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Desde la Sexta Circunscripción no. 54
La frase de la Dra. Nancy Gutiérrez en esta edición me llegó directito a los sentimientos.
“El corazón de una madre se va con los que se van".
Y cuántos nos hemos ido provenientes de los lugares de nuestro recóndito y amado México. Desde pueblitos chiquitos como el mío en Coahuila, como desde las ciudades más pobladas de los Estados todos de nuestro país.
Así que, aunque yo no tengo hijos paridos y criados en mi vientre, creo que todos los hijos son nuestros. Y la portada de esta edición no refleja quizás el dolor, la angustia y sin duda la esperanza que un hijo o una hija traiga al entorno de la familia.
En esta edición especial quizá no lleguemos a reflejar estos sentimientos, pero tratamos.
Los temas son diversos, pero a fin de cuentas hablamos de las mujeres que se han partido en muchos pedacitos para dar un buen adiós a hijos y esposos.
La madre mexicana es sacrificada, pero al mismo tiempo valiente. Llorar la pérdida física es una labor cotidiana que se refleja cada día.
Por eso, hasta las que no seamos madres, vemos en el vecino que parte, en el primo que emprende un viaje que no sabemos tiene retorno, en los cuñados que abandonan a su familia y muchas veces hacen otra en el extranjero.
Mucho qué perder, mucho qué ganar.
Deseo de verdad que desde nuestras regiones, recibamos a estos Héroes que ahora, tienen un lugar y en letras de oro, en el Congreso de la Nación.
Que nuestros representantes le demos validez. Especialmente los diputados y senadores migrantes. Que no sea una “legislatura de humo" y sepamos valorar este sacrificio de todos los que vivimos más allá de las fronteras.
Por lo pronto, compañeros, lectores y madres de familia,
Reciban un reconocimiento de nuestra parte.
Saludos.
Nora Oranday
EDITORA