T R AV E S Í A S
Sandra Lorenzano
Poemas de amor y arcoíris En el mes del Orgullo LGBTTI, les propongo que celebremos con algo de poesía. Pocos espacios han sido más generosos con la diversidad que el espacio literario; allí se ha refugiado y protegido, ha deseado y llorado, gozado y sufrido el amor “que no se atreve a decir su nombre”, como escribió Oscar Wilde… ¡Que no se atrevía! Ahora sí, y a pesar de los terribles datos sobre crímenes de homofobia en nuestro país, ya nadie está dispuestx a regresar al silencio ni a la oscuridad del clóset. La palabra poética clama a voz en cuello por un mundo en el que cada quien pueda amar con libertad a quien desee amar. He elegido algunos versos de poetas contemporáneas que escriben en nuestra lengua; todas de algún modo herederas de aquel bellísimo romance de Sor Juana que dice: “Ser mujer, ni estar ausente, no es de amarte impedimento; pues sabes tú que las almas distancia ignoran y sexo. ¿Puedo yo dejar de amarte si tan divina te advierto? ¿Hay causa sin producir? ¿Hay potencia sin objeto? Pues siendo tú el más hermoso, grande, soberano exceso que ha visto en círculos tantos el verde torno del tiempo, ¿para qué mi amor te vio? ¿Por qué mi fe te encarezco, cuando es cada prenda tuya firma de mi cautiverio? ¡Ojalá disfruten este breve paseo por las mujeres del arcoíris!
GABRIELA MISTRAL (Vicuña, Chile, 1889-Nueva York, EEUU, 1957)
El amor que calla Si yo te odiara, mi odio te daría en las palabras, rotundo y seguro; pero te amo y mi amor no se confía a este hablar de los hombres, tan oscuro. Tú lo quisieras vuelto en alarido, y viene de tan hondo que ha deshecho su quemante raudal, desfallecido, antes de la garganta, antes del pecho. Estoy lo mismo que estanque colmado y te parezco un surtidor inerte. ¡Todo por mi callar atribulado que es más atroz que el entrar en la muerte!
GLORIA FUERTES (Madrid, 1917 - 1998) “Lo que me enerva” Lo que me enerva es, saber que estás de paso, y aun así, no acariciar bastante atardeceres cuerpos, risas, manos, muslos, senos, hombros, brazos. Y no acariciar bastante la vida en vano.
NANCY CÁRDENAS (Parras de la Fuente, Coahuila, 1934 - Ciudad de México, 1994) De “Poemas de amor y desamor” ¿Por qué a mí, criatura de otras edades culturales, entregarme la firmeza de ese músculo angelical, las texturas diversas de tu intimidad bañadas al instante por las aguas sagradas del amor, el primer estremecimiento de tu entraña profunda? * Dejemos que el amor declare su santo nombre en cada uno de nuestros tejidos, estratos emocionales y apetencias más escondidas antes de comprometernos por las dos leyes: la tuya y la mía.
28
CRISTINA PERI ROSSI (Montevideo, Uruguay, 1941)
ROSA MARÍA ROFFIEL (Veracruz, México, 30 de agosto de 1945)
“Ca’ foscari” Te amo como mi semejante mi igual mi parecida de esclava a esclava parejas en la subversión al orden domesticado Te amo esta y otras noches con las señas de identidad cambiadas como alegremente cambiamos nuestra ropa y tu vestido es el mío y mis sandalias son las tuyas Como mi seno es tu seno y tus antepasadas son las mías Hacemos el amor incestuosamente escandalizando a los peces y a los buenos ciudadanos de este y de todos los partidos. A la mañana, en el desayuno, cuando las cosas lentamente vayan despertandote llamaré por mi nombre y tú contestarás alegre, mi igual, mi hermana, mi semejante.
“Cántico” “Me gustan las mujeres esdrújulas sin brújula sin mítica con tónica.
“Bitácora” No conoce el arte de la navegación quien no ha bogado en el vientre de una mujer, remado en ella, naufragado y sobrevivido en una de sus playas.
ALICIA LLARENA (Mogán, Gran Canaria, España, 1964) De "Fauna para el olvido" ¿Qué animales salvajes me hacen hoy el amor? ¿Qué afán es éste que llena nuestro lecho con sus signos oscuros, los indicios del naufragio, el terror del invierno? Lo sé porque hoy tientas mi fondo primitivo con tus manos calientes, con la soberbia del ladrón ante su víctima, agitado por el orgullo de su rara habilidad. No me inquieta tu aliento posesivo, tu animal celoso extraño a la ternura. Abro incluso las puertas de mi cuerpo y dejo al aire las ventanas que dan al interior. Procedo con la calma de quien sabe cerca la noche del delito, y abandona el hogar después de haber guardado con sigilo los objetos del alma, la joyas importantes.
las que aman con las vísceras las células las glándulas las rítmicas intrépidas impúdicas las pérfidas ingrávidas poéticas las mágicas las lésbicas lunáticas Me gustas tú, Andrómeda erótica magnífica política MUJERICA”
ODETTE ALONSO (Santiago de Cuba, 1964) “Parpadeos” Junto a la puerta del baño de La Lupe está Virginia interminable júbilo bajo la noche eterna el humo haciendo grises en todos los rincones la copa hueca una vez y otra vez. Cierro los ojos y pasan como el ritmo inalterable de un reggae un vuelo sobre Irlanda el río revuelto y el molino rojo en la ribera del puente el campanario y en los horrores de la noche un tren. En un tugurio de la plaza de Callao el hachís trae las visiones del tesoro perdido la muralla medieval sobre la roca estrecha Quevedo en una calle de Madrid sombras chinescas fotografía inútil. Abro los ojos y estás tú amor mío confluencia de todos los paisajes paz de mi alma. Con un hilo de voz digo tu nombre dos sílabas se encienden en mis labios y entonces puedo una vez más cerrar los ojos.