Explanans (Sociales, Economía y Ciencia Política)

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Vol. 1, NĂşm. 1 enero - junio de 2012


Universidad para la Profesionalización Educativa (UNIPRE) Dra. Eduwiges Zarza Arizmendi Presidenta del H. Consejo de Administración Dr. Iván Matthew Rovira Gutiérrez Rector I. Q. Arturo Navarro Romero Director Académico Act. Manuel Alonso Zarza Director Administrativo http://www.unipre.edu.mx/tollocan/

Explanans Marlen. R. Reyes Hernández Liliana Rendón Rojas Correo explanans@unipre.edu.mx

Directora Editorial Jefa de edición

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Comité editorial Cesáreo Gámez Garza. Universidad Autónoma de Nuevo León, México Eduardo Loría Díaz de Guzmán. Universidad Nacional Autónoma de México, México Pablo Mejía Reyes. Universidad Autónoma del Estado de México, México Fernando Antonio Noriega Ureña. Universidad Autónoma Metropolitana, México Mabel Rosa Bellocchio. Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, México Paolo Riguzzi de Mori. El Colegio Mexiquense A. C., México José Sosa López. Instituto Nacional de Administración Pública, México Jorge M. Streb. Universidad del CEMA, Argentina Diego Valadés. Universidad Nacional Autónoma de México, México

Diseño Editorial y Producción Edith Muciño Martínez Karla Bernal Velázquez Rodrigo Antonio Ávila Luna

Correccción de estilo Diseño de interiores y portada Formación y composición tipográfica

Explanans, Año I, No. 1, enero-junio de 2012, es una publicación semestral editada por Investigación Científica y Tecnológica el Sur S.C.P. en nombre de la Universidad para la Profesionalización Educativa (UNIPRE). La revista no asume ninguna responsabilidad por las opiniones expresadas en los textos firmados. Se autoriza la reproducción y/o utilización de los materiales haciendo mención de la fuente. Reserva de derechos al uso exclusivo del título 04-2011-082313263800-103 expedido por la Dirección de Reserva de Derechos del instituto Nacional del Derecho de Autor. Número de Licitud de Título y Contenido en trámite. Oficinas: Paseo Tollocan Pte., No. 1603, Col. Nueva Oxtotitlán, C.P. 50100, Toluca, Méx. Tel (222) 2782265, 2782205 ext. 118.


Universidad para la Profesionalización Educativa Vol. 1, Núm. 1, enero-junio de 2012 CONTENIDO Editorial Artículos de Investigación Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, por ductos de las entidades federativas de México

Osvaldo U. Becerril-Torres Inmaculada C. Álvarez Ayuso .............................................................................................. 13

La crisis de los partidos políticos como intermediarios de la representación: un obstáculo para la calidad de la democracia José Luis Estrada Rodríguez ................................................................................................ 39

Digital tools, Strategic Alliances, and the Protection of Traditional Knowledge Jorge García, Beverly Singer y Judith Van Der Elst ............................................................ 63

Reseña Integración y recesión económica en el binomio México-Estados Unidos

Eduardo Morales Pérez ........................................................................................................ 95


Editada por: La Universidad para la Profesionalización Educativa Explanans se publica dos veces al año (junio y diciembre) por Investigación Científica y Tecnológica el Sur S.C.P en nombre de la Universidad para la Profesionalización Educativa (UNIPRE). Tiene como objetivo abrir espacios para la difusión de trabajos académicos relacionados con los fenómenos sociales de relevancia para el desarrollo de un país, abordados principalmente desde las perspectivas complementarias de la economía y la ciencia política. El contenido de los artículos y reseñas que aparecen en cada número es responsabilidad exclusiva de los autores y no compromete necesariamente la opinión de la institución editora. Sólo se podrá reproducir total o parcialmente previa autorización de la coordinación editoral de Explanans. Los trabajos que se entreguen a Explanans para su publicación deberán ser de carácter eminentemente académico y ajustarse de manera estricta a los requisitos para las colaboraciones. Para enviar todo tipo de correspondencia dirigirse a: Explanans Universidad para la Profesionalización Educativa Paseo Tollocan Pte. No. 1603, Col. Nueva Oxtotitlán C.P. 50100, Toluca, Méx. Correo: explanans@unipre.edu.mx Tel (222) 2782265, 2782205 ext. 118


Edited by La Universidad para la Profesionalización Educativa Explanans is an academic journal published twice a year, in June and December, by Investigación Científica y Tecnológica del Sur S.C.P. on behalf of Universidad para la Profesionalización Educativa (UNIPRE). Explanans seeks to provide new spaces for the dissemination of academic papers of the most current and best research in the field of economics and political science, related to social phenomena relevant to the development of a country, mainly addressed from the complementary perspectives of the economics and politics science. The sole responsibility for the content of this publication lies with the authors. It does not necessarily reflect the opinion of the publishing institution. Content may only be total or partial reproduced with the authorization of Explanans editorial coordination. Explanans will accept editorial submissions considered for publication, only if they are academic, and strictly fulfill the requirements for partnerships. Please direct all your corresp¬ondence to:

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Editorial Las revistas científicas constituyen un instrumento imprescindible para impulsar la difusión social del conocimiento científico y tecnológico. La Universidad para la Profesionalización Estratégica, comprometida con este quehacer, ha decidido ser partícipe al editar Explanans, publicación cuyo objetivo es convertirse en un espacio de convergencia de investigaciones científicas; de ahí su nombre, que en latín significa “conjunto de enunciados que conforman la explicación de un hecho”. El proyecto académico de Explanans obedece a la necesidad de contar con un espacio editorial plural, de intercambio y discusión académica en el campo de la economía y la ciencia política. Se trata de una revista de carácter científico que busca publicar los resultados de las investigaciones transdisciplinarias en áreas diversas tales como: la política social, el desarrollo económico, la política de comercio internacional, la regulación de la competencia entre empresas, el manejo de la política fiscal y la evaluación social de proyectos públicos, entre otros. La complejidad del mundo contemporáneo demanda a las ciencias económica y política gran versatilidad y dinámicas incluyentes de acción y proposición. Por ello, Explanans pretende difundir análisis que permitan tener un mejor entendimiento de los problemas sociales de un país o región desde estas perspectivas, con la idea de que los estudios transdisciplinarios nos darán argumentos para entender la complejidad de dichas cuestiones. Con esta visión y objetivos, Explanans presenta este primer número a los académicos, diseñadores de política, funcionarios públicos, políticos y público en general. Este ejemplar está conformado por tres artículos y una reseña. En primer lugar, Osvaldo Becerril e Inmaculada Álvarez determinan la productividad total de los factores (PTF) y su descomposición en cambios técnicos y en eficiencia del sector 22 de las entidades federativas de México. Al aplicar la metodología del análisis envolvente de datos y el índice de Malmquist encuentran que el cambio técnico tiene mayor importancia en la composición de la PTF del ámbito en las entidades federativas del país, por lo que la coordinación y colaboración entre el ámbito público y privado en materia de capacitación, innovación y mayores inversiones, tendría un efecto positivo en la mejora de la productividad del sector 22. La colaboración de José Luis Estrada ofrece una reflexión teórica sobre la crisis de representación en los partidos políticos, producto de las contradicciones y dilemas que los ciudadanos perciben en sus representantes, a quienes consideran alejados de sus intereses y demandas. Para ello, el autor reconstruye el debate desarrollado por


los autores clásicos y contemporáneos sobre el mandato y la representación, para mostrar que los partidos políticos ya no tienen el monopolio de la representación, en general, en América Latina y, particularmente, en México. La inquietud por explicar el desarrollo de modelos de investigación y educativos que valoren e incorporen las herramientas digitales es abordada por Jorge García, Beverly Singer y Judith Van Der Elst, quienes consideran que el modo de producción del conocimiento académico se caracteriza por investigadores que trabajan en forma aislada, lo cual conduce a la fragmentación del conocimiento. Se propone un modelo que proporciona un marco para protocolos de comunicación para redes y actores relacionados con el complejo universidad-industria-gobierno. Este ejemplar cierra con una reseña, elaborada por Eduardo Morales, del libro Integración y recesión económica en el binomio México-Estados Unidos, coordinado por Pablo Mejía Reyes y María Esther Morales Fajardo. Este trabajo colectivo, a juicio de Eduardo Morales, es una obra editorial pionera en el campo, al reunir los trabajos de investigadores de diversa formación y experiencia profesional, que enriquecen el enfoque multidisciplinario. Asimismo, el autor considera que la mayoría de las contribuciones académicas de este libro figuran ya como referentes y lecturas obligadas, para aquellos interesados en la investigación de los temas más actuales e importantes de la economía mexicana. Este primer número de Explanans se pone a consideración de los estudiosos del área con el deseo de que se convierta en un espacio de referencia en la discusión de temas relacionados con la economía y la ciencia política. Admitimos que un proyecto editorial que desde su creación tiene la intención de mantenerse y mejorar, enfrenta desafíos que van desde su permanencia hasta su fortalecimiento. Sin embargo, estamos convencidos de que en el mediano plazo Explanans podrá convertirse en un medio adicional de difusión del conocimiento al ofrecer temas, enfoques teóricos y preocupaciones de estudiosos de las ciencias sociales con una perspectiva transdisciplinaria. No queremos desaprovechar la oportunidad de invitar a la comunidad académica a que nos consideren, como un espacio que permite e impulsa la discusión de posiciones teóricas y metodológicas diversas sobre los problemas en áreas de la economía y la ciencia política.

Marlen R. Reyes Hernández Directora Editorial



ArtĂ­culos



Explanans, Vol. 1, Núm. 1 enero-junio 2012, pp. 13-38

Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, por ductos de las entidades federativas de México Total factor productivity in the field 22: generation, transmission and distribution of electricity, water and gas by pipelines of entities federative of Mexico

Osvaldo U. Becerril-Torres* Inmaculada C. Álvarez Ayuso** Resumen Se pretende determinar la productividad total de los factores, PTF, y su descomposición en cambios técnicos y en eficiencia del sector 22: de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas por ductos, de las entidades federativas de México. Las metodologías empleadas son el Análisis Envolvente de Datos e Índice de Malmquist. Los resultados muestran que el cambio técnico tiene mayor importancia en la composición de la PTF del sector en las entidades federativas del país y que el cambio en eficiencia no contribuye significativamente, por lo que existe la posibilidad de mejorar tanto en el uso de los factores productivos como a través de la mejora en la calidad del personal ocupado, y de la innovación para lograr un acercamiento de entidades federativas a la frontera tecnológica de México en este sector. Palabras clave: productividad total de los factores, cambio técnico, cambio en eficiencia, análisis envolvente de datos, índice de Malmquist. Abstract This research aims to determine the total productivity of the factors, TFP and its decomposition into technical change and efficiency change of the sector 22: generation, transmission and distribution of electricity, water and gas pipelines in the entities federative of Mexico. The methodologies used are Data Envelopment Analysis and Malmquist Index. The results show that technical change is more important in the composition of sector TFP in the states of the country and that the change in efficiency does not contribute significantly, so it is possible to improve both, either through the use of factors production or through the improvement in the quality of personnel employed, and innovation to achieve a rapprochement of states to the technological frontier of Mexico in this sector. Keywords: Total Factor Productivity, Technical Change, Efficiency Change, Data Envelopment Analysis, Malmquist Index. *Dr. en Ciencias Económico Administrativas. Profesor-investigador de la Facultad de Economía de la UAEMex. Correo electrónico: obecerrilt@uaemex.mx **Dra. en Economía cuantitativa. Profesora Asociada de la Universidad Autónoma de Madrid. Facultad de C.C. Económicas y Empresariales. Campus de Cantoblanco. Correo electrónico: inmaculada.alvarez@uam.es

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nvestigación Científica y Tecnológica el Sur SCP


Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

1. Introducción En los años recientes, el análisis de los equipamientos de infraestructuras ha sido motivo de estudio por parte de los investigadores por el impacto que éstas tienen sobre la actividad económica (Becerril et al., 2009 y 2011; Álvarez et al., 2011), encontrando que éstas tienen un efecto positivo. La dotación de equipamientos de tipo red, como las carreteras y las vías férreas, contribuyen al intercambio de bienes entre las regiones, promoviendo así el desarrollo de los mercados y de la actividad económica. Otro tipo de equipamientos de tipo red, como la telefonía y la eléctrica, así como las redes hidráulicas y de gas, permiten enlazar diferentes localidades, fomentando el desarrollo social y elevando la calidad de vida de las personas. Por su importancia, las infraestructuras desempeñan un papel relevante en la ordenación territorial, demográfica y económica, por lo cual han sido incorporadas en el análisis de la teoría del crecimiento económico desde distintos enfoques metodológicos y con aplicación a diferentes ámbitos geográficos y temporales. En concordancia con el renacer de la teoría del crecimiento económico como campo de investigación que genera la construcción de los modelos de crecimiento endógeno (Barro, 1990 y 1995; Barro y Sala, 1992) incorporan la inversión pública en infraestructuras, entre otras variables), cobran protagonismo los estudios empíricos que analizan la importancia de las infraestructuras como fuente de crecimiento, entre ellos los trabajos de Aschauer (1989a y 1989b, 2000). De manera particular, investigadores como Munnell (1990) y García-Milá, McGuire y Porter (1993) estiman funciones de producción para Estados Unidos con datos en panel. Asimismo, la disponibilidad de bases de datos ha hecho posible la extensión del análisis a diferentes economías. En el ámbito europeo es posible mencionar los trabajos de Seitz (1994) y Conrad y Seitz (1994) para Alemania, y los estudios realizados por Berndt y Hansson (1992) y Lynde y Richmond (1993a, 1993b) para Suecia y el Reino Unido, respectivamente. Así también, Otto y Voss (1994) basan sus estimaciones en datos de la economía australiana. De éstos, la principal conclusión es que las infraestructuras tienen un efecto favorable sobre la actividad económica. En la economía mexicana son escasas las aportaciones a este análisis (Fuentes y Mendoza, 2003; Fuentes, 2003; Fuentes y Armenta, 2006; Becerril et al., 2009; Álvarez et al., 2011). Por ello, es preciso avanzar en el estudio de las infraestructuras, para tener un mejor entendimiento, en este caso a partir de cuantificar la productividad de la generación, transmisión y distribución de tres equipamientos: red eléctrica, la hidráulica y de gas.

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Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

En este país son pocos los trabajos que incorporan el cálculo de la eficiencia técnica y de la productividad total de los factores en el análisis mediante técnicas no paramétricas, entre los que se identifican el de Sigler (2004), quien analiza la eficiencia en la producción de investigación económica en la ciudad de México; Nevárez et al., (2007) y Salinas et al., (2009) aplican su análisis al ámbito de la sanidad; Villarreal y Cabrera (2007) proponen diferentes esquemas para hacer más eficiente el uso del DEA para resolver problemas de optimización de criterios múltiples y, Navarro y Torres (2006) lo aplican a la industria eléctrica de México. En el ámbito de análisis de la eficiencia técnica, esta metodología ha sido aplicada por Álvarez et al., (2008) para la determinación de la frontera tecnológica de las entidades federativas de México, también por Ablanedo-Rosas y Gemoets (2010) a los aeropuertos de México, Griffin y Woodward (2011) al ámbito pesquero y Álvarez et al., (2011) analizan el efecto de las infraestructuras sobre la productividad total de los factores. Sin embargo, no se identifican estudios para este país que contribuyan a tener un mejor entendimiento de la productividad total de los factores en el ámbito de las infraestructuras de tipo red del sector de la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas. Por ello, el objetivo de esta investigación es determinar la productividad total de los factores y sus componentes: cambio técnico y cambio en eficiencia en el contexto de este sector en las entidades federativas de México. Para la consecución de dicho objetivo, el estudio se estructura de la siguiente manera: en el apartado dos se desarrolla la metodología empleada. En el tres se exponen las bases de datos utilizadas y fuentes de información utilizadas. En el apartado cuatro, se presentan los resultados obtenidos. Por último, se presentan las principales conclusiones.

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2. Metodología Como se argumentó en el apartado anterior, el cálculo de la ineficiencia ha sido una motivación en el estudio de las fronteras de producción.1 Una técnica utilizada ampliamente en este tipo de análisis es la programación lineal. La principal ventaja de la programación matemática, aproximación “Data Envelopment Analysis” (DEA) o Análisis Envolvente de Datos, radica en que no necesita imponer una forma funcional explícita sobre los datos. Esta investigación se centra en la aproximación no paramétrica. Desde el punto de vista no-paramétrico se implementan empíricamente las medidas de eficiencia desarrolladas por Farrell (1957) usando métodos de programación lineal, conocidos como Análisis Envolvente de Datos. Así, Farrell propuso que la eficiencia de una unidad de decisión (DMU2) se constituye de dos componentes: “eficiencia técnica”, que refleja la habilidad para obtener la máxima producción para un conjunto dado de insumos, y la “eficiencia en precios o asignativa”, que refleja la habilidad para usar los insumos en las proporciones óptimas, dados sus respectivos precios. El modelo DEA sobre el que se efectúa el cálculo de la eficiencia técnica y de escala es el desarrollado en Seiford y Thrall (1990).3 El propósito de estos modelos radica en construir una frontera de posibilidades de producción noparamétrica, que envuelve los datos. Así, si se consideran N unidades de toma de decisiones en donde cada DMU consume cantidades de M insumos para producir S productos. De manera particular, la DMUj consume Xji del insumo i y produce Yjr del productor. Se asume que Xji> 0 y Yjr> 0. Asimismo, X e Y son matrices de tamaño MxN y SxN, que contienen la totalidad de insumos y productos correspondientes a las N DMU´s consideradas (en este estudio, la j-ésima DMU hace referencia a la j-ésima entidad federativa de México, con j=1, 2,…,32). Para una DMU su razón insumo/producto proporciona una medida de eficiencia. En programación matemática este cociente, que se minimiza, constituye la función objetivo de la DMU analizada. Por su parte, la incorporación de restricciones normalizadas refleja la condición de que el cocienteinsumo/producto de cada DMU debe ser superior a la unidad, de manera que la frontera calculada envuelva a las distintas combinaciones insumoproducto correspondientes a la totalidad de DMU´s consideradas.

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_______________________________ 1 En el análisis de las fronteras de producción se han desarrollado dos enfoques para su construcción: uno de ellos tiene como base, técnicas de programación matemática, mientras que el otro hace uso de herramientas econométricas. El análisis de Fronteras Estocásticas o Stochastic Frontier Analysis, es una aproximación econométrica que tiene en cuenta el ruido estadístico que no recoge el DEA, pero impone una forma funcional que quizás puede ser restrictiva para la tecnología. 2 DMU hace referencia a “Decision Making Unit” unidad de toma de decisiones, que es un término más amplio que el de firma. 3 Los modelos estándar de rendimientos constantes y variables a escala, que llevan a cabo el cálculo de eficiencias técnicas y de escala, se desarrollan en Färe et al., (1994).


Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

Por tanto, el programa matemático para el cociente de eficiencia será: Min vTx0/uTy0 u,v s.a. vTxj/uTyj> 1

j = 1, 2, ..., N

u > 0 v < 0 donde las variables son u y v, vectores de tamaño Sx1 y Mx1, respectivamente. De esta forma, se calculan los pesos óptimos u* y v*, asociados a los productos e insumos. Sin embargo, este último problema proporciona infinitas soluciones, para lo cual se incorpora la restricción µTy0=1, que lleva a obtener µ y ν como resultado de la transformación: Min νTx0 µ,ν s.a.µTy0 = 1

νTX - µTY > 0

µT > 0

νT < 0

Cuyo problema dual es: Max φ φ,λ s.a. Xλ < x0

φy0 - Yλ < 0 (2.1.)

λ>0

donde φ es un escalar y λ es un vector Nx1.

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El proceso se repite para cada DMU j, introduciendo en el problema anterior (x0,y0) = (xj,yj). Una DMU es ineficiente si φ* < 1 y eficiente si φ* = 1. Por tanto, todas las DMU eficientes se sitúan en la frontera de posibilidades de producción. Sin embargo, una DMU puede situarse en la frontera (φ*=1) y ser ineficiente. Las restricciones impuestas conducen a la eficiencia en el punto (x0,y0) para un λ* óptimo cuando éstas se cumplen con igualdad, es decir, x0=Xλ* y y0=Yλ*. Una DMU ineficiente puede llegar a ser más eficiente cuando se proyecta sobre la frontera. Aunque, es necesario distinguir entre un punto fronterizo y un punto fronterizo eficiente. Para una orientación al producto la proyección (x0,y0) —>(x0,φ*y0) siempre conduce a un punto fronterizo, pero la eficiencia técnica sólo se alcanza si x0=Xλ* y φ*y0=Yλ*, para todo λ* óptimo. Entonces, para alcanzar eficiencia técnica total las restricciones deben cumplirse con igualdad. El modelo planteado supone rendimientos constantes a escala, en cuyo caso las medidas de eficiencia orientadas a los insumos y orientadas al producto son equivalentes (Färe y Lovell, 1978). Sin embargo, las imperfecciones en el mercado, restricciones financieras, entre otras, pueden provocar que una DMU deje de operar a escala óptima. Por este motivo, Banker, Charnes y Cooper (1984) amplían el modelo suponiendo rendimientos variables a escala, lo que permite calcular eficiencias de escala. Para ello, se debe incorporar la restricción eTλ=1 (“e” es un vector cuyos componentes son la unidad y de tamaño Nx1) en el modelo (2.1.), obteniendo: Max φ φ,λ s.a. Xλ< x0 φy0 - Yλ< 0 (2.2.)

λ> 0

eTλ=1 Analíticamente, la restricción eTλ=1 genera un requerimiento de convexidad que obliga a la frontera eficiente de posibilidades de producción a constar de segmentos que unen los puntos extremos. De esta forma, se consigue una medida de eficiencia técnica “pura” (sin eficiencias de escala). Sin embargo, las medidas de eficiencia de escala obtenidas mediante este procedimiento no indican cuándo la DMU opera en un área de rendimientos crecientes o decrecientes.

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Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

Por ello, se plantea un modelo alternativo, incorporando la restricción eTλ≤1 (rendimientos crecientes no permitidos) en el modelo (2.1.): Max φ φ,λ s.a. X λ≤ x0

φy0 - Yλ≤ 0

(2.3.)

λ> 0

eTλ≤1 La naturaleza de las eficiencias de escala para una DMU particular se determina comparando las medidas de eficiencia técnica obtenidas mediante la implementación de los modelos (2.2.), en el que se suponen rendimientos a escalas variables, y (2.3.), en el que únicamente se permiten rendimientos decrecientes a escala. Así pues, si éstas coinciden en ambos modelos, entonces la DMU considerada presenta rendimientos decrecientes a escala (en caso contrario, rendimientos crecientes). 2.1 Medición del crecimiento de la PTF y sus componentes Para llevar a cabo este análisis se dispone de un panel de datos, de manera que es posible calcular el Índice de Malmquist, siguiendo la metodología propuesta por Färe, Grosskopf, Norris y Zhang (1994). Este índice permite descomponer el crecimiento de la productividad en dos componentes: cambios en la eficiencia técnica y en la tecnología a lo largo del tiempo. Como se mencionó, la medición de la eficiencia técnica puede orientarse a los insumos (cuando, dado un nivel de producto, se trata de minimizar las cantidades a consumir de los diferentes insumos) o al producto (cuando, dado un nivel de insumos, es preciso expandir la producción lo máximo posible). Para la posterior aplicación empírica, se centrará la atención en el cálculo de la eficiencia técnica basado en una orientación al producto, dado el interés por conocer si es posible aumentar la producción, certeris paribus. En este documento se calcula el cambio en productividad como la media geométrica de dos índices de productividad de Malmquist. Para definir el índice de Malmquist basado en el producto, se supondrá que en cada periodo t=1,...T, la tecnología de producción que se define como St, modela la transformación de insumos que pertenecen a un espacio N-dimensional positivo, X t ∈ ℜ +N en productos de un espacio M-dimensional positivo, Y t ∈ ℜ +M .

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St = {(Xt,Yt) : Xt puede producir Yt} (2.4.) Por su parte, la función de distancia del producto en t se define como:

{

} ( {

D0t ( X t , Y t ) = inf φ : ( X t , Y t / φ ) ∈ S t = sup φ : ( X t , φY t ) ∈ S t

})

−1

(2.5.)

Esta función se define como el inverso de la máxima expansión proporcional del vector de producciónYt, dados los insumosXt, y caracteriza completamente la tecnología. En particular, D0t ( X t , Y t ) ≤ 1 si y sólo si (Xt,Yt) Î St. Adicionalmente, D0t ( X t , Y t ) = 1 si y sólo si (Xt,Yt) está en la frontera tecnológica. En la terminología de Farrell (1957) eso ocurre cuando la producción es técnicamente eficiente. De la definición de la función de distancia se sigue que es homogénea de grado uno en productos. Adicionalmente, es el recíproco de la medida de eficiencia técnica en producto de Farrell (1957). Para elaborar el índice de Malmquist es necesario definir las funciones de distancia con respecto a dos periodos diferentes como:

{

}

D0t ( X t +1 , Y t +1 ) = inf φ : ( X t +1 , Y t +1 / φ ) ∈ S t (2.6.) La función de distancia correspondiente a (2.6.) mide el máximo cambio proporcional en producción requerido para conseguir que (Xt+1,Yt+1) sea factible en relación con la tecnología en t. Similarmente, se puede definir la función de distancia que mida la máxima proporción de cambio en producto necesaria para que la combinación (Xt,Yt) sea factible en relación con la tecnología en t+1, que se denominará D0t +1 ( X t , Y t ) . Así, el índice de productividad en producción de Malmquist se define como: t

t +1

t +1

D0 ( X , Y ) t M = (2.7.) Dt ( X t ,Y t ) 0

en el que la tecnología en t es la tecnología de referencia. Alternativamente, se define un índice de Malmquist basado en el periodo t+1:

M t +1 =

D0t +1 ( X t +1 , Y t +1 ) (2.8.) D0t +1 ( X t , Y t )

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Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

La elección de una u otra tecnología de referencia resulta una cuestión relevante. Por este motivo, para resolver el problema que puede representar la consideración de una tecnología fija. Färe, Grosskopf, Norris y Zhang (1994) definen el índice de Malmquist de cambio en productividad basado en el producto como la media geométrica de los índices de Malmquist (2.7.) y (2.8.), especificados con anterioridad:

M 0 (X

t +1

,Y

t +1

 D t ( X t +1 , Y t +1 )  D0t +1 ( X t +1 , Y t +1 )    , X , Y ) =  0 t t t t +1 t t    D0 ( X , Y )  D0 ( X , Y )  t

1/ 2

t

(2.9.)

O equivalentemente:

D0t +1 ( X t +1 , Y t +1 ) t +1 t +1 t t M ( X , Y , X , Y ) = × 0 D0t ( X t , Y t )

(2.10.)

 D t ( X t +1 , Y t +1 )  D0t ( X t , Y t )    t +1 ×  t 0+1 t +1 t +1  t t   D0 ( X , Y )  D0 ( X , Y ) 

1/ 2

La expresión (2.10 ) permite dividir la evolución que sigue la productividad en dos componentes. El primer componente hace referencia al cambio en la eficiencia, cuyas mejoras se consideran evidencia de catching-up, es decir, de acercamiento de cada una de las DMU´s a la frontera eficiente.4 Por su parte, el segundo componente indica cómo varía el cambio técnico, es decir, cómo el desplazamiento de la frontera eficiente hacia el insumo de cada DMU está generando una innovación en esta última. Mejoras en el Índice de Malmquist de cambio en productividad conducen a valores por encima de la unidad, al igual que sucede con cada uno de sus componentes. Además, cabe destacar que dicha descomposición proporciona una forma de identificar la innovación. En el trabajo empírico se calcula el índice de productividad de Malmquist usando las técnicas de programación no-paramétricas expuestas con anterioridad.5 Así pues, para calcular la productividad de la k´-ésimaDMU entre t y t+1, es necesario resolver cuatro problemas de programación lineal: D0t ( X t , Y t ) , D0t +1 ( X t , Y t ) , D0t ( X t +1 , Y t +1 ) y D0t +1 ( X t +1 , Y t +1 ) . Para ello, se hace uso del hecho de que la función de distancia del producto es recíproca a la medida de eficiencia técnica de Farrell orientada al producto. _______________________________ 4 Usando métodos de programación no-paramétrica se construye una frontera eficiente para el territorio mexicano basada en todas las entidades federativas. 5 El modelo DEA, orientado al producto que se plantea en Seiford y Thrall (1990 ), se modifica sensiblemente al considerar la variación en el tiempo.

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Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

Supóngase k´ = 1, 2, ..., K DMU´s usando n = 1, 2, ..., N insumos X nk ,t en cada periodo t = 1, 2, ..., T. Esos insumos son usados para producir m = 1, ..., M productos Ymk ,t . Por tanto, para cada k´=1, ..., K se calcula:

(D ( X t 0

k ´, t

, Y k ´, t )

s.a. φ k ´ y mk ´, t ≤ K

∑λ

k ,t

k =1

K

∑λ

)

−1

k ,t

k =1

= maxφ k ´

y mk ,t (2.11.)

x k ,t ≤ x nk ´, t

λ k ,t ≥ 0 El cálculo de D0t +1 ( X k ´, t +1 , Y k ´, t +1 ) se lleva a cabo como en (2.11), sustituyendo t+1 en t. Dos de las funciones de distancia usadas en la construcción del índice de Malmquist requieren información acerca de los dos periodos. La primera de ellas se computa para la observación k´ como:

(D ( X t 0

k ´, t +1

s.a. φ k ´ y mk ´, t +1 ≤ K

∑λ

λ k ,t ≥ 0

k =1

k ,t

, Y k ´, t +1 ) K

∑λ

k ,t

k =1

)

−1

= maxφ k ´

y mk ,t (2.12.)

x k ,t ≤ x nk ´, t +1

En (2.12) aparecen observaciones de t y t+1, simultáneamente, ya que la tecnología en relación con la que ( X k ´, t +1 , Y k ´, t +1 ) es evaluada es la correspondiente a t. En (2.11), ( X k ´, t , Y k ´, t ) ∈St, y por tanto D0t ( X k ´, t , Y k ´, t ) ≤ 1. Sin embargo, en (2.12), ( X k ´, t +1 , Y k ´, t +1 ) no tiene por qué pertenecer a St, con lo cual D0t ( X k ´, t +1 , Y k ´, t +1 ) puede tomar valores superiores a la unidad. El último problema de programación lineal que se necesita resolver es también un problema mixto, como (2.12.) pero trasponiendo t y t+1.

22


Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

Para analizar los cambios en las eficiencias de escala, se calcularan también las funciones de distancia bajo rendimientos a escalas variables,6 incorporando a los modelos anteriores la siguiente restricción:

K

∑λ

k ,t

= 1 . La eficiencia a escala

k =1

en cada periodo se construye como el cociente entre la función de distancia con rendimientos constantes y la que satisface rendimientos variables. Por otra parte, el cambio técnico se calcula en relación con la tecnología con rendimientos constantes. 3. Bases de datos y fuentes de información empleadas El panel de datos considerado comprende observaciones de los años 2003 y 2008 del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final, para las entidades federativas de México. El producto está representado por la producción bruta total (PBT) en unidades monetarias a precios de 2003, la inversión mediante la Formación Bruta de Capital Fijo, FBCF, en unidades monetarias a precios de 2003, y el empleo hace referencia al personal ocupado, PO. Las fuentes estadísticas de las que se han obtenido estas bases de datos proceden de los Censos Económicos (2004, 2009), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, INEGI. En lo que se refiere a la producción, la tasa de crecimiento de la producción bruta total al año 2008, respecto al año 2003, refleja comportamientos heterogéneos en el sector 22 en las entidades federativas del país, mostrando que en este periodo, estados como Tabasco, Aguascalientes y Chiapas son los que ocupan los primeros lugares en el crecimiento de la producción sectorial. En el caso de Tabasco multiplicando por siete la cantidad respecto al año 2003. Cabe decir que las entidades federativas de Campeche y el Distrito Federal no presentan tasas de crecimiento y, por el contrario, muestran una reducción de la inversión en 36 y 40 puntos porcentuales respecto a la que se realizó en el año 2003 en éstas. La gráfica 1 permite observar la posición de cada entidad federativa respecto a su tasa de variación de la producción del sector en el periodo.

_______________________________ 6 Véase Banker et al., (1984).

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Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

Gráfica 1. Tasa de variación de la producción del sector 22, periodo 2003-2008.

Tabasco Aguascalientes Chiapas Tlaxcala México Nayarit Baja California Oaxaca Jalisco Morelos Baja California Sur Michoacán de O. Coahuila de Z. Sonora San Luis Potosí Querétaro de A. Chihuahua Sinaloa Hidalgo Zacatecas Puebla Quintana Roo Colima Tamaulipas Guanajuato Veracruz Guerrero Nuevo León Yucatán Durango Campeche Distrito Federal -100.0

0.0

100.0

200.0

300.0

400.0

500.0

600.0

700.0

800.0

Tasa de variación Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

Los estados líderes en la participación nacional en la producción bruta del sector son el Estado de México, el Distrito Federal y el estado de Veracruz, con aproximadamente el 25% entre los tres.

24


Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

La formación bruta de capital fijo del sector 22 de las entidades federativas muestra tasas negativas de crecimiento en la mayoría de los estados, siendo Yucatán, Guanajuato y Tlaxcala los únicos que presentan tasas positivas (con 36, 41 y 93 puntos porcentuales de incremento), en tanto que en el extremo opuesto, entidades federativas como Guerrero, Nayarit y Chiapas, entre otras, presentan reducciones en su inversión, al contar con variaciones negativas de 87, 91 y 94%, respectivamente, del año 2003 al 2008. La gráfica 2 muestra la tasa de variación de la inversión en el sector de la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, de las entidades federativas de México. Aquí se puede observar que la gran mayoría presentas tasas de variación negativa y únicamente tres reportan valores positivos (Yucatán, Guanajuato y Tlaxcala).

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nvestigación Científica y Tecnológica el Sur SCP


Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

Gráfica 2. Tasa de variación de la inversión del sector 22, periodo 2003-2008.

Guerrero Nayarit Chiapas Baja California Veracruz Tamaulipas Aguascalientes Colima Coahuila de Z. Oaxaca Zacatecas Chihuahua Nuevo León Querétaro de A. Hidalgo Campeche Sinaloa Morelos Tabasco México Durango Distrito Federal Puebla Michoacán de O. Baja California Sur Quintana Roo San Luis Potosí Sonora Jalisco Yucatán Guanajuato Tlaxcala

-150.0

-100.0

-50.0

0.0

50.0

Tasa de variación Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

26

100.0

150.0


Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

En lo que corresponde al personal ocupado del sector en las entidades federativas, tres cuartas partes presentan tasas de crecimiento, sin embargo, una cuarta parte han reducido su personal en este sector respecto al año 2003, entre ellos, el Distrito Federal, Veracruz y Colima, que son los de mayor reducción (con valores negativos en su tasa, de 28.6, 18.2 y 17.5 puntos porcentuales). Los estados que mayor personal ocupado aportan al sector 22, en el ámbito nacional, son el Distrito Federal y el Estado de México, con 28.8 y 14.4 puntos porcentuales, respectivamente. La gráfica 3 muestra la tasa de variación del personal ocupado en el sector de la 22 en las entidades federativas del país. En ésta se puede observar a los estados en los que se han destruido empleos y son los que se encuentran en la parte baja del gráfico, posteriores al estado de Guerrero.

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nvestigación Científica y Tecnológica el Sur SCP


Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

Gráfica 3. Tasa de variación del personal ocupado2003-2008.

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

Con la información de producción, inversión y empleo, que se comentaron previamente, se realiza la aplicación de la metodología considerada en el apartado 2. A continuación se presentan los resultados obtenidos referentes a la productividad total de los factores y sus componentes: cambio técnico y en eficiencia.

28


Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

4. Resultados Siguiendo la metodología descrita con anterioridad,7 se realiza el cálculo del Índice de Productividad de Malmquist, así como su descomposición en cambio técnico y cambio en eficiencia. Dicho cálculo se ha llevado a cabo mediante el uso del software DEAP8 2.1. con la información en niveles, que se basa en el método de estimación de múltiples etapas para la resolución de modelos DEA descrito en Coelli (1998). Derivado de la implementación de las ecuaciones (2.2.) y (2.3.) se determinaron las eficiencias técnicas de rendimientos constantes y variables a escala, en donde se identifica que 21entidades federativas operan bajo rendimientos decrecientes de escala, de tal manera que sus medidas de eficiencia orientadas a los insumos y al producto coinciden,9 entre ellos Baja California Sur, Chiapas y Coahuila. Asimismo, siete operan bajo rendimientos decrecientes a escala, entre ellas Aguascalientes, Baja California Sur y Campeche, en tanto que cuatro operan en la escala óptima de producción. A partir de las expresiones (2.4) a (2.12) se calculan los índices de productividad de Malmquist y el indicador de productividad total de los factores y sus componentes. De ello, y como se estableció en el apartado dos, la obtención de valores superiores al unitario es un indicador de mejora, en tanto valores inferiores será un indicativo de comportamiento en sentido contrario. El cuadro 1 muestra estos valores y permite identificar a las entidades federativas que mostraron mejoras en su productividad, en el uso de los factores y/o en la tecnología. Si el cambio en la productividad de los factores muestra una mejora del sector en las entidades federativas, esto ha sido motivado principalmente por el cambio técnico, ya que éste presenta en todas las entidades federativas valores unitarios o superiores a la unidad. Asimismo, únicamente han mostrado mejorías en el uso de los factores de producción, capital y fuerza de trabajo, los estados de Aguascalientes, Baja California, Colima, Chiapas, México y Oaxaca,al presentar valores superiores a la unidad en el indicador de cambio en eficienciadel índice de Malmquist, es decir, un catching up. Los valores observados en los componentes del Índice de Malmquist indican que ha habido un desplazamiento de la frontera tecnológica, motivado por el cambio tecnológico, en tanto que se observa un acercamiento a ésta por parte de las entidades federativas de Aguascalientes, Baja California, Colima, Chiapas, México y Oaxaca, motivados por el mejor uso de sus factores productivos. _______________________________ 7 Véase Färe et al., (1994). 8 Coelli (1996) 9 Véase anexo.

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Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

En el cuadro 1 se presentan los resultados promedio del índice de Malmquist de cada entidad federativa para el periodo 2003-2008. Como se observa, los valores correspondientes al índice de productividad de Malmquist de las entidades federativas muestran un valor superior a la unidad, influido por el componente de cambio técnico o productividad óptima de producción, que se traduce en un desplazamiento de la frontera de referencia. Por su parte, el indicador de la eficiencia técnica permite identificar las entidades federativas que no realizaron las mejores prácticas en el uso de los factores productivos (como sugieren Krüger et al., (2000) y Lanteri (2002), las entidades federativas que producen de manera eficiente se sitúan en la frontera tecnológica). La mayoría de los Estados no muestran cambios en la eficiencia técnica, por lo que su productividad relativa se mantiene inalterada, lo que les impide un acercamiento a la frontera de referencia, y por tanto, a la máxima productividad obtenida por las entidades que alcanzan la productividad óptima.

30


Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

Cuadro1. Descomposición de la productividad total de los factores del sector 22 de las entidades federativas (Índice de Malmquist).

Cambio en eficiencia

Cambio técnico

Cambio en la PTF

Aguascalientes

Entidad federativa

1.88

2.65

4.97

Baja California

1.18

2.33

2.75

Baja California Sur

0.94

2.97

2.78

Campeche

0.31

3.27

1.02

Coahuila de Zaragoza

0.98

2.46

2.41

Colima

1.00

2.65

2.65

Chiapas

3.29

2.52

8.30

Chihuahua

0.88

2.29

2.02

Distrito Federal

0.41

2.98

1.22

Durango

0.67

2.14

1.44

Guanajuato

0.29

3.62

1.05

Guerrero

0.96

2.52

2.42

Hidalgo

0.95

3.29

3.12

Jalisco

0.78

2.71

2.13

México

1.45

3.47

5.01

Michoacán de Ocampo

0.81

3.26

2.65

Morelos

0.96

3.20

3.08

Nayarit

1.93

2.54

4.88

Nuevo León

0.56

2.53

1.40

Oaxaca

1.51

2.87

4.34

Puebla

0.55

3.18

1.74

Querétaro de Arteaga

0.74

2.27

1.68

Quintana Roo

0.62

2.68

1.67

San Luis Potosí

0.70

2.93

2.04

Sinaloa

0.81

2.94

2.39

Sonora

0.75

2.73

2.05

Tabasco

3.12

3.14

9.79

Tamaulipas

0.63

2.61

1.64

Tlaxcala

0.49

3.86

1.90

Veracruz Llave

0.88

2.41

2.13

Yucatán

0.44

2.41

1.05

Zacatecas

0.66

2.65

1.73

Media

0.85

2.79

2.36

Nota: Todos los índices de Malmquist son el promedio de las medias geométricas estatales. Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

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Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

En general, el comportamiento de la productividad en el periodo, es influido por el cambio técnico o productividad óptima de producción −originado por el poco desarrollo de procesos de incorporación tecnológica, que promueven el desplazamiento de manera favorable a la frontera de producción. Por otra parte, el cambio en eficiencia o productividad relativa se mantiene en muchas de las entidades federativas por debajo del valor unitario por lo que existen aún posibilidades de mejora en el uso de los factores productivos, lo cual podría ser posible a través de implementación de programas de capacitación y adiestramiento para el trabajo, así como a través de la implementación de políticas educativas encaminadas a dar respuesta a las necesidades del sector productivo contemporáneo o para la formación de profesionistas con alta capacidad de innovación. 5. Conclusiones La disponibilidad de información sobre producción, inversión, empleo del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final, de las entidades federativas de México, ha permitido realizar un análisis sobre la PTF, y sus componentes: cambio técnico y cambio en eficiencia. La utilización de técnicas de análisis de frontera no paramétrica a través del DEA ha ofrecido la posibilidad de construir un índice de productividad de Malmquist y obtener sus componentes. Los datos utilizados muestran comportamientos heterogéneos en el sector 22 de las entidades federativas, reflejando que estados como Aguascalientes, Chiapas y Tabasco, son los líderes en el crecimiento en producción del sector, mientras que el Estado de México, el Distrito Federal y el estado de Veracruz generan aproximadamente el 25% de la producción. En lo que se refiere a la inversión, únicamente los estados de Yucatán, Guanajuato y Tlaxcala presentan tasas de crecimiento positivas en tanto que el resto reporta tasas negativas, siendo Guerrero, Nayarit y Chiapas las entidades federativas que presentan las reducciones más severas. En lo que corresponde al personal ocupado del sector en las entidades federativas, tres cuartas partes presentan tasas de crecimiento del personal ocupado, sin embargo, una cuarta parte ha reducido su personal en este sector respecto al año 2003, entre ellos, el Distrito Federal, Veracruz y Colima con las disminuciones más importantes, sin embargo, junto con el Estado de México, el Distrito Federal es la entidad que mayor cantidad de personal ocupado aporta al sector.

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Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

De ello, a través del Índice de Malmquist se determinó el cambio en la productividad total de los factores, obteniéndose como resultado que ésta ha tenido una importante mejoría en el periodo de estudio. Asimismo, de los componentes de la PTF, el cambio en eficiencia ha mostrado mejoras en los estados de Aguascalientes, Baja California, Colima, Chiapas, México y Oaxaca, lo que refleja un catching-up. Asimismo, se observa un cambio favorable en el cambio técnico, lo que refleja un importante proceso de innovación en el sector. A la luz de estos resultados, es posible expresar la necesidad de mantener el dinamismo de las innovaciones en los procesos productivos, al tiempo que no se debe dejar de lado aspectos relacionados con el mejor uso de los insumos productivos, capital y empleo, para expandir la producción del sector en las entidades federativas del país. Derivado de este estudio, se observa que es importante encontrar mecanismos y acciones de política económica y acciones privadas, que redunden en un mejor uso de los factores productivos, cuya incidencia se daría sobre la productividad total de los factores, así como en el cambio en eficiencia y cambio técnico. A este respecto, los programas de capacitación y adiestramiento para el trabajo podrían ser el instrumento para responder a las necesidades contemporáneas del mercado laboral y mejorar la cualificación del personal ocupado. Asimismo, es importante el fortalecimiento de las instituciones de educación superior orientadas a las áreas tecnológicas, así como su equipamiento, lo cual puede incidir en el desarrollo de profesionistas con alta capacidad de innovación. Estas acciones tendrían un importante impacto en la mejora de la productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas por ductos al consumidor final de las entidades federativas. Así, la coordinación y colaboración entre los sectores público y privado en materia de capacitación, innovación y mayores inversiones, tendría un efecto positivo en la mejora de la productividad del sector.

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nvestigación Científica y Tecnológica el Sur SCP


Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

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nvestigación Científica y Tecnológica el Sur SCP


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Osvaldo U. Becerril-Torres/ Inmaculada C. Álvarez Ayuso

Anexo Eficiencia técnica: rendimientos constantes y variables a escala. Eficiencia técnica de rendimientos constantes a escala

Eficiencia técnica de rendimientos variables a escala

(crste)

(vrste)

Aguascalientes

0.117

0.151

0.774

Irs

Baja California

0.344

0.646

0.533

Drs

Baja California Sur

0.302

0.312

0.968

Irs

Campeche

0.542

0.637

0.852

Irs

Chiapas

0.399

0.69

0.578

Drs

Entidad federativa

Chihuahua

Eficiencia de escala (crste/vrste)

1

1

1

-

Coahuila de Z

0.304

0.49

0.619

Drs

Colima

0.363

0.652

0.557

Drs

1

1

1

-

Durango

0.394

0.528

0.746

Drs

Guanajuato

0.551

0.558

0.987

Drs

Guerrero

0.411

0.693

0.592

Drs

Hidalgo

1

1

1

-

Jalisco

0.203

0.359

0.563

Drs

México

0.264

0.326

0.812

Drs

Michoacán de O.

0.216

0.286

0.755

Drs

Morelos

0.178

0.183

0.976

Irs

Nayarit

0.295

0.32

0.922

Irs

Nuevo León

0.386

0.823

0.469

Drs

Oaxaca

0.092

0.117

0.788

Drs

Puebla

0.276

0.382

0.722

Drs

Querétaro de A.

0.335

0.372

0.901

Drs

Quintana Roo

0.224

0.243

0.921

Drs

San Luis Potosí

0.334

0.38

0.879

Drs

Sinaloa

0.328

0.49

0.669

Drs

Sonora

0.369

0.568

0.65

Drs

Distrito Federal

Tabasco

0.061

0.061

0.999

-

Tamaulipas

0.324

0.634

0.512

Drs

Tlaxcala

0.46

1

0.46

Irs

Veracruz

0.452

1

0.452

Drs

Yucatán

0.697

0.703

0.991

Drs

Zacatecas

0.128

0.146

0.881

Irs

Media

0.386

0.523

0.766

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Productividad total de los factores del sector 22: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, productos de las entidades federativas de México

Nota:

crste =Eficiencia técnica de rendimientos constantes de escala DEA.

vrste = Eficiencia técnica de rendimientos variables de escala DEA.

scale = scaleefficiency = crste/vrste.

Supuesto de escala: Rendimientos variables a escala, VRS. Slacks calculados usando el método multi-etapas. Output orientada DEA. Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

Recibido: 3 de febrero de 2012 Reenviado: 10 de julio de 2012 Aceptado: 8 de agosto de 2012

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nvestigación Científica y Tecnológica el Sur SCP


Explanans, Vol. 1, Núm. 1 enero-junio 2012, pp. 39-62

La crisis de los partidos políticos como intermediarios de la representación: un obstáculo para la calidad de la democracia The crisis of political parties as intermediaries for there presentation: An obstacle to the quality of democracy

José Luis Estrada Rodríguez* Resumen Se hace un ejercicio de reflexión teórica sobre la crisis de representación en los partidos políticos, producto de las contradicciones y dilemas que los ciudadanos perciben en sus representantes, a quienes consideran alejados de sus intereses y demandas. Para este propósito se reconstruirá el debate desarrollado por los autores clásicos y contemporáneos sobre el mandato y la representación, para mostrar que los partidos políticos ya no tienen el monopolio de la representación. Por su parte, la sociedad civil organizada está participando en subir las demandas a la deliberación política a fin de avanzar hacia la calidad de la democracia. Palabras clave: representación política, partidos políticos, calidad de la democracia. Abstract In this document we make a theorical reflection exercise on the crisis of representation in political parties, the product of contradictions and dilemmas which citizens perceive on their representatives who consider far from their interests and demands. For this purpose we will rebuild the debate developed by classic and contemporary authors about the mandate and representation, to show that political parties no longer have the monopoly of representation and the organized civil society is involved in raising the demands for political deliberation to move towards the quality of democracy. Keywords: political representation, political parties, democratic quality. *Doctor en Ciencias Sociales. Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx. Correo electrónico: luisholly@yahoo.com.mx

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Introducción El papel de los partidos políticos en la democracia es un tema que suscita polémica y discusión, desde su formación en todo el mundo; dependiendo de quién, qué partido político y desde qué perspectiva se analice; las críticas y discusiones son innumerables. Los partidos políticos se formaron para garantizar la competencia institucionalizada hacia el poder, además son organizaciones cuyo objetivo es llegar al poder político dentro de un sistema representativo, a través de la institución parlamentaria; asumiendo un esquema democrático. Particularmente en el caso de América Latina los partidos políticos son cuestionados severamente por los ciudadanos que depositan en ellos el voto y el mandato de la representación política; por considerarlos corruptos, ineficientes, incapaces de agregar sus intereses y, en lo estrictamente partidista de: endogamia, favoritismo, amiguismo, verticalismo y opacidad (Alcántara, 2006:18). Por lo cual el análisis sobre el papel que tienen los partidos políticos en torno a sus representantes es una discusión vigente. En la búsqueda por ceñir el análisis al tema de la representación de los partidos políticos, en este trabajo se muestra el análisis histórico de la representación, rescatando el debate sobre el tipo de mandato, también se explica la trasformación del contexto político a partir del empoderamiento ciudadano: ONG´s, sociedad civil y la presión ciudadana en la agenda parlamentaria y de gobierno; para llegar a las propuestas vinculadas con la calidad de la democracia y la rendición de cuentas de estos representantes. La hipótesis que maneja este trabajo, derivado del cuestionamiento a los partidos políticos en sus contradicciones y paradojas, asume que el debate actual no es una disputa sobre la democracia y la representación que detentan los políticos, sino la crítica sobre la actuación de sus representantes en instituciones como los partidos políticos y el grado de cumplimiento de sus propósitos para garantizar la legitimidad y bienestar colectivo. El trabajo se desarrolla en cuatro secciones. En la primera sección plantea la discusión sobre la representación y los partidos políticos en su visión contemporánea; en segundo lugar se retoma el debate sobre el mandato y la representación en los autores clásicos. En tercer lugar se aborda la exigencia de las organizaciones en la rendición de cuentas hacia los representantes; en tanto que la última sección desarrolla el tema de la calidad de la democracia, como una propuesta para salvar la crisis de la representación sobre la cual existe un debate plenamente abierto y se discute en la ciencia política.

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I. La representación y los partidos políticos Existe un vínculo directo entre partidos políticos y representación democrática, porque a través de los partidos políticos se materializa el proceso a través del cual se da la institucionalización de la representación. Surgió como mecanismo por medio del cual la deliberación pública y las decisiones de gobierno se trasladan desde el titular de la soberanía democrática –el pueblo– hacia sus agentes, –los representantes–; logrando con ello establecer un puente entre la democracia antigua o directa y la moderna o representativa. Además, la idea de participación directa ante su imposibilidad en la era moderna, da la idea de representación como concepto central en el proceso de legitimación política (Abal, 2004:14). De igual forma, superada la discusión que dividía los intereses derivados de facciones y partidos, se genera la separación gradual entre el gobierno por medio de personas (en asambleas, reuniones, consejos o monarquía), y el gobierno por medio de partidos políticos. La visión más amplia de los partidos políticos, los ubica como intermediarios e interlocutores entre sociedad y Estado. Asimismo, en torno a la tensión existente entre democracia y representación, autores como: Vázquez (2010), Accarino (2003), Valencia (2007), Béjar (2007), Novaro (2000), Manin (1998) y Pitkin ([1967]1985); han dibujado el escenario sobre el cual se da la representación parlamentaria, mostrando sus carencias y contradicciones, así como la crítica hacia la ficción representativa. A partir de estos antecedentes los estudios se han diversificado y ampliado la discusión sobre distintos temas, vinculados no sólo a los partidos políticos y las características de su representación política, sino sobre los debates de la democraticidad, rendición de cuentas y calidad de la democracia. Alcántara y Freidenberg (2002) enfocan sus trabajos al análisis sobre América Latina, encontrando fallas en la calidad de la democracia derivado de la carencia de instituciones fuertes que controlen el acceso al poder. También los estudios sobre partidos políticos en América Latina tienen un amplio consenso sobre la crisis que enfrentan los partidos políticos: Abal(2004), Meixueiro (2009) y Freidenberg (2006).1 De tal forma que podemos hablar de una crisis vigente de los partidos en América Latina, tal como lo señalan Paramio (2002) y Gargarella (2002); quienes atribuyen este problema a las limitaciones de la oferta partidaria y los resultados insuficientes de los gobiernos en las nuevas circunstancias creadas por la globalización, situación que incide en el tema de la representación política. _______________________________ 1 Freidenberg (2006), establece que ante la crisis de los partidos políticos, la democratización interna es la vía para salvar a los partidos y ganar legitimidad ante el electorado..

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Existen paradojas y contradicciones a las cuales se enfrentan los ciudadanos en su relación con los partidos políticos por los cuales votan y que posteriormente se convierten en sus representantes, afirman Montero y Linz (2002, 2007). Los partidos políticos se figuran como agentes principales de socialización e intermediación política cuando es evidente que no forman ya identidades colectivas y han dejado de ser agencias representativas de una parte de la sociedad civil. Esto genera un menú más amplio en la búsqueda de cauces para la intermediación de intereses y por supuesto la representación de los mismos como plantea Kitschelt (1999). Por ejemplo, el Latinobarómetro,2 muestra en la edición 2010, que en América Latina sólo el 53% cree que sus ideas pueden llegar al poder. La crisis de representación que afecta a los partidos políticos es evidente. Sólo la mitad de la gente se siente representada; en tanto México ocupa el cuarto lugar con el 58% (Latinobarómetro, 2010: 62). Asimismo, la Encuesta de Cultura Política de 2008, muestra datos similares: sólo el 23 por ciento confía en los partidos políticos, mientras la iglesia tiene un 72% y el ejército 66%.3 En busca de explicaciones, Kitschelt (1999) y Quero (2004), argumentan que ante el amplio abanico de intereses, los partidos políticos están perdiendo la capacidad de ser intermediarios de los intereses ciudadanos para convertirse en “máquinas electorales” que únicamente pretenden ganar elecciones alejándose de criterios ideológicos que antes los caracterizaban. En su libro sobre sistemas de partido Mainwaring y Shugart (1997), dan a conocer cuatro factores de este problema que ha contribuido a erosionar el papel de los partidos políticos en los sistemas democráticos: a) La expansión de la burocracia estatal y del poder ejecutivo; b) La difusión de fórmulas alternativas de representación, como por ejemplo, estructuras corporativas o nuevos movimientos sociales, c) La creciente independencia del electorado, de frente a la influencia de los partidos y, d) El profundo impacto de la televisión sobre los patrones de competencia electoral; de tal forma que en la democracia es necesario cuestionar el papel que tienen los partidos políticos, para promover mejoras, cambios y transformaciones. Recordemos que la democracia es un ideal, es un proceso inacabado dentro de un régimen político y obedece al contexto que se vive, por tanto está en constante transformación. Con estos datos que resultan reveladores para entender el concepto de representación, vinculado con las expectativas de la democracia, podemos señalar bajo esta perspectiva: la sociedad civil y las organizaciones sociales en México están exigiendo entrar a la arena de las decisiones políticas.

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_______________________________ 2 El latinobarómetro es un estudio realizado por una ONG, sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile; contando con el apoyo de organismos internacionales como: Organización de Estados Americanos (OEA), Banco Interamericano de Desarrollo (BID); la encuesta se aplica en 18 países de América Latina. disponible: http://www.latinobarometro.org/ 3 Véase: ENCUP (2009) Informe de la Encuesta de Cultura Política 2008, Secretaría de Gobernación, Secretaría de Relaciones Exteriores, junio de 2009.


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Cansino (2010), hace un énfasis en este punto, planteando que la democracia no sólo es un modelo institucional, sino sobre todo un dispositivo imaginario que presupone la existencia de un espacio público político donde confluye la sociedad civil que ha ganado la posibilidad de exigir sus derechos. Para mostrar cómo se formó la representación democrática, rescataremos el debate histórico sobre el cual se construye actualmente el sistema de representación partidista, para entender cómo la ficción representativa, estructuró un escenario altamente imperfecto y cuestionable hasta nuestros días. II. Rescate del debate sobre la representación El concepto de representación se construyó sobre el eje primero del desmantelamiento de la monarquía absoluta y luego de la justificación de la democracia indirecta por la democracia directa. Para los padres fundadores del sistema representativo o democrático, como Madison y Hamilton, existía una diferencia entre gobierno representativo y gobierno democrático; en el primero el pueblo estaba excluido de cualquier participación en el gobierno; no así en el segundo. Se asumía que el gobierno representativo se depositaba en un grupo de ciudadanos más capacitados que sabrían reconocer los intereses del país y no se dejarían llevar por las coyunturas, los prejuicios o los intereses particulares. Así, la teoría de la representación política fue el centro del debate en múltiples ocasiones: los partidos socialistas cuestionaron la visión liberal democrática, y en los fundamentos del régimen del socialismo real eran trasladadas hacia un conjunto de instancias de base, “los soviets”. La perspectiva liberal de la representación política también fue atacada desde el corporativismo fascista en términos de los criterios de representación a utilizar. Asimismo, durante el auge del Estado de Bienestar, instrumentado por los gobiernos; si bien no denostada, la representación política fue opacada y supeditada en múltiples ocasiones a los pactos o acuerdos neocorporativistas. En este apartado se abre la discusión sobre cómo se construyó la representación política, primero a partir del mandato imperativo; posteriormente convertido en un mandato libre, basado en la unidad nacional y la soberanía del pueblo. El papel de los representantes partidistas entra en contradicción con las expectativas ciudadanas, privilegiando los intereses nacionales en teoría; pero actuando a favor de intereses partidistas que llevan al carácter elitista de la representación.

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Por ello el debate surge sobre la actuación de los representantes y la falta de rendición de cuentas a sus electores para atender a este planteamiento haremos una revisión histórico-conceptual que enlaza la representación con los gobiernos representativos y da pie a los partidos políticos como los conocemos actualmente.El sentido de este ejercicio es exponer la construcción del concepto de la representación democrática que subsiste hasta nuestros días. Sobre el mandato que guía a los representantes, Hobbesen su libro Leviathán, plantea que los individuos aceptan pactar para que alguien los represente, pero en esa metáfora representativa, “el soberano simplemente representará el libreto escrito de los súbditos, el libreto no es más que las leyes naturales positivizadas por la creación del cuerpo político, y al ser firmado, los súbditos pasan a ser actores representados” (Hobbes, 1651 [2009]: 126). A este tipo de representación se le denominó mandato libre, porque el soberano recibía una autorización absoluta para actuar en la toma de decisiones que afectarán a los súbditos, formando un gobierno representativo. Hobbes es un autor que considera que el poder debe estar en el soberano, como un agente exclusivo para ejercer el poder y la dominación. En la discusión sobre cómo se forma la representación del gobierno representativo, Rousseau resalta en su planteamiento teórico, los valores del liberalismo como la dignidad humana; cuestión que se contrapone con Hobbes. Para Rousseau la soberanía constituye siempre un derecho del pueblo, mientras que el príncipe lo tiene en usufructo, establece en su obra El contrato social, que existe una relación de contrato, entre gobernantes y gobernados. Además, Rousseau establece como premisa a discusión, la representación fraccionada, para él, la soberanía del pueblo es la suma de las diferentes fracciones de soberanía que detentan todos y cada uno de los individuos en particular. Esto genera la teoría de la soberanía fraccionada que tendrá como resultado una representación igualmente fraccionada: cada ciudadano posee una parte del mandato que los electores otorgan a su elegido. Benjamín Constant (2000), contrario a Rousseau –quien afirma que la soberanía es indivisible–, advierte que la representación, al estar basada en la soberanía, puede ser entendida como consentimiento de todos: ¿Qué es la representación general si no la representación de todos los intereses parciales que han de transigir lo que les es común?, el interés general es distinto, sin duda, de los intereses particulares, pero no es lo contrario. Se habla siempre como si uno ganase lo que otros pierden; lo general no es sino el resultado de esos intereses combinados, difiere de ellos como un cuerpo difiere de sus partes Los intereses individuales son los que atañen más a los individuos; los

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intereses de los distritos son los que atañen más a éstos; ahora bien: son los individuos y los distritos los que componen el cuerpo político; son por consecuencia, los intereses de esos individuos los que deben ser protegidos; al proteger a todos se suprimirá de cada uno de estos lo que perjudica a los demás, resultando de esto el verdadero interés público” (Constant, 2000:72).

Pone, sin embargo, dos condiciones básicas para hacer efectiva esa supremacía: que la soberanía se exprese a través de las leyes y que de ella emane el consentimiento de todos. Asimismo advierte: “No importa que la soberanía sea ejercida por una minoría, siempre que el consentimiento de todos la transforme en voluntad general” (Constant, 2000: 13). Es decir, establece que los representantes actuarán libremente para atender los intereses de la nación. De igual forma señala a la ley como uno de los valores fundamentales para garantizar la soberanía, cuestión que retoma de Hobbes y critica: Ninguna autoridad sobre la tierra es ilimitada, ni la del pueblo, ni la de los hombres que se llaman sus representantes, ni la de los reyes, cualquiera que sea el título con que reinen, ni la de la ley, que, por ser la expresión de la voluntad del pueblo o del príncipe, según la forma de gobierno, debe circunscribirse a los mismos límites que la autoridad de que emana (Constant, 2000: 23).

En esta discusión sobre qué intereses deben representarse, Constant explica que el constituyente soberano llega hasta la selección del representante en las elecciones, visión que comparte John Stuart Mill; donde el representante no guarda relación directa con el representado, porque después de la selección del representante no está sujeto a la defensa y protección de los intereses particulares del elector-representado. Esto sucede, porque en la visión de Constant una vez que fue electo el representante no representa sólo a quien lo eligió, sino a la nación y a los intereses generales. Emmanuelle Sieyés (1973), otro autor importante para el tema de la representación, se pronunció en 1789 por otorgar una constitución a Francia en la cual el poder legislativo perteneciera a la nación y no al rey. Construyó un concepto novedoso que dio paso al sistema de representación política como expresión de soberanía popular. Asimismo, fue revolucionario al señalar que los diputados de los estados serían verdaderos representantes; que se distinguiera el poder constituyente del constituido. Y que los ciudadanos fueran iguales y depositarios de los mismos derechos. Ya no se trata de representar partes de la sociedad o necesidades particulares, frente a la instancia formada por la figura real, sino de expresar la voluntad soberana de la nación, esto es, la voluntad del cuerpo colectivo formado por todos los individuos, que en cuanto tales forman la nación (Sieyés, 1973: 69).

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Así, la idea de Sieyés descansa en la representación política que otorga al representante en este caso, el diputado, la autonomía para que una vez electo, actúe de acuerdo con su conciencia o leal entender y saber en beneficio de la nación entera.Si bien, Hobbes plantea el papel de los representantes como una imposición de fuerza, que somete al consenso de los individuos, John Locke creía en un gobierno por consentimiento bajo los siguientes argumentos: los hombres estarían de acuerdo en formar una sociedad y aceptarían las decisiones de la mayoría, y por otro lado, la mayoría establecería un gobierno que hiciera leyes y que gobernara (Valencia, 2007: 21). Así, Locke en su obra Ensayo sobre el gobierno civil, se muestra a favor de un mandato vinculado o mandato imperativo.Asimismo, toca el tema de la representación política a partir del soberano, la tesis de este autor es la rigurosa subordinación de los poderes al poder legislativo, y este último, debido a que es delegado por el pueblo, le pertenece a la voluntad popular. También sostiene que frente a un abuso inconstitucional de poder de los órganos del Estado, el pueblo conserva una especie de derecho a la revolución, derecho que sólo debe ejercerse en casos extremos, cuando falte cualquier otro medio para volver al orden normal de las cosas, pero derecho irrenunciable, como supremo corolario político del principio de la soberanía popular. Esta visión es contrapuesta a Hobbes, quien otorga sumisión de los ciudadanos y delegación del poder a un representante que lo ejercerá de manera ilimitada si es necesario. En este seguimiento histórico de las teorías sobre la representación que influyeron en la constitución de los Estados-Nación, John Stuart Mill es un “abogado de la democracia”, que sigue los postulados de John Locke, incluyendo a los ciudadanos en la toma de decisiones. Plantea un mandato imperativo, vigilancia sobre los representantes. En su obra Del gobierno representativo, publicada en 1861, Stuart Mill critica al Estado absolutista por considerar que era imposible a largo plazo; y destaca en sus escritos el interés al ámbito de la libertad individual. Advierte que el pueblo debe participar en el gobierno, así se instauraría un gobierno libre. El único gobierno que puede satisfacer por completo todas las exigencias del Estado social es aquél en el que todo el pueblo participa; que cualquier participación, aún en la más mínima función pública, es útil; que la participación debe ser en todos lados tan grande como lo permita el grado general de progreso de la comunidad; y que, por último, no hay nada más deseable que la participación de todos en el ejercicio del poder soberano del Estado (Mill, 1991: 85).

Por su parte, Hans Kelsen (1929 [2005]), en su obra De la esencia y valor de la democracia, discute sobre el sistema democrático, capaz de garantizar la máxima representación, así como el principio de órgano de Estado, señalado por Jellinek.

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La idea de Kelsen, sobre la representación es darle el poder a la gente; porque negaba que los actos legislativos fueran funciones del Estado, o mejor dicho, acciones de él, ya que el Estado era una realidad puramente jurídico-normativa, en tanto la producción legislativa caía fuera de la esfera jurídica y entraba en la esfera de la sociedad. Con esto, Kelsen abatía completamente la perspectiva de Jellinek, devolviendo el parlamento a la sociedad. En el estudio jurídico que sustentó la función del representante, Jellinek, en 1883, publicó una obra importante para esta discusión: Sistema dei Diritti Pubblici Soggettivi, donde retoma a los autores de este tiempo y plantea que la función del diputado o representante estará vinculada con la función del estado, llamándole: funcionario de estado. El jurista Jellinek (1999) sostiene que el mandato vinculado deja atrás y se asume como independencia de los electores al proceso de representación política. Este autor lo explica así: en el Medievo la concepción y la práctica de la representación se había distinguido por la presencia del “mandato vinculado”, por el que en países como Inglaterra, donde el parlamento por clases se convirtió en una institución que funcionaba normalmente, integrada en la organización estatal, el elegido recibía sus instrucciones de los electores y estaba obligado a rendir cuentas de la ejecución de las mismas.4 Al respecto, Jellinek (1999) consideraba que desde el siglo XVII la cada vez mayor complejidad de las tareas legislativas había contribuido a difundir la idea de que los miembros del Parlamento representan a la totalidad del pueblo. Pero sólo con la Revolución Francesa el “mandato libre”, había sustituido definitivamente al vinculado o imperativo, ya que según el jurista, se había afirmado la idea de que los diputados deben actuar con independencia de los electores. Privilegiando en la deliberación el interés general y de la nación. De la tradición francesa, se sustrae que si bien en un inicio la representación estuvo basada en el mandato imperativo, ha sido sustituida por la representación parlamentaria a lo largo de los siglos XVIII y XIX. La representación se caracterizó porque los diputados representaban intereses específicos como la propiedad y los grupos de interés, pero con el surgimiento de los partidos políticos, se obtiene que el representante ya no es el mandatario que representa los intereses particulares de los electores y que se encuentra subordinado a las instrucciones de los ciudadanos, ahora el diputado representa libremente a la nación que decide y expresa soberanamente los intereses generales de la voluntad general. “Ahora este tipo de representación, cambia por el mandato imperativo del partido al que pertenece o incluso de la mayoría agrupada en la asamblea, dejando de lado los intereses de sus representados por los del partido y en su caso de la mayoría (Valencia, 2007: 185). _______________________________ 4 Véase Vázquez (2010), quien destaca que durante los parlamentos medievales, era claro que el representante operaba sólo en nombre de las personas, municipios o corporaciones que lo designaban, y no como un mandatario universal del pueblo.

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El concepto de representación históricamente se ha fundamentado sobre distintos planteamientos, Pitkin (1967 [1985]) sostiene que el concepto es multidimensional y requiere ser analizado con base en estas diferencias, para lo cual distingue al menos cinco variaciones: 1) La representación como autorización, 2) La representación como autoridad, 3) La representación descriptiva, 4) La representación simbólica y 5) La representación impersonal, de alguien que no puede o no desea actuar personalmente. Todos estos tipos se relacionan, sino es que se confunden y han sido discutidos por varios autores para entender su distinción: Vergué (2004), Graglia (2009), Meixueiro (2009). Nosotros asumimos que existen distintos tipos de representación, todas ellas basadas en la delegación del poder para actuar en la toma de decisiones, dentro del parlamento y el gobierno. Tomamos también el planeamiento de Sartori (1992), que establece que uno de los elementos básicos de un sistema representativo encuentra fundamento en la respuesta que ofrecen los representantes a los representados, sobre lo cual se abordará el tema de la calidad democrática de los representantes. Resumiendo, la representación basada en la soberanía del pueblo pasó a los partidos políticos, quienes sí tienen el poder de exigir cuentas a sus representantes y por supuesto organizar el esquema elitista sobre el cual se sostiene su mandato. Además, el mandato representativo es un mandato nacional, en el sentido de que el representante político no representa a un distrito, sino a la totalidad de la nación, estableciendo por tanto un mandato libre, donde el ciudadano otorga, a través del voto, su autorización.Como podemos apreciar, la representación política enfrenta contradicciones y paradojas porque los ciudadanos desean vigilar la actuación de sus representantes, pero no existen mecanismos para ello, configurándose la ficción política de la cual hace alusión Kelsen (1929[1995]); cuando señala que no existe ninguna garantía de que la voluntad de los electores sea ejecutada por los funcionarios electos. Existe un contrasentido dentro de la representación, porque el diseño institucional de los órganos representativos no contempla la posibilidad de reelección o de sanción a los representantes que se alejan de los intereses de la nación, por lo cual estas expectativas no cubiertas están siendo tomadas por las organizaciones y grupos de la sociedad civil, que no desean gobernar, pero sí incidir en la toma de decisiones para avanzar en la calidad de la democracia.

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III. Partidos, organizaciones y sociedad civil Ante el cuestionamiento que reciben los partidos políticos, la democracia representativa está sugiriendo abrir un espacio más amplio para todo tipo de organizaciones, en virtud de que las instituciones partidistas no han solucionado las exigencias ciudadanas. A este fenómeno se le ha denominado “democracia ciudadana” o “representación ciudadana” y se basa en el surgimiento de organizaciones que impulsan propuestas, acciones y políticas públicas en su seno; albergando las necesidades sociales de distinta índole. “La representación por mandato es una situación en la que las políticas adoptadas siguen sus plataformas electorales y estas políticas son lo mejor para los ciudadanos bajo las condiciones observadas por los gobernantes” (Przeworski et al., 2004: 29), quien también señala que es necesario generar mecanismos de control, además de la reelección, porque existen amplias posibilidades de una desviación de los intereses votados. En México, el hecho de no existir reelección directa en los políticos electos, genera incentivos negativos en los representantes, quienes no tienen una visión prospectiva que los lleve a garantizar una rendición de cuentas o autocontrol en miras a la siguiente contienda electoral. Bajo el actual sistema electoral que prevalece, los candidatos se convierten en representantes del parlamento, pero tienen intereses vinculantes con sus patrocinadores, con quienes los apoyaron para llegar al cargo, desviando sus intereses de la visión nacionalista o de la representación de la nación orientada hacia el bien común. Los dueños del mandato por el esquema de patrocinio pasan a ser grandes empresas, grupos políticos, partidos políticos o grupos de interés; enfrentando el representante la disyuntiva de cómo actuar y qué intereses privilegiar, en atención a su racionalidad. Además, el mandato en nuestros tiempos se traduce en una plataforma de partido, en promesas de actuación que una vez llegado el representante al poder pueden incumplir; sin capacidad de los ciudadanos para actuar ante este hecho. Por eso se plantea que la reforma política debe ir hacia las instituciones de la representación, garantizando una relación de equilibrio. También podemos argumentar que existe una fuerte debilidad en el mecanismo de mandato en México porque no existe reelección en los representantes; por lo cual los incentivos a separarse de su plataforma de partido y de los intereses ciudadanos es una constante.

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Por otro lado, los partidos políticos se comprometen con los ciudadanos a ejercer diversas políticas, acciones y proyectos; sin embargo, al llegar al poder pueden no contar con la capacidad de ejercerlos, ni con la disposición por falta de incentivos como la reelección. Por lo cual existe una desviación de las promesas. Si bien el mandato que reciben los representantes de los partidos políticos está sustentado en la soberanía, el voto ejercido y las promesas de campaña; un posible incumplimiento no está sancionado institucionalmente, dejando al ciudadano indefenso. Las reformas que pudieran eliminar estas fallas en la representación, están encaminadas a generar una democracia delegativa como señala O´Donell (1994), o la representación por rendición de cuentas, según Przeworski et al., (2004), donde los ciudadanos ejerzan un papel activo de control sobre los representantes a partir de programas y proyectos a cumplir. Sin embargo, no es necesario que existan ciudadanos dentro del gobierno o que los representantes sean vigilados permanentemente, basta que los representantes sepan que los ciudadanos pueden eventualmente activar distintas formas de participación para que los primeros se comporten de manera recíproca (Peruzzotti, 2008: 17). El modelo institucional ya no se adapta a las transformaciones que ha vivido nuestro país, a partir de la alternancia, el pluripartidismo y la competencia electoral, es preciso considerar estas transformaciones para aceptar iniciativas que vinculen al ciudadano con el poder y establecer un esquema de mediación institucionalizada entre el representante y el ciudadano, esto ya se está dando en recursos extraparlamentarios como el plebiscito, referéndum o esquemas de control y vigilancia que se abordarán más adelante. Gargarella (2002), destaca que más allá de coyunturales problemas que giran en torno a la representación política y su consecuente crisis, las instituciones propias del sistema representativo tienen mucho que ver con la forma en que tales instituciones fueron diseñadas; por lo cual la crisis de la representación está más vinculada con las instituciones que con los propios representantes. Asimismo, se vive un proceso de transformación que busca reivindicar a la ciudadanía con las instituciones, en este caso los partidos políticos: Al parecer el rol de la política ya no es trasladar hacia el escenario decisional las demandas y visiones del mundo que previamente se hayan constituido en la sociedad, sino que más bien dichas identidades se constituyen en el espacio público. Esto implica que el nuevo trabajo de la representación requiere, al parecer, volver a un antiguo principio: el pueblo no pre-existe al hecho de invocarlo y de buscarlo: se construye (Díaz-Tendero, 2009: 39).

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A esta discusión se suma Cansino (2010), quien sostiene que en la actualidad existen dos tendencias muy marcadas que llevan a repensar la cuestión democrática con nuevos contenidos: la crisis de la democracia representativa y el surgimiento de la sociedad civil. En todo caso lo que estos datos plantean es la necesidad de repensar la democracia a partir del papel activo de los ciudadanos en la exigencia de mejores gobiernos.Los datos que sostienen este argumento están basados en el gran número de demandas ciudadanas que buscan un cauce dentro de la sociedad civil, de las organizaciones y no por medio de los partidos políticos. El espacio entre el gobierno y los ciudadanos estaba cubierto por los diversos partidos políticos, pero ante el gatopardismo de las organizaciones partidistas, los ciudadanos están optando por actuar de manera paralela, alternativa y fuera de las propias estructuras estatales como lo son los partidos políticos. La democracia representativa convierte a la democracia en un gobierno de dirigentes y no de representantes, reduce la política al Estado, convierte al ciudadano en un cliente, y los políticos profesionales son incapaces de saber qué quieren los individuos, y no saben qué ofrecer a la ciudadanía. Nos encontramos en un planteamiento teórico que podría denominarse: problema de interpretación política; que ocurre cuando los representantes no tienen mecanismos institucionales para conocer fielmente qué es lo que desean y esperan los ciudadanos como acción de sus representantes, y de igual forma los ciudadanos no tienen vías para hacer llegar sus propuestas o sus intereses a los representantes; mucho menos la capacidad de dar seguimiento y sancionar sus iniciativas. Esto ocurre, porque históricamente la acción de los partidos políticos se centró en estas últimas décadas en la búsqueda del poder, dejando atrás el ejercicio de posturas ideológicas y de representación de intereses sociales; colocándolos en una dimensión más electoral y menos social, más buscando votos que a favor de la representación de intereses (Reveles, 2008: 10). Además, los diputados que son los representantes del pueblo ante el Estado, reciben un mandato que libera a los propios ciudadanos de participar activamente en la lucha de sus demandas, generando una democracia delegativa, término acuñado por O´Donell. Esta visión de democracia deliberativa cuestiona el mecanismo de representación política que ejercen los diputados en el parlamento; porque hace creer a los ciudadanos que quedan libres del deber o, la necesidad de debatir ellos mismos los grandes problemas de la sociedad; puesto que sus representantes y los partidos políticos lo hacen en su lugar (Hermet, 2001: 13).

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O´Donell (1994) sostiene que en América Latina varios países se han inscrito en sistema de gobierno democrático, porque cumplen con los requerimientos mínimos de una democracia que Robert Dahl propone para las distintas democracias denominadas poliarquías; empero éstas no son democracias representativas ni están en camino de serlo. Son democracias delegativas que no son consolidadas ni representativas. En este tipo de democracias, el partido que obtiene el poder puede actuar conforme a sus intereses, sin consenso de la gran mayoría de ciudadanos que ejercieron el voto a su favor, además las políticas instrumentadas por el gobierno no guardan ninguna semejanza con las promesas de campaña, donde los votantes (quienes delegan), deben convertirse en una audiencia pasiva pero que aplauda lo que el presidente haga (O´ Donell, 1994: 13). Przeworski (1998), señala que los políticos pueden encontrar incentivos para desviarse del mandato, pero lo hacen pensando en que están actuando de acuerdo con el interés de los ciudadanos. En contraparte éstos, una vez que han elegido a sus representantes, no cuentan con mecanismos institucionales para obligarlos a mantener sus promesas. Los electores sólo pueden sancionar las desviaciones del mandato después de que hayan experimentado sus efectos, lo cual no sirve de mucho ni corrige los problemas derivados de la mala actuación de los políticos en el momento. Asimismo, la discusión sobre esta pérdida de representatividad, credibilidad y legitimidad de los partidos políticos está produciendo la fragilización de las estructuras del Estado; ante la incapacidad de solucionar los graves problemas económicos y sociales; donde la globalización económica es uno de los factores que incide de manera directa en el malestar democrático. “Los ciudadanos no encuentran solución a sus demandas, a sus necesidades de empleo y bienestar social; porque a nivel macro el fenómeno de la globalización está afectando la democracia de América Latina, porque los ciudadanos trasladan esta responsabilidad a los partidos políticos” (Celi, 2004: 9). Este último postulado está basado en el aspecto económico, cuando las crisis mundiales están causando estragos en todo el mundo y principalmente en Estados Unidos y América Latina. IV. Representación y calidad de la democracia Si vemos hacia atrás, en el contexto histórico y en el rescate a la discusión sobre el papel de los representantes en una democracia, es notorio que el poder de los ciudadanos se ha reducido a meros electores, votantes sin posibilidad de revocación del mandato a nuestros representantes o en todo caso; la imposibilidad de control y seguimiento sobre sus acciones.

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El argumento que sostiene este punto de inflexión entre democracia y representación, está en la ficción del vínculo existente entre representantes y ciudadanos. Como se ha mostrado no se configura este vínculo realmente y exige un rediseño institucional, una reforma del Estado o simplemente una transformación; o por el contrario asumir las contradicciones y paradojas aceptando su imposibilidad democrática. Se sostiene en la práctica de la representación que existe una independencia real del parlamento o sistema representativo, respecto de la voluntad popular (la cual no existe en principio), porque se simula diciendo que cada diputado es el representante de todo el pueblo y sin embargo “no es escuchada su voz”.5 No es posible que todos los ciudadanos participen en la toma de decisiones, como señala Bobbio (2004) en su texto El futuro de la democracia, tampoco puede ser sólo a través de las urnas como sostiene Schumpeter (1984) en lo que se denomina la democracia procedimental; porque cumple con las características fundamentales de una democracia, pero no garantiza su eficiencia. En el espacio interelectoral, los ciudadanos no participan ni tienen oportunidad de controlar a sus representantes, lo cual hace que sean pasivos. En este debate no resuelto sobre el papel de los partidos políticos en las democracias actuales, pone en el centro de la discusión el monopolio de la representación; porque emergen otros actores: medios de comunicación, organizaciones, grupos de presión y ONG´s (Rodríguez, 2009: 119) y Peruzzotti (2008). Por tal motivo, una visión más amplia sobre la democracia y la representación de los partidos políticos está en el concepto de calidad de la democracia que busca incluir a los ciudadanos en la toma de decisiones, ejercer un papel activo y exigir rendición de cuentas a sus representantes. “Las democracias representativas no deben limitarse a un proceso de autorización, sino que deben involucrar el reconocimiento de las identidades así como los instrumentos que faciliten la rendición de cuentas” (Rodríguez, 2009: 115). La visión derivada de la medición de la democracia, establece que los ciudadanos deben participar en la toma de decisiones de los partidos políticos, es necesario que las democracias involucren a los ciudadanos en la solución de problemas, y en el desarrollo de programas que beneficien a la gran mayoría, en consenso y rendición de cuentas. De tal forma que actualmente algunos autores señalan que los partidos políticos están ejerciendo la presentación política con otros actores sociales y políticos que se hallan en organizaciones; en tanto que no han podido desplazar a los partidos políticos como vía institucional de encaminar las demandas ciudadanas. _______________________________ 5 Véase (Valencia, 2007: 219), quien retoma esta idea sobre la imposibilidad de los ciudadanos para incidir en la toma de decisiones.

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Posterior a la alternancia política en México, dada a partir de las elecciones de 2000, es cuando se cuestionó la importancia que tiene la representación democrática otorgada en las urnas a los diputados federales, locales o incluso a los regidores; todos ellos poseedores de la representación de los ciudadanos. El planteamiento en cuestión es la posibilidad de limitar las acciones de los representantes y evitar la desviación de las propuestas ciudadanas, adoptar una visión de calidad representativa: “es un régimen o sistema de gobierno en el que las acciones de los gobernantes son vigiladas por los ciudadanos que actúan indirectamente a través de la competencia y la cooperación de sus representantes” (Schmitter, 2007: 76). Así, el tema de la calidad de la democracia se centra en varios aspectos sobre sus procedimientos, las elecciones; pero también sobre los partidos políticos que detentan la representación ciudadana: La calidad democrática significa también la posibilidad de saber en qué punto nos encontramos del desarrollo institucional y societal de la vida democrática a nivel estatal, país por país, región por región. Es decir la calidad de la democracia nos permite observar, identificar y proponer el mejoramiento integral de los regímenes políticos existentes en la actual reorganización de la moderna democracia representativa, en particular, en la imperiosa obligación de saber cómo dotarla de nuevos atributos y derechos” (Cansino, 2006: 29).

De las distintas dimensiones de la representación, enumeradas por Pitkin (1967 [1985]) y Sartori (1992), se toma la receptividad.6 Es una característica fundamental que debe adoptar la representación contemporánea para caracterizarse como una democracia de calidad y tiene como fin deseable materializar el vínculo entre gobernantes y gobernados, asumiendo el papel activo de los ciudadanos y organizaciones para subir demandas a la arena pública. Esto exige establecer mecanismos institucionales para la recepción de las demandas, pero también respecto al cumplimiento de las promesas de campaña y las respuestas programáticas que asumen los partidos políticos como propuestas de gobierno, que hasta hoy no se garantizan cumplir. Esta capacidad de rendir cuentas, vinculada con la representación política está basada en un indicador de la calidad democrática abordado por Morlino y Larry Diamond (2005); así como Schmitter (2007) y O´Donell (2004), quienes configuran los estudios sobre calidad de la democracia; sin ignorar otros estudios realizados.7 Estos autores que tomamos, coinciden en atender a una primera clasificación sobre las cinco dimensiones que pueden formar parte del análisis empírico: a) Estado de Derecho, b) Rendición de cuentas, c) Reciprocidad (o nivel de respuesta) gubernamental, d) Respeto_______________________________ a derechos civiles y, e) Mayor igualdad social, económica y política. 6 La receptividad es la capacidad que tienen los representantes de recibir propuestas y subir la agenda pública al debate y deliberación de las instituciones democráticas. También vinculado con la rendición de cuentas, a través del concepto: reciprocidad, que se transforma en responsiveness. (O´Donell, 2004). 7 Véase Levine y Molina (2007), donde se menciona otros autores como: Altman y Pérez Liñan (2002), quienes también desarrollan el concepto de calidad de la democracia, Smith (2005), Mainwaring (1999). Asimismo Holzner (2007).

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Debido a la magnitud de estos temas y variables sustancialmente amplias, solamente se presenta el análisis teórico y la discusión de la dimensión vinculada con la rendición de cuentas. Se destaca el papel de los partidos políticos en el ámbito contemporáneo, sobre la forma en la cual se han comportado ante el debate del conflicto de intereses que tienen, así como los mecanismos para garantizar su efectividad. Se plantea como condición fundamental, una dimensión de la calidad de la democracia: la rendición de cuentas. Para ello exige propuestas y planteamientos teóricos que garanticen la función de los partidos políticos, ser intermediarios del poder y el pueblo. V. En busca de la rendición de cuentas Si bien el mandato imperativo en términos institucionales no ha existido nunca, en tanto promesa ocupó y ocupa un lugar central en el imaginario político (Abal, 2004: 47). Es preciso generar propuestas que garanticen la responsabilidad de los representantes, la rendición de cuentas y sobre todo; atender a sus representados a partir de mecanismos institucionales. La rendición de cuentas, ausente en las instituciones representativas, también llamado control popular es un tema que puede evaluarse para medir la calidad de la democracia; y es un tema directamente vinculado con los partidos políticos en la agenda, como un obstáculo por saldar.8 A fin de respaldar este argumento aportaremos evidencias de evaluaciones cuantitativas sobre los representantes y los partidos políticos. El informe sobre Nuestra Democracia en América Latina, presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Estados Americanos (OEA), en 2010, muestra que los ciudadanos creen poco en quienes los gobiernan y sus representantes, asimismo el estudio Latin American Public Opinion Project muestra que existe una confianza baja (56.68%) en los partidos políticos. (PNUD, 2010: 103). Otro organismo internacional, encargado de evaluar la democracia: The Polity IV Project, establece que México puede caracterizarse como un régimen democrático, pero vulnerable por la guerra contra el narcotráfico y con una categoría de “extrema fragilidad”, en torno a la medición de los indicadores vinculados con la democracia como: legitimidad política y efectividad política.9 Coinciden estos datos con la medición realizada por Gilas (2010), sobre calidad de la democracia en España, _______________________________ 8 Véase Beetham, David et al. (2009). Evaluar la calidad de la democracia, guía práctica. En este texto se adopta el control popular y la igualdad política como indicadores a medir en un país democrático. 9 Véase: The Polity IV Project (2011). Global Report 2011. Conflict, governance, and state fragility, disponible: http://www.systemicpeace.org/ GlobalReport2011.pdf

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México y Polonia, establece que los tres casos generan una representación deficiente y sesgada, una baja rendición de cuentas y poca responsiveness o reciprocidad por parte de los representantes hacia los ciudadanos. En el caso de México, establece que los legisladores “más que representar a sus votantes, intentan promover ciertas políticas creando al mismo tiempo la opinión pública sobre asuntos de interés: los representantes se sitúan a sí mismos un paso adelante de la sociedad y en cierto sentido están contraviniendo a la voluntad popular” (Siles, 2010: 174). Es de trascendental importancia seguir y vigilar el papel de los representantes. Tal como sostiene Peruzzotti (2008), los representantes se comportarán receptivamente no sólo porque anticipan futuros comportamientos electorales, sino también para evitar posibles ciclos de movilización y protesta. Ante la crisis de la representación, se instaura un espacio para la participación ciudadana que se convierte en el principal medio y manifestación de la democracia participativa, complementaria de la representativa tradicional; y a la vez también expresión de un nuevo contrato social entre los poderes e instituciones públicas.10 Siendo la participación uno de los elementos fundamentales para el desarrollo de un esquema de rendición de cuentas y garantía de la representación efectiva; para avanzar en la calidad de la democracia es preciso salvar de la crisis de la representación a los partidos políticos, a través de mecanismos que permitan someterlos a un control, a una rendición de cuentas para permitir contar con un sistema democrático de calidad, transformando el sistema institucional. Por otro lado además, la democracia participativa intentaría paliar los fenómenos del individualismo, apatía y cierto descrédito de la vida política (Canales, 2005). Concretamente los mecanismos que generarían una rendición de cuentas serían: la reelección con mecanismos de control, así como la generación de exigencias para garantizar que las plataformas electorales o las campañas deben cumplirse, asimismo acercar a los ciudadanos a los procesos de cultura política para que no sólo dejen en los políticos la responsabilidad de la democracia. Los ciudadanos no pueden participar sólo con su voto en las urnas, sino a través de un seguimiento a sus representantes. Con todos estos argumentos, consideramos que es preciso abrir el debate académico sobre la evolución institucional que deben contemplar los partidos políticos, con miras a lograr una calidad democrática y la inserción de estos grupos y organizaciones que han tomado la batuta en la discusión de temas importantes a nivel nacional. Replantear el papel de los partidos políticos como instancias de representación institucional, permitirá avanzar en el proceso de la calidad democrática. _______________________________ 10 Véase: Banco Mundial (2007). Gobernabilidad democrática en México: mas allá de la captura del Estado y la polarización social, donde señala que la ambigüedad de la dinámica electoral entre votantes y políticos debilita la rendición de cuentas en el ámbito electoral; por lo cual el trabajo de las organizaciones no gubernamentales representa un mecanismo de adhesión social.

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Comentarios finales Para garantizar la representación efectiva, existe un problema a resolver en la democracia representativa: no existen mecanismos de control para garantizar que los ciudadanos puedan en un momento dado, controlar a los representantes; como ocurrió en su momento con el mandato imperativo en la Edad Media. La forma en la cual los ciudadanos están adquiriendo un empoderamiento es a través de las ONG´s, organizaciones y la acción cívica, exigiendo la rendición de cuentas (accountability); desplazando en cierta forma a los partidos políticos: La gente describe su exclusión del sistema político como si una noche al llegar a su casa la hubieran encontrado con llave y alguien adentro estuviera usando su ropa y aprovechando su comida. Y la gente sabe quién la dejó por fuera. Señala a los titulares de los cargos públicos, a los administradores de las campañas, a los cabilderos y a aquellos en los medios de comunicación, ven a estos grupos como una clase política profesional como los mandatarios de una oligarquía que ha empezado la democracia. Los ciudadanos han sido sacados del cuadrilátero donde no pueden controlar ni a los contendores ni las reglas de juego (De Martiis, 1998: 89).

Bajo este planteamiento, los ciudadanos tienen poca injerencia en las decisiones que toman los políticos, pertenecientes a partidos que finalmente actúan en torno a su corporación pública de representación y los representantes tampoco tienen una capacidad de respuesta eficiente y efectiva a las demandas ciudadanas; como se ha explicado. La representación pasó de los ciudadanos a los partidos políticos, quienes sí tienen control sobre sus representantes y les exigen cuentas, en tanto que los ciudadanos no cuentan con aparatos institucionales para ello. La accountability vertical, basada en las elecciones no resulta suficiente, sobre todo en México donde no existe la reelección y los ciudadanos no pueden ejercer este tipo de control sobre sus representantes. En esta discusión, debemos recordar que no existe democracia perfecta, ni acabada; obedece al contexto y al momento político; porque la mejor democracia es la que funciona, da resultados y por supuesto otorga bienestar a sus ciudadanos. Bajo este parámetro y con las evidencias empíricas mostradas, existe una crisis en la figura de la representación política en nuestro país, lo cual debe plantear alternativas, soluciones y propuestas ante un electorado cada vez menos dispuesto a limitarse, a optar pasivamente entre lo que se le ofrece en las campañas políticas.

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Una de las propuestas derivadas del concepto de calidad de la democracia es precisamente la rendición de cuentas y promover una reforma institucional para otorgar mayor control sobre los representantes, volver a lo que Sartori denomina: responder a los representados. La accountability, también vinculada con la reciprocidad se refiere a los mecanismos que permitan acercar a los ciudadanos con los representantes, en un esquema institucionalizado por el sistema político, bajo el esquema de agente-principal; para establecer un mandato vinculante que permita mejores resultados y por ende una mejor calidad de la democracia. De lo contrario tendremos que aprender a vivir con la ficción política que envuelve el tema de la representación.

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Explanans, Vol. 1, Núm. 1 enero-junio 2012, pp. 63-91

Digital Tools, Strategic Alliances, and the Protection of Traditional Knowledge Herramientas digitales, alianzas estratégicas, y la protección del conocimiento tradicional

Jorge García* Beverly Singer** Judith Van Der Elst*** Abstract In today’s society the development of Information Communication Technologies (ICT) is imminent yet, large segments of the world remain marginalized. Our contention is that peer-to-peer and inter-institutional networks can be used to connect local with global systems to close this divide. Using today virtual and digital technologies the gap can be bridged using collaboration platforms using different knowledge systems that do not simply replicate the same information. The suggested model represents forming strategic alliances for information sharing and collaboration to empower and support local systems. The examples discussed show our efforts toward an inclusive approach with communities in full partnership, resulting in: 1) Providing technical language necessary to negotiate with alliance partners, 2) Creating new collaborative ways to incorporate cultural knowledge that can be shared locally and globally based on different metaphysical foundations, and 3) Create ways by which communities can protect their traditional knowledge. Keywords: Information Communication Technologies (ICT), strategic alliances, cultural and traditional knowledge, digital tools, Triple Helix model, Quadruple Helix model, local communities.

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Resumen En la sociedad actual el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación es eminente, y aun así vastos segmentos del mundo continúan marginalizados. Nuestro argumento es que redes de par en par y redes interinstitucionales puedan ser utilizadas para conectar sistemas locales con sistemas globales para terminar con la brecha digital. Usando sistemas virtuales y tecnologías digitales se puede llenar ese vacío utilizando plataformas de colaboración con diferentes sistemas de conocimiento que no solamente repliquen la misma información. El modelo que sugerimos representa la formación de alianzas estratégicas para compartir información y colaboración para el empoderamiento y apoyo a sistemas locales. Los ejemplos que presentamos muestran los esfuerzos hacia un acercamiento más incluyente con las comunidades como socios, para lo cual y como resultado encontramos lo siguiente: 1) Proveer lenguaje técnico necesario para negociar con los socios, 2) Generar nuevas maneras de colaboración para incorporar el lenguaje cultural que puede ser compartido localmente y globalmente basado en diferentes fundaciones metafísicas, y 3) Crear estrategias a través de las cuales las comunidades pueden proteger su conocimiento tradicional. Palabras claves: Tecnologías de la Comunicación e Información (TICs), alianzas estratégicas, conocimiento cultural y tradicional, herramientas digitales, modelo de la Triple Hélice, modelo de la Cuádruplo Hélice, comunidades locales.

*Center for Social Sustainable Systems (CeSoSS), Albuquerque, New Mexico. E-mail: cesoss2004@gmail.com ** Professor, Department of Anthropology and Native American Studies, University of New Mexico. E-mail: mesa@unm.edu *** Ph.D. Candidate, Department of Anthropology, University of New Mexico. E-mail: jvdelst@unm.edu

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Digital Tools, Strategic Alliances, and the Protection of Traditional Knowledge

Introduction This paper describes a multi-ethnic effort toward designing novel ways of using digital tools for communicating and maintaining different knowledge systems. It is our contention that the globalization of social and collaborative networks offer new educational and research opportunities. It also challenges homogeneous ways of thinking. Our work is focused on developing educational models that integrate theory and practice by approaching solutions from multiple perspectives. The authors of this paper present an overview of issues that have hindered their individual research efforts and has led to a strong realization that knowledge is the product not only of scientific method based on reason, but in large part to memory and imagination witnessed by and through the lives of community systems. This should be reflected in the way digital tools and knowledge building could be interrelated by including cognitive and communicating abilities different than our own. To understand and employ these sources to address global challenges, we need to develop research and educational models that value and incorporate these sources. First we will outline the suggested model, which is based on the Triple Helix model, as developed by Etzkowitz and Leydesdorff (1997). This Triple Helix model provides a framework for communication protocols for networks and actors associated with the universityindustry-government complex. The Triple Helix was developed to master innovation flow and the differentiation between modes of knowledge production of the academic system and other institutions, i.e. government, academia, and industry. Whereas the mode of academic knowledge production is characterized by researchers working in isolation and leads to fragmentation of knowledge, knowledge production associated with industry and government is associated with application and utilization. The Triple Helix model is based on the premise that society at large will benefit from innovation, development, and capitalization taking place within the Triple Helix of development as a trickle down effect. The model however continues to be contested (Sales, Fournier, Sénéchal, 2007). In order to achieve development that limits social and academic disparities, we suggest to expand the Triple Helix model of development to the Quadruple Helix model of collaboration so knowledge emanating from local communities can be brought in as partners in the development process of knowledge creation and innovation. The main difference between these two models of development is the fact that the Tripe Helix of development was designed to improve communication links between government, industry and academia as the mayor promoters of the information society. The mayor issue with this model is that it implies that community, as the major recipient of development is a passive recipient of the benefits that generate from the interactions of the three parts.

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Community, however, is the force that propels this relationship and thus it cannot be implied that its participation is merely passive. The Quadruple Helix, on the other hand, goes a step further and by emulating the relationship that exists within the bonding of the silica tetrahedral, it places community at the center and it expand the partners to include multilateral agencies/non for profits as a one whole system that supports the parts to move and bond in unison and thus as the core grows, so do the parts. 1. Theoretical background Traditional knowledge and local knowledge refer to long-standing traditions and practices of that have resulted in knowledge that over time has served to develop breakthroughs that have enriched our society. An example of that is the engineering of corn in Central Mexico. Scientific knowledge is generally based on propositional knowledge and is set apart from other knowledge. Whereas the methodological bases for upholding this distinction implies that scientific knowledge ranks higher that other forms of knowledge, as it is clear from philosophical discussions within the academy itself (Wautischer–others), acceptance of traditional/local epistemologies as supporting equal knowledge systems appears to remain marginal. Efforts to validate truth claims of traditional knowledge are often focused on exposing political motives of the dominant epistemologies that have emerged from the West. Wautischer, even though acknowledging this as a factor, argues that the West has dominated postmodern critique at the expense of investigating the philosophical underpinnings of the diverse claims to truth (Wautischer, 1998). Within the current academic culture interest in multiplicities viewpoints is one of the important features associated with postmodern thinking, however, along with its inherent relativism, the role of political power in control of knowledge tends to be overemphasized whereas other human traits tend to be forgotten in the comparison of different knowledge systems (Bender, 1993; Wautischer, 1998). Several scholars have discussed ways in which different knowledge systems can be compared from a philosophical perspective, but these efforts remain minimal. For instance, “the epistemological function of narratives is underappreciated in western cultures as relevant device for human interaction” (Wautischer, 1998) Recent investigations have recognized the importance of stories in human spatial cognition (Paelke & Elias, 2007). In addition, the comparison of the different knowledge systems often overemphasize differences that are presented as dichotomous relationships, such as stressing the community aspect in traditional knowledge as opposed to the importance of the individual in western cultures. Several scholars have addressed the notion of Self, and individuality

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within non-western cultures to counter this narrow focus (Edge, 1998; Rÿser, 1998). The Self, however, emerges from communities and social conditions present in her or his immediate locality. In this regard local communities that continue that rely on traditional knowledge and natural resources to provide a sense of Self because their stories and knowledge accumulated over long period of time is remnant of knowledge accumulated from learning to manage local ecosystems (Agrawal, 2002). Scientific practice often supports the rhetoric of development that has long been characterized by a focus on economic growth and technological innovations as its motives. Today’s focus however on sustainable development has many reconsidering the value of traditional knowledge, previously considered an obstacle to development now often seen as essential for sustainable practices (Agrawal, 2002). This shift in focus is long overdue, but also presents new problems in the relationship between indigenous and local communities and other knowledge producing institutions. For instance, methods of representation, preservation, and commodification of knowledge are increasingly indicated as points of contention because for Indigenous Peoples and local communities the intrinsic value of knowledge remains between the social, political, religious, cultural and existential understanding that community members in traditional societies have about the Self and their close environments. In this regard, traditional knowledge has long been studied within the discipline of anthropology by recording and representing that which took place within a general mindset of changing or disappearing cultures that needed to be preserved. These ethnographies served either as descriptions of assumed earlier stages or used to attack philosophical traditions. The treatment of traditional knowledge within that framework sets traditional knowledge apart as more embedded in their environments and being primitive and not the result of analytic reason that is rooted in a larger –dualistic- framework underlying most western scientific endeavors. In a way, knowledge is then objectified and ‘frozen’, in similar ways as tangible artifacts that are collected from that environment and preserved in museum settings. Global warming and related climatological issues affecting societies around the world have spurred an interest in the development of sustainable –environmentalpractices and technologies. Traditional knowledge is considered an important component that can contribute to the understanding of environmental processes and issues concerning biodiversity and sustainability efforts. As discussed by Agrawal (2002), the preferred strategy, similar to earlier anthropological approaches, is ex situ conservation, encompassing documentation and storage in international, regional and

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national archives and –digital- databases. Due to the dynamic nature of traditional knowledge this seems a defective strategy, as argued by Agrawal, because the end goal of documenting traditional knowledge is to identify specific features that can be generalised and applied more widely in the service of more effective development and environmental conservation (Agrawal, 2002). It is considered suitable knowledge and information conservation within –western- scientific and governmental modes of knowledge, and therefore likely to benefit more powerful constituencies, but undermining access, rights and ownership to traditional communities. If the goal is to create societies that are fair and democratic, then how do we achieve a state in which current policies protect, preserve and expand traditional knowledge still present in the communities of those who continue to live within ancestral lands? To do this, we need to review and reconsider existing development models that advocate for the advancement of our scientific and technological society. One such model is the Quadruple Helix as an expansion of the Triple Helix for development. 2. Development models: 3H vs. 4H and the protection of traditional knowledge In an article discussing Maori epistemology, Roberts and Wills (2000) draw upon one of the few studies that have compared traditional knowledge systems and western science by Horton (1967, 1971), who listed a number of general attributes fundamental to all epistemologies. Using these as guidelines Roberts and Wills conclude that Maori knowledge for all considered attributes contains theoretical models that are comparable to modern science. For instance, fundamental in Maori epistemology is the use of metaphor, a characteristic that is also underlying western –scientific- thinking (Lakoff & Johnson, 1980; Forceville & Urios-Aparasi, 2009). The main difference assumed between these knowledge systems is their characteristic of being ‘closed’ or ‘open’, whereas “in traditional cultures there is no developed awareness of alternatives to the established body of theoretical tenets; in scientifically oriented cultures on the other hand, such an awareness is highly developed.” (Horton as quoted by Roberts & Wills) Roberts and Wills however show that this strict boundary is blurred on both sides, arguing that science has become ‘a way of doing’ instead of ‘way of seeing’ and no longer subject to philosophical inquiry. Traditional knowledge, as exemplified by Maori epistemology, is said to be dynamic while maintaining its epistemological foundation (Roberts and Wills). It is this dynamic characteristic of traditional knowledge systems, stressed within this paper, that has lead to employing innovative digital technologies to maintain

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and disseminate traditional knowledge in new ways, and most important in ways that it can be used to support internal processes within localities. The end goal of using digital technologies should be to augment the dissemination of traditional knowledge so it can be passed on from generation to generation and enriched with scientific knowledge acquired through collaboration (Rahman, 2000). Because this knowledge is “embedded in the experiences of local communities and involves intangible factors, including their beliefs, perspectives, and value systems (Rahman, 2000), then the act of preserving it using digital technologies and databases should not be to assume that “indigenous knowledge is an under-utilized resource in the development process” as the World Bank assumes (Agrawal, 2002), nor should we work under the assumption that traditional knowledge “has become a commodity that attracts investors from the North who benefit financially from the appropriation of the profitable elements of traditional knowledge,” as Raseroka warns us (2008: 245) because if we do not understand that traditional knowledge should be protected for reasons beyond the needs of the market forces, then traditional knowledge will continue to be lost and with it precious knowledge needed to phase future social and environmental challenges. Our understanding of these matters is important to avoid supporting the colonization process of indigenous peoples and their most valuable asset, their traditional knowledge. Our goal instead should be to support the development process of indigenous and local communities so they can identify and use their traditional knowledge for their own development. The support should not only include technology and information transfer, but also training in ways that their knowledge can be protected from being not just capitalized, but also from being “separated from those other knowledge’s, practices, milieu, context, and cultural beliefs in combination with which it exists” (Agrawal, 2002: 290) so it can support and be supported by the development process. In 1997, Etzkowitz and Levdesdorff developed a communication protocol that has been used as an ideology to support communication links between industry, academia, and government. Their goal was to promote the development of strategic alliances for development. This model of social communication has been known since as the Triple Helix of development. Also, in 2003 the World Summit on the Information Society (WSIS) created a vision for ‘a people-centred (sic) inclusive and development orientation Information Society, where everyone can create, access, utilize and share information and knowledge enabling individuals, communities and people to achieve their full potential to promoting their sustainable development

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and improving their quality of life.’ (Raseroka, 2008: 246) So if the most important challenge of our time is to support individuals and communities to achieve their full potential, then we have to go beyond advocating that “excluded populations collectively enter the labor market as service providers contracting with public and private sector organizations for cleaning and other tasks” (Dzisah and Etzkowitz, 2009), and go beyond by enticing them to be full participants and beneficiaries of the development process. Because the Triple Helix model for development does not entirely represents a solution to the challenge posed by WSIS, in our view, the model needs to be reviewed so it can be more responsive and inclusive of the spheres that make up our entire society. The Triple Helix development paradigm is a socio-linguistic paradigm that promotes and allows sharing of information, resources, and knowledge between industry, academia, and government. This paradigm has been propitious to develop the information society and the advancement of the information communication technologies that now make possible telecommunications and the connection of millions of people throughout the globe. Even though this paradigm has been instrumental to develop the information society, it has not been able to level social differences, and in turn we still experience major disparities between those who have meaningful access to Information Communication Technologies (ICT’s) and those who do not. In order to change this disparity, our contention is that we need to expand the social paradigm from a Triple Helix of development to a Quadruple Helix (See annex A). The major difference between these two paradigms is that the Triple Helix establishes communication and collaboration links between tree entities on a two dimensional axis; in contrast, the quadruple helix uses a multidimensional axis in which industry, academia, government and international NGO/multilateral organizations are connected to the core of the formation and as the parts support the development of the core (our society) – the result is that the entire formation grows in unison and exponentially as the formation bonds with similar structural formations. In the case of the Triple Helix model of development, the model fails to include the role that local communities should play to determine development policies that will ensure direct benefits to the holders of traditional knowledge. Our argument to augment the Triple Helix to a Quadruple Helix is to ensure that the development process includes local actors who should play a greater role in the conceptualization of the development process, especially when it comes to the use of their traditional knowledge to spur new economic development. In the case of the conceptualization of the Quadruple Helix, we argue that the traditional notion that the development

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spheres revolve around industry, academia, and government should be changed to include multilateral organizations and that Indigenous and local communities should be at the center of the development process as direct beneficiaries. We advocate for “the use of digital media [and information transfer] that is not disassociated from the production of culture and those who produce it, which in most cases are local communities and their continuous use of the cultural precepts attached to their local histories and cosmovision about the world (Van Der Elst, Richards-Rissetto & Garcia). The development models differentially affect the way in which traditional knowledge is considered, and who benefits from it. To ensure that partnerships are forged based on equality and accountability, the role of traditional knowledge needs to be positioned in relation to the benefits that it can bring foremost to knowledge holders (indigenous and local communities), as well as the eventual benefits its derivatives can bring to our society. Therefore, a process by which knowledge holders from indigenous and local communities are supported to document, use, and preserve their traditional knowledge needs to be put in place so knowledge holders can be trained and supported in the process of documenting and protecting their traditional knowledge; so if knowledge is “licensed”, it can be sure that it would be protected and local actors would be compensated for it. In this regard in the process of generating knowledge, the epistemological basis for equality needs to be addressed for successful academic-community partnerships. In this way universities and other educational institutions can pioneer the democratization of knowledge by helping local communities preserve, protect, and use their knowledge as a valuable asset. In terms of industry and government modes of knowledge production the discussion is largely on political and economic grounds, and thus it is about power to determine who and how benefits are shared. The goal in this regard is to make government and industry responsible so they can be true catalyzers and supporters of development that emerges from local and indigenous communities. If these two spheres are not aligned in the effort to support new and innovative ways of engaging communities as true partners, then the result continues to support a tendency to dictate how knowledge is acquired and use by those who hold the western tenets of knowledge acquisition and use. In this regard relations of power with indigenous and local communities will continue to be marked by simply studying knowledge valuable to the markets and once traditional knowledge “is in the public domain it can be refined and privatized through the existing system of patents and intellectual property rights”. (Agrawal, 2002: 294) Although the process of legal appropriation of traditional knowledge through its study and refinement to subtract key elements that serves

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the purposes of development (Agrawal, 2002) might be beneficial to develop new markets; it is detrimental to the survival of indigenous and local communities. The case of the Neem tree1 is just one of many instances in which indigenous peoples knowledge is circumvented by appropriation by “re-naming it and claiming it”. Industry, government, and academia are unassailable social institutions, which in most cases depend on social benefits to subsist, therefore their role within the Triple Helix of development should adhere to the quest to “meet the needs of the present [generations] without compromising the ability of future generations to meet their own needs”.2 As traditional knowledge and the epistemologies continue to be eroded and renamed and are not protected from commercialization, society risks losing subtle and intricate knowledge that has a purpose in the balance of sustainability (LaDuke, 1999)

We see this expansion from the Triple Helix to the Quadruple Helix as an

inevitable trend that has the potential to help mitigate future issues, controversies, and problems surrounding the development, preservation, and sustainable use of traditional knowledge. Stronger links between the parts of the Quadruple Helix will also promote novel ways of learning, teaching, and knowledge creation. The collaboration between academia and local communities, in particular, will enrich digital heritage networks and break down old, knowledge, (and power) structures. New structures and collaboration efforts will not only benefit and expand the way knowledge is created and managed, but in the long run it can also create critical lines of communication and collaboration between all the partners of the Quadruple Helix. In other words, it is possible under our paradigm change to become more susceptible to the needs of the world, out of this concern we can then satisfy the needs of the market, but not the other way around. Our goal under this notion of relationship making based on models that are balanced is to ensure that local communities are not just regarded as providers of traditional knowledge or consumers of technology, but that they are an integral and important partner in the process to “enhance creativity, ideas and skills” (Dzisah & Etzkoiwitz, 2009). If our goal is just to provide social paradigms to promote movement between actors of the Triple Helix then we are only expanding the frontiers of colonialism to benefit those who already benefit from the development process.

Especially in light of recent recommendations of national taskforce and workshops focused on the development of sustainable environment, the need to collaborate is obvious.3 Recommendations and outcomes of this report however are largely based on the Triple Helix model, and even though the need for community collaboration is _______________________________ 1 Internet source: http://www.twnside.org.sg/title/pir-ch.htm 2 Internet source: http://psychology.about.com/od/developmentecourse/f/dev_faq.htm 3 Internet source: http://www.brtf.sdsc.edu

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expressed, it is done so in vague terms. For instance, it is stated that development of data sharing policies for programs involving community data should be encouraged. However, it is not clear who benefits from these data sharing policies, as the goal is to make these data available to ‘the public’.4 We believe that these issues should be more explicitly defined for all partners involved. The Quadruple Helix model provides the structure to do so by creating specific lines of communication between government, industry, academia, and non-for profit organizations. In this set of relationships, the expected outcomes should be the well-being of the core (the community) not as a vague notion or under the assumption of a trickle down effect, but operationally to establish the needs of the core (communities-society) rather then the ultimate motive to create wealth and prosperity for the capitalist. In this set of relationships each partner receives a benefit because the strategic alliances between academic, government, industry, and non-for profit organizations centers on the well being of the entire system rather then just the wealth creator. The underlying assumption that determine partners in such taskforce efforts seems to be that communities are passive recipients and benefactors of digital data stewardship. The examples discussed below provide a different view, substantiating our argument that traditional communities need to be equal partners in the use of ICTs, especially as it increasingly moves toward the use and appropriation of traditional knowledge for the development of socio-economic development. 3. Discussion of these issues through known examples Traditional knowledge that emanates from creation stories and connections with land and earth-based philosophies that bond them together in communal entities on every major continent provide evidentiary support that local communities understand established systems of manipulation and the interest in access to their communities made by corporate, government and institutions for development. Furthermore, the lives of those who live in local communities are separated by more than a technological divide which is a spiritual connection with actual living differences that are in conflict with ‘the way one is suppose to live’ according to progressive standards of national wealth, education, politics, and health especially when national support is tied to compromising their rights in lieu of expected development by the State. It is imperative to note this relational difference in creating so-called models of collaboration for purposes of research, education, economic development, or any combination thereof intended to engage Indigenous peoples with digital technology, knowledge creation and wealth development. Identification and brief exploration _______________________________ 4 Internet source: http://www.arl.org

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of competing Indigenous worldviews are presented in four selected examples where digital technology has intersected with indigenous/local communities. The examples highlight the background and nature of the collaboration. Inuit Access By the 1980’s, the move to connect the world through technology reached a then younger Zacharias Kunuk from a village outside of Igloolik, a town within what became Nunavut Province in Canada in 1990. Kunuk was selected to receive training in television production from the Inuit Broadcasting Corporation (IBC) of Canada. He became an employee of IBC and produced a number a short programs for and about Inuit peoples. His acquaintance and collaboration with Norman Cohn, a white Canadian filmmaker from Montreal with whom he shared a kindred yearning for independence from ‘bureaucracy’ was what led to their partnership as co-founders of Igloolik Isuma Productions in 1990. Isuma Production films went on to earn global acclaim and numerous film awards entirely based on Inuit stories, culture and participation which Isuma’s home page website states is “young and old work together to keep our ancestors memory alive”. The history and background leading to Isuma Productions’ success is aligned with the Inuit Broadcasting Corporation from whom Zacharius Kunuk received his television broadcasting knowledge and skills. The IBC itself was a derivative of Canada’s national Radio-television and Telecommunications Commission (CRTC). In 1979, the CRTC developed a satellite broadcast project known as Inukshuk. Rudimentary television production facilities were installed in six northern communities from where satellite feeds could be transmitted while teams of Inuit were recruited for operating television broadcast equipment and program development. In spite of the short lived nature of the Inukshuk Project, only eight months, the impact of its’ programming was widespread among very remote Inuit communities in northern Canada who recognized the value of broadcasting and teleconferencing in the Inuit language. Inuit understood the power of broadcasting to discuss their own issues and exchange information, which led Inuit leaders to leverage the Canadian federal government for an Inuit-based network television license from the CRTC. In 1981, a network license for the Inuit Broadcasting Corporation was granted to the Inuit Tapirisat of Canada. Inuit Tapirisat or the Inuit Brotherhood in English that became Inuit Tapiriit Kanatami (ᐃ ᓄ ᐃ ᑦ ᑕ ᐱ ᕇ ᑦ ᑲ ᓇ ᑕ ᒥ ) representing over 50,400 Inuit, while its headquarters are at Ottawa, Ontario also the capital city of Canada they cover Inuit living in four northern regions: Nunatasiavut (in Labrador),

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Nunavik (in Northern Quebec), Nunavut, and the Inuvialuit Settlement Regions of the Northwest Territories/Yukon. This story highlights three issues of relevance in the use of media technology by Indigenous Inuit: access, training and leadership. The introduction of television programs with dominant Euro-Canadian and sometimes U.S. programs into Inuit communities was a milestone but more significant was how the Inuit rapidly used their training in television broadcasting a step further. They began producing programs to promote Inuit language and culture believing the influence of English-only TV programs was not entirely a positive on youth in particular who began imitating non-Inuit behavior and speech. Guided by Inuit ambition and ingenuity was especially apparent when they moved to secure their own television broadcast license. A principal feature in their story is that of isolation in the Artic where they have lived continuously for millennia. The introduction of technology was recognized as an outside intervention by the Inuit who organized themselves to contain its’ influence and within a short period of time sought to control the use of it. A closer look at the timing in the 1970s and 1980s with the introduction of broadcast television among the Inuit, considered an uninformed and disconnected people because of their remote location in the Artic, coupled with the training and education to produce broadcast television programming happened alongside the early coalescence of Canada’s First Nations leaders to force the Canadian federal government to acknowledge the impact of colonial policies that denuded many Aboriginal peoples of lands and rights. Inuit people who saw the opening of an opportunity was Zacharias Kunuk and Paul Apak whom brought together a core of creative and talented storytellers and writers to begin making their own films and were joined by Norman Cohn, a non-Inuit, and together made history with their first film, the epic story of “Atanarjuat: The Fast Runner” in 2001. Kunuk was awarded the First Director Prize at the Cannes Film Festival in 2001. The film is entirely in Inukitut with English subtitles and is framed in a pre-European narrative about two brothers whose fate intersects with ancestral Inuit stories about relations that split their loyalty. The name Isuma chosen by the filmmakers for their production company means ‘to think’ and their productions feature Inuit narratives that position viewers to hear their language and actively participate in viewing Inuit living and thinking that has developed in the land and space they inhabit that is vastly different for anyone who is not from Inuit territory. Chiapas media By 1990, global development projects funded by multinational corporations sought to access vast land holdings for genetically modified seed farming, hydroelectric development, and deforestation of what remain of the world’s old growth forests.

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In 1994, a neo-Zapatista resistance was declared by the Zapatista Army of National Liberation also called EZLN, which was parsed by Internet from the Chiapas highlands in the southern most state of Mexico in response to the corporate-throughgovernmental siege of Indigenous occupied lands in Mexico. Led by a self-styled resistance movement leader in the manner of Che Guevara, and calling himself subcomandante Marcos, was not Indigenous, but notably trusted by the Indigenous peoples’ in Chiapas he spoke for in the philosophical speech culture of social activism sparked a widespread and militia-armed resistance to the policies and practices of the modern nation state of Mexico demanding that Indigenous rights be recognized by the Mexico’s Constitution. At the outset, the world’s interest was intensified yet stymied by “a mask” worn by those identifying with this Zapatista Movement. Two types of masks worn by men and women alike in the movement was a woolen-type black face and head cover worn to protect one from extreme cold, also called a ski mask, and the other mask, a cotton scarf tied around the head covering one’s nose and mouth. It was the mask that heightened public imagination while shielding the identity of Zapatista organizers from the authorities as much as it aided their resistance movement. The organization of the Zapatista resistance emerged with military precision to some extent and the headquarters of the movement remained secluded in the Chiapas highland mountains and inaccessible to outsiders with the exception of international journalists who were granted an interview by Marcos. The government of Mexico was caught in a media feast about its’ position with regard to Indigenous rights. Owing to the Zapatista resistance movement use of the Internet to alert the international community and human rights watch advocates for support, the Mexican government waged a covert military assault by arresting Indigenous community leaders, many who were not members of EZLN while hired paramilitary troops attacked villages effectively paralyzing them with fear for their survival. Nahua photographer Francisco (Paco) Vasquez from Mexico City and Alexandra Halkin, filmmaker and feminist rights advocate from Chicago in the U.S. Halkin’s knowledge of the situation in Mexico came through her acquaintance with the U.S. based Mexico Solidarity Network. This movement was formed in response to the attacks on the Indigenous in Mexico but it was also concerned with helping to document the aggression by the Mexican government of innocent individuals who were imprisoned and/or killed while in prison. While independent of the Mexico Solidarity Network, her travels to Mexico brought her in contact with autonomous Zapatista Indigenous communities who asked her to assist them in helping them to access technology with computers and cameras to document their stories during this tumultuous period.5 Vasquez was aware with the Indigenous video making workshops sponsored through Mexico’s defunct government agency for Indigenous _______________________________ 5 See www.chiapasmediaproject.org

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people, Instituto Nacional Indigenista (INI) under the auspices of Instituto Nacional de Anthropologia and Historia (INAH). Pairing her skills with Paco’s intimate knowledge of Mexico and his language facility matched with Alexandra’s film making advocacy work and organizational ability produced a bi-national partnership known as the Chiapas Media Project (CMP) in 1998. Halkin is the Founding Director/ International Coordinator who garnered broad based support for the Chiapas Media Project/Promedios. Whether to call the Chiapas Media Project a success is difficult to say with regard to the continued struggle among Indigenous in Mexico, but the ideal conditions for training and providing video cameras and editing equipment to local autonomous Zapatista communities provoked the production of quality video programs about themselves in their own words and images. The timing for the CMP was near perfect, as the inaccessibility to technology and electricity was non-existent to the municipalities of the Highlands of Chiapas where Tzotzil, Chol, Tojolabal, Mum and Tzeltal Maya use video to share their struggle for survival with the world. The Chiapas Media Project is currently distributing 26 Indigenous productions worldwide through their touring at film festivals and by invitation to universities, museums, and programs with interest in Zapatista and Indigenous of Mexico. Among the titles of their productions are “A Very Big Train Called The Other Campaign”, “Letters For Our Words: Steps Towards Autonomy”, “Water and Autonomy” and “Xulum Chon: Weavers in Resistance from the Highlands”. Community Prophets of Australia Indigenous youth globally are witnesses to a changed history and social landscape fueled by technology that can do one of two things, disentitle or give power. A project named Community Prophets –Walk the Talk is directed by a celebrated human rights lawyer and award winning film director David Vadiveloo, with Aborigine ancestry from Alice Springs, Australia, who partners with marginalized communities around the world to foster and create high production value screen works. Since 1998, the Community Prophets ‘model’ evolved through a highly sought after program of digital and interactive media workshops for at risk youth in Australia, Canada and the U.S. Vadiveloo was a key producer for Us Mob, a major digital storytelling initiative under the Australian Film Commission and ABC New Media and Digital Services AFC/ABC Broadband Production Initiative (BPI), which supports dynamic projects for broadband delivery on ABC Online in Australia. Us Mob was produced in association with the Aborigine Tangentyere Council.6 “Werde! Welcome to Us Mob “ is the welcome for guests to the website featuring the stories and learning modules based on “adventures” with four youth (teenagers) from Hidden Valley, _______________________________ 6 See www.tangentyere.org.au

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one of the Town Camps for Aboriginals in Alice Springs, located in Australia’s central desert. The website seeks to engage visitors to interact with the world of these youth suggesting to the visitor they can choose their own story endings, play games, activate video and text diaries created by the Aborigine youth, and upload ‘your own’ stories. It is remarkable how the display of colorful photographs of the youth works with the energy to entertain and lure audiences to enter the website ‘to engage with’ these Aboriginal youth. This invitation however requires that your computer has the latest application plugin of Flash which you can download through the website. A note to teacher’s is one of the features on the homepage called “Teacher’s Information” that explains the objective of Us Mob that “uses online characters and friendships to spark an exchange of culture, creativity and experience between non-Indigenous and Indigenous young people”.7 The experience and exposure to Aboriginal youth through this web-based project is carefully planned as a cultural mapping and exposure to Aboriginal lives that claims “to encourage sensible and accurate discussion about Indigenous and non-Indigenous issues without a focus on ‘educational’ or curriculum based outcomes”. The authors of Teacher’s Information further state Us Mob is an online environment that is sensitive to author bias and possibly have cultural relevance to Indigenous audiences alone. They seek to inspire young Indigenous people to use the web and develop skills in new media technologies and committed to training and employment opportunities for Indigenous youth to maintain the site. As one begins to explore the website after reading the requisite history, mechanics and sponsor background, which is not extensive and youth-friendly, click your computer keyboard to enter the website for the character story series content. One must however, register to enter. While an obligatory practice in web development, the explanation on the homepage states: “Everyone who wants to play with us on the Us Mob website needs a permit. It’s the same as if you came to Alice Springs and wanted to visit me and my family, you’d have to get a permit to come onto the Town Camp. Once you have a permit you can visit us at any time to chat, play games, learn about Aboriginal life and share stories.” The manner of introducing guest permits to visit their website as related to their actual community where the Aboriginal youth reside in Australia is an informational lead lightly touching the surface of a history of colonial Aboriginal oppression which they continue to experience under the Australia government into present day. It is noteworthy as well, that given the youth who worked on the web project were teenagers at the time, as stated on the homepage, “Everyone who wants to play with us…” imparts a childlike tone, not typically associated with teenagers. As such, this website project has plenty of grist for discussion with regard to the partnership between a mega media corporation, ABC TV in Australia with a ‘marginalized’ _______________________________ 7 See www.usmob.com.au/teachers.html/

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Aboriginal community. The terms of which we do no have access, but we can examine the content from the experience of Indigenous peoples whose stories are often presented in polished stereotypes for tourism purposes but also, for rare cultural content from ‘the bush’ of Central Australia luring Internet users “to play” with virtual Aboriginal youth on the web. Returning then to Community Prophets and its’ creative team of digital technology experts who offer workshops to youth from underserved and undereducated communities also Indigenous in origin, continues a pattern of intermediation that bring technology home. Based on Vadiveloo’s access to the model employed by ABC TV used to create and produce Us Mob, he found opportunity to recreate in Aboriginal terms a direct commitment to community youth that led to the formation of Community Prophets which “specialises in delivering media based engagement and empowerment programs for youth that often lead to the production of high-end film, television and interactive content”.8 4. How these issues have been addressed and advanced in the work of the authors a) Ngwesi Maasai Savannah Enhancing communication capacities of Indigenous peoples according to UNESCO are needed in the 21st century to help Indigenous peoples present and document their stories. Such potential has implications to re-vision Indigenous peoples as vital participants contributing solutions to dilemmas affecting humankind through the use of media technology. Indigenous prophecies provide directives about how and why from a historical lens relations with the earth as Indigenous peoples are globally aligned with similarity of thinking about the big questions of survival and how to value the spirit of ancestral knowledge also referred to as ‘traditional knowledge’. Communication or media projects identified as ‘intercultural dialogue with indigenous peoples’ such as UNESCO’s ICT initiative to enhance communication capacities of indigenous communities have appeared on the international horizon with limited critical notice. Among the factors for their relative anonymity intersects with the intent and implementation of the productions resulting in a mixed message in the work produced. Rising to the surface are broader tensions that question what intercultural dialogue actually intends and how the deployment of media actually facilitates communication, bridges distances, or develops relationships between Indigenous peoples’ to allow them to share perspective differences, and promote understanding of their concerns to the world. Current research among Indigenous scholars is focused on decolonizing methodologies based on the critical work by _______________________________ 8 See www.comunityprophets.com

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Maori educator Linda Tuhiwai Smith (Smith, 1990). Her outline of a corollary relationship between colonial experiments and western research that had been used to displace, subjugate and supplant Indigenous peoples livelihood and appropriate Indigenous knowledge and practices in order to advance their own lives, knowledge and practices was impetus for change in the way research is appropriated. Taking her lead, the opportunity to employ a kind of media especially with regard to film and video decolonization is timely as Indigenous peoples remain at the forefront of global crises on all living fronts including climate, economics and politics. My (co-author of this paper, Beverly Singer) indirect participation and observation of the UNESCO ICT project and independent producer of Indigenous video for two decades became the entrée for employing an Indigenous video pragmatism through a partnership between myself, from an Indigenous Tewa community New Mexico, U.S.A., Joseph Nijalis Shuel from a Maasai community of Il Ngwesi in north central Kenya, and Yvonne Owuor, a Kenyan writer. Shuel and Owuor directly participated in the UNESCO ICT. After our initial meeting at a UNESCO ICT sponsored workshop we remained in email contact for three years, as we became friends almost immediately upon our first introduction. Through the Internet communication, we came to rest upon co-creating first voices-in-video narratives from Il Ngwesi Maasai. This project is completely independent of UNESCO and supported solely by our individual efforts of grant funding and through our respective academic affiliations, Singer with the University of New Mexico and Owuor’s with the Aga Khan University. The UNESCO initiative was a demonstration and a step in the direction of inviting Indigenous communities to participate in sharing their stories through video by partnering Indigenous community representatives to work with professional non-Indigenous filmmakers to help train and co-produce their story. Though, after watching the UNESCO sponsored ICT Kenya production, “Without Boundaries: The Quest of Pastoralist People”, they did not really tell their own story, the filmmaker assigned to train them seems to have told his story about them. For twenty-five years of participation as a video producer and weighing in on film methodology and filmmaking by Indigenous peoples,’ that letting go of control, the story is given the freedom to tell itself. Shuel, Yvonne and I have a life-long intention to integrate a collective vision for intercultural dialogue between us as Indigenous peoples first, in the work of knowing and sharing with each other not for teaching, public education, or even as a contribution to the field. It was borne from a personal desire we have to share and spend time contemplating as Indigenous peoples ideas and experiences planted in us as a children through our families who loved

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sharing stories for purpose of telling and being part of one’s community. An instinctive knowing that our introduction through the UNESCO came by way of our ancestors gives power to our work together. What we are shouldering is rooted in the lands that we come from and in our mutual interest in each other as people from different places with similar connections and affectations for sharing our with one another about many things possible for Shuel’s community, an Indigenous community in transitional vulnerability.9 The meeting in Andorra, for Shuel Njalis was important for Il Ngwesi not only in terms of contact made with other indigenous groups grappling with survival and continuity, but also in terms of Shuel recognizing and building on opportunities to utilize the ICT process that support structures to ensure that the larger community vision which includes the creation of a globally accessible cultural knowledge and experience repository with sound, image and narrative archives that can be developed. The initial phase of recording the narratives using digital video was begun in August 2009 and it continued through 2010. The first narrative about the Il Ngwesi Eco-Lodge was completed early in 2011. b) The Acequia Project in the South Valley in Albuquerque, New Mexico The historical connections that people possess stem from ancient traditions based on a system of governance and cultural protocol that allow for alternative ways to relate to their communities, and to those around them, with respect to the use and management of shared natural resources. For this to happen effectively, customary law needs to be recognized so that the ruling structure can shift from a system that offer more participation, debate, discussion, and mutual collaboration, so that benefits will accrue to the collective rather than just an individual. In fact, according to Wilma Mankiller, “one of the great challenges for Indigenous Peoples in the 21st Century will be to develop practical models to capture, maintain, and pass on traditional knowledge systems and value to future generations”. To do this, (Argumedo et al., 2009) says that:“pre-existing customary rights of traditional farmers and resource custodians also need to be recognized”. Therefore, while ancestral connections are being rekindled, international treaties are being negotiated so that access can be granted to traditional knowledge associated to natural resources to “discover” new forms of socio-economic development. New discoveries also “stand on the assumption that access to natural resources should be granted and that it should be negotiated based on the understanding that the traditional knowledge that comes with natural resources in indigenous and local communities should be protected and respected and that access to their natural resources should be negotiated under the notion that there is benefit from accessing _______________________________ 9 “Indigenous communities in Kenya suffer from very similar problems, such as: dependency on natural resources for their livelihoods; a lack of security of tenure; a lack of infrastructure, including schools, health facilities; communication, roads, etc.; and generally a denial of their economic, social, political and cultural rights. Neither do they have the same economic strength, organizational structures and technical capability necessary to seek protection from human rights violations. From The Indigenous World 2007, International Work Group for Indigenous Affairs (IWGIA), North America: Transaction Publishers, 2007, p.468.

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these natural resources and that benefits from using them should be shared with indigenous and local communities”.10 If natural resources are to be shared, and if the charter is to “protect and encourage customary use of biological resources in accordance to traditional cultural practices” (Argumedo et al., 2009), then if access to natural resources and to traditional knowledge associated is a given from the stand point of socio-economic development, then the questions that need to be raised to ensure benefit sharing and protection against intellectual property rights are the following: 1) Will the States recognize the sovereignty of indigenous peoples and local communities over the natural resources in those territories and areas in which people have collectively and individually own the rights to their natural resources?; 2) Will government and corporations respect customary law based on the protocols that Indigenous and local communities have developed over time to manage the natural resources?; 2) Will legal frameworks change to incorporate customary law so national and international policies become binding instruments that help and protect indigenous and local communities when negotiating a contract for access to natural resources?; 3) How do we ensure that indigenous and local communities understand the resources and legal frameworks available to protect their traditional knowledge and natural resources?; 4) What provisions should be taken to ensure that emerging and existing leaders are trained in international law and customary law so that appropriate educational programs are designed to train leaders from indigenous and local communities so they are familiar with the language, tools, and mechanisms available to reestablish formal systems of governance in order to use and manage local natural resources; and 5) What are the support mechanisms that can be put in place to ensure that strategic alliances are created to support indigenous and local communities in their process of internal reaffirmation as owners of the natural resources in their localities. In addition, what remains to be answered is how we will contribute to the global challenge of protecting traditional knowledge so that accessing natural resources does not further contribute to the marginalization and colonization of indigenous and local communities around the globe. These are some of the challenges that our society phases to protect and preserve natural resources and traditional knowledge for future generations. But how do we pass on traditional knowledge to future generations? One way is to create and support projects that protect natural resources and traditional knowledge. One such project is the Governance Project of the South Valley Regional Association of Acequias, which includes the use of geospatial technologies to map and reestablish acequias, and water rights in the South Valley in Albuquerque, New Mexico.11 _______________________________ 10 For more information on the convention see: http://www.cbd.int/convention/articles.shtml?a=cbd-08 11 See: http://www.youtube.com/watch?v=woju8IH7Bwo

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The South Valley Regional Acequia Association (SVRAA) is a community-based organization that seeks to preserve and enhance traditional irrigation practices within the Atrisco Valley in Albuquerque, New Mexico. Many of the acequias and laterals within the South Valley community were constructed around the beginning of the 18th century following the formation of the Atrisco Community Land Grant in 1692. SVRAA is organizing and restructuring the acequia12 system in the South Valley because the adjudication process being proposed by the New Mexico State Engineer will forfeit the water rights of those parciantes13 who have not legally claimed their water rights. According to this adjudication process, those tracts of land that were officially recognized as part of the land grant with adjunct water rights prior to 1907 are protected from the forfeiture. The problem is that most of the parciantes do not have the technical and legal expertise to prove that their lands fall within the pre 1907 water use provision. The forfeiture of water rights will diminish the water diverted to the South Valley region by one-third. The main repercussions of the adjudication process will be (1) the loss of present and future water access from the Rio Grande to the South Valley and the further abandonment of isolated laterals, which will erode agricultural traditions as well as the possibility to reengage youth in these practices; and (2) a weakening of the community’s ability to govern its regional acequia system, and the potential to create sustainable economic development which can de derived from organic farming. In the long run, this situation will destroy the fabric of the community and affect the ability to re-engage youth and families in the preservation of the traditional knowledge associated with farming and putting water to beneficial use by the local community. In order to prevent the erosion of local culture and develop the potential for sustainable development in the South Valley, SVRAA, under the Quadruple Helix model for development, created strategic alliances to conduct an in depth GPS mapping of local acequias that can help collect, store and retrieve data on existing turnouts, head gates, water users, and the agricultural uses along acequias. Most parciantes do not have the ability to prove that their lands are within the geographical demarcation that would allow them to maintain their surface water rights as perfected prior to March 1907. The SVRAA project establishes a virtual environment, using social networking platforms and capabilities, that will allow for the creation, storage and retrieval of data such as satellite images, geographical positioning systems and information repositories that can empower parciantes and help them protect water rights. To accomplish this goal SVRAA developed a database / information repository that stores all the information related to water rights. This database links all geospatial _______________________________ 12 Acequia means a water ditch 13 A parciante is a word in Spanish that means water user

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information of the turnouts and headgates with information about water owners along the acequias. All information was organized and processed with youth from the community who were trained by experts from the Rural Water Association of New Mexico.14 The first phase of the project included mapping the first acequia (Ranchos de Atrisco) (See Annex B: map of Ranchos de Atrisco and map 2 which includes all the acequias in the South Valley). With the information collected curriculum was developed to provide GIS training workshops to community members and students so they understood the basic functions of the system. The system is now being used as a management tool to support parciantes to claim and protect their water rights, and thus to establish a process of community governance over water. In order to make this project a community wide initiative that will strengthen the socio-economic fabric of the South Valley in Albuquerque, New Mexico, the project will involve an educational process that engages community members. Our contention is that if we promote and teach the history and culture of the community, then community members will get involve in the development of policies that will protect their local culture and traditional knowledge. With the development of the communication and information platform, the community is able to use information and communication technologies to manage their natural resource. The completion and execution of this project is being possible due to the formation of strategic alliances, under the notion of the quadruple helix that allowed executing a high level project with minimum resources. Government agencies, industry, NGOs, and academia supported the project by facilitating the transfer of expertise, knowledge, information, and technologies to support the South Valley community in its quest to protect their traditional knowledge and natural resource. c) Education and support As briefly discussed above, traditional knowledge has been primarily studied within the discipline of anthropology, and set apart from modern science, either as earlier stages of development (Comte’s positivism) or used to attack modern thinking (Wautischer, 1998). Either one of these positions is not beneficial for creating and maintaining a dialogue regarding the role and value of knowledge. Educational programs need to adapt and incorporate different ways of thinking within the academy as well as create alliances with communities that are based on equality and accountability. In order to venture in this direction question such as: what is the objective of knowledge acquisition; who benefits from knowledge acquisition; _______________________________ 14 See www.nrwa.org

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in what way do different participants benefit from a project or knowledge, need to be addressed. In other words: within these alliances, how can basic needs and requirements for all participants be met? A community-based project, as described above, has highlighted some of the challenges. Based on principles of participatory research employing geospatial technologies, this project lay bare the need for novel educational models, and especially the need for continuous support and commitment as long-term partnerships between academia and communities. The governance project of the acequias is a community project with at least two goals, one to maintain and share traditional knowledge within and beyond the community, and to serve as a system for timely information dissemination in state legislative efforts and land and water adjudication processes. The educational component of this project is based on general goals set forth by a movement known as participatory GIS (PGIS). Geographic Information Systems (GIS) are employed widely by government and industry, for planning and analysis of natural resources and demographic purposes alike. Increasingly, communities are invited to provide input in these projects. Geospatial technology is particularly suited for this project as it is able to integrate historic information and demonstrate the benefits, culturally as well as environmentally, of traditional water management systems. PGIS is described as follows (http://www.ppgis.net/pgis.htm):

PGIS practice is geared towards community empowerment through measured, demand-driven, user-friendly and integrated applications of geo-spatial technologies. GIS-based maps and spatial analysis become major conduits in the process. A good PGIS practice is embedded into long-lasting spatial decision-making processes, is flexible, adapts to different sociocultural and bio-physical environments, depends on multidisciplinary facilitation and skills and builds essentially on visual language. The practice integrates several tools and methods whilst often relying on the combination of ‘expert’ skills with socially differentiated local knowledge. It promotes interactive participation of stakeholders in generating and managing spatial information and it uses information about specific landscapes to facilitate broadly-based decision making processes that support effective communication and community advocacy.

Several geospatial ‘experts’, including myself (Judith Van Der Elst, co-author of this paper) Heather Richards (University of New Mexico) and Amy Ballard (chair GIS department at Central New Mexico College), were involved in creating a summer course accessible for college students and community members alike. In addition, our community partner James Maestas, President of SVRAA, who was instrumental in the acequia project in more than one way, provided contextual structure. The course contents were based on numerous discussions, workshops, and field visits.

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The goals of this course were multiple: first, all students learn basic geospatial skills, second, students learn about local community issues, and third, collect and create data for the acequia project. Students therefore are users as well as creators of digital content. In addition, exchange of knowledge could occur due to the fact that students came from different backgrounds, several students were primarily technically skilled whereas other contributed substantial local knowledge. The specific organization of the course allowed that the content created during the course is owned and maintained by the community. Moreover, a grant from the Center for Spatially Integrated Social Science (http://www.csiss.org) allowed for tuition support for community members who participated in the course. Even though this course can be considered successful in one respect, a number of issues remain to be addressed, especially regarding the objectives, responsibilities of different partners in collaborative projects and how these are defined within larger organizational structures. The immediate needs of the community, garnering information as basis for negotiation with local governmental institution, were met, as standard geospatial practices are suitable toward this goal. We content that better rules and regulations need to be drafted for collaborative projects however. Issues of ownership of data, infrastructural support, accountability and continuity of projects are crucial for community partners, but due to differences in project objectives between partners this is not often guaranteed. We believe that academic partners, whose primary objective is student teaching and research, should address this issue internally, but also negotiate this with for instance funding agencies. As stated earlier recommendations of national committees and taskforces on the subject remain particularly vague regarding this specific aspect. As the immediate need of data collection was met, the second community objective need of maintaining local knowledge was only marginally addressed during this course, and this may prove to be a bigger challenge. Spatial technologies are based on the idea of universality of spatial concepts, i.e. space and time are universal concepts across cultures and language groups. That this is not the case has been demonstrated through ethnographic and psycholinguistic studies focused on spatial cognition (Mark, Turk & Stea 2007; Levinson, 2003). To be able to express and maintain information rooted in a diversity of knowledge systems, new technologies and networks should be based on collaborative design and development in order to incorporate capabilities that can serve multiple knowledge systems and conceptual frameworks.

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5. Conclusion: Identification of future challenges and possible strategies Despite the recommendations given in recent taskforce reports on sustainable digital environments, we believe that the role of communities is undervalued, and the definition of ‘community’ and ‘public’ is also vague. The examples presented in this paper outline sites of struggle that can be addressed through elevation of traditional communities as sentient partners within a Quadruple Helix model. Community collaboration has resulted in either disentitlement or empowerment thus we view as an ineffective means for changing the digital technology spheres meant to be inclusive. For instance, academic-community collaborations are often funded through large research funding agencies, the main objective of which is to advance and promote research. Often, research interest and expectations diverge from those of the collaborating community. Accountability is often only defined regarding the research component, the benefit for society mostly symbolic. We believe the interest of community partners should be guaranteed honest access to digital tools through strategic alliances that protect their knowledge based on their tradition bound systems. Local community interests must be protected through legally binding contracts, assuring for access and ownership of information, ongoing support of project infrastructure, and educational support among other things. The challenge before us is to identify and create alliances with institutions that honor the objectives of all partners including memoranda of understanding, grant requirements and the like. These issues, even though initiated by community partners require willing participation of the academy, government, and industry to succeed.

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Annex A: Conceptualization of the Quadruple Helix.

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Annex B: Maps of the South Valley Acequias.

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Rese単a



Explanans, Vol. 1, Núm. 1 enero-junio 2012, pág. 95-101

Integración y recesión económica en el binomio México- Estados Unidos Eduardo Morales Pérez Mejía, Reyes Pablo y María Esther Morales Fajardo (Coords.) (2011), Integración y recesión económica en el binomio México-Estados Unidos, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, 285 pp. ISBN: 978-607-422-177-0

Los investigadores Pablo Mejía Reyes y María Esther Morales Fajardo dirigieron su esfuerzo para reunir las contribuciones académicas de investigadores provenientes de diversas instituciones académicas públicas y privadas del país, a fin de analizar la crisis internacional 2008-2009 y sus implicaciones en México. Este esfuerzo de compilación condujo a esta obra editorial, la primera en el país, y posiblemente también la primera en América Latina. Se considera un acierto que la Universidad Autónoma del Estado de México haya patrocinado una obra editorial de alto impacto y que además sea pionera en este campo, al reunir los trabajos de investigadores de diversa formación y experiencia profesional, que enriquecen el enfoque multidisciplinario. La mayoría de las nueve contribuciones académicas contenidas en esta publicación tienen interesantes hallazgos, los cuales seguramente serán la semilla de otras obras editoriales que se produzcan en el futuro. En una obra colectiva no todos los trabajos presentados tienen la misma relevancia y rigorismo académico. La mayoría de las contribuciones académicas de este libro figuran ya como referentes y lecturas obligadas para aquellos interesados en la investigación de los temas más actuales e importantes de la economía mexicana. El trabajo editorial, coordinado por Mejía Reyes y Morales Fajardo, como se mencionó, es una semilla que seguramente conducirá a otras investigaciones, en especial en otros canales de transmisión de la crisis, diferente al de las exportaciones que fue ampliamente abordada en esta ocasión.

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A continuación se presentan, de manera concisa, comentarios sobre las nueve contribuciones académicas que integran este producto editorial: Crisis hipotecaria: posibles causas y consecuencias El artículo describe con claridad la evolución de la crisis hipotecaria en Estados Unidos, aunque sin someter a crítica los argumentos consultados. En efecto, los autores se pronunciaron a favor de la tesis de que la crisis en ese país, fue una crisis de confianza, lo cual contrasta con la de otras fuentes que la atribuyen a la codicia y avaricia del sector financiero así como a los enormes gastos militares de los Estados Unidos, como detonadores de los desequilibrios financieros internacionales. Tampoco se menciona que las agencias regulatorias de la solvencia financiera de países y empresas de los Estados Unidos no cumplieron a cabalidad con sus responsabilidades. Las agencias reguladoras de las instituciones financieras de Estados Unidos estuvieron más orientadas a salvaguardar la vigencia de un sistema de mercado sin restricciones, que a favorecer la supervisión financiera. Igualmente, los autores utilizan un lenguaje no comprometedor al señalar que las instituciones calificadoras evaluaron con tibieza a otras, cuando es ampliamente conocido que esas agencias actuaron, en ocasiones, en abierto conflicto de intereses, violatorio de la normatividad vigente en Estados Unidos, al desempeñarse como juez y parte de las instituciones que estaban calificando. Rendimientos extremos y riesgo de la cola en el mercado del tipo cambiario peso/dólar durante la crisis financiera internacional El autor intenta demostrar lo que resulta obvio para el lector familiarizado con este tema: que el peso mexicano es una moneda vulnerable a los choques externos, que se traduce en desequilibrios en los flujos de inversión y los niveles de producción. El autor afirma que el tipo de cambio del peso mexicano con respecto al dólar de los Estados Unidos es la principal variable macroeconómica, desempeñando un papel fundamental en la actividad y estabilidad de la economía mexicana. Esta apreciación ya no tiene validez en la actualidad, a partir de que se introdujo la política cambiaria de flotación. Ahora, la inflación y el déficit de las finanzas gubernamentales representan la mayor preocupación macroeconómica. Las conclusiones a las que arriba el autor no representan aportaciones singulares en el contexto de la relación financiera y monetaria de México con Estados Unidos.

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México en recesión (2007 – 2009) Los autores realizan una investigación cuidadosa, con lenguaje accesible para todo tipo de lectores, además hacen comentarios y reflexiones interesantes que permiten advertir un conocimiento amplio sobre el tema. Por ejemplo, la afirmación de que las decisiones que se tuvieron que adoptar en México durante la crisis internacional 2008-2009, una de ellas fue suscribir una línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional, por un monto de 47 mil millones de dólares. Igualmente, los autores muestran su conocimiento sobre el tema, al señalar el rol de las líneas secundarias de reserva suscritas por México con el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, para apuntalar la reserva internacional. También mencionan el préstamo autorizado por el Banco Mundial por un monto significativo en dólares, acciones tomadas, según los autores, por las autoridades mexicanas para prevenir una situación caótica durante la crisis de 2008 - 2009. En cuanto a la opinión de los autores acerca de la calificación que México recibió en 2008-2009, por parte de las agencias calificadores Fitch y Moody’s, no es correcta, porque la calificación de BBB+ equivale a una perspectiva estable y no negativa como señalan los autores. Salvo esta apreciación equívoca, el artículo es un referente obligado para conocer el impacto que tuvo México durante la crisis financiera 2008– 2009. Comercio exterior, inversión extranjera directa y actividad económica de México, 1970-2008 El artículo no responde a las expectativas de analizar lo ocurrido en el sector externo de México en los últimos cuarenta años, periodo caracterizado por importantes acontecimientos internacionales que tuvieron incidencia en la actividad económica del país. Los autores pasan por alto fenómenos como la crisis financiera y económica de agosto de 1971, ocasión en que la Administración del presidente Nixon violenta el marco jurídico internacional, al imponer a la comunidad internacional medidas como la suspensión de la convertibilidad del dólar en oro, base del sistema monetario internacional, que provocó daño severo en la economía mexicana, que entre otros aspectos, hizo colapsar el periodo del desarrollo estabilizador. Esta investigación también pasa por alto el fenómeno del embargo petrolero de octubre de 1973 y los desequilibrios financieros y comerciales que se provocaron en las relaciones internacionales, de los que México no pudo escapar.

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Por desconocimiento, se omite que Estados Unidos en 1984 puso en vigor la Omnibus Trade Act, que deroga los beneficios comerciales a favor de los países en desarrollo al eliminar la Cláusula de la Nación Más Favorecida por la Cláusula de Reciprocidad. Otro fenómeno de relevancia omitido por los autores es el referente a la crisis internacional de la deuda externa de 1982, la cual tuvo un efecto devastador en los flujos comerciales y financieros del país. A lo anterior se pueden señalar citas equivocadas, por ejemplo según los autores, en 1988 y 1989 se deroga el sistema de licencias de importación, decisión que ocurre en mayo de 1985, cuando México suscribió con Estados Unidos el Memorando de Entendimiento sobre Subsidios y Derechos Compensatorios. Este instrumento comercial fue el detonador de la apertura comercial de México, ya que un año más tarde México ingresó al GATT. Se presenta una descripción en la que posiblemente el lector esperaría un mayor cuidado analítico, especialmente porque es un trabajo en conjunto. Efectos del ciclo económico en Estados Unidos sobre la producción y el empleo en México El análisis, redactado de manera accesible para aquellos que no son especialistas, muestra conocimiento de los efectos de la reciente recesión en Estados Unidos en la producción y el empleo en México. El autor disiente con los hallazgos de otros académicos que están trabajando en estos temas, lo cual resulta meritorio porque contribuye al debate y aporta nuevas consideraciones que enriquecen el conocimiento de las complejas e importantes relaciones México-Estados Unidos. Una significativa aportación del autor, que lo distingue de los otros, es el intento de mirar más allá del análisis a corto plazo, utilizando información de dependencias oficiales de los Estados Unidos, sobre las perspectivas del PIB de ese país en el periodo 1987- 2015 y relacionarlo con el ciclo económico del PIB de México. Las conclusiones a las que arriba el autor son valiosas e interesantes, por lo que su análisis es un referente obligado en estos temas. La investigación llega hasta 2008, aun cuando el autor pudo haber obtenido información al menos de 2009, que por cierto fue el año más difícil de la crisis internacional.

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Recesión y desempleo en México. Un análisis estructural, 1985.1 – 2009.2 A través de la utilización de herramientas de la estadística y las matemáticas, se analiza la recesión y el desempleo en México, a fin de probar la validez de la ley de Okun. Se afirma con fundamentos técnicos que no existe una relación directa del PIB de Estados Unidos con el desempleo en México, afirmación que puede ser controvertida para la percepción subjetiva de algunos sectores de la sociedad, pero la presentación gráfica de las variables como el PIB y la tasa de desempleo trimestralmente en el periodo 2001 a 2009 corroboran ese importante hallazgo. El trabajo contribuye a enriquecer con fundamentos de calidad el conocimiento sobre la relación económica México – Estados Unidos. El análisis es provocativo y se considera que es una lectura obligada para los que pretendan profundizar en el conocimiento de la relación económica de estos dos países. El sector automotriz en México ante la crisis económica mundial Se pretende explicar por qué las armadoras norteamericanas resultaron seriamente afectadas por la crisis; por qué las japonesas saldrán fortalecidas; y qué ocurre con el sector automotriz de México. La investigación cita una extensa bibliografía, pero los descuidos estadísticos parecen indicar que se consultó una reducida información. Asimismo, se advierte descuido en la enumeración de las gráficas y cuadros, aunque lo preocupante es el galimatías en la explicación de la mayoría de los cuadros. El trabajo pasa por alto eventos importantes como la desintegración del grupo Daimler – Chrysler y omite un análisis del porqué existen grupos automotrices que favorecen el segmento del mercado de altos ingresos, en lugar de la producción masiva. Las conclusiones del trabajo son controvertidas y falta señalar que empresas como Mercedes Benz y BMW, entre otras, estuvieron operando a plena capacidad en los años críticos de la crisis internacional, para atender el segmento de mercado de altos ingresos. Sincronización nacional e internacional de la manufactura de los Estados de México Se presenta un interesante análisis de la sincronización nacional e internacional de diecisiete entidades federativas de México con respecto al comportamiento del PIB nacional y el de Estados Unidos. Las aportaciones de la investigación son originales

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y contribuyen a un mejor conocimiento de las complejas e interesantes relaciones México – Estados Unidos. Los hallazgos son provocativos, van más allá de las percepciones que tienen ciertos sectores de la sociedad sobre la relación entre ambos países. El autor deja entrever que las decisiones de política pública tienen que apoyarse en estudios serios, apoyados en herramientas modernas de la estadística y las matemáticas. Otro valor agregado del trabajo consiste en diferenciar a las entidades federativas, por su sincronización, con los ciclos nacionales e internacionales. Sobra señalar que el trabajo tiene una sólida fundamentación y es una lectura obligada para los interesados en conocer cómo impacta la crisis internacional en el país. La gran recesión de Estados Unidos y de México 2008-2009 y sus efectos regionales La investigación es una importante contribución al conocimiento del impacto de la crisis de Estados Unidos en los diversos sectores de la actividad económica de México, complementando los diversos trabajos reunidos en esta obra editorial. En otros términos, es un análisis que amerita ser consultado por los interesados en estos temas. Entre algunas de las contribuciones destacadas figura la identificación de los sectores de actividad económica en cada entidad federativa, con base en el grado de sincronización con los fenómenos económicos de los Estados Unidos. Asimismo, se subraya que existen sectores de la actividad económica del país más resistentes a las fluctuaciones económicas y otros que son más vulnerables. El autor tiene una afirmación controvertida sobre el sector turismo, al mencionar que algunas entidades federativas son más resistentes a los periodos recesivos de Estados Unidos como Yucatán, Quintana Roo y Baja California, en particular en las recesiones de 1995, 2001 y 2008-2009, pero al parecer la explicación puede ser el turismo europeo y la propiedad inmobiliaria extranjera. Recibida: 7 de marzo de 2012 Aceptada: 9 de marzo de 2012

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Eduardo Morales Pérez El Colegio Mexiquense A.C. Correo-e: emorales@cmq.edu.mx Eduardo Morales Pérez. Es Licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México; maestro en Economía por El Colegio de México. Cursó la Especialización de Financial Analysis and Policy en el Instituto del Fondo Monetario Internacional, en Washington, D.C. EUA, y adiestramiento en el Creditworthiness Studies Group del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, en Washington, D.C. EUA. Ha sido profesor de materias relacionadas con la economía internacional y conferencista en diversos institutos y universidades del país y del exterior. Actualmente es coordinador del Programa Interdisciplinario de Estudios sobre Europa de El Colegio Mexiquense, A. C. Entre sus publicaciones destacan: en coautoría, México hacia la globalización, editorial Diana, (1992). Una nueva visión de la política internacional de México: relaciones con la Unión Europea, editorial Universidad Iberoamericana y Plaza y Valdés, (1997). Coordinador y coautor del libro Las relaciones de México con la Unión Europea: retos y oportunidades, editado por El Colegio Mexiquense, A. C., (2004). En coautoría, Los objetivos del milenio para el desarrollo, editado por El Colegio Mexiquense, A. C., (2010). Así, como más de veinte artículos técnicos y publicaciones arbitradas.

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Requisitos para las colaboraciones Los artículos enviados a la revista Explanans para su publicación pueden ser en inglés, portugués o en español y deben ser resultado de investigaciones académicas inéditas y no haber sido sometidos simultáneamente para su publicación en otro medio. Arbitraje: todos los artículos recibidos, son sometidos a un proceso de dictamen imparcial y por pares con carácter anónimo llevado a cabo por los integrantes de nuestro cuerpo de árbitros. Autores: en la cubierta deben anotarse el (los) autor (es), la (s) institución (es) a la (s) que pertenece (n) y la dirección. Extensión: los artículos deben tener una extensión máxima de 25 cuartillas, considerando cuadros, gráficas y referencias bibliográficas utilizadas. Las “reseñas” no deberán superar las cinco cuartillas, en tamaño carta, con márgenes superior e inferior de 2.5 cm, e izquierdo y derecho de 3 cm. Con numeración de página, con caracteres “Times New Roman” 12, a interlineado de 1.5 líneas. Bibliografía: Sólo la necesaria utilizada en la referencia y se ubica al final de cada artículo. Va ordenada alfabéticamente por el apellido del autor y debe contener: nombre del autor, año de edición (entre paréntesis), título del artículo (entrecomillado) y título del libro o revista (en cursivas), editorial, número, ciudad y número de páginas. Ejemplos: • Richardson, H. (1975). Elementos de Economía Regional, Alianza editorial, Madrid. • Barro, Robert & X. Sala-i-Martin (1995). Economic Growth, McGraw-Hill, New York. • Dunn, E. (1960). “A Statistical and Analytical Technique for Regional Analysis”, Paper and Proceedings of the Regional Science Association, Núm. 6, pp. 97-109. • Bueno, C. (2008). “Las estrategias de innovación de las corporaciones automotrices en la zona metropolitana de la ciudad de Toluca”, en P. Mejía, L. Del Moral y O. Rodríguez (coords.). Actividad Económica en el Estado de México, Vol. I, Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, Gobierno del Estado de México, Toluca, pp. 177-204.


• Bridgeman, J. (1999), “Merger Efficiency – Fact or Fiction?”, speech given at Keele University, February 3rd, (http://www.oft.gov.uk/html/rsearch/sp-arch/ spe5-99.htm). Cursivas: Empleadas sólo para títulos de libros y para palabras en idiomas extranjeros. Para destacar palabras o frases usar negritas. Las citas y referencias en el texto deberán cumplir con el siguiente ordenamiento: a) Referencias: (apellido, fecha). b) Citas textuales: (apellido, fecha: página[s]). Si el artículo contiene citas textuales, éstas deben escribirse en un párrafo aparte, con sangría en todo el párrafo, sin comillas, en el mismo tamaño de letra y en espacio sencillo. Cuando la cita contenga agregados y omisiones del autor, éstos deberán encerrarse entre corchetes. Gráficos: Si se incluyen tablas, cuadros y/o gráficos en el artículo, deberán contenerlos sólo en color negro e incluirlos en el artículo, así como, en el formato original en el que fueron construidos (Excel, Word), debidamente numerados e indicando su lugar en el texto. Asimismo, cada elemento llevará título y, al pie, la fuente consultada (bibliográfica, documental, electrónica. Se sugiere que las letras vayan también en Times New Roman, y sólo la primera en mayúscula. Notas: Se emplea el sistema automático y van con números pequeños, no con paréntesis, y su contenido se ubica a pie de página. En el texto y las notas, la bibliografía debe ir sólo mencionada con el primer apellido del autor, la fecha de la edición que se ha empleado y el número de página, precedido por dos puntos. Por ejemplo: “(Matsuyama, 1992: 124)”. Subtítulos: Van en letra tamaño 12. No llevan número. Sólo la primera palabra va en mayúscula. Van centrados y con negrita. Se sugiere que no excedan de una línea. Títulos: Sugerimos que los títulos no excedan de 15 palabras. Éste debe incluir su traducción al inglés. En el artículo van con tamaño 14 y negrita centrados, y en el mismo tamaño, y al costado derecho, va el nombre del o los autores, pero sin negrita, ubicados al costado derecho. Resúmenes: No deben tener más de 150 palabras en español e inglés e incluir de tres a cinco palabras clave donde se destaquen las principales aportaciones y conclusiones del artículo.


Submission of articles Articles sent to magazine Explanans for publication may be written in English, Portuguese or Spanish. These articles should be the result of unpublished academic research and have not been submitted simultaneously for publication by other means. The rights of publication of the articles that are received and published will be owned by the magazine. Characteristics of work: • The articles must be delivered fully completed, already started the review process are not allowed changes. • They must be written using uppercase and lowercase letters. Sending articles: Articles must be sent by e-mail to explanans@unipre.edu.mx Required dictamination: all the materials received for publications, are impartially reviewed an evaluated by two members of Explanans dictamination counsel with anonymous nature. Authors: All material must have the name of the author or authors in the cover as well as the name of the institution to which they belong, and their addresses. Extension: Articles must have a minimum of 15 pages and extension maximum 25, considering all tables, graphs and references used. The “profiles” must not exceed five pages. The pages are to be in letter size, with inferior and superior margins of 2.5 cm, and left and right margin of 3 cm. Each page must be sequentially numbered, and “Times New Roman” style is required, with a 12 size letter and space 1.5 lines. Footnotes to 10. Bibliography: Is located at the end of each article, and only the required looks for verification. It is ordered alphabetically by author’s last name and must contain: name of the author, year of Edition (in parentheses), title of the article (quoting) and title of the book or journal (in italics), Publisher, number, city and number of pages. For example: • Richardson, H. (1975). Elementos de Economía Regional, Alianza editorial, Madrid.


• Barro, Robert & X. Sala-i-Martin (1995). Economic Growth, McGraw-Hill, New York. • Dunn, E. (1960). “A Statistical and Analytical Technique for Regional Analysis”, Paper and Proceedings of the Regional Science Association, núm. 6, pp. 97-109. • Bueno, C. (2008). “Las estrategias de innovación de las corporaciones automotrices en la zona metropolitana de la ciudad de Toluca”, en P. Mejía, L. Del Moral y O. Rodríguez (coords.), Actividad Económica en el Estado de México, vol. I, Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, Gobierno del Estado de México, Toluca, pp. 177-204. • Bridgeman, J. (1999). “Merger Efficiency – Fact or Fiction?”, speech given at Keele University, February 3rd, (http://www.oft.gov.uk/html/rsearch/sp-arch/ spe5-99.htm). Cursive: Used only for titles of books and words in foreign languages. To highlight words or phrases using bold. Citations and references: • References: (last name of author, date). • Quotes: (last name of author, date: page or pages). If the article contains quotes, they should be written in a separate paragraph with indent the entire paragraph, without quotes, in the same font size and spacing. When the quote contains additions and omissions of the author, they should be enclosing brackets. Graphic designs: All tables and/or graphics and presented in their original format and as part of the article´s material. Each element will be title and, at the foot, the sources (literature, documentary, e). It is suggested that letters will be in “Times New Roman”, and only the first uppercase. Notes: Uses the automatic system and go with small numbers, not with parentheses, and their content is located at bottom of page. In the text and notes, the bibliography must be only mentioned with the last name of the author, the date it was edited and the page number, preceded by two points. For example: “(Matsuyama, 1992:124)”. Title: It is suggested that the titles do not exceed 15 words. This should include his translation into English. In the article go with size 14 and bold centered. To the right of the title goes the name or names of the authors in simple letters.


Subtitles: Range in font size 12. These will not be numbered, only the first letter is capitalized. Loaded to the left, with bold. It is suggested that they do not exceed a line. Abstracts: They must not be longer than 150 words and three or five keywords. Each article should have either an Spanish and English resume, highlight the main contributions and conclusions of the article. Articles. Theoretical or applied nature works to help disseminate the issues, problems and discussions in any area of magazine. Reviews. Summary of any significant bibliographic developments for the world of the social sciences, whether national or foreign. They must be current academic books (published the immediately previous year maximum) or new editions of classics that is worth the penalty review in the light of the existing problems.

Editorial Committee Explanans. Paseo Tollocan Pte. No. 1603, Col. Nueva OxtotitlĂĄn, Toluca, MĂŠxico. C.P. 50100 Phone number: (222) 2782265, 2782205 ext. 118 Email: explanans@unipre.edu.mx


Explanans, Vol. 1, Núm. 1, primer semestre 2012, se terminó de imprimir en el mes de octubre de 2012 en los talleres gráficos Creative Ctrl, ubicados en Pedro Cortés No. 402, Int. 1, Col. Santa Bárbara, Toluca, Estado de México, CP. 50050. La edición consta de 300 ejemplares.


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