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Las pruebas estandarizadas y el uso de sus resultados para medir la calidad de de la educación

LAS PRUEBAS ESTANDARIZADAS Y EL USO DE SUS RESULTADOS PARA MEDIR LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN

Niny Johana Salazar Gómez - Docente de básica primaria. Doctora en Educación.

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El impacto que tiene la aplicación de las pruebas estandarizadas y el uso de sus resultados desde una perspectiva cuantitativa, es la lupa con la que se está midiendo la calidad de la educación en la actualidad.

La reflexión trasciende sobre la responsabilidad del docente para documentarse sobre los mecanismos que se usan en la evaluación constante que aplica en Ministerio de Educación Nacional. Un número significativo de padres y miembros de las comunidades educativas, piensan que las escuelas deberían ser calificadas con base a los puntajes que obtienen sus estudiantes en las pruebas estandarizadas, por lo tanto, las comunidades también deben ser educadas.

¿Cómo se está midiendo la educación actualmente?

Para este análisis se entiende por prueba estandarizada a aquella que produce información comparable a cerca de los desempeños de estudio de diferentes contextos, regiones o países, a través de grandes muestras (5.000 estudiantes, por ejemplo), para el abordaje de problemáticas latentes y la búsqueda de la solución de los mismos (Corrales, 1999). Lo que ocurre es que actualmente se usan estos resultados para fines de presión y no con propósitos claros, con una filosofía orientada, con responsabilidad compartida en relación a la educación, con diseño y técnicas pertinentes, con orientaciones claras a los docentes para que mejoren sus prácticas educativas, con apoyo del Estado y asistencia técnica competente y plazos establecidos, asuntos que no pueden ser improvisados.

Cuando un país decide aplicar evaluaciones, los resultados de estas se convierten en insumos que proporcionan diagnósticos sobre el estado de la nación a nivel educativo, además, permiten fundamentar mejor las políticas educativas adoptadas, mejorar la gestión de los sistemas educativos, usar los resultados como instrumento para el aprendizaje continuo. También logran mostrar la realidad de lo que los estudiantes saben; dada su heterogeneidad vislumbran que en la educación existen clases sociales y por lo tanto hay desigualdad y estudiantes que son desfavorecidos en cuanto a recursos, y por ende, en cuanto a ambientes de aprendizaje, lo que les disminuye las garantías de un conocimiento en igualdad. Se puede observar la evolución en cuanto al acceso a la educación a través de los años, los avances y los retrocesos en los procesos educativos, las condiciones de enseñanza en las diferentes localidades de un país, las inversiones y sus efectos.

La evaluación de la educación de un país debe ser holística, incluir elementos de corte descriptivo que contribuyan al estudiante el estímulo y la motivación por el mejoramiento, más que la estigmatización y la nota cuantitativa que lo ubica en un puesto. 24

El trabajo se complejiza precisamente, porque como su nombre lo dice, son pruebas estandarizadas que homogenizan la población a través de unos resultados; ello llevaría a pensar que la educación es una actividad que forma ciudadanos competentes para el logro de los mismos objetivos en una región o país, asunto que no necesariamente corresponde a la realidad porque se cuenta con variados territorios en una nación; y con ello varía también la cultura, las actividades económicas, las costumbres, las necesidades y un sin número de situaciones que hacen diferentes a las poblaciones.

Un fenómeno muy común cuando se analiza los resultados de las pruebas estandarizadas es que la atención se centra en el resultado final y en los porcentajes de pérdida o en el número de estudiantes ubicados en niveles superiores; si se emplearan estos resultados para comprender en qué competencias están fallando los estudiantes, este análisis se convertiría en un buen insumo para emprender planes de mejoramiento y trabajar sobre los puntos débiles de cada uno de los grupos, porque necesariamente, cada población requiere una atención diferente.

Además, las pruebas están diseñadas para revisar parte de los conocimientos abordados por la escuela; por lo tanto se quedan cortas a la hora de evaluar todas las competencias, esto quiere decir que no son lo suficientemente eficientes y eficaces para generalizar el rendimiento de estudiantes y menos para medir la calidad de la educación; así, no puede la labor educativa depender de sus resultados porque si una prueba cubriera en realidad todos los conocimientos y las destrezas de los estudiantes, sería excesivamente larga.

Las pruebas estandarizadas de logros a menudo tienen que cumplir su labor de medición con un conjunto mucho menor de ítems que el apropiado para evaluar todos los conocimientos abordados en la actividad educativa. Es así como el tiempo que se emplea para la aplicación de una prueba, se convierte en un obstáculo para el análisis apropiado de los contenidos aprendidos en los establecimientos educativos de un país.

Afirmar que puntajes bajos o altos en las pruebas son resultado de la calidad de la enseñanza es ilógico porque el desempeño de los estudiantes en las pruebas estandarizadas de logros está fuertemente influenciado por tres factores, sólo uno de los cuales está vinculado a la calidad educativa: (1) lo que se enseña en la escuela, (2) la capacidad intelectual innata del estudiante y (3) el aprendizaje del estudiante fuera de la escuela (Popham, 1999).Tan solo el primero, tiende a tener que ver con las competencias desarrolladas en la escuela, los dos siguientes dependen de múltiples factores, entre ellos los genéticos, familiares, socioculturales, ambientales y otros asuntos que se salen de las manos del sistema de enseñanza, pero que infortunadamente mide la calidad del mismo.

En Colombia, por ejemplo, los establecimientos educativos de básica y media son evaluados en su totalidad y reciben estos resultados, supuestamente para que puedan ser usados en la mejora de la calidad de la educación ofrecida. Estas pruebas, denominadas SABER, son aplicadas por el ICFES todos los años a los estudiantes de grado 11 y a los de 3º, 5º y 9º (MEN, 2017).

La calidad educativa es un componente que no debe ser medido únicamente por los resultados de las evaluaciones estandarizadas. Es un componente que requiere de inversión, revisión del contexto, atención gubernamental y que no puede quedar a merced de intenciones de políticos de turno, debe ser una política estatal que no se vea obstruida ni con el tiempo, ni en el espacio.

A partir de los resultados de las pruebas SABER en lenguaje y matemática y de otros indicadores relevantes, el Ministerio de Educación, en conjunto con el ICFES, construyó el Índice Sintético de Calidad Educativa, el cual presenta los resultados de cada establecimiento educativo, por cada nivel y ciclo ofrecido en básica primaria, básica secundaria y media, además, de otros componentes que tienen que ver con factores externos a la escuela (Cajiao, 2004). Aunque en el discurso se diga que estos resultados son usados para el mejoramiento de la calidad de la educación, realmente tienen un objetivo de fondo y es la presión hacia el maestro, que es quien debe asumir los resultados que lleguen a cada institución.

Aunque hay quienes dan la pelea y presentan sus argumentos frente a lo injusta que es la forma cómo se mide hoy día la educación, existen muchos miembros de la comunidad educativa, que están convencidos de que esa es la manera como se debe responder al Estado, además, que sólo se verá calidad en la medida en que el índice sintético de calidad aumente sus valores.

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