Ironía, humor negro, crítica social... en este cuento, Pérez Mendo aborda algunos tópicos sociales y humanos que pelean por sobrevivir en la escena existencial, pero que cohabitan eternamente en el ideario de la tradición narrativa. Asomarse al abismo es una constante de la humanidad, ir hacia el caos o la destrucción, a veces la propia, son los motivos ocultos de un personaje sin nombre.