Domingo 8 de septiembre de 2013
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Cómo llegó a Cuba Según reseñas de la época, su imagen apareció en 1612 ó a principios de 1613, en la Bahía de Nipe, la mayor de Cuba, situada en la Costa Norte de la región oriental de la isla. La historia, narrada bajo juramento eclesiástico a los 85 años por Juan Moreno, “el negrito de La Caridad”, nos relata cómo, habiendo salido él y dos hermanos indios, Juan y Rodrigo de Hoyos, en una canoa en busca de sal, al navegar por el Cayo Francés (en la Bahía de Nipe) observaron algo flotando sobre el mar. Al acercarse, vieron con asombro y alegría que se trataba de una imagen
de la Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos, sobre una tablilla donde se podía leer: “Yo soy la Virgen de La Caridad”. Lo asombroso fue que, aunque su vestido era de tela, se encontraba seco. Un Santuario primigenio se construyó de manera improvisada, empleando hojas de guano y tablas. Tras múltiples sucesos misteriosos ocurridos en torno a la imagen, ésta fue llevada al que sería su Santuario definitivo, a poca distancia de allí, en la cima de una loma cercana a las minas de cobre. Después de la Guerra de Independencia cubana, los veteranos pidieron al
Papa que declarase a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de la Isla. En documento firmado el 10 de Mayo de 1916 por el Cardenal Obispo de Ostia, delegado para el efecto, Su Santidad Benedicto XV accedió a la petición, declarando a la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona Principal de la República de Cuba y fijando su Festividad el 8 de Septiembre. La Virgen de la Caridad fue coronada por Su Santidad Juan Pablo II como Reina y Patrona de Cuba el sábado 24 de Enero de 1998, durante la Santa Misa que celebró en su Visita Apostólica a Santiago de Cuba.
De Izq. a Der., Pbro. Eustaquio Aguirre Franco, Sr. Obispo Francisco González G., Auxiliar de Guadalajara, y Sr. Cura Juan Carlos Viteri Salinas.
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druplicó el número de comuniones que se llevaban hasta los hogares de quienes así lo requerían. Por su parte, el Grupo de Cáritas Parroquial se ha acercado también a las personas postradas para conocer sus necesidades materiales y contemplar la posibilidad de ayudarlas. LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO EN EQUIPO ENTRE SACERDOTES Y LAICOS El Padre Viteri Salinas reconoció que en esta Misión los Laicos fueron protagonistas, pues lograron la realización de una empresa exitosa a través de su activo trabajo. Cabe hacer notar que se contó con la participación de tres seminaristas que tienen como comunidad de origen esta Parroquia, y quienes, durante su tiempo de vacaciones, junto con sus familias, estuvieron brindando su apoyo para la verificación de estas labores misioneras.
Respecto a la parte litúrgica de la Fiesta Parroquial, también ha estado orientada hacia los enfermos: “Hemos tratado de seguir descubriendo el valor del dolor, de la enfermedad; se ha promovido una sensibilidad más grande en torno a la atención espiritual hacia los que sufren”. Además, en cada uno de los días del Novenario se ha venido reflexionando en relación a la figura de alguno de los Santos Mártires Mexicanos. El sábado 31 de agosto fue conferido el Sacramento de la Confirmación, ceremonia que presidió Monseñor Felipe Aguirre Franco, Arzobispo Emérito de Acapulco, radicado eventualmente en Guadalajara, y cuyo hermano, el Padre Eustaquio Aguirre, está adscrito a esta comunidad: “A sus 82 años, trabaja mucho; es ejemplar su dedicación a los Sacramentos y la visita a los enfermos; sigue siendo un Sacerdote muy entregado”, relató el entrevistado.
El Sr. Cura Juan Carlos Viteri (al centro, arriba), rodeado de parte de su equipo.
La herencia del Congreso Eucarístico Para 2004, la Parroquia vivió un importante acontecimiento, ya que al celebrase en Guadalajara el 48° Congreso Eucarístico Internacional, una Delegación cubana visitó esta comunidad dedicada a su Patrona. A raíz de esto, la Parroquia recibió un especial regalo, pues un Obispo de Cuba envió una réplica de la imagen de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, tal como la que se venera en la población de El Cobre, de aquella isla antillana.