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Los modelos de formación docente. Licenciatura en educación física

Los modelos

de formación docente Licenciatura en educación física

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Dulce María Rangel Boyzo

Escuela Normal No. 1 de Nezahualcóyotl

La entrada del siglo xxi marcó aún más la globalización, la cual ha venido impactando en los diversos ámbitos sociales, culturales, económicos, políticos y educativos. Este último ha tenido grandes cambios en sus modelos educativos, al tratar de responder a las necesidades y exigencias sociales, así como a la de los organismos nacionales e internacionales que trazan la ruta a seguir de los países que los conforman.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ocde) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco, por su sigla en inglés) son organizaciones que brindan orientaciones a los países para que logren desarrollarse en los diversos ámbitos. A través de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con sus 17 objetivos, se establecen las medidas que permitirán garantizar el bienestar de las personas.

En 2018, la Dirección General de Educación Superior para el Magisterio (Dgesum) —antes Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (dgespe)— presentó nuevos planes de estudio, cuyos enfoques se basan en el desarrollo de competencias con metodologías centradas en el aprendizaje, con la finalidad de que las escuelas normales sigan siendo el pilar de la formación inicial académica, es decir, de los futuros docentes que atenderán los diferentes niveles educativos en México.

Los planes de estudio 2018 que emitió la Dgesum para las diversas licenciaturas se caracterizan por tener una malla curricular dividida en cuatro trayectos formativos: • Bases teórico-metodológicas para la enseñanza • Formación para la enseñanza y el aprendizaje • Práctica profesional • Optativos

Estos trayectos tienen la finalidad de contribuir a una formación vinculada con el plan y programas vigentes en educación básica, así como edificar un perfil de egreso que sea capaz de responder al contexto laboral al que se insertarán los estudiantes. Con base en estos modelos de formación docente se pretende que los estudiantes egresados de las escuelas normales cuenten con conocimientos, habilidades, actitudes y valores que se vean reflejados en su práctica docente, y que ésta contribuya a una educación de calidad y excelencia como lo marcan los lineamientos de la Nueva Escuela Mexicana (nem), emitidos por la Secretaría de Educación Pública (sep) en 2019.

De acuerdo con lo anterior, hablaré de la Escuela Normal No. 1 de Nezahualcóyotl que ofrece dos licenciaturas: educación física (planes de estudio 2002 y 2018) y educación primaria (planes de estudio 2012 y 2018). Aquí sólo me remitiré a la licenciatura en educación física.

Por 16 años, la Escuela Normal No. 1 de Nezahualcóyotl formó generaciones de alumnos bajo el plan de estudios 2002

con el enfoque de la motricidad, entendida ésta como “el movimiento corporal intencional, consciente, ejecutado de acuerdo a ideas concretas que implican un razonamiento continuo sobre las experiencias y acciones propias” (sep, 2002, p. 35). El modelo preparaba educadores físicos con prácticas educativas orientadas a la motricidad, corporeidad y competencia motriz; además, las estrategias didácticas que se usaban para abordar los contenidos de los programas de estudio se enfocaban al juego motriz en sus diferentes categorías y a la orientación dinámica de la iniciación deportiva y del deporte escolar.

Las asignaturas del mapa curricular proporcionaban a los estudiantes los saberes necesarios e indispensables para aplicar la educación física en educación básica; en otros términos, adquirían las herramientas y estrategias para que fueran construyendo su identidad como educadores físicos. En particular, las asignaturas encargadas de la gestión, organización, desarrollo y evaluación de las prácticas docentes en educación básica fueron trazando la forma de trabajo de los alumnos. De cierta manera se consolidó el modelo en la formación de los estudiantes, el cual fue muy novedoso, llamativo, práctico y exitoso en aquellos años y con esas generaciones. Por ejemplo, cuando nuestros estudiantes asistían a sus prácticas docentes en diferentes escuelas, éstas se enamoraban de su trabajo, estrategias y actividades.

Los docentes en formación construían unidades didácticas, cuyos planes de sesión se caracterizaban por tres partes: inicial, medular y final. Se trabajaban los estilos de enseñanza de Contreras Jordán (1998), con la finalidad de estructurar un vínculo entre el contenido y el aprendizaje con sus alumnos de educación básica, y para la evaluación se retomaron autores como Blázquez Sánchez (2006), Díaz Lucea (2005) y Sales Blasco (1997). Analizándolo bien, no se logró consolidar una evaluación sobre el logro de los aprendizajes adquiridos de los alumnos de educación básica durante las prácticas, pues éstas eran hasta cierto punto recreativas. Estábamos perdiendo de vista el logro de los aprendizajes esperados, lo cual se comprobaba con los comentarios de alumnos de preescolar y primaria: “¡Me gustó mucho tu clase, maestro!”, “¡Me divertí mucho en tu clase!”. Considero que en ese momento algo nos estaba haciendo falta en la formación de nuestros estudiantes.

Alrededor de 2014, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (inee) diseñó evaluaciones para los docentes en servicio. Sin embargo, como no obtuvo los resultados esperados empezó una guerra —por así decirlo— con las escuelas normales de todo el país; cuestionó la formación inicial que en ellas se estaba brindando. Por consiguiente, se organizaron foros y consultas a nivel nacional. Por fortuna, nuestros egresados aprobaban los exámenes y se empezaban a ubicar en las plazas disponibles en el Estado de México, en particular en el municipio de Nezahualcóyotl; pero al volver a encontrarlos en las escuelas de educación básica, algunos nos recriminaban por no haberles enseñado el diseño de una evaluación. Por supuesto, esos reclamos venían de quienes obtenían plazas en educación secundaria, donde la evaluación se caracterizaba por ser sistemática y rigurosa; entonces, se estaba comprobando la falla que se tuvo en la formación docente de algunas generaciones del plan de estudios 2002.

Hoy por hoy se trabaja con el plan de estudios 2018, el cual está ligado al texto Aprendizajes clave para la educación integral. Educación física. Educación básica (sep, 2017a), en todas las licenciaturas que son impartidas en las escuelas normales. En los mencionados foros fue posible identificar aciertos y áreas de oportunidad.

Entre los principales aciertos se señalaron la introducción de un enfoque humanista; la selección de aprendizajes clave; en énfasis en las habilidades socioemocionales; la descarga administrativa; y el planteamiento de una nueva gobernanza. Entre los

principales retos, se informó la necesidad de mejorar la calidad y la articulación entre niveles; la pertinencia real de la formación docente; la claridad en los objetivos esperados; y la definición del camino a seguir tras la presentación del documento para llevar lo planteado a la práctica (sep, 2017b).

Los contenidos curriculares de la educación obligatoria son coherentes con los planes de estudio de las escuelas normales. En específico, la educación física se estructura a partir de las siguientes cuatro orientaciones curriculares: 1. Enfoque centrado en el aprendizaje. 2. Enfoque basado en competencias. 3. Enfoque de la educación física. 4. Flexibilidad curricular, académica y administrativa.

Estos cuatro enfoques determinan tres tipos de competencias con las que deben egresar los futuros docentes: genéricas, profesionales y específicas. Las primeras se refieren a conocimientos, disposiciones y actitudes que el egresado de cualquier licenciatura debe desarrollar a lo largo de su vida; las segundas sintetizan e integran el tipo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para ejercer la profesión en los diferentes niveles educativos, y las terceras corresponden al campo disciplinar en el que se esté formando.

Este modelo se conforma por 45 cursos e integra conocimientos, metodologías y prácticas o problemas organizados para contribuir al desarrollo de las competencias establecidas en el perfil de egreso (sep, 2018). El trayecto de práctica profesional tiene la finalidad de desarrollar y fortalecer el desempeño profesional de los futuros educadores físicos, mediante una relación estrecha entre la teoría y la práctica, para potenciar el uso de las herramientas metodológicas y técnicas, a fin de sistematizar la experiencia y enriquecer la formación. Se atiende a tres principios básicos: 1) gradualidad, asociada al aprendizaje del estudiante; 2) secuencialidad, articulación entre cada curso y sus aportaciones al aprendizaje del estudiante, y 3) profundidad, la comprensión, explicación y argumentación de sus intervenciones (aula y escuelas de educación básica).

Las prácticas profesionales buscan que los docentes en formación analicen los contextos educativos, las realidades económicas y sociales de los alumnos y de este modo puedan investigar, intervenir e innovar en la docencia. Además, se pretende conformar a un docente reflexivo y crítico, por lo que ahora cambia por completo la figura del educador físico, a quien también se le ve como el docente-investigador. Prueba de ello se refleja en los lineamientos del proceso de titulación en la modalidad de informe de prácticas profesionales, en el cual el alumno elabora un informe de las intervenciones que hizo durante este periodo.

En este sentido, es vital que los estudiantes normalistas conozcan la metodología de la investigación-acción que propone Latorre (2005), quien retoma a Lewin: “La investigación-acción es un espiral de pasos: planificación, implementación y evaluación, es un bucle recursivo y retroactivo de la investigación-acción” (citado en Latorre, 2005, p. 27) y Elliott: “La investigación-acción es un estudio de una situación social con el fin de mejorar la calidad de la acción dentro de la misma” (citado en Latorre, 2005, p. 24), pues les permite establecer una relación entre la teoría y la práctica para desarrollar una reflexión. Asimismo, se sugiere esta propuesta porque está determinada por un plan de acción, la acción, la observación de la acción y la reflexión; posteriormente, se vuelve a iniciar con la reestructuración del plan de acción, es decir, el proceso se torna cíclico.

Ahora construimos secuencias didácticas desde la mirada de Ángel Díaz Barriga (2013), Laura Frade (2008) —su planeación y evaluación por competencias— y Frida Díaz Barriga (2006), así como desde la enseñanza situada. Ésta es la que tiene mayor peso porque los alumnos destacan la importancia de la actividad y el contexto para generar el aprendizaje, a partir del aprendizaje basado en problemas y en proyectos, y del análisis de casos en la construcción de las secuencias didácticas. Tales métodos determinarán el camino para investigar, conocer y descubrir si las técnicas y estrategias aplicadas desde la educación física permiten el logro de los aprendizajes esperados, o bien si son la solución a los problemas motrices detectados en los alumnos de

esta materia, y que son obtenidos mediante un proceso sistemático de evaluación. Ahora la educación física se posiciona en un mejor lugar al desarrollar una calidad educativa en sus prácticas.

Con el plan de estudios 2018, la mirada y la visión de la educación física dieron un giro de 180 grados; se pretendió fortalecer la figura de un docente que desarrolla el movimiento, la creatividad y la corporeidad a través de la investigación-acción, donde elementos como diseño, aplicación, reflexión y evaluación son esenciales. En tal sentido, la enseñanza reflexiva hace posible que los estudiantes se centren en una realidad específica cuando empiezan sus prácticas profesionales. De esta manera, se deja de lado la enseñanza tradicional, repetitiva y carente de significado en educación básica.

Además, este modelo nos deja ver a los profesores de docentes en formación que, hoy más que nunca, la investigación y reflexión juegan un papel muy importante en la educación; gracias a ellas se mejorarán los conocimientos y aprendizajes que se brindan, ya que se tienen bases sólidas que indican la ruta del aprendizaje significativo, el cual el estudiante puede desarrollar en la educación obligatoria y, a su vez, puede servirle para crecer socialmente.

Según Zariquiey (2020): “Las escuelas deberán de ofrecer aprendizajes universales, transversales e imperecederos”, capaces de satisfacer los contextos heterogéneos; si es necesario, se tendrá que desaprender para volver a aprender, con el fin de que los docentes egresados de los nuevos modelos educativos sean emprendedores, innovadores, mejores en lo personal y profesional y, sobre todo, que sean buenos líderes que contribuyan a un cambio social, en el cual la globalización no impacte más que en una buena educación.

Referencias

Blázquez Sánchez, D. (2006), Evaluar en educación física, Barcelona: inde. Contreras Jordán, O. (1998), Didáctica de la educación física. Un enfoque constructivista, Barcelona: inde. Díaz Barriga, Á. (2013), “Guía para la elaboración de una secuencia didáctica”, México: unam (Comunidad de Conocimiento unam). Díaz Barriga, F. (2006), Enseñanza situada: vínculo entre la escuela y la vida, México: McGraw-Hill / Interamericana Editores. Díaz Lucea, J. (2005), La evaluación formativa como instrumento de aprendizaje en educación física, Barcelona: inde. Frade Rubio, L. (2008), Planeación y evaluación por competencias, México:

Inteligencia Educativa. Latorre, A. (2005), La investigación-acción. Conocer y cambiar la práctica educativa, España: Graó. Sales Blasco, J. (1997), La evaluación de la educación física en primaria. Una propuesta práctica,

Barcelona: inde. sep (Secretaría de Educación Pública) (2018), Planes 2018. Licenciatura en educación física, disponible en: https://bit.ly/3ras3OD [fecha de consulta: 19 de junio de 2020]. (2017a), Aprendizajes clave para la educación integral. Educación física. Educación básica. Plan y programas de estudio, orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación,

México: sep. (2017b), Modelo Educativo para la Educación Obligatoria, en Diario Oficial de la Federación, 28 de junio. (2002), Licenciatura en educación física. Plan de estudios 2002,

México: sep. Zariquiey, F. (2020), “El aprendizaje cooperativo”, en el 13 Seminario

Internacional de Educación Integral, 26 y 27 de marzo de 2020,

Ciudad de México.

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