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Sobre la Amistad
from Reflejos 105
Cultural
Sobre la amistad
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Una contingencia cargada de significado, ha sido en definitiva la que nos ha impulsado a especular en torno a la amistad. Nosotros creíamos ingenuamente que los vínculos propios de esa categoría, son aquellos que se establecen tempranamente. Algunos desaparecerán, como ordinariamente sucede con todas las cosas que tienen un principio. Otros perduraran inmarcesibles y nos acompañarán hasta el último aliento. Pero jamás habíamos creído que, traspuestas varias etapas de nuestro ciclo vital, pudiéramos establecer nuevos y sólidos vínculos. Evidentemente se trata de un prejuicio arraigado, que posiblemente tenga que ver con aquellas características de proclividad al aislamiento, propia de la tercera edad. Quizás la vinculación y el afecto por nuestros descendientes, pueda transformarse en excluyente. La partida hacia otras tierras de nuestro colega y amigo Julio Efrón, además de sumirnos en la nostalgia por su ausencia, ha disparado estas especulaciones. Como de costumbre, comenzaremos por revisar la opinión que sobre la amistad, tenían los antiguos. En este caso seguiremos solamente a Marco Tulio Cicerón, que en su diálogo filosófico “Lelio o de la amistad” se explaya en torno a esa temática.
Cayo Lelio fue amigo de Escipión el Africano y contribuyó en la segunda guerra púnica, a la derrota de Cartago en la batalla de Zama.
El pensamiento de Cicerón
Entiende que la amistad, luego de la sabiduría, constituye el bien más valioso. Nos aclara que esa relación basada en el afecto no persigue una finalidad utilitaria, sino por el contrario, conforma un sentimiento absolutamente desinteresado. Pero Cicerón, no podía soslayar su condición de político, de manera que también afirma que esa inclinación natural que reúne a las personas, se vuelve encomiable cuando se proyecta a la esfera pública, porque es la manifestación de la concordia civil, Para diseñar tales conceptos Cicerón acude a su formación estoica, de manera que relaciona el concepto de amistad con la filantropía y la solidaridad, que deben mediar entre los seres humanos. La amistad se basa en la virtud y aquellos que han sido dotados de esa cualidad, son quienes pueden acceder a la amistad. “…pienso ante todo esto:
que no puede existir amistad sino entre los bue-
nos.” Añade: “…No es pues la amistad otra cosa
sino el común sentir de las cosas divinas y humanas con benevolencia y amor; y no sé si los dioses inmortales han otorgado al hombre algo mejor que ella. Unos anteponen las riquezas; otros la buena salud; otros, el poder; otros, los honores y muchos, también los placeres……Mas quienes ponen en la virtud el sumo bien, obran maravillo-

samente; pero esta virtud es la que engendra y mantiene la amistad, y sin virtud es imposible que pueda existir amistad alguna.” “Muchísimas veces, al pensar en la amistad, me suele parecer que debe considerarse si esta ha sido deseada por debilidad o por inopia; de modo que, por aquello de hacer o recibir algún servicio, uno puede beneficiarse…. de algo, que en otro caso nunca llegaría a recibir: o fuese esto ciertamente propio de la amistad, porque que encierra una causa más antigua, más bella, que tiene sus raíces en la misma naturaleza. Pues el amor, del cual toma su nombre la amistad, es lo principal para efectuar esa unión de benevolencia….. ” “Sanciónese como primera ley de la amistad, que pidamos a los amigos cosas honestas, que hagamos cosas honestas en servicio de los amigos”
Entre otros pasajes, Cicerón cita al filósofo Arquitas de Tarento, contemporáneo y amigo de Platón, a quien conoció a través del viaje realizado por este último a la Magna Grecia. Cicerón refiere que el texto que transcribe lo escuchó de los ancianos de su época, que a su vez lo habían oído de otros ancianos: “ Si alguien hubiese subido al cielo y
hubiera contemplado la naturaleza del mundo y la belleza de los astros, aquella contemplación habría sido para él carente de suavidad y de dulzura; y esta hubiese sido agradabilísima si hubie-
se tenido a alguien a quien referírsela” . Lo que narra Arquitas, según nos ha transmitido Cicerón, es la importancia que reviste contar con algún amigo a quien pudiéramos referir esas y otras vivencias, porque de ese modo, encontraremos que la satisfacción de poder divulgarlo, se potencia cuando el interlocutor es nuestro amigo. En otro orden de cosas, Aulo Gelio refiere que Arquitas había inventado una paloma de madera que podía remontarse por el aire y volar.
La perdurabilidad de las amistades
La amistad tiene una cualidad esencial. No se deteriora por el transcurso del tiempo, por el contrario permanece íntegra y con la lozanía que supo adquirir. La amistad no envejece, ni se degrada. Es claro que los amigos podemos envejecer, enfermarnos y padecer en suma, todas las vicisitudes a que nos tiene reservada la naturaleza humana, pero la amistad no envejece a la par nuestra, se mantiene inmune, con la misma intensidad de siempre. Es claro que las amistades fenecen, se deterioran y mueren, pero esos son meros accidentes o contingencias extrañas al concepto de amistad. Más bien, tienen que ver con los cambios que sufrimos en nuestra identidad personal o con las pasiones que nos embargan y con los prejuicios que adquirimos.
MM