en el paseo de los colorados, oscar, el conductor invita a bajarse de la camioneta para contemplar la inmensidad. la música de su charanguito rompe el silencio. la acústica y la escenografía son perfectas: suena un carnavalito.
kilómetros donde la magnificencia de la naturaleza se materializa en figuras gigantes teñidas de rojo por el hierro. Oscar el conductor, invita a bajarse de la camioneta para contemplar esa inmensidad. La música de su charanguito rompe el silencio. La acústica y la escenografía son perfectas para su interpretación: un carnavalito. Camino a Tilcara, pasamos por Maimara, un pueblo que se resiste a la llegada del turismo. Dicen que es el que menos cambió, adonde viven los pobladores más “carnavaleros” y también los más longevos de la región. Su gente agricultora cultiva flores y verduras y guarda en la tierra los secretos de su cultura milenaria.
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Tilcara
La capital arqueológica del Norte argentino es una de las poblaciones más grandes de la Quebrada y también una de las que ha tenido mayor crecimiento en los últimos años. De este a oeste, a este terreno sin llanuras donde el sol pega de lleno, lo recorre el trópico de Capricornio. Nadie se va de Tilcara sin visitar sus ruinas. Se trata del Pucará (en quechua, fortaleza). Parcialmente reconstruido en los años treinta, este asentamiento fortificado albergó a los pobladores originarios entre el período que fue del año 1000 a 1480 después
de Cristo. Recorrer este gran laberinto de casas y muros de piedra permite tener un atisbo de cómo era la vida cotidiana de estos pueblos que encontraron en este tipo de arquitectura y la geografía quebradeña una aliada defensiva. Además de las viviendas, se han podido identificar los corrales destinados a las llamas y también los sectores de culto.
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Uquía
Es un punto de parada obligada por la notable colección de arte que puede verse en su capilla jesuita donde las expresiones