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Características de un Caballo para niños

Características de un caballo para niños

Cuando llega el momento de seleccionar un caballo para nuestros hijos es importante tener en cuenta los objetivos fundamentales para el futuro de nuestros hijos en el mundo de los caballos.

La experiencia debe siempre ser positiva o el niño por miedo o aburrimiento perderá el interés y el gusto por los caballos. Lo principal es que gane experiencia y confianza con los caballos mientras aprende y depura sus habilidades.

Esto ya nos permite deducir sobre las características de dicho caballo ideal.

• El caballo debe estar bien domado y con un entrenamiento sólido.

• Debe ser mentalmente estable y tranquilo.

• Debe ser un caballo con una buena socialización.

• Acostumbrado a todo lo que pueda surgir a su alrededor.

• Si consideramos todo lo anterior, lo ideal es que sea mayor de 8 años.

• Idealmente un castrado, luego una yegua y jamás un caballo entero (hay excepciones, pero no es lo ideal).

• No debe ser asustadizo o reactivo.

• No debe tener resabios o problemas de comportamiento o agresión.

• Debe estar bien conformado.

• Debe tener un buen paso y ritmo.

• El color es una característica secundaria.

• Evitar problemas de ceguera parcial o total y sordera.

• Debe ser bonito.

Todos crecimos o hemos escuchado historias de ese caballo con el que aprendimos que nos protegía de nosotros mismos al no dejarnos hacer tonterías al tiempo que nos llevaba a hacer lo correcto o llegar a donde queríamos con el menor riesgo posible. Ese es el caballo que necesitamos.

El resto de las características son igual de importantes, ya que por ejemplo un caballo feo no lo quiere montar nadie y puede desmotivar al niño; claro que si cumple con todo menos con la belleza es preferible a otro bonito, pero que no cumpla con el resto.

Un caballo que no tenga balance en su conformación no tendrá un paso cómodo y rítmico, esto tiene 2 problemas, el niño no aprenderá a montar correctamente porque los movimientos no son los adecuados y en segundo lugar el caballo es más propenso a lastimarse y no es divertido tener un caballo que no puedes montar durante varios periodos esperando a que se recupere y esté bien.

Un caballo que se administra según el jinete que lo monte, demasiada velocidad, agilidad y energía, para un niño puede desincentivarlo por miedo a caerse.

Personalmente tuve una yegua ideal para niños o cualquier jinete, la voy a describir con una situación hipotética. Si la yegua se encontraba sola con un león, huiría de forma despavorida; sin embargo, si alguien la iba montando y se encontraba al león, el jinete podría pedirle que se acercara tranquilamente le diera con un casco en la nariz y saliera caminando como si nada y la yegua lo haría sin la mínima reacción, al alejarse liberaba el estrés defecando diarrea, esa era toda su reacción, sin extraños ni reacciones fuertes.

En conclusión, debemos buscar al caballo que le proporcione al niño la mejor de las experiencias de forma consistente y no olvidemos preparar al niño para evitar accidentes y consecuencias inesperadas. Es importante que el niño sepa como moverse y comportarse entre los caballos y respetarlos.

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