Revista Nadie 3 edición PARACOLOMBIA

Por Gabriela Parra Sánchez

COLABORADORES DE ESTA EDICIÓN:

Revista Nadie /3/ Paracolombia / Diciembre de 2021

Escritos Damaris Román Mar Rodríguez y Andrés Quintero N.N. Juan David Cardozo Daviz Natalia Soriano M. Juan Felipe Jaramillo El Bardo

Verónica Curátola Tobar Leo Álvarivalium Francisco Suárez Damian V. Redxrevolt Mar Christian Andres Saavedra Carlos Andrés Cabas Vanegas

Arte visual Don Perro* Gabriela Parra Sánchez JP César Fabián Bonilla Peter Moon Brandon Pinto Andrés Sebastian Pachajoa Juanangelvdph El Bolívar Draw Nicole Chica Walter Camargo Starc MADE

Natalia Bedoya Getulio Montaña Laguna Cristhian Sánchez Fernanda Restrepo Daniel Vélez Libreta de bocetos David Castaño Pepqueen Lio Wu Almalgnia Margarita Rojas y Vanesa Valencia Gabomanija Esteban López Alejandro Bahos CRUM @vintage_bluee KaOz Davink Mono Azul Lizeth Andrea Caisedo Natalia Gutierrez Nur Viruzs Alexander Almeri Portal @uve.collage ZANT

*Ilustraciones de la portada y contraportada.

(Además de los artistas visuales anteriores,en esta edición, de la página 4 a la 7, presentamos algunos grafitis realizados en varios lugares, recopiladas por arteenresistencia.org de la Fundación Cartel Urbano)

Las opiniones que presentan los escritores y artistas sí representan a la Revista Nadie, porque todos somos Nadie.

Con el apoyo de:

NADIE C O L E C T I V O

@colectivonadie

Por Mesa Local de Grafiti de Bosa y la comunidad. Diseño de Andrés Henao

Por Coes, Klam, Indios, Insano, Tunjo, Plot, Porquería, Nocturne cat, Católico, Calentillo, Oisk, Amen Colectivo Resistencia y otros artistas y la comunidad. Fotografía por Coes uno

Por Colectividades Sur Oriente y Comunidad de Indingnaos del Sur Oriente - @colectivoartoarte

Por Gallinas Furiosas - @gallinasfuriosas

Por Les Lokes del Ritmo, Colectivo Nadie y Frontera Morada

Por Les Lokes del Ritmo y Colectivo Nadie

Por Pigmento Crew

Por Colectivo Pinta Resiste

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CONTRAEDITORIAL

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Ilustración por JP

HOY ME LEVANTÉ CON DOLOR DE MUERTE / Damaris Román

13 Ilustración por César Fabián Bonilla 14 Ilustración por Peter Moon 15

LA NECESIDAD DE REGISTRAR LA PROTESTA / Mar Rodríguez y Andrés ----------Quintero (Bogotart)

15 Fotografía por Brandon Pinto 16 Fotografía por Andrés Sebastian Pachajoa 17 Fotografía por Juanangelvdph 18

MATAN / N.N.

20 Ilustración por El Bolívar Draw 21 Fotografías por Nicole Chica 22

ARENA / Juan David Cardozo

22 Ilustración por Walter Camargo 23 Ilustración por Don Perro 24 Ilustración por Starc 25

PÁJAROS CUANDO VOLEMOS /Daviz

26 Ilustración por MADE 27

ESCONDITE / Natalia Soriano M.

27 Ilustración por Getulio Montaña Laguna 28 Fotografía por Fernanda Restrepo 29

FOSAS COMUNES / Juan Felipe Jaramillo

30 Ilustración por Getulio Montaña Laguna 31

ANIMAL / El Bardo

32 Ilustración por Libreta de bocetos 33

NUESTRA LISTA / Verónica Curátola Tobar

33 Collage por Pepqueen Lio Wu

34 Fotografía por Almalgnia 35 Ilustración por Esteban López 36

CUÁNTO CUESTA SER / Leo Álvarivalium

38 Ilustración por CRUM 39 Collage por KaOz 40Fotografía por Mono Azul 41 Ilustraciones por Natalia Gutiérrez Nur 42

CHISPA / Francisco Suárez

42 Fotografía por Alexander Almeri Portal 43 Collage por @uve.collage 44

ANITA LAVA LA TINA - ANITA LA BALA ATINA / Damian V.

45 Ilustración por ZANT 46 Fotografía por Natalia Bedoya 47 Ilustración por Cristhian Sánchez 48

04 de mayo de 2021... La madrugada / Redxrevolt

49 Collage por Daniel Vélez 50 Ilustración por David Castaño 51

PAZ SIN IMPUNIDAD / Mar

52 Ilustración por JP 53 Ilustración por Margarita Rojas y Vanesa Valencia 54

PALABRAS QUE SE REPITEN / Christian Andres Saavedra

54 Ilustración por Gabomanija 55 Ilustración por Alejandro Bahos 56 Ilustración por@vintage_bluee 57 Ilustración por Davink 58

MATRIA / Carlos Andrés Cabas Vanegas

60Ilustración por Lizeth Andrea Caicedo 61 Ilustración por Viruzs

P

atreve a convenir con el paramilitarismo. La vulgaridad de la burguesía o de los más pobres suele ser complaciente con esos ideales. ¿A cuántos vecinos no hemos escuchado reclamar mano dura? Que maten a los inconformes si eso me permite a mí dormir un poco mejor. Bala para el diferente por diferente. El paraco habita al cristiano más convencido y al ateo más modesto.

aracolombia no es una proclama, es la descripción de un hecho. En Colombia el Gobierno Nacional pacta con la ilegalidad para complacer a los grandes capitales; aquí la muerte mira a los ojos a quien el azar escupió pobre en un país profundamente desigual. Este es el sueño de cualquier dictador: abundan los apáticos... y los ataúdes para los valientes. En Paracolombia la vida es una moneda: para esto o para aquello, las vidas de en medio son un apenas un tránsito “razonable”: se arrasan si eso trae beneficios.

La sombra paramilitar tienta al falto de inteligencia. Así como la paloma de Kant pensaría, si pensase, que en el espacio vacío volaría mejor; así el bruto por pereza cree que sería mejor asesinar al inconforme por incómodo.

Pero, ¡ay!, ¿Qué sería de la humanidad sin aquellos que se atreven a poner en cuestión lo que se dice? Entre el que hace lo que le mandan y el que ve la injusticia y la denuncia hay una distancia que hace historia. El Estado, esa bestia que se cierne sobre los cuerpos, es una constante amenaza que necesita de herejes; antes de que termine de tragarse a sus hijos.

País de paracos que se premian unos a otros, que se dicen respetables mientras acumulan muertos debajo del tapete. ¡Ya basta de llamar empresarios a los asesinos, a los narcos, a los ladrones de tierras! Ni honorables son los congresistas que se atreven a vender el futuro con tal de que sus amos les ofrezcan una caricia. Una caterva de ladrones y asesinos es lo que ha dejado la historia política de este país. Vendedores de humo y sicarios al mejor postor. Todos unos infelices de mirada estrecha, ya demasiado viejos al nacer.

Incapaces de hacer algo por los demás; perdidos en sí mismos, en su más propia estupidez. Carentes de sensibilidad, al fin y al cabo.

Y ahí no acaba: tras cada uno de estos imbéciles hay una larga fila de aspirantes a opresores.

Si queremos cambiar esta situación en la cara de la Colombia paraca, debemos atrevernos a demasiado. Empecemos por vomitar nuestras certezas. Abandonemos el pudor mareado de tantos afanes inútiles.

Dudemos, siempre dudemos. Y allí, en el espacio personal, más o menos entre las muelas y la lengua, nacerá la amorosa imaginación que se necesita para cambiar la situación de este país.

La estructura criminal enraizada en este país es sostenida por gente con miedo, psicópatas y lambones. No solo el Gobierno es el que se

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Por JP

Hoy me levanté con dolor de muerte Hoy me levanté con dolor de muerte.

La he llevado incrustada en mi espalda con alambres de púa, sonidos de metralla y helicóptero...

Hoy me levanté con dolor de muerte, porque de tanto verla ha languidecido hasta desvanecerse.

Hoy me levanté con dolor de muerte.

He visto en el espejo la marca en mi frente con el nombre patria y mis labios están cosidos.

Hoy extraño nuestras largas compañías y mis reclamos envueltos en silencios.

Hoy me levanté con dolor de muerte Porque aún me estrello contra el piso y mi boca se llena de tierra.

Aún no me acostumbro a las mismas historias de horror.

Hoy me levanté con dolor de muerte, porque sólo seremos sombras difuminadas al final de los días.

Hoy me levanté con dolor de muerte, porque me ha dicho que haremos un mosaico de nuestros despojos y lo llamaremos nación.

Por Damaris Román

Por César Fabián Bonilla

Por Peter Moon

Por Mar Rodríguez y Andrés Quintero - Bogotart

Fotografía por Brandon Pinto n los oscuros lugares de internet –y por oscuros nos referimos a comentarios en Facebook en artículos sobre protesta social, hilos en Twitter que apoyan la idea de un “protestódromo” y videos del Centro Democrático– existe una delgada línea entre ser un protestante y ser parte de una milicia urbana guerrillera.

E

público y no un ejercicio para exigir que se respeten nuestros derechos. Y es que utilizar una fachada guerrillera en un país que duró en conflicto más de 50 años es simplemente macabro, pero justificable para los que se autodenominan gente de bien.

A esta deslegitimación de la protesta se han venido sumando los medios masivos que, con ánimos de subir puntos de rating y siendo lo más alejados de un contrapoder hacia el establecimiento, se acostumbraron a mostrar indignados rayones en la pared, vidrios rotos y personas

Esta fachada guerrillera ha permitido que la protesta se vuelva, tanto en la respuesta institucional como en las conversaciones de mesa de almuerzo dominguero, un problema de orden

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Este despertar masivo ha sido reportado de una manera democrática y plural por fotógrafxs y videógrafxs, alejados de los medios tradicionales. Han sido ellxs los que han contribuido a la construcción de memoria alrededor de estos momentos de efervescencia que el país no recordaba por estar adormilado con noticieros, reinados y partidos de fútbol. Es gracias a estas personas que ahora podemos tener un recuento certero para la posteridad de este país agotado de la suerte que le tocó.

El despertar en las calles, además, ha ido acompañado de una petición constante por tener un país del que no nos avergoncemos, y, sin estos audiovisuales, la deslegitimación de la protesta sería la única opción real para todos aquellos que no tienen la oportunidad de salir a las calles. Estos han demostrado estar despiertos y ante todo 'parados' para seguir el movimiento social en sus entrañas, ya sea desde las montañas del Cauca, en las primeras líneas de Portal o Puerto Resistencia o chupando gas lacrimógeno y sufriendo abusos policiales en las calles.

La conversación sobre nuestros derechos fundamentales –que son nuestra herramienta para controlar las decisiones del Estado– hoy más que nunca se ha puesto en duda, y si no fuera por lxs que registran a diario las calles, no se hubiese sabido de las aberraciones de la Policía y sus grupos paramilitares a lo largo y ancho del país.

Es en este sentido que le recomendamos seguir en Instagram la mirada aguda y parada de @jahfrann @alexarochi__ @juancamilorubianom @aivanvalencia @alterinaph @luiscarlosa85 @alexanderurzola @diego-

cuevasph @carlos_amador_d @manuela.aldana_ todxs, fotografxs como lxs que vienen en esta edición, que nos han mostrado la revolución en vivo y en directo, cada noche, cada día.

El lente de estos fotografxs demuestra que somos una generación con conciencia política y solidaridad social, que no cabe en las experiencias anteriores de protesta social y de mecanismos de representación. Este momento de protesta está lejos de ser apolítico y más cercano a no resignarse más a “lo que nos tocó”. Es por esto que la mirada aguda y aguerrida de lxs audivisuales en las calles demostrará que las implosiones vienen de las masas y el verdadero cambio se gesta desde abajo.

Fotografía por Andrés Sebastian Pachajoa

encapuchadas como “vándalos”.

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Por Juanangelvdph

Matan ¡En este país matan!

Matan y comen del muerto Matan de hambre o matan a bala Pero siempre, siempre, matan, Matan con sevicia y matan por gusto A quemarropa y con recalzada Matan en impunidad y con indiferencia Matan día, tarde y noche En donde sea y a cualquier hora, Al compás del ruido seco De la pala exhausta que las tumbas cava. ¡En este país matan!

Matan y le echan la culpa al muerto Llenan mil fosas de huesos Mientras las pantallas transmiten el juego, Como si no fuera a su gente a la que están matando Miran para otro lado Mienten, engañan y tapan Las atrocidades de quienes masacran Nos apuntan, nos tiran, nos matan, Dicen que llueve mientras nos mean la cara Esperando un aplauso al unísono de la balacera Justifican todo esperando la calma, Que porque era negro, blanco, mestizo, Indígena, campesino, trabajador, estudiante, vago, Mujer, hombre, gay, trans, de la A a la Z Les mataron por X o por Y, De todas formas vienen todos a ser lo mismo Vándalos, terroristas, guerrillos, mamertos, Sapos, pobres, indios, gamines, ñeros, delincuentes, zorras, maricas, Malos MALOS, TERRIBLEMENTE MALOS,

Todos son uno y lo mismo…

Todos son malos en la mente del paraco. ¡En este país matan!

Matan y desaparecen, Te encuentran por partes la mañana siguiente, Como rompecabezas, despedazado, dejan tu cuerpo inerte Te botan a un río y quién sabe si te encuentren O quizá en el entierro solo una foto velen Porque aquí no escuchan, y no son solo amenazas Al que exija dignidad Lo que le falta es plomo Lo que le falta es bala, Porque bala es lo que hay Es lo único que siempre hay…

Para un pueblo que tiene hambre BALA Para el que necesita estudio BALA Para el que exige justicia BALA Si quiere salud, trabajo, pensión Que le den tres raciones de bala…

No escatiman en gastos, La bala nunca se acaba, Resulta mejor disparar que decir verdades a la cara, Es más económico que cumplir las promesas de campaña, Matar los sueños y las esperanzas Matar la memoria y matar las ganas, Matar la empatía y la justa rabia Del que quiere una vida digna y no le dan nada, Solo una dotación de botas, un tiro y una zanja.

Por N.N.

Por El Bolívar Draw

Por Nicole Chica

Por Juan David Cardozo (Ilustración por Walter Camargo)

A

sueño y termino dejándome caer liviano sobre la cama. Las flores crecen entre la acera, y la playa se encuentra bajo las rocas: pero qué árboles crecerán cuando sólo es la sangre la que los riega; qué mundo es aquel que debemos sacrificar para pulirlo. La ciudad se derrumba, derrota, como aquella de los muertos y sus sueños; la lluvia apacigua el fuego y ahora las tumbas no reciben flores. Cambio la frecuencia y se ven otras caras, acompañadas de pasos que se acercan: con sus palabras largas y bonitas; y sus micrófonos preparados para entrevistar a una pared rayada o a un ladrillo roto; y con sus grilletes listos para lapidar los buenos muertos. “Su muerte no es la mía”, coreo con sus tonos, y salgo de la cama.

bro la cortina y me asomo a la ventana. El frío se filtra por el vidrio mientras el sereno rompe mis huesos. Se oyen los pasos, la huida; se hacen nítidos, son ligeros: gimen, lloran, se sienten las lágrimas destruidas contra la calle. La respiración se agita, la sangre acelera su curso; los pies flotan sobre la tierra espinada.

Disparan; La sangre corre junto los manifestantes y los abraza hasta triturarlos sobre el suelo y el escombro de la apedreada. Tenía nombre, fotos y papeles que quedan enterrados entre sus sueños y la gente que lo llora. Ya no es nada, su nombre es N.N. y votará en las siguientes elecciones.

El llanto cae bajo su cielo para limpiar las heridas.

Fuente; Salgo a la calle y no miro el cuerpo. Camino sobre su sangre y siento el viento que me empuja: el corazón repica, mas su motivo es otro. El velo de ese ruido, de la indiferencia y la pasividad, nubla los pasos y termino quieto en mitad de la calle. Con el ceño fruncido y los puños cerrados deseo la paz y la normalidad, pero ahora siento otras manos sobre mi cuello:

Se acerca la marcha, se ven las capuchas y las pancartas. Las piedras vuelan y el fuego avanza sobre la calle inundada en rojo. Justicia. Las manos de rifle disparan, la tierra se pinta otra vez. Ahora las casas despiertas se asoman para ver la viva imagen de la tristeza y el dolor, para imprimir en la mente de todos el motor de la historia. Pronto se esparce la detenida pólvora, y el retrato de la democracia sin protesta queda en el pasado.

La sangre baja por mi párpado. Los ojos dejan ver un cuerpo con mi nombre irreconocible, arrastrado bajo el cielo que llamé vándalo porque su luz me incomodaba. Sus captores, de trajes negros y desconocidos, me tiran a un camión; me llevan lejos. Ahora, la tierra me recubre, como abono de las flores que siguen creciendo en la calle; la primavera no se acaba, aunque se marchiten todos los pétalos.

Asesinos; En la calle de al lado se oye la agonía. Su carne, expuesta y quemada, no le responde. Le aplicaron la Jara: le partieron las manos, le patearon la espalda y le quemaron el pelo. Le suplica, lúcido, a los infinitos cuerpos que lo rodean; hasta que lo aturden, le disparan, lo asesinan.

Primero vinieron por todos, pero no dije porque no era ellos; luego vinieron por mí, pero no había nadie que hablara por mí.

Intromisión; Cierro la persiana. El ruido de afuera molesta el

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Por Don Perro

Por Starc

Pájaros cuando volemos No seremos los sueños

No seremos recuerdos

Que el tiempo sin freno

Que el paso de años guardó.

Nos devoró.

Seremos agua con hielo.

Seremos desvelo.

No seremos el terremoto Que con las cadenas bailó.

Ni tampoco inocencia

Seremos agua al sediento.

Jugando a ser grande.

Sin redención.

No seremos los nombres que la historia inscribió.

Seremos historia vieja.

Seremos arena y consuelo.

Seremos lo que la máscara calló.

Nos llevará la brisa

No seremos los héroes

Y volverán nuestros huesos.

Que la deriva sin cause

El cielo será el pañuelo

Besó.

Que nuestro llanto agotó.

La mirada puesta en el valle de las nubes.

Ni tampoco el silencio

La fe inclemente por la ausencia

Nos recluyó.

Que el olvido del pueblo

De rezos.

Seremos mártires del camino.

Seremos tormenta

La lucha incesante.

Con la nostalgia bajo la piel.

Gritando al viento que nos devoró.

Almas que en la carne somos presas.

Por Daviz

Por MADE

Por Natalia Soriano M.

C

Víctor!››. Ambos pierden el juego. Unos se esconden en el monte o en la vida de otros. ‹‹¡1,2,3 por la madre que araña la risa del asesino!››. Los campesinos prefieren ser culpables para salir ganadores. Juegan durante 6 días, los cerdos cenan hígado y manos de maíz, huele a carne de acuclillado y los gallos de pelea pierden contra las libélulas de plomo. ‹‹¡1,2,3 por mis dedos que están en el río!›› grita alguien. Los encapuchados beben cerveza para ver doble la victoria. Nadie salva patria, ni escucha los disparos. En la ciudad juegan damas chinas mientras en el pueblo los huevos negros soplan sangre de las gaitas y tocan los tambores con los huesos de Víctor.

uatrocientos cincuenta hombres vestidos de selva llegan al pueblo. Son una orquesta de fusiles. Vienen a jugar escondite con los pobladores. Un encapuchado, que parece un huevo negro, se para en la cancha de fútbol y comienza a contar, luego grita: ¡Listos o no salimos a buscar! Y dispara al cielo. Un ángel cae.

Todos los hombres salen a correr, las puertas de las casas se desmayan, dejan sin amparo a sus dueños. Dios también se esconde. A los acuclillados los reúnen en la cancha de fútbol, a algunos los lanzan al río, se convierten en barcas, a otros los ahorcan con la cuerda para amarrar el tabaco y les cortan las orejas para que no escuchen los rezos de sus madres. ‹‹¡1,2,3 por Luis y

Por Getulio Montaña Laguna

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Por Fernanda Restrepo

Fosas comunes Quién te hubiera dicho que escribirías una última carta con tus dientes a un forense desconocido.

Por Juan Felipe Jaramillo

Por Getulio Montaña Laguna

Animal Se sienta en su trono para desconectarse de su esclavitud, apaga su consciencia para disfrutar del festín.

Enciende la caja de pandora, sube el volumen a tope para no oír los reclamos de su realidad.

Se deleita con lo que sus sentidos le permiten percibir, la sangre salpica en tecnicolor, los gritos compresos a través del parlante.

Se traga las noticias amarillistas y los programas de chismes, se engulle las agendas políticas, así como los anuncios publicitarios.

Se saborea los crímenes, las infancias laceradas y los eufemismos, vomita prejuicios de odio e ignorancia con olor nacionalista.

Se atraganta con ficciones y hechos sin discernir, defeca esbozos de una realidad tergiversada con trozos de propaganda.

Ensordecido ante lamentos entremezclados con anuncios comerciales.

Ciego ante imágenes explícitas y sobreestimulación.

Yace inmóvil mientras el mundo lo devora a su antojo.

Por El Bardo

Por Libreta de bocetos

Por Verónica Curátola Tobar

L

torniquetes, la vida, la muerte, el hospital, la os muertos, los casquetes de gas lacrimócalle, los andenes, las esquinas, el llanto, el geno, las banderas ensangrentadas, las dolor, el dolor, el dolor, el dolor, el dolor; la negobalas perdidas, los hogares descompletaciación, la petición, la súplica, la exigencia, la dos, las arengas, las piedras lanzadas, las mulnegación, la terquedad, el orgullo, la conmoción titudinarias marchas, las publicaciones en interior, la revolución molecular disipada, redes sociales, los decretos logrados, las refor6402, los inalcanzables, los innombrables, la mas hundidas, las leyes que aprobaron por maldad, el resentimiento, la justicia, el frío, el debajo de cuerda, las camisetas estampadas, calor, el sol, el agua, la luna llena, la luna menlos muros borrados, las lágrimas lloradas, las guante, la luna nueva, la luna creciente, la luna palabras gritadas, el abuso, los abusos, el miellena otra vez, el rechazo, la indiferencia, la prodo, la resistencia, la angustia, la esperanza, la ducción, la equidad, el estudio, la comida, el zozobra, la necesidad de cambio, los desaparecafé y el azúcar, los huecidos, los atentados, los vos, la salud, el trabajo, las medios de comunicación oportunidades, el subsimintiendo, las reuniones, dio, lo social, las ventanas, las bombas molotov, las los carros, las motos, los llamas devorando, los pitos, las bocinas, las vuvutarros con agua y bicarbozelas, los tambores, las nato, las pañoletas verde y batucadas, las voces, los rojo, las chivas, fuerza coros, la resistencia, la fuerza, la primera línea, perseverancia, el trasnolas barricadas, los jóvenes cho, las pantallas, los meny las mujeres, los niños y sajes, los estados, se buslos ancianos, los trabajaca, perdido, extraviado, dores y los estudiantes, las información y desinforpancartas, las camisetas, mación, tener, querer, las canciones, los murales, poder, empuñar, decidir, Collage por Pepqueen Lio Wu los funerales, la derrota, anhelar, perder, extrañar, los gritos, los videos, los pensar, pensar, pensar, pensar, pensar; protehashtags, las transmisiones en vivo, los empuger, Dios y patria, No Matarás, saber votar, voljones, los bolillazos, los golpes, el maltrato, la ver a estudiar, poder trabajar, soñar, luchar, violencia, el odio, la injusticia, la sangre tiñendecir la verdad, inventarse mundos, huir de la do todo, los ojos sin luz, las cuencas sin ojos, los realidad, transformar las condiciones, dejar el ojos, los bloqueos, la miseria, el desespero, los miedo, ponerse la camiseta, fajarse, levantar la pasos bajo la lluvia, las noticias, el disfraz, lo cabeza, mirar a los ojos, Derechos Humanos, impostado, la mentira, el descaro, la deshumajusticia, juicio, orden, darse ánimo, permanecer nización, la cosificación, la violación, la malunidos, no desfallecer, ser responsable, conocer versación, la interpretación, las cortinas de la historia, amar. humo, los platos rotos, las sirenas, las camillas, la gasa, el alcohol, las vendas, los hisopos, los No olvidar.

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Por Almalgnia

Por Esteban López

Cuánto cuesta ser El molde ya no encaja de repente Ráfagas de desespero solloza mi entrepierna Mi cuerpo es el pecado hecho carne Es mi cuerpo, ¿es tu cuerpo?

Las calles como laberintos infinitos Hacen que me esconda de mis propias pesadillas Vidas pérdidas, almas rotas, sangre seca Son mis sueños los que van colgando de una bolsa El Estado los aniquila de repente Es mi dignidad usurpada, confiscada y arrastrada Indigna el derecho a reclamar ser…

Libre No quiero más cuerpos muertos Ni un sistema que borra nuestros rostros Nuestra piel se derrite con la indiferencia Carcome el miedo cuando se vive sin derechos Acostúmbrate a un pene con un par de tetas Somos el ruido que ha escapado del silencio Somos voz, somos lenguaje, somos…

Tiempo

El orgullo pesa más que la melancolía Y el maquillaje pesa más que mis pecados Los gritos ya no duelen Aun cuando se lleva las marcas de la guerra a cuestas Con bordado de cicatrices indelebles dentro de mi alma rota Y la impureza se hace carne viva entre mis piernas Ya me arrepentí de ser quien soy ¿Soy y no soy?

Nadie ve, nadie escucha, nadie siente nuestra Lucha He aquí mi corazón rabioso, viviendo a orillas de las sobras ¿Quién cuidará de mi cuando se acerquen los uniformes verdes?

Ambiciono caminar libre de balazos, sin buscar la salida de emergencia Brotan de mi boca el miedo de sentirme libre Se retuercen nuestros cuerpos Sigo vivo sin saber nada de la muerte Recordando las ausencias esas que también dan ganas de Morir

Por Leo Álvarivalium

Por CRUM

Por KaOz

Por Mono Azul

Por Natalia Gutiérrez Nur

Por Francisco Suárez

M

e atacó una chispa. Siempre fumaba mirando las chispitas de la hoguera de la olla cerquita del puente, como quien espera un cambio. Salían prendidas y después desaparecían; era como un vicio verlas cada día después del 28 de abril y más cuando me despacharon de la casa por ser de la primera línea. No corrí con la suerte de otro al que su mamá le hizo hasta el escudo, ni al que reciben en la casa y despiden con un beso en la frente.

ojos, los oídos y quede ahí mientras me disipaba con el ambiente. Después de que una aturdidora me convirtió en llama, debajo de Puente Dignidad de nuevo me confundo con la hoguera de mi barrio, en Usme, me confundo con las luces de las casitas pobres, con las estrellas, las confundo conmigo.

Uno de esos días me di cuenta de lo obvio, las luces de las casitas pobres y colgantes en los barrios de las lomas del frente se confundían con las chispas de la hoguera -desapareciendo su límite con el cielo, la contraposición de la figura y el fondo, o yo ya no veía nada-, y como si me hubiera agigantado: casi tocaba las luces. Pronto me percaté de que las chispitas subieron, mientras al chupar el humo, que se confundía con los gases de la policía, apagaba la hoguera, y el humo parecía empañar el ambiente e invadía hasta mi vista.

Las chispitas llegaron cerca de mí, se movían y tambaleaban a mi lado (celebrando) prendiéndose y apagándose. Me sentí atacado por las chispitas hasta que yo mismo me quemaba -me estoy quemando-. Afanado, busqué mi carpa -la que era mi hogar ya hace más de un mes- entré a la carpa y de todo lado mi piel se desquebrajaba y caía a pedazos, solo dejando brotes de fuego que más que una enfermedad parecían un milagro.

Intenté gritar como si alguien escuchara, pero de mi boca solo salió fuego. Pronto me invadió los Fotografía por Alexander Almeri Portal

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Por @uve.collage

Anita lava la tina - Anita la bala atina Anita se queja siempre que salen los estudiantes Ella no gusta de quejas, ¡Anita quiere cantantes!

Se asoma por su ventana “¡trabajen ya, mantenidos!”

Aunque nunca ha devengado, dice lo que su marido... “¡Plomo les damos!”, gritaba, para que el pueblo mirara Su camiseta muy blanca, su camioneta muy cara Anita la bala atina al derecho y al revés Las manos de los tenientes las besa todas sin ver Siempre envidiarán las armas de las ideas el poder Pero lo cierto es que nadie por la paz debe temer.

Por Damian V.

Por ZANT

Por Natalia Bedoya

Por Cristhian Sánchez

de mayo de ...

La madrugada Los campesinos te lo habían dicho, que llegaban en camionetas sin preguntar y disparaban a diestra y siniestra.

Te lo habían dicho y no les creíste, que sacaban a sus hijos y esposos y los rellenaban de plomo en frente de todo el mundo.

Te lo dijeron los pelados de las comunas, y no les creíste, que entraban a los barrios encapuchados y con fusiles, militares y paramilitares de la mano señalando a quién matar.

Las madres de Soacha lo gritaron y les dijiste que estaban locas, que sus muchachos "no estarían recogiendo café".

Te lo dijeron las chicas, que las encerraban en las estaciones y las violaban mientras otros veían y se reían.

Te lo contaron, que a la orilla del río bajaban los restos de personas mutiladas, apenas un brazo, una pierna, un zapato, una mano.

Y te lo dijimos nosotros, cuando éramos estudiantes, que los escuadrones de la muerte venían en manada buscando a quiénes no tenían con qué defenderse, y nos llamaste vándalos, subversivos, terroristas.

Ahora... ¿Ves, ya lo ves, o cerrarás la ventana?, ¿Te das cuenta?

Ahora nos crees, ahora, que es ahora a esta hora; que tus hijos pueden estar en la calle, que tu esposo puede estar tocando la puerta, que tu hija puede estar detenida, o que tu vecina puede estar llorando a su nieto...

A esta hora que muchos duermen, y otr@s pres@s de la Angustia desean que amanezca para que la muerte quede expuesta a la luz del día. ¿Ahora vas a creernos, o te seguirá siendo indiferente?, ¿O a ti no te toca porque te crees parte de otra Colombia?, de la que puede dormir y desayuna plácidamente con el resumen de noticias camufladas en el porvenir de la seguridad y tranquilidad de la "gente de bien", de la que pide la bendición para salir a matar en nombre de la Patria, la ley, y el orden...

Por Redxrevolt

Por Daniel Vélez

Por David Castaño

Paz sin impunidad Gritaron “Paz sin impunidad” Cuando querían esto: Cuerpos sin cabeza Platos sin comida Almas sin sonrisas Muros sin colores Ríos sin vida Calles sin gente Viejos sin pensión Jóvenes sin futuro Madres sin hijos Y aquí estamos Multiplicando ideas en las cabezas Llenando las ollas de alimentos Sonriendo con la alma rota Y aquí seguimos Inventando nuevos colores Agitando las aguas Alumbrando las calles Y no nos iremos sin respuestas: ¿Quién dio la orden? ¿Dónde están los desaparecidos?

Y la pregunta de Gonzalo: “¿No habrá manera de que Colombia, en vez de matar a sus hijos, los haga dignos de vivir?”

Por Mar

Por JP

Por Margarita Rojas y Vanesa Valencia

Por Christian Andres Saavedra

Ilustración por Gabomanija

A

nan, así como de proporcionar un buen empleo, “poner a disposición de alguien lo que necesita o le conviene”. Fue una fuerza que alguien no necesitaba, que seguro no le convenía. Así son las palabras, las explicaciones de lo que imaginamos innombrable, desproporcionado; todo porque anoche volvieron a asesinar y hoy, de nuevo,

noche volvieron a asesinar. Al menos así lo dice el medio independiente en Instragram. Que anoche hubo otro muerto y que lo mató la fuerza pública. “La fuerza desproporcionada”.

Me quedé pensando en lo proporcionable. He escuchado de farmacéuticos que se proporcio-

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también desproporcionado, si la muerte es la nueva moneda local con que factura la protesta social y el dolor es la deuda que va sumando en un país donde todo resta.

nadie habla al respecto.

Tal vez “pocos hablan” sea más preciso. Anoche volvieron a asesinar y mi barrio sigue en silencio, intocable. El vecino de los perros no me ha dicho nada. La señora de la miscelánea tampoco habla. El periódico que cuelga y revolotea con la brisa en la entrada del local tampoco tiene palabras. Los buses pasan de largo, apurados, y con ellos se van todos y sus silencios porque ya dije que pocos hablan y las letras de sangre no alcanzan a mancharnos a todos. Anoche volvieron a asesinar, pero fue allá, no acá, aunque haya sido más acá que en cualquier otro lado.

El silencio se hace más pálido y el sello en la boca se hace más pesado. Sólo el del otro lado que no vio regresar su hijo a casa desentierra el significado del verbo “asesinar”. Una palabra arrítmica, dispuesta a la aliteración como si tantas eses la eliminaran de cualquier registro. Palabra cacofónica y abrumadora. Pero este soy yo, con el celular en la mano y el espejo en frente, con una ventana por la que cae el sol de la mañana y desde donde veo el mundo en sinfonía de vehículos y gente que hoy no ha leído sobre asesinos. Así seguiremos, hasta que el silencio nos enloquezca o hasta que un impacto en el tórax

Pienso que hay voces que retumban más que otras, y que “pocos” no es más que una percepción inicial e incompleta de mi parte cuando la realidad puede ser otra, y que bastantes hablan pero las voces de mayor alcance se han quedado calladas. La muerte viene y la vida sigue.

detenga el latido de todas las voces que decidieron no callar.

Anoche volvieron a asesinar, y la palabra se vuelve agria y seca. Mejor me tercio lamochila, me quito el temblor de las manos y abro la puerta, porque la muerte parece haberse vuelto monotonía y salir a la calle es un privilegio que poco a poco vamos olvidando.

“La vida sigue” es una de las frases que más he escuchado, y seguro pensado, aunque haya días en que sólo siguen las muertes, así en plural, y uno quisiera que todo parara; que pare la vida si consigo trajera un alto a las muertes. Entonces una sirena a la distancia me recuerda que no todo es silencio, en especial cuando los perros del vecino ladran desconsolados porque la ambulancia arruina su quietud que también es mía y porque ellos también lo huelen: anoche volvieron a asesinar y lo que más tememos es que esta noche se repita.

Anoche volvieron a asesinar y la edad de la víctima me ha dado un golpe húmedo en el pecho. En el espejo reflejo un hijo, un hermano, aún no un padre y vuelvo a pensar que también podría haberse tratado de un padre. Pero las familias de la zona seguimos en silencio. El que llora y sale a gritar contra el casco de protección de los oficiales de negro es otro padre, otra voz de las muchas que hablan y que gente como yo cuantificamos como pocos. “Dios y la vida pasan factura”, dice un comentario en la noticia de Instagram. Porque todo tiene un precio y me pregunto si al igual que la fuerza, el precio de la vida es

Ilustración por Alejandro Bahos

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Por @vintage_bluee

Por Davink

Matria Madre, tengo el corazón roto el aire expele un olor a muerte y formol la comida me sabe a sangre y angustia Madre, tengo el corazón roto tengo miedo a que el nudo windsor para el grado me lo cambien por uno de franela y que no haya grado, ni cena, ni vida, ni nada Madre, tengo el corazón roto hay un terror profundo en lo que escribo He soñado que floto por el río boca abajo desfigurado por los peces que se alimentan de mis sueños ahogados y que tú, en una orilla me ves pasar con la misma pinta del 24 que me regalaste el año pasado Madre, tengo el corazón roto mis ojos se han convertido en un jagüey del que beben animales y fantasmas de otras guerras de otros tiempos

Madre, estoy roto, quebrado, fragmentado anoche llorabas por la desesperanza y me contabas esa historia del muchacho con hambre que recogía los mangos y se sentaba al frente de la casa a disfrutar de ese fruto que el hambre convierte en exquisito manjar Y llorabas por él, y por mí y por el resto de mis hermanos y hermanas Y llorabas por los que ya se fueron y por los que se quedaron Por lo que siguen vivos Por los desaparecidos Madre, hace días que no duermo bien hay espectros que me visitan en la noche y la llenan de imágenes y sonidos de esa guerra que es tanto tuya como mía ¡Como del que está afuera! ¡Como del que apenas se levanta! ¡Como del que resiste en primera línea! ¡Y del que se indigna por las redes!

Cada uno hace lo que puede con lo que tiene Madre, descansa esta noche mañana será otro día de lucha y resistencia de querer cambiar el mundo de más muertos por el Estado de más llanto y más tristeza Madre, descansa esta noche que mañana el mundo será insoportablemente más leve Los cuerpos alimentarán el río y serán fósiles de un tiempo futuro y este país será 21gr multiplicados por 43 irremediablemente más leve

Pues dicen que eso es lo que el alma pesa Es justo ese el peso que un cuerpo pierde al morir Madre, me pregunto si mi alma pesará lo mismo cuando mi cuerpo llenitico de agua y de río hinchado por el sol de los días sea puesto en la loza fría de la morgue Es imposible pesar Lo intangible Cuando lo matan Así de repente

Por Carlos Andrés Cabas Vanegas

Por Lizeth Andrea Caicedo

Por Viruzs

3.ª EDICIÓN

DICIEMBRE DE 2021