Portada
NACIONAL
revistaQ.com
MARIANA SALINAS PASALAGUA Presenta su libro “Derecho de amparo” Escribe versos cortos llenos de largas reflexiones
Por Mary Carmen Santana G. Fotografía: Alan Gerardo Aguirre García
“
Las Princesas sueñan con los Príncipes, la poetas soñamos con presentar nuestro libro en la Casa del Poeta ‘Ramón López Velarde’ gracias por abrirnos sus puertas”… expresó Mariana Salinas, durante la presentación de ‘Derecho de amparo’, “un libro que verso a verso nos va introduciendo al mundo que anheló: ser escritora”.
Raúl Salinas, Mariana Salinas y Juan José Salinas Pasalagua
Rodeada de sus seres queridos: su papá Raúl Salinas y su tía Adriana Salinas, la poeta cristalizó el sueño tan anhelado por años, debutar como escritora de un poemario que sorprendió a personalidades de la literatura como: Raúl Renán, Eduardo Hurtado, y Jorge F. Hernández padrinos de estos textos que al leerlos quedaron atrapados y que no escatimaron en su apoyo hasta lograr que quedaran plasmados en esta edición. Mariana Salinas Pasalagua, está consciente de la enorme carga que ha tenido en su vida, el hecho de ser hija de Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex presidente de México Carlos Salinas de Gortari, linaje que la retó a prepararse y no claudicar hasta escribir su nombre con letras mayúsculas en el mundo de la literatura.
Alonso García Borja y Marina Viancini
48
Marisol Rodríguez y Marisol Pérez Salazar
Fátima Soto, Patricia Cambiaso y Raúl Renán
Claudia Acuña
Orgullosa de su esfuerzo, Mariana Salinas Pasalagua
Esta velada literaria en la vida de Mariana, sin duda es el resultado de muchos años de estudios, es licenciada en literatura, cuenta con dos maestrías en psicología y doctorado en letras modernas que estudió en la Universidad Iberoamericana y este es el primero libro que la conduce con libertad al camino que ella quiere seguir dentro de los libros. “Derecho de amparo”, no es un libro que hable de lo legal, es una edición de poesía que se lee rápido y en el cual Mariana Salinas Pasalagua, se traza como objetivo rescatar la idea de Octavio Paz, de sacar al lenguaje de su zona de confort y poderlo trasladar a una zona totalmente opuesta, que en este caso sería el ámbito de lo poético.