Desde las emociones
El silencio y la luz El silencio es un arma potente. Con el silencio se pueden llegar a expresar muchas sensaciones, responder a preguntas e incluso, preguntar. En unos días, trataremos, en una de nuestras sesiones reflexivas de la FELICIDAD; precisamente EL SILENCIO, en esta ocasión en su vertiente meditativa o de reflexión sobre uno mismo.
Hace siete años me regalaron un libro muy inspirador: “Biografía del silencio” del escritor, teólogo y sacerdote, Pablo D Ors. Me supuso su lectura una nueva visión y reflexión sobre la meditación, la atención plena y, por supuesto, el silencio. Lo he regalado en muchas ocasiones porque creía que podía abrir puertas a algunas personas de mi entorno. Los libros pueden hacer esta función siempre que quien los lea esté en disposición de abrirse a nuevas aventuras y descubrimientos. Seguramente habré hecho mención a este libro en alguno de mis artículos. Me apetece comentar algunas cuestiones sobre el mismo y mi opinión sobre ellas .
En el libro el autor, sacerdote, relata su experiencia en el camino de la meditación a través del SILENCIO, ya que toma esta herramienta para iniciarse en esta disciplina. Realmente lo que cuenta es el camino que muchos hemos vivido al iniciarnos. Habla de la simplicidad del método, nada complejo y donde me gustaría, desde mi experiencia, hacer unas puntualizaciones. La secuencia que se utiliza sin más pretensión ni objetivos mayestáticos es la siguiente: primero: sentarse; segundo: respirar; y tercero: acallar los pensamientos.
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SUCA Sociedad Cooperativa Andaluza
Volviendo a leer esto me preguntaba el grado de dificultad de cada una de esas acciones. Y observo en mí que incluso la primera, que es sentarse, tuvo un período de adaptación. Uno piensa en la meditación e imagina a una persona en posiciones inverosímiles, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Lo que debemos hacer es adoptar una posición cómoda desde la que nuestro cuerpo nos permita tener nuestra mente, no en la molestia que sentimos al estar incómodos, sino en otros lugares donde queramos ir. En alguna ocasión me dijeron que no se debería realizar acostado o tendido en el suelo. Principalmente por el riesgo de dormirse. En mi caso es una posición en la que me siento muy cómodo y consigo una concentración más fácil y relajada. Por lo que mi consejo, si alguno no se ha iniciado en esta disciplina y lo desea, que vaya probando hasta conseguir una postura muy cómoda.
En segundo lugar, lo de respirar, también requiere una reflexión, porque puede parecer absurdo plantearse si uno sabe respirar, parece obvio que sí, ya que sin la respiración no podríamos vivir. Cuando se habla de respiración en disciplinas como ésta de meditar, el yoga u otras, se refiere a una respiración consciente, de forma rítmica, acompasada y tranquila. Incluso para el inicio de la MEDITACIÓN, se aconseja utilizar la misma para llegar a una mayor concentración. Seguir el aire desde su entrada a nuestros pulmones hasta su salida.
Y la tercera de las acciones en esta secuencia que es ACALLAR LOS PENSAMIENTOS. Sin duda la más compleja y difícil de conse-