Por Néstor M. Iencenella
ArtÍculo invitado
Quad Studios
Cambio volumen por dinámica, mal negocio... (segunda parte)
E
n la primera entrega de este artículo comenzamos a tratar el tema de cómo los altos niveles de volumen han destruido la dinámica en aras de sonar más fuerte, perdiéndose así los verdaderos objetivos de la mezcla sonora, que es el proceso más creativo de las tres etapas de la producción musical y es cuando más se puede modificar una canción. Recordemos los propósitos de la mezcla 1. Nivel o balance de los instrumentos y su relación entre sí. Para esto, las consolas disponen de faders. 2. El rango de frecuencias, la ecualización individual de cada instrumento y cómo se interrelaciona con los demás con base en el concepto a tratar. Por esta razón, las consolas disponen de filtros y ecualizadores.
3. Panorama. Es cuando se panea y se decide en qué punto de izquierda, derecha y centro o sus lugares intermedios ocupará cada sonido en la mezcla. Para esto, las consolas tienen paneos. 4. Dinámica. El control de la dinámica de los instrumentos que necesiten ser comprimidos. ¡No es necesario comprimir todo! (viene a mi mente el gran Bruce Swedien diciendo: “No compriman”). Por tal motivo, las consolas tienen compresores y expansores. 5. Dimensión. La adición de ambiente a los sonidos que la música necesite para acercarse al concepto a tratar. Para esto se utilizan procesadores de tiempo (Delay, Phaser, Flanger, Reverbs de DSP o de convolución o incluso reamplificación). 6. Interés. Los grandes ingenieros de mezcla saben trabajar este punto muy bien y dedican mucho tiempo a pensar en este ítem; por ejemplo: ¿Y si en esta canción agrego un tape
Bowes Lab sound:check
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La industria de la música y el espectáculo