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La asistencia medica del Servicio contra Incendios de Salvamento y Protección

Civil del Ayuntamiento de Zaragoza: 40 años preparados para actuar en IMV

Leticia Serrano Lasaosa y Diego Borraz Clares - Enfermeros de la Asistencia Médica de Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza

<El Servicio Contra Incendios, de Salvamento y Protección Civil del Ayuntamiento de Zaragoza dispone, desde junio de 1983, de asistencia médica integrada, cuyo objetivo principal es dar asistencia sanitaria a las emergencias en la ciudad de Zaragoza, así como apoyo sanitario en las intervenciones de los bomberos. Dicha asistencia la proporciona por medio de ambulancias de soporte vital avanzado (ASVA), siendo la primera ambulancia en Zaragoza y Aragón (y posiblemente de España) que en su dotación actuaban juntos los equipos de medicina y enfermería, 24 horas los 365 días del año.

En la actualidad, la plantilla está compuesta por:

- 1 Jefe Médico.

- 13 Médicos/as.

- 13 Enfermeros/as.

- 12 técnicos/as en emergencias sanitarias (TES) (incorporación el 1 de julio de 2023)

- 36 bomberos/as-TES on todos estos medios la Asistencia Médica (AM) presta servicio en Zaragoza y la Comarca Central que la rodea, con una ASVA 24 horas los 365 días al año, y una segunda ASVA 14 horas los 365 días al año. En cada intervención la ambulancia está conformada por un médico/a, un enfermero/a y 2 bomberos/as/TES.

Su actuación tiene especial relevancia y es muy necesaria en aquellos incidentes de gran complejidad, donde los servicios de emergencias sanitarias tienen una gran dificultad para dar una respuesta adecuada, bien porque se trate de intervenciones en ambientes de elevado riesgo para el acceso de los sanitarios hasta la víctima, siniestros donde es necesaria una protección individual especial y especifica, así como en las intervenciones NRBQ o en incidentes en entorno táctico.

Además de todo lo anterior, la AM también está preparada para actuar en Incidentes con Múltiples Víctimas (IMV) en el término municipal de Zaragoza, y donde sea requerida. Para ello, dispone de dos Puestos Sanitarios Avanzados operativos para poder desplazarlos donde sea necesario, con todo el material sanitario necesario para cualquier tipo de incidente. Contar con personal de bomberos hace que el despliegue del material empleado en los IMV no solo sea posible si no que es eficaz y eficiente.

Así mismo, en virtud de sus competencias, redactó el Plan de Organización y Actuación Sanitaria Extrahospitalaria ante la emergencia municipal, aprobado por el Ayuntamiento Pleno el 27 de octubre de 1993, que supuso ser uno de los primeros en su especialidad en España, siendo presentado en el Primer Encuentro Internacional de Medicina de Emergencias y Catástrofes y V Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) celebrado en Madrid los días 7, 8 y 9 de octubre de 1993. Posteriormente se redactó la revisión del Plan Municipal de Zaragoza en el que se incluía este documento aprobado por el Ayuntamiento en Pleno el 26 de junio de 1997. La Comisión de Protección Civil de la Diputación General de Aragón homologó este Plan el 11 de diciembre de 1997 y el Pleno de Zaragoza acordó aprobarlo el 29 de abril de 1998. El 14 de marzo de 2008 el Ayuntamiento en Pleno aprobó el Plan Especial de Actuación Sanitaria Extrahospitalaria en Emergencias Colectivas y Catástrofes (PEASEC).

En la actualidad está vigente el Plan Específico de Actuación del Grupo de Acción Sanitaria en Incidentes con Múltiples Víctimas en el medio extrahospitalario (PEASIMV), aprobado por la Comisión de Protección Civil de la Diputación General de Aragón y con la reciente aprobación definitiva por el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza el 29 de marzo de 2023.

En dichos planes municipales es la AM quien coordina y dirige la acción del grupo sanitario “in situ” en los IMV que se producen en el término municipal de Zaragoza y no exceden la capacidad de medios expuestos en ese Plan.

A lo largo de su trayectoria, la AM ha coordinado y realizado la asistencia en incidentes en los que se ha activado el Plan de Asistencia Sanitaria Extrahospitalaria en el término municipal de Zaragoza, entre los que cabe destacar:

- Atentado de ETA a un autobús militar en 1987.

- Atentado de ETA de la Casa Cuartel en 1987.

- Incendio de la discoteca Flying en 1990.

- Atentado del GRAPO a un transporte blindado en 1993.

- Accidente de tren en La Cartuja en 2002.

- Accidente de autobús en Zaragoza en 2010.

- Accidente pirotécnico en Zaragoza en 2015.

Así mismo, ha participado colaborando en incidentes fuera del término municipal de Zaragoza, coordinando las mismas 061 Aragón:

- Accidente de tren en 1990.

- Accidente de autobús en Muel en 1998.

- Accidente de autobús en La Muela en 1999.

- Accidente de autobús en Alfajarín en 2002.

- Accidente de autobús en Pina de Ebro en 2003.

- Accidente de autobús en Figueruelas en 2008.

- Incendio en residencia en Cadrete en 2015.

También ha participado en la atención a incidentes con otras instituciones, como en el accidente de avión en el aeródromo de Santa Cilia de Jaca en 2019 durante un simulacro de la UME.

De todos estos IMV, la AM ha aprendido importantes lecciones, tanto personales como profesionales. Así, a su Jefe Médico, al Dr. Armando Cester, le tocó ser testigo de los dos atentados de ETA de 1987.

El 30 de enero de 1987, apenas unos minutos después de las 8 de la mañana, la banda terrorista ETA hizo estallar un coche bomba situado frente a la Iglesia de San Juan de los Panetes, al paso de un autobús militar, que se dirigía a la Academia General Militar. Murieron el conductor civil y un comandante de ingenieros. Resultaron heridas más de 40 personas.

Sin apenas dar tregua, el 11 de diciembre de ese mismo año de nuevo retumba el cielo: se produce una explosión de un coche bomba con unos 250 kg de amonal estacionado junto a la casa cuartel de la Guardia Civil de la Avenida de Cataluña, ocasionando 11 muertos (entre ellos cinco niñas) y 88 heridos, la mayoría de ellos civiles.

<¿Qué recuerdos tienes de aquél momento?

- Pues la grave sensación y certeza de que un tío de mi esposa viajaba en el mismo, y la tarea al ocuparme de los más graves y de intentar dar coherencia y orden a la atención de los heridos me impidió saber hasta el final si estaba bien o mal. Afortunadamente cuando fue a coger el autobus, como todos los días, se había puesto un zapato de cada color, su esposa se los hizo cambiar y perdió el autobus. Los heridos no fueron de gran importancia, salvo los dos heridos graves.

<¿Puede la experiencia ayudarte a superar este tipo de incidentes?

- Por supuesto, la experiencia es saber gestionar todo un cúmulo de sentimientos y así poder ser más eficaz. Hay que ser profesional y con la experiencia ir apartando los sentimientos porque un héroe muerto no salva vidas o, en este caso, un profesional muerto no salva vidas.

<Son las 6 y 10 de la mañana, ¿cómo recuerdas ese momento?

- Eran las 6,20 de la mañana cuando llegamos. En ese momento todo fue caos, oscuridad, no podíamos ver nada, había un polvo en suspensión que no nos dejaba ver y se oían muchos gritos. Fue una mañana difícil, de mucho trabajo y casi imborrable. También recuerdo mucho rescate, la actuación médica, ambulancias, los bomberos y el sufrimiento por parte de los guardias civiles.

<Háblanos de ese proceso de rescate y evacuación, ¿Cómo fue?

- Los primeros quince minutos fueron de caos absoluto. Incluso hubo gente sin lesiones que fue llevada a hospitales impidiendo el traslado de aquellos que de verdad estaban heridos. Cada uno hacíamos nuestro trabajo lo mejor que podíamos. A los veinte minutos habíamos logrado organizarnos, había luz y los bomberos estaban realizando su labor de rescate. Colocamos un puesto sanitario avanzado donde, médicos y enfermeros, atendíamos a las víctimas. Si había algún cadáver, verificábamos que había fallecido y se trasladaba al Hospital Militar.

<Después de este suceso ¿dirías que se ha mejorado en Zaragoza la actuación en siniestros con múltiples víctimas?

- Publiqué la atención a este atentado en la revista Emergencias, Vol 1, número 2, 1988, pp. 16-19. En ella analicé el esfuerzo y lo positivo de la intervención pero también denunciaba la necesidad de redactar planes que coordinaran dichas actuaciones y sí, no tiene nada que ver con aquella época. El sistema de emergencias de Zaragoza, con 061 Aragón y Bomberos, es mucho más amplio que hace treinta años. Contamos con más ambulancias, profesionales mucho mejor preparados, simulacros y planes de emergencia muy trabajados.

Otro de los IMV que ha quedado grabado en la memoria colectiva de la ciudad es el incendio de la discoteca Flying. El 14 de enero de 1990, a las 3 de la madrugada, un fallo de origen eléctrico originó un incendio que se propagó con rapidez por toda la instalación, dejando 43 muertos y numerosos heridos (Figura 4 y 5).

Carlos Gracia, enfermero de la AM, estaba de guardia aquella noche:

- Se recibió una llamada en el Centro de Comunicaciones indicando que había un incendio en el local de la discoteca Flying. Nos desplazamos un tren de ataque al siniestro, compuesto de un coche de mando y comunicaciones, una bomba urbana ligera, una autoescala y la ambulancia. Recuerdo que se hicieron dos tendidos de manguera nada más llegar al lugar del siniestro. El incendio se consigue extinguir rápidamente, en unos 8-10 minutos y ya se procede a la liberación de humo y a rescatar a las víctimas. Inicialmente en la planta calle teníamos una persona herida con quemaduras de gravedad e intoxicación por humo, que trasladamos a la Unidad de Quemados del Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS), avisándoles de que dada la naturaleza de la emergencia, posiblemente realizásemos más traslados a la unidad, y dando también la alarma a nuestro Servicio para que enviaran más miembros. Una vez de regreso al lugar del siniestro comprobamos que ya teníamos 43 personas fallecidas en la planta -1. Iniciamos el rescate de estas víctimas, realizando el camilleo hacia el exterior. Fue una situación dantesca, primero por el número de personas fallecidas y luego por la situación en la que estaban. Prácticamente todas las personas fallecidas fueron por la intoxicación de humos y gases, principalmente ácido cianhídrico y monóxido de carbono. Nos encontramos a las víctimas en posiciones en las que estaban en la discoteca; sentados en la barra del bar, apoyados en algún sofá… Otras personas intentaron escapar pero no lo consiguieron. Fueron momentos terribles. Supuso un antes y un después en medidas de prevención. A partir de este trágico suceso se endureció muchísimo la normativa local antiincendios.

<¿Cuándo pudiste entrar a la discoteca cómo fue el acceso?

- Cuando regresamos del traslado de la primera víctima el fuego estaba extinguido. El jefe de la intervención de bomberos me informó que en la planta de abajo había un gran número de personas. Entonces recuerdo que me equipé. Como ya el incendio estaba extinguido y al haber disminuido la carga de humo, los intervinientes entrábamos sólo equipados con casco y máscara con un filtro. Es importante la realización conjunta de prácticas que realizamos desde que en 1983 se fundara la Asistencia Médica del Servicios de Bomberos en Zaragoza, ya que eso nos permite conocer el material de seguridad que se necesita tanto para éste como otros incidentes, saber usarlo y tener destrezas y habilidades para poder alcanzar el lugar hasta el que se encuentra la víctima, poder estabilizarla e iniciar su evacuación.

<A la hora de la evacuación cuando trabajáis conjuntamente con los bomberos, ¿cómo os organizáis?

- El jefe de la intervención nos indica cuando podemos acceder al lugar del siniestro. Hasta entonces si hay posibilidad nosotros vamos hablando con la víctima, por ejemplo en el caso de accidente de tráfico, una vez estabilizado el vehículo nosotros entramos para valorarla, equipados con mono polivalente, botas de intervención, casco con gafas protección, guantes anticorte (entre otras protecciones); realizamos las maniobras sanitarias vitales para su estabilización y posterior excarcelación, y acompañamos a la víctima durante el rescate, explicándole cada una de las acciones que van a realizar los compañeros/as y dependiendo del estado y lesiones del paciente, los sanitarios somos los que dirigimos la extracción.

La organización terrorista llamada Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), ha golpeado a la ciudad de Zaragoza en al menos 8 ocasiones; una de ellas el 7 de abril de 1993, cuando fue asaltado un furgón de Prosegur que iba a recoger la recaudación de un conocido comercio de aquella época. A consecuencia del violento ataque, un vigilante jurado resultó muerto y otros tres gravemente heridos. También fallecieron ese día tres asaltantes miembros de la organización terrorista, al explotarles la bomba que manipulaban. Ese día Francisco Medina, enfermero de la AM estaba de guardia: tral. Fuimos etiquetando a cada una de ellas y así se pudo comenzar por la parte delantera del bus el circuito de evacuación de camillas, sacando primero a las víctimas de mayor gravedad.

- Entró el aviso en el Centro de Comunicaciones pasadas las 22h de la noche. Los alertantes informaron que habían escuchado dos fuertes explosiones en la calle. Eran tiempos de elevada actividad terrorista, así que nos pusimos en lo peor, no era la primera vez que ocurría. Cuando bajamos de la ambulancia nos encontramos con un espectáculo dantesco. A causa de la onda expansiva que provocó la carga explosiva, parte del furgón blindado acabó en uno de los tejados de las casas cercanas, y es muy duro recordar las imágenes de las víctimas. Había varios fallecidos en el acto. Nosotros nos dirigimos a una mujer que se hallaba con vida en la parte trasera del furgón. Presentaba quemaduras muy graves. Hoy en día gracias al analizador de lactato, el pulsicooximetro o el Cyanokit hubiésemos podido estabilizar mucho mejor a la víctima, pero entonces no existían tantos avances, así que la estabilizamos, asegurando una adecuada ventilación y tratando las quemaduras (casi en el 80% de su cuerpo), y la trasladamos a la unidad de Quemados del HUMS.

El 27 de noviembre de 2010, junto a la estación intermodal Delicias de Zaragoza, un autobús donde viajaban 38 trabajadores de la planta de General Motors, que tras terminar el turno de noche volvían a sus casas, cayó a un carril inferior situado a unos ocho metros de desnivel. Todos ellos resultaron heridos, doce de gravedad.

<Mientras vosotras estábais dentro, ¿qué era lo que sucedía fuera?

- Los bomberos se encargaron de montar nuestro Puesto Sanitario Avanzado (PSA), y así poder ir metiendo a las víctimas en orden de prioridad. En ese PSA es donde realizamos un tratamiento de estabilización a las víctimas para que luego puedan ser trasladadas, según gravedad y tipo de lesión a los diferentes hospitales de la ciudad.

<¿Cómo se consigue poner orden entre tanto caos?

- Al existir una buena red de coordinación con el 061 Aragón, el trabajo salió mucho más fluido. En todo incidente de múltiples víctimas se establece una jerarquización. Al ser en el término municipal de Zaragoza yo representaba a la jefatura en el PSA. Sin embargo, como tuve que introducirme en el autobús para medicalizar el rescate de los atrapados, hasta mi reincorporación al PSA el mando lo tomó la primera médica que llegó del 061.

<¿Qué destacarías de esta experiencia?

- Me impresionó mucho el silencio sepulcral que vivimos en aquellos instantes dentro del autobús, un silencio poco común en estas situaciones, lo revives en la distancia y da un gran respeto.

<¿Ha cambiado mucho la forma de organización ante un IMV desde entonces?

- Estructural y jerárquicamente no, hemos actualizado y adquirido nuevos materiales, como por ejemplo otro PSA. También desde nuestro servicio hemos mejorado los sistemas de filiación de las víctimas, ya que hasta el anterior Plan sólo era en papel, con el riesgo que eso podía suponer, y con la última actualización hemos añadido un sistema electrónico de filiación el cual podemos compartir con el Centro de Coordinación de Urgencias (CCU) del 061 Aragón, que es quien indica a qué hospitales dirigimos definitivamente a los heridos, para que conozcan en tiempo real cómo está la situación, cantidad de heridos de las diferentes categorías, hospital o centro sanitario de traslado, y así ellos nos pueden avisar sobre la disponibilidad o no de poder soportar una mayor carga de pacientes.

Montserrat Figuera, médica de la AM estaba de guardia ese día:

- El siniestro, que se produjo a las 06,35 horas, entró en nuestro Centro de Comunicaciones como un accidente de autobús. No sabíamos bien a que nos íbamos a enfrentar, aunque sí presuponíamos que iba a haber numerosas víctimas.Cuando los bomberos estabilizaron el vehículo la enfermera de la dotación de ambulancia y yo entramos por una ventana de la parte trasera del bus a realizar un triaje básico. Recuerdo que muchas de las víctimas se encontraban unas sobre otras en el pasillo cen-

Y por último, el IMV más reciente en Zaragoza, el accidente en la Pirotecnia Zaragozana, situada en el barrio rural de Garrapinillos, en 2015. El balance de pérdidas humanas fue de 6 personas fallecidas y seis heridas. De nuevo, el Dr. Armando Cester la vivió en primera persona.

El 31 de agosto de 2015 a las 14,15h se sienten y escuchan una cadena de explosiones (Figura 7). Detonó una caseta de secado de pólvora, en la que se calcula había entorno a 10 toneladas de pólvora, la cual produjo una onda calórica de entre 500 y 2.000 grados centígrados, iniciando una explosión en cadena de las casetas que había alrededor de la detonada inicialmente. Esta explosión en cadena involucró exactamente a 7 casetas de montaje y a un furgón que había sido cargado con casi 200 kilos de carga.

<Armando, de nuevo explosión y sobresalto

- Efectivamente. Recuerdo estar de guardia en el Parque y escuchar varias explosiones fuertes. A continuación bajamos corriendo al Centro de Comunicaciones y de repente comenzaron a entrar llamadas de alertantes. Rápidamente se activó un tren de ataque en el que salimos un total de más de diez vehículos, incluyendo de mando, autobombas, y ambulancias, además de los que apoyaron ajenos a Bomberos: Guardia Civil, 061 Aragón, bomberos de la Diputación de Zaragoza... Podíamos ver la densa columna de humo desde Zaragoza, a unos 25 km de distancia. Cuando llegamos la Guardia Civil nos informó que varios de los heridos habían sido evacuados en vehículos particulares a diferentes hospitales de la ciudad.

<Cuéntanos más sobre esos primeros minutos de incertidumbre a vuestra llegada…

- Ya sobre el terreno, el mando de la intervención decide establecer un perímetro de seguridad, que más tarde se acabaría ampliando por riesgo de repetición de explosiones. Fue una situación difícil por el material del que se trataba, no sabíamos cual había sido el origen, nadie podía entrar... gracias a la unidad de los Tedax de la Guardia Civil y a la unidad canina de Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza se consiguió encontrar con vida a dos víctimas.

<Por la peligrosidad del servicio, ¿en este caso cómo organizasteis la situación, sanitariamente hablando?

- Cuando bien por las dimensiones o particularidades del siniestro no es necesario montar el PSA podemos servirnos de cualquier edificación o espacio en el cual desplegar nuestro material, para ello contamos con unas perchas móviles en las que podemos colgar cada una de las 6 bolsas en las que almacenamos el material sanitario necesario para este tipo de situaciones, cada bolsa nos da una autonomía para poder tratar a 3 víctimas clasificadas como graves (rojas) o 6 amarillas (menos graves). Estos percheros nos permiten gran versatilidad y comodidad a la hora del despliegue de material.

Cada una de las experiencias vividas nos sirve para crecer, personal y profesionalmente. No cabe duda de que nos gustaría poder evitar el dolor de tantas familias rotas por las vidas truncadas en estos y otros servicios asistidos, lo que si hacemos es mantener la ilusión y las ganas de seguir creciendo y mejorando como servicio para ayudar en todo lo que podamos a la ciudadanía y a nuestros compañeros/as. A por otros 40 años más.

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