Amaltea Revista literaria
IES San Diego de Alcalá
Número4
Prólogo
Eslanieveunelementoinvernalquecongelaelmundoenelmesde enero.Unmeslento,paciente,reflexivo,quesecuelaenlamemoriade loscorazonesgastadosdediciembre,delrecuerdodelañofinito,dela proyeccióndelañoquecomienza.Elinicioinvernalessiempreuna sonatalentaque,unidaalfrío,nosinvitaalareflexiónyalsosiego.Pero lanieveavecesquedasoloenlaimaginación,comolosversosdeE.E. Cummings:“comocuandoelcorazóndeestaflorimagina/lanieve, cuidadosamente,descendiendopordoquier”.Estaflor,queeselnuevo númerodeAmaltea,haimaginadoesanieve,desdeestasislascálidasen lasquenace.Peronolaechaenfalta,sinoquelausacomolafantasíaque ensanchalavida,únicofinrealdelaliteratura.
Esunhonorverpublicadoslostextosquesiguen,porquenacende estudiantesydocentesconunasensibilidadpaciente,quehansabidover lanieveenlaeternidaddelalava.Además,inauguramosunanueva sección,titulada“Llagasenlaboca”,quepretendeencenderhoguerasde reflexiónenestepaisajeinvernalqueaconteceenestaspáginas.Así, nuestrohogarquedalistoparaquetú,lector,lectora,entresdentroconla pazquedaunacasaquesesientepropia.
NoquedamásqueagradecerlaimplicacióndelalumnadodelIESSan Diego,delprofesoradoquetambiénhadejadoaquísustextos,delos artistasquehanentregadosusilustraciones.Estarevistanoseríaposible sinsusmanostrabajando,creandomundosyllagas.Esasmanos,queson lasdelaartesanía,manospequeñasperoinmensamentecapacesdecrear belleza,sonlasmismasdeCummings:“Nadie,nisiquieralalluvia/tiene manostanpequeñas”.Nisiquieraelinvierno.
LLAGAS EN LA BOCA
A quien me ha escrito:
Ayer, al levantarme, leí su escrito. Si me pregunta por su escritura, he de decirle, en primer lugar, que en la oralidad los poetas analfabetos crearon cientos de poemas, perdidos para siempre, pero grandes obras literarias. Los romanceros, los tocadores, los improvisadores, el punto cubano, las coplas majoreras... reunidos, bebiendo, tocando... todo un mundo literario detrás de esos grandes poetas... y, por supuesto, las mujeres, las grandes narradoras de todas las épocas, reunidas cosiendo… tejiendo historias, hilando versos…
Juan Ramón Jiménez, García Márquez, Marcel Proust, Gertrude Stein, Jerzy Andrzejewski, Scott Fitzgerald, Jane Austen, Willian B. Yeats, Edison, Da Vinci, Einstein, Hemingway... todos escribieron con faltas de ortografía… y luego, nosotras, nosotros, enseñando, grabando en su impronta que nadie es artista en su lengua, provocando llagas en la boca… para que dejen de hablar, dejen de escribir... matando su inspiración creadora.
Y no me entienda usted mal, la norma se creó para ayudarnos a comunicar, solo que la inspiración creadora no puede ser esclava de la escritura y la escritura no puede ser esclava de sus propias leyes. La primera clase que recibí en filología fue “el objetivo del lenguaje es la comunicación” , grabado a fuego, pues la musa nunca le cantó a Homero con reglas ortográficas.
Por eso, me gustaría, parafraseando a Andrés Bello, decirle que si el próximo mes me escribe sin falta, no se tome ese trabajo. ¡Escríbame como siempre!
Alicia Negrín Molina
MORS TUA, VITA MEA
Los campos de flores estaban empapados de sangre. El suelo, teñido rojo estaba
Los muertos yacían en la tierra, sus hoyos vidriosos como lagos de lágrimas plantados en sus caras.
El prado estaba en ruinas, un fantasma de su antiguo ser.
Los cráteres esparcidos, el humo se arrasraba al cielo tintado de un suave naranja.
Con el tiempo regresaría su belleza como una inundación
Los cuerpos se erosionarían y no dejarían nada más que hueso.
Los huesos salpicarían el campo, monumentos silenciosos a la muerte
Y a su alrededor crecerían las plantas, los cuervos anidarían entre las cuevas de las costillas. De esas muertes derrochadoras, la vida florecería
Los hombres de la antigüedad miraron a los cielos de la antigüedad Los cielos cubiertos de estrellas les miraron de vuelta.
La luna era una observadora silenciosa
Fue testigo de la vida
Los hombres del futuro cegaron los cielos del hoy Con luces mecánicas y vuelos a toda velocidad
La luna es la única que quedaba, la observadora silenciosa fue testigo de la muerte
Lloraba silenciosamente cada noche por sus hermanas, las estrellas Ahora están muertas y nosotros las hemos matado.
Las reemplazamos con cáscaras vacías de luz innatural.
Somos los asesinos, destructores de la vida. Acabadores de las estrellas.
La luna está llorando y nosotros tenemos la culpa
Hyacintus
GUIRI’S REVOLUTION
(Aula escolar con profesor y alumnos dentro, dando clase La puerta está cerrada. Un infiltrado de la Guiri’ s Revolution, que está en el aula, se levanta de la silla de forma brusca Señala con el dedo índice a los presentes, con cara seria, y estalla en risas a continuación. Suena THE IMPERIAL MARCH. Entran los guardias, abriendo bruscamente la puerta. Llevan espadas láser apagadas, un traje completamente negro, gafas de sol, un auricular en la oreja y en los pies unas cholas blancas. Inspeccionan la clase, con semblante serio. Cogen algún móvil y fingen echarse una foto. Tras inspeccionar toda el aula, se ponen a ambos lados de la puerta, con las espadas en cruz).
Guardia 1: (alzando la voz) ¡Todo el mundo en pie! ¡Silencio!
Guardia 2: (con un tono autoritario) Muestren reverencia a Miss Green, líder suprema de la Guiri’ s Revolution
(Los guardias abren paso Entra Miss Green seguida de los turistas, que llevan cámaras de fotos y se echan selfies con los estudiantes. Miss Green pide silencio. Queda quieta, callada, mirando a todo el mundo. El silencio prolongado tensiona la escena. Miss Green tranquiliza al profesor con excelentes modales).
Miss Green: (al profesor, con ironía y una falsa sonrisa) No se preocupe, todo irá bien. (Se dirige al resto de estudiantes) Buenos días, ladies and gentlemen. Les pido, please, guarden silencio Hemos tomado la clase, pero les aseguro que esto solo les puede beneficiar, no pongan esas faces, lo cierto es que, como dijo Cavafis, los Bárbaros son una cierta solución Pero no quiero ponerme petulante Hemos triunfado en la que hemos querido llamar la Guiri’ s Revolution. Venimos desde United Kingdom con nuestra querida reina, que no estaba muerta, a tomar la isla. Ahora este lugar se llamará Nueva Bacon, tomaremos sus lindas tortillas de papas y las combinaremos con deliciosos fish and chips, convertiremos el Cabildo en un todo incluido… Pero… un momento. ¿Y esta habitación tan horripilante? ¡Turistas, cambien las mesas!
(Los turistas levantan a los estudiantes y los ponen en el suelo, ponen todas las mesas a los lados y dejan tres mesas juntas en el fondo de la clase).
Miss green: muchas thank yous, tourists. Ahora esto sí parece una tradicional sala de té. Se habrán sorprendido de que les haya confesado que nuestra querida reina is not dead. I guess están deseando conocerla. ¡Pues están de suerte! Tendrán la oportunity de verla ahora. Ella ha venido a hacer oficial esta Guiri’ s Revolution. Pero más les vale guardar respect. Aunque… un momento, ¿dónde están los músicos de la escuela? Oh, holly moully. Hey siri, pon el himno real (suena, erróneamente, otra canción) ¿Pero qué es esta música tan horripilante? Hey Siri, no seas estúpida, ¡que suene la Guiri’ s Revolution!
(Suena Revolution, de The Beatles. Entra el Osito Paddington con un sándwich en una mano y una alfombra roja en la otra Lleva un sombrero y camina agachado Desenrolla la alfombra real. Se tropieza y se cae, la música para. Se levanta, se quita el polvo de la ropa. Da la entrada a la reina).
Osito Paddy: Uf, casi me descalabro. Bueno… eh… ¿qué iba a decir yo? Hola, soy el Osito Paddington, un héroe infantil en nuestra querida Inglaterra. Fui rescatado en una vieja y gris estación londinense, pero me encanta vuestra tierra de soleados cielos Ah, se me olvidaba, vengo a dar paso a mi bestie, la reina Isabel, Queen Elizabeth.
(Se quita el sombrero, suena Killer Queen, de Queen. El infiltrado ha preparado los papeles para firmar la revolución, en las tres mesas de fondo Entra la reina muy seria, imponiendo autoridad, pero bastante anciana. Camina apoyada en el Osito Paddington. Se acerca lentamente a la mesa y firma el documento. Cuando ha firmado, Miss Green interviene).
Miss Green: perfect, el infiltrado ha cumplido con su misión. Ya no nos hará falta. (dando palmas) ¡Guardias!
(Los guardias llegan e inmovilizan al infiltrado Le dan una espada láser a la reina y esta lo mata. Un turista abre los ojos asombrado y entra en cólera. Los demás lo siguen)
Turista 1: ¡Traidores! ¿Es que no se dan cuenta? Han matado a uno de los nuestros.
Turista 2: ¿A qué destinos absurdos nos llevará esta revolución? ¿Dónde queda la cordura? Pronto nos cortarán a todos la cabeza ¡Pero sacaremos la guillotina, como Robespiere!
Miss Green: Pero qué hacen todos, esto es por una buena causa, queridos.
Turista 3: ¡Mientes! Me haces daño y luego te arrepientes. ¡Lier, shut up amd be quiet!
Turista 4: ¡Sí! Esto ha llegado al límite. Esto será como con Lenin en la Revolución del 17. ¡Ya está aquí la guerra!
(Se inicia una fuerte discusión entre miss green y los turistas, que poco a poco se va convirtiendo en una serie de gritos incomprensibles. La plática termina con un fuerte grito al unísono: “¡TEA TIME!” Suena Traitor, de Olivia Rodrigo. Ahora todo sucede a cámara lenta. Los turistas comienzan a lanzar bolsas de té, primero a la reina, a Miss Green y al Osito Paddington, y luego a todo el mundo. La reina, Miss Green y el Osito Paddington se esconden debajo de la mesa, mientras comen un sándwich, asustadas Los turistas continúan lanzando bolsas de té y expresando corporalmente la decepción de la traición, la impotencia. Quedan petrificados en una posición de cansancio).
TELÓN
Alumnado de 1º de Bachillerato. Artes Escénicas.
LABEL-M4nno
(Gasto en sushi, en carne a la piedra y botella whisky Label
No me gusta gastarlo en Gucci ni Prada ni en otras mierdas materiales
O en babys artificiales que solo quieren beber champaña
Valen menos que bolívares y mira que estamos en España)
Es otro día más, conviviendo con la adicción
If I like the product, par de llamadas hago con my phone
Para que salga rentable necesito que me baje par de puntos
Cuando saque el benefice, lo doblo para meterlo todo junto
Quiero llegar a la cima con Kaizem metiéndole el turbo en el BMW
Que lo que importe sea solo grabar, ah, lo demás nos la sude Los problemas los dejamos atrás, soy otros quizás? Hice lo que pude
Pero se que llegaremos a más, TM so fast, subimos a las nubes
Ga-Gasto en sushi, en carne a la piedra y botella whisky Label
No me gusta gastarlo en Gucci ni Prada ni en otras mierdas materiales
O en babys artificiales que solo quieren beber champaña
Valen menos que bolívares y mira que estamos en España
Si me dices que está a 1,9 te doy la mano buen trato broda
Cuando huelo el shh mi mente una calculadora
Me la quie- me la quiero llevar toda
Es mejor que ni nos compares nosotros somos de la Coca-Cola y tu puta marca blanca soda
Escucha aquí
Escucha aquí
Broski vigila con quien anda anda
Devi stare attento alla bamba bamba
Tu non appartieni alla banda banda
0 publi ni propaganda
Cómprame el verde exento de IGIC
Viene de Cali lo movemos en Fiji
Volo first class, Notredam Parigi
Sin truco de magia Budapest Houdini
Se creen que lo hago enserio me duele el pecho no me hagas reír
El frío se siente estamos bajo 0 pero encapuchado me los fumo en un free Caliento estoy que me quito el sombrero
No vayas de que tu sales del ghetto
Es mejor que tu seas sincero
È vero frate tu non fare un mistero
Ga-Gasto en sushi, en carne a la piedra y botella whisky Label
No me gusta gastarlo en Gucci ni Prada ni en otras mierdas materiales
O en babys artificiales que solo quieren beber champaña
Valen menos que bolívares y mira que estamos en España
Y donde estoy ? No lo sé solo quiero escapar
Muchos opps en la red solo hablan de más
Productores que no saben que es grabar
Con M4 estoy blessed no nos pueden parar
No hay na que hacer
Y aunque lo haya ustedes no pueden (no pueden)
Dudo que alcancen este level
Ni le rozan a mi click
Solo colabo por benefits
Creo que eres productor
O eso dice tu perfil
Gasto en sushi, en carne a la piedra y botella whisky Label
No me gusta gastarlo ni en Gucci ni en Prada ni en otras mierdas materiales
O en babys artificiales que solo quieren champaña
Valen menos que bolívares y mira que estamos en España
Gasto en sushi, en carne a la piedra y botella whisky Label
No me gusta gastarlo en Gucci ni Prada ni en otras mierdas materiales
O en babys artificiales que solo quieren beber champaña
Valen menos que bolívares y mira que estamos en España
M4 bitch
Ya ya ya ya Kaizem suena así
Kaizem suena así
Con TM en el beat ya na
Escucha aquí
Noches de otoño
Fue aquella noche. Lo sabía, sabía que ya no era yo. Sentía vacío, miedos, incertidumbre, nada era igual. Ya no quedaban fuerzas para seguir.
Así día tras días, sin querer salir.
Todo parecía extraño, como si el mundo, de repente, se hubiese colapsado.
Mis lágrimas caían, los ojos picaban, trátame con cuidado. Quiero sentirme querida, amada.
Pero, en ese desván, una voz apareció e hizo que algo se encendiera en mí.
Ahí entendí que tenía que luchar contra mi mente, era más fuerte de lo que pensaba.
No fue fácil, ni lo está siendo. Pero no dejo de creer en mí, apuesto por mí, una y otra vez.
Sabía que llegaría. Lo sabía.
Mar
Quisiera ser
Ardo en la incapacidad de poder ser. Ardo tal y como arde el lino al mantener estrecho y escaso contacto con el fuego. Soy lino contra el fuego queriendo ser pájaro en el aire, pues quisiera tener un camino tan expedito como el de cualquiera de ellos.
Quisiera experimentar el aire. Digo quisiera porque únicamente ardo en la injusticia del brío ajeno e injustamente el fuego solo se encarga de su ocupación, inflamar todo aquello que se entromete en su camino, por lo que si mi destino finalmente era de este modo arder, siquiera aspiro a la capacidad de poder, al fin y al cabo, ser lana.
DAI
Unrecipientehueco
Como el veneno de un insecto que emponzoña lentamente el músculo, un escalofrío le fue recorriendo el cuerpo, desde los pies hasta el coxis, dejando un frío en su interior que hizo que la mujer del pelo negro, con abundantes lunares en la cara, se preguntara si los fantasmas de la murria no le habrían echado encima algo así como un marasmo ciego Se dice que estos fantasmas poseían lentamente el alma de sus víctimas a base de pensamientos fatuos y súbitos llantos incontrolados en medio de las rutinas más ingenuas, lo había estado leyendo en algunas novelas de terror. La mujer de los lunares solía llenar de flores su jardín. Aquel día, y de un momento a otro, mientras regaba, la víctima comenzó a llorar desconsoladamente sin un motivo definido, dejando olvidadas sus macetas y quehaceres tirados sobre el suelo. Estos arrebatos se vinieron repitiendo con asiduidad durante los días siguientes, acompañados con un malestar general que se acabó por sodomizar en la boca del estómago Al principio, la mujer de los lunares acudió desesperada al especialista alegando que tenía un nosequé por dentro, que no podía concentrarse, ni mantenerse apenas en pie, ni mirarse en los espejos, que le dolían cada uno de los latidos, que le dolía ella misma, que no entendía por qué le dolía también al respirar, que esto era imposible, que se había olvidado de muchas palabras porque ya no se las creía, que se le atragantaba el decir, el pensar, el hacer; que los verbos ahora le parecían cobardes.
Una noche, la mujer de los lunares en la cara sintió como en su estómago se abría una pequeña grieta que poco a poco fue creciendo hasta ser un agujero. Acostada boca arriba en su cama, llevó sus manos con sumo cuidado al vientre y empezó a respirar lento, aspirando y expirando parsimoniosamente, sintiendo como sus pulmones se inflaban para después relajarse. Con los ojos cerrados y la mente concentrada en la herida, experimentó un siniestro vacío en su interior, como si su cuerpo fuese un recipiente hueco. Hundió con fuerza sus dedos sobre la barriga, pero estos intentos desesperados fueron inútiles: no sentía absolutamente nada, no escuchaba el más mínimo borborigmo. Se levantó precipitademente a beber un poco de agua, y entonces se preguntó si el agua caería por el agujero -perdiéndose para siempre o filtrándose hacia lugares insospechados- o si por el contrario el agujero no afectaría al tránsito general de la bebida y los alimentos y estos conseguirían llegar hercúleamente a los intestinos Al día siguiente apenas comía, pues el agujero le había quitado el apetito.
Para su sorpresa, sus evacuaciones al baño eran recurrentes e incomodamente imprevisibles; de un momento a otro debía acudir en allegro paso al retrete para desprenderse de sus fétidos pero tímidos residuos. En las últimas semanas, la mujer del pelo negro se había sometido a algunas analíticas, pero, dadas las circunstancias, decidió volver a consultar el asunto con su médico de confianza, al que le confesó que sentía, literalmente, un gran vacío en el estómago. Al principio, estos designios fueron considerados como síntomas notorios de un llamado “mal del hambre” a causa de un fuerte estrés postraumático; la paciente había estado sin duda sometida a complicadas situaciones personales que le habían llevado a desarrollar un lamentable estado de nervios psicosomático, por lo que fue inmediatamente derivada a psiquiatría. En una de las sesiones, el terapeuta de gafas grandes y entradas prominentes quiso explicarle que tal vacío estomacal era en realidad un vacío existencial, y que para revertirlo era conveniente apostar por hábitos de vida autenticamente apolíneos.
Sin embargo, las charlotadas del terapeuta fueron interrumpidas súbitamente aquel día por el médico de cabecera, quien irrumpió en la sala con el sudor frío cayendo de su frente y sujetando con sus grandes manos los últimos resultados de los informes obtenidos en las pruebas TAC. Los rayos X mostraban de forma clara un agujero de proporciones considerables descuadrando las paredes del estómago, amenazando con la sangre y las entrañas, perfectamente estropeadas ahora por un abismo ennegrecido. El doctor puso cara de asombro y confirmó lo que ya sabíamos: que esta pobre mujer tenía lunares en el rostro y un inmenso agujero en el estómago. Desde entonces, la de los lunareas pasó a ser la mujer del agujero en el estómago y fue derivada inmdiatamente al área de medicina digestiva, ante la estupefacción de los terapeutas. A los comentarios de perplejidad y las entrevistas clínicas, se sumaron también inumerables palpitaciones abdominales, ecografías, manometrías, gastroscopias y colonoscopias. En todas las pruebas se evidenciaba la herida circular, pero en ninguna se pudo dislumbrar si quiera la naturaleza de la errata. Algunos expertos proponían cerrar el agujero, alegando que este era culpable del letargo de la paciente; otros sin embargo, mucho más escépticos, alegaban que eso era una locura, que no se podía vivir con agujeros en el estómago, que eso era científicamente imposible, que aquello era negligencia y que tales males no eran antaómicos, sino metafísicos.
Ante la maraña de hilos ensamblada por doctores y anomalías, se decidió recopilar, en la medida de lo posible, algunos testimonios de allegados cercanos a la víctima, que habrían estado en contacto con ella desde la noche del angustioso y maquiavélico boquete; «tal vez hayan observado ustedes cambios importantes en la actitud o en la conducta habitual de esta mujer en los últimos meses», preguntaba una y otra vez el doctor. «Pues la verdad es que no hemos visto nada raro, además de tener un agujero en el estomago, cosa que ya nos pareció rara desde el principio», respondían los interlocutores. En general, todas las entrevistas fueron inocuas, excepto por un episodio mencionado por la madre de la mujer del agujero en el estómago: «una noche me quedé a dormir con ella porque me tenía muy preocupada. La notaba demasiado nerviosa, hablaba muy deprisa y a veces se quedaba un largo rato mirando por la ventana con la mirada perdida, como si esperase algo o alguien. Cuando le pregunté que qué pasaba, ella simplemente estalló en carcajadas y dijo que se estaba rompiendo, que si no lo veía con claridad. Traté de hablar con ella, de preguntarle si le había pasado algo recientemente, que cuando empezó todo esto, pero ella apenas me escuchaba. A la mañana siguiente me desperté de madrugada poque hacía mucho calor, así que fui a su habitación a ver si dormía, pero para mi sorpresa no estaba allí La busqué por toda la casa y encontré que la puerta del baño estaba cerrada por dentro, llamé con los nudillos para preguntarle si necesitaba algo, y solo pude oír el sonido de su risa desde dentro, seguida de susurros y de una especie de tarareo melódico que nunca había escuchado antes. Cuando salió, iba envuelta en una toalla pero no parecía haberse bañado, me dijo que la ropa era una cabronada ilustrada y que ojalá pudiese ir siempre en cueros, siempre descalza sobre la tierra seca y fría. Al día siguiente, sobre la hora de la cena, volví a pasarme por allí, pero ya no estaba. No sé donde ha podido ir. No he vuelto a saber de ella». Los investigadores preguntaron entonces que desde cuando andaba perdida, y la madre confesó que desde hacía al menos dos días, por lo que, tras varias llamadas y algunas comprobaciones importantes, se pudo determinar que, en efecto, la mujer del agujero en el estómago había desaparecido.
Los posteriores intentos por encontrarla fueron totalmente inútiles para expertos y aficionados, puesto que, como ya se sabe, la mujer de los lunares, la que tuvo un agujero en el estómago, había sido acariciada, durante una noche cualquiera, por los mal llamados fantasmas de la murria. Algunos vecinos afirman haberla visto correteando por las calles, a veces escondida en inhóspitos rincones sedientos de monstruos, a veces reflejada en los espejos de los hombres, a veces allí donde habitan las pequeñas hormigas cansadas de trabajar sin descanso, a veces también vagando junto a otras mujeres; otros, alegan haberla vista incluso sobrevolando los cielos. En cualquier caso, es de suponer que en esa noche nublada, su cuerpo, amorfo ante los ojos de los hombres, se hallaba vagando desnudo y sin rumbo sobre los campos vacíos de sus troncos, derrumbando las razones del universo, cuando el agujero empezó a abrirse a cada paso, creciendo en su interior; entonces su piel se iba volviendo diáfana, poco a poco su figura iba desapareciendo, el agujero le ganaba centímetro a centímetro, desvaneciendo la materia viva en el aire. Al cabo de un instante, la mujer del agujero en el estómago pasó a ser la mujer invisible, y mientras paseaba por caminos áridos, se dio cuenta de que más que campo, su mundo era un desierto, de tantos días sin lloverse, de tanta vida esfumada sin rebelarse Al fin y al cabo, se dijo, las crisis existenciales son así, eso había leído sin duda en algunas novelas de terror: uno nunca sabe si las flores crecen hacia arriba huyendo de la tierra o porque quieren tocar el sol.
Miriam Fernández González Profesora de Lengua Castellana y Literatura
Edición:
AliciaNegrínMolina
JuanJesúsDarias
MarcosGarcíaPérez
IsabelAlmeidaGarcía
Agradecimientos:
AlalumnadodeFotografíade2ºdeBachillerato
AlalumnadodeArtesPlásticas
Alprofesoradoparticipante
Alosautoresyautorasdelostextoseilustraciones