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ARTE EN FOTOGRAFIAS

Sensaciones

Mi nombre es Diego, tengo 45 años y resido en un pueblo de la comunidad de Madrid.

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Compagino el trabajo, con una de mis grandes pasiones, la fotografía, una pasión que no realizo de manera profesional.

Mi interés y mis primeros pasitos en la fotografía, vienen de la mano de otra de mis grandes pasiones, viajar, conocer mundo, empaparme de otras gentes y otras culturas... Un día como cualquier otro, me paré a pensar, en lo rápido que se nos pasa la vida, en que vivimos inmersos en un caos continuo que no nos permite disfrutar de lo verdaderamente importante.

Las sensaciones.

Las sensaciones que nos dejan los detalles de los pequeños momentos, lo que nos transmite una mirada, lo que nos hace sentir un amanecer

Y comencé a fotografiar todas y cada una de mis experiencias, de mis sensaciones, de todos esos instantes que por unos segundos, nos ponen los pelos de punta

Para que no se me olviden, para que no se me olviden ni los momentos ni las personas que pasan por mi vida y que me han aportado algo bonito, para que queden grabadas no solo en mi retina, sino también en mi cámara.

Estos son algunos de mis “momentos”, esto es un poquito de mí...

Mi nombre es Jorge Pascual, original de Pedrezuela, pueblo lleno de historias y naturaleza. Soy fotógrafo profesional con más de 12 años de trayectoria y toda mi vida ha estado ligada a la fotografía, por ello quisiera compartir con usted unamirada.

¿Qué es la fotografía?

Para mí es, ni más ni menos, la consecuencia de emociones y sensaciones que nuestra retina nos susurra. Cada conjunto de trazos y colores que se acompasan con nuestro corazón para elegir ese momento, tan único como irrepetible donde decides inmortalizar para la posteridad esa imagen que siempre te cuenta una historia. Es el romanticismo en la mirada, la admiración con propósito de congelar un latido, una filosofía de vida dentro del famoso dicho, una imagen vale más que mil palabras.

Siempre buscando belleza, verdad, mentira disfrazada, tristeza ... provocando esa sonrisa o esa lágrima peregrina que nos recuerda desde el ángulo más hermoso, con la luz más tenue, los colores del fuego o del mar en calma, que nuestro ser siente y se expresa admirando.

Expresar fotografía es contarle al oído lo que siento al ver, para compartir con usted ese momento tan especial que irremediablemente se revalorizará con el paso del tiempo.

Si usted es como yo, y colecciona momentos en esta efímera vida, le invito a que recuerde con los ojos cerrados cada caricia, cada beso, cada sensación y entienda que momentos que fueron inmensamente felices, ahora se tornan tristes por la falta de ese ser querido. Es el valor de los recuerdos, de nuestra historia, y de mantener vivos los instantes que nunca querremos olvidar.

Por todo ello, vivir fotografía es recordar, soñar, reflexionar, admirar, desear, ternura, cariño, amor… es VIVIR y valorar cada momento único.

Cuando salgo por el monte y me quedo impresionado por las bellezas del Valle del Lozoya cosa que conozco bien porque vivo en él me sale el echar mano al bolsillo para sacar la cámara y perpetrar una foto. No lo hago porque para eso está María Barquero (Madrid, 1966).

Una vez licenciada en Publicidad por la Universidad Complutense de Madrid empezó a desarrollar sus dotes artísticas como poeta pero desde que se trasladó a vivir a Braojos de la Sierra en el año 2004, tras residir ocho en la ciudad belga de Brujas, es raro que no traduzca cada uno de sus numerosos paseos por los municipios de la comarca en una colección de bellísimas fotos. Su constante entrenamiento disparando,

la fotógrafa que destila la luz de la Sierra Norte

especialmente paisajes, le ha dotado de una mirada nítida y serena que abarca ya cualquier género fotográfico incluidos el retrato, el bodegón y el reportaje arquitectónico. Siempre está atenta a lo que le rodea con la cámara preparada y a mano, actitud y aptitud que es lo que hace a una fotógrafa ser una gran fotógrafa. Da igual que salga a pasear a sus perros, a visitar a unos amigos, a tender la ropa, a comprar el pan, al supermercado, a resolver unas gestiones burocráticas o al taller mecánico. María Barquero siempre está atenta y lista para disparar.

Así que cuando voy a sacar mi máquina por la zona lo pienso dos veces. Seguro que María lo hará mejor y seguro que no se le escapa ningún momento mágico de la sierra. Es mucho más emocionante esperar a que me muestre su certera foto porque ella capta lo más sutil destilando la luz del momento, convirtiéndolo en un aceite esencial gráfico, en una contundente y hermosa verdad. Su sensibilidad y mirada amorosa es inmejorable.

Su generosidad estética es inmejorable. Gervasio Tallo

Olga Lorenzo Bruña, nacida

en Riego de Lomba, Sanabria (Zamora) en 1961.

Tiempo después, hace 10 años y cuando ellos se hacen mayores, decido que es el momento de empezar a aprender y con esa idea y también la de empezar a hacer cosas para mi misma, encuentro unas clases en un Centro Cultural dirigidas por Pepa, mi primera profesora de fotografía. Allí pasábamos las tardes, los fines de semana. Traíamos modelos, hacíamos salidas a lugares rurales, también a paisajes urbanos (que se convierte en uno de mis favoritos), empezamos a utilizar programas de edición de foto, aprendíamos sobre revelado y millones de cosas más que yo ponía después en práctica por mi cuenta. Empezamos a crear nuestra pequeña familia de fotógrafos aficionados donde todos teníamos millones de cosas que aportar al otro.

Es difícil saber desde cuándo viene mi afición por la fotografía. Sé que siempre me ha gustado, pero en casa, en aquella época, era impensable tener una cámara. Incluso apenas tenemos fotografías de cuando éramos pequeños, nada más de algunos eventos familiares donde mi tío nos hacía alguna – en blanco y negro- para el recuerdo.

Me regalan mi primera cámara con 27 años, analógica en aquel momento, la llevaba a todas partes para hacer fotos a mis hijos, las revelaba y las ponía en un álbum (como casi todos los padres del mundo). Y tras esa primera experiencia que me descubre lo bonito de la fotografía, mis propios compañeros me proponen formar parte de una Asociación de Fotógrafos (acflux.com) creada por ellos mismos, buscamos una sala, material y creamos nuestro “propio estudio de fotografía”. ¿Lo mejor? que creamos entre todos, que nos enseñamos los unos a los otros y aprendemos cada día juntos. Sin duda una de las mejores experiencias de mi vida.

“No hay reglas para las buenas fotografías, son solo buenas fotografías”. Ansel Adams