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DE SEM BAR QUES 2022

Los desembarques de los últimos años vienen mostrando un comportamiento curioso y sin precedentes: desde 2019 y por cuarto ejercicio consecutivo el volumen anual que llega a los muelles resulta ser prácticamente el mismo. En concreto, las 793.512 toneladas (-0,4%) que informó la subsecretaría de Pesca y

Acuicultura para 2022 vuelven a ubicar su variación dentro del 1% interanual. No es un dato menor si se considera que es la primera vez que ocurre desde 1898, año debut en los registros del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Además, imposible pronosticarlo, porque a la incertidumbre propia del oficio, se agregan múltiples factores que hacen a la performance de la flota, como fue la crisis sanitaria o la conflictividad laboral, que arreció con la inflación complicando paritarias y paralizando barcos.

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Así las cosas, la información oficial dio cuenta de lo sucedido con 73 especies, -9 menos que en 2021 y 48 de ellas con recorte de volumen-, ratificando el dominio con un

83% de concentración para merluza (-2,1%), langostino (-6,8%) y calamar (26,4%) a fin de año.

Que inició con enero en rojo (20%), por caídas en el langostino chubutense y en el calamar: 5.000 toneladas cuando promediaba la temporada de los primeros y 6.500 al inicio de la zafra de los segundos. Sólo merluza, de las tres principales, traía buenas noticias, con 7.400 más al comparar los primeros bimestres. Pero un conflicto salarial paró la flota fresquera de altura por dos semanas, y el primer trimestre terminó reduciendo su balance positivo a 1.000 toneladas.

Mientras tanto, a la hora cero del 28 de marzo, en Chubut, se daba por concluida la temporada de langostino fresco (-10%), y el 1° de abril los congeladores tuvieron luz verde para arrancar en aguas nacionales. Con un comienzo positivo (71% en abril), pero que rápidamente se modificó: el resto de los meses de la temporada del congelado a bordo cerraron en negativo. Para el 30 de septiembre, cuando el Consejo Federal Pesquero puso fin argumentando caída de rendimiento, presencia de juveniles y 50% de bycatch, la temporada del frozen on board 2022 acusaba una caída del 8% respecto a la del año anterior.

Otra historia fue la del calamar, que logró revertir la tendencia del primer trimestre (-11%) con un salto del 109% en el segundo, y cerrar la zafra 35.000 toneladas arriba de 2021. Calificada como “muy buena con inesperado nivel de capturas” por los investigadores del Proyecto Cefalópodos del INIDEP, tuvo un promedio de 22 toneladas por día entre los poteros, flota que concentró el 82% del total.

Con merluza en curva ascendente hasta octubre, el segundo semestre siguió la lógica del primero: sumó especies que animaron plantas y flotas, aunque de manera dispar. Es que mientras la caballa daba un salto del 164%, generando actividad en las conserveras marplatenses entre agosto y octubre con 13.300 toneladas para procesar, la corvina quedaba muy por detrás de su performance del año anterior, con un recorte de 7.800. Como también recortaban pescadilla (10%) o lenguados (-11%), mientras la anchoíta crecía un 9%. Con una salvedad: la del norte del 41S retomando protagonismo (39%) respecto a la del sur del 41S (-41%).

Llegó diciembre y tiñó los números de naranja, porque iniciada la temporada 2022/2023, el langostino

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