ALAPÁS (ed. VI)

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6ta Edición

NÚMERO DEDICADO A LA VIOLENCIA SEXUAL Artículos en esta edición: Manejo del duelo por muerte repentina e intervención con los sobrevivientes Nircia Del Rosario Meléndez

Violencia sexual y tecnología Isamar Vega

Masculinidades y la “Violencia basada en lo Sexual y el Género” Jafeth Murga Cofresí

Violencia sexual: es PREVENIBLE Dra. Rebecca Ward


ALAPÁS: LA REVISTA Alianza Laura Aponte por la Paz Social, Inc. Edición: 6 Año: 2014 Directora Editorial Anuchka Ramos Ruiz Twitter: @ramos_anu Artista Gráfico Rosimar Fraticelli Correctora Myra Rivera Coproductora de Contenido Rosimar Fraticelli Colaboradores

Nircia Del Rosario Meléndez Isamar Vega Jafeth Murga Cofresí Dra. Rebecca Ward

JUNTA DE DIRECTORES Myra Rivera Torres Presidenta Lcdo. Kevin Rivera-Medina Vicepresidente Margarita Aponte Rivera Tesorera Carmen Rodríguez Secretaria Miguel Ayala Vocal Alianza Laura Aponte por la Paz Social, Inc. Calle Robles # 54, Of. 14 Río Piedras, PR 00925 1-888-631-5528

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Colaboraciones Envíe sus colaboraciones a esta dirección: centrodeayuda@gmail.com en formato Word, un máximo de 2,000 palabras, bibliografía en el final, asegúrese de incluir los enlaces y atribuciones pertinentes, puede incluir imágenes siempre que estas tengan derechos de uso, envíe una breve biografía y foto en resolución de 300 dpi. La Junta Editorial se reserva el derecho de publicación y de hacer correcciones ortográficas o sintácticas.

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Centro de Ayuda ALAPAS Alianza Laura Aponte

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Nada de lo que hagas va a destruirme, porque conozco el sentimiento de lucha que nace desde los pueblos, el fuerte, el verdadero. No puedes acabarnos porque la historia es inmortal, el crecimiento relativo a la experiencia y nos sobra el valor que tiene el que se levanta del suelo tras haber sido empujado por un estĂşpido retazo de viento: Listo para luchar contra lo invisible, listo para llorar por todo este tiempo perdido, para retirarse mĂĄs sabio, invencible. c/1995-1997 Laura Aponte

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Manejo del duelo por muerte repentina e intervención con los sobrevivientes Por Nircia R. Del Rosario Meléndez* La muerte es la culminación del ciclo natural de la vida. Un proceso que todo ser viviente experimentará. A pesar de la naturalidad de la muerte, en la sociedad actual este tema resulta incómodo. Incluso, en muchos, produce temor y negación. Esta postura, en cierta medida, se atribuye a “la revolución de la mortalidad” (Papalia, Wendkos y Duskin, 2010, p. 619). Es decir, en el pasado era común la muerte de un recién nacido, un niño antes de cumplir su primer año de vida, madres en parto, personas que contraían la enfermedad de la época, y así sucesivamente. Por lo que la muerte, usualmente en etapas tempranas, se convertía en un proceso esperado que se experimentaba

con mayor sosiego (Kübler-Ross, 1969; Muñoz (s.f.) y Papalia et al, 2010). En cambio, los avances en la medicina, que incluyen nuevas alternativas de tratamiento para la cura y la prevención de enfermedades antes consideradas mortales, el acceso a servicios médicos, los cambios en los estilos de vida, que han acrecentado los años de existencia de las personas, y la educación han conducido a mayores esperanzas de sobrevivencia (Kübler-Ross, 1969 y Papalia et al, 2010).

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Esto trae como consecuencia el que los seres humanos desarrollen un desprecio por la muerte, principalmente en etapas tempranas y mediana de la vida, y la consideren como un tema que se debe evitar, sepultar y callar. Los constructos creados alrededor de este término dificultan su enfrentamiento, explicación, comprensión y aceptación. El sentimiento de pérdida se le conoce como el duelo. Se puede experimentar duelo en diferentes circunstancias de la vida, pero para términos de este escrito se hará referencia exclusivamente a la muerte. Bowlby (1993) define el duelo como “todos aquellos procesos psicológicos, conscientes e inconscientes, que la pérdida de una persona amada pone en marcha, cualquiera que sea el resultado”. Durante el duelo, en el caso de muerte, se experimenta dolor, frustración, sentimientos de culpa, choque de emociones, aferro al que se queda, se realizan cuestionamientos, entre otros hasta llegar a la aceptación. Kübler-Ross (1969) explica este proceso a través de la Teoría de las Etapas. En esta se propone cinco etapas del duelo: negación o rechazo, que es no aceptar la muerte; ira o coraje, que se entremezcla con tristeza y culpa; negociación, pedir a Dios que le regrese a la vida; depresión, en la que se altera la rutina; y aceptación, se reconoce la muerte y se continúa con el curso de la vida.

Es común que estos sentimientos predominen en los sobrevivientes del familiar fallecido por causa natural, por vejez o por una enfermedad diagnosticada con posibilidad de muerte. Esto aun cuando se tiene el conocimiento de que se nace para morir. Ahora bien, si resulta difícil aceptar la muerte, desde un ámbito de naturalidad, ¿qué sucede cuando la muerte se produce de manera inesperada? ¿Cómo se lidia con este suceso? ¿Se experimenta el mismo duelo que si la causa de muerte hubiese sido otra? ¿Se siente más dolor, más coraje? ¿Y qué pasa si además de inesperada, su causa es de naturalidad violenta, como es el caso de un homicidio, asesinato, accidente o motivos de salud para los que no hubo diagnóstico o se desconoce la causa? Varios autores establecen que el manejo del duelo por muerte repentina o por causa violenta es un proceso que tiende a prolongarse por mayor tiempo en comparación a los demás y que, a su vez, ese retraso en la recuperación de la pérdida puede desencadenar en un duelo complicado o patológico, desarrollando conductas desadaptativas que afectan a la persona en un nivel físico, emocional, mental, social y económico (Cabodevilla 2003, 2007; Gamo & Pazos, 2009; Jacinto, de Barros & Pelloso, 2008; Lindemann, 1944 en Fast, 2003; Meyers et al., 2009). Este duelo, en la mayoría de los casos, es inconcluso.

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Ciertamente, el duelo por muerte repentina tiene un gran impacto en el sistema familiar. Este tipo de duelo resulta perturbador para los familiares que sobreviven por un sinnúmero de razones: Afecta el núcleo familiar. Establece un cambio en la estructura de la familia.  Obliga el desarrollo de nuevas funciones en cada uno de sus miembros.  Puede representar la carencia del cuidador y/o proveedor principal lo que provoca una falta de dirección en el hogar.  En circunstancias no deseadas, puede provocar distanciamiento, sentimientos de culpabilidad o atribución a otros de esta, incomprensión, etcétera entre los que se quedan.  Se compromete el estado físico, psicológico y emocional de la persona que puede afectar el desempeño diario y su rol social.  

Envuelve impotencia, inseguridad del entorno, noción de injusticia, creencia de que media un incumplimiento de otros sistemas como el aparato guberna-

mental –en relación a las muertes violentas–, el de salud –en muerte sin diagnóstico– y el educativo. Además, el irrespeto por parte de la sociedad que no comprende este duelo.

**Foto tomada por: STtefan Neuweger; en Flickr.com, bajo CC.

Cada persona lo experimentará de manera diferente. Algunas se recuperan, otras jamás superarán la pérdida de su ser querido.

En estos casos no media una despedida. No se dio un espacio ni un tiempo para establecer planes en caso de una ausencia (no se piensa que se ausentará), para una distribución de bienes y roles, entre otros. Quedan muchas cosas sin decir. No existe una transición entre la vida y la muerte: un día está presente al otro ausente. Se corta de manera abrupta la conexión con la vida. Se elaboran muchas interrogantes de las cuales se consiguen pocas o ninguna respuesta. La disfuncionalidad en términos físicos, psicológicos y emocionales que un individuo puede presentar afecta la relación familiar y a su vez su interacción con su entorno.

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Parte del dolor que acarrea esta muerte sorpresiva subyace en el pensamiento de que aún le faltaba por vivir. De lo injusto que resulta el dejar irresuelto tantos planes individuales y familiares. Esto es una manifestación del aferrarse a lo que no sucedió. Se llega incluso a pensar egoístamente al cuestionarse el porqué de su partida y el dejarle solo lidiando con cada uno de los sentimientos de los miembros de la familia. En el caso particular de Puerto Rico, estas pérdidas carecen de atención. El estudio de este tema ha sido poco abordado en escenarios académicos y profesionales a nivel internacional y local. Esto hace necesario la creación de conciencia respecto al tema para su desarrollo al considerarse los efectos adversos que produce en el entorno al que perteneció el fenecido. Intervención desde la perspectiva de fortalezas En otros duelos posiblemente no sea necesario buscar ayuda. En este, hay un por ciento mayor de que sí se requiera para tratar de buscar una explicación a la muerte y las razones que la provocaron. Estas circunstancias podrían convertir el duelo en uno complicado o patológico por lo que la familia, como entidad, debe buscar ayuda profesional. “Tratar a la familia como la unidad de cambio” (Saleebey, 2006, p. 214) es el primer paso a elaborar dentro del proceso de intervención desde la perspectiva de fortalezas, la cual según Eimers (s.f.) es

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un sistema en el que se reconoce la autoridad y los recursos que tienen los clientes en referencia a su historia de vida para mejorarla. Dentro de esta perspectiva de fortalezas, se trabajaría específicamente desde la resiliencia que es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo (Saleebey, 2006). Como parte del duelo por muerte repentina se desarrolla un nuevo tipo de hogar, debido a la falta de uno o más de sus miembros lo que lleva a los que quedan al desarrollo de nuevos roles y una nueva identidad como familia. Es por esto que se crea la necesidad de promover la comunicación y la unión entre los sobrevivientes en vías de superar el dolor. La meta es reformar y reparar los vínculos rotos en la familia para que pueda continuar. En vez de, como refiere Saleebey (2006), tomar como algo personal la adversidad y creer que esta será permanente. Se deberá identificar qué tiene para aportar cada uno de los individuos que conformarán esta nueva familia. En otras palabras, las virtudes individuales que llevarán a una mejor experiencia familiar. Barg (2003) expresa que “cada familia se construye como puede; no es un producto ideal sino un producto real con logros y frustraciones” (p.66). Esto permitirá asignar el nuevo rol que desempeñará esta persona en la familia promoviendo su pronta asimilación.


Los tipos de fortalezas pueden variar. Estas pueden ser cualquier atributo, característica, habilidad, don, entre otros. Por ejemplo, ser excelente consejero, hábil para expresar sentimientos, organizar ideas o cosas, promover el diálogo y unión, buen manejo de las finanzas, sentido del humor, luchador, realista entre un sinfín de cosas. Una fortaleza a desarrollar en aquellas familias que no la tengan y reforzar en los que sí es la espiritualidad, el significado de esperanza y de fe para visualizar un mejor mañana. Así, se podría encaminar a entender el propósito del porqué se encuentran en esta situación. A través de estas dos, muchas personas han podido aceptar la voluntad de la vida para recuperarse. Si la familia no responde a los estímulos, en algunos casos, el cambio de ambiente, que compartía con el fallecido, la haría progresar, entre otros. Por otra parte, se requiere educar para crear conciencia en la sociedad sobre este tema y el término de muerte, en general. Asimismo, estimular dentro de esta la creación de redes de apoyo que sirvan para educar y promover las virtudes de los sobrevivientes. La meta es redescubrir lo positivo en cada uno para cerrar capítulos, perdonar y continuar unidos como familia. — *La autora es Estudiante graduada de Trabajo Social Clínico Universidad del Este, Carolina. Además, se encuentra en proceso de recopilación de información de su investigación Manejo del duelo por pérdida repentina por homicidio/asesinato, acci-

Referencias Barg, L. (2003) La familia: una entidad socio-histórica. Los vínculos familiares: reflexiones desde la práctica profesional. (pp. 41-89). Buenos Aires, Argentina: Editorial Espacio. Bowlby, J. (1993). La pérdida afectiva. Barcelona, España: Editorial Paidós. Bowlby, J. (2009). El apego. El apego y la pérdida (volumen I). Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós. Cabodevilla, I. (2007). Las pérdidas y sus duelos. Anales del sistema sanitario de Navarro, 30(3), 163-176. http:// dx.doi.org/10.4321/S1137-66272007000600012 Eimers, L. (s.f.). A Strengths perspective and solution-focused approach to new conversations. Fast, J. (2003). After Columbine: how people mourn sudden death. Social Work, 48(4), 484-491. Recuperado de http:// www.thefreelibrary.com/After+Columbine% 3A+how+people+mourn+sudden+death.-a0110727222 Gamo, E., Pazos, P. (2009). El duelo y las etapas de la vida. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. 29(2). 455-469. http://dx.doi.org/10.4321/S0211-57352009000200011 Jacinto, A., de Barros, M., Pelloso, S. (2008). La muerte de un hijo joven en circunstancias violentas: comprendiendo la vivencia de la madre. Revista Latino-Americana de Enfermagem, 16(3). Recuperado de www.eerp.usp.br/rlae Kübler-Ross, E. (1969). On death and dying. Gran Bretaña: Tavistock Publications Limited. Kübler-Ross, E. (1975). Death: The final stage of growth. New York, New York: Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall. Meyers, K., Golden, R., Peterson, F. & General Editors (2009). The truth about death and dying. [Segunda edición]. Recuperado de la Base de Datos Infobase Ebooks Fulltext. Muñoz, M. (s.f.) La Muerte: toda una vida para enfrentarle. San Juan, Puerto Rico: Bibliográficas. Papalia, D., Wendkos, S. & Duskin, R. (2010) Manejo de la muerte y el duelo. En Desarrollo Humano [11ma. Edición] (pp. 616638). México, D.F.: The McGraw-hill Companies, Inc. Saleebey, D. (2006). Using strengths-based practice to tap the resilience of families. En: Strengths Perspective in Social Work Practice. (pp. 197-220). Boston, Massachusetts: Allyn & Bacon.

dente y muerte súbita. Este estudio cuenta con la aprobación de la Junta para la Protección de Seres Humanos en la Investigación (IRB, en inglés).

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Violencia sexual: es PREVENIBLE Dra. Rebecca Ward Directora Centro de Ayuda a Víctimas de Violación Departamento de Salud

La violencia sexual es un problema mundial de salud pública con secuelas emocionales y físicas para las personas sobrevivientes que también tiene consecuencias para la familia y comunidad en general. Cuando hablamos de salud pública nos referimos no solo a que la violencia afecta la salud de la comunidad, sino que hay que ofrecer servicios directos e involucrar a la comunidad para que participe en los esfuerzos de prevención. El modelo de salud pública plantea que hay que conocer la magnitud del problema, sus factores de riesgo (¿qué aumenta la probabilidad de que ocurra?) y protectivos (¿qué la disminuye?), planificar las intervenciones basadas en las estadísticas y la evidencia, y educar a los profesionales y la comunidad.

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Abril es el mes de la Campaña de Prevención de Violencia Sexual. Con el lema ‹‹Tu voz es nuestro futuro, prevengamos la violencia sexual›› y el símbolo de un lazo color aquamarino el Centro de Ayuda a Víctimas de Violencia (CAVV), con la colaboración de otras instituciones, busca educar sobre la importancia de las relaciones saludables, la sexualidad saludable y la equidad de género: una cuestión de igualdad de derechos. El cambio es posible y las condiciones que afectan la salud son prevenibles. La salud pública tiene varios ejemplos de estos esfuerzo, como: la legislación para utilizar el asiento protector para los bebés y disminuir muertes de tránsito es un ejemplo y el cambio en las normas sociales para disminuir la incidencia de tabaquismo a partir de promoción de la salud y legislación protectora. Así también la violencia de género y la violencia sexual son prevenibles.


¿Cuál es la situación de violencia sexual entre jóvenes en Puerto Rico y otros lugares del mundo?

acto sexual en su contra, sin su consentimiento, en algún momento en sus vidas (YRBS, 2011).

JAMA Pediatrics informa que la violencia sexual es común entre adolescentes. Uno de cada 10 jóvenes acepta haber incurrido en un acto de violencia sexual de acuerdo con el estudio (2013). Las tentativas o actos de agresión sexual fueron reportado por un 4% de los jóvenes entre 14 y 21 años. Por otro lado, la agresión sexual en citas en las mujeres y el abuso sexual en la infancia en los hombres es un factor de riesgo para conducta suicida en la adolescencia. Estos estudios reflejan la importancia de una sexualidad saludable como estrategia de prevención. En Puerto Rico se estima que 12,000 menores entre noveno grado y cuarto año han sido abusados sexualmente, se ha cometido un

Otras estadísticas refieren que: 1 de cada 5 mujeres 1 de cada 71 hombres han sido agredidos sexualmente en algún momento de su vida, (NISVS, 2011).  Más de una cuarta parte de los hombres (el 27.8%) sufrieron su primera agresión sexual cuando tenían 10 años de edad o menos.  Más de una tercera parte (el 35.2%) de las mujeres que fueron agredidas siendo menores de edad, también fueron agredidas de adultas. 6% de las adolescentes en escuela superior informan experiencias de violencia física y sexual por su pareja. 


Violencia sexual y violencia de género como un problema de derechos humanos La igualdad de derechos de las mujeres es una preocupación mundial que se ve reflejada en planes de trabajo internacionales como la Cumbre del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas en el año 2000. El tercer objetivo del Plan promueve “la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de las mujeres”. Desde 1996 la Organización Mundial de la Salud identificó que la violencia contra las mujeres es un problema de salud pública que requiere sistemas de vigilancia, educación y cuyo foco es prevenir la enfermedad y promover la salud. Como estrategia para identificar la incidencia de violencia sexual el programa mantiene un sistema de vigilancia pasiva en las salas de emergencia del país las cuales reportan al CAVV sus registros mensuales. En 2012 los hospitales atendieron 864 casos. Como estrategia de prevención primaria hemos desarrollado un currículo, en colaboración con el Recinto de Ciencias Médicas, para jóvenes de escuela intermedia llamado Mujeres y Hombres Previniendo la Violencia Sexual. Dicho currículo discute lo que es equidad de género, relaciones saludables y rol del espectador en la prevención. El mismo ha sido evaluado por el Centro de Investigación y Evaluación Socio-médica de la Universidad de Puerto Rico. Después de la Segunda Guerra Mundial los países integrantes de las Naciones Unidas

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identificaron que había que tener una carta de derechos para mantener la libertad, la justicia y la paz. Al hacer un análisis comparativo entre las situaciones de violencia contra las mujeres y sus derechos encontramos lo siguiente: 1. El primer derecho humano es la igualdad en dignidad y derechos. Cuando buscamos la definición de dignidad se refiere al derecho a ser respetado (a) y valorado(a) como ser individual y social por el hecho de ser persona. Una persona digna es una persona valiosa. El no ser tratada como tal es una afrenta a la dignidad. Si no tratamos a los demás como personas valiosas e independientes le estamos violentando sus derechos. 2. El tercer derecho es la vida, la libertad y la seguridad de las personas (Feminicidos por VD). El asesinato de mujeres por sus parejas o exparejas es una violación del derecho a la vida. En Puerto Rico muere una mujer cada tres semanas a consecuencia de la violencia doméstica. 3. Derecho a no ser sometida a servidumbre contra el estereotipo del rol sexual de la mujer sumisa ante el hombre agresivo. 4. Derecho a no ser sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes. 5. Derecho a no ser objeto de ataques a su honra y su reputación, en contra del abuso verbal y psicológico. 6. Derecho a la libertad de pensamiento y de opinión. 7. Derecho a vivienda, trabajo y educación.


En resumen, hay un derecho inalienable a vivir sin privaciones, sin opresión y a desarrollar la personalidad individual. Es importante recordar que la gran mayoría de las personas no son agresoras y no se debe estigmatizar a los jóvenes. También es importante atender a los estereotipos del rol sexual y las conductas que normalizan la violencia en la cultura. Los educadores y proveedores de salud deben prestar atención a las señales y llevar a cabo cernimientos que incluyan historial de violencia en los jóvenes para poder orientarlos y referirlos a servicios disponibles. La intervención del espectador en los jóvenes y la educación en las escuelas es clave para la prevención de violencia sexual y el cambio de las normas sociales. Es imperativo incluir a los jóvenes en la discusión de relaciones y sexualidad saludable, promover conocimiento y desarrollar habilidades que les permita tomar las decisiones correctas, influenciar positivamente su comunidad y acudir a personas de confianza para recibir apoyo y orientación cuando lo necesiten.

2) Involucra a tus compañer@s y crea una red de educadores, intercesores, espectadores responsables.

Estrategias para convertirse en agentes de cambio:

Tw i t t e r ( @ d e p t o s a l u d p r #prevencioncavv); Facebook; Instagram

1) Conoce tu poder. Tu voz es influyente y valiosa. Puedes llevar un mensaje a tus compañer@s sobre prevención. Es importante que los adultos y comunidades aprendan de las voces y experiencias de los jóvenes.

3) Asóciate con personas adultas dispuestas a apoyar tus ideas. 4) Conéctate con tu comunidad. Conoce cuáles son los recursos que existen y la población a la que atienten. 5) Busca recursos. Infórmate sobre las distintas modalidades de violencia sexual, para poder identificarlas dentro de la comunidad en la que vives. 6) Asume una posición contra la opresión. Promueve las relaciones saludables y de equidad. 7) Lidera creativamente. Crear nuevas tendencias e ideas para hacer atractivo el mensaje de prevención a los jóvenes. 8) Da un paso a la vez. Sígue al Departamento de Salud de Puerto Rico en: /

Línea de ayuda del CAVV 787-765-2285 www.salud.gov.pr

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Violencia sexual y tecnología Isamar Vega*

La tecnología se ha convertido en un medio facilitador para abrirnos puertas de conocimiento general y de comunicación global, a diario la utilizamos y nos proporciona de unas herramientas poderosas para el quehacer cotidiano. Sin embargo, esta también ha sido mal utilizada para transmitir mensajes e información violenta en videojuegos, conversaciones virtuales y a través de la diseminación de material pornográfico, al que lamentablemente tienen acceso niños y adolescentes. En Puerto Rico y otros lugares del mundo se han utilizado las redes sociales para atacar la dignidad e integridad de personas, tanto a través de mensajes como videos. Recientemente se ha reseñado en los medios de comunicación cómo personajes de la farándula y funcionarios del gobierno se han visto afectados por videos y mensajes en las redes sociales. Cuando se publican fotos o videos no autorizados de personas con poca ropa, desnudos o en una actividad sexual, se lacera

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la integridad del individuo y puede tener consecuencias graves para su vida. Por otro lado, la explotación sexual infantil y la trata humana se han convertido en un dolor de cabeza para las autoridades que velan por la seguridad y bienestar de los individuos y ni hablar de los padres y madres. Según el educador canadiense Bill Belsey, el ciberacoso es el acto de avergonzar, acosar, asechar, humillar o afectar a otra persona utilizando la Internet y que puede producirse por mensajes de texto, correos electrónicos, videojuegos y otro tipo de redes sociales. La violencia sexual también incluye la producción, publicación, acceso y descarga de imágenes sexualmente explicitas de niños. El término “grooming” se utiliza para describir la relación que inicia un adulto con un menor por medio de las redes sociales con el propósito de ejercer control emocional sobre el niño o la niña y cometer un abuso sexual.


No debemos olvidar que si bien la Internet, los móviles de última generación, sistemas de localización GPS y determinados programas informáticos ofrecen a los agresores nuevas vías para el acoso, la humillación y la amenaza hacia sus víctimas, con anonimato para los mismos, las nuevas

tecnologías también pueden ser empleadas para acceder de manera rápida y sencilla a una gran cantidad de información en contra de la violencia (Casado, 2012) Uno de los factores de prevención propuestos para la violencia en general y la violencia sexual es ofrecer orientación acerca de cómo llevar relaciones interpersonales saludables. Uno de los aspectos a tratar en la educación preventiva, está relacionado a la equidad de género, la tolerancia y el justificar a otros por las acciones propias (Pick et al., 2010). El adiestramiento sobre los tipos de violencia que existen y los estilos de comunicación asertiva se han planteado como la primera fase de intervención para un cambio hacia las relaciones interpersonales saludables. La prevención de la violencia en las relaciones de pareja debe iniciarse desde la adolescencia para evitar que se conviertan en la forma de interacción normativa. *Estudiante de la Universidad Carlos Albizu (CAU) Programa Ph.D, en Psicología Clínica con interés en el tema de duelo.

**Foto por Keoni Cabral , En Flickr.com, Bajo CC.

El adulto se hace pasar por un menor y comienza a ganar su confianza, conociendo sus gustos y preferencias. Después le pide su participación en actos de naturaleza sexual por medio del envío de fotos o grabaciones. Si el menor no accede, comienza a chantajearle con revelar “secretos” de su víctima y puede llegar a forzar un encuentro en persona, donde con frecuencia ocurren actos de abuso físico.

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Masculinidades y la “Violencia basada en lo Sexual y el Género” *Por Jafeth Murga Cofresí Al hablar de género se piensa que solo es un término más sofisticado para discutir la diferencia entre hombres y mujeres. Pese a las consabidas divergencias teóricas, las teorías feministas han conceptualizado el género como: “Conjunto de ideas, representaciones prácticas y prescripciones sociales que una cultural desarrolla desde la diferencia anatómica entre los sexos, para simbolizar y construir socialmente lo que es propio de los hombres y lo que es propio de las mujeres” (Lamas, 1999). Este constructo social surge desde una visión androcéntrica, fundamentando la ideología patriarcal, donde el hombre es el protagonista de la esfera pública social. Este representa el poder y para mantener esta hegemonía debe mostrar su masculinidad en todo momento, sin permitirse manifestar sentimientos que mermen el poder masculino. Es por esto que desde una perspectiva de género se intenta analizar las relaciones de poder y de autoridad no solo entre hombres y

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mujeres, sino entre todas las identidades de género subordinadas a la hegemonía masculina. La masculinidad Se define como masculinidad todo aquello que se relaciona con la conducta característica de los hombres en una determinada sociedad o cultura (Tod Sloan y Rubén Jirón, 1999). Este constructo social comienza con la educación en el hogar. Aquí el hombre aprende lo que es propio de lo masculino. No obstante existen varias dimensiones de la masculinidad, donde la hegemónica subordina y devalúa a todo hombre que no cumplan las exigencias. Ramírez y García Toro (2002), describen cuatro dimensiones de la masculinidad hegemónica:


Hipermasculinidad: la exageración de lo “masculino”, tanto en el cuerpo, como en el comportamiento respecto a la rudeza, la violencia, la insensibilidad y la agresividad. Contestataria: las identidades masculinas que retan, cuestionan y rechazan la masculinidad hegemónica. Cómplice: la aceptación y reproducción de la masculinidad hegemónica por aquellos que tienen contacto con la misma pero no la encarnan. Subordinada: dominación heterosexual sobre los homosexuales por medio de la exclusión política y cultural. Considerando la complejidad del concepto se podría suponer que dentro de los grupos subordinados también existen unas dimensiones jerárquicas de poder. Violencia Basada en lo Sexual y el Género (SGBV) La violencia masculina puede ocurrir no solo entre hombre y mujer, sino que puede darse entre otras identidades de género. En este caso solo nos enfocaremos en el menos abordado, la violencia de género entre hombres. Los hombres pueden ser víctimas de SGBV durante crisis humanitarias, sea en los campos de refugiados o los

desplazados. La SGBV contra hombres no es muy atendida y puede traer repercusiones gravísimas a la hora de reconstruir una sociedad que ha sido afectada por una crisis. Los hombres que son víctimas de SGBV piensan que serán estigmatizados socialmente, por lo que muchos no reportan los hechos por miedo a ser rechazados o por vergüenza al considerar que su masculinidad ha sido violentada. En los reportes presentados por organismos internacionales, solo un 3% de estos mencionan casos de SGBV contra hombres. En estos casos no se habla únicamente de homosexuales. Cualquier hombre puede ser víctima de SGBV. En Liberia un 32.6% de los hombres combatientes fueron víctimas de violación sexual, mientras que un 16.5% fueron obligados a servir como trabajadores sexuales. Otros casos similares se han dado en países como Haití y Kenia, entre otros. La SGBV contra los hombres es un arma psicológica utilizada para desestabilizar emocionalmente a sociedades que atraviesan por una crisis humanitaria, mayormente durante conflictos armados. Los hombres son considerados protectores de las mujeres y al estos ser abusados sexualmente “pierden” su masculinidad dejando más vulnerable a la sociedad. Algunos son forzados a servir como trabajadores sexuales por cuestión de supervivencia.

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*Estudiante del Máster de Cooperación al Desarrollo de la Pontificia Universidad de Comillas en Madrid. Referencias Bekeley School of Law. UNHCR. (2013).Save Haven: Sheltering Displaced Persons from Sexual and Gender Based Violence. Case Study: Kenya. Recuperado en http:// www.unhcr.org/cgi-bin/texis/vtx/home/ o p e n d o c P D F V i e w e r . h t m l ? docid=51b6e2fd9&query=homosexual%20violence Di Marco, G., Faur, E., & Méndez, S. (2005). Democratización de la Familia. Relaciones de Género y Autoridad. pp. 53 -68. UNICEG, Argentina. Recuperado en http:// www. uns am. edu. ar/ publi caci ones/ ar chivos / democratizacion1.pdf#page=51 Johnson, K., Asher, J., Rosborough, S., et al. (2008). Association of Combatant Status and Sexual Violence with Health and Mental Health Outcomes in Postconflict Liberia. Journal of the American Medical Association, 2008, Vol. 300, No. 6,

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pp. 676–690. Recuperado en http://www.researchgate.net/ p u b l i c a tion/23165891_Association_of_combatant_status_and_sexua l_violence_with_health_and_mental_health_outcomes_in_po stconflict_Liberia Lamas, M. (1999). Género, diferencias de sexo y diferencia sexual. Recuperado en http://www.iupuebla.com/Doctorado/ Do c t o _ G en er o y d er ec h o / M A_ Do c t o r a d o _ G en er o / MA_GENERO.pdf Ramírez, R., García Toro, V. (2002). Masculinidad hegemónica, sexualidad y transgresión. Centro Journal, Vol. XIV, Núm. 1, 2002, pp. 5-25.The City University of New York. L a t in o a mer ic a ni s ta s. Rec up er a d o en ht tp :/ / r ed al yc. u a emex. mx /s rc/ ini ci o/ Art Pd f R ed. js p ? iCve=37711290001 Sivakumaran, S. (2010). Lost in Translation: UN Responses to Sexual Violence Against Men and Boys in Situations of Armed Conflict. Volume 92. Num. 877. March 2010. International Review of the Red Cross. Recuperado en http:// eprints.nottingham.ac.uk/1742/1/ Sivakumaran_Sexual_Violence_IRRC.pdf Torres Rivera, L. (2009). Ciencias Sociales: Sociedad y Cultura Contemporáneas. Viviendo en Sociedad. p. 263. Editorial Cengage Learning, 4ta edición. Thuy Seelinger, K., Wagner, L. (2013). Safe Haven: Sheltering Displaced Persons from Sexual and Gender Based Violence. Case Study: Haiti. Recuperado en http:// www.alnap.org/resource/8604.aspx UNHCR. (2012). Working with Men and Boy Survivors of Sexual and gender Based Violence in Forced Displacement. Recuperado en http://www.refworld.org/pdfid/5006aa262.pdf

** Foto tomada por: Quinn Dombrowski , obtenida en Flickr.com bajo licencia CC.

Hay otras formas de discriminación masculina durante crisis humanitarias que no reciben la importancia y atención adecuada. Los informes demuestran que existe la necesidad de profundizar en casos relacionados al SGBV. Es alarmante saber que los hombres también son víctimas de abusos y torturas, así como las condiciones y abusos a los que son sometidos aquellos con otra identidad de género. —


Conoce a Luis Miguel Entrevista a un voluntario En abril Luis Miguel cumplió siete meses trabajando como voluntario de ALAPÁS. En este número comparte con nosotros su motivación para colaborar en la organización. ¿Cuáles son tus labores en ALAPÁS? Mis labores son manejo de base de datos y “data entry”, entre otras cosas, como reestructurar la página web de ALAPÁS, la cual pronto tendrá un nuevo “look”. ¿Qué te motiva a hacer esta labor de voluntariado? No trabajo directamente con los participantes, pero algo que me motiva a trabajar con ALAPÁS es el aportar mi granito de arena a esta entidad y que pueda cumplir con su misión, no será mucho, pero al menos me siento útil en poder aportar algo a la sociedad. Cuéntanos una experiencia significativa que hayas tenido en el Centro. La experiencia más significativa es la sensación de bienestar que siento al saber que puedo ser útil como voluntario cuando otras personas quizás piensen que esto no tiene valor, ya que muchos solamente piensan: “que si no cobro la labor no tiene importancia”. ¿Por qué es importante el voluntariado? Porque la mayoría de las personas están enajenadas de lo que pasa a nuestro alrededor como sociedad. No tan solo eso, sino que también (el voluntariado) puede servir como terapia para muchos jóvenes que están frustrados por la situación actual con la falta de empleo. Además de ALAPÁS, ¿cuáles son tus planes? Encontrar un trabajo en donde pueda aportar y adquirir conocimientos. Pienso que la vida laboral es un tránsito en ambas direcciones, es decir damos y recibimos a cada persona o empresa donde se trabaja.

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RECORRIDO POR ALAPÁS Cumpleaños: El 8 de octubre, ALAPÁS cumplió 15 años de haber sido fundada como organización sin fines de lucro. Celebramos las alegrías, la perseverancia, la satisfacción del deber cumplido en una actividad que se llevó a cabo en la Fundación Luis Muñoz Marín. Estrategia Nacional de Seguridad Pública Solidaria: Continuamos impulsando la Estrategia Nacional de Seguridad Pública Solidaria (ENSPS) para que se convierta en política pública del estado en materia de seguridad. Esta es una acción que realizamos en concertación con otras organizaciones y expertos en el tema que componen la Comisión para el Desarrollo del Plan Nacional de Seguridad Solidaria de PR, compuesta por José Acarón de AARP, Dr. Samuel Figueroa Sifre de la UPR en Cayey, María de Lourdes Lara de Agenda Ciudadana, Mabel Lasalle de Pero hoy no es el Día, Kanti Méndez de Nuestra Escuela, Pedro Santiago de AI, el Dr. Salvador Santiago, en su carácter personal y la Prof. Lina Torres de INIPRODEH. El 8 de noviembre se realizó una cumbre en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, en la que asistieron representantes del gobierno y de las comunidades. El 27 de febrero se presentó la ENSPS al Consejo de Seguridad del Gobernador. También fue presentada en un foro organizado por el Dr. Figueroa Sifre en la Universidad de Puerto Rico en Cayey el 10 de abril de 2010. A este foro asistieron 300 personas. De este modo, cada vez logramos difundir más la ENSPS y recavar apoyo para que se convierta en política pública.

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Vieques: En febrero, ALAPÁS comenzó la organización de un Grupo de Apoyo en Vieques para familias que han perdido un ser querido de manera violenta. Dos sábados al mes, personal se traslada a Vieques para brindar servicios de terapia grupal e individual. Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, la Incubadora Microempresa Bieké y la líder comunitaria Kathy Gannet. Cónectate con el Arte Expresión: También en febrero comenzaron los talleres para jóvenes y niños y niñas víctimas de la violencia. Las artes son el medio para los adolescentes trabajar los aspectos relacionados al reconocimiento y expresión de emociones, convivencia, seguridad, autoprotección y prevención. Este proyecto ha sido auspiciado por REDES y la Fundación Comunitaria de Puerto Rico. Ha contado además con la colaboración, de corazón, de varios artistas de primer orden, entre ellos Daniel VélezC l i me n t con quien nuestros/as jóvenes pintaron un hermoso mural: El baile de la vida.

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Derechos ReservadosŠ Alianza Laura Aponte por la Paz Social, Inc. Abril 2014


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