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AGRO EN DIRECTO GRANJAS AVÍCOLAS. Normas básicas de ordenación
Granjas avícolasNormas básicas de ordenación
Opinión del Agricultor
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1Félix Pascual Pérez
Cristina Pascual Burgos
La regulación de las granjas avícolas resulta fundamental para asegurar una alimentación de calidad y, al mismo tiempo, el cuidado y protección del medioambiente. Las recientes regulaciones en este sentido obligan a estar muy atentos a las mismas.

Tratando de estar al día sobre las granjas avícolas, hemos acudido a distintas charlas sobre las líneas a seguir para mantener nuestras explotaciones dentro de los parámetros oficiales actuales, cuyo contenido se ha ido modificando a través del tiempo.
El actual censo de granjas avícolas en España, supera la cifra de 14.000, entre las que se encuentran las granjas de pollos, gallinas, pavos, patos, gansos, faisanes, perdices, palomas, etc.
Actualmente está en vigor el Real Decreto 637/2021, de 27 de julio, por el que se establecen las normas básicas de ordenación de las granjas avícolas, confirmado según el Boletín Oficial del Estado (BOE), número 179, de 28-07-2021, en vigor desde el 29-07-2021.
Entre las conclusiones de esta norma cabe destacar que la línea a seguir es la de armonizar e incrementar las medidas higiénico-sanitarias y de bioseguridad. Manteniendo unas directrices que se solapan unas con otras y son de obligado cumplimiento. La importancia de la sanidad es uno de los puntos de mayor importancia, tomando como base la prevención, cuyo principal exponente es la bioseguridad. Ello precisa de una mayor preparación de todos los actores que desarrollen su trabajo en las granjas avícolas.
Otro de los puntos es la seguridad de los tratamientos, procediendo al uso de antimicrobianos. Siempre teniendo en cuenta la necesidad de que en toda producción avícola resulta imprescindible contar con un equipo profesional veterinario responsable, anticipándose a cualquier posible contratiempo y desarrollando las líneas sanitarias adecuadas para frenar enfermedades en su inicio. En los supuestos de una posible invasión de epidemias debe ser informada la administración correspondiente, siempre con la rapidez que requiera cada proceso.
Por lo expuesto, se establece una serie de puntos para la formación profesional de cada persona, trabajador o entidad, dentro de sus cometidos en la granja avícola, contando con un veterinario que vigile cada explotación con responsabilidad y funciones concretas siguiendo el protocolo de las aves a tratar.
Medioambiente y bienestar animal
Toda explotación avícola tiene responsabilidades medioambientales, incluyendo la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, cuyo problema también se trata de solucionar y minimizar. La producción o creación de nitratos, la emisión de amoniaco a la atmósfera y la posibilidad de producir emisiones de gases de efecto invernadero (metano y óxido nitroso), deben controlarse dentro de los parámetros exigidos.
El estiércol-basura producido debe ser controlado mediante procesos técnicos con el fin de conseguir una reducción y eliminación de emisiones contaminantes, lo cual entra dentro de la nueva ordenación, siempre con el objetivo de evitar el posible impacto negativo en la salud humana y en el medioambiente. Cualquier desvío, intencionado o no, sobre contaminaciones producidas por las explotaciones de cualquier tipo que nos ocupa, será estudiado, analizado y procesado en su alcance negativo, sancionando, incluso clausurando las explotaciones reincidentes.
Otro de los puntos de importancia es el bienestar animal, siguiendo el procedimiento y normativas de la CE. Este punto cada vez adquiere una mayor importancia, por lo que el seguimiento de las directrices oficiales es sumamente necesario. En general alcanza a toda explotación avícola, tanto de carne como de producción de huevos, incluidas las de cría de animales de apoyo a la caza. Todas tienen que cumplir las normas de este Real Decreto en función de su relación con el propio censo de animales de cada explotación.
Se establecen excepciones generales para las granjas avícolas orientadas al autoconsumo y otras dirigidas para las granjas avícolas de tipo reducido, por supuesto debidamente declaradas y autorizadas en su caso.
Granjas ecológicas
Las granjas avícolas clasificadas como ecológicas se regían, esencialmente, por la normativa aplicable a las mismas del Reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo, de 28 de junio de 2007, sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos que derogaba el Reglamento (CEE) nº 2092/91. Y a partir del 1 de enero de 2022 por el Reglamento (UE) 2018/848 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018, sobre producción ecológica y etiquetado de los productos por el que se deroga el Reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo.
Lo expuesto debe animarnos para informarnos, con todo detalle, de las nuevas normas y proceder en consecuencia. Incluso analizar cualquier posible ayuda económica que pudiera concederse para la adaptación de nuestra granja avícola a la nueva normativa. El estar debidamente informados es totalmente necesario. La información concreta y la información especializada para desarrollar nuestra labor, nos evitará distintos contratiempos, incluidas sanciones nunca deseadas.
El nuevo sistema protocolario sobre viabilidad sanitaria abarca distintos parámetros, tales como: limpieza exigida en las explotaciones, tanto a nivel interior como exterior; mantenimiento para el bienestar animal; procedimientos sobre la producción de estiércoles y basuras en general; el cuidado y almacenajes de piensos u otro tipo de alimentos para los animales; control e inventario de antibióticos; eliminación de los posibles animales muertos; vigilancia y tratamiento contra roedores, etc.
Debemos ser responsables y evitar contaminar los acuíferos por derramamientos de nitratos. La utilización durante décadas de fertilizantes nitrogenados, así como aquellas explotaciones ganaderas con baja o nula responsabilidad al mantener balsas de purines no debidamente impermeabilizadas, incluso el hecho de utilizar estos purines para derramarlos en las tierras de forma incontrolada, provoca efectos perjudiciales para la salud del ser humano y también de la fauna salvaje.
Según datos contrastados, los nitratos derramados incontroladamente en la tierra, pueden producir Nitrosaminas en el ser humano de tipo cancerígenas, tanto en el estómago como en faringe. También afecta al sistema respiratorio, la denominada Metahemoglobinemia, conocida como síndrome de los niños azules, pueto que genera un bloqueo para transportar oxígeno a los tejidos.
Todo tipo de irresponsabilidad, sin duda, será detectado y se procederá a las sanciones, incluso cierres de las explotaciones que incumplan estas normativas. Seamos, todos, responsables.
Demanda de productos avícolas
Las granjas avícolas son, en general, empresas de tipo agropecuario, cuya relevancia en el mercado de la alimentación es muy importante. Así lo demuestra el consumo de pollos a nivel mundial, que llega a superar la cifra de 92 millones de toneladas de carne al año, siendo la carne más demandada. La mayor parte de esta carne se destina al consumo humano, aunque también se destinan importantes partidas
para la alimentación de otros animales, incluidos los de compañía, zoológicos, etc.
Otro de los productos de alta importancia en la alimentación humana, son los huevos de las gallinas, cuya producción supera los 75 millones de toneladas, y con destinos muy variados.
No debemos dejar de pedir a las autoridades Europeas y Españolas, que resulten ser mucho más efectivos en el control de productos agrícolas y ganaderos procedentes de terceros países, productos que no siguen las líneas de producción, incluidos los tratamientos químicos, almacenaje, transporte, etc., que son exigidas al Sector Primario Español, lo que resulta ser un contrasentido, al menos, sospechoso.
