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CIRCULARIDAD: satisfacer las demandas sin impactar el medioambiente
En días pasados, Veolia Water Technologies & Solutions, presentó su primer “Barómetro de la Transformación Ecológica”, una encuesta de opinión mundial que evalúa el nivel de aceptabilidad de las soluciones ecológicas y analiza los obstáculos y las medidas para acelerar la transformación
Entre los panelistas invitados a la presentación del documento, estuvo José Manuel Ardavin, director ejecutivo de la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (CESPEDES), quien se refirió a las tendencias actuales de las grandes empresas para impulsar la transformación ecológica, en por ejemplo, Economía Circular.
En su exposición, Manuel Ardavin dijo que la tendencia es el desempeño, es decir, el revisar cuáles son los indicadores de operación de la empresa que la lleven a un mayor valor agregado. Se trata de una evaluación de cómo se puede satisfacer mejor las necesidades de los clientes del mercado, pero teniendo en consideración un menor impacto en el medioambiente.
“Y esto implica muchos temas, como el de la energía; como el de la meta de consumo del 100% de fuentes renovables. Hay empresas que tienen objetivos hacia la reducción de su huella hídrica, o sea verificar cuánta agua consumen por cada litro de producto, por ejemplo, de refresco o cerveza. Otras que tienen un fin muy claro de reducción de Co2 por tonelada de producto que usen. Hay metas que tambièn tienen que ver con la protección de la biodiversidad de la cual depende el negocio”, comentó.
Al referirse a la Economía Circular, el director de CESPEDES opinó que podría ser una tendencia bastante nueva, aunque que más bien se trate de una especie de redefinición del desarrollo sostenible en el sentido de cómo se quiere lograr que los materiales y los insumos que se utilizan para producir cualquier cosa, se mantengan lo más posible en el ciclo de la economía y del medioambiente.
“Claro, no es un tema nada más de reciclaje; significa repensar el proceso: cómo se produce con menos energía, con menos agua y con menos materiales, y que el origen de esa agua, de esa energía, de esos materiales, provengan de una fuente sustentable, o bien porque es una fuente renovable, o bien porque se toma de materiales recuperados o reciclados”.
Esta manera de ver las cosas, los procesos, prosiguió el panelista, im- plica rediseñar los productos, aunque hay cosas sencillas para empezar, como que si el cambiar el color a una botella de PET la hace más reciclable o no, o si se le ponen determinadas etiquetas que la identifiquen. Si se hace eso, se puede facilitar el reciclaje y la recuperación.
Manuel Ardavin, dijo que en México hay algunos ejemplos interesantes, sobre todo en lo referente a los plásticos, que es uno de los materiales más importantes en el mundo.
Recordó que CESPEDES fue de los principales promotores del Acuerdo nacional con la nueva economía de los plásticos, hace cuatro años, ante el senado de la república, mismo que asumió el compromiso tanto de acopio como de contenido reciclado.
“Por eso estamos impulsando este tipo de propuestas para que en todo el país haya un atractivo sostenible de este producto. Otro ejemplo que tenemos es la planta más grande del mundo de reciclaje de PET; se tiene también la planta de refrescos más eficiente del mundo en cuanto a litros de agua por litros de esa bebida, lo mismo pasa con una planta de cerveza. Quiere decir que se están haciendo cosas que están impulsando, y por tanto, hay una voluntad firme del sector privado de avanzar en la materia”.
Sin embargo, para Manuel Ardavín, para seguir adelante, también se necesita de alianzas y de un marco de referencia, de orden regulatorio, de política pública que impulse los proyectos. En su opinión, en el caso de la energía, hay un retroceso en el país porque, aunque una empresa quiera abastecerse de energía cien por ciento renovable, no puede porque simplemente no depende nada más ella, sino de cómo está la red eléctrica, la política que hay en el país, de distintos apartados.
Para el director de CESPEDES, la política pública es muy importante y la compara con una ecuación, una suma de varios esfuerzos, como el de la sociedad que es fundamental, el del gobierno, el de las empresas, porque solo así se pueden alcanzar resultados.
“Todos tenemos que estar unidos hacia el mismo propósito, porque de otra manera, si no hay alianzas, el avance será mucho más lento. No solo es promover estas políticas de operación en las empresas, sino que también el gobierno participe y lo mismo la sociedad para que podamos tener un marco regulatorio que incentive estas conductas”.
Al interrogarle sobre cómo percibe de manera general el estado actual de la Economía Circular en México, Manuel Ardavín comentó que hoy en día, está en su fase de cobertura de reciclaje, que es lo más factible en las empresas. “Sin embargo, yo creo que el tema más bien es: ¿cómo podemos lograr que ese reciclaje incluya, además del plástico, a otros productos?”
Por lo pronto, y justo en lo que respecta a los plásticos, Ardavín aseguró que se sigue trabajando en eso, como lo demuestra el último reporte del Acuerdo Nacional de Plásticos, que indica que el 50% más o menos de las empresas que representa, reportan que en un 18% se ha dejado de incorporar nuevos plásticos a nuevos materiales.
“Estamos avanzando, sin embargo, se requiere de mayor inversión, un marco jurídico más acorde para que en todos los estados, de toda la república, haya la misma visión, de otra manera se limita la economía de escala. El estatus es promover más el reciclaje y seguir buscando cómo hacerlo”.
Martínez