Teatro
sobrebue
S
O
B
R
E
09-18
Documental
Traducción de las noches
Un íntimo encuentro con la más elevada de las experiencias, ver a un artista en conexión directa con el Supremo. El arte en su expresión más pura.
A
ctriz y cantante, autora y directora, Virginia Innocenti regresa a la escena central del teatro de la ciudad con un nuevo acierto. Se trata de un proyecto de su autoría, al igual que Dijeron de mí, En la sangre, sueños de agua y desembarco o En agua negra, en colaboración con Mariana Obersztern. O que su reciente espectáculo En la luna, canciones de amor. En esta oportunidad la mueve un material documental que denomina Ficción biográfica descarnada, donde hace catarsis con los fantasmas y sinsabores de su vida familiar de la infancia. Innocenti se muestra en un nivel de compromiso que solo los artistas que han trascendido pueden lograr.
Un Golem
Todo es distinto a los ojos de un viejo cabalista. Quien sabe ver, halla lo que al ignoto le es vedado. En esa doble realidad, Demaría y Tolcachir encontraron oro.
L
Foto: Francisco Castro Pizzo
|4|
sobrebue.com
La dramaturgia es de gran contundencia, a pesar de estar construida a partir de poesías creadas a muy temprana edad, desempolvadas después de 40 años. Su forma de narrar las desventuras de su infancia y adolescencia es arrasadora, se alinea con la frase de Cervantes “en todas casas cuecen habas; y en la mía, a calderadas”. El espectáculo cuenta con música en vivo, interpretada por Sergio Zabala en guitarra y voces, Gaspar Tytelman en percusión y con un gran aporte, la especial mirada de la artista diseñadora de luces Leandra Rodríguez. No deje de deleitarse con este espectáculo que es una caricia al alma, agende porque por culpa de la agenda de la actriz, solo permanecerá en cartel durante el mes de septiembre. // Atilio Tustali Centro Cultural de la Cooperación. Sala Raúl González Tuñón 1º. Av. Corrientes 1543. Domingos de septiembre a las 19:30.
Comedia musical
Comedia
a principal razón por la que hay que ver esta obra es, sin dudar, el placer de encontrar en escena a Isidoro Tolcachir, en una genial interpretación de este personaje de gran sabiduría y con el humor de quien observa más allá de la realidad mundana. Estupenda composición que muestra un facetado personaje, capaz de transformar, con gran humor, la desdicha de un hombre en su máxima felicidad. Dirigido por su hijo Claudio, ambos conformaron una gema, donde el compromiso por el arte y la diversión van de la mano, como ellos. Un profundo conocimiento de los secretos de la cábala y del judaísmo por parte del autor Gonzalo Demaría, nos permite redescubrir e interpretar signos y costumbres de la filosofía de esta religión. Un autor que siempre es tan bienvenido como sorprendente en la diversidad de los temas que aborda.
En principio, al igual que lo ha hecho en cada una de sus propuestas, tiene claro lo que quiere contar y con qué herramientas componerlo. La genialidad está en “la idea”. El resto es su arte para realizar el cruce de diciplinas que maneja con soltura. Ella se inventa un pretexto de gran interés, una metáfora social, y es el campo donde desarrolla un nivel superlativo de compromiso artístico, donde se demuestra a las claras por qué es una de nuestras grandes de la escena. Su calidad interpretativa está presente en los textos, en las negras del habla, en esos silencios que tan bien maneja, en su canto, en la coreografía de su cuerpo.
Club de beneficios
En la mitología judía, el Golem es un ser construido desde una pieza de barro con forma humana y animado por la magia de un ilustre rabino, quien además tiene el poder de destruirlo. Este mitológico ser es parte del enredo de esta comedia desopilante que propone un santo de profesión peletero, compuesto magistralmente por Roberto Romano, quien junto al cabalista, ambos personajes centrales de la trama, poseen la ductilidad de hacer de este material una verdadera obra de arte que transita un sinfín de emociones. Acompañados por Emanuel García, con una excelente dirección y el humor de Daniela Pal -que le aporta una frescura especial al estupendo material- convocan un sinnúmero de espectadores a la acogedora sala del querido Timbre 4. // Juan José Bertolaga Timbre 4. México 3554. Sábados a las 20:45. Domingos a las 19.
Divino Amore
Carlos Casella, María Merlino, Marcos Montes y Alejandra Radano juegan el gran juego del teatro. Con belleza, humor y maravilla.
Foto: Carlos Furman
C
uentan que en Roma, en la década del 60, el lema La imaginación al poder desbordó sobre una viuda y una huérfana: las Palmi. Alfredo Arias las recrea con amor. Sus disparatadas personalidades deslumbran. En ropajes de monja medieval –Merlino- o como la Salomé art nouveau que encarna la gran Radano. Vestuario que Pablo Ramírez se debe haber divertido tanto al crear: los colores se abren y cierran como alas, multiplicadas en la gran sombra que contrasta contra los velos fucsia. (Qué cómico el misterioso strep tease de Salomé. Y el auxilio que le presta Herodías amontonando, solícita, velitos). Marcos Montes pasea a tranco largo su dorada túnica de Herodes y ofrenda a Salomé la cabeza del Bautista sin conseguir más favores que los de la imaginación. Los cisnes de Casella dejarían pasmado a Tchaikovsky. Su lento baile persiguiendo la pluma con que lo imanta Montes es total elogio de la locura. Y su irreconocible Celes-
tina Grimoldi post NY muestra lo mucho que puede cambiar alguien si se lo propone. Sin fidelidad a ninguna convención salvo que el teatro es juego estos actores de voces privilegiadas y plasticidad extraordinaria reviven, dirigidos por Arias, a la mínima compañía que divirtió a Fellini y Passolini y que enjoyaba las noches romanas con alegre desprejuicio. China Zorrilla decía: “Vamos al teatro para ser felices. Por eso ese burbujeo de champán en el ánimo antes de que se encienda el escenario, el murmullo, la espera del cuento como niños encantados. ¡Cuando la entrega del público se da así, cuando nos creen lo que contamos, los actores nos sentimos dichosos como Sherezade: esa noche salvamos la vida!” Larga vida a Divino amore. Gracias, Arias y Cía. // Ana Larravide Teatro de La Ribera. Av. Pedro de Mendoza 1821. Viernes a domingos a las 20:30.