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Colapso en el golfo
El golfo San Matías, marca de identidad para la provincia de Río Negro, transita una crisis sin precedentes, con indicadores de abundancia y estructura demográfica de su merluza común, que no tienen precedente en la historia de la pesquería. Es la conclusión de una campaña realizada en noviembre del año pasado y conocida como REDE22, que derivó en el decreto provincial 480/23 de emergencia pesquera, sancionado en mayo pasado. El relevamiento se cumplió a bordo del buque oceanográfico “Victor Angelescu”, lo realizó un equipo de profesionales del Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos Almirante Storni (CIMAS), y a cargo de la campaña estuvo el Dr. Matías Ocampo Reinaldo. Con él tomó contacto REDES &Seafood, logrando el intercambio que se transcribe a continuación.
DESEMBARQUE INDUSTRIAL (*) (TONS.)
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P: En qué consistió la campaña?
Es parte de la serie REDE (Recursos Demersales) de campañas anuales en el golfo, y su principal objetivo es obtener un estimador directo de la biomasa de la merluza. El relevamiento suma datos sobre el estado poblacional (estructura demográfica, condición reproductiva, etc), sobre la comunidad ictica y las especies que la componen, información ambiental oceanográfica, y distintos muestreos para proyectos específicos. En esta oportunidad se realizó en vinculación con personal de contraparte del INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero), porque se utilizó el BIPO Victor Angelescu por una contratación desde la subsecretaría de Pesca de Río Negro.
Fuente: Dirección de Pesca-Ministerio de Produccion y Agroindustria de Rio Negro.
(*) Mas de 9,90 mts.

P: Podría aportar precisiones sobre los indicadores críticos que detectó REDE22?.
Entre los resultados más relevantes y que apremiaba conocer, nos encontramos con la confirmación de que la biomasa de merluza se encuentra en valores llamativamente bajos en comparación con campañas anteriores. Que están requeridas como anuales, pero la última fue en 2018. Hubo entre 2004 y 2009, se repitieron recién en 2016 y 2018, y la útima fue la de noviembre pasado, con resultados muy por debajo de las anteriores. Por grupos de talla, por ejemplo, valores de biomasa entre 3 y 5 veces menores, un dato advertido por los pescadores, que declaraban dificultades para encontrar a la merluza y, cuando lo conseguían, los tamaños no eran buenas. Por eso hablamos de „confirmación‰ de la situación.


Para la campaña REDE22 se usó el BIPO“Victor Angelescu” y de allí provienen las imágenes en cubierta y en la planta del barco, donde biólogos y técnicos se aplican a tareas de clasificación y medición de ejemplares.
P.: Cuáles son, a su juicio, los factores que desataron esta crisis?
Es difícil ser específico. La fragmentación de la serie de datos y la falta de financiamiento sostenido para seguir las capturas con un programa de investigación, complican mucho el trabajo. Hay vacíos de información críticos para formular, por ejemplo, modelos actualizados y confiables sobre la dinámica de la población, en el contexto actual de la pesquería. Aun así, tenemos observaciones que prueban un incremento muy significativo del esfuerzo, tanto en la flota industrial como en la artesanal, con aumento de embarcaciones y horas de arrastre a niveles nunca antes registrados en el golfo Este incremento se disparó con la aparición del langostino y la reconfiguración de la flota, que entró en una dinámica que tuvo su impacto en desembarques y capturas brutas. Nos encontramos con volúmenes muy importantes de bycatch de merluza en las salidas a langostino y un creciente descarte de juveniles en la propia pesquería de merluza. Esa nueva dinámica, combinando incremento del esfuerzo con un bycatch que antes no existía, derivó en una presión de pesca muy relevante para el stock. Si se observan los desembarques industriales por año (ver cuadro), cuando bajan los de langostino la flota se vuelca a la merluza y aumenta su volumen. Pero los números no reflejan un dato clave, y es el nivel de esfuerzo que demandó sostener esas capturas.


P:: Las noticias del REDE22 nos tomaron por sorpresa⁄.
La sorpresa son los valores de biomasa, inéditamente bajos, nunca vistos en la historia de la pesquería. Era vox populi que había problemas, pero el contraste entre las campañas anteriores (2016 y
2018) y REDE22 fue muy llamativo. Oportunamente, en 2018, se sugirieron límites en los niveles de esfuerzo a partir de las horas de arrastre, pero se los superó ampliamente. Tambien se había recomendado seguir el bycatch en los viajes al langostino, pero el trabajo se inclinó a caracterizar las capturas del marisco, y eso no tuvo ningún correlato en el manejo de alguna de las dos especies.
P: Y cuál es el horizonte de trabajo para una recuperación?
La situación es tan novedosa, que sería irresponsable pronosticar tiempos y resultados. En este momento seguimos analizando información sobre los cambios en la flota industrial y artesanal, ya que por detrás de la búsqueda de langostino hubo cambios de zonas tradicionales de pesca y profundidades de arrastre, por ejemplo. Algunos datos atrasados sobre la estadística pesquera se actualizaron el último mes y recién pudimos ver la información 2020-2023. Desde el equipo científico que formo parte, insistimos en que hace falta instalar un programa con financiamiento previsible para recopilar datos regularmente. Debería responder a un diseño de investigación orientado a evaluar la dinámica poblacional y para eso presentamos distintas propuestas y en varias oportunidades, pero no llegaron a buen puerto. Siempre hablamos de un trabajo a mediano plazo, de unos tres años, pero con proyección a largo plazo. Es que el objetivo pasa por lograr series confiables que permitan reconstruir modelos de evaluación. En ese sentido tenemos los antecedentes del modelo estructurado por edades que hicimos en 2009, con la serie de datos de la época, que permitió realizar proyecciones de rendimiento y estado poblacional de la merluza en distintos escenarios. Los resultados de una potencial duplicación del esfuerzo estuvieron en línea con lo que hoy observamos: caída de biomasa en todas las clases de edad, reducción de biomasa de reproductores y pérdida de calidad en las capturas por reducción de tallas.
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