Ante la problemática situación de despilfarro innecesario de papel en la facultad, me parece una buena iniciativa autogestionada el intercambio colaborativo no lucrativo de los textos ya impresos de semestres pasados para expandir la actual práctica individualizada a una dimensión más mayúscula en volumen humano. Tentativamente a realizarse a inicios de cada semestre por secciones catalogadas por año, dentro de estas por ramos y dentro de estas por profesor en particular. El sentido de lo anterior es promover la rotación de los textos entre las manos en vez de caer en el ciclo del reciclaje tan precipitadamente, pues el papel contaminado con tinta sigue teniendo vida útil.
La ignorancia pasiva y nociva de nuestra
comunidad universitaria es la razón por la que la conciencia ecologista no está permeando (i) el comportamiento individual de cada miembro del estudiantado, reproduciendo una tendencia inconsciente a la indiferencia fría de nuestra especie con la incidencia ejercida sobre el medioambiente y las relaciones ecológicas en el ecosistema, y (ii) todas las actividades realizadas en el interior de nuestra escuela. Por lo anterior mi compromiso es (i) apasionada y arduamente transmitir cultura ecologista por medio de infografías semanales centradas en temáticas medioambientalistas, que incorporaran información sobre la reutilización y residuos, conductas amigables con el medioambiente, ahorro energético, funcionamiento de las iniciativas de sustentabilidad de la Universidad, información actualizada de conflictos socio-ambientales las cuales serán recopiladas mensualmente en un periódico colaborativo de circulación en línea virtual, con la convocatoria a toda la comunidad a aportar con trabajos ensayísticos (columnas de opinión) y literarios sobre temáticas relacionadas para ser publicadas en colaboración con Secretaría de Comunicaciones
del CED. Además, (ii) mi energía estará orientada a teñir con la perspectiva ecologista la discusión de cualquier iniciativa del Centro de Estudiantes, ya que me comprometo a participar de asambleas ajenas a la propia temática del medioambiente junto a la mesa directiva, con el objetivo de construir proyectos conscientes, además de hacer lo mismo en el Consejo de Delegados y la Secretaría de Ecología y MedioAmbiente de la FECH.
En colaboración con la empresa del casino de la facultad (tema que ya está en conversación), me parece que una buena iniciativa es reutilizar los desechos orgánicos de la comida en la fertilización de la tierra para un huerto autogestionado, por medio de técnicas de compost.
Teniendo como base la perspectiva generalizada de monotonía en el paisaje universitario de concreto, al mismo tiempo que hay una actitud popularizada tendiente al estrés (con todos los efectos en la salud que esto conlleva) y a la medicación por medio de fármacos sintéticos, me parece una buena idea construir un huerto orgánico en Derecho, donde podamos sembrar plantas medicinales y relajantes como la melisa, menta, manzanilla y otras con participación fraterna e inclusiva a todos para así disfrutar de las bondades de la tierra de propiedad colectiva, además de que esto aportaría más verde a la vista.
En colaboración con la comisión de bienestar del Centro de Estudiantes, propongo la idea de tener quiebres periódicos mensuales a la rutina académica y grisáceo paisaje universitario por medio de instancias de efervescencia, distención y belleza visual llamados ‘‘Festival
Sustentable Florido’’ en el que se hará la convocatoria a los compañeros para traer sus maceteros con plantas y flores para saturar de colores el patio de la escuela, además de abrir el espacio para que en comunidad crear un espectáculo colaborativo lleno de música, poesía y otras expresiones artísticas, bajo una consigna de sustentabilidad promovido por un grupo humano articulado desde la Comisión de Medioambiente para hacer reciclaje.
Aunque el ideal es que no se fumara para no contaminar, me parece que una iniciativa creativa es establecer ceniceros con temas polarizados para que las personas fumadoras opten por una opción con sus colillas, como una dinámica didáctica a modo de incentivo de que la gente efectivamente deseche sus colillas en la basura envés de que estas queden en el suelo, ya que aparte de ser sucio, es un riesgo para las palomas que están en el patio.
Hoy día las flores del patio sirven de cierto placer visual, pero esto queda relegado al beneficio humano exclusivo. Creo que haciendo el pequeño esfuerzo de sembrar flores noantropocéntricas como la lavanda, podríamos aportar en el proceso de polinización de las abejas.
Mi idea es poder articular un grupo de 5 personas variable que se movilice por mantener hidratadas nuestras plantas, que salga una vez cada día en la mañana ya que muchas de éstas se secan pues no hay designación rigurosa de esta función. Me parece más deprimente para cualquier ser vivo convivir con plantas muertas.
Todo lo anterior es un pacto que consolida
junto a la Comisión de Medio Ambiente con la comunidad en estas elecciones y por lo tanto florecerá dependiendo de la voluntad de aportar de cada persona de la carrera, en tanto son autogestionadas e iniciativas colectivas que pretenden nutrirse de las voluntades unidas y que cosecha frutos para todos, sin exclusiones ideológicas ni de otra clase.
Ante la oculta situación del paradero de los residuos depositados en los contenedores de reciclaje, me parece que la comunidad universitaria debe empoderarse para exigir que Decanato regularice el contrato para tener una empresa estable que se haga cargo del trabajo de tratamiento y traslado de residuos, específicamente latas, debido a que actualmente kilos de estas se pierden por irse a la basura genérica CADA FIN DE SEMANA. El problema aquí radica en que dentro de los mismos acuerdos pactados y ratificados por la autoridad se encuentra incorporada la temática de la sustentabilidad (como el programa de Desarrollo institucional que recién este año está en real operación) como un punto de relevancia, y que hoy no se cumple por este tipo de conductas de indiferencia que son dañinas al ecosistema. La presión que pretendo dar a las autoridades
se materializa primero en reuniones convocadas en específico por la temática ó en el Consejo de escuela, y en un segundo momento, por medio de la constitución del Consejo Local de Unidad Sustentable en donde deberían estar confluyendo los tres estamentos.
Para lograr avances reales en tema de sustentabilidad en esferas más grandes (como el consumo energético, de agua y otros recursos), la Universidad de Chile ha contraído la Política de Sustentabilidad Universitaria el año 2012, en el Senado Universitario y está en plena vigencia por resolución exenta desde el 2016. Sin embargo, en Derecho aún no se constituye el Consejo Local de Unidad Sustentable como cuerpo articulado por esta orgánica, debido a que decanato no se ha pronunciado en este respecto en el Consejo de facultad para ser aprobado y emitir el decreto que lo constituya. La idea es poder sumar
fuerzas en el Consejo de Delegados y la mesa directiva del CED para que se cumpla con el acuerdo contraído con el medioambiente.
En el compromiso adquirido por nuestra Universidad en torno al Acuerdo de Producción Limpia dejó como deuda la constitución del Comité de la Sustentabilidad interfacultades, el que hoy funciona fácticamente pero sin la investidura formal necesaria. Pongo mi disposición en visibilizar el problema, aunque la dimensión burocrática del proceso excede mi radio de influencia.
Nuestra facultad incorpora a la sustentabilidad ambiental como meta de la gestión en el Programa de Desarrollo Institucional, se compromete a reducir la emisión de carbono, aunque aún no se realiza la consultoría para
medir la huella de carbono de la escuela, ósea que no hay una referencia comparativa clara para establecer la reducción progresiva.
Todo lo anterior estará sujeto a la voluntad de las autoridades y a la presión que pueda ser ejercida por el estudiantado en torno a estos temas.