Horacio de Jesús Chávez Padilla, Gustavo Romo Hernández y Eduardo Guadalupe Gómez Gutiérrez, del Tecnológico Nacional de México, Instituto Tecnológico José Mario Molina Pasquel y Enríquez, Arandas. Platicamos con el Ing. Javier Ibarra, Director de Dulces Chompys, empresa que ha patrocinado el concurso desde el inicio, y nos contó que tomaron la decisión de participar porque “es una responsabilidad social de las empresas apoyar a la gente que está estudiando para que se apasionen de esta industria, para que se metan a desarrollar nuevas cosa, nuevas tecnologías, nuevos conceptos”. Y añadió que en estos siete años ha habido grandes satisfacciones. “La ganadora del primer concurso tiene su empresa, se llama Moreliates; otras chicas de Oaxaca desarrollaron su producto y tiempo después Diana se vino a trabajar a Dulces Chompys; tengo conocimiento de una chica que ganó y ahora da clases de confitería”, citó como ejemplo de gente que ya está más involucrada en la industria, a raíz de su participación en el concurso. “Este tipo de concursos marcan a los chavos, los impulsan, los emocionan, los motivan para hacerse de un espacio en el
mercado, de relacionarse con los industriales; porque al mismo tiempo hay algunos industriales que están muy ávidos de asociarse con chavos también”. Sobre cómo ha cambiado el concurso en estos siete años, Ibarra señaló: “al principio hubo muchos productos de chocolate; ahora ya se están yendo por los ingredientes naturales, sobre todo los que hay en las regiones de las escuelas de donde vienen, o a un subproducto le agregan valor, le encuentras presentaciones adecuadas. Desde el año pasado comencé a ver más ingredientes regionales; ese tipo de cosas son las que queremos que encuentren, productos o subproductos naturales, orgánicos, y los puedan llevar a procesos más elaborados para hacerlos atractivos a los consumidores”. Finalmente señaló que: “enfrentarse a la realidad siempre es una experiencia ganadora, los estudiantes encuentran mucha empatía con algunos empresarios, a quienes pueden externarles sus dudas, y éstos a su vez los ayudan y les dan tips o soluciones sobre los productos que están desarrollando. Hay que fracasar para aprender y hay que aprender para mejorar las cosas. Los únicos que no se superan son los únicos que no se arriesgan”.
Reseña
Confitexpo
29
2017