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Calidad de Vida LGBTQIA+

Luego de saber la magnitud de la comunidad LGBTQIA+ en el mundo y en nuestro país, resulta importante conocer las condiciones que permean a este colectivo. Debido a la discriminación y revictimización que experimentan las personas LGBTQIA+, muchos miembros del colectivo tienden a tener una menor calidad de vida que la persona cis-heterosexual promedio (Moody, 2019; Barrientos & Cárdenas, 2013), un fenómeno aún más preocupante en un país con altos índices de pobreza como lo es la República Dominicana (Cruz, 2021).

En Estados Unidos, el porcentaje de personas empobrecidas es mucho mayor dentro del colectivo LGBTQIA+ (21.6%) que dentro de las personas cisgénero y heterosexuales (15.7%), con índices de pobreza incluso más altos específicamente en personas trans y mujeres bisexuales (Badgett et al., 2019). En ese mismo orden, un metanálisis realizado por Kia et al. (2020) reveló que salir del clóset representa un riesgo económico para las personas del colectivo en Canadá, aún siendo uno de los países con mejor trato para personas LGBTQIA+. Asimismo, otros estudios en Brasil sugieren que ser parte del colectivo puede ser un factor que lleve a la pobreza, y que la experiencia de ser una persona queer empobrecida disminuye la calidad de vida de estas personas en su país (Cavalcante Kalume et al., 2017). En México, ser queer representa un factor agravante en la situación económica de la persona (Vásquez Parra, 2022), sobre todo en personas trans, de las cuales más del 50% han tenido que autoemplearse debido a la imposibilidad de conseguir un trabajo digno por su identidad de género (El Universal, 2019 citado en Vásquez Parra, 2022). Esto también ha sido corroborado en Colombia, donde una gran cantidad de adultos LGBTQIA+, sobre todo adultos mayores y mujeres trans, viven en una situación mayor de pobreza comparado con sus opuestos (Restrepo Pineda et al., 2020).

Existen múltiples factores que influyen en la precariedad económica de muchas personas de la comunidad.

Un factor importante es el hecho de que muchas personas LGBTQIA+ son echadas de sus hogares al momento de salir del clóset a una corta edad. Esto no solamente les deja sin un techo donde vivir, sino que además puede desestabilizar su salud mental y, por ende, predisponerlos a la depresión y la pobreza (Romero et al., 2020; Rhoades et al., 2018). Asimismo, la homofobia, bifobia, acefobia y transfobia de muchas personas puede repercutir en su vida laboral. Esto puede ser tanto externo, al no poder conseguir un trabajo o pasar por deserción laboral debido a su orientación sexual o identidad de género, como interno, al caer en psicopatologías como la depresión y la ansiedad debido a interiorizar esa fobia (Ecker et al., 2018). Finalmente, otro factor importante es la falta de oportunidades para muchas personas LGBTQIA+. Debido a que, en muchos países, no existen mecanismos para proteger al colectivo legalmente de enfrentar discriminación laboral, muchas personas de la comunidad se ven obligadas a aceptar trabajos de baja calidad o, inversamente, a tener que vivir en el clóset para no perder sus trabajos.