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VIAJES
Texto y fotos Eva Aguado y Jorge Herranz
Laos, el pais de los monjes Después de varios meses por las frías e invernales tierras de Nepal y Tibet nuestros cuerpos pedían a gritos algo de calorcito y buen clima, por lo que no nos quedó más remedio que escucharlos, así pues, buscando ese calor decidimos cruzar la frontera entre China y Laos y adentrarnos en este país del que no sabíamos gran cosa, salvo la mediática detención de Roldán y poco más. Antes de cruzar la frontera cambiamos moneda en el mercado negro chino, pues aunque parezca raro por aquel entonces el único cajero del que podíamos sacar dinero los extranjeros estaba situado en un hotel en la capital del país, Vientiane, bastantes kilómetros más al sur.
Barca de pescadores en el Mekong desde el Sunset Guest house
Los primeros días los pasamos en la capital de la región del No hacía falta alejarte mucho de la ciudad para darte cuenta norte, llamada Luang Namtha, ciudad que a ojos de cual- de que el turismo no era algo habitual en los poblados a quier europeo podría ser un pueblito. Era una zona mon- los que llegábamos con las bicis de alquiler. Era maravilloso tañosa, muy tranquila, donde los pocos turistas que había, estar rodeado de tanta naturaleza y sentirte tan lejos de la civilización, aun estando al lado de una ciudad, las aldeas llegaban para hacer algún trekking por los alrededores.
Búfalos de agua dándose su baño matutino en Don Det de las 4000 islas
Pescadores locales del delta interior de Mekong
