivos”

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a han surgido esfuerzos tanto públicos como privados para que los damnificados tengan vivienda temporal y se cubran los esfuerzos de reconstrucción. Las autoridades de Ciudad de México anunciaron un plan que daría acceso a créditos de bajo interés y otra asistencia financiera a los propietarios afectados según los arreglos que sean necesarios a partir de los daños que hayan sufrido sus hogares. La capital también prometió ayudar a quienes rentaban y perdieron su vivienda. Asimismo, el presidente Enrique Peña Nieto prometió que el gobierno apoyará “directamente a las familias con recursos y materiales para reparar los daños parciales o para la Algunas personas que se quedaron sin hogar o donde este fue declarado construcción de una nueva vivienda” y que temporalmente inhabitable duermen en tiendas de campaña cerca de sus se ayudaría a canalizar las donaciones de la casas para intentar vigilarlas. iniciativa privada y los principales líderes empresariales por medio dos de un edificio de tres torres en la calle Tokio están acampando del fideicomiso Fuerza México. al lado de la zona acordonada que rodea el inmueble y han organiTambién hay proyectos para alojamientos temporales como el sitio zado guardias para monitorear todo lo que sucede ahí. web Mi casa es tu casa, para poner en contacto a quienes buscan Dos de las torres están inclinadas y colapsaron encima del estacioy ofrecen casa; Muebletón México, para juntar muebles donados namiento, aplastando los automóviles que había ahí y a los vecinos en buen estado que puedan utilizar las personas damnificadas ya les han dicho que la demolición es inevitable. que encuentren un nuevo hogar, y Arriba México, un sitio web que La presencia constante de alguno de los residentes está planeada promueve alojamientos simbólicos para recaudar fondos para la para que no pase desapercibida ninguna visita de algún oficial o reconstrucción. Los montos donados serán dedicados a crear refu- abogado que pueda darles claridad sobre qué sigue ahora o si pogios temporales y a costear la reconstrucción de varios sitios. drán recuperar alguna de sus pertenencias. Por ejemplo, por 790 pesos la noche (alrededor de 44 dólares), Mario Jiménez, de 54 años, empleado de un restaurante que vivía uno puede rentar un “depa devastado con estacionamiento en At- en un cuarto piso del inmueble, dijo que se pudo asomar hacia una lixco, Puebla”, aunque en realidad nunca vaya a estar dentro del de las habitaciones de su departamento desde el edificio de al lado. inmueble. “Y pues ahí está justito, y pienso: ‘Si tan solo pudiera meterme’”, Aún así, el futuro inmediato para muchas de las personas despla- dijo. “Para sacar cosas como la factura de mi auto o esa chamarra zadas está lleno de incertidumbre, al encontrarse en un estado de que me gusta o hasta la olla de mi cocina. Es una historia de vida, transición frustrante y cansado que podría poner a prueba las amis- por decirlo de una manera, y está ahí atrapado. Y quién sabe si lo tades y relaciones. vamos a recuperar”. Ana Paula Velásquez se quedó sin departamento en la colonia Mario Jiménez, residente desalojado, sobre la cercanía de perteRoma Sur debido al sismo; ahí vivía con su esposo, hija y madre. nencias a las que no tiene acceso Es inseguro estar en el edificio y los residentes entonces se trasla- También hay dudas a largo plazo como si serán erigidos nuevos daron a hoteles o a los hogares de familiares y amigos. edificios habitacionales para remplazar los que sean demolidos y Velásquez, de 39 años, y su familia pasaron la primera noche des- los dueños podrán así recuperar su patrimonio e inversiones. Mupués del terremoto con una amistad y la segunda, con un familiar. chos mexicanos no tienen seguro de inmuebles. Pero después decidieron mandar a su hija a casa de un amigo y Nadie cree que el proceso será rápido, sobre todo si se toma en quedarse, junto con la madre de Velásquez, en un albergue. Está cuenta lo que sucedió después del sismo de 1985, el más mortífero ubicado en una escuela primaria; la misma en la que estudió la hija en la historia de Ciudad de México y que devastó cientos de edifide Velásquez, ahora de 13 años. cios y provocó serios daños estructurales en otros miles. “Es irónico, ¿no?”, dijo la mujer mientras estaba sentada en una La reconstrucción tomó más de una década y varias acciones legabanca. Los salones fueron convertidos en dormitorios con colchas les y amparos detuvieron las demoliciones y expropiaciones con el y catres en el piso. presunto fin de reconstruir por años. Velásquez dijo que decidió moverse al albergue porque no quería “Lo único que sabemos ahorita es que el trámite va para largo”, abusar de sus conocidos, aunque estuvieran dispuestos a recibirla dijo Óscar Ramírez, de 52 años, ingeniero y dueño de un apartaa ella y a su familia, por ahora. Además, indicó que estar en el al- mento en un edificio que colapsó pese a tener apenas un año de bergue la ayuda a recibir información sobre asistencia legal y otra construido. Dos personas murieron. ayuda para víctimas del terremoto. Ahí siente que su situación está “Lo bueno es que podemos dar gracias de que la mayoría seguimos más presente. vivos”, dijo. “Solo espero que no quedemos olvidados”. El jefe “Si dejamos que esto se enfríe, es todavía menos probable que el delegacional de Benito Juárez prometió el martes que tomará acgobierno haga algo”, dijo. Ese albergue tiene planeado cerrar y la ciones contra la constructora y el director responsable de obra que familia deberá moverse a otro, aunque todavía no estaban seguros debía revisar la estructura por poner “en riesgo la vida de personas de a cuál irían. En la colonia Portales Sur, los residentes desaloja- y sus bienes” al usar “materiales de baja calidad”.

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Por MARLON ESQUILIN LBUQUERQUE, Nuevo México — Si entras en El Super, un supermercado en expansión en el mismo valle donde buscadores de fortuna a caballo reclamaron las tierras hace casi cuatro siglos de una de las posesiones más remotas de España, verás que el idioma que trajeron con ellos todavía perdura.El reguetón, el género musical nacido en Puerto Rico, resuena en los altoparlantes. Los compradores, con acentos del norte de México, negocian las ofertas. Hay letreros en español que indican los departamentos de la tienda, como carnicería, panadería, salchichonería y tortillería; así, para quienes hablan el idioma de Miguel de Cervantes, encontrar los artículos es muy sencillo. “Todo lo que necesito está en español”, dijo Vanessa Quezada, de 23 años, una inmigrante del estado mexicano de Chihuahua, haciendo gestos hacia la sucursal del First Convenience Bank, donde los cajeros saludan a la gente con una sonrisa y la frase “Buenas tardes”. En efecto, Estados Unidos emerge como un amplio laboratorio que exhibe la extraordinaria resistencia del español, sin importar el clima político. ¿Estás ahí, papá? Soy yo, tu hija Con base en una enorme masa de hablantes nativos, Estados Unidos ahora tiene, según algunos cálculos, más de 50 millones de hispanohablantes; es decir, existen más personas que hablan español en Estados Unidos que en España. En una superpotencia donde se habla el inglés, la cadena de televisión en español Univisión pelea con ABC, CBS, FOX y NBC por conseguir los más altos niveles de audiencia. ¿La canción compuesta en Estados Unidos más exitosa del mundo durante el verano? “Despacito“. Al mismo tiempo, más de 20 estados han promulgado leyes para hacer que el inglés sea el idioma oficial, el presidente Trump ganó la elección con una plataforma que incluía la promesa de construir un muro fronterizo y su propuesta para fijar nuevos límites en la migración legal requeriría que los solicitantes hablen inglés para obtener su residencia legal. Juan Rodríguez, de 44 años, un inmigrante colombiano que es propietario de La Reina, una estación de radio en español en Des Moines, Iowa, dijo que “son días de muchísima incertidumbre” para algunos hispanohablantes, especialmente inmigrantes que no tienen papeles que tratan de ser vistos y escuchados con menos frecuencia ahora que el presidente ha convertido a la deportación en una prioridad. “Pero ese miedo no nos impide de vivir nuestras vidas en español”, agregó Rodríguez. “Iowa puede ser estado de English-only, pero es nuestro estado también”. Alrededor del mundo, la posición del inglés como el idioma universal parece no tener rival por el momento. Estados Unidos proyecta su influencia del inglés en sectores como las finanzas, la cultura, la ciencia y la guerra. Pero a nivel global, el chino mandarín deja muy atrás al inglés en hablantes nativos, al colocarse en el primer lugar con 898 millones de personas, seguido del español con 437 millones, de acuerdo con Ethnologue —un compendio de los idiomas del mundo—. Después se ubica el inglés con 372 millones, seguido del árabe, el hindú, el bengalí, el portugués y el ruso. La inmigración desde América Latina ha fortalecido el uso del español en Estados Unidos en las décadas recientes, pero los académicos dicen que otros factores también tienen relación. Por ejemplo, los que involucran historia, el alcance global del idioma y las maneras en que las personas se mueven a través del mundo hispanohablante. Autoridades en algunas áreas de Estados Unidos han discutido varias veces sobre cómo detener la expansión del español, como

Florece el español en EU a pesar

el exsuperintendente de Educación Pública de Arizona que afirmó que todos los medios de comunicación en español deberían ser silenciados. Un juez rechazó esta semana otra iniciativa del mismo funcionario para prohibir el programa de Estudios Mexicanos-Estadounidenses de Arizona. El juez determinó que la prohibición estaba “motivada por una animadversión racial”. Los lingüistas rastrean en decisiones tomadas mucho antes de que España comenzara a colonizar el Nuevo Mundo (en 1492) cómo fue que el español llegó al codiciado momento que disfruta ahora. Como el escritor mexicano Carlos Fuentes explicó en su libro El espejo enterrado, en el siglo XIII el rey español Alfonso X formó un grupo de expertos cosmopolitas conformado por intelectuales judíos, traductores árabes y trovadores cristianos, quienes promovieron el español como un idioma del conocimiento en un momento en el cual el latín y el árabe todavía tenían prestigio en la península ibérica. El monarca y sus sabios forjaron el español en un idioma excepcionalmente bien organizado con estándares fonéticos, convirtiéndolo relativamente accesible para algunos aprendices. Se cree que fueron orillados a seguir una política de “castellano drecho” (“drecho” es una forma antigua de escribir “derecho” y se refería al castellano derecho o correcto), dándole al idioma un propósito. Aún en la actualidad, el español permanece entendible alrededor del mundo en un nivel notable. La prueba es que, por ejemplo, alguien de las pampas en la Patagonia en Argentina puede conversar con un visitante de la Guinea Ecuatorial, uno de los exportadores de petróleo más grandes de África. Con base en la entropía (un concepto físico para medir el desorden), Jean-Benoît Nadeau y Julie Barlow, los autores canadienses de un libro de 2013 que traza la evolución del español, describen la medida en que el idioma se extendió geográficamente sobre un amplio rango de países. Por favor, pase a la página siguiente.

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En diferentes puntos de EE.UU es usual ver los letreros de los negocios en inglés y en español. Viene de la página anterior.

Aunque irrita a algunos amantes de la gramática, el spanglish efectivamente está ganando terreno En comparación, el chino mandarían califica bajo en la escala de entropía porque la mayoría de quienes lo hablan viven en el mismo país. El inglés hace alarde de una mayor entropía, pero el español, el lenguaje predominante en más de 20 países, se ubica en el primer lugar, seguido del árabe. a competencia de Estados Unidos con España y partes de América Latina ejemplifica cómo el movimiento de las personas a través del mundo de habla hispana lleva al español en nuevas direcciones. En el área metropolitana de Los Ángeles, en donde viven más de cuatro millones de hispanohablantes —más que la población total de Uruguay—, los lingüistas dicen que un nuevo dialecto se ha creado conforme diferentes tipos de español entran en contacto. Aquí, en Nuevo México, una afluencia de inmigrantes mexicanos y centroamericanos está nutriendo y modificando una variación del español que ha persistido desde el siglo XVI. El bar Ojos Locos en Albuquerque ofrece una prueba de cómo está cambiando el español; al igual que El Super, es parte de una cadena fundada en Estados Unidos dirigida al mercado latino. “Una ‘cantina’ de deportes no es nada sin auténtica y deliciosa ‘comida’ mexicana —más tacos, más alitas y más cerveza—”, se puede leer en el sitio web de Ojos Locos. Había todos esos ingredientes en abundancia un domingo reciente cuando la Selección Mexicana jugó contra Jamaica y el español de México parecía ser el idioma dominante en el lugar. Sin embargo, algunas mesas mezclaban sin esfuerzo el inglés y el español, especialmente aquellas en las que niños acompañaban a sus padres, mientras otros (incluidas mesas en las que había parejas de diferentes orígenes étnicos) lanzaban gritos de apoyo, conversaban y hasta decían insultos (México perdió el partido 1 a 0) casi por completo en inglés mientras bebían sus margaritas. Las maneras en que las familias usan los idiomas en la mesa de sus hogares también demuestra comó el español está cambiando. En la familia Nava, que se mudó a Nuevo México desde el norte de México hace más de 20 años, los abuelos discuten apasionadamente en español el desempeño de su equipo de fútbol americano, los Vaqueros de Dallas. Pero cuando sus hijos, quienes ya son adultos, hablan entre ellos, lo hacen en spanglish. ¿Y el idioma de sus nietos? Principalmente, el inglés, con palabras en español salpicadas en ciertos momentos. “Nuestra verdadera comunicación es en spanglish”, dijo Cindy Nava, de 29 años, una analista de políticas en el Congreso de

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Nuevo México, quien llegó a Estados Unidos a la edad de 7 años. “Pero todavía reconocemos la importancia de hablar español correctamente”. Aunque irrita a algunos amantes de la gramática, el spanglish efectivamente está ganando terreno. Es evidente en la manera en la que hablan los personajes en las telenovelas, las letras de las canciones de reguetón de Daddy Yankee o comerciales como el de Wendy’s donde una pareja se conecta a través de hamburguesas con queso y tocino servidas en “pan de pretzel”. Ilan Stavans, un profesor de Cultura Latina en Amherst College que ha traducido clásicos como “Don Quijote” de Cervantes y “El principito” de Saint-Exupéry al spanglish, argumenta que estamos presenciando “el surgimiento de algo totalmente nuevo, de ninguna manera puro, un idioma mestizo”. Mucho antes de que el presidente Trump fuera elegido, el crecimiento y la perdurabilidad del español habían causado preocupación y llevó a las leyes de idioma oficial que en algunos casos limitan el uso de cualquier otro idioma que no sea inglés en oficinas gubernamentales y en documentos; en otros casos son prácticamente simbólicas. Rosalie Porter, quien llegó a Estados Unidos cuando era una niña desde Italia y ahora es la presidenta de una organización que busca terminar con la educación bilingüe y declarar al inglés como el idioma oficial de Estados Unidos, dijo: “Cuando yo era una niña inmigrante, mi lengua no era políticamente correcta”. “Ahora es diferente”, dijo Porter, cuyo grupo, ProEnglish, fue fundado por John Tanton, un médico de Michigan que inició varias organizaciones que buscan restringir la inmigración. “Los inmigrantes disfrutan mucha mayor visibilidad”, agregó ella, haciendo énfasis que en que entiende las razones económicas detrás del crecimiento de los medios de comunicación en español. Aun sin contar los esfuerzos políticos, el crecimiento continuo del español en Estados Unidos no está asegurado. Los lingüistas han documentado cómo las nuevas generaciones de latinos en el país están cambiando de manera sostenida hacia el inglés, del mismo modo que otros inmigrantes lo han hecho. Pero si el pasado sirve de guía, el español continuará evolucionando y perdurando.“En muchos lugares de Estados Unidos, el inglés y el español están en la cama juntos, un contacto que es al mismo tiempo reproductivo y excitante”, dijo Junot Díaz, el escritor que de forma maestra explora la experiencia inmigrante en Estados Unidos, principalmente a través de los esfuerzos de su protagonis-


El sexto sentido artificial

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ecordar es volver al tiempo ido, saber, mantener vigencia y en razón de ese privilegiado recurso. es vital, esencial, mantener la memoria, sin despreciar los protocolos modernos para acceder a la información y al desempeño creativo, laboral y social. Hay, y será más inclusiva en el futuro, una memoria colectiva cibernética al servicio de la humanidad, que trae a la mano el dato y la referencia al instante, sin olvidar, el recurso natural del recuerdo.Tanto la memoria de papel (los libros) como la electrónica

(las computadoras) son tan sólo palancas que permiten movilizar la capacidad cerebral para crear y recordar. Factor esencial para razonar y desarrollar el intelecto es la imaginación, que en la medida que es mayor o menor traza el nivel de intelectualidad y define, en una escala, el talento. El conocimiento, el dato, siempre va a estar subordinado a la capacidad de crear, que permite la imaginación. Diferente a otros medios anteriores que en su momento fueron novedades extraordinarias como la radio y la TV, la Internet es inclusiva del texto escrito, la imagen y el audio, lo que explica el cambio inusitado que ha dado la sociedad enlazada por sus redes. Es, la internet, la nueva rueda que impulsa al hombre a velocidades siderales. La capacidad de crear es innata, lo que aporta la inteligencia artificial es la velocidad para trasmitir y acceder a la información. El pensamiento y el conocimiento científico experimentan una transición trascendental en cuanto al medio y la velocidad para procesar el dato, pero es progresiva y en nada degenerativa, la forma nueva de pensar y crear que permite el recurso cibernético y la internet. En el principio el conocimiento se recibía de forma oral, luego vino la escritura en rollos de papiro, la imprenta y ahora entra el prodigioso procesador combinado con la red que enlaza culturas y espacios como si fuera un vecindario . Hay, entonces, sobradas ra-

zones para el optimismo de que la humanidad avanza y se amplia, sin temores a que se gane velocidad en la informacion y se pierda la capacidad de pensar, razonar, por el innovador auxilio de la memoria artificiala amistad virtual, posible por las redes electrónicas, tiene el beneficio de la proximidad en el pensamiento y la palabra, pero sin la invasión de la presencia física, que en un momento dado y con cierto tipo de personas puede resultar molestoso, y que en el espacio que da la cibernetica resulta, sin embargo, encantadora. La naturaleza y la presencia física ocupan, a veces, un espacio, que produce incomodidad. Esa amplitud que permiten medios como el teléfono moderno y principalmente la Internet, es otro sesgo del hechizo que produce la vida que viene y que ya comienza, con el recurso del extraordinario sexto sentido artificial.

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Maireilys Álvarez Rodríguez, una doctora cubana que trabaja en São Luís, Brasil, como parte de un programa para importar a miles de doctores de Cuba y otros países para brindar atención en áreas remotas y empobrecidas.

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Por ERNESTO LONDOÑO ÍO DE JANEIRO — En un raro acto de desafío colectivo, montones de médicos cubanos que trabajan en el extranjero para enviarle dinero a sus familias y a su país han presentado demandas para separarse del gobierno cubano, exigen ser liberados de lo que un juez definió como una “forma de trabajo escla-

vo”. Miles de médicos cubanos trabajan en el extranjero con contratos que las autoridades cubanas han suscrito con países como Brasil, que le pagan millones de dólares mensuales al gobierno comunista de la isla por la prestación de los servicios de salud. Eso convierte a los médicos en uno de los más valiosos productos cubanos de exportación. Sin embargo, los médicos solo obtienen a cambio una pequeña porción de ese dinero, y en Brasil crece la cantidad de médicos que han comenzado a rebelarse. El año pasado, por lo menos 150 cubanos presentaron demandas en los tribunales brasileños para impugnar el acuerdo, al exigir que se les trate como contratistas independientes que ganan salarios completos y no como agentes del Estado cubano. “Cuando uno sale por primera vez de Cuba, uno descubre muchas cosas que hasta ese momento tenía los ojos vendados”, comentó Yaili Jiménez Gutiérrez, una de las médicas que presentaron una demanda. “Llega un momento en que te cansas de ser esclavo”. Desde hace décadas, artistas y atletas cubanos han desertado du-

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rante los viajes al extranjero, y la mayoría de ellos terminaban viviendo en Estados Unidos. Sin embargo, las demandas en Brasil constituyen una rebelión jurídica inusual que afecta uno de los esfuerzos más emblemáticos de Cuba. Para el gobierno de la isla enviar médicos al extranjero no solo es una forma de obtener las ganancias que necesitan con premura, sino que también ayuda a promover la imagen de la nación como una potencia médica que frecuentemente acude en ayuda del mundo. Ahora los desafíos legales son más importantes porque los doctores han perdido el estatus que convertía a Estados Unidos en su destino más frecuente. El gobierno estadounidense, que durante décadas ha intentado socavar a los líderes de Cuba, estableció un programa en 2006 para recibir a doctores cubanos con el objetivo de exacerbar la fuga de cerebros de la isla. Sin embargo, en uno de sus últimos intentos por normalizar las relaciones con Cuba, el presidente Barack Obama finalizó en enero el Programa de Permisos para Profesionales Médicos Cubanos que le permitía a esos profesionales ubicados en otros países poder obtener visas de residencia permanente en Estados Unidos. “El haber cerrado el parole para nosotros fue un gran impacto”, comentó Maireilys Álvarez Rodríguez, otra de las doctoras que presentaron una demanda en Brasil. “Esa era la salida para muchos de los que estábamos aquí”. El fin del programa de visas significa que el futuro de estos profesionales ahora está en manos de la justicia brasileña. Los tribunales de ese país se han pronunciado principalmente en contra de los médicos cubanos, pero algunos jueces se han puesto de su lado al permitir que trabajen por su cuenta y ganen su propio dinero. La decisión de los doctores los expone a sufrir graves repercusio-


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os médicos cubanos solo ganan una cuarta parte del monto total que el gobierno brasileño le paga a Cuba por sus servicios nes por parte del gobierno cubano, incluso podrían ser vetados de ingresar a la isla con lo que les impedirían ver a sus familias durante años. Las semillas de la rebelión se sembraron hace un año en una conversación entre una doctora cubana y un clérigo en un pueblo remoto en el noreste de Brasil. La médica cubana, Anis Deli Grana de Carvalho estaba por finalizar el tercer año de su asignación médica pero se había casado con un hombre brasileño, por lo que quería quedarse en el país y seguir trabajando. El pastor se sintió indignado al saber que, conforme a los términos de empleo, los cubanos solo ganan una cuarta parte del monto total que el gobierno brasileño le paga a Cuba por sus servicios. De inmediato, la puso en contacto con un abogado de Brasilia, la capital brasileña. A fines de septiembre del año pasado, presentó una demanda en Álvarez con una paciente embarazada en un centro de salud en el un tribunal federal para trabajar como contratista municipio de Santa Rita en São Luís, estado de Maranhao, Brasil. independiente. En cuestión de semanas, montones de médicos cubanos siguieron el ejemplo de Grana y presentaron Naciones Unidas dijo que el programa había sido todo un éxidemandas en los tribunales brasileños. El gobierno brasileño, que to, mencionando que había reducido la tasa de mortalidad infantil firmó el acuerdo con Cuba en 2013 para proveer servicios de salud brasileña y extendido la atención médica a las comunidades indíen las regiones menos atendidas del país, está apelando los casos genas. ganados por los médicos y piensa que prevalecerán. “El Proyecto Más Doctores se puede reproducir y sería muy bene“No hay injusticia”, declaró el ministro de Salud, Ricardo Barros. ficioso en cualquier país que decida adoptarlo”, mencionó en un “Cuando ellos firmaron, aceptaron los términos”. informe del año pasado el Programa de las Naciones Unidas para Álvarez y su esposo, Arnulfo Castanet Batista, quien también es el Desarrollo. médico, vieron una oportunidad en el estipendio ofrecido por el Sin embargo, al hacerlo, algunos cubanos piensan que se pergobierno cubano para trabajar en Brasil, por lo que ambos se enro- petuaría una injusticia. Poco después de llegar a Santa Rita, un laron en el programa en 2013. poblado pobre en el estado nororiental de Maranhão, Álvarez y El empleo significó que tuvieron que dejar a sus dos hijos peque- su esposo comenzaron a sentirse inconformes con los términos ños al cuidado de parientes, pero cada uno ganaría 2900 reales bra- de contrato que firmaron, en especial después de entablar amistad sileños mensuales —que antes valían unos 1400 dólares, y ahora con médicos de otros países. son 927—, cantidad que les parecía inmensa en comparación con “Comenzamos a ver que las condiciones de los demás eran totallos 30 dólares mensuales que ganan en su país. mente diferentes”, comentó. “Podías tener tu familia, tener a tus “Era una oferta bastante aceptable en comparación a lo que ganá- hijos, los salarios eran mucho mayores”. bamos en Cuba”, dijo Álvarez. A cientos de kilómetros de ahí, en el estado Minas Gerais, a JiAsí que se despidieron de sus hijos y tomaron vuelos a Brasil para ménez, de 34 años, le parecía que el trabajo era gratificante, pero formar parte de la primera ola de doctores cubanos a los que reci- también comenzó a sentir resentimiento. bieron en aeropuertos con letreros de bienvenida y camisetas del “Uno se forma en Cuba, la salud es gratuita, pero ¿a qué precio?”, “Che” Guevara. dijo. “Uno tiene que pagar eso toda la vida”. En aquella época, el gobierno de izquierda de la presidenta Dilma Meses antes de que su estadía de tres años terminara el otoño paRousseff, consideró la expansión del acceso a los servicios de salud sado, a algunos médicos cubanos que se habían casado con brasiun elemento crucial para su meta de construir una sociedad más leños se les ofreció la posibilidad de extender su estancia. A otros, igualitaria. Con el excedente de recursos derivado del auge en el incluida Álvarez y su marido, se les dijo que se prepararan para mercado de las materias primas, Brasil importó a miles de doctores volver a casa. de Cuba y otros países para que brindaran atención primaria en Los cubanos, descontentos con su situación, formaron un grupo áreas distantes y pobres con un programa llamado “Mais Médicos” en WhatsApp. André de Santana Corrêa, abogado brasileño, narró La Organización Mundial de la Salud sirvió como intermediaria en cómo su teléfono comenzó a vibrar sin parar cuando los médicos el acuerdo por el cual, Brasil le pagó a Cuba más de 3600 dólares al que se encontraban en todo el país comenzaron a enviarle mensames por cada médico, o casi cuatro veces de lo que le pagaban a los jes para solicitar su ayuda. médicos cubanos. Aproximadamente, 18.000 médicos cubanos han pasado temporadas en Brasil; casi 8600 siguen en ese país. Por favor, pase a la página siguiente.

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os jueces emitieron mandatos judiciales provisionales en algunos casos que les otorgaban a los cubanos el derecho de permanecer como contratistas independientes, ganando sus sueldos completos. Un juez federal de la capital condenó los contratos cubanos por ser una “forma de trabajo esclavo”.

Tras analizar los términos de sus contratos, Santana concluyó que se contraponían a las protecciones de igualdad de la Constitución de Brasil. A fines del año pasado, los jueces emitieron mandatos judiciales provisionales en algunos casos que les otorgaban a los cubanos el derecho de permanecer como contratistas independientes, ganando sus sueldos completos. Un juez federal de la capital condenó los contratos cubanos por ser una “forma de trabajo esclavo”. No obstante, el juez que analizó el caso de Grana emitió una sentencia en su contra ya que, en su opinión, permitir que los médicos cubanos dieran por terminados sus contratos suponía “riesgos indebidos en la esfera política y diplomática”. Poco después de que se emitieron los primeros mandatos, los supervisores cubanos en Brasil convocaron a los médicos que habían entablado demandas y los despidieron de inmediato, mencionaron varios de ellos. A todos se les dio la oportunidad de subirse a un avión dentro de las siguientes 24 horas para regresar a Cuba o enfrentar el exilio durante ocho años como castigo. Los funcionarios cubanos no respondieron a las solicitudes de hacer un comentario, pero una publicación de la página de Facebook de la Brigada Médica Cubana incluye una referencia sesgada a la controversia. “A muchos se nos olvida, cuando salimos a cumplir esta misión, cuál fue el contrato que firmamos”, dice la publicación. “Por eso vienen las debilidades y errores que van deteriorando los cuantiosos valores en los que nos criaron nuestros padres”. Cuando no hubo duda de que la mayoría de los médicos estaban perdiendo en los tribunales, el grupo de WhatsApp se convirtió en un lugar para que los médicos organizaran estrategias y se consolaran. “Nos damos fuerza entre nosotros”, dijo Jiménez, quien señala que ha estado desempleada desde su despido en junio y tiene prohibido ingresar a Cuba en ocho años. Álvarez y su esposo se encuentran entre los afortunados que conservaron sus empleos y obtuvieron un generoso aumento de sueldo. También lograron traer a sus hijos a Brasil. “Es triste, uno deja familia, amistades y es tu tierra natal”, dijo. “Pero aquí estamos en un país libre, donde nadie tiene que preguntarte para dónde tú vas, lo que tienes que hacer. En Cuba, tu vida es regida por el gobierno cubano”. Barros, ministro de Salud, dijo que los médicos cubanos no deberían sentir que sus remuneraciones son malas porque son similares a los salarios que ganan los médicos brasileños cuando hacen sus residencias. “Hasta ahora, ninguno de ellos ha venido a quejarse de sus condiciones laborales”, dijo. André de Santana, el abogado que defiende a muchos de estos profesionales, dijo que espera que el Supremo Tribunal Federal de Brasil tome el caso. No obstante, dado que el máximo tribunal brasileño tiene tanto trabajo atrasado, una decisión definitiva podría tomar años.

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En un tris la Embajada Por GARDINER HARRIS

WASHINGTON — El gobierno de Donald Trump evalúa cerrar la Embajada de Estados Unidos en La Habana, reabierta recientemente, después de que veintiuna personas de la legación diplomática presentaran síntomas y problemas médicos que todavía no han podido ser explicados. El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que el cierre de la embajada “está siendo evaluado”. “Es un tema muy serio en relación con el daño que han sufrido varios individuos”, dijo. “Ya hemos regresado a varios a casa y está siendo evaluado”. El gobierno de Trump ya ha revertido partes clave de lo que el mandatario ha calificado como un “acuerdo terrible y equivocado” con Cuba: el deshielo impulsado durante la administración de Barack Obama. Sin embargo, cerrar la embajada sería la acción más drástica hasta el momento en el camino de regreso al congelamiento en las relaciones desde la Guerra Fría. Si se diera el cierre de la embajada, no sería tanto una declaración política, sino una de preocupación por los riesgos que enfrenta el personal en La Habana. La Asociación Estadounidense del Servicio Exterior reportó que los síntomas que presentan los afectados incluyen lesiones cerebrales leves, pérdida permanente de la audición, falta de equilibrio, dolores de cabeza severos e hinchazón cerebral. Aunque han hecho notar que Cuba es responsable de proteger al cuerpo diplomático estadounidense apostado en el país caribeño, funcionarios del Departamento de Estado no han sugerido que el gobierno isleño es directamente responsable de lo sucedido. El presidente Raúl Castro reaccionó con preocupación ante los hechos sin adoptar una actitud de “cómo se atreven a sugerir esto”, lo que sorprendió a los funcionarios estadounidenses. Los cubanos incluso propusieron que el FBI fuera a La Habana a investigar lo sucedido, un nivel de apertura inédito que sugiere que el gobierno isleño tampoco entiende la causa de los síntomas. Las víctimas dijeron que camino de una habitación a otra en sus residencias llegaron a escuchar sonidos, pero que solo en ciertos cuartos o partes de una habitación. Los oficiales de Estados Unidos especulan que los problemas surgieron entonces de un ataque por vía acústica o de un operativo de vigilancia con consecuencias no previstas. El ataque podría ser responsabilidad de alguna parte del gobierno cubano actuando fuera de su jurisdicción o de otro gobierno, como el de Rusia. El misterio se acrecentó después de que un integrante del cuerpo diplomático canadiense también resultara afectado, pues las relaciones entre Canadá y Cuba usualmente son cordiales. El gobierno de Trump ha buscado restablecer restricciones de viajes y comerciales en la relación con Cuba, pero no parece haber querido adoptar medidas que son más populares hasta entre republicanos como cortar por completo las relaciones diplomáticas. Sin embargo, los ataques auditivos han causado mucha preocupación en Washington y el pasado viernes cinco senadores republicanos enviaron una carta a Tillerson pidiendo que expulsara a todos los diplomáticos cubanos en Estados Unidos y sugirieron que si La Habana no tomaba acciones concretas, que se cerrara la embajada estadounidense allí. Ese mismo 15 de septiembre se reunieron funcionarios cubanos y estadounidenses como parte de un diálogo bilateral para la aplicación de la ley y, de acuerdo con el Departamento de Estado, se llegó a discutir el tema de los ataques. “Hay una investigación agresiva que sigue abierta y seguiremos

haciendo esto hasta que encontremos quién o qué es responsable”, dijo Heather Nauert, portavoz del departamento. EE. UU. escaló el martes las tensiones con Cuba al anunciar la orden de salida de 15 diplomáticos de la embajada de La Habana en Washington, una decisión que el Gobierno isleño calificó como “inaceptable”. En una nota oficial, el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que su oficina comunicó a Cuba “la orden de salida de 15 de sus diplomáticos en su embajada en Washington”, aunque destacó que se mantienen las relaciones diplomáticas. La controvertida decisión constituye el más reciente capítulo en la escalada de tensiones a raíz los de los misteriosos “ataques” acústicos supuestamente sufridos por al menos 22 de los diplomáticos estadounidenses en Cuba, y que han llevado al Departamento de Estado a reducir su personal en la isla caribeña. “El Departamento de Estado informó al gobierno de Cuba de que ha ordenado la salida de 15 de los funcionarios de su embajada en Washington”, dijo el secretario de Estado de EE. UU., Rex Tillerson, en un comunicado. “La decisión se tomó debido al fracaso de Cuba a la hora de dar pasos adecuados para proteger a nuestros diplomáticos de acuerdo con sus obligaciones bajo la Convención de Viena. Esta orden asegurará la equidad en nuestras respectivas operaciones diplomáticas”, explicó Tillerson.

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l pasado 26 de septiembre, el presidente Nicolás Maduro fue condecorado con la Cruz del Comando Estratégico Operacional. El acto militar se realizó en una base aérea cercana a Caracas y, al momento de hablar, el Presidente de Venezuela dijo que “hoy la patria sustenta su unión en la cohesión de esta Fuerza Armada Nacional Bolivariana”. No solo se refería a una cuestión de orden y represión de las protestas públicas. Maduro se refería, sobre todo, a una sociedad cuyo principal protagonista es la fuerza armada. Finalmente, Maduro ha cumplido el sueño de Chávez: los militares son el motor de la historia venezolana. Es necesario recordar que, hace un poco más de un año, obligado finalmente a reconocer la terrible crisis económica y social por la que pasa el pueblo venezolano, el presidente decidió crear un orden mayor, la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro, con más poder que todos los ministerios, dedicado a combatir el desabastecimiento de comida y de medicinas. Al frente de esta nueva misión designó al ministro de la Defensa, General en Jefe Vladimir Padrino López. Fue un paso definitivo en la creciente militarización de la gestión administrativa del Estado. Esa ha sido la constante más clara del gobierno de Maduro: cederle la economía y la política a la fuerza armada. En la famosa “unión cívico militar” que tanto pregona el oficialismo, los civiles son cada vez más un adorno. La historia ahora se viste de uniforme. El avatar de Twitter de Padrino López es una foto en la que aparece vestido en traje de campaña, con el uniforme lleno de polvo, cargando un fusil y trotando hacia adelante. Hay algo cinematográfico y heroico en esta imagen del general Padrino López. Aunque su discurso invoque insistentemente la paz, su carta de presentación es un fusil. Hace pocos días, en un foro público, volvió a repetir que las marchas populares que se dieron en Venezuela entre abril y julio no eran “manifestaciones pacíficas” sino “operaciones subversivas”. Es curioso ver cómo los supuestos revolucionarios de izquierda del siglo XXI utilizan los mismos argumentos que los gorilas derechistas del siglo XX. El informe de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sin embargo, tiene otra versión. Señala el uso sistemático de la fuerza y la utilización de armas letales por parte de las Guardia Nacional Bolivariana en contra de los manifestantes, dando por resultado denuncias sobre 5051 personas detenidas arbitrariamente, allanamientos ilegales, tortura, uso de tribunales militares para juzgar a civiles, así como el registro de más de 100 asesinatos. Para cualquier venezolano, la imagen del general Padrino apretando un arma entre sus manos es lo contrario de una metáfora de la paz. Pero al ministro le gusta filmarse y promoverse en las redes sociales. No es ninguna novedad. Twitter es un método express de banalización del discurso. Gracias a esta red social, todos podremos ser líderes políticos, aunque solo sea por unos segundos. Hace unos meses, en julio de este año, Padrino López colgó en su cuen-

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ta un video donde aparecía en una práctica militar, agazapándose y disparando a algunas siluetas, corriendo, saltando entre neumáticos, ocultándose, volviendo a disparar. Es una secuencia de entrenamiento bastante común en algunas películas o series de tv. Al final, un tanto jadeante, mirando a cámara, el ministro ofrece un mensaje a propósito de la soberanía y la independencia. El esquema del guion siempre es igual: Padrino López le habla a la cámara. Como si tuviera la fantasía secreta de ser un youtuber. No es su única pieza fílmica. Ya en otras oportunidades, y en otros contextos, ha producido y actuado en otros breves capítulos: el general entrando a su oficina y hablando de la patria y la unidad nacional. El general en un cuartel recibiendo su ración de comida como cualquier otro soldado, y conversando amenamente con algunos compañeros. El general en el campo sosteniendo en sus manos dos frutos, mientras comenta algunos detalles sobre las posibilidades de reposicionar al cacao dentro de la producción agrícola nacional. El esquema del guion siempre es igual: Padrino López le habla a la cámara. Como si tuviera la fantasía secreta de ser un youtuber. Nada de esto es casual ni aislado. Es otra expresión simbólica de un proceso que viene desarrollándose en Venezuela desde hace años. En 1999, cuando asumió por primera vez la presidencia, Hugo Chávez sabía claramente cuál era su proyecto, cómo y con quien pensaba gobernar. “Yo no creo en los partidos políticos. Ni siquiera en el mío. Yo creo en los militares”, le dijo a Luis Ugalde, rector para ese entonces de la Universidad Católica Andrés Bello. Casi veinte años después, Venezuela más que un país es un derrumbe, un caos que desafía cualquier pronóstico y demuestra que no hay límites, que siempre se puede estar peor. La inflación se calcula en un 700 por ciento, la población se encuentra al borde de una crisis humanitaria en todos los sentidos, la práctica política está casi paralizada, la represión es cada vez mayor y la libertad de expresión es cada vez menor, la independencia de poderes no existe. La única institución que parece haber sobrevivido es la fuerza armada. Ese es el verdadero logro de la autoproclamada “Revolución Bolivariana”. El socialismo del siglo


Chávez diseñó y desarrolló un modelo donde los civiles cuentan para darle al gobierno una escenografía democrática, pero donde el poder real debe ser ejercido por los militares XXI es, en el fondo, una rentable empresa militar.Los ciudadanos, no obstante, conocemos muy poco del mundo militar. No sabemos nada de sus reglas internas, de sus protocolos y de sus acuerdos. No manejamos sus códigos. La dirigencia política de la oposición tampoco sabe qué pasa en el interior de la fuerza armada. Los militares de Venezuela son un enigma que se presta a muchas especulaciones. Más de una vez, tanto nacional como internacionalmente, algunos han creído que los militares actuarían decididamente en contra del gobierno y, sin embargo, la historia ha demostrado lo contrario. Incluso cuando de manera más evidente el gobierno ha violado la Constitución o actuado al margen de las instituciones, la fuerza armada siempre se ha puesto de su lado. Y, de hecho, se ha definido como chavista adoptando la misma marca que el partido de gobierno. Al igual que el liberalismo, también el socialismo puede ser salvaje y privatizar hasta el orden público y la defensa de la patria. Chávez diseñó y desarrolló un modelo donde los civiles cuentan para darle al gobierno una escenografía democrática, pero donde el poder real debe ser ejercido por los militares. Suelen esgrimirse dos argumentos para explicar esta sumisión. El primero tiene que ver con el soporte económico y los privilegios que el oficialismo le ha otorgado durante estos años a la fuerza armada. El segundo con el proceso de ideologización que, también desde hace años, mantiene el chavismo sobre la institución. Ambos pueden ser ciertos. Sin embargo, hay que considerar otra hipótesis: que en realidad el oficialismo no controla al estamento militar. Que la Fuerza Armada Bolivariana ya es un poder independiente, una gran corporación, con sus propias peleas internas pero también con mayor sentido de cuerpo y de respeto a las jerarquías. Y que, por el contrario, Maduro quizás solo sea la fachada civil de un gobierno militar. Durante estos últimos años, la fuerza armada se ha consolidado como un importante holding económico del país. Aparte de ocupar puestos fundamentales en la gestión pública, los militares tienen 20 empresas en sectores estratégicos claves que van desde la producción de armamento hasta la distribución de agua y alimentos, pasando por la explotación de hidrocarburos y minería. Poseen

y manejan medios de comunicación, compañías de seguros, compañías constructoras, empresas de transporte y una entidad bancaria. Todo esto sin contar las denuncias que existen sobre la estrecha relación con el narcotráfico y con otras ramas del crimen organizado. Un ejemplo de la fragilidad del Estado y de los ciudadanos ante el poder militar en Venezuela es el Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar, dirigido por otro general, Gustavo González López. Este cuerpo actúa con absoluta independencia e impunidad. Tan es así que varios detenidos del SEBIN CHAVEZ. siguen presos, a pesar de las órdenes de liberación emitidas por tribunales civiles. Es una prueba palpable y grotesca de que la justicia, en Venezuela, no depende de los jueces sino de los militares. Chávez diseñó y desarrolló un modelo donde los civiles cuentan para darle al gobierno una escenografía democrática, pero donde el poder real debe ser ejercido por los militares. Sin embargo, en la mesas de diálogo y en la negociaciones, nunca participan directamente. ¿Quién habla por ellos? ¿Acaso realmente Maduro y el oficialismo los representan? Cualquier salida a la crisis de Venezuela pasa necesariamente por responder estas preguntas. Es indispensable sincerar la situación, aceptar que los militares son un poder de facto que debe incorporarse de manera independiente a cualquier negociación. Alberto Barrera Tyszka es un escritor venezolano y colaborador regular de The New York Times en Español. Su novela más reciente es ‘Patria o muerte’.

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Ozuna recorre EU con su poesía

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L escritor dominicano Marcelino Ozuna recorrió varios Estados de la unión americana con su más reciente libro “Aquellos amores de marzo”, como parte de la campaña de su editorial Oveja Negra para promoverlo en el continente.El autor hatomayorese presento su obra en primicia en el Museo Histórico de Paterson, Nueva Jersey, ante un público de diferentes lugares del país, fascinado por las historias contenidas en el libro, algunas de las cuales leyó el propio Ozuna. El emblemático sitio sirvió de albergue a personalidades de la vida cultural y social de los Estados Unidos, en un evento coordinado por el activista Alcides Reyes, en el que además tomaron la palabra la escritora Elsa Batista, el candidato a la alcaldía local Pedro Rodríguez y el periodista Rolando Jiménez. Los aplausos aprobatorios del público interrumpían con frecuencia al autor cuando leyó la historia “Le he pedido una amnistía al corazón”, lo mismo que con “Luz María, en un momento inesperado y glorioso”. El dominicano prosiguió dos días después en la capital del mundo, con el panel de presentación oficial del libro, esta vez en la mítica New York Public Library, desde cuyos jardines se transmitió en vivo el acto, junto al periodista J.C.Malone y la escritora Ivelisse Fanith, y donde interactuaron con cibernautas de cuatro continentes. La presentación concito el apoyo decidido de públicos diversos, desde Alemania, Argentina, Italia, Colombia, España, Marruecos, Puerto Rico, entre otros puntos del orbe. El 12 de agosto Ozuna y su comitiva se trasladaron a la ciudad de Filadelfia, en el Estado de Pensilvania, para un evento en el que el entusiasmo de los participantes fue la nota distintiva. El líder comunitario Francisco Reynoso tuvo la responsabilidad de organizar la velada en Red Ware, en la que participo el liderazgo social, económico y cultural del sitio. En la animada presentación participaron Danilo Burgos, de la Oficina de la Concejal, José Joaquín Mota, del Consulado dominicano, Danilo Burgos, líder cívico, Jefferson Concepción, Richard Zambrano, entre otras personalidades. Al finalizar el evento, con la lectura de algunos de los relatos por el autor, el periodista Franklin Medrano, le entrevistó para la cadena Telemundo y Polon Vásquez, de su parte, hizo lo propio para medios digitales de Europa y América. La serie de presentaciones en Estados Unidos incluyeron una visita del autor al diario The Nueva York Times y otra a la legendaria

Aspecto de la presentación del libro “Aquellos Amores de Marzo” en Filadelfia.

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El escritor dominicano Marcelino Ozuna, a la izquierda, autografía su libro “Aquellos Amores de Marzo” en Nueva York.

Ozuna junto a la también escritora Ivelisse Fanith, durante la presentación de su libro en Nueva York. librería Barnes & Noble Es la primera vez que una editorial extranjera organiza un tours de estas características para un escritor residente en la Republica Dominicana. El equipo que trabajo junto a la editorial colombiana para la materialización del tours estuvo compuesto por Bethania Gerez, en Nueva York, Alcides Reyes y Ara Carvajal, en Nueva Jersey, Nathalia Ozuna y Luis Moreno, en Republica Dominicana, y Francisco Reynoso en Filadelfia. Marcelino Ozuna nació en Hato Mayor en 1965. Lleva publicado cerca de una decena de títulos que abarcan la biografía, el ensayo, la crónica, reportajes, entre otros géneros.


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