Tu_punto_de_encuento_nº 4
P@rn@so.cre@cción De la felicidad infinita del invierno, al vacío oscuro y frío de la lágrima y la nausea del desdichado momento; intentando rescatar de este naufragio, el naufragio de mi alma y de mi vida, este amor que sucumbe a la deriva. Del tormento de mi alma abatida por un quererte sin medida, niño. Que no me dejan ser feliz contigo, con tu carita risueña y cándida, con tus sonidos alegres y tiernos y tus ojos, tan vivarachos y bellos que atraen la luz de Dios y del cielo, la luz del alma divina, que se posa y amplifica en tus redondas mejillas. AURORA ESTEBAN ZARZA
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