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Sumimedical y Redvital, una pandemia peor que el Covid
SUMIMEDICAL - REDVITAL, UNA PANDEMIA PEOR QUE EL COVID
Nora Milena Díaz Olarte - Presidenta de la Subdirectiva A propósito de estos tiempos turbulentos a nivel social por asuntos de la pandemia causada por el Covid-19, hemos visto cómo nuestros hábitos, rutinas y ciclos han cambiado drásticamente, desde nuestra alimentación, vestuario y horarios, hasta una jornada laboral que pareciera ser indefinida. Trasladamos la escuela en el caso de los maestros a cada uno de nuestros hogares, asumimos un rol impuesto para el que nunca se nos preparó…educar desde la distancia y sin recursos. Y ese educar de manera remota implicó que tuviéramos que adoptar unas nuevas dinámicas de vida, que de una u otra manera han tenido un impacto en la salud física y mental del magisterio. No es un secreto que antes de la pandemia, el magisterio ya adolecía de un servicio de salud digno y de calidad y con motivo del coronavirus la situación ha llegado a niveles alarmantes. Muestra de ello es el inconcebible número de
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Santa Rosa de Osos, Comisionada de Derechos Humanos de
ADIDA. Docente de la I.E Normal Superior de Santa Rosa de Osos. maestros que han fallecido en el departamento de Antioquia durante el tiempo de la pandemia, el cual se eleva alrededor de 50, una cifra escalofriante que no genera más que un sentimiento de indignación y repudio, cuando se concluye que esto es la consecuencia nefasta de las decisiones perversas del prestador de los servicios de salud del magisterio antioqueño, que ha concentrado toda la atención para los casos de
Covid-19 y ha focalizado todos los otros servicios en la modalidad de telesalud como lo menciona en su comunicado publicado en su sitio oficial del 15 de julio del presente año:
“Trasladar de forma temporal los servicios y procesos de atención de algunas IPS, con el fin de ampliar la capacidad de nuestros profesionales de salud en la atención virtual, fortalecer la atención domiciliaria y concentrar la capacidad presencial, que garantice la prestación de los servicios a las personas con síntomas de COVID-19”…“Mantener como principal modalidad de atención la telesalud, a través de la telemedicina y teleorientación ante la solicitud virtual, telefónica o mediante la estrategia CIGA de consulta médica”.
Ahora bien, si hacemos el análisis de lo que ha sucedido con la salud de los docentes a partir de este perverso plan de acción, podemos hacernos varios cuestionamientos: ¿si concentraron todos sus esfuerzos para la atención del Covid- 19 por qué no les han realizado la prueba a todos los maestros que han presentado síntomas? ¿por qué no les han entregado los resultados a todos los que se les ha realizado la prueba, si en muchos casos ya han pasado 1 y 2 meses? ¿por qué a quienes les ha salido positiva la prueba no les han hecho seguimiento virtual bajo la figura que adoptaron de telemedicina? Y peor aún ¿por qué no les han enviado a sus casas los medicamentos para el tratamiento cuando la prueba sale positiva? Si en el mismo comunicado citado anteriormente manifiestan que se debe “suministrar los medicamentos en el domicilio a la población en aislamiento preventivo o pacientes con infección leve por SARS-Cov-2 (COVID-19)”. Pero las preguntas no acaban ahí, si lo que se proyectó era poder
atender de manera más eficiente a los contagiados ¿por qué tantas trabas para la atención de éstos y tanta desidia para autorizar los traslados a las UCI?
Este panorama se vuelve más aterrador cuando le sumamos la negligencia y falta de atención oportuna de otras situaciones médicas que han sido descuidadas y desatendidas con un cinismo pavoroso y que a la larga han desencadenado el deceso de la mayoría de quienes hoy tristemente hacen parte de sus estadísticas, porque eso es lo que contabiliza el prestador de salud…un simple número, olvidando el valor de las personas.
Y ni que decir de los canales virtuales que habilitaron para atención o trámites administrativos, es una falacia que hace honor a su incompetencia y que va en contravía del primer derecho que promulgan como derecho de los usuarios en su página de internet donde manifiestan que “RedVital UT reconoce y se compromete a velar por los siguientes derechos: a recibir una atención oportuna y con calidad” y ahí cabe anotar que esa atención no es ni oportuna ni es de calidad.
Parece ser que el tema del Covid fue la excusa perfecta para la falta de interés y el desgano que demuestra Sumimedial y RedVital por sus usuarios. Una incompetencia que vulnera desde todo punto de vista, el derecho a la vida, no solo de los maestros sino también de sus familias y que además deja entrever una corrupción que se lucra incesantemente del trabajo honesto de todo un gremio.

Solo queda por concluir que parece ser que no es suficiente con cumplir con los aportes de ley que mes a mes hacemos los maestros por este concepto, toda vez que seguimos estando desprotegidos y nuestra salud está en manos del azar y la suerte.
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