

Cuando queremos convencer a alguien, no basta con dar una opinión, necesitamos argumentos sólidos, claros y bien sustentados. Aquí te dejamos algunos consejos para fortalecer tus ideas al momento de argumentar.
Antes de argumentar, asegúrate de tener una idea principal clara. Pregúntate: ¿Qué quiero demostrar o defender?
Ejemplo: La lectura frecuente mejora el rendimiento escolar.
Apoya tus ideas con estadísticas, estudios, experiencias o hechos verificables. Los ejemplos hacen que tu argumento sea más comprensible y creíble.
Ejemplo: Según un estudio de la UNESCO, los estudiantes que leen 20 minutos al día tienen mejor comprensión lectora.
Usa conectores como: porque, por lo tanto, en cambio, sin embargo, en conclusión, además. Esto da fluidez y coherencia a tu texto o exposición.
Ejemplo: La lectura mejora la concentración, además, estimula la imaginación.
4. ANTICIPA Y RESPONDE POSIBLES CONTRAARGUMENTOS
Piensa en lo que alguien que no esté de acuerdo podría decir. Luego, responde con respeto y argumentos.
Ejemplo: Algunos creen que leer es aburrido, pero esto depende del tipo de libro y del hábito lector.
5. EVITA GENERALIZACIONES Y FRASES VACÍAS
No uses frases como “todo el mundo piensa así” o “es obvio” lugar de eso, sé específico y razonado.
En lugar de decir: “Siempre ha sido así” podrías decir: “Esta tradición se ha mantenido durante generaciones por su impacto cultural positivo.”
Usa un lenguaje formal, claro y respetuoso. Evita insultos, exageraciones o emociones desmedidas.
Puedes decir “No comparto esa opinión, ya que...”, en lugar de: “Eso es una tontería.”
Resume tu punto principal y deja un mensaje claro. Puedes cerrar con una pregunta, una reflexión o una invitación a actuar.
Ejemplo: Entonces, ¿por qué no empezar a leer 10 minutos al día desde hoy?