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DESDE UNA HABITACIÓN
Una habitación propia, es un ensayo escrito por Virginia Woolf en 1929. En él, Woolf destaca la importancia de que las mujeres tengan un espacio físico y mental propio para desarrollar su creatividad, su independencia e identidad individual.
Hoy vamos analizar por qué es importante que una mujer tenga una habitación propia, tal como lo plantea la autora.
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La libertad creativa:
Woolf argumenta que las mujeres, históricamente, han sido limitadas en su capacidad para desarrollar su creatividad y expresión artística debido a las expectativas sociales y restricciones impuestas por la sociedad patriarcal. Al tener una habitación propia, una mujer puede escapar de las demandas y responsabilidades familiares, y encontrar un espacio donde pueda explorar libremente su creatividad sin interrupciones ni distracciones.
Privacidad y autenticidad:
Una habitación propia proporciona privacidad, lo cual es crucial para que una mujer pueda explorar libremente sus pensamientos, emociones y experiencias de manera auténtica. En un mundo donde regularmente se espera que las mujeres sean cuidadoras y atiendan las necesidades de los hijos y de la familia, tener un espacio propio les permite conectarse consigo mismas, reflexionar y descubrir su propia voz sin tener que cumplir con las expectativas y roles preestablecidos.
Independencia económica:
Virginia Woolf destaca la importancia de la independencia económica para las mujeres. Una habitación propia simboliza la capacidad de una mujer para ganarse la vida y tener recursos propios, lo que le brinda la libertad de tomar decisiones y perseguir sus intereses sin depender económicamente de otros. La independencia financiera empodera a las mujeres y proporciona la seguridad necesaria para perseguir sus aspiraciones sin restricciones.
Espacio mental y emocional:
Una habitación propia no solo se refiere al espacio físico, sino también a un espacio mental y emocional. La autora argumenta que las mujeres necesitan liberarse de las expectativas culturales y sociales impuestas para desarrollar su pensamiento crítico y su perspectiva individual.
Tener una habitación propia implica la capacidad de cuestionar las normas establecidas, explorar sus propias ideas y creencias, y desarrollar una identidad separada de los roles y estereotipos de género.
Es cierto que en México, al igual que muchos otros países, enfrentamos desafíos en términos de desigualdad y la persistencia de normas culturales machistas. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, existen formas en las que las mujeres mexicanas pueden lograr tener una habitación propia, aquí algunas sugerencias:
Fomentar la educación y el empoderamiento
La educación es una herramienta poderosa para el empoderamiento de las mujeres. Es importante promover el acceso a la educación para las mujeres en México, brindarles habilidades, conocimientos y confianza para enfrentar las barreras y luchar por sus derechos. Una educación sólida abre puertas a oportunidades profesionales y económicas que les permitan buscar un espacio propio.
Promover la independencia económica
Promover oportunidades de empleo justas y equitativas para las mujeres, así como abogar por la igualdad salarial y el acceso a puestos de liderazgo. Además, se pueden fomentar programas y recursos que ayuden a las mujeres a desarrollar habilidades empresariales y emprender sus propios proyectos.

Generar cambios culturales
Promover una cultura de igualdad de género y desafiar roles de género tradicionales. Esto implica educar a nuestros hijos sobre el valor de la autonomía y el espacio propio de las mujeres, así como fomentar relaciones igualitarias en el hogar y en la sociedad.
Crear redes de apoyo
Es importante que las mujeres en México busquen y se unan a redes de apoyo; comunidades, organizaciones feministas, grupos de defensa de los derechos de la mujer u otros espacios donde puedan compartir experiencias, aprender unas de otras, recibir apoyo emocional y práctico en su búsqueda de una habitación propia.
Exigir cambios legales y políticos
Las mujeres en México pueden involucrarse en actividades de activismo y defensa de sus derechos. Pueden participar en protestas, campañas de concientización, así como ejercer su derecho al voto y presionar a los legisladores para que promuevan políticas y leyes que fomenten la igualdad de género y el acceso de las mujeres a un espacio propio.
Enfrentar al machismo y lograr tener habitación propia puede ser un desafío en un entorno social patriarcal, pero es importante para todas las sociedades que las mujeres tengamos un espacio propio para desarrollarnos con libertad creativa, independencia económica y pensamiento crítico para tener una conexión con nosotras mismas.
Cada pequeño paso cuenta y a través del empoderamiento colectivo y la persistencia, se pueden lograr grandes cambios.
En las democracias contemporáneas, con el propósito de asegurar la presencia, el desarrollo y la permanencia de una comunidad política participativa, es indispensable el trabajo de los denominados “operadores políticos”, que se constituyen por la suma de varios capitales, sean estos sociales, económicos, políticos o simbólicos.
¿Qué o quién define a un operador político, y cuáles son las formas de operar la política? Ante la ausencia de investigación sistemática, hay quienes los define como brokers o lobistas de poder, encargados de “aceitar el sistema de engranajes de la negociación política” o bien pragmáticos que abren puertas, identifican oportunidades, amortíguan golpes y tienen los mejores contactos”.
Todos los procedimientos que realiza un operador político se encuentran determindos por el dominio que este tenga en áreas de conocimiento indispensables para articular un buen desempeño en la esfera pública. El éxito o fracaso de las acciones de activistas, líderes locales y estructura partidista, define la capacidad de los operadores políticos que intervienen en los procesos, principalmente en las contiendas electorales.
El operador político eficente y eficaz debe conocer y poder explicar claramente la forma de gobierno, su funcionamiento, cómo se conforma y el proyecto de nación que impulsa del instituto político al que pertenece. En los procesos electorales, es el espacio más importante donde se evidencia su trabajo, pues debe conocer las “reglas de juego” de la elección y sus diferencias respecto a la anterior, la legislación que se aplica en precampaña, campaña y elección, para no incurrir en delitos electorales.
La persuación ocupa un lugar muy importante, el marketing político nos permitirá diseñar la comunicación que se deberá establecer con los ciudadanos para lograr el ciclo elección-gobiernosiguiente elección. El objetivo es llevar a cabo una política de comunicación permanente que mantenga el ánimo del ciudadano del lado del gobernante o representante, para generar continuidad entre la victoria de la elección con la administración o el periodo legislativo, y así conseguir una siguiente victoria más robusta.
En política siempre es tiempo de campaña, pero se tiene que realizar con estrategia. La profesionalización de la operación política con base en la medición del respaldo que los ciudadanos brindan de palabra y hechos comenzó a ganar terreno, luego que la antígua fidelidad de los ciudadanos desapareció. Hoy, el hacer operación política con método y estrategia hace la diferencia entre los candidatos competitivos o improvisados.
De acuerdo a los teóricos de la ciencia política, cuando se gana una elección, al día siguiente se debe comenzar la preparación para enfrentar el próximo proceso electoral y conseguir el refrendo del poder con el voto popular. Ahora la operación política no puede desperdiciar tiempo y recursos yendo en la ruta de modelos anteriores.
Los elementos imprescindibles del trabajo de campo del operador político se resúmen de la siguiente manera: a) La estrategia que guíe todas las acciones con miras a un proceso electoral específico; b) Trazo y consolidación de la idea meta para persuadir a través de la comunicación política; c) Acciones bien diseñadas de trabajo políticoterritorial; d) Elaboración y conocimiento del plan estratégico de campaña, y d) Adecuación del plan de acciones al marco legal vigente.
La cohesión del trabajo de operación política con la estrategia de campaña tiene un carácter fundamental. Todos los gobiernos tienen operadores políticos, y en sistemas de países basados en partidos, no sería posible el ejercicio de poder del gobierno ni la llegada de personajes a los cargos públicos sin el trabajo de los operadores, que en Latinoamérica así se les reconoce a quienes hacen el vínculo entre los distintos sectores de la sociedad con los partidos políticos, y posibilitan la activación así como la movilización ciudadana para distintos fines, como las elecciones.
La operación política es negociación, y tiene por propósito influir en otra persona para que tome cierta decisión, su herramienta es la persuación que se lleva a cabo regularmente a traves de la conversación informal, y no sólo se usa en la política o el gobierno, sino en empresas y organismos nacionales e internacionales.
El operador político es un especialista en materia de comunicación estratégica, entiende e identifica las ventajas de cada uno de los agentes que intervienen y conoce las herramientas que permiten llegar a acuerdos, realizar movilizaciones y, en suma, pasar de los argumentos a los hechos.
La persona que desea desarrollar su potencial como operador político debe contar con carácterísticas de liderazgo, buena reputación, amplias relaciones personales e institucionales, receptor y difusor de información, habilidad en el manejo de conflictos, asignador de recursos y excelente negociador.
Liderazgo, carisma, abanderamiento de causas sociales, son pues, entre otras muchas, características esenciales de un operador político. La capacidad de operar políticamente, se ha convertido en una de las más importantes habilidades demandadas para el desarrollo del trabajo político. “En un proceso de operación política, la mejor negociación no es aquella en que uno gana y el otro pierde, la mejor negociación es aquella en que todos ganan”.
En la actualidad, el operador político está más asociado con la consultoría política, es un profesional que ha acumulado experiencia y estudios para ayudar a un candidato a realizar una campaña eficiente y competitiva, entiende el comportamiento de los electores y conoce las herramientas de estudio del mercado político, define segmentos y diseña estrategias ganadoras.
En conclusión, no habría acuerdos para establecer legislación ni políticas públicas sin la intervención del operador político con su cabildeo, negociación o lobbying; este actor es quien posibilita la conciliación y los compromisos, pero para lograrlo requiere de preparación, conocimiento de la esfera del poder, del sistema político, funcionamiento de los partidos, de la participación ciudadana y la calidad de la democracia.
Lázaro Jiménez Aquino
Diputado federal de la LXV Legislatura, Presidente del Instituto Reyes Heroles y del Instituto de Formación Política Gustavo Carvajal Moreno. @lazarojimenezaquino @lazarojimeneza
Enprimer número de esta revista hice un par de señalamientos sobre la importancia de la transparencia y rendición de cuentas en una democracia. De la misma manera, señalé algunos puntos que los partidos políticos están obligados a informar a la sociedad.
En esta ocasión, me centraré en determinadas obligaciones que los partidos políticos podrían considerar al momento de elaborar su estrategia electoral.
Antes de iniciar, es necesario mencionar que la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública y las leyes de transparencia locales que de ella se derivaron, obligan a cualquier dependencia, autoridad, institución, partidos políticos que reciban recursos públicos a documentar e informar a la sociedad sobre las acciones que toman (Para conocer el abanico de los sujetos obligados puede verse artículo 23 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública). Dicha información debe ser publicada de manera periódica acorde a la normatividad en la materia.
Dicho lo anterior, ¿qué de las obligaciones de transparencia, pueden servir para armar una estrategia electoral?
A pesar de que mucha de la propaganda electoral se da a través de medios de comunicación masiva, ganar una elección aún requiere un trabajo territorial por parte de los partidos políticos. Dicho esto, como una obligación de transparencia, se pide al Instituto Nacional Electoral y a los Institutos Electorales locales, publiquen la geografía y cartografía electoral.
Pero ¿De qué sirve conocer la geografía y cartografía electoral? Conocer esta información nos permitirá dimensionar en qué puntos de determinado espacio territorial existe mayor población y, por ende, enfocar mayores esfuerzos de convencimiento para que el electorado elija como mejor candidato a aquél propuesto por determinado partido político.
Otra información que los partidos políticos están obligados a publicar, es el padrón de afiliados o militantes. En el diseño de una estrategia electoral, esta información se vuelve relevante toda vez que nos proporciona una perspectiva sobre el número de simpatizantes de primera mano con la que cuenta nuestro partido político. De igual forma, es útil en función de que nos permite saber también el tamaño de simpatizantes del partido a vencer en la elección.
Como se ha dicho, tomando en consideración tanto la geografía electoral como el padrón de afiliados y militantes, se podría establecer una estrategia pues, por una parte, se tendría conocimiento de las preferencias de los votantes por cada entidad federativa o distrito electoral y por la otra, los partidos podrían utilizar a su base de afiliados o militantes para hacer una labor de convencimiento en aquellos puntos en donde los partidos no tuvieran tanta preferencia.
De la misma manera, otra información que deben publicar los partidos políticos son los convenios de participación entre partidos políticos con organizaciones de la sociedad civil. En general, en este apartado los distintos partidos políticos informan sobre aquellas organizaciones que tienen como adherentes.
Tener a la mano esta información resulta importante toda vez que es un indicador del tipo de organizaciones y alcance con la sociedad civil con la que cuentan los partidos políticos. A partir de la distinción de las organizaciones adherentes a los partidos se pueden vislumbrar los intereses y sectores sociales que respaldan a determinado partido político.
Por poner un ejemplo cualquiera, consultando la información que el Partido Revolucionario Institucional coloca en su portal de transparencia, sabemos que una organización adherente con la que cuenta es el Movimiento Nacional de Cibernautas, el cual tiene entre sus objetivos “lograr una sociedad que se informe, involucre y sincronice” con los principios políticos del Partido. Siendo que además sus acciones son llevadas a cabo en el terreno de las redes sociales.
Si bien las leyes de transparencia obligan a los partidos políticos a poner al alcance del público mucha más información de la que hemos mencionado en esta ocasión, estos tres datos que presentamos de manera sucinta pueden ayudar a dimensionar cómo la transparencia sirve no sólo a la sociedad en general, sino a los mismos partidos políticos al momento de armar una estrategia electoral.

Especialista: Daniel P. Merino
Lic. En ciencias políticas, UNAM. Esp. En seguridad pública, UNAM. Líneas de conocimiento: Transparencia, Seguridad pública, seguridad nacional, derechos humanos.
Daniel Pm
Con el boom tecnológico de las redes sociales y lo digital, nuestra comunicación diaria se desarrolla a través de las plataformas y redes sociales. Para ello, dependemos de la comunicación escrita y del uso de signos e íconos gráficos, a los cuales se les atribuye un significado en un contexto particular y social.
El volumen, el tono con el que se expresa o la emoción de lo que se dice, están limitadas por lo digital; y en ocasiones, las palabras escritas se prestan a malos entendidos. Por ejemplo, no es lo mismo leer: “Estoy ocupada” a “ESTOY OCUPADA”. Y tampoco es lo mismo escribir: “Estoy ocupada” y que el mensaje esté acompañado por uno o más emojis.
Pero, ¿qué es un emoji? Según la Real Academia Española un emoji es una “pequeña imagen o ícono digital que se usa en las comunicaciones electrónicas para representar una emoción, un objeto, una idea” (RAE, 2023). Su origen es japonés, del “e”, (dibujo) y “moji” (carácter o signo de escritura).
Los emojis son ahora parte fundamental de la comunicación digital. Se utilizan para ilustrar los gestos y complementar el mensaje. También para indicar o reforzar el tono, para expresar emociones, e incluso para hacer activismo político. Como indica Jennifer Daniel, defensora de los emojis inclusivos y Presidenta del Subcomité de Emojis de Unicode, “Los emojis no son apolíticos” (Basu, 2021).