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En la productividad estaría la clave

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En medio de un panorama difícil para la economía mundial, las empresas les apuntan a la mejora productiva y a una mayor eficiencia para no sufrir tan fuertemente el impacto que ocasionan los altos precios de los hidrocarburos y sus derivados.

En los últimos años, la influencia del alto costo del barril del petróleo ha ocasionado que las materias primas y diversos insumos se disparen, lo que se ha hecho sentir en el desarrollo y la productividad diaria de diversas empresas a nivel mundial.

No es para menos, con una escalada en los precios que no parece encontrar un tope, el mundo se enfrenta a cambios cruciales en la forma de hacer y desarrollar los negocios y el comercio internacional.

De acuerdo con un informe realizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la situación mundial es difícil y el crecimiento global seguirá sufriendo una desaceleración significativa en lo que resta del año. Aunque se prevé una recuperación paulatina para el 2009, para este año la economía global se encuentra atrapada entre una abrupta desaceleración de la demanda en muchas naciones desarrolladas y un nivel creciente de inflación, especialmente en las economías emergentes.

Así es el panorama que se vive en la actualidad, donde los altos precios del combustible, de insumos derivados, de alimentos, de una mayor producción de biocombustibles y de una crisis inmobiliaria en los EE.UU. que trasciende fronteras, obligan a ser más cautelosos en todos los sectores productivos de la economía global.

Según especialistas del FMI, la desaceleración, la inflación y un incremento de los precios de los alimentos así como del combustible están ocasionando un verdadero desafío a nivel mundial.

Situaciones adversas

El alza de precios de los alimentos constituye un reto cada vez mayor para las políticas públicas de los países de ingreso medio y bajo de la región.

Datos del Banco Mundial señalan que entre marzo de 2006 y marzo de 2008, el Índice Internacional de Precios de los Alimentos casi se duplicó en términos nominales, con un aumento del 82 por ciento.

Y es que tras la actual inflación en el precio de los alimentos, se esconde un cambio fundamental en la oferta y la demanda mundiales debido a la mayor producción de

biocombustibles, el alza del precio de la energía, el mayor consumo de alimentos en los mercados emergentes y el cambio climático.

Para especialistas de esta entidad, se debe aceptar que los alimentos tendrán precios más altos de ahora en adelante.

La inflación en el precio de los alimentos se ha incrementado en toda la región de América Latina y el Caribe, hecho que sin duda afecta a ambos sectores, importadores como exportadores.

La carestía de los alimentos tiene un impacto directo en la inflación general registrada en la mayoría de los países, porque el índice de precios al consumidor pondera fuertemente el costo de los alimentos.

En criterio del Banco Mundial, las políticas en torno a los biocombustibles que se adoptan en los países desarrollados son otro desencadenante. Se estima que la producción de etanol consumirá el 30 por ciento de los cultivos de maíz de EE.UU. en el 2010.

Sectores opinan

En el caso de la industria corrugadora, tanto fabricantes como proveedores han tenido que voltear su mirada a nuevos mecanismos para mejorar sus tiempos productivos y su eficiencia.

Aunque existe una preocupación, el sector está consciente de que la productividad puede ser un punto de mejora en la eficiencia de sus procesos productivos.

Así opina Miguel Talamantes, Director Comercial de Tintas Líquidas de la empresa Tintas Sánchez, para quien el principal reto del sector corrugador es mantenerse ante las necesidades del mercado con una mentalidad proactiva más que reactiva. Para él, un gran aporte es, sin duda, las actividades como la pasada Convención de ACCCSA, donde de alguna manera todos los mercados se enteran sobre qué está pasando con las nuevas maquinarias, con los nuevos sistemas de calidad y los de software para el aprovechamiento más eficiente de las herramientas. Por lo que todos los fabricantes de equipo, de papel, los de adhesivos y los de tintas tenemos que trabajar en conjunto con los corrugadores para que nuestras empresas sigan creciendo mediante la calidad y la seguridad.

En el caso del Ing. Ramón Álvarez, Gerente de Desarrollo Industrial de Papelera Nacional de Guayaquil, Ecuador, es difícil neutralizar los precios altos porque los químicos están siendo afectados y los aditivos químicos están sufriendo un aumento en el precio. En su caso, usan como materia prima la fibra obtenida a partir de reciclaje y recortes; están maximizando la re-

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colección nacional y el déficit lo cubren con material traído de EE.UU., así como de Centroamérica.

“Por lo demás, nuestra lucha está en mejorar la producción disminuyendo los tiempos improductivos, mejorando la calidad de nuestros productos y creo que esta es una manera efectiva de ayudar a nuestro país en la problemática que está afectando el incremento de los precios en los combustibles”, menciona Álvarez.

Para él, es importante considerar la mejora en la tecnificación de las máquinas; las empresas deben adquirir equipos de mayor tecnología que permitan realmente reducir los costos de producción.

Por otro lado, es necesaria la sistematización de los diferentes procesos de producción. Los equipos de última tecnología que están en el mundo, principalmente en Europa, no están en esta parte de América, donde la mayoría de las empresas tiene equipos de bajo rendimiento. “En nuestro caso, estamos mejorando el sistema de prensas, que se está renovando y estamos instalando equipos de primer orden con lo cual vamos a tener un mayor rendimiento. Esto es extraer más agua antes de entrar al secado, por ende hacer más papel con la misma cantidad de producción de vapor, con lo cual no requerimos aumentar o incrementar las calderas”, apunta.

Obstáculos y soluciones En el caso de Miguel Talamantes, el mayor problema para ellos es que muchas de las materias primas como las resinas son subproductos o derivados del petróleo, tomando en consideración que hace un año o año y medio el petróleo costaba $60 ó $70 el barril y ahora está en 130 ó 140, y según dicen puede llegar hasta $200. Entonces, en los últimos dos meses esa situación ha repercutido en el incremento de las resinas, y son aumentos que están moviendo entre un 15 y un 20 por ciento el costo de la materia prima que a su vez va a afectar sobre un 8 ó 12 por ciento el precio final de las tintas.

Desde el punto de vista de combustibles energéticos, sí está afectando la situación de los fletes pues el litro de gasolina ha subido cerca de un 30 por ciento, por lo que todo el proceso de logística se incrementa también.

Por su parte, Daniel Knoll, vendedor técnico de Albany International, Tecidos Técnicos Ltda. de Brasil, afirma que uno de los mecanismos por el que puede optar el sector corrugador para enfrentar el constante incremento de los

hidrocarburos es lograr un cambio en los horarios de manufactura en sus plantas para uno que no sea en hora pico (horarios de alto consumo), para así obtener mejores resultados en el uso de los recursos y procesos, invirtiendo también en la optimización de procesos y productos con el menor costo posible.

Otro de los especialistas consultados fue Marco Juárez, Gerente de Territorio de Michelman, México, para quien definitivamente les ha impactado el alto precio de los hidrocarburos. “En estos momentos hacemos un análisis de los productos que tenemos para determinar cuáles se ven afectados, cómo podemos tratar de mantener los costos y estamos buscando también el desarrollo de productos sustitutos con nuevos materiales o con materiales que no sean tan costosos. De manera que el principal reto a seguir ante el incremento de las materias primas, es aumentar la productividad en las plantas para buscar mayor rapidez y eficiencia en el uso de los recursos, principalmente”.

Materias primas

Por su parte, José Miguel Guibert, Director General de TIRUÑA, España, señala que aunque no se han visto afectados en el ámbito energético, sí ha ocurrido con las materias primas. El acero ha subido mucho en poco tiempo este año, un 15 por ciento; el año pasado aumentó 43%

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y, así como los fabricantes de cajas de cartones, que no pueden trasladar el incremento de papel al precio de la caja, tampoco pueden ellos trasladar el incremento del acero al precio del rodillo final, menciona Guibert.

Asimismo, afirma que existe un gran reto respecto del índice de productividad porque cada vez hay más oferta de cartón y en Europa cada día se está consumiendo menos. El año pasado el crecimiento fue muy bajo y este año se están dando índices negativos por la crisis que hay en ese continente, por lo que entonces se va a tener que producir mejor y más barato.

Por su parte, el Ing. Alejandro Loases, de SICSA, Uruguay, considera que si bien existe una inversión muy directa en el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan el uso de generadores de vapor, biomasa (residuos de la agricultura), también se están evaluando alternativas como el uso de leña o residuos de la industria forestal para usar como energía renovable y con esto conseguir la reducción o eliminación del combustible a base de petróleo. “Esto requiere algún tiempo, pero es una medida que tenemos prevista en nuestra empresa”, señala.

Además, sostiene que los corrugadores deben apuntar a diferenciarse, como bien lo destacaron algunos de los conferencistas en la pasada Convención. Es importante contar con tecnologías que nos permitan lograr este objetivo. Los suministradores pueden apoyar con productos que permitan lograr, por ejemplo, mejor calidad de impresión o impresiones excelentes al alcance de un mayor número de fabricantes. “Me parece que este puede ser un primer paso para mejorar la calidad de los productos en nuestras empresas”, indica.

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