Provocaciones desde el Pacífico para la Apropiación Social del Conocimiento.
Fundación Zoológica de Cali - FZC
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación - MINCIENCIAS
Producto realizado en el marco del proyecto denominado:
“Desarrollo de una estrategia que fortalezca los Centros de Ciencia de la región pacífica en procesos de apropiación social del conocimiento en el marco de la ciencia, la tecnología y la innovación, Valle del Cauca, Chocó, Cauca, Nariño BPIN 2022000100065 - Entrelazos - Hilando sueños de región” financiado a través del Sistema General de Regalías - Convocatoria 020 del 2021
Autores
Daniel Cárdenas Yusty, Robert Arango López, Valeria Riaños Correa, Carlos Andrés Collante Carreño, Tania Arboleda Castrillón
Coordinación editorial
Tatiana Cerón Méndez
Fotografías
Juan Sebastián Soles Gil, Carlos Solano Zúñiga
Diseño
Nativos Agencia
Impresión
Impresos Richard
ISBN 978-958-8625-10-2
Presentación
La región Pacífico es un territorio megadiverso, donde confluyen múltiples sistemas de conocimiento que configuran nuestra relación con la vida. En esta geografía donde la diversidad es identidad, también reconocemos que la institucionalidad moderna se articula a través del conocimiento científico como herramienta para orientar decisiones, políticas y agendas públicas.
Desde la Fundación Zoológica de Cali creemos que toda persona, sin importar su origen o marco valorativo, debe contar con herramientas tecno-científicas para comprender, interactuar e incidir en los escenarios donde se construye el bienestar colectivo y se cuida el patrimonio biocultural.
Hoy, como centro de ciencia reconocido por MINCIENCIAS, asumimos la corresponsabilidad de avanzar en nuestro propio fortalecimiento mientras tejemos con otros actores el florecimiento de un ecosistema diverso... “Porque todo lo que sabemos, lo sabemos entre todos. Y nadie es más inteligente que todos nosotros juntos”
Por eso, la historia que aquí compartimos es también la de una región que confía, complementa y coopera. Un camino que empezó con una convicción profunda: nos fortalecemos cuando fortalecemos a otros.
Somos la Fundación Zoológica de Cali. Tejemos redes de saberes y experiencias para la conservación.
María Clara Domínguez Vernaza Directora ejecutiva Fundación
Zoológica
de
Cali
Entrelazos – Hilando sueños de región fue una apuesta decidida por fortalecer el ecosistema de apropiación social del conocimiento en la región Pacífico. Una iniciativa liderada por la Fundación Zoológica de Cali y respaldada por una convocatoria inédita del Sistema General de Regalías, que por primera vez propició que centros de ciencia reconocidos acompañaran el desarrollo de otros en proceso de consolidación.
Esta experiencia sin precedentes nos compromete a compartir lo aprendido. El libro que hoy tienes en tus manos reúne una serie de reflexiones, preguntas y hallazgos que esperamos sean útiles a otros centros —reconocidos o en camino de serlo—, a gestores, instituciones y comunidades que ven en la ASC una forma de construir paz, ciudadanía y futuro.
Este libro no pretende cerrar una historia, sino abrir muchas. Su estructura está hilada desde la sistematización participativa, con las voces, memorias y sentidos de quienes vivieron el proceso. Más que un manual, es una bitácora inacabada: una invitación a interpelar, completar y continuar la conversación.
Confiamos que este producto es un testigo vivo dentro del ecosistema ASC, y también una herramienta útil para imaginar nuevas formas de habitar y transformar el territorio desde múltiples voces.
Somos Entrelazos y esta es nuestra versión de la historia…
Diana Marcela Vivas Ramos Gerente Centro de Innovación Ciudadana Fundación Zoológica de Cali
La Ruta
Introducción
8
¿Cómo y dónde ocurrió?
Contexto Índice
• Entrelazos - Hilando sueños de región
• Los protagonistas de esta historia
Palabras, palabros, palabrejas
• Parecidos, pero distintos
• Para comprender el sistema
• Del oficio y la forma
• Sobre el territorio que habitamos
Kit de Supervivencia
De la declaración de intenciones a la acción intencionada Capítulo 1 •
• ¡La ASC es un proceso intencionado!
• ¡Ocurre en contexto, en contexto se transforma y gana sentido!
• La ASC supone formas particulares de pensar, de hacer… ¡Y sentir!
10
12
• Capítulo 2
Saberes implícitos y explícitos de la apropiación social del conocimiento
• De fórmulas de escritorio a capacidades in situ
• No todas estaban en el radar, pero salieron a flote
• Como siempre, las redes, pero ¿para qué?
• Capítulo 3
Entre el reconocimiento y la autodeterminación. Un ecosistema diverso en formas y capacidades
80 96 98 48 64
• La institucionalización de la ASC
• Uno de estos centros no es como los otros
• La ruta para el reconocimiento
• Capítulo 4
Ni toda ocurrencia es investigación, ni toda investigación integra la apropiación
• Investigación con un enfoque en ASC
• ¡Construyendo desde lo transdisciplinar!
• ¡Más protagonistas, menos espectadores!
• Capítulo 5
La delgada línea que nos separa: descentralizar o colonizar
• Dar lugar a la diversidad
• Es un asunto colectivo
• Sentir - pensar el territorio
Introducción
¡Hola! Si estás leyendo estas líneas, ¡misión cumplida! Este libro nace para compartir aprendizajes, tropiezos y aciertos del proyecto Entrelazos — Hilando sueños de región, una aventura para fortalecer los Centros de Ciencia en el Pacífico: Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca. No es un manual rígido, sino un mapa que tú mismo trazarás según tus metas... ¿La brújula? Reflexiones frescas para pensar estratégicamente y potenciar la Apropiación Social del Conocimiento (ASC), lejos de recetas genéricas o modelos importados.
Aquí no buscamos venderte éxitos de best seller. Queremos cuestionar cómo se ha abordado la ASC en los centros de ciencia; y juntos, imaginar caminos más auténticos. Este es el resultado de reflexiones colectivas, experiencias en terreno y muchas horas de conversa. ¿La meta? Que cada centro florezca desde su identidad, sin copiar fórmulas ajenas.
Tres cosas que debes saber antes de seguir:
1.
Esto es una caja de herramientas… y hay que saber usarla.
Encontrarás cuatro secciones para conversar:
• ¿Cómo y dónde ocurrió? – Contexto: La historia detrás de Entrelazos y el territorio que habitan los Centros de Ciencia.
• Palabras, palabros, palabrejas: Un glosario no genérico, hecho a la medida de realidades locales.
• Kit de supervivencia: Recomendaciones prácticas alineadas con la política pública de ASC. Desde cómo diseñar experiencias hasta formar redes colaborativas.
• Biblioteca para seguir tejiendo: Si algo aquí no te cuadra, ¡explora otras voces! Te dejamos recursos para profundizar o debatir.
2.
Esto es un juego… y las reglas las pones tú.
No es un libro para leer en orden. Subráyalo, salta capítulos, discútelo con colegas o déjalo a medias si algo te molesta. Queremos que seas cómplice, no espectador.
Trae contigo:
• Curiosidad para jugar con ideas.
• Ganas de cuestionar, hasta lo que creías cierto.
• Empatía para caminar en los zapatos de otros.
• Un café, un viche, un chapil, o un platino para mantener la conversación viva.
3.
Esto es un manifiesto… y no nos da miedo decirlo.
No somos neutrales. Este texto es una provocación, un espejo incómodo que refleja nuestras contradicciones y aprendizajes. Reconocemos nuestros sesgos, pero también la urgencia de repensar la ASC desde lo local, no desde escritorios lejanos. No es la verdad absoluta: es una invitación a construir, desde nuestras trincheras, centros de ciencia más humanos, críticos y conectados con su gente.
Estas son reflexiones polifónicas, construidas a varias manos y con múltiples actores.
¿Listo para empezar? Toma lo que sirva, adapta lo que no y sobre todo… ¡hazlo tuyo!
Y si en algún momento necesitas respirar, recuerda: hasta los mejores mapas se redibujan en el camino.
¿Cómo y dónde ocurrió?
Contexto
Entrelazos - Hilando sueños de región nació desde la Fundación Zoológica de Cali como respuesta a la convocatoria 020 de 2021 de MINCIENCIAS, orientada al fortalecimiento de Centros de Ciencia no reconocidos en la región Pacífico que incluye los departamentos de Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca.
Desde el Zoológico de Cali, como centro ya reconocido por MINCIENCIAS, propusimos una estrategia que permitiera acompañar a nueve Centros de Ciencia en un proceso de fortalecimiento integral. Pero esto se hace en combo, así que invitamos a cuatro grandes aliados para que nos acompañaran en semejante aventura: Asociación CALIDRIS, Lugar a Ciencia, Parques Nacionales Naturales de Colombia y el Mariposario Andoke.
El fortalecimiento estuvo planteado en 3 frentes:
Espacios: enfocado en la adecuación de infraestructura y mejora de procesos orientados a la experiencia de los públicos, fomentar el aprendizaje colaborativo y fortalecer la apropiación social del conocimiento.
Capacidades: orientado a un proceso formativo, bajo modalidad mixta (virtual y presencial), liderado por los aliados. Los contenidos abordaron temas clave como planeación estratégica, metodologías para la ASC, diseño de experiencias y estrategias de comunicación con perspectiva de Ciencia, Tecnología y Sociedad.
Redes de trabajo: finalmente, los centros fueron protagonistas en un evento que permitió visibilizar sus acciones territoriales, consolidar nuevas alianzas y vincular actores clave para continuar promoviendo la ciencia como herramienta de transformación social.
Este proyecto también incluyó la participación de semilleros y grupos de investigación de universidades que, en alianza con los centros de ciencia y jóvenes investigadoras de la región, materializaron productos de nuevo conocimiento para el fomento de la ASC desde estos escenarios.
Los protagonistas, centros de ciencia no reconocidos con los cuales construimos los aprendizajes y los contenidos de este libro, y que fueron seleccionados y beneficiados por esta convocatoria son:
Chocó
- Escuela de Robótica del Chocó – Centro de Innovación del Pacífico
- Estación biológica y agroambiental ZamiaCORPOAGROSELVA
Valle del Cauca
- Museo Arqueológico Calima - INCIVA
- COSETUR - Corporación social ambiental ecológica y turística
- Fundación Reserva Natural Bonanza
- Jardín Botánico de Popayán – Fundación Universitaria de Popayán
- Museo de Historia Natural - UNICAUCA
Cauca Nariño
- Casa de la Ciencia y el Juego – I.E.M. Luis Eduardo Mora Osejo
- Centro de Educación e Interpretación Ambiental Ñankara-Yal – FELCA
Palabras, palabros, palabrejas
Estos no son los conceptos básicos, son ideas para entrar en sintonía y prender motores…
Parecidos… Pero distintos
Apropiación social del conocimiento
La política pública dice que no se trata solo de enseñar o contar lo que hacen los científicos, sino de que la gente —la comunidad, el barrio, el profe, la abuela que conoce las plantas— se meta en la conversación, aprenda, pregunte y construya cosas nuevas. La idea es que todos aportemos desde lo que sabemos, usemos la ciencia pa’ mejorar la vida en serio y no solo pa’ tenerla de adorno.
Comunicación pública de la ciencia
Se trata de hacer puentes entre el conocimiento científico y la vida cotidiana. Mejor dicho, alguien se toma el trabajo de contar cosas de la ciencia pa’ que uno las entienda sin enredos. No es solo soltar datos, sino hablar claro, contar historias, abrir la caja negra de la ciencia y fomentar la conversa. Así sabemos qué y cómo se está investigando, pa’ qué sirve, cómo nos afecta y puede ayudar en la vida real. ¡La ciencia también se puede contar con sabor, calle y sentido común!
Educación STEAM+
El remix del año: Ciencia, Tecnología, Arte, Matemáticas y más. Una apuesta por aprender con las manos, la cabeza y el corazón. No hay por qué elegir entre uno u otro, se trata de aprender cosas útiles pa’ la vida, pa’ resolver problemas reales. Aquí uno no memoriza, uno crea, se pregunta y propone. Es juntar lo técnico con lo humano, lo moderno con lo nuestro. ¡Así sí dan ganas de aprender!
Para comprender el sistema
Descentralización
Reconocimiento de actores
Reconocernos en el sistema de ciencia, tecnología e innovación es saber quién está en la jugada: qué se investiga, enseña, comparte o inventa desde su esquina. Aquí se busca armar un buen equipo, pero sabiendo quién hace qué, dónde y con quién . Sirve pa’ unir fuerzas, no repetir trabajo y que a nadie lo dejen por fuera. Cuando uno se reconoce, se conecta, se fortalece y puede alzar mucho más la voz donde se toman las decisiones.
Si algo no es, es llegar mandando. Todo lo contrario, es llegar escuchando. Aquí se abandona la pretensión de saberlo todo y se reconoce que hay que soltar el poder y el control, porque no se trata de repartir lo que ya está hecho, sino construir juntos desde lo que hay en la tierra, en la historia y en la gente. Se trata de mejorar la capacidad para adaptarse, para sentipensar y dar lugar a lo colectivo. ¡No es llevar el conocimiento, es caminarlo juntos!
Sistema de medición y evaluación
Esto no es solo pa' rendir cuentas: aquí se trata de incorporar formas de saber qué está funcionando, qué toca ajustar y qué vale la pena seguir haciendo. Es hacerse un chequeo y mirar pa' dentro, preguntarse algunas cosas incómodas y aprender del camino. Sirve pa' guardar la historia, pa' no repetir errores y pa' ver si lo que uno hace realmente le está llegando a la gente. Sin evaluación, uno anda a ciegas.
El oficio y la forma
Espacios
Son más que paredes: son colecciones, dispositivos, escenografías, son los muebles pero también el rincón pensado pa' conversar y descansar. ¡Aquí se arma la película! aquí todo comunica, provoca e invita. Los espacios hablan, enseñan y conectan. Por eso, si están bien pensados, hacen que el aprendizaje se sienta cerca y posible, invita a explorar, contemplar o jugar. Son el alma del centro, sin necesidad de palabras logran decir mucho.
Mediaciones
Tantas formas de mediación como centros de ciencia existen en el país. Porque toman la forma de un taller bacano, una charla que conmueve, una exposición que da curiosidad o un recorrido desafiante. Lo importante es que no es solo contar cosas: es conectar, preguntar y sentir. Cada mediación abre un camino distinto. Por eso hay que hacerlas con cariño pero también propósito y sentido, así el saber circula, tocando mentes y corazones.
Experiencias
Puede ser un objeto que atrapa, una historia que llega o una sala que te pone a reflexionar. Implica pensarse en el visitante que llega, se deja llevar, se asombra, pregunta, conversa… y se va distinto. Es hablar de cuidado, de respeto por los públicos y una apuesta por la construcción de sentido. Es pensarse, ¿Con qué quiero que conecte? ¿Qué quiero que sienta y haga? Eso es lo bonito: que la ciencia se vuelva algo que no solo ves, sino que se vive.
Contexto
El territorio que se habita
Más que el lugar donde pasan las cosas, es el conjunto de realidades, tensiones y posibilidades que definen qué se puede hacer y qué se debe transformar. Por eso hay que leerlo bien, analizarlo y estudiarlo pa' tomar mejores decisiones. Eso sí, hay que darse el tiempo de escuchar, de pillar la movida política, económica, social, ambiental… de saber con quién te vas a cruzar. Así uno no aterriza de paracaídas, sino con respeto y conocimiento de verdad.
Actores sociales
Ojo que no nos referimos sólo al público que entra por la puerta. Es la gente con la que uno se cruza en el camino: a unos se les habla, a otros se les escucha, con algunos se forman alianzas y con otros... es mejor tomar distancia. Porque no todos están pa’ lo mismo, ni tienen el mismo rol. Aquí hay públicos, competidores, socios, líderes, vecinos, parceros y hasta con quien no se quiere nada… De distintos sectores, colores y orígenes. Por eso es clave saber quién es quién, pa’ saber cómo moverse y evitar el azare.
Comunicación pública de la ciencia
En el mundo de la apropiación, las capacidades no se miden solo con títulos: se sienten en la forma de hacer equipo, de sumar saberes y de sacar adelante las ideas con la gente. Tienen que ver con mis trayectorias, mi forma de dialogar, mis apuestas y estilos. Fortalecer capacidades es también aprender a trabajar con otros, reconocer lo que me falta y sumar desde lo propio.
Capítulo 1 DE LA DECLARACIÓN DE
INTENCIONES A LA ACCIÓN INTENCIONADA.
Entre los lineamientos y las prácticas de la apropiación social del conocimiento.
Procesos de apropiación social del conocimiento.
Una de las intenciones de la Política Pública de ASC es facilitar la generación y fortalecimiento de los procesos de Apropiación. Aumentando la diversidad de actores y saberes que participan. Mejorando las herramientas e indicadores de evaluación y medición de impactos y productos. Y aumentando el intercambio y gestión del conocimiento en torno a la apropiación.
Pero: “La apropiación es como el viento, todos saben que existe, pero pocos saben hacia dónde sopla”. Vaya desafío. ¡A la ASC y su política le falta apropiación! Su aspiración de marco unificado que oriente la democratización de la CTeI choca con las iniciativas en los territorios, sus formas de apropiar el concepto, los productos que generan y sus indicadores.
En el Pacífico se entretejen cosmovisiones únicas que requieren ser abordadas a muchas voces y manos. Esto posibilita escenarios que abren el diálogo, interpelan y transforman conceptos, lineamientos y estándares del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El fortalecimiento de procesos de ASC no puede reducirse a la construcción de procedimientos normalizados de trabajo o manuales de bolsillo. Fortalecerla implica ampliar la mirada para reconocer la inmensidad de formas que adopta y darles lugar.
¿Qué tanto ampliar la mirada? Y ¿Qué límites hay que establecer? En las siguientes páginas encontrarás reflexiones, preguntas y aprendizajes que hemos construido al caminar y creemos pertinente compartir.
Solicitud para el lector: No se limite en la interpelación, controvierta estas ideas, enriquézcalas, matícelas y construya las propias.
¡LA ASC ES UN PROCESO INTENCIONADO!
El marco de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación
Recomendación para antes de iniciar
Estimado lector, por favor remítase a la definición de “Apropiación Social del Conocimiento” consignada en la Política Pública o, en su defecto, en el apartado de Palabras, palabros, palabrejas de este libro. Al no hacerlo se arriesga a malinterpretar los argumentos que en adelante enunciaremos.
Si ya está de vuelta, habrá notado que en la misma definición se declara la siguiente intención para la ASC:
“Que todos los saberes y experiencias se integren a los procesos de la CTeI (…), y que la Ciencia se integre como un elemento permanente de las discusiones y la toma de decisiones de los diferentes actores sociales.”
(MINCIENCIAS 2021; Pág 20)
Estas declaraciones delimitan la intención y el marco de la Apropiación Social del Conocimiento a la que se refiere la Política. ¡Esta es la agenda de la política pública!
Ahora bien, el “conocimiento” es una experiencia colectiva que se entreteje en el diálogo entre diferentes formas de conocer y comprender la realidad. La ciencia es solo una forma de conocer e interpretar, entre muchas otras formas. Y la cultura científica es un conjunto de prácticas, valores y acuerdos sobre el conocimiento y el acto de conocer, compartidos por una comunidad: La comunidad científica.
Pero existen otras comunidades de conocimiento, con otras culturas de conocimiento, que se inspiran en otras fuentes: como la imaginación, la tradición o la experiencia. EL ARTE como campo del conocimiento se construye en la imaginación, como LO ANCESTRAL lo hace en la tradición y LO POPULAR en la experiencia cotidiana.
El nombre: “Política Pública de Apropiación Social del Conocimiento en el Marco de la CTeI”, no es un nombre cualquiera. Delimita el lugar de enunciación de la Política – LA CIENCIA – y ofrece lugares y formas para que los otros conocimientos, y sus comunidades, se relacionen con él: Integrar la ciencia o integrarse a ella.
¡Una relación donde la ciencia es el centro y los demás conocimientos son los cuerpos celestes que la orbitan!
Nadie lo ha pedido, pero si lo hicieran describiríamos un proceso de ASC de la siguiente manera:
Primero. Convoca en torno a asuntos públicos, colectivos y atractivos para actores diversos.
Segundo. Procede en diálogo de saberes y formas participativas y horizontales que subvierten las jerarquías clásicas del conocimiento y la toma de decisiones.
Tercero. Sus productos se manifiestan en diversos formatos. Testimonios que dan cuenta del encuentro, los conflictos, los acuerdos, las reflexiones y nuevos conocimientos y marcos de acción.
El Arte
La Ancestralidad
Lo Popular
La Ciencia
La ASC en los centros de ciencia es un proceso intencionado en el Marco de la CTeI, ¡No se da en cualquier marco, no se da de cualquier forma y no se expresa en cualquier producto!
Dejando lo anterior por escrito y asumiendo los riesgos que ello implica, la realidad es que diversas iniciativas, comunidades y procesos, sin importar su origen, lugar y condición, encuentran en la ASC un horizonte que le da lugar y sentido a sus acciones.
Pero declarar la intención es distinto a intencionar la acción. ¿Qué implica para una comunidad de conocimiento ancestral incorporar la ASC en el marco de la CTeI a sus luchas y resistencias? ¿Qué lugar le debe dar un museo de historia natural a su colección cuando declara la ASC como su marco de acción? ¿Qué características adopta una reserva natural cuando se asume como un escenario para la apropiación?
La museografía de un museo arqueológico construida en el marco de un proceso de apropiación social del conocimiento debería ser completamente distinta a otra construida como dispositivo de divulgación científica. La primera se construye a muchas voces, se atreve a tensionar las versiones de la historia y permite construir respuestas a preguntas colectivas.
La segunda, se basa en la verdad de la ciencia, en la autoridad de los científicos y se agota en la información.
¡A la apropiación le hace falta apropiación! Esto abre caminos para quienes la están apropiando, les asigna el deber de cuestionarla, enriquecerla y adaptarla a sus contextos. Pero también el de reconocer su historia, su desarrollo y sus conceptos. Y más aún cuestionarse: ¿cuál es nuestro lugar y rol en la apropiación?
La práctica en el territorio
El acto de contextualizar es en sí mismo una forma de resistencia frente a propuestas homogenizadoras. Los lugares condicionan, promueven y dan sentido en la práctica a las políticas públicas. Traducen sus orientaciones, las adaptan, las estiran y las hibridan en función de sus necesidades y capacidades locales.
Los centros de ciencia son uno de los actores que implementa la política pública de ASC en las regiones, adaptando sus orientaciones a las realidades territoriales, desde su condición y naturaleza como instituciones. Se mueven entre las necesidades locales que requieren recursos y herramientas para ser superadas, y las agendas nacionales o globales que cuentan con discursos, cuerpos teóricos, procedimientos e indicadores que necesitan instalar.
La apropiación social del conocimiento puede ser un recurso con herramientas al servicio de las necesidades locales, y es una agenda con intenciones, paradigmas y visiones sobre cómo conservar, reproducir e intervenir las realidades que habitamos.
La tensión entre “lo normativo de la política” y “las políticas del lugar” pone en permanente tensión las definiciones, sobre las experiencias, las audiencias, los productos, los resultados y los indicadores de la ASC en los territorios. Una cosa es lo que se promueve y otra cosa, cómo se incorpora en el territorio a partir de sus necesidades y capacidades.
Reconocer el grado de fortalecimiento de los actores de la ASC para darle lugar a sus capacidades; su naturaleza para comprender sus formas de operacionalizarla y sus intenciones para delimitar sus ámbitos de acción, es fundamental para comprender cómo se manifiesta la ASC en los territorios.
Grado de fortalecimiento
Capacidades
Experiencia
Formas
Productos
Alcances
Audiencias
Naturaleza
Ámbitos de acción
Intención
Si aceptamos que las formas en las que se expresa la ASC son el resultado de la interacción entre: su agenda política, las realidades de los territorios y las condiciones de sus actores, deberíamos reconocerla como una expresión policromática, diversa y heterogénea, donde tan valiosa es la reflexión sobre el lugar de la colección de un jardín botánico en la formación de nuevos ecólogos; como la reflexión del lugar de la ASC como herramienta de construcción de paz ambiental territorial en lugares de conflicto.
Tan valioso es el proceso de una bióloga que incorpora los saberes etnobotánicos asociados a la alimentación como vehículo para movilizar la participación comunitaria en procesos de conservación ambiental del territorio, como el proceso de una líder comunitaria que incorpora nociones científicas al relato comunitario como un vehículo para acceder a escenarios de toma de decisión y hacerle el quite a la infantilización que desde la ciencia, el estado y el mercado se le hace a otras formas de conocimiento.
Los riesgos de asumir que los conceptos y la agenda de la política representan toda la escala de posibles formas de expresión de la ASC, conduce a dos horizontes: el de lo normativo que excluye lo diferente o el de lo normativo que homogeniza la diversidad. El primero desconoce y el segundo coloniza.
No todos los centros de ciencia tienen que hacer lo mismo. Un ecosistema se mantiene con vida cuando hay diversidad de actores, diversidad de roles y diversidad de relaciones. Algunos custodian saberes locales para conservar el territorio, otros conservan el territorio para conservar los saberes locales. Hay quienes cambian vidas enseñando robótica y programación, y quienes forman nuevos profesionales para que sean líderes conscientes de su rol. Algunos son talleres de experimentación y otros museos con vitrinas repletas de patrimonio para cuestionar nuestra identidad.
No todas las audiencias tienen que ser público general. Para algunos lo será su comunidad vecina, para otros la comunidad estudiantil y habrá quienes los prefieran turistas o un grupo poblacional en particular.
No todos los escenarios deben ser interactivos, tecnológicos y deslumbrantes. Un escenario de ASC puede tomar infinitas expresiones. Un sendero en el Pacífico es tan valioso como una casa de la ciencia y el juego o un salón con computadores en Chocó. Las salas interactivas de moda en las capitales de nuestro país son solo otra expresión posible de un escenario de apropiación.
Si la ASC fuera una religión, los indicadores, metodologías, expresiones y resultados que promovemos en su nombre ¿estarán desconociendo la diversidad? ¿colonizando las expresiones territoriales? o ¿posibilitando la autodeterminación local?
LA ASC SUPONE FORMAS PARTICULARES DE PENSAR, HACER…
¡Y SENTIR!
Sobre indicadores y productos
La Apropiación Social del Conocimiento construye su identidad a partir de principios que definen y determinan el dónde, el cómo y para qué de sus procesos:
¿Dónde? En contexto. Se ocupa de identificar e interpretar las interacciones, problemas y necesidades locales, para generar soluciones pertinentes, éticas y orientadas a mejorar la calidad de vida en el territorio.
¿Cómo? Participativa y en diálogo de saberes. Implica la intervención activa de la ciudadanía en la toma de decisiones y su gobernanza en temas sociales y de CTeI. Valora la diversidad de visiones del mundo en la construcción de acuerdos colectivos. Promueve el intercambio equitativo y diverso para discutir temas de interés común. Y promueve aprendizajes, capacidades y relaciones basadas en el respeto, la equidad y la horizontalidad.
¿Para qué? Para construir pensamiento crítico y transformar realidades. Promueve reflexiones que cuestionan de manera continua las formas, discursos y paradigmas. Y procura con determinación la transformación de prácticas, realidades territoriales y el desarrollo de intervenciones innovadoras que beneficien a la colectividad.
Estos principios son elementos estructurantes de la agenda asociada a la ASC. No basta con su enunciación, implican expresiones específicas de la práctica. Operan como declaraciones de intención y deben condicionar las formas éticas, políticas y estéticas que adoptan los procesos de ASC en el territorio.
La ASC fracasa cuando se agota en la declaración y la representación superficial de sus principios y cuando se limita a medir con indicadores de resultado como número de participantes de un proyecto o artículos publicados.
¿Dónde?
Reconocimiento de contexto
LO ÉTICO
PRINCIPIOS DE LA ASC
¿Para qué?
Transformación
Reflexión crítica
LO POLÍTICO
¿Cómo?
Diálogo de saberes y conocimiento
Participación
LO ESTÉTICO
La ASC triunfa cuando se arraiga en las urgencias territoriales, cuando genera oportunidades de desarrollo y posibilita escenarios efectivos de participación e incidencia ciudadana en la construcción del conocimiento y la construcción de lo público.
Atención: antes de continuar por favor diríjase al pie de página y lea su contenido.1
Contextualizar no es adaptar, hay que ponderar las necesidades locales con las agendas globales. No basta con monitorear y hablar de biodiversidad, se trata de crear estrategias para construir paz ambiental territorial.
El diálogo de saberes no es intercambiar contenidos, hay que negociar versiones, verdades e intenciones. No basta con traducir conceptos de la ciencia al lenguaje ancestral, se trata de cocrear nuevos marcos de conocimiento que le permitan a una comunidad rural seguir resistiendo en el territorio. El diálogo de saberes implica definirse con la otredad que desconocemos. La participación no es reunir personas, hay que abrir la caja negra de los procesos y ceder gobernabilidad. No basta con renovar guiones museográficos, se trata de abrir los diseños y dejarse cuestionar sobre el lugar de las comunidades y saberes no representadas en un museo.
1 Las situaciones que se referencian a continuación son experiencias reales de centros de ciencia que están avanzando en transformaciones reales en sus territorios.
La transformación de realidades no es hacer talleres de intercambio y reflexión, hay que crear oportunidades. No basta con dar talleres de robótica a niños y niñas, se trata de transformar sus vidas con oportunidades para vivir con dignidad. La apropiación no se agota en la educomunicación de la ciencia: debe crear nuevas realidades y proyectos de vida.
La reflexión crítica no solo es hacia afuera, hay que mirar para adentro. Implica incomodar nuestro lugar de enunciación, confrontar la coherencia propia y nombrar lo innombrable de nuestros ámbitos de acción.
Estos principios son la mejor pista para la evaluación y formulación de indicadores para cada una de nuestras acciones: la formulación de proyectos, la construcción de la política pública, la gestión de los centros de ciencia, la definición de preguntas de investigación, los estudios de público, el diseño de museografías, y en general en cualquier ámbito de acción en el espectro de la apropiación social del conocimiento y los Centros de Ciencia.
Una museografía o un contenido no debería ser el resultado de las decisiones de un curador, sino de un proceso en el marco de la apropiación. No es la información, el formato o dispositivo lo que se debe valorar, sino su pertinencia y valor en función de la transformación de realidades y el desarrollo territorial.
Si usted se embarca en esta nave, debe generar productos y construir indicadores que den cuenta de los principios de la apropiación…
En este barco no basta con parecer. ¡También hay que ser!
Recomendaciones
Para los gestores de políticas públicas:
· Tejer políticas con hilos locales. La ASC no es talla única. Integre saberes ancestrales, populares y académicos como iguales. Flexibilice reglas para diálogos territoriales. ¡Políticas como conversación, no decreto!
· Participación que trasciende el papel. No más consultas formales con participantes habituales. El co-diseño y evaluación de los instrumentos, programas y políticas debe involucrar al actor diverso, intersticial e inusual.
· Descentralizar con raíces profundas. Llevar recursos a regiones marginadas es justicia. Fondos adaptables para procesos autónomos. Dinero que siembre redes locales y no se evapore. ¡Reducir las asimetrías no aumentar las inequidades!
Para los gestores de proyectos:
· Diagnóstico con oídos. No llegue con respuestas. Pregunte: ¿Qué duele? ¿Qué sueñan? ¡La escucha activa evita proyectos vacíos!
· Dialogue sin jerarquías. Conforme equipos multidisciplinares, multietarios e interculturales, metodologías diversas que le permitan comprender los territorios y guardar la coherencia con la ASC. ¡Sin conflicto de ideas, no hay diálogo de saberes!
Para los centros de ciencia:
· De vitrinas a plazas públicas. Atrévase a proponer y construir agendas colectivas. Aventúrese a pasar de contar a interpretar, de interpretar a crear, de crear a transformar. Museos que reescriben la historia con las comunidades. Jardines botánicos que proponen modelos de desarrollo. Laboratorios y talleres vivos que sacan a jóvenes de la violencia.
· Comprométase con la causa. Participe de los debates y discusiones sobre la ASC, contextualice las reflexiones, enriquezca los marcos conceptuales y ponga los límites necesarios para no perder su identidad. Resista la homogenización y contribuya a la reflexión.
· Derribe los muros y barreras. Abra sus espacios, déjese incomodar, permita que entre la diversidad de su territorio, las agendas diversas y las discusiones sociales. Participe de la vida comunitaria como uno más del territorio.
¿Y los indicadores?
No solo es el ¿cuántos? Pregúntese también por las transformaciones en conocimientos, prácticas y relaciones: ¿Los talleres generaron capacidades para la acción ciudadana o permitieron participar en escenarios de toma de decisión? ¿Los laboratorios ayudaron a resolver conflictos y problemas reales del territorio y sus comunidades?
Recuerden... La ASC es un viaje. El mapa se dibuja caminando. ¡Rompan el molde! La mejor apropiación es la que se reinventa.
Capítulo 2 SABERES IMPLÍCITOS
Y EXPLÍCITOS DE LA
APROPIACIÓN SOCIAL DEL CONOCIMIENTO.
De estrategias formativas intencionadas y situaciones que ponen a prueba la experiencia y los aprendizajes. Capacidades para la apropiación social del conocimiento.
Cuando hablamos de capacidades para la apropiación social del conocimiento, imaginará el interlocutor que este apartado aborda los procesos formativos encaminados a fortalecer la masa crítica alrededor de la ASC y su desarrollo conceptual y metodológico, específicamente de aquellos actores que tienen a su cargo las actividades misionales de los centros de ciencia.
Eso mismo creíamos nosotros hace un par de años. Y vaya sorpresa la que nos llevamos al voltear la vista atrás y reconocer que las capacidades para hacer posible la ASC refieren a una multiplicidad de actores y procesos no explícitos vinculados también indirectamente a estos procesos.
Junto a la necesidad de fortalecer la masa crítica alrededor de la ASC, vivimos de primera mano cómo asuntos intersubjetivos vinculados a la construcción de confianza, la configuración de redes, el desarrollo de habilidades para enfrentar situaciones críticas y la gestión y administración de proyectos con características especiales están intrínsecamente ligados al quehacer de la ASC. Dicho de otro modo, que las capacidades para la ASC, lejos de agotarse en discusiones conceptuales o metodológicas, se mueven intensamente en el plano relacional (quiénes lo viven) y contextual (desde dónde lo viven).
Este capítulo ofrece consideraciones sobre las capacidades para la ASC en dos sentidos, cuando estas son fruto de estrategias formativas intencionadas y cuando los actores las desarrollan a partir de la experiencia y como parte de los procesos y prácticas que implementan en el marco de iniciativas o proyectos, en interacción con otros actores en contextos situados.
DE FÓRMULAS DE ESCRITORIO
A CAPACIDADES IN SITU
Lo que la puesta en práctica nos revela
Desde hace algún tiempo ya sabíamos que los procesos de ASC toman forma en función de quien los promueva, de las negociaciones y los conocimientos que se ponen en juego, así como de los escenarios en los que tienen lugar (FrancoAvellaneda y Pérez-Bustos, 2010).
La constatación de la “pluralidad de apropiaciones” es lo que ha llevado a pensar que se trata de un objeto de frontera, teniendo en cuenta que no tenemos una definición aceptada por todos, sino que por el contrario, cada quien le da sentido al término según sus intereses (Daza-Caicedo, 2013, p. 53).
Enfoque participativo
Exposiciones de arte-ciencia sobre migración: Conocimiento expresado a través de narrativas no tradicionales
Enfoque cultural
Cafés científicos con comunidades indígenas: diálogo de saberes tradicionales y científicos
Dispositivos de ASC
Enfoque comunitario
Mapeo colectivo de problemas ambientales: Construcción del conocimiento
Talleres de ciencia ciudadana para escolares: conocimiento científico adaptado a contextos de aprendizaje
Enfoque educativo
Ejemplos de iniciativas de ASC como objetos de frontera en los Centros de Ciencia (Elaboración propia).
Ante la falta de absolutos, durante el proceso formativo dirigido a los centros de ciencia beneficiados, encontramos diversas reacciones en torno al concepto de ASC y sus particularidades en los centros de ciencia: hubo quienes al interactuar y apropiar el concepto, pudieron situarse en el marco histórico de conversación y acuerdo que lo ha configurado, y otros -quizás de orillas más lejanas- vivieron tensiones y conflictos respecto a esos puntos de partida.
De ahí la necesidad de estrategias que permitan descubrir y comprender el concepto, lo que después permita ponerlo en práctica. Esto implica, por un lado, que los equipos de los centros de ciencia reconozcan lo que vienen haciendo en ese ámbito y cómo lo ponen en práctica en sus territorios y, por otro, que enriquezcan sus propias comprensiones sobre la ASC lo que les permita hacer evolucionar sus prácticas de mediación de los conocimientos.
De esta forma, entendemos que los procesos de capacitación en torno a estos asuntos devienen en negociaciones de sentidos en las que no hay vasos vacíos que simplemente se llenan.
De ahí surgen algunas pistas sobre la manera de articular la capacitación en torno a la ASC en proyectos de esta índole y es la necesidad de que el aprendizaje, la reflexión y la implementación de los proyectos se desarrollen en forma articulada, más que como etapas que se suceden una después de la otra o en sincronía pero por canales distintos.
Las vivencias de los participantes desde los territorios dan claves para que las capacitaciones trasciendan propuestas predefinidas, homogéneas. Esto en función de enriquecer las bien intenciondas sesiones virtuales que asumen conectividad universal, con encuentros presenciales, cotidianos y cercanos que promueven el intercambio de experiencias.
Uno de los aspectos positivos a replicar fue la variedad de instructores, con estrategias pedagógicas diversas que contribuyeron a enriquecer la experiencia de capacitación, atendiendo distintas necesidades de los participantes. El consultorio fue un espacio que tuvo buena acogida por su carácter más intimo, informal y seguro, que permitió una participación nutrida a través de discusiones y reflexiones sobre la propia experiencia.
De esta manera, se impone la necesidad de que las capacitaciones se adapten a los públicos a los cuales están dirigidas para lo cual es necesario conocerlos, incluidos sus distintos estilos de aprendizaje, lo que permita cualificar las prácticas de enseñanza-aprendizaje de la ASC en general y en el entorno virtual en especial. También aprendimos que la virtualidad abre nuevas posibilidades de encuentro e interacción sin que por ello el encuentro presencial pierda en importancia, más bien todo lo contrario, como veremos más adelante.
NO TODAS ESTABAN EN EL RADAR PERO
SALIERON A FLOTE
Estrategias deliberadas y emergentes de formación de capacidades en ASC
El fortalecimiento de capacidades para la ASC no se desarrolló sobre un lienzo en blanco: cada centro de ciencia favorecido llegó a Entrelazos con unas capacidades propias para la ASC en función de sus vocaciones y ámbitos de acción, las cuales desplegaron en su postulación al proyecto y les permitieron hacerse elegir. Al igual que los demás actores participantes, ellos utilizaron estas capacidades, a la vez que desarrollaron otras nuevas, como suele ocurrir en este tipo de proyectos, porque la fuerza de las circunstancias los hicieron enfrentarse a situaciones nuevas para las cuales no estaban preparados y a las que se tuvieron que adaptar sobre la marcha.
En función de las necesidades que iban presentando los centros de ciencia durante la ejecución de los proyectos, de manera paciente y cuidadosa, pero firme, el equipo implementador en territorio (coordinadores, jóvenes investigadoras, asistentes técnicos, y administrativos) proporcionó información y conocimientos sobre aspectos conceptuales, metodológicos y de puesta en práctica de la ASC, así como de asuntos relativos a la gestión y administración de los proyectos.
Esta circunstancia nos llama la atención sobre el hecho de que la integración y cualificación de los procesos de ASC en los centros de ciencia requiere la formación de capacidades en distintos ámbitos, más allá de los asuntos conceptuales y metodológicos, tales como la facilitación de procesos de ASC, la concepción y desarrollo de iniciativas y proyectos de ASC, la cualificación de los propios conocimientos y prácticas de ASC y la gestión de proyectos (École de Médiation, s.f.).
Facilitar mediaciones del conocimiento
Capacidades transversales del mediador en procesos de ASC
Desarrollar unas competencias genéricas
Enriquecer sus conocimientos y prácticas sobre mediación científica
Concebir mediaciones
Gestionar proyectos de mediación
Capacidades transversales del mediador en procesos de ASC (adaptado de École de Médiation, s.f.)
También que la formación de capacidades para la ASC idealmente debe estar dirigida a aquellos actores que participan en las distintas fases de diseño, ejecución y evaluación de los proyectos de ASC, y adaptada a sus características específicas, y no solo dirigida a los actores beneficiarios, que en el caso de Entrelazos fueron los centros de ciencia.
En la implementación también salieron a relucir capacidades o competencias básicas en los ámbitos organizacional, relacional y de la innovación que no suelen referirse en los “manuales de instrucciones” pero que resultan ser clave en los procesos de ASC.
Entre ellas se encuentran la capacidad de adaptación, muy valorada en los procesos de innovación, y que en el caso de Entrelazos se tradujo en la flexibilidad adoptada por los equipos de gestión y ejecución, y sobre todo por los centros de ciencia beneficiados, ante las recurrentes situaciones de conflicto armado y desplazamiento a las que algunos tuvieron que sobreponerse para lograr ejecutar sus proyectos en los territorios.
Ante situaciones desconocidas, los centros de ciencia también aprendieron a “perder el miedo a pedir ayuda y dejar de creer que mostrar debilidad es fracasar”, poniendo a prueba sus dotes de negociación con los equipos técnicos y de gestión administrativa, lo que generó soluciones
adaptadas frente a los esquemas de ejecución muchas veces rígidos, producidos en los escritorios.
En estas situaciones también emergieron competencias del ámbito relacional como la comunicación eficaz, el espíritu de equipo y la confianza en los otros. Y es que la experiencia vivida en Entrelazos nos enseñó que la confianza es un activo estratégico para la ASC. Cuando esta se rompe, se quiebra el diálogo de saberes, la participación, la reflexión crítica. Es un acompañamiento basado en la confianza el que resulta en fortalecimiento administrativo, técnico y relacional. También es condición necesaria e ineludible cuando además el proceso de capacitación se desarrolla en la virtualidad.
No menos importante fue el fortalecimiento de las capacidades para concebir y desarrollar proyectos de ASC que los centros de ciencia desarrollaron desde la formulación de los proyectos de ASC hasta su implementación de múltiples formas en el marco de Entrelazos. En algunos casos esa capacidad se fortaleció en los ejercicios participativos de cocreación de los centros de ciencia con los actores de la academia y las comunidades. La ASC se interpreta, en palabras de COSETUR como “un trueque donde nosotros damos visibilidad, y el territorio nos da raíces” y refleja una manera particular de asumir los propósitos de la ASC: “Queremos que el mundo vea nuestra ciencia, pero sin maquillarla con palabras finas”.
Otros centros de ciencia pusieron en primer plano la dotación de los dispositivos de mediación y el fortalecimiento de la infraestructura, elementos que consideraron indispensables para potenciar las actividades de mediación y ASC, “para que los visitantes pasen de escuchar discursos a poder vivirlos en la práctica”; en palabras de La Casa de la Ciencia y el Juego, “Los niños ven que la energía limpia no es un cuento... es el techo que les da sombra”.
COMO SIEMPRE, LAS REDES PERO ¿PARA QUÉ?
Entre aspiraciones y condiciones para su sostenibilidad
En el año 2021 se realizó el III Encuentro Nacional de Centros de Ciencia “Construyendo juntos”, un evento realizado en plena emergencia sanitaria por la COVID-19, donde uno de los hallazgos más significativos fue la necesidad de fortalecer las redes de confianza, complementariedad y colaboración entre los actores del sistema CTeI, específicamente los centros de ciencia. Resultado de este trabajo se emprendió el proceso de creación de la Red Nacional de Centros de Ciencia con nodos en cada una de las regiones que MINCIENCIAS determina para su gestión. Cuatro años después, nos encontramos aún en la germinación de esta idea, pero con el desafío de la articulación más vigente que nunca.
La construcción de redes para la ASC es un asunto estratégico, como quedó evidenciado en la experiencia de Entrelazos: desde la conformación de un equipo de aliados responsable de la gestión e implementación del proyecto, pasando por la articulación con semilleros y jóvenes investigadores, hasta llegar a las conexiones interorganizacionales que median el desarrollo del proyecto de cada centro. Cada una de estas formas de articulación pone de manifiesto valiosas lecciones frente a las formas y sentidos que toma: ¿qué aportan los aliados y cuáles son sus expectativas? ¿qué experiencias pueden complementarse entre los centros a partir de su intercambio? ¿cómo garantizamos una comunicación estratégica y comprometida con las diferentes instancias directivas y administrativas de un centro de ciencia?
Por otra parte, además de su naturaleza misional, la construcción de redes facilita la gestión de los centros de ciencia: es a través de ellas que llegan convocatorias como esta, son esas conexiones las que permiten articular nuevos actores o gestionar procesos y recursos.
Esas complicidades, aparentemente logísticas y de conveniencia, apuntalan también el relacionamiento de largo plazo que promueve el uso del centro de ciencia como escenario de práctica para la generación de conocimiento, punto de encuentro comunitario o destino de experiencia significativa.
A futuro, para los centros de ciencia, las redes toman forma y adquieren sentido a través de su participación en espacios de encuentro e intercambio con diversos propósitos:
Para enseñar a otros a no tropezar con la misma piedra... A quienes recorren los mismos caminos.
Para intercambiar saberes mediante actividades prácticas, no informes
Para aprender de otros… En sus contextos y realidades
Para aprender en conjunto cómo ser sostenibles en la diversidad
ALGUNAS CLAVES PARA LA SOSTENIBILIDAD DE REDES TERRITORIALES DE ASC
Identificar centros de ciencia reconocidos y no reconocidos y otros tipos de actores de la región que puedan y quieran participar y colaborar en procesos de ASC (realización de encuentros y/o encuestas).
Definir valores y objetivos comunes, guardando las diferencias y complementariedades y acordando un código de ética y unos temas de interés y preocupación compartidos.
Proveer herramientas y medios que faciliten las iniciativas y acciones para la ASC: acompañamiento técnico a proyectos, organización de talleres de cocreación, acceso recursos y documentos, creación de guías y herramientas, organización de seminarios y capacitaciones, divulgar las acciones de los miembros al público, organizar foros regionales para favorecer colaboraciones y articulaciones entre actores para la participación en convocatorias y proyectos.
Favorecer espacios para reflexiones globales que orienten la toma de decisión a nivel de las políticas públicas en función de las necesidades del territorio y de los actores de la ASC, entre otros; la creación de grupos de trabajo sobre temas específicos de interés de los miembros.
Gestión de redes de actores de la cultura científica (Adaptado de Bardon, 2019).
Recomendaciones
Para los formuladores de políticas públicas:
· Pasemos de los espontaneísmos y las buenas voluntades a la profesionalización del campo de la ASC… pero en serio, fomentando las capacidades para la ASC y la mediación cultural de la ciencia en programas formales de educación superior, al igual que la investigación.
· Desarrolle mecanismos que favorezcan el fomento y sostenibilidad de redes para la ASC que generen compromiso a través escenarios de encuentro y construcción de confianza.
· Tenga en cuenta que el fortalecimiento de capacidades en ASC pasa tanto por ejercicios formativos, como por ejercicios de reflexión sobre la propia práctica que abarca un ecosistema de actores diversos, con sus posiciones y visiones particulares y no sólo las del sector público.
Para los gestores de proyectos:
· Integre en los objetivos y cronogramas del proyecto la capacitación adaptada a las necesidades de los actores con roles en los distintos procesos y etapas (diseño y formulación, gestión y administración, implementación técnica y evaluación), esto contribuye a la calidad de los procesos y resultados, así como al cumplimiento de los propósitos fijados.
· Y cuando incluya la formación en los proyectos: que sea más práctica, más personalizada, más presencial y con más espacios que más allá de dar definiciones, propongan marcos, permitan abordar dudas, experiencias personales, logros y reflexiones críticas en un clima de confianza (consultorios).
· No sobra reiterar lo clave que es contribuir a la construcción de escenarios de confianza en los distintos ámbitos del proyecto: tómese el tiempo, la agenda y la gente para lograrlo… verá que vale la pena.
· No olvide integrar formatos educomunicativos y de enseñanza-aprendizaje... ¡A la medida de los códigos y estilos de aprendizaje de los participantes!
· Comprenda y de lugar a las múltiples formas que puede tomar la ASC, tanto en el desarrollo de procesos e iniciativas, como en el diseño y materialización de espacios físicos.
· Facilite instancias de acompañamiento técnico para el desarrollo de proyectos e iniciativas de ASC y para fomentar capacidades, más fundadas en la necesidad de los centros de ciencia y la pertinencia de los temas para sus realidades concretas, que en estándares para el cumplimiento de capacidades mínimas necesarias, decretadas por externos.
Para los centros de ciencia:
· Cuide su gente. Haga de su centro de ciencia un mejor lugar para trabajar y contribuya a la sostenibilidad de los procesos organizacionales. Una clave para lograrlo: un programa permanente de capacitación, germinación, fidelización y fomento de talentos y saberes en ASC en función de los roles de los actores y sus ámbitos de actuación en la organización.
· Zapatero a tus zapatos: reconozca su propia experticia y articúlese con quien le complementa. Esto implica reflexionar sobre su práctica: sobre lo bueno y lo malo. ¿Qué no soy capaz de hacer? ¿Quiero? ¿Cómo soy capaz de hacerlo?
· Establezca y cultive redes de gestión para el desarrollo de la ASC que también sean de confianza, complementariedad y celebración.
Capítulo 3
ENTRE EL RECONOCIMIENTO Y LA AUTODETERMINACIÓN.
Un ecosistema diverso en formas y capacidades.
Espacios para la ASC
Aunque la apropiación social del conocimiento (ASC) se manifiesta como un concepto dinámico y contextual en los territorios, la categoría ‘Centro de Ciencia’ no siempre refleja esa misma flexibilidad. Existen condiciones, alcances y capacidades institucionales concretas para asumir este rol. La autodeterminación de una organización —sin importar su tamaño— que decide adoptar la ASC como parte de su misión, y que reconoce en los criterios de un centro de ciencia su trayectoria previa, constituye un paso necesario, aunque insuficiente, para integrarse al ecosistema de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) bajo el marco de MINCIENCIAS.
El reconocimiento institucional, asociado a un título formal, está condicionado a un procedimiento administrativo que no siempre dialoga con las realidades territoriales. Esto plantea una paradoja: Si no se cumple la canonización, ¿es menos santo el santo o menos milagroso el milagro?
En las siguientes páginas invitamos a nuestro interlocutor a un viaje por los espacios para la apropiación social del conocimiento en el marco de la CTI, más específicamente, por los espacios que se configuran como centros de ciencia.
LA
INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA ASC
O de cómo una organización apropia la apropiación social del conocimiento…
La categoría centro de ciencia –como la entiende MINCIENCIAS- es una construcción posterior a la de museo de historia natural, reserva forestal o azotea comunitaria. Entenderá el interlocutor que cualquier institución que encuentre su origen en orillas distintas a la etiqueta “Centro de Ciencia”, y que transite el reconocimiento enfrentará inevitablemente una crisis -o cuando menos una tensiónrespecto al para qué y cómo de su trayectoria pasada y desarrollo futuro. ¿Qué tal si usted hoy abandonara su profesión para adoptar una nueva? Cuando menos le representaría un aprendizaje de nuevos códigos y prácticas.
Este entendimiento permite articular un hallazgo clave en la experiencia: encontramos organizaciones diversas en las que los grados de integración de la apropiación social del conocimiento (ASC) en su misión, organigrama y procesos son variables en términos de profundidad y alcance. Este aspecto es fundamental, especialmente en el marco de una convocatoria orientada a fortalecer capacidades para un eventual reconocimiento como centro de ciencia. ¿Se siembra en tierra mala o no se sabe sembrar?
La institucionalización de la ASC en una organización podría equipararse, guardando las debidas proporciones, a un credo repetido diariamente por un creyente, el cual permite interiorizar una forma específica de pensar, comunicarse y actuar. Entonces, cabe preguntarse: ¿qué nos revelan estos distintos grados de integración de la apropiación social del conocimiento en las instituciones que encontramos en la región Pacífico?
En el marco del fortalecimiento de centros de ciencia se adaptó la herramienta EDGE Tool (NCCP, 2025), una matriz diseñada para evaluar el nivel de integración de la participación pública en decisiones institucionales. En el proyecto, se usó para valorar la integración de la ASC en tres dimensiones clave de los centros: contexto, desarrollo institucional, y audiencias y aliados. Para cada dimensión, se indagó si la ASC se encontraba en fase de Incubación, Desarrollo, Consolidación o Integración.
Matriz de catalejo institucional
Integración de la ASC en el centro de ciencia
Dimensión Foco
Reflexión continua
Estado de Integración
Contexto
Desarrollo institucional
Audiencias y aliados
Proyecto territorial
Misión, visión y valores
Procesos institucionales
Instrumentos y planificación
Talento humano
Usuarios
Socios de gestión
Adaptado de: NCCP, EDGE Tool.
Incubación Desarrollo
Consolidación Integración
De manera general, las áreas encargadas de actividades educativas o de interacción directa con el público —que participaron directamente en el proyecto— presentaron mayores avances. Por otro lado, instancias como las directivas, comerciales o administrativas evidenciaron desafíos significativos, especialmente en lo referente a comprender y operacionalizar la ASC en sus rutinas institucionales.
Es crucial que el talento humano y sus aliados estratégicos fortalezcan su capacidad para incorporar esta sensibilidad social y una comprensión clara de la ASC en sus actividades (COLCIENCIAS, 2015). Interiorizar la narrativa de la apropiación social del conocimiento en los distintos roles y niveles organizacionales permite movilizar recursos, talentos y esfuerzos institucionales hacia la realización efectiva de la misión como centro de ciencia.
El fortalecimiento de espacios para la ASC trasciende las competencias específicas o técnicas. Implica promover marcos de gestión, códigos institucionales y valores organizacionales alineados. Esto facilita condiciones estructurales que amplifican los esfuerzos del centro, a la par que brinda un andamiaje relacional que favorece la confianza, la colaboración y la complementariedad entre los diferentes roles y áreas.
Para ilustrar de manera clara y vívida la institucionalización de la ASCTI, recuerde el interlocutor una anécdota ocurrida en 1963, cuando el presidente Kennedy, durante una visita a las oficinas de la NASA, encontró a un empleado de limpieza trabajando hasta tarde. Al preguntarle qué hacía allí, el hombre respondió con convicción: “Señor presidente, estoy ayudando a poner al primer hombre en la Luna”. Esta historia refleja justamente cómo se institucionaliza un derrotero misional.
UNO DE ESTOS CENTROS NO ES COMO LOS OTROS
O de las formas como posibilidad y limitación…
El Pacífico es un territorio diverso, lleno de contrastes y rico en expresiones culturales. Esa diversidad se refleja en las organizaciones dedicadas a la ASC que aquí encontramos. Aunque pueda sonar imponente, el título de “centro de ciencia” hoy le habla a una amplia variedad de formas organizativas, muchas veces alejadas de las infraestructuras monumentales o vistosas que aparecen habitualmente en magazines e informativos.
Cada organización es fruto de un proceso singular y en constante cambio, condicionado por circunstancias históricas, sociales y materiales que determinan diferencias en capacidades, alcances y recursos. Algunas cuentan con el respaldo institucional y económico de universidades, aunque enfrentan limitaciones administrativas derivadas de esta misma dependencia. Otras valoran enormemente su autonomía comunitaria, aunque esto implique constantes desafíos para asegurar su sostenibilidad financiera cada año.
En la práctica, la capacidad administrativa condiciona la disponibilidad, disposición y tiempo que pueden dedicar los equipos humanos a cumplir plenamente su misión en apropiación social del conocimiento (ASC). Por ello, es fundamental identificar, valorar y acompañar estas distintas configuraciones institucionales—pequeñas o grandes, ligeras o robustas—para fortalecer integralmente sus competencias en ASC, reconociendo y potenciando sus capacidades particulares.
«Lo administrativo ahogó lo pedagógico»
Usted, interlocutor, seguramente se ha encontrado en una circunstancia en la que, por falta de información o recursos suficientes, terminó en un escenario complejo e inesperado. Encontramos algo similar en los centros de ciencia: organizaciones que conquistan exigentes convocatorias, y que luego se ven rápidamente sobrepasadas por cargas administrativas y burocráticas inesperadas.
Por supuesto, ser un centro de ciencia vinculado a una universidad, en una ciudad con capacidades financieras y humanas aseguradas es diferente a ser un centro nacido en procesos comunitarios, situado en una vereda distante y con infraestructura limitada. Distintos puntos de partida condicionan, sino el horizonte, con seguridad el ritmo del paso.
Esto indica que un centro de ciencia se fortalece no solo en función de sus mejoras físicas y talento humano, sino en su infraestructura administrativa y organizativa. En la medida que un equipo profesional fortalece sus competencias en la gestión de experiencias de ASC se debe considerar la articulación de procesos administrativos, comerciales o logísticos, de manera que puedan comprender su rol y aportar desde sus funciones al quehacer del centro de ciencia. De forma complementaria, un equipo administrativo robusto, con procesos fluidos y claros, permite responder de forma efectiva a la gestión de proyectos y procesos enmarcados en la ASC, así como al relacionamiento interinstitucional que de ahí se desprende.
El desarrollo de proyectos de fortalecimiento o creación de espacios para la gestión de la ASC, debe considerar su capacidad de respuesta técnica y administrativa. Es bien conocida la complejidad de sortear con éxito las variables asociadas a la gestión de proyectos: MGA, Gesproy, POA, CDP, entre otras tantas siglas y plataformas que se convierten en vericuetos donde naufragan centros grandes y pequeños.
No se trata, por tanto, de asumir que el fortalecimiento del centro de ciencia ocurre al formar al equipo encargado de los procesos ASC. Es fundamental comprender cómo la estructura organizativa responde al proyecto institucional y territorial más amplio, y cómo dicha infraestructura administrativa debe ser permeada, vinculada y enriquecida por el desarrollo de procesos efectivos de ASC.
Sobrecarga
Distribución
Infraestructura organizativa e impactos posibles. (Elaboración propia).
LA RUTA PARA EL RECONOCIMIENTO
O de cuando el camino importa tanto como el destino
La realidad que ofrece el territorio suele exceder las representaciones a las que aspira un técnico o científico desde su escritorio, tal como lo ilustra el cuento—célebre en el ecosistema ASC—«Del rigor en la ciencia», de Borges. La diversidad de formas organizativas que encontramos interpela las tipologías y mecanismos de reconocimiento actuales.
Las organizaciones nacidas dentro del ecosistema CTel tuvieron un camino relativamente sencillo para transitar hacia el reconocimiento. Piense, por ejemplo, en instituciones «nativas» como Maloka o Explora, concebidas bajo el paradigma de los interactive science centers norteamericanos. Su reconocimiento como centro de ciencia es casi un imperativo, incluso, participando en la construcción de la ruta misma.
Distinto es el camino para aquellos «migrantes», provenientes de ámbitos cercanos pero distintos a los museos—zoológicos, laboratorios ciudadanos o espacios maker—que decidieron dar el salto hacia esta categoría, reconociendo en ella su propia trayectoria de desarrollo. Más desafiante aún resulta la ruta para algunas instituciones que podríamos llamar cariñosamente «polizonas»: actores creativos e ingeniosos que, en una búsqueda constante de reconocimiento, legitimidad y comunidad, han tejido su relevancia desde los márgenes, y bajo el abrigo que les proporciona el ecosistema CTel.
Encontramos también instituciones que por su extrañeza y otredad, son vistas como de menor nivel por parte de organizaciones ya instaladas en el ecosistema CTel. Un fenómeno que recuerda la lectura de Adela Cortina (2017) sobre la migración, señalando como en ocasiones se juzga al recién llegado en función de su estatus social, económico o cultural. Se le hace el feo al de menos recursos y se favorece al que cuenta con más capital y oportunidad de generar valor. ¿Acaso un centro de ciencia que prioriza –intencionadamente- conectarse con actores comunitarios locales por encima de socios internacionales tiene menos valor que el partner internacional?
El proceso de reconocimiento pone bajo los mismos instrumentos de evaluación a organizaciones con robustas infraestructuras administrativas, junto a iniciativas comunitarias en formación. Los instrumentos existentes logran valorar adecuadamente el grado de fortalecimiento en CTeI de un proceso, pero la experiencia nos permite llamar la atención sobre sus limitaciones. Por ejemplo, frente a su capacidad de reflejar el alcance y sentido de sus iniciativas en los contextos locales donde operan, y la naturaleza del aporte que pueden hacer al ecosistema CTeI.
Esta experiencia sugiere tensiones frente a las definiciones de las tipologías de centros de ciencia, rebasadas por una miríada de organizaciones con configuraciones intersticiales. Pero también pone de manifiesto la necesidad de cualificar estadios de integración de la ASC en sus procesos y aportes al ecosistema CTeI.
Piense el interlocutor en la diversidad no solo de formas de centro de ciencia, sino del grado de maduración, flujos y aportes en el ecosistema: mientras algunos han emprendido la implementación de procesos de ASC con las características definidas en la política; otros además de implementarlos evalúan, perfeccionan y acompañan a otras organizaciones; y existen aquellos que, además de ejecutar, evaluar y acompañar, aportan activamente al desarrollo conceptual y metodológico de la ASC en el país. ¿Cómo lograr que el mecanismo de reconocimiento distinga estas diferencias y cualidades?
En suma, la ruta de reconocimiento como centro de ciencia requiere una revisión a la luz de ponderar no solo las expresiones que aparecen en el territorio y su configuración histórica, sino además señalar la naturaleza del aporte al contexto territorial donde se encuentra y a la escena interinstitucional donde se piensa la ASC.
Reconocimiento para la diversidad
Reconocimiento para la igualdad
Recomendaciones
Para los gestores de políticas públicas:
· Diseñe mecanismos que permitan comprender la complejidad del ecosistema ASC: sus actores, formas emergentes y nuevas tendencias. ¿Será hora de preguntarse si las tipologías de centro de ciencia son insuficientes?
· Haga atractivo el reconocimiento como centro de ciencia… Más allá del aprendizaje y la red, ¿qué le soluciona a una institución? ¿Qué le posibilita?
· Promueva escenarios sostenidos de acompañamiento a los centros de ciencia no reconocidos, orientados a su fortalecimiento institucional, conceptual y metodológico. A mayor respaldo del estado, mayor será la disposición de otros actores para sumarse, aportar y consolidar el ecosistema ASC como un bien público.
Para los gestores de proyectos:
· Fortalezca la infraestructura administrativa de los centros de ciencia. Acompañe la comprensión y articulación de esta dimensión institucional para evitar reprocesos, mejorar la gestión y potenciar los impactos.
· No olvide que su papel es el de interlocutor entre la institucionalidad central y las realidades locales. Escuchar, traducir y mediar es parte del ejercicio ético del proyecto.
· La realidad supera muchas veces la convención. Encontrará centros con estructuras diversas, algunos con procesos definidos, otros en transición. Sea flexible: comprenda, valore y construya sobre lo construido.
Para los centros de ciencia:
· Aproveche la ruta de reconocimiento como oportunidad para reflexionar sobre su identidad, su trayectoria y su papel en el territorio.
· Intencione su relación con la ASC. Reconozca qué aporta al desarrollo institucional y cómo contribuye a la transformación de su contexto.
· Propicie encuentros alrededor de la ASC con otros actores, dentro y fuera de su institución. La articulación, la conversación y la creación de masa crítica permiten armonizar visiones y sumar esfuerzos.
· Aprenda a desaprender. Desarrolle herramientas para evaluar, planificar, monitorear y ajustar la integración de la ASC en su organización.
Capítulo 4
NI TODA OCURRENCIA ES INVESTIGACIÓN, NI TODA
INVESTIGACIÓN INTEGRA
LA APROPIACIÓN
Investigación con enfoque en ASC
Introducción
Cuando pensamos en investigación, es común que lo primero que venga a nuestra mente sea el método científico: una secuencia lógica de pasos que va desde la observación hasta la formulación de conclusiones. Este modelo, validado por su rigurosidad, ha sido clave en la producción de conocimiento objetivo y verificable. Sin embargo, tiende a privilegiar una mirada técnica y aséptica de los contextos sociales y culturales donde se desarrollan los fenómenos.
Avanzar hacia modelos de investigación con enfoque de Apropiación Social del Conocimiento (ASC) implica salir de esa lógica tradicional y cuestionar profundamente las intenciones, los roles, los métodos y los productos del proceso investigativo. La ASC propone una investigación más situada, participativa y dialógica, donde las comunidades no son solo informantes, sino coautoras del conocimiento.
Este enfoque transforma también los resultados: no se limita a generar publicaciones académicas, sino que produce herramientas útiles para las comunidades, como cartillas, narrativas, procesos pedagógicos o acciones colectivas. Así, la investigación se convierte en una práctica transformadora para científicos y comunidades que participan con mayor pertinencia territorial y capacidad de impacto social.
INVESTIGACIÓN CON ENFOQUE EN ASC
Un proceso intencionado
La investigación desde los centros de ciencia debe ser un proceso intencionado, no una obligación. No hay nada peor que hacer algo por imposición —y más aún para una institución—, eso sí que puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Investigar es, ante todo, una herramienta para generar conocimiento, y sigue mecanismos estandarizados que permiten obtener resultados confiables y comparables, lo que facilita una mayor aceptación por parte de la sociedad.
Sin embargo, la investigación con enfoque de Apropiación Social del Conocimiento (ASC) introduce una dimensión diferente: busca intencionar la reflexión a lo largo del proceso y pone la participación como eje central de su estructura. Ahora bien, cuando hablamos de participación, ¿a qué nivel nos referimos?
En 2017, el Instituto Humboldt publicó un reporte sobre proyectos que se desarrollaban a nivel nacional con el apellido “participativo”. Este informe permitió entender cómo estaban participando los colombianos en la construcción de conocimiento científico en el país. La participación se agrupó en tres categorías: contributiva, colaborativa y cocreada.
Definir las preguntas del estudio
Cocreado
Colaborativo
Contributivo
Plantear metodologias para recolectar datos Análisis de datos
Desarrollar algunas hipótesis
Recolección de datos y muestras
Interpretar, concluir y dialogar
De las más de 150 iniciativas analizadas, solo el 19% involucraban una participación de tipo cocreado, que es justamente el modelo más cercano al enfoque de investigación propuesto desde la ASC. Esta cifra evidencia que hay un “algo” que hace que este tipo de investigación sea más compleja de materializar e incorporar en las dinámicas institucionales.
Con este panorama, la Política Pública de Apropiación Social del Conocimiento en el marco de la Ciencia, Tecnología e Innovación (2021) ofrece una perspectiva valiosa para fortalecer y desarrollar procesos investigativos desde los centros de ciencia con un enfoque de ASC. Esta política facilita la incorporación de la participación de diversos actores en las distintas fases del proyecto, y representa una vía para superar ese “algo” que hasta ahora ha dificultado su integración en las dinámicas institucionales.
Este enfoque busca que las comunidades de conocimiento puedan integrar la ASC a sus procesos investigativos, ya sea como medio o como fin en sí mismo.
INVESTIGACIÓN
Se estimúla la generación de conocimiento frente a principios, modelos, instrumentos, actores y metodologías de partcipación que constituyen este proceso.
Apropiación
Social del Conocimiento
INTEGRADA
La investigación se ve enriquecida, pues promueve el encuentro con diversos actores como comunidades, líderes, y gestores de política pública y los resultados generan valoraciones más positivas de la investigación y su pertinencia.
Estas dos líneas de trabajo dentro de la investigación con enfoque en ASC representan apuestas distintas para la generación de conocimiento. En el caso de los centros de ciencia, ambas rutas son válidas y pertinentes; sin embargo, según la naturaleza y tipología de cada centro, puede ser más factible desarrollar un enfoque que otro.
En el caso de los bioespacios —aquellos vinculados a colecciones vivas y enfocados en la conexión con el mundo natural—, integrar la ASC al proceso investigativo puede constituir un primer paso hacia la transformación metodológica. Desde allí, se abre la posibilidad de construir procesos más participativos, donde el diálogo de saberes, la sensibilidad territorial y la interacción entre científicos y las comunidades enriquezcan significativamente la investigación.
Por otro lado, en tipologías como los espacios dedicados a las ciencias exactas, físicas, sociales y la tecnología, así como en los espacios de construcción ciudadana en Ciencia, Tecnología e Innovación y los espacios mixtos, la Apropiación Social del Conocimiento puede abordarse también como objeto de estudio en si mismo. En estos casos, la ASC fluye con mayor naturalidad en el desarrollo de investigaciones orientadas a comprender, evaluar o fortalecer las relaciones entre ciencia, sociedad y territorio.
Aun así, más allá de la tipología, lo verdaderamente determinante es la voluntad y el compromiso del centro de ciencia con la institucionalización de la ASC y cómo permea la generación de conocimiento a través de la investigación. Independientemente de la línea que se elija, lo prioritario es que el centro reconozca el valor de su capacidad no solo para dinamizar la circulación de saberes y reflexiones en sus espacios, sino también para ser un actor activo en la producción de conocimiento.
¡CONSTRUYENDO DESDE LO TRANSDISCIPLINAR!
El diálogo de saberes
Abordar un proceso de investigación desde un enfoque de ASC implica repensar y ajustar no solo la metodología, sino también la naturaleza misma de los resultados. Este enfoque invita a incorporar el diálogo de saberes como parte esencial del proceso científico, promoviendo la reconciliación y articulación entre las ciencias y otras formas del conocimiento.
Así, se favorece una comprensión más integradora, situada y contextualizada del conocimiento.
En esta línea, Delgado y Rist (2016) señalan que la investigación transdisciplinaria parte de cuestiones de relevancia social, ecológica, cultural o económica, derivadas de los desafíos contemporáneos del desarrollo sostenible. La formulación de preguntas, así como la planificación, ejecución, evaluación e interpretación de resultados, se entienden como un proceso integral de comunicación y negociación entre diversos grupos de actores sociales vinculados a un problema específico.
Este enfoque posibilita la participación activa de actores que, aunque no necesariamente provengan del ámbito científico, representan formas de conocimiento igualmente válidas y necesarias. La creación y fortalecimiento de plataformas de coproducción de conocimiento entre múltiples actores se convierte así en un componente clave del procedimiento metodológico, ampliando el horizonte de lo que entendemos por investigación y generando resultados más pertinentes, legítimos y transformadores.
En los centros de ciencia de Colombia no trabajan solamente científicos. Por su carácter dinámico, interdisciplinario y en constante diálogo con la sociedad, estas instituciones requieren la articulación de saberes provenientes de diversas áreas del conocimiento.
Cada uno de estos perfiles aporta una mirada distinta y complementaria que enriquece las experiencias ofrecidas al público.
Esta diversidad de talentos no es fortuita, sino fundamental para responder de forma integral a los retos de una sociedad en permanente transformación. La ciudadanía ya no acude a estos espacios únicamente para recibir información científica, sino para vivir experiencias que conecten emocional, sensorial e intelectualmente con el mundo natural, social y cultural. Así, los centros de ciencia se han consolidado como escenarios seguros, inclusivos e innovadores, donde el aprendizaje se entrelaza con la emoción, la recreación, el juego, el encuentro y la construcción de memorias significativas.
En este contexto, la ASC emerge como una apuesta estratégica y ética. No se trata solo de comunicar resultados científicos, sino de generar procesos colaborativos en los que el conocimiento se construye de manera conjunta con las comunidades, reconociendo sus saberes, intereses y capacidades. Este enfoque transforma el papel tradicional de los públicos, quienes dejan de ser receptores pasivos para convertirse en actores activos dentro de los procesos investigativos y educativos.
Sin embargo, este camino no está exento de tensiones y desafíos. La ASC plantea preguntas fundamentales sobre el rol de las instituciones, la redistribución del poder en la producción de conocimiento, los marcos éticos del trabajo con comunidades y los métodos más adecuados para facilitar el diálogo de saberes. Donde su implementación depende de la tipología, sus recursos, sus alianzas institucionales, sus dinámicas internas y, sobre todo, de su voluntad política.
Investigar con enfoque de ASC implica preguntarse constantemente cómo construir puentes entre el conocimiento científico y los saberes locales, cómo diseñar metodologías inclusivas y pertinentes, y cómo asegurar que estos procesos tengan un impacto real y transformador tanto para las comunidades como para las instituciones. No basta con tener la intención: la pregunta clave sigue siendo, ¿cómo se hace realmente? Y responderla requiere tiempo, escucha, sensibilidad y, sobre todo, compromiso.
Los productos resultantes de la investigación pueden adoptar diversas formas, y en este sentido, es clave contrastar el universo de productos que actualmente evalúa MINCIENCIAS con aquellos generados desde un enfoque de ASC.
Integrar la ASC en los procesos investigativos no solo amplía la diversidad de resultados, sino que también enriquece la investigación al hacerla más inclusiva, participativa y con mayor impacto social. Al reconocer y valorar los saberes de las comunidades, se generan productos más pertinentes, con un arraigo territorial y cultural más fuerte, que trascienden los marcos tradicionales de la ciencia.
Sin lugar a duda, el diálogo de saberes constituye un pilar fundamental en la investigación desarrollada por los centros de ciencia. Su integración transforma no solo el proceso y los resultados, sino también los productos y, sobre todo, a quienes participan en ellos. La ASC demuestra que investigar no es solo producir datos, sino también tejer relaciones, reconocer otras formas de conocer y construir colectivamente sentidos y significados.
La importancia de la participación
Cuando hablamos de participación en procesos investigativos con enfoque de ASC, apostamos por una participación cocreada, en la que los actores no solo acompañan el proceso, sino que lo transforman desde adentro como lo vimos al inicio de este capítulo. Sin embargo, queremos ir más allá: no se trata únicamente de participar, sino de ser protagonistas.
Ser protagonistas en un espacio destinado a la generación de conocimiento implica reconocerse como sujeto activo y valioso dentro del proceso. Es creerse el cuento, darle peso y legitimidad a los saberes propios, a las tradiciones heredadas, a las experiencias de vida. No desde una postura de imposición, sino desde una perspectiva constructiva, en la que el conocimiento de cada quien complementa el del otro. Así, el producto final se enriquece, se vuelve más plural, más representativo. En este tipo de participación, el marco ético es clave: se vale cuestionar ideas, discutir conceptos, pero nunca irrespetar a quienes los portan. La diferencia no es un obstáculo, sino una oportunidad de aprendizaje mutuo.
Ahora bien, cuando se abre la participación en procesos investigativos, emergen dinámicas complejas que deben ser abordadas con cuidado. Jerarquías explícitas o implícitas, desigualdades de género, tensiones generacionales y estructuras racistas pueden colarse en los espacios de trabajo colaborativo, afectando la horizontalidad y el respeto que exige la ASC. Enfrentar estas tensiones implica tenerlas presentes desde el diseño metodológico y considerarlas como señales de alerta: nuestras banderas rojas. Reconocerlas no es suficiente; hay que gestionarlas activamente si realmente queremos que la investigación sea un espacio inclusivo, transformador y ético.
En Colombia existe una figura con un enorme potencial para convertirse en uno de los aliados más estratégicos de los centros de ciencia en la generación de conocimiento: los jóvenes investigadores. La articulación de estos jóvenes a los centros de ciencia puede trascender la ejecución de tareas técnicas o la simple recolección de datos asociada a un proyecto. Su presencia puede funcionar como una bisagra entre diversos actores, lenguajes y dinámicas, facilitando conexiones donde muchas veces hay distancia, vacíos o incomprensión.
Además de su aporte en la producción de conocimiento, los jóvenes investigadores asumen, dentro de los centros de ciencia, una función estratégica en la gestión de tensiones derivadas de las distintas maneras de comprender y aplicar el enfoque de ASC. Su disposición para comprender, traducir y reinterpretar visiones los convierte en facilitadores del diálogo, explicadores de conceptos y metodologías, y mediadores sensibles ante contextos marcados por resistencias o conflictos. Se ubican en un lugar intermedio, desde el cual pueden activar conversaciones entre lo académico, lo institucional y lo comunitario, convirtiéndose en agentes clave para la articulación, la reflexión crítica y la transformación del proceso investigativo.
En este ecosistema, el joven investigador navega un territorio ambiguo: en ocasiones se encuentra en clara desventaja, solicitando información en contextos donde su voz puede no tener el mismo peso, gestionando silencios, malentendidos e “incomunicaciones”. Sin embargo, en otros momentos, su rol le otorga autoridad —por ejemplo, al hacer seguimiento a la calidad y a los tiempos de entrega de productos investigativos—, situándolo en una posición de negociación y toma de decisiones.
Este constante ir y venir entre roles —a veces marcados por malentendidos o por la subvaloración de su trabajo— no impide que los jóvenes investigadores desempeñan un papel clave en el proceso. Más allá de lo técnico, contribuyen al fortalecimiento de capacidades en los semilleristas, quienes no solo adquirieron herramientas investigativas, sino que también encuentran en esta alianza un espacio legítimo para construir conocimiento colectivo. La relación con el centro de ciencia deja de ser solo un vínculo institucional para convertirse en una experiencia significativa de aprendizaje, inspiración y apropiación del proceso investigativo.
En la generación de conocimiento, además de los jóvenes investigadores, otro aliado estratégico para los centros de ciencia son los semilleros o grupos de investigación. Estas alianzas, de base estudiantil y acompañadas por docentes de instituciones de educación superior, se enfocan en líneas temáticas previamente definidas y tienen como propósito principal fomentar la investigación desde etapas tempranas de formación.
En articulación con los centros de ciencia, los semilleristas tienen el potencial de enriquecer significativamente los contenidos, las mediaciones y las experiencias que se ofrecen a los visitantes. Al mismo tiempo, fortalecen sus propias capacidades investigativas a través del trabajo de campo y la vinculación directa con realidades territoriales. Esta alianza representa una oportunidad concreta para que los estudiantes apliquen conocimientos adquiridos en la academia, aprendan haciendo y descubran nuevas formas de relacionarse con el entorno desde una perspectiva científica y socialmente comprometida.
Recomendaciones
Para los gestores de políticas públicas:
· Apúntele a nivelar la cancha de juego: póngale el ojo a los modelos de medición y a todos los actores que producen conocimiento en el país. Los centros de ciencia y otras organizaciones de diferente naturaleza, producen conocimiento y el desarrollo y medición de sus productos y procesos merecen más atención.
· Fomente en la política pública la investigación en ASC desde los centros de ciencia pero que articule grupos, institutos o centros de investigación, para que en el marco de la alianza se desarrolle y genere conocimiento, haciendo evidente el fortalecimiento en cada uno de los actores que participa.
Para los gestores de proyectos:
· Incluya jóvenes investigadores y fomente alianzas entre los centros de ciencia y la academia. Busque perfiles desde diferentes campos del conocimiento pero establezca acompañamiento constante al proceso para que el resultado y el impacto sea el esperado.
· Formule proyectos de investigación en ASC a partir de las problemáticas o necesidades del territorio y que estén dentro del alcance del centro de ciencia.
· Promueva la investigación en los centros de ciencia, con el enfoque en ASC pero reconociendo la capacidad, los recursos, el tiempo y el talento humano asociado a los centros.
· Promueva la investigación en función del fomento de vocaciones científicas en los jóvenes de la región. Incorpore espacios de aprestamiento conceptual, talleres y discusiones que enriquezcan el proceso y conecten a los jóvenes con la ciencia y la necesidad de hacerse preguntas.
· Incorpore procesos de sistematización de la experiencia vivida de manera transversal y desde el inicio del proyecto. Funciona muy bien presentar los resultados en múltiples formatos, para públicos diferenciados y con intenciones diferentes.
Para los centros de ciencia:
· Desarrolle procesos de investigación, pero garantice que se cumpla el enfoque de ASC que como centro de ciencia debería asumir. Hágalo a su medida, sin afanes, con los recursos, con las alianzas que tiene, con los acuerdos que pueda hacer, pero mantenga el proceso vivo.
· Promueva activamente el diálogo de saberes y la participación de otros actores en el proceso investigativo. Abrir el proceso, y abrirlo de verdad, enriquecerá el mismo recorrido de la investigación y el resultado será mejor comprendido, asimilado y usado por varios actores.
· No desarrolle procesos de investigación solo, las alianzas son la clave: comunidades, jóvenes investigadores, profesores, o instituciones de investigación pueden ser los mejores socios para generar conocimiento.
Capítulo 5 LA DELGADA LÍNEA QUE NOS SEPARA:
DESCENTRALIZAR O COLONIZAR
Gestión para la descentralización de la ASC
La descentralización es más que simplemente llegar a los territorios; implica pensar, definir, planificar y actuar desde ellos. Hablar de descentralización en Colombia es aceptar el reto de despojarnos de nuestras certezas y darle lugar a la posibilidad, a la duda y al cambio constante. En este sentido, la gestión para la descentralización de la Apropiación Social del Conocimiento (ASC) se convierte en una invitación a recorrer un camino muchas veces inexplorado, que requiere flexibilidad, decisión, capacidad de acuerdo y un propósito claro que permita construir rutas propias. Es fundamental evitar mapas o planes de acción estandarizados que no contemplen el desarrollo diferenciado y las particularidades de cada contexto.
En este sentido, estamos hablando de un proceso de cocreación a diferentes niveles en el que las comunidades no solo sean beneficiarias, sino también protagonistas en la construcción de su propio desarrollo, más cuando se habla de ejercicios de apropiación social.
La descentralización, entonces, no se entiende como la mera llegada al territorio. Nuestra apuesta va mucho más allá; descentralizar no es un acto administrativo, una firma de convenios ni la asignación de recursos. La verdadera cuestión es: ¿cómo podemos descentralizar sin caer en la trampa de la colonización? Esa es la pregunta que buscamos responder a partir de la experiencia.
DAR LUGAR A LA DIVERSIDAD
Porque la diferencia no sólo se gestiona, se habita...
La diversidad en los territorios es más que una realidad evidente; es un desafío que demanda flexibilidad y disposición al aprendizaje constante. No se trata simplemente de replicar modelos en nuevas geografías, sino de abrir trochas, adentrarse en caminos desconocidos, asumir riesgos y desafiar estructuras rígidas. Aquí es esencial cuestionarnos: ¿qué tan preparados estamos para asumir ese riesgo? Esta disposición a la adaptabilidad es crucial, porque cada territorio tiene su propia historia, cultura y necesidades específicas que requieren un enfoque singular.
En el caso del Pacífico colombiano, una de las mayores dificultades ha sido la conectividad en los territorios. El acceso limitado a redes de datos y una infraestructura vial deficiente condicionan el desarrollo de procesos de Apropiación Social del Conocimiento (ASC) a realidades que deben ser entendidas desde el inicio. Esto resalta la necesidad de diseñar estrategias que consideren estas limitaciones y busquen soluciones creativas que permitan superar estas condiciones.
En este sentido, la experiencia nos ha demostrado que, cuando no se incorporan las particularidades, los saberes y las prácticas comunitarias que han demostrado ser efectivas en el contexto los riesgos para el desarrollo de procesos y proyectos pueden aumentar. Así, es fundamental fomentar un enfoque de co-creación que permita integrar los conocimientos locales en los procesos de ASC, asegurando que las soluciones sean pertinentes y sostenibles a largo plazo.
Apostarle a la descentralización implica abandonar la pretensión de encajar la diversidad en marcos homogéneos y en su lugar, construir procesos abiertos y adaptativos que generen las condiciones para soluciones que emerjan desde el territorio mismo.
Esto significa fomentar un diálogo constante con las comunidades locales, donde sus voces y saberes sean reconocidos y valorados. La construcción de procesos participativos no solo enriquece las iniciativas, también fortalece el sentido de pertenencia y empoderamiento de las comunidades, elementos esenciales para el éxito a largo plazo de cualquier estrategia de ASC.
Cuando se habla de adaptabilidad, no se trata únicamente de responder a las condiciones externas, sino también de transformar internamente nuestras formas de trabajar. Esto requiere cuestionar nuestras propias certezas, estar dispuestos a desaprender y a reconocer que el conocimiento no es una fórmula exportable, sino una experiencia situada.
La diversidad existe...
Las formas de ser, pensar y entender el territorio son múltiples.
Pretender encajarla en estructuras de relacionamiento inflexibles solo distorsiona la participación.
Además, dar lugar a la diversidad no es solamente un asunto de método, sino también de ética. Significa asumir que cada decisión metodológica, cada herramienta usada y cada lenguaje adoptado tienen implicaciones sobre quién participa, cómo se participa y qué conocimiento se legitima. Por eso, las estrategias de ASC deben pensarse como tejidos vivos, capaces de acoger la heterogeneidad de formas de pensar, hacer y sentir que coexisten en los territorios. No hacerlo es correr el riesgo de perpetuar relaciones verticales que refuerzan desigualdades históricas.
Este enfoque también desafía la temporalidad de los proyectos. Las comunidades no viven en la lógica de los cronogramas institucionales y muchas veces el tiempo necesario para la confianza, para el entendimiento mutuo, para el diálogo profundo, no cabe en los plazos establecidos por convocatorias o contratos.
Por último, conviene resaltar que dar lugar a la diversidad implica también reconocer los modos distintos de habitar el conocimiento. Las formas de narrar, de comunicar, de sistematizar, de compartir, son múltiples. Y muchas veces las instituciones están acostumbradas a validar solo aquellas formas que se ajustan al formato académico o técnico. Apostar por una descentralización real también significa abrirse a otros lenguajes: el arte, la oralidad, la memoria, el cuerpo, la emoción. Todos ellos como vehículos legítimos para la producción de conocimiento.
ES UN ASUNTO COLECTIVO
Porque nadie transforma solo
Hay asuntos que solo pueden pensarse desde la colectividad, pues demandan acuerdos conjuntos que como sociedad nos permitan transformar realidades. La descentralización, como hemos mencionado, exige reconocer que los procesos de Apropiación Social del Conocimiento (ASC) deben ser construidos con los actores locales. En este sentido, fortalecer las alianzas entre los centros de ciencia ha sido un paso fundamental para ampliar el alcance y la pertinencia de las iniciativas en los territorios.
La experiencia de este proyecto ha demostrado que ninguna institución puede, ni debe, pretender saberlo todo. Parte del reto es comprender que en los territorios existen aliados con un conocimiento mucho más profundo de las dinámicas locales, precisamente porque viven allí, han tejido relaciones con las comunidades y han enfrentado los desafíos del contexto de primera mano. Esta conexión genuina no solo facilita la identificación de necesidades reales, sino que también puede contribuir a la co-creación de soluciones innovadoras que respondan a esos desafíos específicos.
En este sentido, un aprendizaje clave ha sido la importancia de conformar equipos diversos y bien articulados. No se trata solo de contar con expertos en ASC, sino de integrar personas con diferentes saberes, experiencia en la gestión territorial y capacidades para mediar entre los estándares institucionales y las realidades locales. Este tipo de equipo permite la creación de un ambiente multidisciplinario donde se pueden generar ideas que reflejen la pluralidad del contexto.
Construir colectivamente significa estar dispuestos a ceder protagonismo y control, resistiendo la tentación de la lógica institucional que lleva a centralizar decisiones y conocimiento.
La verdadera descentralización ocurre cuando se confía en las capacidades del territorio y se permite que las soluciones sean diseñadas y lideradas por quienes las van a implementar. Este enfoque implica cultivar una cultura de confianza, en la que las instituciones centrales se conviertan en facilitadoras y apoyen a las comunidades en el desarrollo de sus propias capacidades. Al hacerlo, se fomenta un sentido de responsabilidad compartida que puede transformar no solo la gestión del conocimiento, sino también la relación entre el estado y la sociedad civil.
Alianzas horizontales
Cuidado y escucha
TRANSFORMACIÓN
DESDE EL TERRITORIO
Decisiones compartidas
Confianza en los saberes locales
Equipos diversos y articulados
La capacidad de trabajar colectivamente también abre la puerta a una mayor transparencia y rendición de cuentas. Cuando las comunidades son parte activa en el diseño y ejecución de proyectos, se incrementa su interés por monitorear y evaluar los resultados, generando un círculo virtuoso de participación y control social. Este sentido de corresponsabilidad ayuda a crear un entorno en el cual las decisiones se toman en función del bien común y no de intereses particulares, contribuyendo así a la construcción de una ciudadanía más activa y consciente de su papel en la sociedad.
Esta apuesta colectiva también requiere tiempo, escucha y cuidado. Muchas veces, lo más transformador ocurre en los márgenes: en las conversaciones informales, en los desacuerdos que nos obligan a replantear supuestos, o en los momentos en que se abren espacios de reconocimiento mutuo. La colectividad no se decreta, se construye paso a paso, en la práctica cotidiana de reconocerse como parte de un mismo tejido.
Dicho esto, se re afirma la necesidad de crear condiciones para que lo colectivo florezca —a través de alianzas horizontales, metodologías abiertas y confianza en las capacidades locales— de modo que los procesos no solo se vuelvan más pertinentes, sino que crezcan en su capacidad transformadora. Este tipo de trabajo demanda dejar atrás la idea de las fórmulas ganadoras y replicables en donde se copian los roles, las maneras y e incluso los propósitos, como si esto garantizara resultados acordes.
SENTI-PENSAR EL TERRITORIO
Porque es asunto de sentido e intención
Ya que sabemos que el camino para descentralizar es más que llegar a los territorios, nos enfrentamos al reto de cuestionarnos nuestra aproximación a sus realidades. Es decir que, comprenderlos no es solo reconocer sus lugares de enunciación, sino darle lugar a la experiencia misma de quienes lo habitan.
Esto requiere una aproximación que no se limite a la planificación técnica, sino que reconozca que el conocimiento no es neutral y que cada territorio tiene formas propias de interpretar y apropiarse de la realidad. Aquí es donde cobra sentido la invitación a sentipensar el territorio: no se trata solo de diseñar estrategias desde un escritorio, sino de construirlas desde la cotidianidad, desde las emociones, los imaginarios y las luchas que configuran cada espacio.
El concepto de sentipensar introducido por el sociólogo Orlando Fals Borda, se refiere a la integración del sentimiento y el pensamiento en la comprensión de la realidad. Esta perspectiva es fundamental porque agrega una capa de complejidad a la forma en que se aborda el conocimiento. En el contexto colombiano, donde las realidades a menudo están marcadas por la inequidad y la exclusión, el sentipensar permite una comprensión más profunda de las dinámicas sociales y culturales que afectan a las comunidades. Esto implica reconocer que el conocimiento es también resultado de experiencias vividas, luchas históricas y emociones colectivas que dan forma a la identidad de un territorio.
Cuando el estado no está presente en los territorios, otros actores ocupan ese lugar. En regiones como el Pacífico colombiano, esto ha significado la consolidación de estructuras que refuerzan la exclusión y el conflicto. Sin una oferta institucional fuerte, descentralizar la ASC no es solo un tema de gestión, sino una oportunidad para que el estado haga presencia de manera significativa, reconociendo el conocimiento como un vehículo de transformación social. Aquí, los proyectos de ASC pueden ser estrategias que abran caminos allí donde la ausencia institucional ha dejado vacíos, generando espacios para la juventud, promoviendo el fortalecimiento comunitario y convirtiéndose en una vía para la construcción de paz.
Bajo estas condiciones, el concepto de sentipensar el territorio no es una simple referencia teórica, sino una necesidad metodológica y una declaración política. Es un llamado a reconocer que las comunidades no solo saben, sino que también sienten y experimentan su entorno de formas que los marcos racionalistas no siempre captan.
Así pues, implementar proyectos incorporando este enfoque permite construir alianzas más significativas y auténticas con las comunidades, promoviendo un diálogo que valore sus experiencias y saberes, y que trascienda las visiones unidimensionales de desarrollo.
Boaventura de Sousa Santos (2009) también aporta a esta reflexión con su concepto de “epistemologías del sur”, que reivindica la importancia de los saberes locales frente a la hegemonía del conocimiento occidental. Teniendo en cuenta esto, descentralizar la ASC no es llevar conocimiento desde el ‘centro a la periferia’, sino potenciar los conocimientos ya existentes en los territorios y construir nuevas formas de pensar y actuar colectivamente.
Este enfoque también implica un reconocimiento de la diversidad de saberes que existen en el mundo, valorando las contribuciones que cada comunidad puede hacer al desarrollo de un conocimiento más inclusivo y equitativo.
Para finalizar, si la ASC aspira a ser un motor de descentralización real, debe partir del territorio y no llegar a él con fórmulas rígidas que limiten la comprensión del lugar en el que se encuentra. La escucha activa y la disposición a construir procesos flexibles no solo enriquecen la intervención, sino que también fomentan la capacidad de las comunidades para adaptarse y responder a los cambios y desafíos que enfrentan. Al centrarnos en el “sentipensar”, podemos crear un espacio donde el conocimiento se convierta en una herramienta de empoderamiento y transformación social, permitiendo a las comunidades forjar su propio destino.
Recomendaciones
Para los gestores de políticas públicas:
· Promueva participación real, no solo la representatividad formal. Más allá de la presencia simbólica, se trata de crear escenarios donde las voces diversas incidan en decisiones. Esto exige presencia territorial, escucha activa y mecanismos de participación que integren saberes comunitarios desde el inicio de los proyectos.
· Haga de la diversidad una práctica, no sólo un discurso. Reconocer la diversidad implica trabajar con ella, no representarla desde la distancia. Las políticas y demás herramientas de gestión deben habilitar espacios de encuentro entre saberes, respetar los tiempos locales y construir desde las formas propias de cada territorio.
· Adapte las herramientas para descentralizar de verdad, verdad. La descentralización exige marcos de gestión pública más flexibles y sensibles al territorio. La ASC puede ser motor de este proceso, si se cuenta con herramientas capaces de responder a los retos reales que implica gobernar desde la diversidad.
Para los gestores de proyectos:
· Diseñe con otros, desde el comienzo... Formular participativamente no solo evita reprocesos y fortalece la implementación, permite construir vínculos de confianza y corresponsabilidad. Escuchar, acordar y crear con quienes viven y trabajan en el territorio es clave para lograr soluciones más pertinentes y sostenibles.
· Planifique con los pies en la tierra... y en el barro. Visualice los escenarios más complejos desde el inicio: lo más lejano, lo inaccesible, lo incierto. Asumir esa posibilidad le permitirá anticiparse y asignar tiempo y recursos de manera más estratégica.
· Entrene los ojos para ver los matices, conecte con lo que ya existe. Reconozca los códigos, las dinámicas y las formas que ya existen en el territorio, porque muchas veces el talento local es el mayor recurso. Estar presente, escuchar con atención y aprender de la diversidad es lo que permite realmente transformar.
Para los centros de ciencia:
· Sostenga relaciones, no solo actividades. Conecte con otros, participe y construya redes territoriales que amplíen su voz y alcance. No se trata de hacer todo solos, sino de crear comunidad, de alzar la mano y hacer parte de múltiples conversaciones. La sostenibilidad de los Centros no solo se juega en su infraestructura, sino en su capacidad de tejer comunidades.
· Cuestione lo heredado y lo aprendido. No dé por sentadas las metodologías, discursos o formatos. Pregúntese siempre si lo que está haciendo tiene sentido para su centro y con eso asuma su lugar en el ecosistema. Como instituciones también se tiene un rol en el camino de la descentralización.
para seguir tejiendo
Sobre el marco normativo para la ASC
· COLCIENCIAS. (2015). Guía para la formulación de proyectos para centros de ciencia en Colombia. Colombia.
· MINCIENCIAS. (2021) Política pública de apropiación social del conocimiento en el marco de la CTeI. Colombia.
· MINCIENCIAS. (2023). Guía técnica para el reconocimiento de centros de ciencia. Colombia.
· MINCIENCIAS. (2025). Jóvenes investigadores e innovadores. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
· Fuentes, L., Garcia, H., Chinome, J., Chavarro, E., & Arango, R. (2024). Evaluación de talleres en los centros de ciencia en Colombia: Una propuesta desde la apropiación social del conocimiento. Estudios y Perspectivas, 4(4). https://estudiosyperspectivas.org/index.php/ EstudiosyPerspectivas/article/view/785/1248
· Portilla, R., Coronel, A., Riaños, V., & Arango, R. (2025). Evaluación a la mediación en centros de ciencia de la región Pacífico: Aproximación desde la apropiación social del conocimiento. Ciencia Latina, 9(1). https://ciencialatina.org/index.php/cienciala/article/ view/16827/24141
· Ecole de Médiation (s.f.). Profesión de la mediación de la ciencia: competencias referenciales transversales. Disponible en: https://www.estim- mediation.fr/v2/wp-content/ uploads/2016/03/Carto-Competencesnu.pdf
Para entender las relaciones entre la ciencia, tecnología y sociedad
· Cortina, A. (2017). Aporofobia: El rechazo al pobre. Editorial Paidós.
· Delgado, F., & Rist, S. (2016). Las ciencias desde la perspectiva del diálogo de saberes, la transdisciplinariedad y el diálogo intercientífico. En Ciencias, diálogo de saberes y transdisciplinariedad. Universidad Mayor de San Simón.
· Escobar, A. (2014). Sentipensar con la tierra: nuevas lecturas sobre desarrollo, territorio y diferencia. Universidad Autónoma Latinoamericana. Recuperado de: https://biblioteca.clacso.edu.ar/ Colombia/escpos-unaula/20170802050253/pdf_460.pdf
· De Sousa Santos, B. (2009). Pensar el Estado y la sociedad: desafíos actuales. CLACSO. Recuperado de: https://www. boaventuradesousasantos.pt/media/Pensar%20el%20Estado%20 y%20la%20sociedad%20desafíos%20actuales_CLACSO2009.pdf
· Fals Borda, O. (2009). Una sociología sentipensante para América Latina. Siglo del Hombre Editores. Recuperado de:https://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/coedicion/fborda/
· Humboldt. (2017). Ciencia participativa, contribución al conocimiento de la biodiversidad. Instituto Humboldt. https:// reporte.humboldt.org.co/biodiversidad/2017/cap1/105/#seccion12
· NCCP. (2025). Assess your institutional culture: Introducing the EDGE tool. https://www.publicengagement.ac.uk/resources/ guide/assess-your-institutional-culture-introducing-edge-tool
· Bardon, A. (2019). Qu’est-ce qu’animer un réseau des acteurs de la culture scientifique? Instant Science. https://www. instantscience.fr/actualite/quest-ce-quanimer-un-reseau-desacteurs-de-la-culture-scientifique/
· Daza-Caicedo, S. (2013) La apropiación social de la ciencia y la tecnología como un objeto de frontera, en Vogt, C. et al. (eds) Comunicação, divulgação e percepção pública de ciência e tecnologia. pp. 49–62
· Franco-Avellaneda, M., & Pérez-Bustos, T. (2010). Tensiones y convergencias en torno a la Apropiación social de la ciencia y la tecnología en Colombia. En Deslocalizando la Apropiación social de la ciencia y la tecnología en Colombia. Aportes desde prácticas diversas (pp. 9-23).
sueños de región
Gracias, totales
«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo»
Eduardo Galeano
Gracias por cada paso, cada idea compartida, cada gesto sembrado. Esta historia, que fue hecha entre muchas manos, no termina aquí: sigue navegando como el río, que al encontrarse con otros afluentes, no se pierde, sino que se vuelve más profundo. Porque aquí nadie llegó solo, ni se va sin dejar huella.
Si algo nos enseñó este camino es que la ASC también tiene por herramientas el azadón para encontrarse alrededor de las plantas, las botas pantaneras para recorrer el territorio y la guitarra para cantar las historias.
Que la ASC es una es una forma de resistencia amorosa, una siembra lenta pero fértil de paz, que celebra la diferencia y permite pensar otros paradigmas de bienestar y desarrollo.
Fundación Zoológica de Cali
María Clara Domínguez Vernaza
Equipo de implementación
Diana Marcela Vivas Ramos, Robert Arango López, Daniel Cárdenas Yusty, Rusbel Salazar, Meriel Ellen Rodríguez