Revista digital papel de los actores politicos

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD FERMÍN TORO SISTEMA DE APRENDIZAJE INTERACTIVO A DISTANCIA BARQUISIMETO – EDO. LARA

Autor: Raquel Yadira Pérez C. I.: V. 5.457.838 Curso: Introducción a las ciencia política, de la Carrera de Ciencia Política Tutor: Lcda. Yexssibeth del C. Rodríguez B. ENERO 2015


La realidad de la política en el mundo se asemeja a la lucha que por años han mantenido los distintos sistemas por conseguir el control o el poder en las naciones, sin embargo el tiempo y la historia han demostrado que las masas terminan predominando en algunas de las estructuras político – sociales. Cuando se trata de evaluar un sistema político nacional este no escapa al contexto mundial donde se desarrolla, porque existen convenios entre los países que hacen que se unifiquen criterios dándole paso a una pluralidad política nunca antes vista. El Estado Venezolano no escapa a esta realidad la lucha de clases, el tratar de mantener una democracia sólida, verdadera y consistente ha dejado muchos recuerdos malos y sabores agrios con el calentamiento de calles y enfrentamientos políticos que le ha costado la vida a algunas personas, Se trata en este momento de evaluar los cambios sustanciales que este sistema político ha estado viendo, como se logro pasar de esa representatividad a un Estado Social de Derecho y Justicia que enmarca una política socialista y verdaderamente revolucionaria. De esta manera se puede considerar que el sistema político reúne condiciones entre el activismo social de las personas y actuaciones en la sociedad, de manera de fijar posiciones que son regidas por una autoridad que nace del grupo y que puede ser cambiante de acuerdo a los niveles de participación de cada uno de ellos.

Se ha profundizado el talante autoritario del régimen, sobre todo después de una controvertida victoria en las elecciones presidenciales de 2012, lograda mediante prácticas populistas sustentadas en precios del petróleo relativamente altos y un ventajismo electoral sin precedentes en la historia democrática del país y frente a una oposición que no supo capitalizar el descontento social a través de una alternativa de cambio atractiva y creíble. La imposición y puesta en práctica de las denominadas leyes del “poder popular”, ha prácticamente institucionalizado el cierre de espacios para la participación plural y democrática. La participación quedó supeditada a grupos afectos al gobierno y al objetivo supremo de construir el socialismo del siglo XXI. Se han agudizado la inaplicación o quebrantamiento de garantías sociales, políticas y económicas. Las instancias del poder popular (Consejos Comunales, Comunas, Ciudades Comunales, Distritos Motores), han consolidado una suerte de institucionalidad paralela, subvencionada y cooptada por el Ejecutivo Nacional, que ha desvirtuado la razón de ser de los gobiernos estadales y municipales mermando significativamente sus competencias y recursos. Con instancias subnacionales como meras figuras decorativas y un Poder Popular con severas limitaciones de gobierno, la coordinación de políticas programas y servicios en las distintas dimensiones territoriales se ha hecho imposible; frente a este contexto, se ha agravado significativamente las crisis de los servicios públicos de salud, educación y vivienda, agua potable y electricidad y ha prácticamente colapsado la infraestructura urbana, interurbana y rural. La concentración de poder político en el Ejecutivo aunada a una economía estatizada, ha incrementado la dependencia de la sociedad a un Estado con severas incapacidades para satisfacer demandas sociales crecientes. Con partidos políticos, gremios-laborales y empresariales- y organizaciones de la sociedad civil, hostigadas, criminalizadas y reducidas en términos de sus capacidades de actuación, en un contexto de ausencia total de autonomía de los poderes públicos, se cierran espacios para salidas institucionales a las crisis. El extenso deterioro del acceso de la población al bienestar, el empobrecimiento generalizado, la desaparición del Estado como garante de las libertades, la justicia y la convivencia y el uso arbitrario del poder público, han propiciado una conflictividad social de enormes proporciones, ante la cual el gobierno ha radicalizado las prácticas represivas en un intento por mantener su estabilidad en el poder. Ante la ineficacia gubernamental y una empresa petrolera con severas dificultades operativas y financieras, a pesar de precios relativamente altos del petróleo, el sistema político y económico colapsaron. Para el gobierno se ha hecho imposible seguir financiando la expansión sostenida del gasto público, así como continuar otorgando divisas a precios subsidiados y acudir a formas de endeudamiento sumamente costosas; el deterioro técnicoadministrativo de la estatal Petróleos de Venezuela impide incrementos sostenibles de ingresos mediante la ampliación de su capacidad productiva..


EXISTE CULTURA POLÍTICA EN VENEZUELA La política venezolana desde la asunción de Hugo Chávez despertó curiosidad, alarma, simpatías y rechazos. Se ha dado desde entonces una importante discusión, que trasciende las propias fronteras del país y que se iniciar poco después del inicio del período presidencial de Hugo Chávez Frías en 1999, Para entender cómo se fue afirmando en la sociedad venezolana la propuesta de Chávez, en la que se combina la legitimación democrática con el ejercicio autoritario del poder recurriremos a un registro de análisis que no ha sido el más abordado por la literatura del tema: la conformación de una nueva cultura política en el país. Entendemos por cultura lo que Inglehart (1997:18) define como “un sistema de actitudes, valores y conocimientos compartidos ampliamente por la sociedad y que es transmitido de generación en generación”. Larry Diamond (1994:11) define la cultura política de una población como el conjunto de “creencias, actitudes, valores, ideales, sentimientos, y evaluaciones acerca del sistema político de su país, y el rol propio dentro de ese sistema”.

La cultura política, como lo demuestran muchos estudios en Venezuela que seguramente son similares a la mayoría de los realizados en otros países, no es homogénea (Carrasquero, Varnagy y Welsch, 2003; Rivas Leone, 2012; Raby, 2006; Romero, 2003). Más aún, Venezuela muestra que la cultura política puede experimentar grandes transformaciones en el transcurso de una sola generación. Las creencias, actitudes, valores, ideales, sentimientos, evaluaciones e incluso el rol propio que define la relación del individuo con el sistema no es entendido de la misma forma por todos los ciudadanos de un país, de ahí que el fundamento de las distintas corrientes políticas que se manifiestan y pugnan por el poder se hayan expresado como una profunda polarización política. Los estudios realizados sobre cultura política y sobre otros aspectos relacionados, sin excepción, coinciden en que el venezolano considera que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, e incluso más importante que el desarrollo económico y la justicia social. Es común que el discurso normativo y principista esté siempre presente al buscar opiniones sobre el valor de la democracia, aunque después nos encontremos con importantes contradicciones en lo actitudinal e incluso en las concepciones mismas sobre lo que debe entenderse como democracia, siendo aquí en donde los efectos de la polarización política comienzan a hacerse presentes.

Para quienes se sienten más cercanos a la posición oficialista las características más importantes de la democracia incluyen la garantía de todos los derechos, la forma pacífica de llegar a acuerdos, la posibilidad de votar en elecciones, y el poder en manos del pueblo. Este orden de prioridades es muy similar entre los diferentes niveles socio-económicos mientras que, curiosamente, otras características que podrían considerarse como esenciales, tales como garantizar la igualdad de oportunidades, elecciones, respeto al derecho de las minorías, participación en el gobierno, la existencia de partidos políticos, de un poder legislativo y judicial independientes, e incluso de la libertad son mucho menos valorados por la mayoría, independientemente de su nivel económico y su posición política. al revisar el concepto de democracia en el oficialismo se evidencia una alta disparidad entre un ideario político democrático altamente apreciado y los valores reales que lo sustentan.


LOS AGENTES DE SOCIALIZACIÓN EN LA CONDUCTA POLÍTICA DE LOS VENEZOLANOS

Al proceso de aprendizaje y cambio de las valoraciones, preferencias, lealtades y simbologías políticas que comienza desde la temprana edad se le denomina socialización política. La misma forma parte del amplio proceso mediante el cual los individuos aprenden y modifican los contenidos del mundo que han legado sus antecesores. Por otra parte, la realidad impulsa tanto a la estabilidad como al cambio debido a la acción creadora y renovadora de los seres humanos y al interés de estos en influir en el curso de la realidad social y política. Entonces, la interiorización del objeto político en el proceso de socialización va a depender de las características peculiares de la realidad en que tal proceso se desenvuelve, de la eficiencia de una serie de agentes socializadores y de las particularidades como individuos y como grupos de quienes participan en el proceso, incluyendo los niveles de madurez bio-psíquica de los niños y jóvenes. Debido a esa articulación de fuerzas de estabilidad y cambio en el proceso de socialización política, Almond y Powell definieron a esta como “el proceso por el cual las culturas políticas se mantienen y cambian”. La socialización política es importante porque influye en la generación de valores (concepciones políticas), actitudes (predisposición a la acción o decisión) y lealtades (ataduras afectivas a partidos políticos, grupos, clases sociales, etc.) que afectan la política y al sistema político. En el proceso de socialización política actúan un conjunto de instituciones, organizaciones y personas que obran como orientadores y facilitadores del aprendizaje de lo político, a los mismos se les denomina agentes de socialización política. Ellos influencian al individuo por vía directa e indirecta, en el primer caso porque aquellos agentes especializados en la política asumen la conducción de la formación política y en el segundo caso, porque aquellos agentes de socialización cuyas funciones no son específicamente políticas predisponen hacia orientaciones, valores, imágenes y símbolos que colaboran a hacer factibles determinados comportamientos políticos. Gran parte de la socialización política se realiza por vía indirecta. Los agentes de socialización política se dividen en primarios y secundarios por los tipos de funciones que cumplen en las diferentes etapas de la edad cronológica de las personas, es por ello que puede hablarse de socialización política primaria y socialización política secundaria. Agentes primarios: el agente de socialización primario por excelencia es la familia: cumple un papel reproductor y estabilizador del individuo en la sociedad moderna. En tal sentido, se le considera un agente de socialización política de primer orden porque inicia al niño desde su nacimiento en el proceso de aprendizaje. Agentes secundarios: los agentes secundarios de socialización política están constituidos por todas aquellas personas, organizaciones, instituciones y medios que se relacionan con el individuo por distintas razones, bien sean estas afectivas, obligaciones, intereses o exposición pública en diferentes momentos de la vida y por variados períodos de tiempo y que no forman parte del medio familiar inmediato del individuo En Venezuela, que atravesó por un período democrático con una estable estructura competitiva de partidos y alternancia electoral, se confirmaron también esas tendencias para el período comprendido entre 1963 y 1993 respecto de la transferencia política de los padres hacia los hijos antes dichas y del debilitamiento de la identificación partidista. Se han observado comportamientos de algunos agentes secundarios que restan confianza en las instituciones democráticas e interés en la política. Los partidos políticos han desarrollado relaciones clientelares y, con la agudización de la crisis económica, los beneficios utilitarios que de ellas se derivaban se han mermado, abonando más descontento entre la población y rechazo a los partidos. En un estudio local se observó que quienes pertenecían a la agrupación religiosa Testigos de Jehová tendían a estar menos informados de los asuntos políticos que el resto de los entrevistados. También son variadas las diferencias entre los grupos y sus movimientos en el tiempo y eso afecta el comportamiento político, tales como etnias, razas, migraciones, logros educacionales, movimientos en la escala social, entre otros. Los cambios pueden ser de tal magnitud que conlleven a procesos de desocialización y resocialización política, como en los casos de migraciones de un país a otro, movilidad subcultural (religiosas, criminales y otras) 20 y cambios radicales de sistema político. Pero en otros casos, ciertas lealtades partidistas se conservan en el tiempo aunque los estímulos a la competencia interpartidista no estén presentes porque se hayan producido períodos autoritarios


LAS ACCIONES DEL GOBIERNO PARA MEJORAR LA SITUACIÓN QUE VIVE VENEZUELA HOY DÍA El grado de institucionalidad de la política social venezolana se ha venido deteriorando desde hace algún tiempo. No obstante, los avances que se habían logrado, no sólo por medio de las transferencias tecnológicas implícitas en los programas de apoyo a los ajustes macroeconómicos y el desarrollo de proyectos con los organismos multilaterales, sino también y muy especialmente en cuanto a la participación social y desarrollo institucional del gobierno en sus distintos niveles, se han visto afectados de manera considerable dado el proceso de desinstitucionalización que siguió al inconcluso proceso constituyente y los subsiguientes episodios de inestabilidad política. Así, los cambios institucionales introducidos por la actual administración no han hecho sino profundizar, como hemos dicho, los problemas de carácter estratégico, organizacionales y de impacto sobre los beneficiarios.

el marco institucional en Venezuela requiere de: a) La especificación de ciertos mínimos de atención social que constituirían las metas iniciales del sistema, así como de los parámetros desde los cuales permitir una efectiva rendición de cuentas y contraloría social de la gestión. b) La profundización en estrategias de implementación que favorezcan los procesos de descentralización de la política, así como la participación de la sociedad civil, independientemente de su vinculación partidista o su lealtad al régimen. c) La creación de un organismo rector de la política social con alta competencia técnica es una necesidad fundamental para el país y su gobierno. La ausencia de esta instancia organizacional ha hecho que, y dicho sin ambages, se carezca de una política definida que pueda ser, entre otros aspectos, interlocutora de su similar en el área económica. Este ente concentraría el monitoreo de las acciones a fin de superar la lógica de la “política ciega” y en consecuencia intuitiva que hasta ahora ha caracterizado al sector.

Por lo antes expuesto, así como por las particularidades de inestabilidad política que padece el actual gobierno, parece poco factible proponer reformas tendientes a construir una red de protección social eficaz, eficiente y sostenible. De igual forma, se hace difícil evaluar y propiciar la complementariedad de las políticas de un sector cuya administración se autodefine como abierta e desestructurada. Por otra parte, la politización del sector no es vista por el actual régimen como un mal, sino por el contrario, como un vínculo de organización social necesario, de allí que es improbable cualquier planteamiento tendiente a la despolitización de las políticas sociales, tal y como ello se entiende en el resto de la región. En resumen, resulta difícil hacer proposiciones en la medida en que los criterios más generales no estén al menos medianamente formulados, y en consecuencia resulta improcedente realizar propuestas de carácter específico, ya que, como hemos dicho, de lo que se trata es de hacer o definir cuál es la política social. Todo parece indicar que en Venezuela estamos en presencia de un modo distinto de hacer política social, la cual se fundamenta en la profundización de lo que normalmente la literatura especializada considera como inadecuado. Curiosamente ello es presentado por los actuales gerentes y decisores sociales como un nuevo paradigma de gestión social, prototipo de política cuyos resultados están todavía por verse.


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