

100 años de El gran Gatsby. ¿Qué hace inmortal a esta novela?
Hamlet, Anna Karenina y Holden en terapia grupal con los Autocríticos Anónimos
Las mujeres que quedaron fuera del boom.
¿Quién decide qué voces merecen ser escuchadas?

100 años de El gran Gatsby. ¿Qué hace inmortal a esta novela?
Hamlet, Anna Karenina y Holden en terapia grupal con los Autocríticos Anónimos
Las mujeres que quedaron fuera del boom.
¿Quién decide qué voces merecen ser escuchadas?
En el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor y de la Fiesta del Libro y la Rosa 2025, el Laboratorio de Publicaciones y Formación Editorial te invita a conversar con editoras y editores de la unam . Un espacio de colaboración interdisciplinaria para conocer la diversidad editorial universitaria.
Viernes 25 de abril de 2025 · 9:00 a 13:30 h · Sala Carlos Chávez, Centro Cultural Universitario, unam
Inscripción: bit.ly/3Q4N779 · Entrada libre · Cupo limitado
Programación sujeta a cambios sin previo aviso.
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Hoy más que nunca, la crítica está en la mira. En un mundo saturado de opiniones y juicios fugaces, pareciera que la figura del crítico, ese lector atento, paciente y dispuesto a dialogar con la obra y con el contexto, se encuentra en riesgo de extinción o, al menos, de transformación urgente. Este número de Lee+ lo dedicamos a pensar y repensar “el estado crítico de la crítica”.
¿Sigue siendo necesaria? Sin duda. Pero también es evidente que su lenguaje, sus espacios y sus formas necesitan renovarse. La crítica literaria, cultural y mediática ha sido, históricamente, la brújula que nos ayuda a navegar entre las múltiples lecturas del mundo, a detenernos frente a lo que, de otro modo, pasaría desapercibido. Hoy, sin embargo, en la era de la inmediatez y las redes sociales, la crítica enfrenta un reto complejo: ¿cómo mantener la profundidad en un entorno que premia la velocidad y la polarización?
Para abrir este número, nadie como la entrañable y contestataria Mafalda quien cumple 61 años y, en manos de Lluvia Soto y Ximena Hutton, vuelve a levantar la voz y a cuestionar no sólo la sopa, sino también el impacto de las redes sociales en nuestras formas de conversar y debatir.
Fernando Sanabrais nos invita a reflexionar sobre la relevancia y las mutaciones de la crítica en la actualidad, mientras Jorge F. Hernández nos lleva de la mano a redescubrir a uno de los grandes: F. Scott Fitzgerald. Por otro lado, en entrevista, Eve Gil comparte con José Luis Trueba su mirada sobre la creación literaria y el papel que juega la crítica en el proceso creativo.
En este viaje también hay espacio para la autocrítica, que llega de la mano del arte de la autocompasión y los personajes que integran el club de Autocríticos Anónimos. También exploramos los vínculos entre cultura, humor y crítica con Juan Cárdenas, quien nos habla de los 50 años de Saturday Night Live, un espacio que ha sabido ejercer la crítica a través de la comedia.
Además, las entrevistas de este número, que incluyen voces como las de Eloísa Hernández, Alejandro Masferrer, Imanol Caneyada y muchas más, enriquecen la conversación sobre cómo leer, interpretar y cuestionar el mundo que nos rodea.
Nuestra apuesta es por una crítica que no sólo evalúe, sino que también construya, proponga y acompañe a los lectores y creadores en la búsqueda de nuevos sentidos. Porque la crítica no es un juicio final, sino una invitación al diálogo.
Que este número sea una pausa y, al mismo tiempo, una provocación para mirar con nuevos ojos la cultura, la literatura y la vida diaria.
Nos seguimos leyendo.+
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Revista Lee+ de Librerías Gandhi
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6 Mafalda: sobre Quino, los Beatles, la sopa y el plátano más caro del mundo
Lluvia Soto
9 Quejas y sugerencias: Mafalda y las redes sociales
Ximena Hutton
10 El gran Fitzgerald
Jorge F. Hernández
12 El estado crítico de la crítica
Fernando Sanabrais
14 Entrevista literaria Eve Gil sobre el silencio a las mujeres del boom latinoamericano
Carmen A. Castillo y José Luis Trueba
16 Ser menos crueles con nosotros mismos: el arte de la autocompasión
Ximena Hutton
18 Entrevista de arte Eloísa Hernández: el desplante de la palabra
Carmen A. Castillo y José Luis Trueba
20 Personajes AA: Autocríticos Anónimos
Ximena Hutton
24 SNL: 50 años de acción y reacción definiendo la comedia
Juan Cárdenas
26 Entrevista de diseño Construyendo equipos auténticos: una charla con Alejandro Masferrer
Victor Ruiz
28 Entrevista de desarrollo Katia Uresti y la urgencia de hablar sobre violencia en pareja
Brenda Ríos y Ximena Hutton
30 Editorial del mes Auzou, libros para cada niño
32 ¡Niños a leer! Ser capaz de mirar hacia afuera: lecturas para sensibilizarnos ante el otro
Lluvia Soto
34 Entrevista literaria Imanol Caneyada: la lepra de los Cuerpos sin nombre
Carmen A. Castillo y José Luis Trueba
36 Entrevista Historias nuevas para un nuevo mundo
Ximena Hutton y Rodrigo Rojas
Directorio
Directora general y editora Yara Vidal yara@revistaleemas.mx
Directora de mercadotecnia Karen Achar Galindo
Directora de Difusión cultural Beatriz Vidal de Alba beatriz@revistaleemas.mx
Director de arte y editor audiovisual
Edwin Reyes Maya edwin@revistaleemas.mx
Asesor editorial
José Luis Trueba Lara
Coordinadoras editoriales
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Consejo editorial
José Achar
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Mario Nawy
Alejandro Magallanes
Mercedes Alvarado
1. ¿No es increíble todo lo que puede tener adentro un lápiz?
Existe una tira en la que Guille, el hermanito de Mafalda, tras dibujar en las paredes de la casa y encontrarse de frente con su mamá, le lanza esta pregunta: ¿No ez increíble todo lo que puede tened adentro un lápiz? El hermoso guiño al quehacer del humorista gráfico en esta viñeta es también una evocación al momento en que Quino tuvo la revelación de su oficio.
Contó Quino que un día sus padres decidieron dejarlo al cuidado de su tío Joaquín, mientras ellos iban al cine. Él le acercó lápiz y papel, y el descubrimiento de todo lo que podía expandirse desde la materialidad de estos dos elementos fue de tal dimensión asombrosa, que para él cambiaría todo: la develación de la posibilidad infinita de la creación para siempre.
En un mundo donde es fácil que el hu mor habite los lugares comunes, Quino fue forjando su identidad en el género inspirado en dos humoristas mudos fran ceses: Bosc y Chaval. Hay en el silencio una posibilidad de que surja un nuevo pensamiento; en la ausencia de palabras, la oportunidad de una comunicación ar ticulada mediante un sinfín de recursos y en la capacidad de arreglárselas sin la explicación verbal, la evidencia de que se posee un gran talento.
Si bien su obra mereció el recono cimiento mundial con la creación de Mafalda, tuvo a la par una vasta pro ducción gráfica muda, nacida de la posibilidad del asombro permanente y la capacidad de síntesis en expresio nes mínimas que lo contenían todo. Su gran reinterpretación, por ejemplo, del símbolo político de denuncia que es
Guernica, de Picasso, que da cuenta en 1937 de los horrores de la guerra, revisitado por Quino en 1982, en un genial chiste, que, en un guiño inteligente, pasa de la denuncia a la esperanza. De fondo un escenario en el que Argentina se abría para la transición de la dictadura a la democracia.
Quino dejó un precedente de técnicas y aportes fundamentales en su oficio; encuadres, transparencias y uso de primeros planos que hicieron que sus técnicas dialogaran con la evocación de tomas cinematográficas, contribuyendo a hacer del humor gráfico un lenguaje potente para narrar el momento histórico.
Quino dijo amar todas sus creaciones, pero la vida que tomaría Mafalda, el personaje que tuvo un tinte más verbal, fue lo que le dio la fama y el reconocimiento en el mundo. Es uno de
esos grandes ejemplos en los que la creación cobra vida propia, a pesar del autor. Crítico indoblegable, sostuvo que cuando decidió poner fin a la tira fue porque tenía miedo a repetirse, y detenerse antes de cometer autoplagio es saber lo que vale la dignidad y la firmeza.
2. Amar a los Beatles, ¿odiar la sopa? ¿Qué hay de sí mismo en su obra?, ¿qué tan fan era de los Beatles? Pero, sobre todo, ¿por qué no le gustaba a usted la sopa?
Fan de los Beatles sí era. Inevitable fue para él colar su gusto musical dentro de la tira y, a la vuelta de los años, Quino conseguiría tener algo en común con los Beatles: su consolidación como un hit internacional para siempre.
En una tira, Felipe le comparte a Mafalda la traducción que hizo un primo de la canción “What Goes On”: “Cuando te vi con él, sentí que mi futuro se derrumbaba”. Mafalda le pide un lápiz para copiar la frase porque: “Sólo unos genios como los Los Beatles podían interpretar tan bien lo que sentí la primera vez que vi a mi mamá con un plato de sopa”.
Esta obsesión que nos da por encontrar dentro de la obra todo de su creador es un gusto, pero también una necedad y una trampa, porque es perder de vista que también hay una capacidad de abstracción en el acto creativo de la realidad. Interpelado a dar una respuesta, Quino señaló que la sopa fue el símbolo que utilizó para hablar de los regímenes autoritarios y el pleito constante que nacía en Mafalda cada vez que la tenía frente a ella, era una manifestación justamente de su posición política.
Visto a la distancia, podemos mirar con otros ojos la simpleza e inteligencia de las tiras de Mafalda, su trazo sintetizado, el gesto mínimo, la conjunción estratégica de los elementos simples. Por un lado, lo literal y la conexión inmediata cuando las personas logran reconocer partes de sí mismas y, por ejemplo, agitar una
revolución doméstica en contra de la sopa. Por otro, las capas de significado, la complicidad con el lector y al centro, siempre, la irreverencia. Es bello que todos seamos un poco Mafalda.
Por cierto, a Quino la sopa, sin imposición y bien preparada, sí le gustaba.
3. El humor en la crítica y el plátano más caro del mundo Comediante, del artista italiano Maurizio Cattelan, provocó conmoción cuando debutó en 2019 en la Feria Art Basel Miami Beach. ¿Provocación audaz? ¿Broma?
En un mundo donde es indispensable cuestionarlo todo siempre, que esta confrontación con el estado crítico de las cosas suceda con elementos mínimos de lo cotidiano, desmantelando la idea de lo serio e importante, y además se logre desde el humor, realza no sólo la genialidad del cuestionamiento, sino también de su portavoz.
Del humor la jurisdicción es el mundo. Si la crítica elige, en lugar del camino punitivista y dramático, el chiste inteligente y la risa, su mensaje es capaz de alimentar un pensamiento en colectivo.
Que en Mafalda los dispositivos parezcan todos inofensivos, elementos del mundo de la infancia, hace parecer a la tira como contenido para los más pequeños del hogar, pero no nació con esa intención. Desde esta dulzura e inocencia había una potencia con la que se confrontaba a las estructuras del poder. Aquello que, aunque quisiéramos, no podemos simplemente dinamitar, al menos al ridiculizarse provoca en ello la toma de conciencia colectiva y teje una forma de resistencia. Algunos pueden pensar que es una tira infantil, otros que no es más que una broma, algunos más que es una provocación, pero todas esas cosas siempre consiguieron algo: hacer reír o enfurecer, pensar y reflexionar. Sea quizá el humor el recoveco dentro del aparato mediático que nos permite reevaluar nuestra posición al respecto de ese chiste que la fuente humana y creativa lanza a la conversación pública. Sea quizá también una grandiosa manera de mantener vigente la gran era de los porqués, ésa que no debería desinstalarse una vez que dejamos de ser niños.
4. El último pollo que comimos lo escribió Sartre
Hacia el último trayecto de la tira, incursionaron en ella personajes muy potentes. Libertad era pequeñita y mordaz, su compromiso con los anhelos sociales de finales de los años 60 la volvió la expresión más incisiva de la necesidad de un cambio social drástico entrando en escena.
Hasta antes de la llegada de este personaje, la exacerbación de los estereotipos de los roles tradicionales de las mujeres se reflejaba en la mamá de Mafalda y Susanita, como antítesis de los anhelos de Mafalda. Con Libertad, Quino logró llevar la conversación un poco más allá y presentar figuras que visibilizaran en la tira otras posibilidades del rol femenino.
Hoy no podríamos contarle a Mafalda de una contundente derrota al machismo, pero sí podríamos decirle que contribuyó enormemente al reconocimiento social de que ser mujer es un lugar de opresión. No solo luchó por la libertad, la igualdad y la paz mundial, sino que también hizo eco de los movimientos feministas que abogaban por la igualdad política, social y cultural de las mujeres en el mundo.
Dejó como legado a niñas, adolescentes, mujeres jóvenes y adultas de Latinoamérica una nueva posibilidad: la construcción de un sentido común distinto, basado en un cuestionamiento fundamental: el bienestar, la libertad y la paz social. ¿No deberían empezar por garantizarse desde casa?
5. Contra la tiranía de los números redondos: 61 años de Mafalda Desde una perspectiva sumamente pesimista, podríamos interpretar la vigencia de Mafalda como una señal de que sus tiempos siguen siendo los nuestros, porque quizás no hemos aprendido nada como humanidad. Una Argentina que invierte millones en material represivo y que usa el “palito de abollar ideologías” para mantener el control en las calles, contra nada menos que adultos mayores, ¡jubilados! Una Latinoamérica azotada por la violencia del narcotráfico, la desaparición y el desplazamiento forzado. El mundo con sus nuevas guerras y las luchas necesarias, diversificadas y urgentes que nos recuerdan lo imprescindible que es defender la vida de las mujeres, el territorio y el cuidado del planeta.
Al final de cada jornada, ante el ruido constante de la coyuntura y las noticias del día a día, el mundo podría lograr dejarnos con el corazón roto y la sensación de estar indefensos. Pero, visto desde el pesimismo utópico que Quino nos legó, podemos conjeturar que Mafalda sigue vigente precisamente porque no hemos dejado de aspirar a construir un mundo mejor, a pesar de los desafíos de nuestro tiempo.
Y entonces, Mafalda es un recordatorio de las luchas pasadas, pero sobre todo de la importancia de no dejar de luchar en el presente. Nos invita a hacerlo desde la esperanza, la rebeldía, la simpleza de lo cotidiano, el humor, la esperanza y contra la tiranía de los aniversarios, esos que insisten en enaltecer los números redondos.+
No sé si les haya llegado esta carta, porque, claro, con tanto algoritmo dando vueltas, capaz que ni se enteran. Pero bueno, vale la pena intentarlo. Después de todo, ustedes siempre están ahí, como la tía que pregunta si ya tenemos novio a media cena de Navidad. Así que, aunque sea para desahogarme, acá va:
Me parece que se nos está yendo un poquito la mano, ¿no? Digo, una cosa era compartir la foto del gatito aplastado en el sillón o el video del perrito haciendo algo adorable, esas cosas tenían su encanto, no lo niego, pero esto de pasar horas y horas filtrando, etiquetando y reetiquetando hasta que la vida parezca una revista de modas me tiene preocupada. Y no es por ser aguafiestas, pero siento que estamos todos tan ocupados viendo cómo nos vemos, que nos olvidamos de ver cómo estamos.
¡Ay, las selfies! Esa invención del demonio que convirtió el arte de la fotografía en un eterno autorretrato. Parece que hemos vuelto al Renacimiento, pero en versión moderna y un poco más egocéntrica. Mientras a da Vinci le tomó años pintar a la Mona Lisa, ahora, con un poco de luz y un filtro de “piel de durazno”, en tres segundos tenemos veinte versiones mejoradas de nosotros mismos. El problema, me parece, no es tanto mostrar la cara, sino perder la cabeza en el intento.
A propósito, no me hagan hablar de los filtros. Ah, los benditos filtros. Al paso que vamos, en cualquier momento vamos a necesitar uno para la vida real, para suavizar los bordes de la realidad y hacernos ver mejor en el espejo. Por supuesto, hay que estar siempre listos para la foto, no importa si nos encontramos en la playa, en el baño o escapando de una invasión extraterrestre. Total, con un poco de edición, todo queda divino. Me parece muy triste que mientras estamos ocupados editando nuestras vidas, nos estamos olvidando de vivirlas. Nos reímos menos en la mesa y más en los comentarios, bailamos menos en las fiestas y más en los reels. Nos gusta más cómo nos vemos en las fotos que cómo nos sentimos en el espejo. Y eso sí que da miedo.
Y lo de los influencers, por favor. ¿Qué clase de nombre es ése? Suena a superhéroe que salva al mundo con tutoriales de maquillaje. Pero no nos engañemos: esto no es más que el viejo truco del flautista de Hamelín, nada más que ahora la flauta viene con suscripciones y anuncios cada
tres minutos. Nos llevan de la nariz y nosotros encantados, haciendo clic y swipe como si en eso se nos fuera la vida.
Lo peor de todo es que nos volvimos coleccionistas de la aprobación ajena. Antes uno coleccionaba estampas, figuritas de fútbol, pines o postales. Ahora coleccionamos likes. ¡Qué cosa rara! Nos pasamos el día viendo cuántos corazones conseguimos por cada frasecita ingeniosa, cada plato de comida exótica (que, seamos honestos, ni siquiera estaba tan rica) o cada foto frente a una pared con grafitis que ni entendemos. Es como si todos quisiéramos ser famosos, pero sin saber muy bien de qué.
Y lo de las frases profundas, ni hablar. Nos hemos llenado de frases célebres y no sabemos ni quién las dijo. Resulta que ahora todos tienen algo sabio que decir, aunque muchas veces parece que sacaron la frase de una galleta de la fortuna. Porque claro, compartir reflexiones profundas queda bien, aunque la única reflexión verdadera sea el reflejo en la pantalla del celular.
Para colmo, en medio de tanta pretensión, la gente que realmente tiene algo que decir se pierde como un buen libro en una librería gigante y desordenada. Porque, vamos a ser sinceros, a veces parece que a las cosas importantes las programaron para que tengan menos alcance. Y así estamos: hablando de la nueva dieta de moda mientras el mundo se incendia (literalmente).
¿Y qué me dicen de las fake news? Esos caramelos baratos con finta de dulces que más bien saben a algo que podrías encontrar en el consultorio de un dentista. Las creemos sin chistar y, cuando queremos darnos cuenta, ya estamos discutiendo con un primo lejano sobre teorías conspirativas que ni Spielberg se animaría a filmar. ¡Ay, las noticias falsas! Antes las mentiras las contaban los adultos para que nos comiéramos las verduras, ahora se viralizan más rápido que el resfriado en invierno.
La verdad, queridas Redes, es que no sé muy bien cómo terminamos en esto. Quizás porque, como dicen, el problema no son ustedes, sino nosotros. Eso sí: no se hagan las inocentes, que un poquito de culpa tienen. No les pido que desaparezcan (aunque a veces no sería mala idea), pero sí que aflojen un poco con eso de hacernos sentir que la vida es un reality show y que, para ganar, tenemos que estar todo el tiempo sonriendo, brillando y siendo mejores que los demás.
En fin, les dejo esta carta con la esperanza de que se tomen un respiro y, de paso, nos lo den a nosotros. No sé si servirá de algo, pero al menos yo me quedo un poco más tranquila. Al final del día, lo único que quiero es que podamos volver a hablar más y postear menos, a sentir más y filtrar menos. Y si eso es mucho pedir, bueno… siempre nos quedará el gatito aplastado en el sillón.+
Sin más que agregar, se despide atentamente, Mafalda (y sus ganas de darle unfollow a todo)
Por: Jorge F. Hernández
Al poner el punto final de su novela El gran Gatsby como espejismo de una linterna verde en la distancia, F. Scott Fitzgerald supo que había cuajado “la mejor novela americana jamás escrita” y, sin embargo, procuró advertir a su editor que no deseaba promoverla o publicitarla con alardes celebratorios. En una carta a la editorial subraya que, por favor, no le pongan cintillo de “el libro de la primavera” y todo ello quizá porque precisamente sabía que había cuajado una obra maestra que iba mucho más allá del lugar común, de la mercadotecnia estructural que ya se anunciaba para el mercado librero del siglo xx y por lo visto del xxi. Francis Scott quería que la explosión de los párrafos, la prosa per se, los detalles inolvidables de sus personajes y los sutiles nudos de su trama hablaran por sí mismos en las yemas de los dedos de sus lectores.
Los profesionales de la crítica, a un siglo del milagro del Gatsby, parecen a menudo clonarse con el sentir de no pocos admiradores de la obra… pero en pantalla. Ya sea que abogan por Robert Redford o son de la banda de DiCaprio, no pocos adeptos a la admiración de El gran Gatsby en realidad abrevan de la impresión visual de lo que han proyectado sus páginas en guiones: la desbocada fantasía polifónica de los años 20 del siglo xx, el zapateado taquicárdico y las faldas en jirones o bien la deslumbrante elegancia de zapatos bicolores, trajes de lino a la medida y la belleza como conversación en carcajadas. Pero, mucho más allá de lo filmado, está la voz del silencio, las emociones íntimas que a menudo hablan en murmullos y esas emociones que normalmente no salen a cuadro: la verdadera admiración boquiabierta, la envidia eterna, el amor impalpable… la tremenda soledad. El gran Gatsby fue la tercera novela de F. Scott Fitzgerald. Tenía 28 años de edad cuando la convirtió en su pieza maestra. De por sí su obra más breve, condensa no sólo las múltiples contradicciones entre el reventón etílico y un cadáver flotando en una piscina, la fiesta interminable y móvil con el desencanto del amanecer, sino también los dos años que vivió Fitzgerald con Zelda al norte de Manhattan en un páramo de nuevos ricos entremezclados con la vieja nobleza, entrelazados y acelerados por el frenesí desbocado a la charlestón y la inminencia de un crack con el que terminaría la década dolorosa del capitalismo rampante. Es el ánimo flotante de la tierra baldía a la que le cantó T. S. Eliot y el cenicero o tierra ceniza que recorren por encima y a diario Nick Carraway y el propio Gatsby, como funambulistas encima de la cuerda floja del basurero de la humanidad.
Al fondo como neblina un inmenso ojo como anuncio de oftalmólogo, la mugre mecánica de los motores veloces, la insinuación de un liguero o el maquillaje corrido de una musa atropellada. Al fondo la prosa de las sílabas hiladas con bisturí en eso que llaman “economía de lenguaje” para así poder reproducir en palabras los sentimientos enrevesados, las contradicciones existenciales, la adrenalina boyante y la desolación total de personajes envueltos en una vorágine que de pronto se vuelve vacío. Algo que podríamos aún catalogar como el sueño americano que se vuelve pesadilla, mientras legiones enteras lo sigan durmiendo.
El asombro y los azoros de Nick Carraway son la voz que nos conduce a ese raro
mundo tan parecido a muchos otros imposibles, donde todo puede parecer bizarro y delirante porque se nos vuelve de una rara manera en tentación, antojo y memoria de algo aún por venir. Será su voz en tinta la que nos abra el biom bo de la belleza por encima de toda la realidad palpable, el peso de un solo verso tan entrañable como un único beso y de allí, como quien pasea descalzo sobre el filo del mar en una alfombra de arena, Carraway nos lleva a reflexionar sobre el origen mismo de un nuevo mundo que pro metía la utopía haciendo de la novela misma donde lo leemos una suerte de epitafio réquiem de todo lo que se esfuma como burbuja de champán. Incluso sin conocer las adaptaciones cinematográficas de esta joya llamada El gran Gatsby, en confianza todo lector aprehende con su lectura la velocidad cambiante de sus párrafos: pasajes donde los ojos se parecen al volante de un bólido que rebasa por la derecha y puntos suspensivos en los altos que frenan todo tráfico con palabras contundentes, situaciones cortantes o un gancho izquierdo al hígado. Es probable que el sortilegio se deba a que el autor leía con admiración a los poetas que ecualizan en sílabas el flashazo de una sola palabra al tiempo que el mazazo de un exabrupto y si a ello agregamos la retina de un sinvergüenza, la sensualidad de tobillo perfecto y el eco callado de una música que no precisa escucharse, pues tenemos el telón de una realidad enrevesada, la Historia con mayúscula en digestión cardíaca entre sístole triunfante y diástole de la derrota.
primera vez quien no necesita de esta recomendación para imantar su antojo y léala quien haya visto las versiones en pantalla tanto como quienes aún no sortean esa útil ventana adicional, pero léase porque así pase otro siglo se trata de una novela intemporal. Sea en la edición original en inglés o en cualesquiera de las traducciones, el lector de El gran Gatsby queda inmerso en una fiesta envolvente de palabras que confirman la dicotomía ya señalada: la fiesta tiene caducidad, las apariencias engañan y los recovecos más íntimos del corazón enamorado suelen ser laberintos inexpugnables. Se ve de lejos el espejismo de una felicidad que no necesariamente avisa que será efímera y se ve a lo lejos la edad en la que uno ya no pueda bailar hasta el amanecer o caminar hacia el atardecer de la mano de un monumento y se ven de lejos las desgracias que se logran sobrevivir, las razones de la sinrazón y las posibles explicaciones a lo inexplicable, porque de lejos se miran los rostros en la memoria y allá lejos brilla como estrella fugaz la verde linterna de la ilusión.+
F. Scott Fitzgerald escribió no pocas páginas magistrales y batalló con diabólicos dragones personales; entre el alcoholismo propio y de Zelda o entre la demencia de ella y la suya en remisión y recaída continua, la biografía del genio no queda encerrada en la mirada gris de una sola fotografía, sino en la explosiva policromía de sus mejores virtudes, quizá condensadas todas a una en esta joya llamada El gran Gatsby Léala una vez más quien ya la ha recorrido como viaje interestelar y léala por
A un crítico hay que darle su lugar, su importancia, como se le da a un escritor. Y cuando su crítica es importante, oportuna, cuando la obra examinada es relevante, hay que darle primera plana, en lugar de dejarlo relegado.
Huberto Batis
Todo empezó días atrás. Encendí Waze con la intención de ubicarme y dejar a Niebla en su casa. Nunca he logrado interpretar un mapa ade cuadamente. Si me preguntan por alguna dirección, termino dirigiéndo los a lugares incorrectos. Así que dependo completamente de Waze cualquier otra aplicación que me proporcione indicaciones; esa también ha sido, en ocasiones, la función de Niebla. Antes de subir al auto hablá bamos de lo frustrante, ridículo y agotador que es conversar con alguien que lo cuestiona todo. En mi defensa, le dije que sólo lo hago con las per sonas que quiero, que admiro o que me importan. Ella miró hacia el otro lado de la calle y respondió: “Ojalá no me tuvieras tanto cariño”.
Yo continuaba insistiendo con la aplicación. No tenía demasiadas opciones. Sólo aparecía el mismo mensaje: “Algo ha salido mal”. Nada más.
Entonces, lo entendí: “justo ésa es la razón, Niebla. Algo ha salido mal: la aplicación falla, la película es un bodrio, el libro una pena. Allí nace el cuestionamiento. El origen de todo”. Pero ella me miraba con desconfianza. Seguía sin entenderlo.
Fue como recordé esa frase de Steiner que lo sintetiza mejor que yo: “La crítica literaria suele proceder de déficit de amor”.
Y es que el origen de la crítica suele provenir tanto de la insatisfacción y la escasez como de la pasión, de esa deuda de amor de la que hablaba George Steiner. No obstante, lo que antes fue un oficio de rigor y de memorables desavenencias, hoy parece que está por desaparecer. Entonces, ¿qué ha ocurrido con la crítica literaria?
Puñaladas, “Desolladero” y “Palos de ciego”
Con El Renacimiento, Altamirano trazó las primeras líneas de una crítica que era tanto estética como política y social. No se conformaba con elogios vacíos; su pluma era tan cortante que, tras una función, un hombre se le acercó y le asestó una puñalada: “Por mi crítica de la semana pasada”, dijo, “ahora estoy en el hospital, apuñalado”. Ésa era la crítica de aquellos tiempos: un ejercicio de riesgo, un duelo a muerte, no sólo con las palabras.
Más tarde, en el siglo xx, la tradición crítica continuó, pero con un matiz distinto. Surgieron publicaciones con críticos que no carecían de talento, aunque demasiado cuidadosos con el poder. Siempre educados, amables, pulcros, prodigaban elogios calculados a sus amigos y a los
poderosos, causando daños mínimos e inflando reputaciones con exquisita mesura. Entre ellos se encontraban Antonio Caso, Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán, entre otros.
Pero no todos se plegaban a la cortesía. También estaban algunos feroces: Salvador Novo, Jorge Cuesta y el grupo de Los Contemporáneos, llamados así por la revista que fundaron, que hicieron de la crítica un arte de precisión y ataque.
La crítica en México era en ese entonces un campo de batalla, un escenario de guerras personales y rencillas públicas. Como aquella entre Luis Spota y Salvador Novo. En ella, Novo, con su refinada crueldad, lanzó: “Spota lleva en el apellido de su padre la profesión de su madre”. ¿La razón? Spota, antes, lo había llamado “nalgador sobo”.
Dentro de esa tradición crítica se inscribió Metáfora, revista de combate que desató grandes polémicas, una de ellas en torno a la obra de Alfonso Reyes, el Regiomontano Universal. En sus páginas escribían Rosario Castellanos, Jaime Sabines, Sergio Magaña, Emilio Carballido, entre otros. La dirigía A. Silva Villalobos, y apenas alcanzó 18 números. Sus polémicas y batallas hicieron que sus anunciantes se retiraran, asfixiados por sus enemigos. Uno de ellos fue, por ejemplo, José Luis Martínez.
Si el siglo xix sentó las bases, fue el siglo xx el que consagró a la crítica literaria como una disciplina imprescindible. La creación de suplementos culturales
México en la Cultura, Plural, Vuelta y Sábado— representó un auge sin precedentes. Estos espacios no eran meros contenedores de reseñas; eran trincheras en las que se libraba una guerra ideológica, un duelo entre la tradición y la modernidad.
Entre los críticos mexicanos de aquella época se alzaron voces legendarias, salvajes, irreverentes y provocadoras. Destacan Huberto Batis y Fernando Benítez, quienes dirigieron Sábado, suplemento del periódico Unomásuno, epicentro por donde pasaron los escritores más influyentes de ese momento.
Batis no se andaba con rodeos: decía lo que pensaba con un humor despiadado y una inteligencia sin concesiones. Abrió espacio a jóvenes promesas de ese entonces como Fernanda Solórzano, Guillermo Fadanelli y Xavier Velasco; y respaldó a personajes consolidados como Juan García Ponce o José Luis Cuevas.
Detestaba la crítica cortesana y los favores literarios, lo que le granjeó tantos enemigos como admiradores. Su humor, tan punzante que hería a amigos y a rivales por igual, se hizo patente en obras memorables como Lo que "Cuadernos del Viento" nos dejó y Por sus comas los conoceréis.
Por ejemplo, en Sábado existía una sección titulada “Desolladero”, en la que se libraba un intercambio lapidario entre autores y lectores; en Cuadernos del Viento, dirigida por el propio Batis, brillaba la sección “Palos de ciego”, en la que los golpes se repartían sin tregua y nadie quedaba inmune.
Algoritmos
Así, nuestro país, con una tradición crítica apasionada y combativa, fue el escenario de debates intensos y de la gestación de innumerables voces que configuraron nuestro entorno cultural. Sin embargo, hoy esa crítica implacable, esa mirada incisiva que desentraña cada obra, parece haber quedado relegada.
Con la reducción de los suplementos culturales, han surgido nuevos espacios digitales donde predominan videos breves, reseñas apresuradas y un montón de opiniones inmediatas que en raras ocasiones profundizan en el texto. Existen críticos, pero los espacios que antes legitimaban su oficio se han reducido drásticamente. Tal vez por eso ya no se asumen como críticos literarios, tal vez la palabra misma se haya convertido en un lastre. Como afirma Socorro Venegas: “Nombrar es otorgar poder”.
Mientras tanto, fenómenos como Wattpad, que acumula millones de lecturas, y las editoriales masifican tendencias dark romance, enemies to lovers, fake dating, por mencionar algunos—, los algoritmos dictan los principios de lo que merece ser leído. Por ello es indispensable contar con lecturas críticas y desafiantes que puedan examinarlas.
Mientras la literatura se ve reducida a tendencias de moda y algoritmos, la Crítica, aquélla con mayúsculas, la que incomoda y desafía, se desvanece. Leer no sólo por consumir, sino para interrogar, analizar e incluso confrontar, abandonando la frivolidad, la lectura exprés, la reseña complaciente y el elogio fácil. Así que, efectivamente, vuelvo a la pregunta inicial: ¿qué ha ocurrido con la crítica literaria? La respuesta es evidente: algo ha salido mal.+
Por: José Luis Trueba y Carmen A. Castillo
Antes de que publicara Las calladas del boom, su autora era conocida como Eve Gil, una narradora, ensayista y periodista nacida en Sonora. Su nuevo libro cuenta la historia de las escritoras que fueron ignoradas durante el boom latinoamericano. Su objetivo es claro y urgente: contribuir a sacarlas de la oscuridad en la que fueron enterradas durante años. En estas páginas, escritas con una pluma tan profunda y sensible como la de las autoras retratadas, lo literario y lo humano se fusionan.
Lee+: Las calladas del boom nos propone que existió un boom silenciado y protagonizado por mujeres. ¿Por qué silenciaron a las más de 20 escritoras que analizas en tu obra?
Evelina Gil (EG): Existe la creencia extendida de que los miembros del boom no permitían la entrada a ninguna mujer, y algo hay de cierto en esto. Algunos protagonistas —como Carlos Fuentes— eran conocidos por su machismo y su incapacidad para creer en el talento femenino. Cuando Fuentes estaba organizando la serie de novelas dedica das a los dictadores, la única mujer que propuso para sumarse a este proyecto fue Claribel Alegría, una poeta que según él podría recibir la ayuda de su marido. Si bien es cierto que en el boom aparecen algunos nombres de mujeres, la mayoría son mencionados con desdén.
Incluso hay omisiones, como sucedió en el caso de Elena Poniatowska, y a esto le agregamos que el boom se construyó como un grupo de amigos y posteriormente se transformó un movimiento mercadotécnico. Este movimiento lo creó una mujer: Carmen Balcells, quien fue la primera agente literaria en español, la más exitosa y quien tenía una extraña intolerancia hacia las escritoras. No quería que su agencia las representara. Por lo menos no cuando se trataba de géneros literarios como la novela, de hecho, la única novelista de este grupo que puedo ingresar a la agencia de Balcells fue Nélida Piñón por la influencia de Mario Vargas Llosa.
Lee+: ¿Las mexicanas también quedaron fuera del universo que estaba creando Car men Balcells?
EG: La única mexicana con la que Carmen tuvo contacto fue Elena Poniatowska cuan do estaba a punto de escribir La noche de Tlatelolco. Balcells le propuso representar la siempre y cuando escribiera una novela. Poniatowska le dijo que no, que quería seguir haciendo periodismo y más adelante escribió novelas. En ese momento no quería quitar el dedo del renglón del periodismo.
Lee+: También era común que se hablara mal de quienes fueran publicadas, ¿qué me puedes decir de como eran recibidas estas autoras por la crítica del momento?
EG: Las autoras argentinas tenían menos problema con la crítica porque en Argentina no existía ese veto de las mujeres gracias a Victoria Ocampo, quien ayudaba a otras autoras argentinas. Sin embargo, para las autoras mexicanas la situación era muy distinta. Sus amistades eran bastante superficiales y sus caracteres chocaban mucho. Elena Garro y Rosario Castellanos eran muy distintas. Se dice que Elena era fiestera y difícil, mientras que Castellanos era extrema damente simpática pero sólo en reuniones y con sus amigos.
Evelina Gil
Las calladas del boom
Editorial: Nitro-Press
Rosario era una mujer muy sentimental y a Elena le gustaba parecer fuerte y no mostrar debilidad. Políticamente hablando también eran opuestas.
Lee+: Sus parejas no eran sólo autores famosos, ¿también eran abusivos?
EG: De todas las autoras mencionadas en mi libro, sólo dos tuvieron matrimonios felices: Dulce María Loynaz y Armonía Somers, y tres no se casaron: Cristina Peri Rossi, Josefina Vicens y Nélida Piñón. El esposo de Elena Poniatowska no la maltrataba, pero tampoco la apoyaba, y el resto sufrió algún tipo de violencia doméstica, desde violencia verbal hasta física. Por su parte, María Luisa Bombal se casó dos veces, la primera vez con un amigo gay, la segunda con un conde y se divorció al año siguiente. Silvina Ocampo duró toda su vida con Adolfo Bioy Casares, quien le fue infiel durante todo su matrimonio.
Lee+: También las relaciones entre las autoras resultan peculiares, como la que mencionas en el libro entre Nélida Piñón y Clarice Lispector.
EG: Estoy convencida de que Nélida debió haber tratado de convencer a Carmen Balcells para que sumara Clarice, pero ella —después del accidente— se encerró en su casa y no quería que la vieran. Siguió escribiendo hasta el último momento, pero le costaba trabajo porque la mano que se quemó era la mano derecha. Lo que sí sucedió es que cuando Cristina Peri Rossi llegó a España huyendo de la dictadura de Uruguay, consiguió un cargo en la editorial Lumen y lo primero que hizo fue publicar a Lispector, quien aún no era conocida en España.
Lee+: Pero también se dieron casos donde ellas padecieron ediciones infames… EG: Sí, ese fue el caso de Marvel Moreno, quien era esposa de Plinio Apuleyo Mendoza, el mejor amigo de Gabriel García Márquez, pero a ella no la quería publicar nadie. Al igual que Clarice Lispector, fue una mujer muy famosa por su belleza y fue reina de belleza, pero había quienes, justo por eso, la veían con desprecio. Cuando logra publicar su primer libro de cuentos, el libro resulto horripilante. Está mal editado, con una portada feísima, faltas de ortografía, gazapos, etcétera. Fue algo muy ofensivo que ella no entendía. Marvel sólo fue publicada decentemente hasta después de su muerte cuando sus libros se integraron al catálogo de Alfaguara.
Dueñas, María Luisa Mendoza e Inés Arredondo. A este cóctel yo le llamo “el cóctel de las mujeres invisibles” porque al final todas ellas fueron desinvitadas.
Lee+: Cuéntame, ¿cómo miras a Elena Garro en estos momentos en que su obra se ha convertido en un objeto de análisis y relectura?
EG: Tengo un problema con Elena Garro, es una autora muy especial, la admiro mucho, reconozco la influencia de su narrativa, pero a mí me llama la atención que muchas mujeres de ese momento no la soportaban, como Silvina Ocampo. Sabemos que ellas se odiaban, pero también hay otras autoras que escriben horrores de Elena Garro. De hecho, ella no estuvo vinculada con ninguna de las mujeres del libro.
Lee+: ¿Qué nos puedes decir del libro en el que ahora estás trabajando?
EG: No será una secuela de Las calladas del boom, pero en él intentaré narrar el boom latinoamericano desde el punto de vista de las mujeres, no sólo las escritoras, sino también las cercanas a los autores: las esposas, hijas, amantes, tías, hermanas, enfermeras, secretarias, etc. No puedo decir nada más del libro hasta que esté totalmente corregido. Pero tanto este libro como el siguiente lo pude hacer gracias a la beca del Sistema Nacional de Creadores que me permitió acceder a un material carísimo que nunca
Llega un momento en la vida en el que las preguntas sobre qué estamos haciendo y hacia dónde vamos se vuelven abrumadoras. La autocrítica se convierte en una voz constante que evalúa cada paso en busca de errores y nos recuerda lo que deberíamos haber hecho de otra manera. Desde niños, nos enseñan a ser exigentes con nosotros mismos: perseguir la excelencia, evitar los fracasos, aprender de los errores… Sin embargo, a menudo, esa voz crítica se vuelve demasiado severa y deja poco espacio para la comprensión y la amabilidad hacia nosotros mismos.
En su libro Decidí vivir como soy, Kim Suhyun nos invita a replantearnos esa dureza y a encontrar un equilibrio entre la autocrítica y la autocompasión. No se trata de abandonar nuestras aspiraciones ni de dejar de aprender de los errores, sino de aceptar que somos humanos y que equivocarnos es parte natural del camino. Suhyun afirma que “vivir como tú mismo significa entenderte y tomar cada juicio y cada decisión basada en quien eres”, lo que implica aprender a tratarnos con la misma paciencia y empatía que ofreceríamos a un amigo.
La autora nos recuerda que no hay nada de malo en poner límites a nuestra autoexigencia. Aprender a decir “no” no sólo a los demás, sino también a esa voz interna que exige perfección es un acto de amor propio. A veces, esa crítica feroz nos impide ver los pequeños logros, nos hace creer que nunca es suficiente y nos aleja de disfrutar el proceso. La comparación constante con los demás, alimentada por las redes sociales, es una trampa que nos mantiene enfocados en lo que nos falta en lugar de apreciar lo que ya somos y lo que hemos alcanzado.
Uno de los mensajes más poderosos del libro radica en la importancia de reconocer cuándo la autocrítica deja de ser constructiva y se convierte en un peso paralizante. La propuesta de Kim consiste en identificar esos momentos en los que la dureza con nosotros mismos deja de impulsarnos y empieza a bloquearnos; nos invita a aceptar que hay días en los que simplemente hacer lo mejor posible es suficiente, y que no necesitamos vivir bajo una exigencia constante para tener valor.
Suhyun también explora cómo el miedo a decepcionar a los demás puede intensificar nuestra propia dureza. Vivir para cumplir expectativas ajenas nos mantiene en un ciclo agotador de autoexigencia y culpa. Kim nos recuerda que la única aprobación que realmente importa es la nuestra y que darnos permiso para fallar, para descansar, para tomar decisiones distintas es esencial para nuestro bienestar emocional. En Decidí vivir como soy aprendemos que la autocompasión no es lo mismo que la autocomplacencia. Se trata de identificar nuestras imperfecciones sin juzgarnos con crueldad, de hablar con nosotros mismos desde el entendimiento y
la paciencia. Kim nos anima a cultivar una relación más amable con nosotros mismos, agradecer nuestros esfuerzos y reconocer que estamos haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos en cada momento.
Esto implica aprender a celebrar los pequeños avances, los días en los que seguimos adelante a pesar del cansancio, los momentos en los que decidimos priorizarnos a nosotros mismos. Dejar de ser tan duros no significa conformarse, sino entender que el crecimiento verdadero viene de un lugar de comprensión y no de castigo.
Otro aspecto fundamental que aborda el libro es la capacidad de aceptar el cambio sin culparnos por no habernos dado cuenta antes. A veces nos reprochamos el tiempo perdido, las decisiones pasadas, los caminos que resultaron ser callejones sin salida; pero Kim nos muestra que esos momentos forman parte del aprendizaje y no son errores imperdonables.
Cada paso, incluso los que parecen erróneos, nos aporta algo valioso. Soltar la culpa por lo que no salió como esperábamos y permitirnos avanzar sin esa carga es fundamental para vivir de forma más ligera. La autora insiste en que nunca es tarde para elegir distinto, para cambiar de rumbo sin autoflagelarnos.
A veces nos tomamos la vida demasiado en serio, nos exigimos demasiado, y en esa dureza nos olvidamos de disfrutar. Lo que Kim hace en este libro es un llamado a reírnos más de nuestros errores, a no temer al ridículo, a permitirnos momentos de ligereza. La felicidad, dice, no está en ser perfectos, sino en aprender a abrazar nuestras imperfecciones.
Reírnos de nosotros mismos no es minimizar nuestros esfuerzos, sino aprender a llevar la vida con más suavidad. Nos recuerda que está bien cometer errores, que está bien no tener todo resuelto y que aprender a ser menos duros con nosotros mismos es parte funda mental de una vida plena.
Al final, Decidí vivir como soy nos recuerda con sinceridad que podemos y debemos ele girnos a nosotros mismos sin culpa. Que la au tocrítica puede ser una herramienta útil, pero sólo cuando se equilibra con la compasión. Que dejar de ser tan duros con nosotros no es señal de debilidad, sino de sabiduría.
Así que si hoy sientes que la carga de tus propios juicios es demasiado pesada, permítete ser más amable contigo mismo. Acepta que, como todos, estás apren diendo sobre la marcha. Y ten en cuenta que, a veces, la mayor muestra de fuerza es elegir tratarte con suavidad.+
El primer libro de la trílogia de la antorcha de Moira Bu ini
Por: Carmen A. Castillo y José Luis Trueba
Eloísa Hernández Viramontes es maestra en Arte moderno y contemporáneo, con una trayectoria centrada en la coordinación de proyectos culturales y expositivos, así como en la gestión de colecciones artísticas y documentales. Ha trabajado en instituciones como Curare, A. C., Espacio Crítico para las Artes; el Museo Universitario Arte Contemporáneo (muac-unam), donde formó parte del Centro de Documentación Arkheia y la Fundación Amparo y Manuel (amma), donde dirigió proyectos de arte y la colección artística. También ha desempeñado roles clave en donde actualmente trabaja, zsonamaco México Arte Contemporáneo, encargándose de las relaciones institucionales y la coordinación del Programa de Conversaciones. Como investigadora independiente, ha participado en equipos curatoriales y ha publicado artículos en diversas plataformas especializadas, al igual que libros, como su proyecto más reciente titulado La palabra como lenguaje artístico. Prácticas textuales en México (Saenger Editores, 2024).
¿De dónde surgió la idea de hacer el desplante tan amplio que haces en este libro? De artistas conceptuales como Joseph Kosuth, Lawrence Weiner y Edward Ruscha, pues en los años 60 trabajaban exclusivamente con el lenguaje. Sus piezas interactuaban entre lo legible y lo visible, buscaban darle una perspectiva intelectual a la presentación del arte a través del lenguaje escrito. Cuando conocí estos trabajos, me pregunté sobre la existencia de este tipo de prácticas en México. Al investigar si existían prácticas similares en México, no encontré ningún libro al respecto, pero descubrí una gran variedad de artistas con propuestas textuales en México.
Haces un viaje a través de los caligramas. Háblame de ellos y de los estridentistas. Planteo que la genealogía de estas prácticas está en este vínculo entre la poesía y la plástica. A principios del siglo pasado iniciaban estas experimentaciones poéticas, buscando la forma y la visualidad del signo lingüístico más allá de su significado. Estos fueron ejercicios que detonaron el interés por la visualidad del signo lingüístico. Tablada y los estridentistas son clave en esta exploración, mezclando lo visual con lo textual.
Tú, que eres contemporánea, ¿cómo ves a esos artistas tan lejanos? Fueron un parteaguas. Los estridentistas querían revolucionar todo el panorama cultural a través de la poesía. Colaboraron con figuras
importantes como Diego Rivera, quien hizo algunos intentos de poesía visual, en Irradiador. Eran como el Duchamp de las prácticas textuales hoy.
Mencionas el corrido de Diego Rivera que se encuentra en el edificio de la SEP, ¿cómo ves a artistas como los muralistas? Ésa es otra línea marcada en la genealogía de las prácticas textuales. Empieza esta relación con la crítica social, donde la imagen y la palabra se combinan y que está presente con los muralistas.
El corrido en la sep es clave porque detona toda la parte pictórica y creo que esta línea de crítica sociopolítica ha permanecido en todas las prácticas textuales hasta la actualidad.
Vemos en el arte contemporáneo la crítica social y la denuncia, separada de lo estridentista. ¿Cómo fue que se separaron de esto?, ¿cómo se llevaron lo estruendoso, o todavía lo mantienen?
Lo mantienen de otra manera. Hay piezas contemporáneas, como las de Christian Becerra, que tratan la emigración y desapariciones, temas duros de una manera poética. O artistas, como Chantal Peñalosa y Lorena Wolffer, que hacen denuncias sobre los estereotipos de la mujer. Buscan llegar al mayor número de personas posible, preocupación que comparten las generaciones anteriores de artistas y los contemporáneos: hablar de su contexto inmediato.
Mencionas casos de pintura de caballete, como el de Frida Kahlo. ¿Qué pasa con estos artistas?
Frida también es un parteaguas en cuanto a la disciplina pictórica. Usa esta voz narradora, a través de carteleras y describe por qué hizo la pieza y quién la
hizo. Presenta su autoría a través del texto y hay un vínculo entre la escena pictórica y la parte verbal que se están complementando.
Como mencionas, el lenguaje visual y las letras no son parecidos, pero se unen en lo simbólico. ¿Ves algún cambio en esta unión entre lo legible y lo mirable, entre la palabra y el objeto?
Claro. Ése fue un debate en las prácticas textuales, pues la palabra se presentaba sin haber sido trabajada técnicamente, así que se decía que estas piezas eran filosofía o poesía, pero no plásticas.
En la actualidad muchas de las piezas contemporáneas adquieren su sentido o su último significado a través de la técnica o el soporte con el que están trabajadas. Pienso en artistas como Gabriel Kuri o Teresa Serrano, que usan materiales que transforman el sentido de la palabra. Ejemplo de que siempre van a estar relacionadas la técnica y la palabra.
Enric Satué dice que el diseño gráfico es la única posibilidad artística donde el creador se ve obligado a trabajar con letras. ¿No estaríamos en el campo del diseño gráfico? ¿Cómo podemos separarlos?
Hay un borramiento entre las prácticas textuales que se familiarizan con otros tipos de creaciones o producciones creativas, por lo que sí cruzan caminos.
También tiene que ver con la intención artística. Volviendo a Duchamp, la intención siempre va a ser lo que marque lo que podemos llamar o no y está bien que haya estos borramientos. Hay muchas formas de escritura que, ¿por qué no pueden ser arte?
La Crónica te atribuye el haber denominado tu libro como un mapa. Intenté hacer el libro un mapa o cartografía, donde se pudiera ver el recorrido y desarrollo de estas prácticas desde el siglo xx. Como es un primer acercamiento al estudio de este tipo de trabajos, intenté que fuera más fluido. Me detengo en más de 60 artistas, pero la intención es que sea un punto de partida para continuar con investigaciones y abrir el diálogo. +
Por: Ximena Hutton
Para este número, hemos tenido el privilegio de asistir a una reunión de AA: Autocríticos Anónimos, en la que algunos de los personajes más icónicos de la literatura se reúnen cada jueves para compartir sus pensamientos más oscuros y sus luchas internas. Los asistentes nos permitieron escuchar sus confesiones y publicar sus palabras, con la esperanza de que alguien, al otro lado de la página, pueda sentirse menos solo. Si usted, querido lector, se identifica con alguna de estas historias, tal vez sea momento de considerar buscar ayuda. La primera regla de los Autocríticos Anónimos es simple: aquí, nadie juzga... excepto a ellos mismos.
La sala es pequeña y un poco deprimente, como suele ser en este tipo de reuniones. Sillas de plástico, café aguado y una luz blanca que realza las ojeras de todos los presentes. Un moderador con aspecto cansado da la bienvenida, y los mira con esa mezcla de lástima y profesionalismo que se adquiere después de escuchar demasiadas confesiones. El primero en hablar es Hamlet. Se levanta despacio, como si hasta eso fuera motivo de duda. “Me llamo Hamlet y soy autocrítico”, dice, y los demás le responden en coro un “¡Hola, Hamlet!” que suena algo forzado. El príncipe danés aprieta los puños y baja la mirada. “Llevo años atormentándome por mi incapacidad para actuar. Paso horas debatiendo cada decisión, cada pensamiento. A veces,
siento que todo es una obra en la que interpreto al peor de los actores. ¿Ser o no ser? La verdadera pregunta es: ¿seré algún día suficiente?”. El moderador asiente con una sonrisa paciente y pregunta cómo se siente al respecto. Hamlet suspira. “Indeciso. Como siempre”. El siguiente en hablar es Holden Caulfield, que parece demasiado joven para estar ahí. Se remueve en su asiento, con esa mezcla de enfado y vulnerabilidad que lo caracteriza. “Yo soy Holden y odio a los hipócritas... pero creo que odio más lo hipócrita que soy”, suelta de golpe, como si quisiera sacárselo de encima. Los demás responden con el mismo saludo mecánico y él resopla. “La verdad es
que paso el día juzgando a todos: falsos, tontos, vendidos. Pero cuando me miro al espejo, me doy cuenta de que yo también soy todo eso. Es como si me odiara por no ser diferente... aunque ni siquiera sé qué significa eso”. Se cruza de brazos y añade, casi en un susurro: “Fumo. Mucho. Y, a veces, hablo con mi hermano Allie. Aunque esté muerto”.
Gregor Samsa tarda en decidirse a hablar. Al final, con las antenas metafóricas temblando, murmura: “Me llamo Gregor y... bueno, supongo que soy una cucaracha”. El coro lo saluda con el mismo tono monocorde. “Me despierto cada día y me pregunto si alguna vez fui otra cosa. Lo peor no es ser un insecto, sino pensar que quizás siempre lo fui. Mi familia... nunca hice suficiente por ellos. Y ahora ni siquiera puedo hacer eso. Me odio por ser tan inútil”. El moderador le pregunta qué le diría a ese Gregor que aún tenía esperanzas. Él se encoge de hombros y sonríe con tristeza: “Que deje de soñar y aprenda a arrastrarse”.
Esther Greenwood es la siguiente. Se retuerce las manos y susurra: “Me llamo Esther y no sé quién soy”. Las palabras parecen doler-
le más de lo que deberían. “Me miro al espejo y sólo veo máscaras: la hija perfecta, la escritora talentosa, la joven brillante. Pero debajo de todo eso... hay nada. Ni siquiera sé qué versión de mí debería odiar más. Tal vez a todas”. Su voz tiembla y el moderador le pregunta qué busca realmente. Ella se queda en silencio unos segundos antes de responder: “Silencio. Pero ni siquiera eso puedo encontrar”.
Anna Karenina toma la palabra después. Se acomoda el vestido imaginario y sonríe, aunque sus ojos parecen cansados. “Soy Anna y todo lo que toco se rompe”, confiesa. “Pensé que amar era suficiente, pero sólo arruiné a los que más quería. A veces, creo que nací para destruirme a mí misma. Y lo peor es que lo sabía, pero no pude parar. La culpa me devora, como si fuera la única forma de sentir algo real”. El moderador le pregunta si se arrepiente de amar. Ella suspira. “Sólo de haberlo hecho tan mal”.
Jay Gatsby, siempre impecable, se ajusta las mangas como si todavía tuviera una
fiesta a la que asistir. “Soy Gatsby y no soy más que una mentira”, dice, y la confesión parece pesarle como una cadena. “Construí toda mi vida alrededor de una idea: ser alguien que ella pudiera amar. Pero la verdad es que soy un fraude. Todo lo que hice fue por alguien que ni siquiera me recuerda. A veces, pienso que hasta mi nombre es una broma. No soy más que un fantasma en una fiesta que nunca termina”. El moderador lo observa con compasión y le pregunta qué es lo que más le pesa. Gatsby sonríe, pero es una sonrisa triste. “Que ni siquiera sé quién soy cuando las luces se apagan”. Cuando todos han hablado, la sala queda en silencio. No uno de esos silencios incómodos, sino uno denso y resignado, como el de un prisionero que se conforma con su celda. La autocrítica, en el fondo, no es más que una cárcel. Una prisión construida palabra a palabra, reproche a reproche, con barrotes de inseguridades y cerrojos de culpa. Lo peor es que la llave siempre está del
lado de adentro, pero ninguno de los presentes parece listo para usarla. El moderador agradece a los presentes y les recuerda que en ese espacio no se busca redención, sólo entendimiento. Y que si no pueden aprender a amarse, al menos deberían intentar odiarse un poco menos. Pero esa sugerencia suena débil frente a las miradas vacías y las sonrisas rotas.
La autocrítica puede parecer una forma de control, una manera de encontrar sentido en medio del caos. Pero, a veces, incluso los personajes más complejos necesitan aprender a ser amables consigo mismos. Mientras tanto, los Autocríticos Anónimos seguirán reuniéndose, buscando en cada palabra un poco de paz.
Si usted, querido lector, se identificó con alguna de estas voces, recuerde: no está solo. Salir de la cárcel de la autocrítica es posible, pero el primer paso es darse cuenta de que las llaves siempre han estado ahí, en sus manos.+
LA VEGETARIANA
Han Kang
PENGUIN RANDOM HOUSE
Premio Nobel 2024
Situada en Corea del Sur, La vegetariana es la historia de una metamorfosis radical y un acto de resistencia contra la violencia y la intolerancia humanas. Galardonada con el Premio Booker Internacional, esta bella y perturbadora novela catapultó internacionalmente a la que es una de las voces más interesantes y provocadoras de la literatura asiática contemporánea.
LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE
Matt Haig
ALIANZA DE NOVELA
Entre la vida y la muerte hay una biblioteca. Y los estantes de esa biblioteca son infinitos. Cada libro da la oportunidad de probar otra vida que podrías haber vivido y de comprobar cómo habrían cambiado las cosas si hubieras tomado otras decisiones... ¿Habrías hecho algo de manera diferente si hubieras tenido la oportunidad?
ANTES DE QUE SE ENFRÍE EL CAFÉ
Toshikazu Kawaguchi
DEBOLSILLO
En un pequeño café escondido en un callejón de Tokio circula un rumor fascinante: si eliges la silla correcta, puedes viajar al pasado. Pero este extraordinario viaje tiene reglas: no puedes salir del café mientras dure, debes beber el café antes de que se enfríe y no podrás cambiar el presente. A través de las historias de cuatro clientes, esta obra nos invita a reflexionar sobre el amor, las oportunidades perdidas y la esperanza de un futuro por construir.
CADÁVER EXQUISITO
Agustina Bazterrica
ALFAGUARA
Premio Clarín de Novela 2017
La súbita aparición de un virus letal que ataca a los animales modifica de manera irreversible el mundo: desde las fieras hasta las mascotas deben ser sistemáticamente sacrificadas, y su carne ya no puede ser consumida. Los gobiernos enfrentan la situación con una decisión drástica: legalizar la cría, reproducción, matanza y procesamiento de carne humana.
LOS SIETE MARIDOS DE EVELYN HUGO
Taylor Jenkins Reid
EDICIONES URANO
Evelyn Hugo, ícono de Hollywood, decide contar la verdad sobre su vida llena de secretos y escándalos. Elige para ello a Monique Grant, una periodista desconocida que no imagina cómo su destino está ligado al de la actriz. A través de sus siete matrimonios, Evelyn revela una historia de ambición, amores prohibidos y decisiones que marcan para siempre. Un relato fascinante sobre la fama, la identidad y el precio de las grandes historias.
ALAS DE ONYX (EMPÍREO 3)
Rebecca Yarros PLANETA
DESFIBRILADOR
Gilraen Eärfalas PLANETA
CUANDO NO QUEDEN MÁS ESTRELLAS QUÉ CONTAR
María Martínez CROSSBOOKS MÉXICO
HÁBITOS ATÓMICOS
James Clear PAIDÓS MÉXICO
¿Cómo podemos vivir mejor? Sabemos que unos buenos hábitos nos permiten mejorar significativamente nuestra vida, pero con frecuencia nos desviamos del camino: dejamos de hacer ejercicio, comemos mal, dormimos poco, despilfarramos. ¿Por qué es tan fácil caer en los malos hábitos y tan complicado seguir los buenos?
ESTE DOLOR NO ES MÍO. IDENTIFICA Y RESUELVE LOS TRAUMAS FAMILIARES HEREDADOS
Mark Wolynn OCÉANO
La evidencia científica muestra que los traumas pueden ser heredados. Mark Wolynn, fundador y director del Instituto de Constelaciones Familiares y pionero en el estudio de los traumas familiares heredados, presenta un enfoque transformador que permite resolver problemas crónicos que no han podido ser aliviados mediante la terapia tradicional, los medicamentos u otras medidas.
EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO
Viktor E. Frankl HERDER
El doctor Frankl, psiquiatra y escritor explica la experiencia que le llevó al descubrimiento de la logoterapia. Prisionero, durante mucho tiempo, en los desalmados campos de concentración, él mismo sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda. Las palabras del doctor Frankl alcanzan un temple sorprendentemente esperanzador sobre la capacidad humana de trascender sus dificultades.
TERAPIA PARA LLEVAR
Ana Pérez MONTENA
¿Sientes que algo no anda bien, pero no sabes exactamente qué es? ¿Te gustaría manejar mejor tus emociones y el estrés del día a día? La salud mental no es algo que ocurra por sí sola: se construye. En este libro, Ana Pérez ofrece 100 herramientas prácticas y sencillas para afrontar los pequeños malestares cotidianos y mejorar tu bienestar emocional. A partir de 20 conceptos clave de la psicología, aprenderás a identificar y gestionar pensamientos intrusivos, poner límites saludables, aumentar tu autoestima y enfrentar el miedo al futuro o las rupturas amorosas.
LAS MUJERES QUE AMAN DEMASIADO
Robin Norwood
B DE BOLSILLO
Cuando estar enamorada significa sufrir, es que estamos amando demasiado. Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas íntimas son acerca de él, de sus problemas, ideas, acciones y sentimientos, cuando casi todas nuestras frases comienzan con “Él”, es que estamos amando demasiado. Cuando disculpamos su mal humor o incluso nos convertimos en su terapeuta, es que estamos amando demasiado.
APRENDIZ DEL VILLANO
Hannah Nicole Maehrer EDITORIAL PATRIA
ETÉREO
Joana Marcús PENGUIN RANDOM HOUSE
SIENDO TÚ, CAMBIANDO EL MUNDO
Dr. Dain Heer
ACCESS CONSCIOUSNESS
Este es un libro muy diferente. Está escrito para los soñadores de este mundo —las personas que saben que algo diferente es posible— pero que nunca antes tuvieron las herramientas. ¿Y si te dijera que las herramientas existen? ¡Las posibilidades sobre las que siempre soñaste, son posibles! Este libro te proveerá de un conjunto de herramientas prácticas y dinámicas y procesos que te dan el poder para saber lo que es verdad para ti y lo que en verdad tú eres.
WICKED. MEMORIAS DE UNA BRUJA MALA
Gregory Maguire
PLANETA
En un pueblo de pescadores de Munchkinland nace Elphaba, un bebé de piel verde y dientes de tiburón con los que arranca los dedos a la comadrona. Elphaba crecerá para convertirse en la Malvada Bruja del Oeste, una persona ingeniosa, irritable y poco comprendida que pone en tela de juicio todas nuestras nociones preconcebidas sobre la naturaleza del bien y del mal.
COMO AGUA PARA CHOCOLATE
Laura Esquivel
SUMA
La novela narra la historia de Tita de la Garza a manera de recetario, donde cada capítulo es una receta que relata las aventuras de la protagonista en una casa donde la tradición la obliga a quedarse a cuidar a su madre, y por lo tanto, sin poderse casar nunca.
LA VEGETARIANA
Han Kang
PENGUIN RANDOM HOUSE
Premio Nobel 2024
Situada en Corea del Sur, La vegetariana es la historia de una metamorfosis radical y un acto de resistencia contra la violencia y la intolerancia humanas. Galardonada con el Premio Booker Internacional, esta bella y perturbadora novela catapultó internacionalmente a la que es una de las voces más interesantes y provocadoras de la literatura asiática contemporánea.
NADIE PUEDE SALVARTE EXCEPTO TÚ
Madame G. Rouge
BRUGUERA
Este libro te escuchará y te abrazará sin condiciones. Sus páginas son un lugar seguro y privado al que podrás acudir cuando más lo necesites, y te invitarán a comprender y a aceptar todos los capítulos de tu vida, con sus altibajos. En él encontrarás las herramientas para explorar tus sentimientos más profundos, dejar ir a aquellas personas que te hacen daño y aprender a confiar en ti misma para sanar.
DIARIO DE GREG
19. EN SU SALSA
Jeff Kinney PENGUIN RANDOM HOUSE
ARTE ANTIESTRÉS / DESCUBRE A LOS MEJORES AMIGOS
Tomás García Cerezo
HACHETTE
Los mejores amigos de los héroes de las películas de Disney y Pixar están listos para ser descubiertos sólo con llenarlos de color. Cada lámina esconde un buen amigo que encantará con su simpatía y genialidad.
Tomás García Cerezo
HACHETTE
Las figuras femeninas de Disney tienen una gran relevancia en las historias de las películas gracias a su encanto y simpatía. Aunque su papel no siempre es el de heroínas o villanas, todas ellas gozan de gran inteligencia y capacidad para resolver sus propios retos. Ésta es la personalidad que se imprime en las maravillosas láminas de este libro.
COCINOLOGÍA
Dr. Stuart Farrimond
DORLING KINDERSLEY
Descubre con Cocinología los conceptos fundamentales de la cocina revelados junto con prácticos consejos y técnicas paso a paso, que harán de tu cocina un auténtico laboratorio. Encuentra las respuestas a las preguntas que hasta ahora no tenían solución con capítulos dedicados a los principales alimentos y preparaciones: carnes, aves, pescados, legumbres y cereales o vegetales entre otros.
MOMO (COLECCIÓN ALFAGUARA CLÁSICOS)
Michael Ende
ALFAGUARA
EL ARTE Y SUS CREADORES (VARIOS TÍTULOS)
Valeriano Bozal
UN METRO DE LIBROS
Una colección imprescindible para descubrir a los grandes maestros del arte. Desde el Renacimiento hasta el Impresionismo, este recorrido visual y narrativo presenta la vida y obra de artistas como Mantegna, Rafael, Manet y Degas, entre otros. Un viaje por las épocas y movimientos que definieron la historia del arte, con las piezas más icónicas de cada creador. Ideal para quienes buscan profundizar en el legado de los genios que transformaron la manera de ver el mundo.
CÓCTELES: DEL GIN FIZZ AL CAFÉ IRLANDÉS
Carla Bardi
TIKAL
Más de 60 recetas de cócteles clásicos y originales. Descubre tragos largos, ligeros, frescos o cremosos, ideales para cada ocasión. Desde nombres icónicos hasta combinaciones perfectas para animar cualquier fiesta, este libro con tapas metálicas es el regalo perfecto para amantes de la coctelería y de los buenos momentos.
EL ESCAPE DE LA ROBOT SALVAJE
Peter Brown PLANETA
LOS 200 NUEVOS CHISTES FAVORITOS DE TIMBA VK Timba VK PLANETA
50 años. Medio siglo. Cinco décadas. Cifra nada fácil de alcanzar cuando eres un show de televisión. Más si ese show se nutre de comedia, un arte que requiere precisión, inteligencia, audacia y mucho valor.
La comedia norteamericana es una institución que muchas veces ha llegado a ser la crítica más fuerte e inteligente (aun a la fecha) hacia situaciones sociales y políticas, históricas o actuales. Durante 50 años, casi todos ellos de la mano de Lorne Michaels, Saturday Night Live (SNL) ha mantenido un estándar elevado, realizando sketches en vivo gracias a un grupo de comediantes y un anfitrión, quien puede ser, o no, también comediante. Muchas veces eso vuelve más interesante el episodio, pues vemos fuera de su elemento a individuos quienes nunca se han involucrado en dicho arte. Políticos, activistas, actores, músicos, etcétera.
El proceso, especialmente promocionado en los últimos meses mediante una serie de
documentales, ha sido clave del éxito. Cada acto presentado en el programa es escrito, ensayado y producido durante la semana que va del martes al sábado —día en que se realiza la transmisión—; muchas veces, horas o minutos antes de ir en vivo, hay cambios. Esa presión y exigencia requiere cierto tipo de comediante y escritor, así como equipos de producción que prepararán en cuestión días las escenografías, pelucas, maquillajes o lo que haga falta para realizar la idea.
Los documentales, junto con el episodio de aniversario y un concierto especial, forman parte de la celebración de estos 50 años. Recuerdan el nacimiento, el proceso, los pormenores, buenos y no
tan malos tiempos. Recuerdan también a quienes fueron la base y espina del éxito durante estas cinco décadas.
John Belushi. Dan Akroyd. Jimmy Fallon. Bill Murray. Eddie Murphy. Adam Sandler. Mike Myers. Chevy Chase. Will Ferrell. Tina Fey. Jason Sudeikis. Fred Armisen. Andy Samberg. Kristen Wiig. Dana Carvey. Kate McKinnon. Gilda Radner. Chris Rock. Estos son los nombres de sólo algunas figuras cuyas carreras empezaron en Saturday Night Live y fueron luego a conquistar el mundo de la comedia. La lista sigue y sigue. Los aprendizajes que todos ellos tuvieron han sido documentados una y otra vez y todos coinciden en que este show fue un punto de partida único que los ha forjado, impulsado y, muchas veces, llevado al límite, a conocerse a sí mismos, a atreverse y empujar su comedia de una forma que no hubiese sido posible sin SNL
“Hay un viejo chiste de Shelley German. Su abuelo llegó a Estados Unidos y le dijeron que
las calles estaban pavimentadas con oro. Cuando llegó a Estados Unidos, descubrió tres cosas. Una, que las calles no estaban pavimentadas con oro; dos, que las calles no estaban pavimentadas y tres, que él iba a ser quien las pavimentaría”. Éstas son palabras del mago detrás de la cortina, el creador y, hasta la fecha, cabeza del show: el canadiense Lorne Michaels, quien semana a semana juega de guía, elige a los anfitriones, los actos musicales y su reparto temporada tras temporada. Además, cada noche, cada sábado escoge qué actos se presentarán en vivo y cuáles quedarán enterrados, esperando ver la luz algún día, u olvidados por sus creadores. Michaels carga solo esa dura responsabilidad y la Historia de la comedia en Estados Unidos y en el mundo, luego de su aporte a lo largo de todo este tiempo.
quien estuvo en el primer acto en la historia de SNL y uno de los mejores miembros del reparto, fallecería de una sobredosis de heroína apenas a sus 33 años. Durante toda su carrera, Chavy Chase ha vivido enredado en polémicas, muchas ocasiones originadas por la soberbia y arrogancia que han venido con el éxito. Sin embargo, los momentos de drama y controversia que el programa ha experimentado a lo largo de estas décadas dan cuenta de la dura y fuerte piel que ha desarrollado, para soportar los vientos en contra y permanecer al aire. De hecho, SNL continúa siendo un espacio importante para impulsar las carreras de artistas que, en medio del lanzamiento de películas, álbumes, libros, etcétera, buscan aparecer en el show.
The Tonight Show, General Hospital, Days of Our Lives, Plaza Sésamo, Jeopardy!, Sábado Gigante son una muestra de programas en la televisión norteamericana que se han transmitido por más de 50 años. Titanes de la producción, en esencia muy diferentes todos. Sin embargo, el nivel de producción de SNL hace que su quincuagésimo aniversario sea mucho más valioso, pues no resulta sencillo hacernos reír. Se requiere de un ingenio especial y una sensibilidad auténtica para detectar e identificar las oportunidades que ameritan burla; para escribir esas ideas —que después durarán un minuto o tres en televisión— de forma adecuada; para ensayarlas un par de veces antes de actuarlas, ejecutarlas.
Imposible no mencionar el espacio que SNL le ha dado a la música, pues una parte importante del programa recae en presentar un acto musical en vivo. Adele no tendría el éxito que tiene en los Estados Unidos de no ser por su presentación en SNL, programa en el que Sinéad O’Connor rompió la foto del papa Juan Pablo II como forma de protesta. La agrupación Rage Against the Machine —que intentó colgar banderas americanas bocabajo en sus amplificadores— fue expulsada por atacar al presentador y candidato presidencial republicano Steve Forbes, por eso sólo pudo tocar una canción.
razones los días del programa están contados, sobre todo después de que Lorne no esté ahí para defenderlo, para encabezar la lucha con su experiencia y contactos. Lo averiguaremos pronto. Acciones provocan reacciones hacia todas direcciones y SNL es un programa de ambas, que toma la ofensiva, pero que también sabe ser reaccionario.
También es complicado resumir la importancia que el programa tiene en la historia de la televisión norteamericana en unas cuantas páginas, por lo cual terminaremos con algunos datos curiosos para intentar abarcar lo grande y sublime de este show, especialmente todo su alcance en estos 50 años de existencia.
SNL, como se le conoce coloquialmente, no existiría sin estos tres elementos: la revista National Lampoon, Lorne Michaels y el estudio 8H (donde se lleva a cabo el programa desde su concepción en 1975).
Resulta complicado hablar sobre el provenir del programa. Muchos pensarán que la fórmula persistirá y seguirá siendo el nido de las próximas generaciones de comediantes. Otros pondrán el futuro inmediato del show en duda, especialmente por la edad de Michaels (80 años), y cuestionarán cuál será la dirección tras su inminente partida algún día. Este proceso, esta fórmula tan exitosa y demandante, podría ser la piedra que frene el ritmo del programa una vez que su fundador y líder parta y deje de ser quien tome todas las decisiones.
National Lampoon fue una revista fundada por Douglas Kenney, Henry Beard y Robert Hoffman que prácticamente heredaría a la primera generación de SNL. Un show de televisión y una exitosa hora de radio en vivo vendrían con el éxito de la revista, ahí vimos nacer a John Belushi, Chevy Chase, Gilda Radner y Bill Murray quienes también fueron las caras de SNL en sus primeros años.
National Lampoon alcanzó un nivel de descaro y subversión propio de las décadas de los 60 y 70, así como un ritmo prolífico y acelerado de creación que muy probablemente se mantiene en el alma de SNL cada semana. Este ritmo ha afectado la calidad de vida de muchas personalidades que han pasado por ahí: John Belushi,
Cualquiera que sea el caso, es claro que SNL buscará persistir, pues el éxito se mantiene constante y luego de cinco décadas muy distintas, política y socialmente hablando entre ellas, ha encontrado la forma de adaptarse para ser esa voz que no se calla, que te recuerda que reír y burlarse está bien, es necesario, gratificante, productivo, educativo y progresista.
No obstante, las últimas tendencias ideológicas en el mundo, encabezadas muchas veces por los líderes políticos y empresariales tradicionales y retrógrados de los Estados Unidos, nos pondrán a pensar si por esas mismas
• Alec Baldwin todavía tiene el récord de quien más veces ha presentado el show: 17 ocasiones.
• Kenan Thompson es el miembro del cast que más temporadas ha permanecido (22 temporadas).
• Drew Barrymore fue presentadora a los siete años.
• En 1976, Lorne Michaels ofreció tres mil dólares a los Beatles para reunirse y tocar en vivo en el show.
• Norm MacDonald fue despedido del programa por sus continuas burlas hacia O. J. Simpsons, hechas incluso después de que éste fuera declarado inocente por asesinato.
• Los miembros de Nirvana se besaron entre ellos al término de su presentación en 1992, expresamente para molestar a los “rednecks” y homofóbicos. Rubén Albarrán, de Café Tacvba, haría referencia a esto al término de su MTV Unplugged.
• La palabra “penis” (pene) fue dicha más de 40 veces en un sketch de Matthew Broderick, logrando romper la censura televisiva de 1988.
• Andy Kaufman fue despedido luego de invitar al público a votar, durante el programa, a favor o en contra de la permanencia del cómico.
• Don Pardo fue el locutor oficial del programa por 38 temporadas. Antes de morir a los 96 años, en 2014, seguía ocupando ese puesto.+
Por: Victor Ruiz
El trabajo en equipo puede ser retador, especialmente en entornos creativos donde las ideas fluyen, pero también surgen conflictos y diferencias de visión. Para entender cómo formar y liderar equipos de manera efectiva, Alejandro Masferrer escribió Desarrollo y Liderazgo de Equipos Crea, un libro que desglosa este proceso en fases y ofrece herramientas para lograrlo de forma auténtica. Conversamos con Alejandro sobre su inspiración, sus experiencias y sus consejos para quienes buscan mejorar la dinámica de sus equipos y liderar con confianza.
¿Cómo puede un líder fomentar confianza y colaboración en su equipo?
Todo depende de la fase en la que esté el equipo. Al inicio, el líder debe dar estructura, tomar decisiones claras y definir expectativas. Pero conforme el equipo avanza, el liderazgo debe volverse más flexible. Un error común es que los líderes siguen dirigiendo con el mismo nivel de control cuando el equipo ya podría operar con más autonomía.
Alejandro, ¿qué te inspiró a escribir este libro?
A lo largo de mi carrera, me di cuenta de que muchas personas encuentran frustrante trabajar en equipo. Hay momentos en los que parece que todo encaja y funciona bien, pero otras veces hay tensiones, bloqueos y falta de claridad en la dirección. Al principio, pensaba que el éxito de un equipo dependía únicamente de la suerte o de la química entre sus miembros.
Con el tiempo, entendí que hay pequeños ajustes y herramientas que pueden marcar la diferencia. No todo es cuestión de magia o coincidencia; hay maneras de mejorar la colaboración y la confianza. Escribí este libro para quienes han sentido que trabajar en equipo puede volverse complicado, para que vean que hay estrategias que realmente funcionan y hacen que el trabajo en grupo sea más eficiente y satisfactorio.
Entonces, ¿el propósito del libro es ayudar a los equipos a ser más auténticos? Exacto. Para mí, la autenticidad es clave. Cuando un equipo empieza a trabajar junto, hay muchas barreras y timidez. Al principio, las personas intentan encajar, evitan el conflicto y no muestran del todo su verdadero estilo de trabajo. Si no se maneja bien, las fricciones que surgen pueden impedir que el talento de cada persona florezca. Un equipo debe avanzar desde una interacción superficial hasta una dinámica clara, donde todos puedan expresarse sin miedo.
Hablas de las fases de maduración de los equipos. ¿Cuáles son y por qué son clave?
Son cuatro fases, y lo interesante es que se pueden ver reflejadas en cualquier grupo humano, incluso en relaciones personales:
1. Aceptación: es la fase inicial. Todos son amables, pero de manera superficial. Las personas evitan el conflicto y buscan encajar.
2. Conflicto: es cuando empiezan a surgir diferencias y tensiones. Aparecen fricciones sobre cómo hacer las cosas o sobre los roles dentro del equipo.
3. Estructura: aquí el equipo empieza a encontrar una forma de trabajo más clara. Se distribuyen responsabilidades y se crean dinámicas efectivas.
4. Excelencia: uando un equipo llega aquí, el trabajo fluye con autonomía y eficiencia. Ya no depende tanto de un líder y todos contribuyen de manera equilibrada.
Algo importante es que este proceso no siempre es lineal. Los equipos pueden avanzar y retroceder entre fases dependiendo de los cambios que enfrenten.
En el libro mencionas los “shots de tequila” en la fase de aceptación. ¿Qué significa esa metáfora?
[Ríe] Bueno, todos hemos tenido una experiencia intensa con el tequila. En España, donde vivo, y en México también, es algo que deja recuerdos fuertes.
La metáfora tiene que ver con aceptar la realidad sin engañarnos. En los equipos, a veces sabemos que algo no está funcionando, pero intentamos evitar el conflicto o alargar lo inevitable. Es como cuando tomas un shot de tequila: hay un momento de impacto, pero después te sientes más ligero. Lo mismo ocurre cuando un equipo enfrenta la verdad y toma acción en lugar de prolongar la incomodidad.
Un consejo práctico es hacer preguntas abiertas y frecuentes, como: “¿Cómo te sientes con este proyecto? ¿Qué opinas de esta dinámica?”. No se trata de convertir el trabajo en terapia, sino de generar un espacio donde la gente pueda expresarse sin miedo y ajustar el rumbo cuando sea necesario.
Con el auge del trabajo remoto, ¿qué retos enfrentan los equipos creativos?
En remoto es más fácil esconderse. En una oficina, puedes ver a la gente en los pasillos y leer su lenguaje corporal. Pero en digital, alguien puede apagar su cámara y desaparecer.
Los líderes deben ser más intencionales en generar confianza y comunicación. No basta con tener reuniones por Zoom; hay que buscar espacios para hablar de cómo se siente el equipo y qué obstáculos enfrentan.
¿Cómo identificar que un equipo necesita evolucionar?
Lo sientes en el ambiente. Si las reuniones no son productivas, si hay tensiones no resueltas, si los plazos se retrasan o si las ideas no generan entusiasmo, es una señal clara de que algo debe cambiar.
Otra señal es cuando todos están demasiado cómodos y nadie desafía las ideas. Un equipo saludable discute y mejora constantemente.
Alejandro, muchas gracias por esta charla. ¡Gracias a ustedes! Espero estar pronto en México para compartir más sobre el libro.+
Por: Brenda Ríos y Ximena Hutton
En la búsqueda de relaciones más sanas y libres de violencia, la prevención y la información son esenciales. La psicóloga Katia Uresti Maldonado lo sabe bien y por ello creó AmorEs sin violencia (Conciencia, 2024), un manual práctico que invita a reflexionar sobre la forma en que nos relacionamos y cómo prevenir la violencia de género en la pareja.
En esta conversación con Lee+, Katia nos comparte la importancia de cuestionar las ideas que nos han enseñado sobre el amor y el rol de las mujeres en las relaciones, así como la necesidad de visibilizar esas violencias silenciosas que muchas veces no reconocemos hasta que es demasiado tarde.
¿Cómo surgió la idea de este libro y cuánto tiempo te llevó desarrollarlo?
Además, cuéntanos un poco sobre tu experiencia trabajando este tema desde tu enfoque médico y en la atención directa a las personas.
Este libro es muy especial porque es el resultado de un trabajo en equipo dentro del cuerpo académico de estudios en psicología de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Surge tras años de investigación sobre género, violencia y salud mental, y también como respuesta a lo que vivimos durante la pandemia, cuando la violencia en las relaciones de pareja se intensificó debido al confinamiento.
Como equipo nos preocupó ver cómo muchas mujeres quedaron encerradas con sus agresores, lo que aumentó el riesgo de violencia y feminicidios. Desde hace más de 10 años trabajo temas de género, y este proyecto me llevó a reflexionar sobre cómo entendemos el amor y cómo muchas veces lo vinculamos con el sacrificio o el sufrimiento.
AmorEs sin violencia nace como un manual práctico y accesible, basado en evidencia científica, que busca llegar al público general y no solo al ámbito académico. Queremos que esta guía sea una herramienta útil para prevenir la violencia, identificar señales de alerta y promover el autocuidado emocional y físico. Al final, el objetivo es claro: aportar algo que ayude a transformar nuestra realidad social.
En el manual mencionas temas clave, como la diferencia en la crianza de hombres y mujeres, y los estereotipos de género que aún persisten. Seguimos viendo cómo se espera que los hombres sólo
sean “hombres” si cumplen con ciertos mandatos, y cómo a las mujeres aún se les asigna culturalmente el rol de la que sacrifica y aguanta.
Además, también exploras el mito del amor romántico, donde muchas veces se normaliza que el amor debe implicar sufrimiento o abnegación. Me gustaría que nos hablaras sobre cómo abordas en el libro estas ideas tan arraigadas: ¿Cómo ayudas a las mujeres a cuestionar estos estereotipos y a replantearse su vida sin sentirse incompletas sin una pareja, especialmente cuando además están en una relación violenta?
Todo el primer capítulo está enfocado en reflexionar y cuestionar la manera en la que hemos sido socializados en torno al género. Muchas veces, los programas de prevención van directo al tema de la violencia, pero es difícil que alguien se reconozca fácilmente como víctima o agresor, porque ambas etiquetas cargan con un fuerte estigma. Por eso, este manual va más atrás y nos invita a identificar esas señales sutiles e invisibles que pueden ser el inicio de relaciones violentas.
El ejercicio principal es repensar nuestra socialización, desde cómo nos educaron desde niñas y niños, hasta las expectativas que se nos imponen sobre cómo ser mujer u hombre. Incluso antes de nacer ya existen condicionamientos basados en género, como el clásico azul y rosa, que marcan la forma en la que nos relacionamos.
Con base en la evidencia científica, revisamos cómo estas ideas siguen presentes, no sólo en los mandatos de género, sino también
en cómo vivimos el amor. Como señalan autoras como Victoria Ferrer y Esperanza Bosch, el amor también tiene género. Seguimos repitiendo roles: esperamos que el hombre pague la cuenta, o que la mujer cargue con el cuidado y la abnegación.
En el libro incluimos ejemplos cotidianos y ejercicios para que cada persona pueda identificar cómo estos estereotipos están presentes en su día a día y en sus relaciones.
En tu libro hablas de cómo la violencia de género muchas veces se normaliza o no se denuncia por diversos factores. Por ejemplo, en países como Suiza, a pesar de tener un sistema de justicia sólido, las mujeres no denuncian por vergüenza. Y en América Latina, además de la falta de confianza en las instituciones, también influyen otros factores emocionales y culturales.
Desde tu experiencia, ¿qué tiene que pasar para que una mujer pueda romper con estos imaginarios? ¿Cómo ocurre ese proceso de tomar conciencia y darse cuenta de que la violencia escala y no se detiene en lo emocional o económico? ¿Qué hace que una mujer logre identificar que esa relación ya no es amor sino una situación de riesgo?
Sí, uno de los hallazgos más importantes es que cada mujer tiene su propio proceso para salir de una relación violenta. Aunque se nos dice “vete a la primera”, la realidad es más compleja. Muchas identifican señales de incomodidad, pero el amor romántico y las expectativas sociales las hacen quedarse.
A menudo aparece la llamada etapa de luna de miel, donde la pareja promete cambiar y se sostiene la esperanza. Sin embargo, llega un momento en que las mujeres sienten que algo no está bien y comienzan a buscar una salida.
El apoyo social es clave: amigas, familiares o incluso contenidos en redes sociales pueden ayudar a ver lo que antes no se veía. También la terapia es fundamental para procesar emociones como la vergüenza o la culpa.
Otro hallazgo es que estas relaciones suelen estar marcadas también por la infidelidad, lo que agrava la manipulación emocional. Por eso es esencial contar con redes de apoyo y acompañamiento profesional con perspectiva de género.+
¿Recuerdas tu primer libro? ¿Recuerdas cuando pasabas las páginas y te emocionabas al reconocer a tus personajes favoritos? Es bien sabido que los libros infantiles son una increíble forma de descubrir el mundo que nos rodea, aprender muchas cosas nuevas y disfrutar de historias clásicas que han pasado de generación en generación. Se vuelven objetos valiosos, compañeros de aventuras y hasta confidentes. No necesitas entender todas las palabras cuando una colorida portada te deslumbra, descubres una nueva textura al pasar la página o conoces a un personaje que nunca olvidarás. En realidad, sin importar qué tipo de historia sea tu favorita, un buen libro a temprana edad puede cambiar tu vida para siempre.
La mejor parte del universo de la literatura infantil es que tiene posibilidades infinitas y hay para todos los gustos. Hay quienes disfrutan de las clásicas historias de princesas y mundos mágicos con personajes fantásticos; también hay quienes se inclinan más por increíbles aventuras en lugares desconocidos. Con el tiempo, puedes presentar a los más pequeños otras formas de leer y aprender, acompañarlos en maravillosos viajes con personajes inolvidables y enseñarles cosas que no conocían. Sólo necesitas los libros correctos.
Para fomentar el amor por los libros están los de VR Editoras, que los hacen con mucho cuidado y dedicación, teniendo en mente las pequeñas manos a las que quieren llegar. Hace cinco años, hicieron una alianza con Auzou para traer a México increíbles libros que juntan elementos interactivos con coloridas ilustraciones. Esta editorial francesa busca impulsar y ayudar a niños y niñas de diferentes edades a explorar el mundo. ¡Han encantado a las infancias de México!
En Francia, Auzou se ha posicionado como la cuarta editorial más importante del país, gracias a su auténtico enfoque familiar y al cuidado con el que crea historias y personajes para que los más pequeños puedan aprender divirtiéndose. Tiene presencia en sesenta países y en 2023 celebró cincuenta años de aventuras.
Al hablar de Auzou es imposible no mencionar a su personaje estrella: Lobo. Este gracioso y multifacético personaje nació en 2007 durante un taller de escritura cuando Orianne Lallemand contó la historia de El lobo que quería cambiar de color. Cuando le propuso a Éléonore Thuillier ilustrar a su peculiar personaje, nació una colaboración para darle vida a un personaje que ha protagonizado aventuras divertidas y llenas de aprendizaje en numerosos libros.
El encanto de Lobo radica en su curiosidad y su capacidad para enfrentar desafíos con humor e ingenio, mientras aprende valores como la amistad, la honestidad y, desde el primer libro, el amor propio. Lobo no le teme a nada: ha viajado a lugares mágicos, ha probado distintos oficios y hasta ha explorado el universo. Niñas y niños podrán encontrar en él un entrañable amigo que los llevará a explorar el mundo que los rodea y los ayudará a entender sus distintas experiencias y emociones.
Eso no es todo. Auzou tiene muchas más historias que contar para que tú y tus pequeños pasen momentos mágicos en familia mientras aprenden.
Si les gusta sumergirse en cuentos clásicos en los que las princesas triunfan sobre las brujas malvadas y viven felices por siempre, como en La Sirenita o Blancanieves, o descubrir nuevos panoramas como en Pinocho o Peter Pan, pueden explorar la fantasía que se esconde entre las páginas de colecciones como Mis primeros clásicos o Cuentos animados.
Si lo que quieres es apoyar el desarrollo motriz y cognitivo de tus pequeños, hay colecciones como Animágenes que, a partir de mecanismos fascinantes, fomentan la interacción con historias sencillas y fáciles de leer. De hecho, los libros interactivos parecen ser el mero mole de Auzou, desde curiosas travesías por el cuerpo humano en las que levantas una pestaña para descubrir cómo se ve un esqueleto, hasta una excursión en un barco pirata donde, al mover el elemento correcto, se revela el tesoro escondido de un cofre. Al llegar al final del recorrido, tú y tus pequeños habrán aprendido muchas palabras nuevas.
Si te interesa enseñarle a tu bebé vocabulario básico, te recomendamos Mis primeras 500 palabras y la colección Mis 100 palabras para nombrar desde objetos de la casa, el parque y la escuela, hasta animales, medios de transporte, frutas, verduras y mucho más.
No podemos olvidarnos de las niñas y los niños a quienes les encanta tomar un lápiz o plumón para resolver actividades que desafiarán su mente. Las colecciones Busca y encuentra y 45 juegos están llenas de retos… si se atreven a intentarlos.
Los libros de Auzou están pensados para desafiar los límites del aprendizaje y lo hacen de la manera más divertida posible. De la mano de VR Editoras, llevan cinco años explorando nuevas formas de hacer libros que brinden a las infancias la libertad de elegir cómo quieren jugar mientras aprenden.+
Por: Lluvia Soto
Habitamos un momento histórico en el que para todas las capas generacionales se vuelve indispensable contrarrestar la aceleración que inunda muchas zonas de nuestras vidas. Entre la vertiginosa inmediatez de las redes sociales, el ahogo en las voces que tienen la necesidad de opinar todo el tiempo sobre cada cosa y la publicidad que exacerba la exigencia de tener la mirada puesta constantemente en uno mismo, estar abiertos a otras experiencias de vida se convierte en algo fundamental.
Si para forjar un pensamiento crítico en las infancias y adolescencias hay que fomentar la curiosidad y cuestionar lo establecido, escuchar receptiva y pacientemente otras formas de ser y de pensar debería ser un ejercicio cotidiano. No sólo para que los más jóvenes formen su propio criterio, sino también para nosotros mismos.
Ser críticos no es ser capaces de juzgar inquisitivamente aquello que difiere de nuestro pensamiento; tiene que ver con la capacidad de mirarnos en el otro y abrirnos al diálogo, incluso para reafirmarnos a nosotros mismos en la diferencia, pero desde la apertura. Por eso, las recomendaciones que se encuentran a continuación buscan ser una invitación a leer para olvidarnos de nosotros mismos y cohabitar con aquellos que van configurando su visión del mundo; buscan también otras escuchas en medio de esta confusión que a veces es el mundo.
Huérfanos
Texto de Andrés Acosta, con ilustraciones de Mariana Villanueva Segovia | Akal
Once historias en las que el lector se ve inmerso en la forma en la que cada personaje fusiona sus creencias, su forma de habitar y entender el mundo desde su particular contexto social. El autor nos hace mirar a personas adultas con las que alguna vez nos hemos topado sin prestarles atención. Invisibles para la sociedad, desde su paternidad o maternidad, lo son todo para los niños de estos relatos. Se es huérfano no únicamente por la pérdida de un ser querido, sino también por la falta de un propósito o sentido, pero desde la valentía y la resiliencia es posible sostener las luchas y anhelos. La ilustración, un extraordinario trabajo de Mariana Villanueva, logra llevarnos a la temperatura de los paisajes, al calor entre el tumulto de autos, a la evocación de la acidez de un dulce en la boca, al oleaje frente a la orilla del mar.
Lágrimas de bosque
Nathalie Bernard Fondo de Cultura Económica
Nada mejor que sumergirnos en las páginas de toda una cosmovisión del mundo para que una experiencia con la naturaleza, un sol abrasador o el paso del viento entre las ramas, se vuelva algo táctil, sonoro y adquiera un profundo significado. Nada más doloroso que ver cómo en la narración —al igual que en la historia de la humanidad— ese mundo es invadido violentamente por quienes, desde el poder, creen portar la verdad y la razón absolutas.
A sus 16 años, Jonás es repudiado por sus compañeros por parecer indolente ante un mundo abominable. En realidad, él sólo acepta sin más ser un número obediente y disciplinado, con un único objetivo: llegar al fin del cautiverio, y poder vivir de nuevo en conexión con la tierra y sus creencias. En su entorno, su actitud parece decir que matar toda su identidad y humanidad dentro de él se hubiera logrado. Esta simulación da un giro inesperado cuando junto a Gabriel, su rebelde antítesis, termina por desafiar ese mundo diseñado para despojarlos de su humanidad.
Los migrantes
Texto de Marcelo Simonetti, con ilustraciones de María Girón Kalandraka
Muchas veces asociamos la lectura de un libro ilustrado con una experiencia de lectura restringida a las infancias, pero creo fervientemente que abrirnos a la posibilidad de la experiencia estética de su lectura siempre enriquecerá nuestra mirada y nos conectará con un mundo completo. Este libro es un ejemplo de ello. Un complejo tema de actualidad social abordado con simpleza, inteligencia y humor, enmarcado con una ilustración de nivel exquisito. Hacia el final de la jornada escolar, dos hermanos reciben la noticia de que un par de migrantes llegarán al siguiente día al colegio. Es la primera vez que escuchan esa palabra: migrante. Desde la incertidumbre total, conjeturan un montón de temores ante algo que desconocen: ¿y si resulta que son espíritus malignos? Al volver a la escuela al día siguiente, los migrantes ni siquiera aparecen, pero la emoción desbordada por los nuevos compañeros que vienen de lejos hará que tampoco les importe.
Por: Carmen A. Castillo y José Luis Trueba
Imanol Caneyada es un narrador y periodista de origen vasco considerado sonorense. Nacido en San Sebastián en 1968, reside desde hace 28 años en México, país del cual ha obtenido la nacionalidad y donde ha desarrollado su labor tanto periodística como literaria; también es reconocido por sus aportes a la novela negra. Ganó el Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero en 2020 y en 2022 el Premio Dashiell Hammett.
Entre sus publicaciones se encuentran el poemario Los espectáculos prohibidos (1998); los libros de cuentos La nariz roja de Stalin (ganador del Premio Nacional de Cuento Efrén Hernández 2011), La ciudad antes del alba (ganador del Premio Regional de Cuento Ciudad La Paz 2009), Los confines de la arena e Historias de la gaya ciencia ficción; así como las novelas Un camello en el ojo de la aguja, Tardarás un rato en morir, Espectáculo para avestruces, Las paredes desnudas y Hotel de arraigo, novela que recibió el Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares en 2015. Su última novela, Cuerpos sin nombre (Tusquets), se publicó en febrero de 2025 y en ella reinventa el hiperrealismo con una novela inquietante en la que la frontera entre la fantasía y la cruda realidad se desdibuja por completo.
Nos enfrentamos a una crisis de personas desaparecidas, ¿cómo logras replantear un tema tan presente y darle una perspectiva única desde una enfermedad terrible?
Ante esta avalancha de hiperrealidad, era consciente de que para dar otra dimensión a esta herida y no caer en ciertos clichés tenía que buscar otro tono. La propia magnitud del tema y la profundidad de la herida marcaron el tono y la forma en que debía abordarlo. Mientras investigaba, me encontré con situaciones que parecen sacadas del absurdo y ¿cómo explicas algo así? Desde la realidad es imposible. Por eso, fue a través de lo fantástico que encontré la manera, la voz y los tonos adecuados para contar estas historias. De otro modo, habría caído en la repetición
y buscaba que la novela fuera trascendente de otra forma.
Me parecen fascinantes los símbolos de los rostros deformes, los abscesos y la putrefacción que se pega al cuerpo. Eso tiene que ver con la parálisis del Estado, que es cómplice de este gran problema. Las personas que tienen desaparecidos se convierten en enfermos sociales. Se crea una especie de silencio alrededor de ellos y si no es por ellos mismos que se activan y que salen a buscar, lo que sienten es lo que quise reflejar a través de esta enfermedad simbólica que surge en sus pieles, de estos abscesos con los rostros de los desaparecidos.
Se va creando una especie de silencio alrededor de ellos y la indiferencia de las autoridades, hace que se conviertan en enfermos. Una de las cosas que te permite la literatura de lo insólito es: la posibilidad de crear y llevar la realidad más allá de su propia explicación y materialidad a través de estas enfermedades.
Lo más duro para las familias de los desaparecidos puede ser no tener un cuerpo. Tener un lugar de duelo da cierto cierre. ¿Crees que esa idea tiene sentido para describir lo que nos muestra la novela sobre lo que viven estas familias?
Se ha construido una narrativa del heroísmo en torno a las personas que buscan, pero ¿qué pasa con aquellos que no buscan? También tienen el derecho de no buscar. En México, ser madre implica muchas cosas, y entre ellas, salir a buscar. A mí me parecía terrible cómo las narrativas estaban exaltando esto, porque es consecuencia de que el Estado deja de hacer su trabajo y permite que esta terrible tragedia nos atraviese. Entonces, ¿cómo viven la desaparición aquellos que no buscan? Es esta muerte en vida. Las mismas personas que buscan son conscientes de que pueden encontrar un cadáver y lo que necesitan es el cuerpo para cerrar la herida.
El padre en esta novela es una figura silenciosa, en ocasiones desaparecida, como en otras de tus obras, y me pregunto, ¿qué te lleva a crear padres tan peculiares? En el caso de Cuerpos sin nombre, es que los hombres han sido criados para confrontar y en este caso no hay nada que hacer. Entonces, su impotencia se traduce en inmovilidad y obsesión. A la madre le duele la ausencia de la hija, pero no la juzga en esta ausencia, mientras que el padre sí lo hace y eso tiene que ver con la masculinidad y con el destino que imagina para su hija. Le duele, pero, al mismo tiempo, forma parte del mundo donde los hombres violentan a las mujeres y las convierten en mercancía. En esas contradicciones, el personaje se ahoga y se convierte en un fantasma que genera coraje, pero también llega a conmover.
El poder al que se enfrentan estos jóvenes es uno que ha adquirido sus cualidades gracias a una especie de necropolítica y que aprendió a responder a la muerte. Es la política de la muerte sistemática, un poder que se sostiene en el dolor, la violencia y la incapacidad de responder. Vivimos en una parálisis social frente a esta violencia que nos supera, llevándonos al bloqueo. El poder se nutre de estas dinámicas de muerte y actúa con un tremendo cinismo. En la novela, este poder es ejercido por seres que nunca se nombran como tal. Mi intención es que no quede claro qué son en términos concretos, pero sí que representen ese poder que succiona a una sociedad paralizada por la violencia y que se alimenta de ella.
¿Cómo creaste la voz narrativa?
Tuve que trabajar mucho para evitar el victimismo y el melodrama, porque al exaltar el dolor, se puede terminar desdibujándolo. Me ayudó mucho entender que la voz narradora hablaba desde un no-lugar, el cual me permitía muchas cosas, como que fuera una voz en primera persona y, a su vez, una omnisciente que da un espacio para la ironía, el humor y las bromas tontas propias de la edad. Todo esto ayudó a que la historia no se volviera asfixiante ni exagerada.
No habla desde el sufrimiento o el dolor, porque lo que le interesa no es contar su historia, sino la de su familia.+
Por: Ximena Hutton y Rodrigo Rojas
Ashley Winstead es una autora que navega con soltura entre dos mundos: el del thriller oscuro y el de la comedia romántica más entrañable. Desde cadáveres ocultos hasta besos robados, ha logrado moverse entre géneros con una naturalidad poco común. En entrevista nos cuenta cómo la pandemia la empujó a escribir finales felices, cómo nació la serie de las hermanas Stone (inspirada, en parte, en su propia familia) y cómo su experiencia en el suspenso terminó colándose en sus novelas románticas. También habla de los retos de escribir humor y de lo inesperado que puede ser pasar del miedo a la risa cuando el mundo y tu propia carrera cambian de golpe.
Autora bestseller traducida a más de 12 idiomas y publicada en medios como The New York Times y Cosmopolitan. Sus libros, como The Boyfriend Candidate y Fool Me Once, han sido seleccionados entre lo mejor de Amazon y Apple Books. Vive en ” la casilla de su elección.
Partido: Frente Unido del Romance
Falso
Propuesta: Fingir ser el novio ideal, proteger la biblioteca y acompañar a Alexis en un viaje donde, incluso en medio del caos, “siempre es posible regresar a los finales felices”. –
Ashley Winstead
Fun fact: Ashley nos contó que Logan es su tipo ideal. ¡Ve la entrevista completa para saber por qué!
Partido: Movimiento Independiente de las Hermanas Desordenadas
Propuesta: Tomar las riendas de su vida y demostrar que ser reservada no es ser conformista. “No podía seguir torturando a esta pobre chica… ella necesitaba su final feliz.” –Ashley Winstead.
Fun fact: Alexis está inspirada en la hermana menor de Ashley.
Partido: Coalición del Desorden
Emocional
Propuesta: Hacer de la pandemia algo más llevadero y divertido. Fun fact: “Parte de la comedia del libro está inspirada en lo absurdo de la política real.” – Ashley Winstead.
¿Quieres saber por qué Alexis y Logan son tan especiales? Escanea y descubre la entrevista completa con Ashley Winstead.