EL MONO #80 y 1/2 "RECLUIDOS EN VILLA IDIOTI"

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recluidos en Villa Idioti abril 2020

índice

editorial A ver, la idea no es para nada original ni brillante pero es que esta revista nunca ha sido ni original ni brillante.

3. EDITORIAL Música 4. GUITAR WOLF Recomendaciones 6. LIBROS Y CÓMICS 7. VIDEOJUEGOS 8. CINE CLÁSICO Entrevista 14. ECOZINE 2020 Colaboraciones 17. PATXI IRURZUN 18. LA COSECHA 22. ADIARTWORKS 24. AINHOA RICO 27. SHARON GOROSITO 28. FUNK FATALE Buena mandanga 30. LAMONATORIO 33. HORÓSCOPO 34. LAURA 38. PASATIEMPOS 40. BIGOTE Y PERILLA

Ha salido en televisión, en páginas web, redes sociales, etc. pero voy a explicarlo otra vez por si todavía alguien no lo sabe. “El Decamerón” es un libro escrito a finales de la Edad Media por Giovanni Boccaccio que cuenta cómo, durante la peste bubónica que en 1348 asoló Italia, un grupo de diez jóvenes (siete mujeres y tres hombres, parecido a la revista que somos seis hembras y tres machos) se recluyeron en una villa a las afueras de Florencia. Con el fin de entretenerse, cada una de las diez noches que pasaron en la villa, todos los miembros del grupo contaron una historia, lo que dio como resultado los cien relatos que conforman este libro. Al leer “El Decamerón” vemos que, a pesar de la cantidad de historias que contiene, los temas tratados se reducen a tres: sexo, dinero y poder. Padre, hijo y espíritu santo.

La Santísima Trinidad que ha guiado, guía y guiará, por los siglos de los siglos, amén, los grandes desatinos de nuestra especie.

Algo medio parecido a lo de “El Decamerón” sucedió, bastantes años más tarde en la Villa Diodati, una mansión ubicada en Cologny, Suiza, cerca del Lago de Ginebra.

Esta villa se hizo famosa por haber sido el lugar de reunión de varios artistas y pensadores europeos, entre ellos Lord Byron, John Polidori, Mary Shelley y Percy Bysshe Shelley quienes en el verano de 1816 convergieron allí. Debido al mal clima de la época se vieron obligados a pasar tres días encerrados en la villa, inventando historias para ver quién asustaba más a los demás. De estas historias dos de ellas se convirtieron en hitos, no sólo del género literario de horror gótico, también de la cultura de masas: Frankenstein y el vampiro.

No se nos ocurre un momento mejor que este para sacar el número más extenso y con más colaboraciones de nuestra pequeña historia. A todas las personas que habéis participado, a quienes nos leéis habitualmente, a suscriptores y sucriptoras, a los clientes que nos apoyan con la publicidad, a la madre que nos parió y, por supuesto, a toda esa gente que está al pie del cañón estos días tan complicados… ¡muchas gracias y cuidaos mucho!

El MONO revista cultural @revistaelmono #revistaelmono

El Mono

issuu.com/revistaelmono Publicidad: Alberto 651 404 635 Contacto: revistaelmono@gmail.com Portada: ilustración de la primera edición francesa de ”El Decamerón”

“Un virus es un trozo de ácido nucleico rodeado de malas noticias.”

(Peter Medawar)

EL MONO NO SE RESPONSABILIZA DE LAS OPINIONES VERTIDAS POR SUS COLABORADORES.

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guitar wolf En marzo de 2018 una de las bandas más ruidosas del planeta pasó por el sótano del Nébula y aún hay a quien le pitan los oídos. Esta entrevista que hicimos a SEIJI U.G., voz, guitarra y líder de GUITAR WOLF, no pudo ser publicada en su día así que aprovechamos la coyuntura que tan generosamente nos ofrece el coronavirus para recuperarla.

Lleváis en activo desde 1987. ¿Cuál ha sido el secreto para durar tanto tiempo?

La cerveza y las chicas. Beber cervezas y estar con chicas cada noche. (risas) Suponemos que la muerte de vuestro bajista Billy en 2005 fue el momento más jodido de la banda. ¿Cómo era él?

Billy era genial. La banda perdió a una parte muy importante, así que volvimos a comenzar desde cero hasta volver a tener ese “algo” de nuevo.

No sois un grupo fácil de escuchar y tengo entendido que os enorgullecéis de ello. ¿Qué es el sonido Jet Rock?

Amo el rock and roll y me excita especialmente el sonido de las turbinas de avión. Siempre hemos hecho un rock and roll como pasado a través de estas turbinas. Eso es el Jet Rock and roll.

Vuestros directos tienen fama de ser intensos, excesivos y salvajes. Le recomendé a un amigo que fuera a veros al Funtastic Dracula Carnival de Benidorm y volvió enfadado conmigo. ¿Debería cambiar de amigo?

Sí. (risas) Y él también.

Háblanos un poco sobre vuestro último trabajo “T-Rex from a tiny space yojouhan”…

Cuando vine a Tokio desde mi pequeño pueblo con dieciocho años tuve que vivir mucho tiempo en un cuarto diminuto. A estas habitaciones tan pequeñas que hay en Japón las llamamos “Yojouhan”. No tenía amigos, ni novia… nadie me conocía. Yo siempre pensaba en que algún día llegaría a ser alguien y que de repente irrumpiría en la ciudad como un enorme tiranosaurio destrozando el techo. De ahí viene lo de “T-Rex from a tiny space yojouhan”.

- GUITAR WOLF - 5 Os conocimos al ver Wild Zero. ¿Cómo acabasteis protagonizando una peli de zombis tan chiflada?

La película es una gran estupidez muy loca, como nuestra música, así que nadie mejor que nosotros para protagonizarla. ¿Cómo va el proyecto de hacer Wild Zero 2?

El plan sigue adelante. Se llamará “Wild Zero time trip to Samurai Tokyo” y en esta película trocearé zombies-samurai con mi espada-guitarra.

Mis amigos y yo escuchábamos mucho vuestro disco de 2003 “UFO Romantics”. ¿Tocaréis alguna de esas canciones? ¡Por supuesto! Hay muy buenas canciones en “UFO Romantics”. Esas canciones están hechas para volverte loco.

Pocos grupos en activo pueden presumir de tener un disco tributo. Y menos aún que sean bandas como Lightning Bolt, The Jon Spencer Blues Explosion o Cato Salsa Experience las que reinterpreten sus canciones. ¿Qué os pareció el resultado? ¡Que saliera un disco así fue un milagro! Además, todas las versiones son mejores que las nuestras. ¡Sólo podemos estar muy agradecidos!

Nos gustan bandas japonesas como Thee Michelle Gun Elephant y Boris. ¿Las conoces? ¿Qué bandas nos recomendarías?

Mmmm… (N. del R. parece que esas bandas no

le hacen mucha gracia) Las bandas que os recomiendo son King Brothers, Gasoline, Otoboke Bever, Firestarter y Neatbeats.

Son muy buenas, deberías escucharlas.

Muchos occidentales nos vemos sorprendidos al viajar a Japón y ver algunas de vuestras costumbres.

Tanto que hace poco dedicamos una revista entera a vuestro país. ¿Qué os llama la atención a vosotros cuando venís aquí?

Cuando era adolescente tuve una novia medio española que vivía allí, en Japón. Era rubia pero parecía casi japonesa. Su madre se llamaba Carmen. Hablaba muy rápido, era apasionada y guapa. Mi impresión es que España es un lugar apasionante, con chicas guapas y buena comida.

Los conciertos en España siempre son intensos. ¡Me encantan! Oh Yeah!

Sois de Nagasaki, ciudad tristemente conocida por la bomba atómica. ¿Qué nos podríais contar de Nagasaki a día de hoy? ¿Has estado en Nagasaki? Por supuesto la ciudad es conocida por la bomba atómica, pero Nagasaki ahora es más conocida por su atmósfera internacional. Viene mucha gente de fuera, holandeses, chinos… disfruto mucho el ambiente de la ciudad.

Muchas gracias por vuestro tiempo. Cualquier cosa que queráis añadir… ¡Arigato!

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- LIBROS, ETC. -

LA FERIA DEL ASILO John Updike Bruguera 1977 - 194 páginas John Updike, premio Pulitzer en dos ocasiones por diferentes entregas de la saga de Harry Conejo Angstrom, demostró ya con este su primer libro porqué estaba llamado a ser uno de los grandes de la novela americana del siglo XX. Con un estilo nada ampuloso, por momentos desapasionado y bastante minucioso, Updike nos demuestra la inmensa vida y energía que se esconde detrás de lo cotidiano, en este caso en el transcurso de un día en una residencia de ancianos de Nueva Jersey. Te pasas todo el libro esperando a que ocurra algo y cuando termina te das cuenta de que has estado viviendo y sintiendo a cada uno de los personajes. Si buscas argumento, épica, giros inesperados, cliffhangers y demás movidas típicas de bestsellers, ni lo intentes. Lo que aquí nos ofrece Updike, con gran maestría, es una experiencia súper empática.

LA MUERTE ROSA Jaume Pallardó Che Books - 130 páginas (2 vols.)

Novela gráfica dividida en dos partes: “Dentro del traje” y “Desnudos”. En un futuro cercano el mundo será devastado por un virus letal. Tras la reconstrucción, los supervivientes vivirán bajo la constante amenaza de un nuevo brote. Jaume Pallardó ya anticipó en 2016 lo que hoy es el escenario de la pandemia que nos asola. Si es un buen cómic o no, no lo sabemos, no lo hemos leído y no vamos a ser tan capullos de pedirlo por internet para que tenga que venir un pobre transportista hasta casa exponiéndose al contagio. “Mi novela gráfica es una distopía en la que el mundo se ha ido a la mierda por culpa de un virus, de manera que la sociedad es una donde la gente vive encerrada en sus casas y cuando tiene que salir lo ha de hacer con toda una escafandra”, explicó su autor hace tiempo.

Vaya puntería, chico.

CIRCE Madeline Miller Alianza de Novelas, 2019 - 448 páginas A Circe, Zeus la exilió a la isla de Eea por atreverse a quejarse y a decir lo que pensaba. Claro, eso no nos lo contaron así, nos dijeron que Circe era mala y una hechicera, palabras que durante mucho tiempo fueron sinónimas. Pero Madeline Miller nos cuenta la versión de ella y de cómo logró cambiar el destino de mucha gente desde su confinamiento. O por lo menos, se lo pasó bien con su jardinería, folleteos con diversos visitantes y convirtiendo a hombres en cerditos. La estadounidense Miller es autora, también, de “La canción de Aquiles” obra que pasó diez años escribiendo mientras trabajaba como maestra de latín y griego.

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WELCOME TO THE GAMING ZONE The Last of Us: ¿Hasta donde estarías dispuesto a llegar por sobrevivir?

Naughty Dog, el aclamado desarrollador de videojuegos, trae el exitoso título a PS4.

Veinte años después de que una plaga diezmara la civilización, los supervivientes se aferran a la vida en duras zonas de cuarentena. En el exterior les esperan feroces infectados y despiadados bandidos humanos. Para Joel, el día a día suele consistir en ir a lo suyo, pero cuando le encargan acompañar a la joven Ellie en busca de las Luciérnagas, un grupo de la resistencia, ambos pondrán al límite su voluntad de supervivencia.

“The Last of Us Remasterizado” incluye el impresionante juego original en todo su esplendor gracias a la potencia de PS4, además de todo el contenido adicional del pase de temporada. Sumérgete en el pasado de Ellie con el capítulo adicional para un jugador “Left Behind”, desafía tu habilidad con un nuevo modo de dificultad y mapas multijugador adicionales y profundiza en el hermoso y desolado mundo del juego con un documental entre bastidores de los actores y creadores.

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clásicos básicos

Si eres de esas personas que nunca tiene tiempo o le da cosica para ponerse con el cine clásico, este mes SR. LOBO (afamado cantante, discjockey y locutor de los programas Grupo Salvaje y Voodoo Rock) nos trae una selección de joyas que ya forman parte de la historia del cine.

FURIA (Fritz Lang, 1936) Basada en hechos reales, concretamente en un secuestro, asesinato y posterior linchamiento ocurrido en el norte de California en 1933 en el que perecieron dos hombres. Además, dado que las elecciones estaban próximas no hubo intervención alguna de las autoridades. “Fury” fue el primer film americano de los veintidós que rodó el gran Fritz Lang en Hollywood tras su llegada a los EEUU, huyendo del terror nazi. Lang, que junto a Murnau fue el máximo representante del expresionismo alemán, nos narra la historia de un hombre en el lugar equivocado y en el momento equivocado, la historia de un inocente encarcelado y acusado de un secuestro en una pequeña localidad.

Este inocente, encarnado por Spencer Tracy, es asaltado por la jauría humana para lincharlo.

En esta cinta Lang trabaja sobre sus tremas preferidos, casi siempre presentes en su cine: la condición humana, la dicotomía entre el bien y el mal y la venganza.

BREVE ENCUENTRO (David Lean, 1945) Esta película es una de esas historias pequeñitas y sencillas que marcan la primera etapa del director de grandes films como “El Puente Sobre el Rio Kwai”, “Lawrence de Arabia” o “Dr. Zhivago”. Basada en una obra de teatro de Noel Coward, autor con el que Lean había trabajado en sus tres filmes anteriores, narra la fugaz aventura romántica de un ama de casa de clase media y un doctor con esposa e hijos que se enamoran casi sin querer y que se ven atrapados en una red de convenciones, compromisos y sentimientos de culpabilidad que les impide llegar allí donde el corazón les pide a gritos que los lleve.

Ya desde la primera secuencia, en un plano de una maestría sobrecogedora, Lean nos explica todo esto sin que todavía sepamos quiénes serán los protagonistas. De manera paralela a la historia principal los personajes cómicos, el jefe de estación Godby y la camarera Myrtle mantendrán su propio romance sirviendo de contrapunto al drama de los protagonistas principales. ¿Clásico? ¿Vanguardia? Lo que sí sé es que es cine en estado puro.

EL TERCER HOMBRE (Carol Reed, 1949) Viena, 1947. Holly Martins, escritor de novelas baratas, es invitado por su amigo de la infancia, Harry Lime, a trabajar en la capital austriaca dividida en cuatro por los Aliados tras la Segunda Guerra Mundial. Pero el mismo día de su llegada coincide con el entierro de Harry, quien ha sido atropellado por un coche. Allí conoce a su novia, Anna, de la que pronto se enamora. Las versiones contradictorias y el clima de misterio que envuelve todo, llevarán a Holly a investigar el

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caso, pues sospecha que su amigo aún vive.

Las interpretaciones son magistrales pero destaca sobre todo la aportación de Orson Welles. Con un grandísimo currículum en sus espaldas, aquí interpreta a un manipulador y mezquino contrabandista sin escrúpulos. La fotografía es soberbia, convirtiendo a Viena en otro personaje más de la trama. A esto hay que añadir los eternos juegos de luces y sombras que crean un clima fantasmagórico y ayudan a elevar la atmósfera de tensión, fabricando una de las mejores apariciones de un personaje en la historia del cine. El film ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes 1949. Una de mis películas favoritas de todos los tiempos.

EL GRAN CARNAVAL (Billy Wilder, 1951) Esta es una de esas películas que hoy llamamos “adelantadas a su tiempo”. Fue un fracaso comercial y sufrió el vapuleo de la crítica. Normal, ni a la prensa ni al público les debió gustar que Wilder hiciera un retrato tan cínico sobre la “noble” profesión del periodismo y sobre el intocable derecho de los lectores a conocer los detalles de una tragedia. Wilder dirigió una obra maestra del género periodístico que se debería proyectar obligatoriamente en las universidades,

aunque en los planes de estudio priman las asignaturas de teoría, semiótica, comunicación corporativa y otras gilipolleces. Wilder no dice que todo el periodismo se base en inventar y manipular pero sí denuncia la existencia de manzanas podridas que con el paso del tiempo contagian al resto de la profesión.

Dejando aparte el mensaje, este es un film espléndido, con un Kirk Douglas estelar, que no recibió el reconocimiento que se merecía.

Chuck Tatum es carismático, vehemente y tan atractivo como un psicópata; tiene las ideas claras, y sólo le falta encontrar la noticia que le devolverá la gloria. Aunque el director era poco amigo de lucirse con los planos, aquí inventa algunos de una fuerza tremenda, como cuando Tatum agarra del pelo a la mujer de la víctima (una notable Jan Sterling), o ese vuelo general mostrando a la gente que baja corriendo del tren para unirse al circo mediático. Pero si hay un plano necesario y educativo (que no moralista), es el del padre deambulando por el desierto entre los restos de la fiesta. Tatum lo observa desde el coche y siente algo parecido a la empatía. Entonces comprende lo que debería ser el periodismo, pero ya es demasiado tarde para él. Y es muy posible que para nosotros también.

10 EL SALARIO DEL MIEDO (H. Clouzot, 1953) La película funciona como un reloj, basándose en dos partes claramente diferenciadas pero que construyen un todo perfecto en su análisis de la naturaleza humana. La primera es la menos famosa y nos presenta unos personajes atrapados en una existencia gris y apática en un indeterminado país al sur de los Estados Unidos. Allí, en un pueblo pobre y sin futuro, dominado por una corporación yanki, los protagonistas se ven obligados a aceptar el trabajo de transportar un cargamento de nitroglicerina a través de peligrosos caminos para poder apagar el fuego causado por un incendio en un pozo petrolífero. Mario (Yves Montand), Jo (Charles Vanel), Luigi (Folco Lulli) y Bimba (Peter van Eyck) son una multicultural tropa que deja el mundo real atrás para sumergirse en una moderna odisea, un viaje que todos creen que será el último.

La muerte, el sufrimiento, el compañerismo…

Clouzot hace confluir todo esto en las relaciones entre cuatro hombres sometidos a una situación límite. El universo empieza en el perdido pueblo de Las Piedras y termina en un pozo petrolífero incendiado. El resto no existe ni importa, es un espejismo de inacción del que hay que salir para vivir y, tal vez, para morir.

CONSPIRACIÓN DE SILENCIO (John Sturges, 1955) Filmada por un director en plena forma y en la mejor época de su filmografía, esta película es un tenso relato que da comienzo con la

llegada de un forastero, trajeado y manco llamado Macreedy (Spencer Tracy) a un lugar dejado de la mano de Dios en el que hace cuatro años que un tren no se detiene. Esta llegada despierta las suspicacias de todo el pueblo, ya sea por mero interés, otros porque alguien esconde algo. Por un lado, el thriller, en el que poco a poco se va dando información al espectador, hasta que uno de los secundarios, uno de esos que terminan del lado de lo justo, por así decirlo, termina confesando los que ocurrió hace años en aquel lugar y que pesa sobre la conciencia de todos. Por otro, el tono de western, un pueblo de Arizona, con pocas casas, mucho polvo y jeeps en lugar de caballos (atención a la espectacular persecución a mitad de metraje), o ese tren simulando lo que podría ser una diligencia. Y de fondo la denuncia a un tema poco concurrido en el cine, el maltrato que sufrieron en Estados Unidos los japoneses durante la segunda contienda. Tres son las cosas que destacan sobremanera en “Conspiración de silencio”.

Un magnífico elenco, los inteligentes diálogos y la puesta en escena de Sturges, quien firma una de sus mejores obras llena de hallazgos visuales de lo más efectivos.

LA LEYENDA DEL INDOMABLE (Stuart Rosenberg, 1967) Llegamos a una de las películas más famosas en la extensa filmografía de Paul Newman, un drama carcelario que ha tenido ecos en la música (“Willy and the Poor Boys” de la Creedence o “Civil War” de Guns N’ Roses) y que también ha alcanzado la condición de mito única y exclusivamente por una secuencia, la de los cincuenta huevos cocidos

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que el protagonista se come de una sentada.

Un film carcelario, prácticamente un género en sí mismo, que habla sobre la rebeldía y la imposibilidad de que un hombre encaje de forma alguna en un sistema que lo rechaza continuamente. Una nostálgica banda sonora de Lalo Schifrin y un excelente plantel de secundarios redondean las excelencias de un una peli que sin ser una obra maestra del séptimo arte tiene bien justificada su condición de mítico. Paul Newman da vida a Luke, un ex-combatiente que no encuentra su lugar en el mundo, y es condenado a dos años de trabajos forzados en una prisión de la que intentará fugarse más de una vez.

Aunque la película adolece de ciertos cambios bruscos de ritmo y no incide en demasía en las injusticias de un sistema carcelario, lo cierto es que esta cinta brilla por muchos motivos, a cada cual mejor.

EL INCIDENTE (Larry Peerce, 1967) Joe y Artie son dos gamberros de poca monta que toman por la fuerza un vagón de metro con varias personas a bordo. Su única intención es

provocar el terror en los pasajeros. Todos los que viajan en el vagón tienen algún conflicto latente que la presencia de los dos delincuentes hace salir a la luz. Con un argumento tan simple como este nos enfrentamos a una impresionante e incómoda película acerca de lo cobarde que somos los seres humanos cuando determinados impresentables abusan de nosotros o de los demás y en lugar de hacer algo, tragamos y tragamos. En esta película aparecen varios perfiles, muy bien trazados, gente de distintas edades y clases sociales, reflejo de una sociedad violentada y de moral desahuciada. Una representación social sin arrestos para organizarse, tender una mano y doblegar su cobarde hipocresía. La primera parte de la película parece una película pasable, como mucho, una presentación de los personajes sin pena ni gloria pero, la segunda, que parece transcurrir a tiempo real, genera una gran sensación de claustrofobia.

Interesante también algún toque ácido racista como el del final. Una película diferente y muy recomendable.

Sr. Lobo

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-EL MONO ESTUVO ALLÍ-

Abría Don Delillo su novela Punto Omega con un personaje que, una y otra vez, acudía fascinado a ver Psicosis 24 horas, la videoinstalación de Douglas Gordon que ralentizaba la peli de Hitchcock a velocidad casi imperceptible. Pues algo parecido vivimos quienes el pasado 4 de marzo asistimos a la proyección matinal de Now, at last! en la Sección Oficial del Punto de Vista.

No es que Ben Rivers, el director, modificara el ritmo de su protagonista. No le hizo falta.

Su pieza, de cuarenta minutos, muestra a un perezoso que trepa morosamente por una rama hasta quedarse dormido, fundiéndose con la vegetación costarricense. Bravo por él. A continuación descubrimos que, como si de una retransmisión deportiva se tratase, la proeza ha sido grabada desde varios ángulos.

Y, por supuesto, vamos a verlos todos. Crujir de nudillos.

En uno de los pases del día anterior, el de jóvenes talentos vascos, se repartieron gafas de tres dimensiones. Aunque ya se advirtió al inicio de que sólo servían para el primero de los cortos, el tipo que se sentaba a mi lado escogió ver también el segundo con ellas puestas. Pensé en darle un codazo, pero, vaya, quién era yo para imponerle mi punto de vista… Luego se las quitó, pegó un par de cabezadas y al acabar saludó a todo el mundo por su nombre.

Sin embargo, en esta sesión no se duerme ni dios.

Y eso que son las diez de la mañana y el director ha comenzado disculpándose por anticipado.

Mi mente, eso sí, se evade alguna que otra vez, y cuando recobro la conciencia ahí seguimos, mirando atentamente la proyección a gran escala de un animal inmóvil. Probablemente con más interés del que pondríamos de encontrarnos con él al natural. No es por quitarle mérito a Cherry (en los títulos de crédito se identifica así a la criatura), pero es la liturgia, la vivencia compartida y forzosa de la sala de cine la que

confiere a todo un valor excepcional. No me envíes videos de tu hija (no digamos de tu perro) si duran más de dos minutos, y sin embargo en el… Punto de Vista.

Somos un público bregado. Tan sólo dos espectadores abandonan la sala. Dos deserciones de entre, a ojímetro, unos doscientos asistentes.

Y al rato vuelve a entrar uno de ellos. Había ido al baño. A su regreso todo sigue exactamente igual.

Ciento noventa y nueve personas en comunión, entregadas a la contemplación extática de un perezoso que a veces incluso parpadea.

Rivers se permite algún que otro experimento: superpone planos fijos del mismo espacio en los que sólo cambia el animal, en ligeras variaciones fantasmales. Seguro que hay un término técnico para definir este recurso, pero ni el perezoso ni yo lo conocemos. Más: en un par de ocasiones irrumpen de sopetón los Righteous Brothers cantando Unchained Melody. Una perfecta canción pop de tres minutos. Al concluir, el bicho ni se ha inmutado. Nada ocurre. No en términos narrativos. Pero de eso se trata. Al margen de lo que pueda suceder en el mundo exterior, en la Sala de Cámara de Baluarte hemos entrado en un trance vegetativo, nos movemos por ritmos geológicos. Somos esfinges, copón. Moáis de la Isla de Pascua. Y, no lo van a creer, al concluir el pase aún nos habríamos quedado otro ratico.

Pero nos desperezamos y abandonamos la sala lentamente, con una extraña y algo gilipollesca satisfacción. Para muchos, para mí al menos, la decimocuarta edición del Punto de Vista será recordada por este fabuloso ratico.

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14 14 suerte de cosecha de despedida del pequeño terrenito que perteneció al abuelo y que tras su muerte, estaba ahora abandonado a las hierbas e inminente a venderse. La película se concretó entonces como un esfuerzo familiar de manera orgánica y poco a poco, el cumplimiento de la promesa dio paso a un viaje de reencuentro con las raíces campesinas de mi familia, con todas las aristas emocionales y políticas que eso significa.

Tania Hernández La suspensión hasta nueva fecha del festival de cine medioambiental ECOZINE nos pilló con la tarea hecha. Gracias al equipo del Servicio de Educación Ambiental del Ayuntamiento de Pamplona pudimos contactar con la joven realizadora mexicana TANIA HERNÁNDEZ VELASCO, responsable de “Titixe“, un bello documental que une familia, tierra y reflexiones sobre muchas cosas más. Esperamos que pronto anuncien nuevas fechas y poder tener a TANIA por aquí.

En “Titixe” se habla de un montón de cosas, no sólo de medioambiente. También se habla de la familia, de la memoria, de lo rural... ¿Cómo surgió este proyecto?

En un cumpleaños de mi abuelo, tal vez en 2010 o 2011, él me confesó que le hacía muy triste que ninguno de sus nietos o nietas que nacimos y crecimos en la ciudad se hubiera aproximado al campo, a ese campo que tanto amaba y que definía sus días. Por aquel entonces yo estaba por comenzar a estudiar cine documental y se me hizo fácil plantearle hacer una película juntos, así podríamos también enseñarle lo que él quería al resto de la familia. Sin embargo, el tiempo pasó muy rápido y no concreté la iniciativa hasta después su muerte, en 2014, cuando mis palabras comenzaron a pesarme como una promesa incumplida. Decidí ir al pueblo con mi cámara y mi pequeña grabadora de sonido, con pocas expectativas y bastante triste, pero mi mamá y mi abuela me acompañaron y compartimos una parte de nuestro luto. En esa convergencia, mi mamá tuvo la iniciativa de proponer una última siembra familiar, una

¿A la hora de plantear este documental sientes que haya una pugna entre forma y contenido, entre lo lírico y el mensaje?

Me resulta complicado abordar mi quehacer fílmico en términos de “mensaje”. “Titixe” busca condensar la experiencia subjetiva de atravesar un luto (hacia un ser querido, pero también hacia su forma de entender el mundo) en un paisaje específico, en el que amanece de cierta manera y en el que habitan ciertos pájaros, ciertos personajes y hasta ciertos fantasmas. Me interesa que mirar la película sea habitar, aunque sea por unos momentos, el terreno. Uno de los telones de fondo es el abandono del campo mexicano, pero la película no intenta denunciarlo de manera frontal, sino compartir un sentir y plantear algunas preguntas. Me lanzo estas preguntas a mí misma y espero que resuenen en algún espectador o espectadora. Pero la forma de la película aspira a una experiencia que se acerca más a lo sensorial y lo emocional.

“Titixe” plantea también una reflexión sobre la pérdida de saberes y tradiciones. ¿Crees que estamos en un punto en el que las sociedades corren el riesgo de romper lazos sus orígenes?

Pertenezco a la primera generación de mi familia que nació en la ciudad. Mi narrativa personal jamás se había ligado al pasado rural que hasta la juventud de mi madre, definió las vidas de quienes vinieron antes que yo. Creo que esta narrativa urbana se erigió a manera de supervivencia en medio de una sociedad profundamente racista y clasista, en donde venir del campo es sumamente despreciado.

Hacer “Titixe” me devolvió no solo una parte preciosa de mi familia, sino de mí misma que me reencuentro como descendiente de un linaje campesino e indígena.

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La palabra que da título al documental es un término que hace referencia a las sobras que tras las cosechas que pueden ser recogidas por la gente que no tiene tierras propias. Este concepto tiene mucha fuerza, sobrepasando lo medioambiental y llegando a otros ámbitos como lo social, lo político e incluso lo personal...

Cuando terminamos de grabar yo sentía una sensación de derrota, de que la cosecha se había acabado sin mayor trascendencia y que ahora sí, venía una despedida definitiva. Esta sensación fatal por mucho tiempo fue el final de la película, sin embargo, la edición se extendió por más de dos años ya que no teníamos recursos para editar continuamente. En este período la experiencia tuvo una maduración en mí que me permitió aproximarme desde otra óptica. Los espigadores y la espigadora de la maravillosa Agnès Varda (donde explora el concepto de “rebuscar” a un nivel no solo literal, sino político y poético) ha sido por muchos años una gran influencia para mí, pero de repente, esta necesidad de encontrar entre los restos de la cosecha una posibilidad de comenzar de nuevo, definió la película y su título. ¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de sacar adelante este proyecto?

Decidí comenzar la producción de la película asumiendo múltiples roles y en cierta soledad, con mis propios y limitados recursos. Lo anterior permitió que emergieran en intimidad las conversaciones entre mi abuela, mi madre y yo, así como cierta inmediatez para filmar imposible de tener si hubiera dependido de un

crew extenso y por lo tanto, de un presupuesto tradicional. A veces, especialmente en este proceso de montaje que se extendió más de lo que inicialmente pensaba, esta soledad era muy retadora. Fueron los colaboradores que se fueron anexando a la película quienes le dieron fuerza al proyecto para que lo pudiéramos terminar. ¿Y qué tal está siendo recibido?

El estreno mundial de la película fue en octubre de 2018, en el Festival de Roma. Desde entonces ha estado dando la vuelta al mundo en más de cuarenta festivales, hemos sido muy afortunadas de que la película tuviera una recepción muy bonita y emotiva con diversos públicos. En México se ha visto bastante también en festivales y ahora estamos empujando a tener un pequeño estreno en salas culturales. ¿Qué futuros proyectos tienes en mente? ¿Qué otros temas te gustaría tratar?

Sigo trabajando en una línea personal e intimista, con gente con quien tengo un fuerte vínculo emocional. Apenas estoy descubriendo qué clase de animal es mi nuevo proyecto, por lo que no me atrevo a ponerlo en palabras aún.

Cambiando radicalmente de tema... soy un enamorado de la música mexicana. ¿Qué músicos mexicanos son tus favoritos?

Supongo que depende del día y de mi sentir, pero siempre regresan a mí Juan Gabriel, Selena, Caifanes, Son de Madera, Los Panchos, Lila Downs y los enormes Tigres del Norte.

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El amor en los tiempos del COVID-19 Patxi Irurzun

A la primera pareja que vino a follar al súper durante el confinamiento la encontré en la sección de embutidos, tirando con sus empujones todo el salchichón ibérico al suelo.

Me dieron pena y un poco de envidia, con las mascarillas quitadas, comiéndose los morros como desesperados, tan inconscientes, creyendo que el amor vencería a la muerte.

Cuando les llamé la atención, me dijeron que no podían vivir el uno sin el otro y que llevaban dos semanas sin verse y que ya no aguantaban más y que el súper era el único lugar en que podían encontrarse sin levantar sospechas.

Los hice pasar al almacén, no sé muy bien por qué. Luego ya comprendí que se trataba simplemente de que yo era un cerdo.

Así comenzó todo.

Al principio eran solo ellos. Venían casi cada día. Entonces yo, después de acompañarles a su nidito de amor, salía del súper, rodeaba el edificio, entraba, sin hacer ruido por la puerta trasera del almacén y, escondido tras algún palet, comenzaba a pelármela.

Después, llegaron los demás. No sé cómo se enteraron. Supongo que la primera pareja de follarines lo comentó con sus amigos. Y

que estos empezaron a rebotarlo en sus putos instagrams y sus putos grupos de wasap.

Eso me asustó un poco. Pero eran todos tan jóvenes y tan hermosos…

Mis compañeros del súper sospecharon algo, claro. Tanta gente joven pululando por allí no era normal. Aunque como yo soy el encargado no decían nada.

Después, la situación se desmandó. El súper parecía a todas horas una rave. Y a mí el ciruelo se me puso en carne viva. Aquello tenía que terminar.

La gota que colmó el vaso fue el día que vi a un chico, tras quitarse el preservativo, arrojarlo sobre una caja de escarolas. No me pude contener y salí desde detrás del palet.

—¡Oye, tío, esto ya me parece que es pasarse!

—¿Pero qué dices, primo? ¿Y tú que estabas haciendo ahí, eh? ¡Te la estabas meneando!

—contraatacó él, señalando mi bragueta abierta—. ¡Te vas a putocagar, te voy a denunciar!

Y lo hizo. Llevo ya tres días detenido. Aquí no se está tan mal. No tengo que ir a trabajar.

Y por las noches, cuando apagan la luz, me acuerdo de todos esos chicos y chicas.

Resistiré. Después de todo, todo el mundo está encerrado, de un modo u otro, estos días.

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La cosecha por El tío Enemías

Aquel martes todo el mundo desayunó a la hora de la cena. Era el día en que la Tierra estaba más cerca del Sol y, al anochecer, todo el pueblo saldría a recoger rayos. Además, tras una fuerte tormenta solar, la cosecha se preveía la mejor de los últimos años.

Como cada día después de su café y su tostadas, el ansia del reciente ex fumador se le agitó dentro. Para intentar aplacarla, Herb se levantó de la mesa y comenzó a fregar mientras sus hijos terminaban el desayuno.

Rachel, de dieciséis años, chateaba por el teléfono móvil. No había tocado sus tostadas integrales con mermelada light. David, de siete, tomaba, indiferente, unos cereales.

–Preparaos –dijo Herb desde el fregadero–.

David, lávate los dientes y haz pis.

–Vale, Pa –dijo el niño.

El pequeño, que llevaba puesto su nuevo traje solar desde que se había levantado hacía

un rato, fue del salón al baño dando saltos, cazando rayos imaginarios que sólo él podía ver. Iba a ser su primera cosecha. Mientras secaba una taza, Herb se acercó a su hija: –Venga, Rach. Prepárate.

–No quiero ir –dijo Rachel sin levantar la vista de la pantalla de su móvil–. Estoy gorda.

Soy una foca. El traje viejo ya no me vale.

–No estás gorda, será… es que has crecido –balbuceó Herb, y añadió–: El traje habrá encogido al lavarlo.

Pero los trajes solares no encogían al lavarse.

–Puedes ponerte el de mamá. Ya eres tan alta como ella.

Por primera vez Rachel levantó la mirada de la pantalla de su móvil. Los dos se miraron y durante unos segundos nadie dijo nada.

–Ya veré qué me pongo –dijo Rachel–.

Antes de salir, Herb reunió a sus hijos y les entregó las garrochas, instrumentos de apariencia a medio camino entre raqueta de tenis y paleta matamoscas que servían para atrapar los rayos que quedaban perdidos tras las tormentas solares. Por medio de un cable que salía del mango, las garrochas se enchufaban a pequeñas baterías de almacenamiento sujetas con velcro a la espalda de los trajes solares. Herb ayudó a sus hijos a conectarlas y les dijo: –Recordad: después de la tormenta fuera hace mucho calor, si el refrigerador dejara de funcionar, me avisáis. Poneos los cascos y comprobad los comunicadores.

- LA COSECHA - 19 Los tres se pusieron los cascos, encendieron los refrigeradores aerotérmicos y accionaron los comunicadores. Clic, clic, clic. Envuelta en un tamiz metálico, la voz de Rachel sonó a través de los altavoces integrados: –David se mea en la cama.

–¡Mentira! –la aguda voz del niño también resonó dentro de los cascos–.

–Vale, vale… –los tranquilizó Herb–. Parece que esto funciona bien. Parece también que seguís siendo igual de pavos que siempre. ¿Me recibís?

–Alto y claro –dijo Rachel–.

–Vamos a cosechar unos rayos de sol – concluyó Herb.

Y desde un mando a distancia desactivó el tintado automático de los cristales de la casa, que revelaron la frenética actividad del pueblo.

Mayores, medianos y pequeños, todos con sus trajes y sus cascos plateados, atestaban las calles. Como todas las noches de cosecha, el Ayuntamiento había apagado toda luz artificial y había restringido la circulación de vehículos. Era noche sin luna pero algo que nadie acababa de ver, algo como un polvillo invisible suspendido en el aire, iluminaba fantasmagóricamente el pueblo. Herb, Rachel y David caminaban hacia el centro cuando un traje plateado les cortó el paso. Bajo la tela solar Herb adivinó la desgarbada figura de Mindy, amiga de su hija. Las dos adolescentes comenzaron con su cháchara habitual.

–Papá, han quedado todas mis amigas en el parque. ¿Puedo ir a cosechar con ellas? ¿Puedo? ¿Puedo? ¿Puedo? –preguntó Rachel.

Aunque acceder significaba que su hija volvería a casa con pocos o ningún rayo Herb aceptó: –Está bien pero antes de que amanezca te quiero en casa –dijo Herb dirigiéndose a Rachel con el índice levantado–. Y cada hora quiero que contactes conmigo.

Las chicas se fueron riendo y Herb se quedó con su dedo apuntando al vacío que había dejado su hija.

Herb y David llegaron hasta el cartel que indicaba el límite del pueblo y siguieron andando. Lo único que oían era el cri cri de los grillos, el cras cras de sus botas sobre la gravilla caliente y el leve zuuummm de los refrigeradores aerotérmicos de sus trajes.

Caminaban por un lado de la carretera cuando Herb paró y oteó alrededor. No había nadie cerca. Se agachó y le dijo a David: –Mira. Un truco que me enseñó el abuelo.

20 20 Y sacó algo del bolsillo de su traje solar. Era un pequeño frasco de plástico con pulverizador.

Herb se lo enseñó a su hijo.

–Es un viejo bote de perfume. Lo he rellenado de agua. Ahora vas a ver…

Herb apretó el gatillo y roció el aire. Flis flis…

Un arcoíris titilante apareció de la nada.

–¡Uaalaaa! –dijo David–.

El arcoíris parecía estar vivo, oscilaba y sus colores cambiaban. El niño estiró la mano y, con su pequeño guante plateado, tocó el arcoíris, que reaccionó como el agua de un lago cuando le tiran una pierda. Al poco, el arcoíris se desvaneció.

–Tenemos que ir hacia donde más brille el arcoíris –dijo Herb–, así encontraremos los mejores rayos. Toma, tú ve echando el agua.

Pero poquito a poco, que no se gaste.

Herb le pasó el frasco y el pequeño fue caminando delante. Flis flis flis. Espirales multicolor aparecían y desaparecían, culebreando delante de sus ojos, brillando con diferentes intensidades. Padre e hijo siguieron los colores, que les llevaron hasta la entrada de un invernadero. Dentro, destellos sin orden alguno brillaban entre altas plantas de maíz. Herb se agachó, cogió a David, lo subió a sus hombros y entraron.

–Yo desde aquí no puedo ver. Echa agua hacia allá, David –le dijo señalando la otra punta del invernadero–.

David pulverizó el aire. Flis flis. Una explosión muda de fractales multicolor los

envolvió. Brillaba con furia. Los colores latían.

–Aquí tiene que haber un gran rayo –dijo el padre–, parece de los buenos. Estará atrapado, rebotando entre las plantas y las paredes del invernadero.

Herb bajó al niño de sus hombros y ambos avanzaron, apartando los grandes tallos de maíz.

–Pa. ¿Qué es ese ruido? –preguntó el niño–.

Herb no distinguía nada, el refrigerador de su viejo traje solar trabajaba al máximo y el ruido del ventilador tapaba cualquier sonido.

Herb lo apagó y pudo escuchar el ruido al que se refería su hijo. Era un pop pop pop pop leve y continuo. Siguieron caminando. Herb comenzó a sudar. Gotitas de condensación aparecieron en la pantalla de su casco. ¡Pop pop pop pop! El ruido iba subiendo in crescendo.

–¡Papá! ¡Detrás de ti! –gritó el niño–.

Herb se giró y entre los tallos de maíz apareció el rayo, que lo golpeó en el pecho, lo empezó a arrastrar entre los maíces. Sintió las tallos de las plantas partirse contra sus costillas. Dentro de su casco, el olor a la tela solar chamuscada y el humo lo llenaron todo.

El rayo entró en su cuerpo y, durante el segundo que tardó en salir a través de la batería de su traje, Herb sintió la cera derretirse dentro de sus oídos, sintió sudar cada poro de su piel, sintió sus células morir y ser sustituidas por otras nuevas. Oyó el ruido ensordecedor

21 - LA COSECHA - 21 que hacen el pelo y las uñas al crecer. En una espiral de vértigo, tomó conciencia de empezar a existir, formado, al principio, por dos células. Volvió a vivir dentro de su madre, nació, creció, volvió a vivir su vida y vivió todas las vidas que no había vivido.

Conoció todas las ciudades del mundo. Viajó fuera del planeta. Hizo el amor con cientos de mujeres, hombres e incluso con robots. Fue padre de mil niños y niñas. Tomó drogas que no sabía ni que existían, bebió hasta morir, fue jardinero, granjero, peluquero, político, astronauta, mafioso. Murió con los pies atrapados en un bloque de cemento ahogado en el río Hudson. Se quedó paralítico al saltar en paracaídas. Se ahogó con un hueso de pollo. Murió devorado por tiburones haciendo surf en las costas de Australia. Murió con seis años jugando al escondite dentro en un frigorífico. Murió viejo, murió joven. Murió mil muertes estúpidas, fruto de la casualidad.

Una y otra vez, Herb se precipitó dentro de sí mismo, conociendo todas las posibilidades que el universo ofrecía, hasta que la voz de su hijo le hizo volver en sí: –¡Pa! ¡Lo he cogido!

Herb se quitó el casco, lleno de humo y hollín. Tosió. Se descubrió semienterrado en un montículo de palomitas de maíz y se incorporó. Tenía una fuerte quemadura en el pecho y su traje había quedado inservible.

Su garrocha y la batería de almacenamiento no habían soportado el rayo, estaban carbonizadas. David se le acercó:

–Vaya pinta que tienes, Pa. Herb comprobó la batería del traje de su hijo.

La luz verde de carga máxima parpadeaba. El niño sonreía dentro de su casco. Herb respiró hondo.

–Parece que la temperatura ha bajado mucho, puedes quitarte el casco –dijo al niño–.

–¿Y ahora, qué? –preguntó David–.

–Iremos al Ayuntamiento a registrar y entregar tu rayo. Era muy muy grande, nos darán un montón de dinero y… igual hasta te dan un premio.

–¿Y después?

Una leve náusea le bailó en la garganta. El pelo de la nuca se le erizó. Tardó un poco en responder: –Iremos a casa. ¿Te apetece ver una película?

–Vale –contestó el niño.

Padre e hijo llenaron sus casco de palomitas de maíz como si fueran dos grandes cuencos y empezaron el camino de vuelta hacia el pueblo.

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Este mono tan guapo

que vemos aquí al lado es obra del diseñador e ilustrador Adriá Llahí.

Oriundo de Barcelona, aficionado al patxarán, al garage, al punk, a los gorritos fez y a los sanfermines, no es la primera vez que Adriá colabora con la revista. Para aquel lejano El Mono #1 aportó una ilustración de Marky Ramone y también ha hecho las portadas de los números #13 (Un año de simiocracia), #58 (Yamaguchi Connection) y #72 (Dame vino). Adriá fue también el responsable de “Ilustres Héroes del Rock“, fanzine en el que participó parte del equipo de esta revista rindiendo homenaje a grandes de la música como Ray Charles, Chuck Berry, Etta James, Arteha Franklin, Elvis,

etc... Las ilustraciones que conforman esta publicación, así como un montón de trabajos más, pueden verse (y comprarse en diferentes formatos como camisetas, totebags, láminas, etc.) en la web adiartworks.com.

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Esta cosa fea, en cambio,

es un claro ejemplo de porqué es importante contar con profesionales del diseño o, si no puede ser, por lo menos hacer un curso online para conseguir unas nociones básicas.

En este intento fallido de portada a cargo de El tío Enemías, podemos ver un montón de cosas que no hay que hacer: espacio mal aprovechado, figura mal recortada, colores dolorosos y mensajes contradictorios. Para publicar algo así es mejor coger una imagen cuyos derechos de reproducción expiraron hace siglos y cascarla en la portada.

De todas formas, de haberla publicado, creemos que no habría sido la peor portada de nuestra historia. Hay una dura competición por conseguir ese dudoso galardón.

¡Nos vemos pronto!

#81

especial Covid-19 abril 2020

no pasa nada

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-AINHOA RICO-

¿Estamos romantizando la tristeza? por @soy_delilah

Parece que últimamente estar feliz es raro, sobre todo entre la gente más joven. La gente joven, esos a los que nadie quiere contratar porque España está enferma de “titulitis”, esos que no se pueden permitir pagar másters de mínimo 5.000 euros, esos que ni siquiera se pueden independizar.

Todo eso mezclado con el enorme desasosiego de la pregunta sin respuesta de esta sociedad: ¿Qué hay después?

Qué hay después de qué. ¿De los posts y los sábados por la noche? ¿Después de los exámenes, si es que se aprueban? ¿Y cuando se acaba la lista de Spotify?

Entonces se crea una competición en silencio por ver quién es capaz de resaltar más entre la mierda, de ver quién es capaz de estar más triste.

Está a la vista que todas las corrientes artísticas se van dirigiendo, más que nunca, hacia la tristeza. Pero hacia una tristeza cool, no hacia esa tristeza increíblemente dramatizada del siglo XIV o la del retratista de Sissí Emperatriz. Escuchad el último

disco de Frank Ocean, escuchad a Babi o a Mori. También se puede ver en los portfolios del fotógrafo Andy Luca, en el videojuego Gris o en la poesía de Irene X. Todos estos trabajos son un viaje a través de emociones que desembocan en una tristeza tan bien dibujada que hace pensar que, joder, ser triste es casi como ser guapo, mola. ¿Podría el estar triste ser no tan el “nuevo guapo” sino el “nuevo normal”? No sería descabellado pensar que, quizás, si todos acabásemos como el depre de turno, subiendo a las redes una foto con la lengua fuera y gesto de sobredosis, todos acabaríamos siendo igual de normales. Y es que, al final del día, pongamos lo que pongamos en las redes sociales o nos las demos de lo que queramos dárnoslas, todos somos Sísifos arrastrando esa piedra hacia arriba una y otra vez.

Así de absurdos, así de normales. La insatisfacción la lleva cada uno a su terreno.

Como Madame Bovary, como C. Tangana cuando escribió “Mala mujer” o Radiohead con el jodido “Creep”. Todos nos autodamos palmaditas en la espalda porque creemos que estamos deprimidos porque somos la hostia. Creemos que pensamos más y nos creemos más “reales”. Pero al final todos vemos las mismas series y nos hacen gracia los mismos memes porque todos somos eso, normales.

Y todo esto sin poder llegar a fin de mes.

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Sharon Gorosito

Desde Buenos Aires nos escribe Sharon, poeta de 20 años y estudiante de Profesorado en Lengua y Literatura. Sharon asiste a talleres de escritura creativa y también es miembro de la comunidad “Poetas amigos de Marruecos”.

Podéis seguir sus textos en Instagram: @sharongorosito

Paredes blancas Tengo hormigas en las manos Y fuegos artificiales en el estómago.

Sigo temblando tanto Que aunque estática me encuentre algo en mí se escapa a través de mis ojos.

No quisiera ver ya tu nombre, ni gustar de tus palabras si estás bien o mal.

Tomé a mi amor con cara de miedo y lo guardé quise mudarme a través de los sueños Y al despertar nunca me encuentro en un mismo lugar las caras no encajan con los cuerpos, se desconocen Te inventé una dimensión alterna para calmar mis propias aguas y suponer que no te hago falta porque no encontraste un rincón adecuado para tu soledad en mi enorme casa de paredes blancas.

Cajas de sueños Descalzos y de espaldas ligeras Caritas serias pero ojos abrillantados No levamos cintas con números en nuestras muñecas Porque no cesarían de sangrar Juntamos en cajas sueños que nos hacen posibles Estoy segura de que vamos a llegar Aunque el cielo arda en llamas ¡Ese lugar es mañana!

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Teletrabajo

Estos días de confinamiento ha emergido con fuerza el “Teletrabajo” y desde El Mono queremos ayudaros a que entendáis de qué se trata y como abordarlo con los mejores resultados. Para esto nadie mejor que nuestro amigo Iñaki Echandi, también conocido en su faceta musiquera como Funk Fatale.

Los que han estado en Cantabria y oído a sus gentes hablar, creerán que el “Te le trabajo” significa “ya te hago yo el trabajo”, pero no, no es esto. Por eso, lo primero que vamos a hacer es cambiarle el nombre, y llamarlo como lo que es: TRABAJO EN REMOTO. La segunda equivocación es pensar que teletrabajar es trabajar desde casa, y no.

Va mucho mas allá. Trabajar en remoto es trabajar desde donde te dé la gana, desde donde seas más productivo, desde donde puedas conciliar mejor tu vida personal y tu vida profesional. Por eso, otro concepto que ha emergido los últimos años es el denominado “Nomad

Workers”, o trabajadores nómadas, que hace referencia a aquellos que deciden (porque pueden, claro está) trabajar por temporadas desde cualquier parte del mundo.

Mucha gente sueña con esa libertad de decidir dónde trabajar. “Ojalá pudiese trabajar a mi aire, desde casa”. Pero no es tan fácil. Hay que estar preparado, mental y físicamente. Somos seres sociales, necesitamos encontrarnos, comunicarnos, no solo virtualmente.

Vamos a centrarnos en la situación actual que estamos viviendo: “estamos obligados a trabajar en remoto”. Pues sí, amigos, este pequeño detalle de obligatoriedad, hace variar algunas de las pautas que debemos seguir para ser productivos trabajando en remoto.

Esta crisis tiene particularidades que tenemos que afrontar: -Hasta ahora, los que podían, decidían cuando trabajar en remoto, y ahora estamos obligados.

-Esta situación se va a alargar y pocos están preparados para trabajar en remoto tanto tiempo.

-Nuestro “nuevo” espacio de trabajo lo tenemos que compartir con otros miembros de nuestra familia, con sus propias necesidades, horarios…

29 - TRABAJO EN REMOTO - 29 Así que, aquí van algunos consejillos para sobrevivir al teletrabajo impuesto: 1- Levántate y prepárate para ir a trabajar, aunque sea a la habitación de al lado. Dúchate, regálate el tiempo necesario para desayunar, leer u oír las noticias 2- Si te mola el deporte, media horita de ejercicio te vendrá de perlas.

3- Ponte un horario. Para trabajar, para descansar, para echarte un pitillo, para lo que sea. Y cúmplelo. No vale que ahora que estamos en casa en tres días perdamos el norte y no sepamos en que día vivimos.

4- Intenta establecer “tiempos de foco”. Ahora no tienes a tu jefe en la chepa para ver si estas todo el día en Instagram o con el whatssap. Merece la pena centrarse 45 minutos en una tarea y descansar 15.

5- Prepárate el espacio de trabajo.

Como si estuvieses en la oficina. Guarda un orden. Si trabajas con el ordenador, utiliza si puedes una doble pantalla.

6- Acuérdate de tus compañeros de trabajo y de vida. Sí, estas trabajando, pero tu familia, tu pareja, están ahí también. Igual no tienen esa suerte que has tenido tú de ocupar tu tiempo de confinamiento.

7- Aprovecha para sacar ese tiempo que nunca tienes para leer, ver una peli, probar a hacer la mejor tortilla de patatas

del mundo, para jugar al chinchón, prepara la ropa de verano (que ya no queda nada para salir de esta).

Por último, que no se pierda el humor, el chiste, el cuidado de tus compañeros en la distancia, tus amigos, tu familia, para preguntarnos cómo estamos llevando todo esto, etc. Quizás, y pese a la distancia, estamos ahora más unidos que nunca.

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Los primates somos los mamíferos más evolucionados del planeta. Comenzamos preguntándonos por qué el cielo era azul y ahora tenemos el Guitar Hero y los palos para selfies.

Pero los numerosos avances tecnológicos que nos han llevado donde estamos no surgen solos: hay primates, más concretamente humanos, que realizan esta entretenida labor. Estamos convencidos de que si en clase de ciencias te hubieran contado las curiosas historietas de esta sección probablemente no les habrías cogido tanta tirria y no te habrías decidido por estudiar LADE. O sí. Vete tú a saber.

A estas alturas de la pandemia ya os creeréis epidemiólogos, virólogos, economistas, docentes, personal de enfermería, neumólogos, genetistas y hasta pensaréis que controláis las matemáticas después de tanta curva que frenar y tanto gráfico exponencial de marras. ¿Verdad?

Pues bueno, excepto las personas que tengan realmente la formación y los méritos que menciono en la frase anterior, el resto os deberíais callar un poquito, que luego pasa lo que pasa, que tenemos el mundo saturado de desinformación, bulos, alarmismo, difamaciones, opiniones de gente que no sabe hacer la “O” con un canuto, cadenas de nominaciones y relatos conspiranoicos. Me estáis dando la cuarentena.

Ya que debido al estado de alarma en el que nos hallamos sumidos la revista no ha podido publicarse en papel, voy a aprovechar para extender mi artículo y quedarme a gusto desmintiendo algunos de los bulos más graciosos —recordad, reír para

no llorar— que están rulando por redes sociales, páginas web y cadenas de WhatsApp durante este confinamiento. Os advierto que estoy escribiendo estas líneas después de haber visto un vídeo de una súper-mega-chachi influencer, que se dedica al diseño de moda —ojo, un trabajo muy digno, que no está exento de dificultad y para el que hay que tener mucho talento, pero que no tiene prácticamente NADA que ver con la investigación biomédica o la epidemiología—, diciendo que “fuck vaccines” y que debemos aprender a curar nuestras células con la mente. Estoy un poco sensible.

TOP 10 CORONABULOS 1. El nuevo coronavirus se cura con MMS (lejía, vamos): el señor Josep Pamiès una vez más haciendo gala de su afán de protagonismo. Ya hizo su aparición durante la crisis del ébola asegurando que la lejía se cargaba aquel virus. No, señor Pamiès, la lejía es perjudicial para la salud porque altera el pH celular y te puede matar si te la bebes.

2. El nuevo coronavirus se cura con vahos de agua caliente a más de 56 grados: sí, probablemente el coronavirus muera a esa temperatura, pero las células de tu faringe y esófago también.

3. El nuevo coronavirus ha sido fabricado en un laboratorio (probablemente en EE. UU.): el favorito de las personas conspiranoicas. Varios artículos ya han desmentido este bulo. A través del estudio del genoma de muchas cepas del SARS-CoV-2 se ha puesto en evidencia que éste virus pasó de una especie de murciélago a una especie animal intermedia y de ahí al ser humano. Por cierto, SARS-CoV-2 es el nombre que le ha dado la comunidad científica al nuevo coronavirus —

31 - EL LAMONATORIO - 31 porque coronavirus hay varios— y COVID-19 es la enfermedad que genera el microorganismo y es un acrónimo de Coronavirus Disease 2019.

4. El nuevo coronavirus ha sido fabricado por los mandamases capitalistas para cargarse a la gente mayor, porque hay demasiada y así no hay que pagarles las pensiones: vale, guay.

5. El nuevo coronavirus ha sido creado por la madre naturaleza para vengarse de la humanidad y hacer que nos extingamos: vale, pero ¿quién demonios es la madre naturaleza? Y lo más importante, ¿tiene perfil de Instagram? Para darle follow, digo, porque MENUDA PUTA AMA. 6. El nuevo coronavirus ha sido creado por Dios para acabar con la homosexualidad: a Ortega-Smith y a Abascal no les gusta esto.

7. El ibuprofeno puede empeorar la infección por SARS-CoV-2: menuda la que se ha liado con esto.

No, de momento no se ha encontrado evidencia alguna de que el ibuprofeno agrave la infección por SARS-CoV-2 y ni la Agencia Española del Medicamento ni la OMS recomiendan que no se use. Simplemente recomiendan que es preferible que se emplee paracetamol en caso de infección y que, si además de COVID-19 se padece otra dolencia crónica que se trata con ibuprofeno, no hace falta interrumpir esta medicación.

8. El nuevo coronavirus se ha expandido por culpa del 5G: pues que me expliquen cómo se ha propagado el coronavirus por Irán, India, países del continente africano o Latinoamérica con una pésima red 5G o incluso inexistente en algunos casos.

9. El magnate de la informática Bill Gates está desarrollando una especie de vacuna que contiene un chip con capacidad de monitorear nuestros movimientos: ¿en serio queréis que rebata esto?

10. El maya que predijo el fin del mundo era disléxico y en vez de 2012 quiso escribir 2021: sinceramente, esta es la que más me cuadra.

Después de brindaros estas fantasías me voy a poner seria y finalizaré mi aportación del mes a esta nuestra revista con un dato: la Policía Nacional ha detectado más de 1 millón y medio de cuentas en redes sociales relacionadas con el SARS-CoV-2 que difunden noticias falsas y crean contenido spam. Esta cifra solo se refiere a España. No quiero ni pensar lo que estará sucediendo a nivel global.

Espero que si estás leyendo esto te encuentres lo mejor posible. Si tienes que ir a trabajar durante esta cuarentena, ¡mucha fuerza, mucho ánimo y muchísimas gracias! Recuerda seguir siempre las recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar contagiar y contagiarte en la medida de lo posible. Saldremos de esta gracias a personas como tú. Si te toca quedarte en casa no utilices cualquier excusa para salir a todas horas, ni grites a la gente que ves caminando por la calle, ni dejes de saludar a tus vecinos o a las personas que trabajan en el supermercado y tampoco te subas con el perro a San Cristóbal aunque el pobre te mire cada día con carita de cordero degollado. Y last but not least, no hagas caso de los bulos ni los difundas, POR FAVOR. ¡Ya falta menos! eljardindemendel.wordpress.com

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33 - HORÓSCOPO - 33 ARIES Si tienes a mano el número 71 de El Mono (especial Egipto) cógelo y léete el editorial. En diciembre ya hablábamos del coronavirus.

Una vez más, tu revista favorita marcando tendencia.

TAURO Dice el horóscopo de la Telva que el equilibrio y el optimismo son las claves para tener una buena semana. Vaya, y yo que pensaba que ser un puto idiota pesimista desequilibrado era la clave de la felicidad.

GÉMINIS ¿Sabías que el pelo sucio absorbe diferentes contaminantes que flotan en el aire ayudando así a reducir la contaminación? Científicamente demostrado. Gracias a tu guarrería y a que hay menos coches circulando se va a reducir un poco el agujero de la capa de ozono.

CÁNCER Sofía Vergara, Gisele

Bundchen, Elsa Pataky, Liv Tyler, Eva Green y Charlotte Gainsbourg son cáncer. ¿Te apetece quedar a echar un café algún día cuando acabe esto?

LEO Aunque nadie te vea todo el mundo sabe a qué estás dedicando todo este tiempo. Ni tú mismo pensabas que podías llegar tan lejos.

VIRGO Te pegarás un montón de semanas en casa por una pandemia global muy chunga y leerás una revista on-line que ha hecho una gente muy guay. ¿A que somos buenos, eh?

LIBRA Dispara al acordeonista.

ESCORPIO Siempre dijiste que cuando tuvieras tiempo ordenarías el trastero, limpiarías la campana y montarías esa estantería. Mentiroso.

OFIUCO Tranquilo, esa tos es de

fumar, no te agobies. Tú haz vida normal, no pasa nada. La gente es una exagerada.

SAGITARIO ¿Agobiada de tener a los niños todo el día en casa? Agobiados están ellos de tenerte todo el día encima.

Pobrecillos, no te extrañe que en cuanto puedan se va yan de intercambio a Nueva Zelanda y se metan en una tribu aborigen.

CAPRICORNIO La vida es un río de mierda. Deja de nadar a contracorriente. Busca un buen trozo de mierda seca, súbete a él e intenta ser feliz flotando a la deriva en el caos diarreico.

ACUARIO Esos stories que subes a instagram dando consejos de salud y ánimos lo único que consiguen es minar aún más la moral de la peña.

PISCIS Mi queridísima piscis, adivina quién está embarazada.

Laura

38 CRUCIGRAMA Demuestre su denominación de origen descubriendo estos navarrismos ¿Lo qué? vocablos navarros

39 SUDOKUS para que entrenes tu mente

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Bigote y PERILLA

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! ! !

A H C E F A V E ¡¡¡NU E R B M E I T P E S 19